HACIA UNA AGRICULTURA COMPETITIVA
Por Andrés Felipe Arias*
Tomado de www.semana.com.co
Desde que se produjo la liberalización comercial a finales de los años
80 y comienzos de los noventa, el Estado colombiano viene haciendo esfuerzos
para apoyar la transición desde una agricultura con énfasis en
cultivos sustitutivos de importaciones y orientada al consumo interno, hacia
una con predominio de cultivos competitivos tanto en los mercados domésticos
como en los externos. A pesar de estos esfuerzos, el desarrollo del sector
agropecuario es todavía limitado y los índices de pobreza en
las zonas rurales siguen siendo altos. Peor aún, los desequilibrios
económicos en el campo generan graves consecuencias para el país
en términos sociales, de equidad y de orden público. El presidente
Uribe así lo planteó en la última tertulia del crecimiento
económico: "Una agricultura débil equivale a un terrorismo
fuerte".
Así pues, el Gobierno ha priorizado
como una de sus siete herramientas de equidad el 'Manejo social
del campo'. El eje de esta herramienta es convertir al campo
colombiano en un sector próspero y creador de riqueza,
empresarial y rentable, altamente competitivo en los mercados
internacionales, jalonado por la iniciativa privada individual
o asociativa, abundante en empleo y bienestar para todos. Se
busca, en últimas, hacer del campo un sector de redistribución
dinámica de rentas y de rápida recuperación
del tejido social, lo que legitimará la derrota definitiva
de un narcoterrorismo oligarca y una subversión sin rumbo
ni ideales.
Por supuesto, el Gobierno requiere un volumen
suficiente de recursos para financiar los instrumentos concretos
dentro del 'Manejo social del campo'. Parte de estos recursos
provendrán de una operación de crédito con
el Banco Mundial por un monto total de 50 millones de dólares,
de los cuales 20 corresponden a una contrapartida de la Nación.
El mes próximo una misión del Banco visitará al
país para estudiar las condiciones de política
que respaldan la operación. Si los tiempos acordados se
cumplen, y esto no siempre sucede pues los tiempos no los controla únicamente
el Gobierno, la operación se someterá a consideración
del directorio del banco hacia mediados del año. Una vez
aprobado el crédito, los desembolsos se programan dentro
del presupuesto nacional. Sobra decir que el Gobierno nacional
garantizará una total vinculación de las entidades
territoriales a este programa.
Los recursos del crédito financiarán
acciones en cuatro áreas que se interrelacionan entre
sí: i) ciencia y tecnología, ii) acceso a factores
productivos, iii) desarrollo de mercados, y iv) sistemas de información:
Ciencia y tecnología
El proceso de transición necesariamente
debe estar acompañado por una fuerte institucionalidad
para el desarrollo científico y tecnológico. A
través de este programa se contribuirá a la estructuración
de una política que optimice la utilización de
recursos públicos, fomente la inversión privada
en la producción y uso del conocimiento y dote al sector
de instituciones fuertes y eficientes en temas como la bioseguridad,
la bioprospección, la genómica y la certificación
en buenas prácticas agrícolas. Para optimizar los
recursos destinados al desarrollo y la innovación tecnológica,
se ha pensado en el diseño de un fondo único concursal
para que las universidades y centros de investigación
(públicos o privados) compitan por los escasos recursos.
Esto no sólo induce la competencia y hace más eficiente
la asignación de los recursos, sino que también
induce un criterio de región y cadena en los propósitos
de la investigación.
Acceso a factores productivos: tierra,
agua y crédito
En esta área, el programa facilitará el
acceso de la población rural a los factores requidos para
el desarrollo de actividades económicas que mejoren sus
ingresos y, por ende, sus condiciones de vida. Las acciones específicas
estarán orientadas en una primera fase a mejorar el acceso
y la adecuada utilización de la tierra. También
se diseñarán mecanismos que optimicen la irrigación,
recurso fundamental para el desarrollo agrícola del país
en cuanto atenúa la agricultura de 'casino' y permite
flujos económicos mucho más ciertos y previsibles.
En consecuencia, se diseñarán incentivos a la inversión
privada en la construcción, operación y mantenimiento
de distritos de riego. Adicionalmente, el programa busca mejorar
el acceso al crédito y al aseguramiento para el desarrollo
de actividades productivas que dinamicen las economías
regionales. El papel de los mercados financieros y las bolsas
agropecuarias es fundamental en este proceso.
Desarrollo de mercados
El programa también busca definir una
política de mercados que oriente el proceso de transformación
de la agricultura colombiana. Se destinarán recursos a
la depuración de los instrumentos de política comercial
para que sean consistentes no sólo con los acuerdos comerciales
internacionales, sino también con la exposición
gradual y cuidadosa de los subsectores agrícolas más
vulnerables a la competencia externa. Otros recursos del programa
estarán orientados a: i) la incorporación de los
agentes rurales en esquemas empresariales, ii) la reconversión
y modernización de zonas agropecuarias rezagadas frente
a la competencia internacional, iii) la construcción de
un sistema de concesiones de infraestructura en irrigación,
para consolidar la competitividad del sector, y iv) el acceso
adecuado de los productores rurales a los instrumentos financieros
y de aseguramiento necesarios para hacer un plan de negocios
sólido.
Información
Ante el enorme reto que le impone al país
la exposición de sus sectores productivos en el marco
de los acuerdos comerciales internacionales, es evidente la importancia
que adquiere la información como insumo estratégico
para facilitar la toma de decisiones en los negocios. La estructura
de producción y uso de la información es particularmente
débil en el sector agropecuario, y por esta razón,
a través del programa de transición se llenarán
algunos de los vacíos más importantes en este campo.
Se trabajará en la construcción del sistema censal
rural y en el de costos de producción. Se construirá un
sistema de información territorial para la planeación,
evaluación y seguimiento de la inversión para el
desarrollo rural. También se fortalecerá el acceso
y el uso de información por los actores reales del sector
rural, los formuladores de política, las comunidades y
los empresarios.
En suma, el crédito del Banco Mundial
que hoy gestiona el Gobierno para financiar el programa de transición
en el sector agropecuario evidencia la férrea voluntad
del presidente Uribe y su ministro de Agricultura de fortalecer
el aparato productivo del campo ante la competencia internacional,
dotándolo de herramientas que lo hagan rentable, empresarial
y sostenible, para que sea en una fuente generadora de empleo
y redistribución de rentas. Así pues, el 'Manejo
social del campo' se consolida como el aliado natural de la 'Seguridad
democrática'. Entre ambas políticas, las fuerzas
narcoterroristas de la subversión serán completamente
derrotadas y sometidas por los ciudadanos de bien.
*Viceministro de Agricultura y Desarrollo Rural