UNA NUEVA POLÍTICA DE PESCA
Por Andrés F. Arias*
Colombia cuenta con 2,900 kilómetros de costa, con 20,000
kilómetros de ríos en las cuencas del Magdalena, Cauca,
Orinoco, Amazonas, Sinú y Atrato y con 700,000 hectáreas
de ciénagas, lagos y embalses. Esto nos ubica como el tercer
país del mundo en recursos hídricos (en proporción
a nuestra extensión). Es evidente que tenemos en el sector
pesquero y acuícola un enorme potencial para crear empleo,
riqueza y prosperidad en nuestro país. En efecto, la pesca
puede ser una rica fuente de ocupación lícita y pacífica
del territorio nacional.
Miremos algunos datos. La pesca industrial
genera cerca de 16,500 empleos directos y presenta un crecimiento
promedio de volúmenes
del 12.7%. Por su parte, la acuicultura genera alrededor de 32,000
empleos y exporta 64 millones de dólares al año, especialmente
en camarón de cultivo. Más aún, Colombia es
el segundo productor de camarón de cultivo en América
Latina, el primer productor de cachama y uno de los diez primeros
en cultivo de tilapia, tendencias que van actualmente en aumento.
Sin embargo, todavía estamos muy lejos de convertir nuestro
recurso pesquero-acuícola en una verdadera fuente de desarrollo
económico y social. En efecto, el sector pesquero participa únicamente
con el 3% del PIB agropecuario y con el 0.4% del PIB nacional. La
pesca industrial continúa concentrada en atún (59%
de las capturas marinas y 34% de las capturas totales). Adicionalmente,
en pesca artesanal –actividad de la cual dependen 80,000 familias– los
volúmenes de captura vienen reduciéndose a una tasa
del 26%. Esto se debe, principalmente, a la disminución del
recurso natural (consecuencia de métodos y artes de pesca
inadecuados) y a la falta de modernización tecnológica
en los procesos de captura, post-captura, conservación y comercialización.
Con el fin de aprovechar la potencialidad
de nuestro recurso pesquero/acuícola,
hemos formulado una nueva política acompañada de un
esfuerzo fiscal importante. Mientras en los últimos tres años
el promedio de recursos asignados al sector pesquero fue de 2,500
millones de pesos, en 2006 será de 23,000 millones.
La ejecución de estos recursos se focalizará en cinco
ejes. En primer lugar, nueve mil millones se destinarán a
la dotación de embarcaciones y artes pesqueros a comunidades
de pescadores artesanales marítimos. Esto les brindará la
oportunidad de acceder a embarcaciones y artes de pesca modernos,
económicos y con mayor alcance y autonomía, para realizar
faenas prolongadas y a mayor distancia de las costas. Dichas comunidades
serán organizadas en empresas asociativas, con acompañamiento
directo en el uso eficiente de los nuevos medios y en la administración
del negocio.
Segundo, se invertirán tres mil trescientos millones de pesos
en la recuperación de la oferta de pesca continental. Por
un lado, vamos a repoblar 50 ciénagas en la Depresión
Momposina, en los departamentos de Atlántico, Huila y Tolima
y en las cuencas de los ríos Amazonas, Meta y Orinoco. Esto
beneficiará a 20,000 familias de pescadores artesanales que
dependen de la pesca en estos cuerpos de agua. Por otro lado, construiremos
50 encierros piscícolas en las ciénagas de los departamentos
de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba,
Magdalena y Santander. Cada encierro será limpiado, repoblado
con especies nativas y dará empleo a varias familias de pescadores.
Tercero, destinaremos cuatro mil cien millones
de pesos a proyectos productivos generadores de empleo en diferentes
regiones del país.
Mil quinientos millones se priorizarán exclusivamente para
La Mojana (motor-canoas, atarrayas, etc.). Los demás recursos
financiarán estanques piscícolas para cultivos de tilapia,
cachama y trucha, cultivos de tilapia en jaula en las represas de
El Guájaro (Atlántico), Betania (Huila) y Prado (Tolima)
y proyectos de pesca artesanal en la costa Pacífica.
Cuarto, se invertirán tres mil ochocientos millones de pesos
en pescas exploratorias e investigación. Las primeras, financiadas
en alianza con pescadores industriales, buscan cuantificar la disponibilidad
de especies que no se están explotando y aprovechando en la
actualidad. En el Caribe se cuantificará la disponibilidad
de pargo, atún, cherna, corvina y mero. En el Pacífico
se buscarán caladeros de sierra, jurel, caballa, sardina,
pargo, cherna, corvina, mero y camarón de aguas profundas.
En cuanto a investigación, los recursos se destinarán
al mejoramiento genético y a estudios de nutrición,
cultivo, reproducción y repoblamiento de tilapia, bocachico,
bagre, pargo lunarejo, mero, caracol pala, langosta y diferentes
especies ornamentales.
Por último, asignaremos dos mil quinientos millones de pesos
al desarrollo de adecuados sistemas de información y registro/control
de nuestros recursos pesqueros. Un buen sistema de información
sectorial es la base para la toma de decisiones de inversión
y de política pesquera. Ahora, el sistema de registro y control
se implementará con la participación activa de pescadores
en los principales puertos marítimos y fluviales del país.
Ello nos brindará información real y oportuna sobre
el estado actual de cada uno de los recursos que estamos capturando.
En síntesis, esta nueva política es un primer paso
para convertir nuestro recurso pesquero-acuícola en un vigoroso
motor de crecimiento económico, empleo y reducción
de pobreza en muchas regiones del país. Es decir, un paso
más hacia la ocupación lícita y pacífica
del territorio nacional.
*Ministro de Agricultura y Desarrollo
Rural
Febrero 2 de 2006
|