LA COMPETITIVIDAD, UNA OBLIGACIÓN
Por Fabio Valencia Cossio*
En una conversación reciente
entre optimistas, se analizó el escenario de que Colombia
no solo consolidara el crecimiento al 5 o 6 por ciento sino que
lograra saltar al 8 o 9 por ciento. Solo al pensar los sobresaltos
que nos provocaría una dinámica como esa, con la
infraestructura que tiene actualmente el país, disminuyó el
optimismo.
La seguridad democrática y el manejo acertado de la economía
del presidente Álvaro Uribe lograron que los colombianos
recuperáramos la confianza. El objetivo ahora es recuperar
competitividad.
La competitividad es la capacidad colectiva
para producir bienes y servicios que puedan competir exitosamente
en mercados globalizados
y, a la vez, mejorar las condiciones de ingreso y calidad de vida
de la población.
La competitividad está condicionada por factores como la
calidad de infraestructura, recursos humanos, ciencia y tecnología,
instituciones, entorno macroeconómico y productividad, entre
otros.
Este año, el país redujo su ritmo ascendente en
los puntajes de competitividad del Foro Económico Mundial
y del Doing Business.
Esa es una muy mala noticia para los colombianos. Y también
para los empresarios internacionales que están, o estaban,
contemplando a nuestro país como alternativa seria de inversión.
La competitividad es una carrera contra
otros países, y
Colombia debe acelerar acciones y reformas para ser más
competitivo, pues no se trata de correr rápido, sino de
correr más rápido que los demás. Pereira y
el Eje Cafetero, por ejemplo, deben prepararse para competir, no
con Cali, o con Bogotá, sino, de modo más importante,
difícil y ambicioso, con otras ciudades del globo, como
Santiago de Chile, Miami o Singapur.
Las acciones ya están en marcha. El Gobierno analizó en
detalle los esfuerzos realizados durante los últimos 15
años en materia de competitividad y con base en ello organizó el
Sistema Nacional de Competitividad (SNC), que integra los esfuerzos
para la internacionalización de la economía y las
conclusiones del trabajo participativo de la Agenda Interna para
la Competitividad y Productividad.
Creó la Comisión Nacional de Competitividad, órgano
consultivo presidido personalmente por el Presidente de la República
e integrado por representantes del los sectores público,
privado, del sector laboral y de la academia. Bajo la coordinación
general de la Alta Consejería para la Competitividad y Productividad
y la secretaría técnica del DNP, la Comisión
Nacional y las Comisiones Regionales de Competitividad orientan
su trabajo alrededor de cuatro ejes:
1) Formulación de política
2) Modernización institucional
3) Articulación de acciones
4) Seguimiento, evaluación y rendición de cuentas
Como afirmó el presidente Uribe, lo que tenemos que hacer
los colombianos son grandes esfuerzos para alcanzar metas, que
no pueden ser más objeto de discursos de campaña,
sino logros efectivos. Estos retos están trazados en el
plan 2019, año en el cual se cumplirá el segundo
centenario de la Independencia.
El Sistema Nacional de Competitividad tiene,
en definitiva, la responsabilidad de crear las condiciones para
que se logren las
metas para el 2019 de aumentar las exportaciones al 25 por ciento
del PIB, mantener tasas de crecimiento sostenido por encima del
5 por ciento, y alcanzar una tasa de inversión privada cercana
al 18 por ciento. Con ello podríamos lograr tasas de pleno
empleo y bajar la pobreza a 39 por ciento de la población.
Con el trabajo que adelanta y que desarrollará el Sistema
Nacional de Competitividad, esperamos que el titular de prensa
de septiembre de 2019 anuncie que Colombia es el segundo país
más competitivo de América Latina. Este es el ambicioso
objetivo que tenemos que lograr, pues la competitividad no es una
opción sino una obligación.
*Alto Consejero Presidencial
para la Competitividad y Productividad
Octubre 12 de 2006