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EL MEJOR AMBIENTE DEL TLC

Por Sandra Suárez Pérez *

Sin reservas, hay que decirlo: buscamos con el TLC mayor protección ambiental y ¡lo logramos!, así muchos lo duden.

Se pensó que Colombia iba a vender su biodiversidad y no fue así, porque en todo momento se defendió su preservación y se consiguió a tal punto que es la primera vez que en un tratado de libre comercio suscrito por Estados Unidos se incluye un artículo en esta materia. Para ello partimos de una obligación fundamental que consiste en hacer cumplir la legislación nacional.

Y para los suspicaces hay que aclarar que este acuerdo no implica para Colombia la modificación de sus leyes o la adopción de estándares de protección ambiental distintos a los que nuestro país, de manera autónoma, defina como adecuados para la protección de sus recursos naturales y su medio ambiente.

Dicho de otra manera, el resultado final de la negociación del capítulo ambiental no implica asumir normas, procedimientos, estándares de medición o requisitos de cumplimiento que no sean los que el Gobierno Nacional disponga de conformidad con las prioridades y condiciones propias de nuestro país, porque no aceptamos la imposición de estándares y por el contrario siempre demostramos la responsabilidad con la cual asumimos la defensa del medio ambiente.

El compromiso que se adquiere, implica en la práctica para nuestro país el reforzar su capacidad de cumplimiento de su propia legislación, incluida aquella derivada de los acuerdos ambientales multilaterales que ha suscrito y ratificado.

Entre los logros alcanzados en la Mesa de Asuntos Ambientales está el reconocimiento expreso a la soberanía de las partes sobre sus recursos naturales. Objetivo importante para los países andinos que desde el inicio de la negociación manifestaron la importancia de la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica.

También se acordó hacer un reconocimiento a la importancia de respetar y preservar los conocimientos tradicionales y prácticas de las comunidades indígenas y locales.

¿ Qué si hemos avanzado? Sí. No sólo es la primera vez que Estados Unidos acepta incluir en un Tratado de Libre Comercio asuntos relacionados con la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, también es la primera vez que admite la contribución que los conocimientos y prácticas tradicionales de las comunidades indígenas aportan para su preservación, así como a la necesidad de incrementar los esfuerzos conjuntos para asegurar su conservación y uso sostenible.

Pero además, la negociación del capítulo ambiental tiene un enfoque cooperativo, entendiéndose que la cooperación es una herramienta fundamental para el fortalecimiento de la protección al medio ambiente.

Ya se aprobó un acuerdo específico de cooperación ambiental que se espera sirva para desarrollar proyectos de corto, mediano y largo plazo que, sobre la base de las prioridades nacionales, contribuyan a lograr los objetivos de desarrollo sostenible.

Este es un tema de la más alta prioridad para nosotros y por eso el texto promueve la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad; establece el contexto para la cooperación bilateral y regional en materia ambiental; define los mecanismos y modalidades de cooperación; crea una Comisión de Cooperación Ambiental que define las prioridades, programas de trabajo y actividades de cooperación ambiental.

¿Que si protegimos el medio ambiente en el TLC? Sí, contundentemente sí, fue el mejor ambiente del TLC y prueba de ello son los aspectos que hemos mencionado y que estamos seguros, en el corto, mediano y largo plazo se verán reflejados en una mayor preservación de nuestro ecosistema.

* Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Marzo 7 de 2006

 
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