POBRE DEBATE
POR SANTIAGO MONTENEGRO*
Las cifras sobre pobreza (Febrero
20 de 2006)
Usar una línea de pobreza más alta incrementa el
número de pobres.
Desde la publicación de las cifras de pobreza e indigencia
para el 2005 calculadas por la Misión para la Reducción
de la Pobreza y la Desigualdad, presentadas por el Departamento
Nacional de Planeación el 18 de enero, se ha registrado
en los medios de comunicación un álgido debate.
En un país como Colombia, en el que pese a las recientes
mejoras, la incidencia de la pobreza es todavía alta (49,2
por ciento), no sorprende el interés de académicos,
políticos y expertos que se han lanzado al ruedo para opinar
y proponer soluciones. Lo que sorprende es la ligereza con la cual
reconocidos economistas, entre estos Cecilia López Montaño,
y profesores universitarios como Edilberto Araújo, de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia,
descalifican las estimaciones del Gobierno, usando argumentos cargados
de un fuerte contenido ideológico y poca solidez técnica.
Realmente ligeras son las afirmaciones según
las cuales el informe del Gobierno está plagado de cifras "inconsistentes
y amañadas" ya que, además de falsas e irrespetuosas,
no cuentan con evidencia ni argumentos sólidos, como sí los
tienen los estudios de la Misión de Pobreza.
Resulta inaudito que un profesor universitario
se atreva a afirmar que el DNP usa una línea de pobreza
más cara (3
dólares en lugar de 2) para disminuir el número
de pobres (‘Estadísticas a rajatabla’, Boyacá 7
días, 2/2/06). Lo que afirma el señor Araújo
equivale a aseverar que si a una persona que gana 1.000 dólares
le aumentan el salario a 2.000 dólares, tendría
una menor capacidad de compra. Por el contrario, el usar una
línea de pobreza más alta incrementa por definición
el número de pobres, lo que constituye una prueba adicional
de la seriedad con la que la Misión de Pobreza aborda
este tema y de que en materia de pobreza las metas se fijan con
criterio de responsabilidad social.
En medio de este pobre debate con ansias de protagonismo
político,
no sobra recordar la seriedad y rigurosidad técnica con
las que la Misión realiza las mediciones de pobreza, así como
la transparencia del proceso. En el primer semestre del 2005, la
Misión se dio a la tarea de revisar la metodología
que venía usando el Dane para el cálculo de la línea
de pobreza. Para ello conformó un comité con expertos
nacionales e internacionales del más alto nivel, y con el
apoyo del Pnud contó con el apoyo de Nanak Kakwani, uno
de los expertos más reconocidos en este tema.
Contrario a los comentarios malintencionados
que rondan la prensa, esta metodología se ajusta a los parámetros
internacionales y no busca subestimar un fenómeno que, en
opinión
del Gobierno, todavía es de gran magnitud. La Cepal estima
que para el 2002 la pobreza se situaba en 50,6 por ciento, es
decir 6,4 puntos más baja que la estimada por la Misión
(57 por ciento). Mucho más bajas son las cifras que resultan
de las metodologías de Naciones Unidas y del Banco Mundial
que se basan en el porcentaje de colombianos que recibe menos
de 2 dólares diarios (PPA). Según estos cálculos,
para el 2005 la cifra se situaría entre 10 y 18 por ciento.
En una sociedad democrática como la colombiana,
mal haría
el Gobierno en oponerse al debate sobre las cifras oficiales. Además
de publicar las cifras, su función es brindar elementos
a la ciudadanía para que puedan replicar y, de esta forma,
verificar las estimaciones oficiales, como se ha venido haciendo.
Es por esto que la metodología de estimación está disponible
en la página web del DNP, y las Encuestas de Hogares pueden
consultarse en el Dane, para replicar los cálculos.
Así como la Misión para la Reducción
de la Pobreza y la Desigualdad asume con seriedad su tarea de producir
cifras que le permitan tomar mejores decisiones de política,
los analistas deberían tomarse el tiempo y el esfuerzo que
hagan falta para generar un debate ilustrado sobre las estadísticas
oficiales, en este caso, las de pobreza, y no aprovechar coyunturas
políticas para intentar ganar popularidad.
* Director del Departamento Nacional de Planeación
Febrero 21 de 2006