HUBO AMPLIO DEBATE
Por SANDRA SUÁREZ PÉREZ*
En defensa de la Ley Forestal
El Gobierno busca proteger los recursos naturales y ordenar un sector,
por años a la deriva.
Me permito hacer algunas aclaraciones con respecto a los informes
que han publicado en los últimos días sobre la Ley
Forestal.
* La Ley Forestal cumplió con todos los trámites, las
discusiones exigidas en el Congreso y los cuatro debates. El proyecto
se radicó el 22 de julio del 2004; se aprobó en primer
debate en la Comisión V del Senado el 16 de noviembre del
2004 y fue aprobado en segundo debate el primero de diciembre del
2004 en plenaria del Senado. El primero y el 2 de junio del 2005
se aprobó en la Comisión V de la Cámara en tercer
debate. El 6 de diciembre se aprobaron 33 artículos en plenaria
de la Cámara, y el 13 de diciembre el resto del articulado,
luego de análisis en la subcomisión.
Esta se constituyó para un mayor estudio del articulado y
siempre estuvo abierta a quien quisiera participar. Luego del análisis
y discusión del texto, se presentaron modificaciones y se
acogieron observaciones y recomendaciones de diferentes sectores.
Se realizaron más de 40 foros de discusión con la comunidad
y los grupos étnicos.
El proceso del proyecto duró dos años; por eso, decir
que fue una ley aprobada a las carreras carece de veracidad.
* La nueva ley no solo hace más riguroso el control del bosque
natural, sino que organiza el sector forestal y lo separa en dos
partes: protección de bosque natural y organización
del sector productivo o de plantaciones forestales.
La protección de los ecosistemas es una prioridad; por eso,
al fomentar las plantaciones, la oferta legal de árboles va
a aumentar y, por ende, la presión sobre el bosque natural
va a disminuir.
Adicionalmente, prohíbe la tala rasa, actualmente permitida
por el Código de Recursos Naturales, y desarrolla el concepto
de aprovechamiento sostenible.
Se prohíbe que las áreas de bosque natural cambien
su vocación para dedicarlas a cualquier otro uso agrícola,
pecuario o diferentes especies forestales; es decir, deben mantenerse
como bosque primario con las mismas especies.
La ley busca reglamentar un sector en el que se talan ilegalmente
100 mil hectáreas al año.
Es una ley respetuosa y garantista de los derechos étnicos
y por eso a las comunidades negras e indígenas se les reconoce
total autonomía para el manejo de los recursos naturales en
su territorio.
Por estos y muchos más argumentos, no cabe duda de que esta
es una ley conveniente para el país.
* La nueva figura del vuelo forestal busca facilitarle al sector
productivo forestal el acceso al crédito. Eso quiere decir
que, como hoy pasa con otros cultivos agrícolas o con la misma
ganadería, la persona que va a usar su finca para hacer una
plantación forestal no va a tener que hipotecar el inmueble,
sino que la plantación se va a constituir en la garantía
para el sector bancario y financiero.
El vuelo forestal no se aplica en áreas de parques naturales,
reservas forestales, terrenos colectivos ni resguardos indígenas.
* Es una ley totalmente transparente. El país tiene a disposición
el texto y el articulado para que, con racionalidad y sin apasionamientos,
se pueda hacer un análisis de los beneficios que genera.
La ley no fue votada a pupitrazo, como han querido asegurar, y tanto
en cuarto debate como en conciliación en Senado y Cámara
pidieron votación nominal para garantizar el quórum
requerido.
Se cumplió todo el trámite, hubo un amplio análisis
durante cada debate, se escucharon las observaciones, y el texto
final acogió muchas recomendaciones formuladas por diferentes
sectores y entes como la Procuraduría.
El proyecto estuvo en diez sesiones como primer punto del orden del
día en el Congreso, y el Gobierno promovió espacios
para su discusión.
Tampoco se puede hablar de pupitrazo por la aprobación final
en la plenaria de la Cámara, pues no se ha dicho que el articulado
ya había sido debatido y se había abierto la votación
el día anterior.
En la Ley 5a. no dice que se debe votar artículo por artículo,
e incluso en la primera votación faltó un solo voto
para aprobar el proyecto por el escaso tiempo que estuvo abierto
el registro.
Dos años de debates, análisis, discusiones, reuniones
y foros no se pueden considerar aprobaciones a la carrera, como muchos
sugieren.
Por todo lo anterior, considero que es necesario hacer las precisiones
que se requieran con respecto a esta ley, con la que el Gobierno
busca proteger los recursos naturales y crear una normatividad que
permita tener un soporte jurídico y ordenar un sector que
por años ha estado a la deriva.
*Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
Diciembre 23 de 2005