LA
REVOLUCIÓN EDUCATIVA
Por
Cecilia María Vélez*
Lo
más difícil de hacer una revolución educativa
no es comenzarla, es sostener y profundizar su avance, evitando
las complacencias y los desvíos corrientes. Tal es en
esencia el reto de la actual política educativa del
gobierno: sostenerse en el camino ya emprendido de ampliar
la cobertura en todos los niveles, mejorando la calidad de
la educación y la eficiencia del sector.
Citemos
de entrada algunos datos. En el año que acaba de terminar
se crearon 477.598 cupos nuevos en educación básica
y media y 34.000 en educación superior, mediante estrategias
como la reorganización y la racionalización del
gasto, que parte de la asignación de 7,3 billones de
pesos del sistema general de participaciones y de créditos
educativos del Icetex a muchachos de estratos 1, 2 y 3 por
valor de 22.000 millones de pesos. Con recursos adicionales
provenientes de la Ley 21 se firmaron convenios para distribuir
85.650 millones de pesos que permitieron realizar importantes
inversiones en infraestructura, con lo que se favorecieron
159 mil estudiantes. También fue posible asignar recursos
adicionales por valor de 13.936 millones de pesos, provenientes
del Fondo Nacional de Regalías, en beneficio de otros
30.000 estudiantes.
Sin
contar con mediciones confiables y periódicas es imposible
mejorar la calidad de la educación, pues sería
como pedirle a un médico que recetara a un paciente
sin saber dónde le duele o qué enfermedad padece.
Por eso se formularon estándares básicos de matemáticas,
lenguaje y competencias ciudadanas, gracias al trabajo coordinado
con las facultades de educación, maestros y catedráticos.
A lo largo del año se aplicaron de manera censal las
pruebas Saber, que evaluaron las habilidades de 1.041.058 estudiantes
de quinto y noveno grado en lenguaje y matemáticas y
a 1.370.942 alumnos en ciencias y competencias ciudadanas.
En
el ministerio creemos que es preciso evaluar asimismo el desempeño
de los docentes y directivos docentes. Por lo tanto, el año
pasado realizamos una primera medición que se seguirá haciendo
de forma anual para los primeros y cada tres años para
los directivos. En forma simultánea se inició la
fase de elaboración de planes de mejoramiento mediante
el apoyo a diez entidades territoriales, en particular a las
instituciones educativas de más bajo logro, con la idea
de que es allí donde el énfasis resulta más
equitativo.
En
el pasado, las buenas prácticas de algunas instituciones
muchas veces permanecían ignoradas por otras. De ahí que
durante el Foro Educativo Nacional, en el que participaron
78 entidades territoriales, se hayan seleccionado y presentado
varias prácticas locales muy notables. Bajo la misma óptica
de la equidad se desarrollaron modelos pertinentes para poblaciones
vulnerables (desplazados, población rural dispersa,
indígenas y discapacitados) que beneficiaron a 167 municipios.
Además se elaboró y se divulgó el manual
de evaluación y clasificación de establecimientos
educativos privados para definición de tarifas.
La
educación debe preparar a las personas para desempeñarse
con éxito en el mundo real, de modo que dimos inicio al
programa de promoción de las competencias laborales. Se
acreditaron 75 escuelas normales. En cuanto al uso de nuevas
tecnologías, una de las exigencias requeridas por el mundo
laboral del futuro, se inició la emisión piloto
del canal educativo para el desarrollo de las competencias básicas
y laborales y se procedió al montaje en Internet del portal
de portales 'Colombia aprende'.
Con
la misma orientación, en calidad de la educación
superior se unificó la normatividad para la verificación
de condiciones mínimas de calidad de los programas académicos,
se definieron características específicas para
los programas en 16 áreas del conocimiento y se aplicaron
exámenes a 56.000 estudiantes de pregrado en 27 programas
académicos.
Conscientes
de la difícil situación fiscal del país
y con miras a cumplir las metas de ahorro planteadas por el
gobierno, durante 2003 atacamos varios problemas de eficiencia
en el sector educativo mediante programas de mejoramiento que
sin duda reportarán un enorme beneficio a escala nacional,
regional y local. En primer lugar, fue puesta en marcha la
nueva estructura organizativa del Ministerio de Educación
Nacional, que se ha visto complementada con un proceso de reingeniería.
En segundo término, avanzamos en la conformación
de un sistema de información, coordinado por el ministerio,
que ha hecho posible la recolección de estadísticas
vitales como las relativas a la matrícula y a las plantas
de personal. Con el fin de asegurar la calidad de esta información,
se realizaron 10 auditorías en las entidades territoriales
y se conformó un comité de seguimiento del que
hacen parte el Ministerio de Educación Nacional, el
Departamento Nacional de Planeación y el Dane. Por último,
se elaboraron las tipologías educativas para la distribución
de recursos correspondientes a la vigencia 2004, mediante el
esquema de asignación por alumno, y se reconocieron
y pagaron deudas del situado fiscal a entidades territoriales
por valor de 184.000 millones de pesos.
Uno
de los pilares de la política de eficiencia lo constituye
la modernización de las secretarías de educación
departamentales, de distritos y de municipios certificados,
proyecto en el que ya se han firmado 54 convenios de cooperación.
Del mismo modo, se entregaron soluciones educativas informáticas
a 320 secretarías municipales y se abrieron licitaciones
para conexión a Internet y adquisición de 388
equipos de cómputo para 54 secretarías por valor
de 1.590 millones de pesos. Con el ánimo de atender
directamente y apoyar efectivamente la educación superior,
se creó el viceministerio de educación superior,
se reestructuró el Icfes, se suscribieron 24 convenios
con instituciones de educación superior para la implementación
de sistemas de información confiables y se viene trabajando
en el diseño de indicadores de gestión que permitan
el seguimiento oportuno y la transparencia en el uso de los
recursos.
Sobra
decir que aún es mucho lo que falta hacer. Para este
año nos hemos propuesto generar 250.000 cupos más
en educación básica y media y 50.000 en superior,
con lo que se hace de nuevo énfasis en el mejoramiento
de la educación de los grupos vulnerables que se hallan
por fuera del sistema (grupos étnicos, población
de frontera, población rural dispersa, niños
con necesidades educativas especiales y niños afectados
por el conflicto armado) y créditos del Icetex para
estudiantes de estratos 1, 2 y 3. Para los primeros se seguirán
impulsando programas y metodologías flexibles como Escuela
Nueva, preescolar escolarizado y no escolarizado, aceleración
del aprendizaje, posprimaria, telesecundaria, Cafam, SER y
SAT, con los cuales esperamos atender una demanda de aproximadamente
40.000 niños. Se estima que con recursos del Fondo Nacional
de Regalías se puedan crear 25.000 cupos adicionales
para la atención de grupos vulnerables, mediante la
contratación de la prestación del servicio.
En
calidad, el 2004 será el año de las competencias
ciudadanas y de los planes de mejoramiento. Los estándares
de competencias ciudadanas se entregarán y divulgarán
de manera masiva en el primer trimestre. Paralelamente continuaremos
con los foros de experiencias significativas a escala municipal,
departamental y nacional. En relación con los planes
de mejoramiento, la apuesta es acompañar a los departamentos
y municipios con el fin de que todas las instituciones educativas
elaboren sus propios planes y se brinde el apoyo decidido a
aquellas con mayores debilidades.
Finalmente,
en el eje de eficiencia aspiramos seguir adelante con la modernización
de las secretarías de educación, de manera que
sean ellas las puntas de lanza de la renovación del
sector. Aparte de apoyarnos en los secretarios y sus equipos,
pensamos hacerlo también en los rectores, los maestros
y maestras y los padres y madres de familia de todos los rincones
del país para seguir construyendo comunidad y para cumplir
con el compromiso de realizar una auténtica revolución
educativa, sin cuyo desarrollo, debemos recordarlo, el país
tendría un futuro nublado.
*Ministra
de Educación