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ENTREGA OFICIAL DE LOS GRUPOS DE REACCIÓN INMEDIATA
Noviembre 01 de 2002 (Bogotá, Cundinamarca)

Compatriotas:

Cómo me alegra que podamos dar hoy un paso en la dirección de devolverle la seguridad a Cundinamarca. Esta tierra, epicentro de los momentos más importantes de la vida a lo largo de la historia del país, exige demanda de nosotros y merece toda la atención, para recuperar su paz y su tranquilidad.

El señor Gobernador (Álvaro Cruz) ha hecho un examen cuidadoso de muchos temas de gran importancia para Cundinamarca. Con él, con su equipo, con los distinguidos parlamentarios, que representan los superiores intereses de esta gran comarca de la Patria, hemos venido examinando los asuntos cruciales en los cuales debe ayudar el Gobierno Nacional.

Por supuesto, el tema de las vías es de gran importancia. Cundinamarca tiene aproximadamente 19.500 kilómetros de carreteras y apenas 2.500 están pavimentados. Hay que avanzar en eso, los problemas son por toda parte. El Gobernador y los parlamentarios expresan como falta una gran cantidad de kilómetros por pavimentar en toda esa orilla cundinamarquesa del río Magdalena, desde Girardot hasta Cambao, a Puerto Bogotá y a Puerto Salgar.

Y en el oriente del departamento, también hace falta avanzar muchísimo en el pavimento de vías, y en el noroccidente vías sin seguridad.

¡Qué importante poder dar hoy este paso en materia de seguridad y prepararnos para dar los que hacen falta!

El Gobierno Nacional tiene una situación fiscal muy complicada. El país ha tenido momentos en el pasado con un déficit fiscal tan agudo como el de hoy, pero nunca se había combinado este profundo déficit fiscal con un endeudamiento tan alto, con un desempleo tan alto, con una pobreza tan severa y con las dificultades económicas de América Latina.

El desafío es grande pero lo vamos a superar. Estamos trabajando con la ayuda y la comprensión del Congreso en cinco temas para enfrentar esta difícil situación de la economía: el severo control del gasto, el aumento de los ingresos, la derrota de la corrupción y de la politiquería, la reforma administrativa, la reactivación de la economía y el tema social.

Confío en que, a pesar de las dificultades del momento que en muchas horas hacen sentir al Gobierno Nacional como si estuviera maniatado, podamos superar estos grandes retos y entrar a responderle a Cundinamarca.

Las necesidades son inmensas. En infraestructura, por ejemplo, la aspiración de los cundinamarqueses de otras carreteras, la aspiración de la mejor dotación de servicios públicos para sus municipios para poder superar esta aberrante contradicción entre la buena cobertura de Bogotá y las dificultades de cobertura en calidad de los municipios cundinamarqueses.

Las dificultades en el orden educativo. Por ejemplo, todavía no hemos podido concretar los recursos para poderle a ayudar desde el Gobierno Nacional a atender debidamente la Universidad de Cundinamarca.

La falta de una adecuada cobertura del régimen subsidiado de salud, su extensión a amplios grupos de Cundinamarca que todavía no tienen ese beneficio.

Somos conscientes de todo eso. Con persistencia y con la introducción de todas estas reformas, confío en que salgamos adelante.

Fue grato ayer, llamar al señor Gobernador y decirle: Gobernador, ya hemos encontrado la manera de entregarle las vigencias futuras del presupuesto, para que se emprenda la construcción de la vía de Transmilenio, que habrá de comunicar a Bogotá, Bosa y Soacha.

Esta semana, le decía yo a los funcionarios del Ministerio de Hacienda: ahora que están escasos los recursos es que tenemos que generar opciones para construir obras. Don Pepe Sierra, un coterráneo mío, que joven abandonó Antioquia y se vino a residir a la Sabana, decía que cuando la panela está barata es que hay que sembrar caña.

Ahora que hay tanto desempleo y tanta pobreza y tantas dificultades es que tenemos que trabajar para hacer estas obras, como el Transmilenio de Soacha que demanda la comunidad.

Hacer obras en tiempos tranquilos y cuando no hay problemas en el presupuesto, no es gracia. Lo importante es que busquemos cómo hacer estas obras que requiere la comunidad, a pesar de que los recursos son escasos, la chequera está delgadita y la angustia de la crisis es muy honda. Pero lo vamos a hacer y con toda determinación vamos a buscar todas las opciones.

