AGROENERGÍA
Por Carlos Gustavo Cano*
Tomado del
diario La República
Como ha afirmado mi colega
Luis Ernesto Mejía, Ministro
de Minas y Energía, así como la edad de piedra se
acabó sin que desapareciera la piedra, lo mismo podría
ocurrir con la del petróleo.
En efecto, independientemente
del debate sobre su eventual o supuesto agotamiento, y aún de sus precios
-tan elevados hoy y quién sabe por cuánto tiempo-,
lo cierto es que otros factores como el calentamiento de la tierra
debido al enorme
crecimiento de las emisiones de los llamados gases de invernadero –en
especial dióxido de carbono-, y la entrada en vigor del
Protocolo de Kyoto sobre su control y reducción tras su
reciente ratificación por parte del gobierno de Rusia
y en breve por su Congreso, están acelerando en todo el
mundo el reemplazo de combustibles de origen fósil por
alternativas renovables, en particular las provenientes de
biomasa, entre otras.
Un país en desarrollo, Brasil, fue pionero
en el uso de bioetanol o alcohol carburante a partir de caña
de azúcar
en la mezcla con gasolina para automotores en proporción
hasta del 25%. Estados Unidos está emprendiendo igual
camino. Ya cuenta con 80 plantas destiladoras de alcohol obtenido
del maíz,
con una producción cercana a 12 mil millones de litros
por año, apenas 4 mil menos que la del país carioca.
Así mismo, otras naciones avanzan en dicha dirección,
como Canadá, India, Japón, Tailandia y las pertenecientes
a la Unión Europea. Y nuestro gobierno tomó la
misma vía, estableciendo como primer paso la obligatoriedad
de mezclar el 10% en las ciudades con más de 500 mil habitantes
a partir de septiembre del 2005, tras lo cual ya se encuentran
en montaje 5 destilerías en el Valle del Cauca, y en estudio
de factibilidad otro tanto en la Hoya de Río Suárez
y otras regiones.
De otra parte, hace cerca de un siglo el señor
Diesel inventó el
motor que lleva su nombre, pero no a base de ACPM, sino de aceite
de higuerilla, que fue posteriormente sustituido por el derivado
del petróleo debido a la masificación de su extracción
y a la consecuente caída de sus precios. Ahora se están
dando las condiciones económicas y las regulaciones ambientales
para el uso masivo de diesel o gasoil de origen biológico,
es decir biodiesel, ya sea a partir de aceites vegetales o animales,
que podría desplazar en su totalidad al de origen fósil
sin necesidad de modificar la estructura de los motores. Europa
ya arrancó, habiendo fijado sus autoridades una meta mínima
de reemplazo del 5.75 por ciento antes del 2010, empleando para
ello las oleaginosas que mejor se adaptan a sus ecosistemas,
tales como colza o canola, la soya y el girasol.
En Colombia el
tema ha comenzado a moverse en algunos medios empresariales,
particularmente entre los productores de palma
de aceite más
visionarios, sin duda la oleaginosa tropical de mayor desarrollo
competitivo en el país. Solamente sustituyendo por biodiesel
apenas el 6% del consumo nacional de ACPM,
se absorbería
la totalidad de los excedentes del aceite crudo de palma que
hoy exportamos. He aquí una de nuestras más claras
y promisorias oportunidades de generación de empleo permanente
en el campo, mediante la articulación del agro con el
dinámico
sector de las energías renovables. Por ello el presidente
Uribe, como Ospina lo hizo en su momento con el café,
no ha vacilado en apoyar ardorosamente esta gran opción.
*Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural.