LECCIONES DE LA TERTULIA
Por
Jorge Humberto Botero*
Tomado del diario económico Portafolio
Las negociaciones comerciales son
un instrumento para impulsar el comercio; entendido éste
como el intercambio en dos vías: exportar e importar.
La experiencia internacional en las dos últimas décadas
ha mostrado que aquellos países que incrementaron su comercio
han observado un notorio crecimiento. Los ejemplos más
dicientes se encuentran en Asia siendo China e India los más
significativos. En Europa está Irlanda, cuyo volcamiento
hacia los mercados externos le ha permitido cerrar la brecha
con sus socios comunitarios.
Por esta razón,
las negociaciones comerciales fueron el tema de la segunda
tertulia sobre el crecimiento económico; foro impulsado
por el presidente Alvaro Uribe. De esta segunda tertulia se
pueden sacar algunas conclusiones útiles. La primera
es que los acuerdos comerciales no son la panacea para todos
los problemas. Los acuerdos comerciales deben ser complementados
con una agenda interna de políticas encaminadas a aumentar
la productividad y competitividad del aparato productivo. Se
mencionaron temas clave como educación, infraestructura
y modernización institucional.
Una segunda conclusión es que, para crecer a tasas superiores a 5 por
ciento, Colombia requiere de inversión extranjera para complementar
su baja tasa de ahorro doméstico. Los acuerdos comerciales han mostrado
ser una poderosa herramienta de atracción de inversión, gracias
a que otorgan garantías a los inversionistas locales y extranjeros.
En tercer lugar, los acuerdos comerciales no constituyen la ruina para el sector
agropecuario. Países como China, España, Costa Rica y México,
entre otros, han incrementado su producción agropecuaria en el marco
de aperturas al comercio exterior.
El Gobierno y el equipo negociador son conscientes de las distorsiones que
los subsidios introducen en los mercados agropecuarios y utilizarán
las herramientas disponibles para adelantar una negociación altamente
conveniente para el país. A su vez, por el lado de las oportunidades,
Colombia tiene una veta de crecimiento en la agricultura tropical y en
la manufactura intensivas en empleo. Por otro lado, los servicios asociados
a salud, construcción, logística y demás servicios
profesionales tienen ventajas competitivas claras en el hemisferio. En
este sentido, el empleo debe ser un beneficiario de los acuerdos comerciales.
En cuarto lugar, el Gobierno y el equipo negociador garantizarán el
acceso de los colombianos a medicamentos de buena calidad a precios justos,
así mismo el acceso de los agricultores a agroquímicos a precios
competitivos.
En quinto lugar, el aislamiento no es una opción para Colombia. Todo
el hemisferio se está moviendo en la dirección de una mayor integración
comercial y Colombia no puede ser ajeno a este proceso.
Por último, los acuerdos comerciales son una tarea que involucra a todo
el país; el Gobierno Nacional es el negociador, coordinado por el Ministerio
de Comercio, Industria y Turismo, basado en los preceptos constitucionales
de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional; y en este proceso estará acompañado
por el sector privado, la sociedad civil, los organismos de control y por el
Congreso quien decidirá si Colombia ratifica los acuerdos negociados.
*Ministro de Comercio, Industria y Turismo