Confío, Gobernador, que dentro de pocos días le podamos entregar a usted esas vigencias futuras y que se abran las licitaciones y que empiece la obra que durante su ejecución tonifica la economía y genera empleo.

Pero sin seguridad, nada produce esos buenos resultados. El pueblo cundinamarqués es un pueblo ejemplarmente laborioso. Lo ha sido a lo largo de la historia de la Nación. Desde los otros rincones de la Patria hemos admirado el espíritu de trabajo de los cundinamarqueses, hemos admirado su pujanza, hemos admirado su sentido común, su talento, su agudeza. Hoy en muchas regiones del departamento, todas esas virtudes innatas de este gran pueblo están, en alguna forma, marchitadas por la violencia. Por eso estamos aplicados a recuperarle la seguridad a Cundinamarca.

En el día de hoy, la Policía Nacional ha entregado 465 nuevos agentes al señor Alcalde de Bogotá (Antanas Mockus). Esos nuevos policías tienen la misión de dedicarse, en su noble tarea, a devolverle la seguridad a los bogotanos. Cuando encuentro nuevos contingentes de las generaciones frescas que se enrolan en la Policía y se aprestan a dar su entrega total para recuperar la seguridad ciudadana, ellos nos devuelven toda la fe en esta Patria. Como nos la tienen que devolver ustedes, integrantes de este grupo de Carabineros que desde hoy entra a reforzar la seguridad en las carreteras de Cundinamarca.

Confío, señor Gobernador, que en el curso de los próximos meses podamos ampliar este plan, para que no solamente tengamos la guía de 10 de las 15 provincias, sino que en un plazo no muy largo estemos atendiendo las 15. ¿General, no me hace quedar mal en eso?

Tenemos que hacer todos los esfuerzos, para que yo pueda mirar a los cundinamarqueses a la frente y decirles: ya los llenamos de recursos para proveerles de seguridad a las 15 provincias de esta tierra. En eso no podemos fallar, lo voy a anotar por ahí en una libretica para recordarme tres veces al día que todavía nos falta la protección en cinco de las carreteras de las 15 provincias de Cundinamarca. Ojalá vengamos aquí, Gobernador, a entregar los contingentes para ese cometido.

¿Y por qué la seguridad? Sin seguridad no hay confianza inversionista. Nosotros vamos a proteger la leche y la papa. Tomamos recientemente, una medida para evitar que se construya o que opere el Ingenio Castilla en la zona Páez pensando en los paneleros de Nariño, del Cauca, de la ladera cundinamarquesa. Vamos a hacer todos estos esfuerzos pero si no hay seguridad, la gente no puede trabajar.

Este departamento tiene todas las posibilidades turísticas: tiene los destinos, tiene los paisajes, tiene la diversidad en climas, en ciudadanía. Está integrado con Boyacá a lo largo de esa meseta tan bella que los colombianos conocemos con el nombre del altiplano cundiboyacense. Allí no más, está el Llano. Los cundinamarqueses han anhelado esas carreteras, los gobiernos anteriores hicieron un gran esfuerzo. Ya una de ellas está muy buena, pero la falta de confianza por el tema de la seguridad no permite el pleno uso ni para que los cundinamarqueses se desplacen al Llano ni para que los llaneros reciban esa gran corriente de turismo que, en beneficio de esa región, se puede originar acá, en nuestra Capital de la República.

Estamos comprometidos y jugados con el tema de la seguridad. Les traigo un reto: Cundinamarca necesita 50 mil ciudadanos en la red de ciudadanía que coopere con la Fuerza Pública, los frentes locales de seguridad, las redes de cooperantes, nos tienen que ayudar a cumplir ese cometido.

Dentro de pocos días, en un Consejo de Seguridad en el departamento, vamos a ver dónde vamos. Miren: por más que crezcamos el cuerpo de carabineros, por más vehículos con que los dotemos, aún en el evento de que superemos los problemas de falta de señal de celular o de avantel, aún en el evento de que se cumpla el programa de cobertura de radio que ha venido impulsando el señor Gobernador, si no hay cooperación ciudadana con la Fuerza Pública esos esfuerzos son estériles.

La Fuerza Pública tiene que buscar la cooperación ciudadana y la ciudadanía tiene que dar esa cooperación.

¿Cómo la busca la Fuerza Pública? Transparentemente. Cada oficial, cada suboficial, cada carabinero, cada policía, cada soldado, tiene que ser un pedagogo para invitar a la ciudadanía a que lo apoye. Que los campesinos de Cundinamarca sientan en cada uno de ustedes, apreciados integrantes de la Fuerza Pública, un amigo. Que halla en toda parte un suspiro de esperanza y de alivio, cuando haga presencia la Fuerza Pública.

Cada uno de ustedes, como pedagogo, tiene que convencer al ciudadano que los apoye. Así vamos a completar 50 mil ciudadanos apoyando la Fuerza Pública en Cundinamarca. Y ese apoyo hay que mantenerlo, ¿cómo?, con transparencia y con reacción.

Si el ciudadano que se resuelve apoyar, viene y nos da información y nosotros no reaccionamos, ese ciudadano se cansa y se aburre y renuncia a cooperar.

Depende más de quienes tenemos responsabilidades de Gobierno, de la Fuerza Pública, que de la ciudadanía, la meta de que todos los ciudadanos de Colombia apoyen a la Fuerza Pública.

En todo el país la ciudadanía está ansiosa. Yo recibo muchas llamadas al día de ciudadanos que dicen: ‘queremos cooperar, queremos ayudar’. Esa ciudadanía dispuesta, resuelta, con toda la determinación, lo que requiere es que nosotros la incorporemos todos los días, más y más. a apoyar la Fuerza Pública.

Cada uno de ustedes va a ser un pedagogo, para atraer a esa ciudadanía, para recibirla y para responderle bien, como presupuesto para mantener y acrecentar esa confianza. Es necesario hacerlo.

Y así, vamos a ir señoreando la paz en este departamento.

Este fin de semana es importante y el cuidado que tengamos sobre las carreteras es esencial para que los cundinamarqueses se puedan desplazar tranquilamente por sus vías, para que los bogotanos puedan ir a los diferentes destinos turísticos, para que se sienta en la superior intensidad la comunicación de Cundinamarca con el Llano, de Cundinamarca con Boyacá.

Cuando la gente puede volver a las carreteras, se aumenta la actividad de las empresas privadas, se incrementa el ritmo de la economía, se genera empleo, se resuelven problemas fiscales.

Ayer teníamos una dificultad que subsiste: los concesionarios de vías nos están reclamando 74 mil millones de pesos porque no ha habido por las vías el tráfico suficiente y eso nos puede costar 160 mil millones de pesos el año entrante. Y la Nación quebrada, sin un peso para pagar esas deudas. Y las carreteras desocupadas. Hay que recuperar ese tránsito.

En el último mes se ha registrado un incremento del volumen del tráfico en las carreteras del orden del 20 por ciento. Hay que seguir hacia arriba porque así le devolvemos viabilidad a las concesiones, ritmo a la construcción de carreteras.

En un país con 44 millones de habitantes, con una Bogotá creciente, con una Cundinamarca con 2.5 millones de habitantes, con esta belleza de paisajes, una gente hospitalaria, querida, el turismo interno es una gran posibilidad de la reactivación de la economía y la generación de empleo.

En buena hora pues, en la víspera de este puente, el Plan Meteoro entrega este nuevo esfuerzo en Cundinamarca.

Muy apreciados dirigentes de Cundinamarca: reitero hoy el compromiso del Gobierno Nacional de trabajar con todo afecto por esta tierra fecunda de la Patria.

En los próximos días tendré una buena reunión con el señor Alcalde Mayor de Bogotá y el señor Gobernador de Cundinamarca, para avanzar en el tema de la concepción regional y para entrar a determinar los aportes que para esa concepción regional de desarrollo tendrá que hacer la Nación colombiana.

Tomo, como mía, la tarea de velar todos los días por la seguridad de Cundinamarca. No dormiré una noche con tranquilidad, mientras no estemos viendo resultados para la seguridad de las gentes de Cundinamarca.

Díganle a los campesinos del oriente, del occidente, de los municipios más cercanos y de los más lejanos, lleven ustedes, señores alcaldes, el mensaje de nuestro compromiso: sabemos que están muy agobiados por la violencia, pero aquí hay una determinación total para derrotar la violencia que ha maltratado tanto a nuestra Patria y para derrotarla en Cundinamarca.

Su presencia en las carreteras de Cundinamarca, queridos Carabineros, le va dar a esta tierra esperanza. Sabemos que con su abnegación no vamos a frustrar esa esperanza del gran pueblo cundinamarqués.

A todos, muchas gracias.

 
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