¿EN QUÉ VAN LOS ACERCAMIENTOS CON
EL ELN?
Por Luis Carlos Restrepo*
Durante el año 2002, el Gobierno Nacional adelantó conversaciones
exploratorias con el ELN en Cuba, proponiéndole un proceso
de paz en dos fases. En primer lugar, un cese de hostilidades por
parte de ese grupo guerrillero y, a continuación, la convocatoria
de una Convención Nacional. En diciembre de 2002 el ELN suspendió las
conversaciones de manera unilateral.
En junio de 2004 se abrió la posibilidad de una facilitación
mexicana para explorar un nuevo acercamiento con el ELN. Dijo entonces
el presidente Uribe: "No le exigimos al ELN desarme, no le exigimos
desmovilización, esos son puntos de llegada de los procesos.
Para que empiece el proceso lo único que le exigimos es cese
de hostilidades".
El 4 de junio, el Gobierno Nacional autorizó a Francisco
Galán para participar en un foro en Bogotá, donde el
ELN mostró su interés por adelantar con el Gobierno
un “Acuerdo Humanitario”, que incluía un “cese
de fuego bilateral”, limitación en el uso de minas y
liberación de los presos de ese grupo que se encuentran en
las cárceles.
El 14 de junio, el ELN se muestra de nuevo
interesado en un proceso de paz en dos fases, iniciando por lo
que denominan “Acuerdo
Humanitario” y culminando con la “Convención Nacional”.
El día 3 de agosto de 2004, el Gobierno Nacional envía
una propuesta de paz al Comando Central del ELN, sugiriendo un proceso
que inicia con un cese de hostilidades por parte de ese grupo guerrillero,
complementado con la acción recíproca de parte del
Gobierno de ordenar cese de acciones militares ofensivas contra ellos.
El cese de hostilidades con reciprocidad gubernamental, se complementa
con medidas humanitarias como programas de desminado conjunto en
las zonas donde ha hecho presencia el ELN, devolución de secuestrados
y beneficios jurídicos para miembros de ese grupo ilegal que
se encuentren en las cárceles. Consolidada la fase del cese
de hostilidades, se convoca la Convención Nacional.
En enero de 2005, el ELN plantea al facilitador
mexicano Andrés
Valencia su voluntad para evitar la realización de "acciones
militares", durante el tiempo que dure una reunión con
ellos en el exterior. El Gobierno responde con una fórmula
recíproca, ofreciendo suspensión de acciones militares
contra ese grupo durante el mismo período, y facilitando la
salida los líderes del ELN fuera del país. Hacia finales
de marzo, el Gobierno colombiano conoce la posición del ELN
de no incluir al secuestro dentro del cese de sus acciones militares,
fórmula que el Gobierno considera inaceptable. A los pocos
días, este grupo armado ilegal cuestiona de manera pública
al Gobierno mexicano, motivo por el cual dicho país da por
terminadas sus labores de facilitación.
En junio de 2005, el Gobierno reitera al
COCE su propuesta de paz, proponiéndole como mecanismo adicional la instalación
de una Mesa de Acercamiento en el Exterior, por un tiempo breve y
definido, con el acompañamiento de un garante internacional.
El propósito central de la mesa será la definición
del cese hostilidades, como compromiso del ELN para facilitar el
inicio de un proceso de diálogo, y reciprocidad del Gobierno
para suspender operaciones militares contra ese grupo.
El ELN responde diciendo que existen “obstáculos que
impiden avanzar en el camino de la paz”, pidiendo, entre otras
cosas, que se reconozca la existencia de un “conflicto interno” y
se permita la “participación activa de los diversos
sectores de la sociedad” dentro del diálogo. El pasado
6 de septiembre, el presidente Uribe le informa al ELN que si acepta
entrar en un cese de hostilidades, acepta que hay conflicto. Al día
siguiente el Gobierno concede un permiso por tres meses a Francisco
Galán, para salir de su lugar de reclusión y adelantar
consultas con la sociedad civil y los diferentes estamentos del país,
a fin de iniciar un proceso de paz.
El Gobierno ha ofrecido las garantías, condiciones de seguridad
y apoyo logístico necesario, para que Francisco Galán
adelante su labor. La oferta de una Mesa de Acercamiento en el exterior
sigue vigente, lo mismo que la propuesta de paz en dos fases formulada
el 3 de agosto de 2004. Sería lamentable que el ELN siguiera
insistiendo en los “obstáculos” para iniciar un
proceso de paz, en vez de pronunciarse sobre la viabilidad de la
Mesa de Acercamiento. O que diera un paso atrás y pretendiera
regresar al planteamiento de una mesa exploratoria sin agenda previa,
como la que tuvimos en Cuba a finales del 2002.
La “Casa de Paz”, que funciona en Antioquia, no puede
convertirse en una consulta interminable con la sociedad civil, o
un trampolín para conformar un grupo de opinión que
le permita al ELN insertarse en la vida política del país,
sin un compromiso serio de abandonar la violencia. El país
espera una respuesta clara sobre la Mesa de Acercamiento en el exterior
que permita definir, en un plazo corto, un cese de hostilidades por
parte de ese grupo guerrillero. Sin una respuesta contundente sobre
este punto, seguiremos girando en un círculo vicioso.
*Alto Comisionado para la Paz
Noviembre 8 de 2005