HACIA
UNA PLENA RECUPERACIÓN
- La
política de gobierno se orientó alrededor
de tres principios fundamentales y hoy puede mostrar resultados
importantes
Por
Santiago Montenegro *
Bogotá,
1 dic (SNE).- Cuando la administración de Álvaro
Uribe Vélez llegó al Gobierno encontró un
país con gran parte de su territorio controlado por
los grupos terroristas, el ingreso por habitante cayendo, el
desempleo en niveles históricamente altos, un déficit
fiscal insostenible y la deuda pública con una dinámica
explosiva. Por todo esto, se esfumaron dos décadas de
logros en reducción de la pobreza y mejora de la distribución
del ingreso. Con miles de colombianos que abandonaban el país
y los que quedaban, prisioneros en sus casas y ciudades, Colombia
parecía dirigirse en pocos años a la anarquía
o la disolución.
Sobre
esta realidad, la política de gobierno se orientó alrededor
de tres principios fundamentales: seguridad democrática,
lucha contra la corrupción y la politiquería
y reactivación económica y social. Después
de quince meses, sin triunfalismos y conscientes de todo el
trabajo que queda por delante y de que los resultados son pequeños
frente a las inmensas necesidades de los colombianos, el gobierno
de Álvaro Uribe Vélez puede mostrar resultados
importantes. Ciento cuarenta municipios recuperaron su policía
y 439 están protegidos por soldados campesinos; se crearon
cuatro nuevos batallones de alta montaña, entre otras
medidas de seguridad. Por ello, la tasa de homicidios cayó el
22 por ciento entre enero y octubre del 2002 y enero y octubre
del 2003; para el mismo período, la tasa de secuestros
se redujo en 30 por ciento y los asaltos a poblaciones descendieron
60 por ciento.
Los
resultados sociales son también sobresalientes. Se crearon
477 mil nuevos cupos escolares en educación básica
y media; se capacitó a más de millón y
medio de alumnos en el Sena; se afiliaron 328 mil personas
nuevas al régimen subsidiado de salud; se extendieron
servicios de acueducto a 557 mil personas, y de alcantarillado
a 560 mil en lo corrido del 2003.
Gracias
a la significativa mejora en el clima de inversión,
como lo muestra la encuesta de opinión empresarial de
Fedesarrollo y la de la Andi, la inversión privada llegará este
año al 12 por ciento del PIB: cinco puntos más
que en 1999. Y como resultado de todo lo anterior, el crecimiento
del PIB en el tercer trimestre llegó al 4 por ciento
anual, lo que casi con seguridad subirá el crecimiento
en el 2003 a por lo menos 3,45 por ciento, si se excluyen los
cultivos ilícitos. Este crecimiento es el más
alto desde 1995.
Como
consecuencia, en los últimos meses la economía
está generando un millón de empleos nuevos con
relación a los mismos meses del año pasado (estimados
como promedios móviles de seis meses), lo que ha reducido
la tasa de desempleo nacional al 13,6 por ciento y la urbana,
a 15,4 por ciento, a octubre. Por todo lo anterior, los colombianos
han recobrado la confianza y la fe en el futuro, y en el mundo
se percibe que Colombia es otra vez un país viable.
Las
políticas del Gobierno también se elaboraron
sobre muchos legados positivos que dejaron nuestros mayores,
como las instituciones republicanas y una democracia que a
lo largo de la historia nos ha dado gobiernos civilistas, elegidos
popularmente y que han hecho un uso limitado del poder. Y,
por supuesto, todo este esfuerzo no hubiera sido posible sin
el liderazgo y dedicación del Presidente por Colombia.
Sólo así se entiende que el presidente Uribe
recuerde con frecuencia a López Pumarejo: "Agradezco
a la Providencia que me dio por patria a Colombia y por compatriotas
a los colombianos."
*
Director del Departamento Nacional de Planeación