Respuesta
a la periodista de 'The Guardian'
NI PROPAGANDA NI ENGAÑO
Por
Francisco Santos*
Tomado del Diario El Tiempo
Sorprende e indigna el manejo frívolo,
malintencionado e irresponsable que se les da a las estadísticas.
He leído con atención el artículo
publicado anteayer en EL TIEMPO por la señora Isabel Hilton.
Es la misma autora de otro artículo publicado en The Guardian,
de Londres, la semana pasada, acerca de la visita del presidente
Uribe a Europa, bajo el título 'Un presidente que quiere
licencia para matar'.
Estos escritos de la señora Hilton contienen
muchas imprecisiones y falacias. Son paradigmáticos del
funcionamiento y la dirección de algunas campañas
de desinformación que individuos y organizaciones de diferentes
países adelantan contra nuestro Gobierno.
Vamos al análisis. En su artículo
para EL TIEMPO, la autora afirma sin ninguna fuente o forma de
sustentación: "El Mandatario (Uribe) les está ofreciendo
(a los paramilitares) un cheque en blanco por sus crímenes
del pasado y del futuro".
Dadas las complejas y dramáticas situaciones
que involucra, todo! proceso de negociación con grupos
armados ilegales es motivo de agudas controversias. Recibimos
y atendemos con respeto y ánimo constructivo los debates,
así como las críticas de que es objeto la iniciativa.
Pero debemos destacar, por encima de todas las polémicas,
que la principal diferencia del actual proceso con los anteriores
que se llevaron a cabo en la Colombia contemporánea es
que, mientras aquellos se realizaron con impunidad total, este
tiene como elementos básicos la búsqueda de justicia,
verdad y reparación.
Para dar fuerza legal a la negociación
sometimos a consideración del Congreso una ley de alternatividad
penal que está siendo estudiada y debatida democráticamente,
algo que a la señora Hilton -en una actitud típica
de ese neocolonialismo ideológico que impera en sectores
europeos muy bien representados por ella- parece no importarle.
Y nuestra decisión inequívoca es fundamentar sobre
consensos la decisión final que se adopte sobre esta materia
y alcanzar un equilibrio entre la paz y la justicia.
Sin derecho ni motivo, la señora Hilton
califica, en el artículo de The Guardian, de "régimen
sangriento" al gobierno del presidente Uribe, en el cual,
tan solo en el año 2003 y, como consecuencia de la política
de seguridad democrática, se redujo en 5.800 el número
de homicidios. Y afirma en el de EL TIEMPO que el parlamentario
europeo Richard Howitt se "mostró perturbado por
la detención de 16.000 personas, que en su mayoría
son activistas cívicos o sindicalistas".!Es una gravísima
y falsa acusación que, precisamente por carecer de asidero
en la realidad, ni la señora Hilton ni nadie está en
condiciones de probar ni documentar.
Sorprende e indigna el manejo frívolo,
malintencionado, acomodaticio o irresponsable que se les da a
las estadísticas. Desafortunadamente, en casos como el
que nos ocupa, se está haciendo frecuente la aparición
de informes periodísticos y reportes de ONG que contienen
cifras inventadas o deformadas que son publicadas con gran ligereza.
O, simplemente, lo que es igual de grave, el desconocimiento
de los resultados que existen en materia de gran interés
para la señora Hilton o del señor Howitt, como
la reducción en 57 por ciento del asesinato de sindicalistas
el año pasado, el de profesores en 48 por ciento, y el
desplazamiento en 50 por ciento, para mencionar tan solo grupos
de población especialmente vulnerables.
Estamos abiertos al debate acerca de las decisiones
del Gobierno. Pero en un diálogo honesto, libre de manipulaciones
y de sectarismos. La experiencia de países como España,
Italia y Gran Bretaña, que han padecido el terrorismo,
certifica que se necesitan normas especiales para gobernar a
Colombia, que es el país del mundo más afectado
y victimizado por esa amenaza. Por eso invitamos a la señora
Hilton, al señor Howitt y a todos los individuos y organizaciones
interesados en estos temas, a comparar el rigor y la drasticidad
de nuestro Estatuto Antiterrorista con los que aplican los mencionados
países. Y a no olvidar que Montesquieu también
se conoce en estas latitudes, por lo cual, todas nuestras normas
están sujetas al debate, análisis y control de
los poderes legislativo y judicial.
Finalmente, la señora Hilton afirma
que el Gobierno "ha incumplido y adoptado medidas legislativas
que van en contravía de varias recomendaciones" de
Naciones Unidas. Ella habla con ligereza de un Gobierno que convino
desde el inicio y por su propia iniciativa extender durante cuatro
años la presencia de la Oficina del Alto Comisionado de
Derechos Humanos de Naciones Unidas en nuestro país. Y
de un Gobierno que está abierto al escrutinio permanente
de la comunidad internacional. Hemos acogido con respeto las
recomendaciones del Alto Comisionado respecto de las cuales tenemos
importantes avances y logros, que de seguro ella no conoce. Y
aquellas que no hemos considerado atendibles las hemos discutido
con franqueza en los escenarios adecuados.
Seguridad para todos en estricto respeto por
los Derechos Humanos es una gran responsabilidad que tenemos
con nuestro pueblo, acerca de la cual no queremos ni necesitamos
propaganda, ni elogios. Pero en razón de la cual, por
la gravedad y trascendencia de lo que involucra -el presente
y el futuro de una nación- tampoco podemos aceptar calumnias,
engaños ni desinformación.
* Vicepresidente de Colombia