¿Cuántas vidas se han salvado, cuántos secuestros
se han frustrado y cuántos atentados terroristas se han evitado
gracias a que los grupos ilegales cuentan con cerca de 19.000 combatientes
menos en sus filas? El Gobierno es consciente de los aspectos del
programa que requieren correctivos y que se necesita el compromiso
de los distintos sectores del país para garantizar el éxito
del programa.
DESMOVILIZACIÓN INDIVIDUAL:
UNA CONTRIBUCIÓN A LA PAZ
Por Camilo Ospina Bernal*
Debate sobre un proyecto bandera del Gobierno
A propósito de una columna de Alfredo Rangel (‘Desertores’,
23 de septiembre), el ministro de Defensa, Camilo Ospina, nos ha
hecho llegar estas observaciones sobre el programa de desmovilización
individual, a cargo de su Ministerio.
El presidente Uribe ha dicho desde un principio
que el Gobierno tiene toda la voluntad política de derrotar
a los terroristas y, al mismo tiempo, toda la generosidad para
quienes decidan cesar
las hostilidades.
La Seguridad Democrática busca proteger a todos los ciudadanos
del terrorismo. Mediante el ejercicio legítimo de la autoridad,
se propone derrotar a quienes tienen como único argumento
la violencia y el terror, para obligarlos a dejar las armas. La mano
firme, cuyo soporte esencial es la acción decidida de la Fuerza
Pública, ha motivado la desmovilización individual
sin antecedentes de miembros de los grupos terroristas que han encontrado
en el programa de desmovilización y reinserción una
alternativa práctica.
A la fecha, 4.014 personas que pertenecían a las Farc, 2.795
a las Autodefensas, 1.104 al Eln y 222 a grupos disidentes han abandonado
las armas a través de la desmovilización individual.
A ellos se suman los cerca de 11.000 desmovilizados de manera colectiva
a través de la negociación con las Auc.
En el caso de las Farc, el programa ha sido
particularmente efectivo: las estructuras más afectadas por la desmovilización
han sido la columna Teófilo Forero y los frentes 58, 14 y
49. La importancia de la información suministrada por los
desmovilizados de estas estructuras ha hecho posible, entre otras
cosas, el desmantelamiento de campamentos, cristalizaderos y la destrucción
de cultivos ilícitos de considerable extensión.
El Gobierno Nacional ha confirmado que, debido
al éxito del
Programa, el secretariado de las Farc dio la orden de aumentar las
medidas de control sobre sus hombres y llegar al extremo del fusilamiento
cuando el desertor es descubierto. Esta dramática realidad
se hizo más evidente cuando el pasado mes de julio, 22 guerrilleros
del frente VI de las Farc que opera en el Valle del Cauca lograron
desertar e informaron a las autoridades que cinco de sus compañeros
habían sido fusilados al ser descubiertos. Esta situación
demuestra que la cohesión interna existente en esta organización
se da por razones represivas y no por razones de orden ideológico.
De enero a septiembre del 2004 se desmovilizaron
individualmente 2.124 personas, y en lo que va corrido de 2005
han desertado 1.895,
leve disminución que se explica por el proceso de paz adelantado
con las Auc. Es claro que la dinámica se mantiene y es de
esperarse que en los próximos meses se registren nuevas desmovilizaciones.
Algunas opiniones han sugerido, de manera
ligera, que el programa es débil y que sus falencias llevan a los desmovilizados a
engrosar las filas de la delincuencia. Resulta apresurado atribuir
conductas criminales a aquellos que han optado por la legalidad,
cuando estas afirmaciones no obedecen a evidencia empírica
que permita asegurar que existe en Colombia una probada conexidad
entre desmovilización y delincuencia. Por el contrario, tienen
un tufillo discriminatorio. A manera de ejemplo, las estadísticas
de la Policía Metropolitana de Bogotá indican que durante
el 2004 en la capital se cometieron 34.600 delitos, de los cuales
tan solo 31 fueron cometidos por desmovilizados, cifra ciertamente ínfima
y que demuestra que la desmovilización no es sinónimo
de criminalidad.
¿Cuántas vidas se han salvado, cuántos secuestros
se han frustrado y cuántos atentados terroristas se han evitado
gracias a que los grupos ilegales cuentan con cerca de 19.000 combatientes
menos en sus filas? El Gobierno es consciente de los aspectos del
programa que requieren correctivos y que se necesita el compromiso
de los distintos sectores del país para garantizar el éxito
del programa. La desmovilización es una contribución
efectiva a la seguridad y a la paz.
* Ministro de Defensa Nacional