PURA ACCIÓN SOCIAL
Ni populismo ni improvisación
Por Luis Alfonso Hoyos A.*
El programa Familias en Acción, clave
para cumplir las Metas del Milenio.
Tras casi ocho años de operación
y una experiencia reconocida por cerca de 700 mil familias nivel
uno del Sisbén y desplazadas en más de 880 municipios,
el programa Familias en Acción no improvisa en los grandes
centros urbanos. Al contrario, desde 2005 se ha analizado, debatido
y probado los mejores mecanismos para aplicar el pago de subsidios
y la promoción de la salud y la educación de los
menores de 18 años de la forma más eficiente y focalizada
en la población de las zonas urbanas más marginadas.
La evaluación de impacto de Familias en
Acción muestra que un niño en este programa está mejor
nutrido. El programa incrementó en 32% la asistencia a controles
de salud. Aumentaron los niveles de vacunación. La asistencia
escolar en educación secundaria subió 13%. El trabajo
infantil se redujo en 6%. Estos impactos son notorios a nivel rural,
pero también tienen efectos a nivel urbano. Cualquier mejora
en educación y salud de estas poblacriones tan sufridas
no debe ser despreciada.
El gobierno nacional se ha puesto como meta acelerar
la tendencia de reducción de la pobreza del 45% actual a
35% en 2010. Para ello se requiere concentrar los esfuerzos de
política social en el grupo de más de seis millones
de colombianos más pobres. El programa Familias en Acción
es el eje fundamental de esta iniciativa.
¿Cómo aborda el programa el ingreso
a centros urbanos? Sus beneficios en áreas urbanas se han
extendido desde 2005 en Soacha y Cartagena a más de 12 mil
familias del nivel uno del Sisbén y desplazadas. Dicha prueba
piloto ha permitido ajustar el diseño a este tipo de urbes.
En Cartagena, en la última semana de abril pasado, se realizó un
seminario internacional de intercambio de experiencias sobre transferencias
condicionadas de dinero en grandes centros urbanos, con participación
de delegados de Chile, México, Brasil y El Salvador y el
acompañamiento del DNP, BID y Banco Mundial. En una salida
de campo al barrio El Pozón, las delegaciones pudieron apreciar
los logros del programa en zonas marginales urbanas y los impactos
en la asociación de madres y menores en virtud de la generación
de capital social y humano.
Como consecuencia de los pilotos y las evaluaciones
mencionadas, los subsidios en los centros urbanos se han revaluado.
En cuanto al subsidio de nutrición, pese a que los mejores
resultados se han presentado fuera de las cabeceras municipales,
no es inoportuna su aplicación en grandes centros urbanos.
Según la encuesta de calidad de vida del Dane en las grandes
ciudades, el cuidado de los menores en la primera infancia está a
cargo en mayor proporción (incluso más que en las
zonas rurales) de su madre o padre en la casa donde residen, en
lugar de un jardín infantil u hogar comunitario. Por lo
tanto, el subsidio de nutrición pagado por el programa realiza
el apoyo correspondiente a la alimentación de los menores
para atenuar la desnutrición en los barrios marginales de
las grandes ciudades
En el subsidio de educación secundaria,
el programa ha revaluado el diseño inicial dirigido a menores
entre 12 y 17 años. Ante la necesidad de asegurar que los
jóvenes en los centros urbanos terminen su ciclo de secundaria,
el programa aumenta el subsidio de educación secundaria
con una diferenciación para pagar más dinero progresivamente
a medida que el estudiante termina sus estudios.
Aquí no hay populismo, ni improvisación.
Cuando existe un programa con impactos demostrados y escalable
ante la magnitud del problema de la pobreza que enfrenta el país,
se requiere decisión política y determinación
para lograr que éste llegue de forma acelerada y focalizada
a los sectores más pobres en áreas rurales y urbanas.
Cumplir con las Metas del Milenio es un imperativo moral y ético
que requiere el compromiso de toda la sociedad colombiana. Y, sobre
todo, programas efectivos que le permitan al país trabajar
de forma simultánea en la superación de la pobreza
rural y urbana.
*Alto Consejero Presidencial para la Acción
Social y la Cooperación Internacional
Mayo 12 de 2007