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ACTIVACIÓN DEL BATALLÓN DE ALTA MONTAÑA
“GENERAL BENJAMÍN HERRERA”

Diciembre 15 de 2003 (Popayán – Cauca)

Compatriotas:

Como me alegra que esta mañana, aquí desde Popayán, declarar inaugurado el Batallón de Alta Montaña “General Benjamín Herrera”.

Desde el gran macizo colombiano, en la bota caucana, este batallón habrá de cumplir una tarea esencial para recuperar plenamente la paz en el Cauca, en Nariño, en Putumayo y en el Caquetá. 1.200 hombres de las armas de la República lo integran y han recibido esta bandera que depositamos en sus manos, con la mayor esperanza de que Colombia ganará con ellos finalmente la paz.

En estos 17 metros hemos hecho un esfuerzo enorme apoyado por el respaldo generoso de la opinión pública, por el aporte generoso de los contribuyentes para poder recuperar el territorio, para que el territorio sea controlado por las armas institucionales, para poder recuperar la confianza ciudadana, para poder desabastecer a los terroristas y para poder aislar a los terroristas.

En la batalla de desabastecerlos, es fundamental derrotar la droga y derrotar el secuestro. Hemos avanzado pero no nos podemos vanagloriar con los logros. La batalla tiene que seguir hasta la victoria total, hasta desarraigar del suelo de Colombia el secuestro y hasta que en la tierra de la Patria no quede droga ni narcotráfico.

Para avanzar en el desabastecimiento, tenemos que golpearles sus finanzas en todas sus expresiones, nacional e internacionalmente. Esa tarea no puede quedarse en la teoría, la tenemos que hacer trascender en acciones concretas.

Para aislarlos es necesario insistir en desmantelarles todos los enlaces, requerimos capturar los auxiliadores del terrorismo en las ciudades y en las pequeñas aldeas, en los campos y en las grandes urbes.

Las capturas masivas tienen que seguir con transparencia, con soporte judicial pleno, pero con toda determinación porque hacen parte de nuestra estrategia para aislar a los grupos terroristas. Con el propósito de condenarlos a vivir en madrigueras en los montes alimentándose de raíces, les tenemos que quitar los enlaces que les ayudan con el secuestro, que les ayudan con la droga, que les ayudan con la información. Por eso hay que capturar a todos los auxiliadores del terrorismo.

Y en esa tarea de aislarlos es importante fortalecer la seguridad en las carreteras, la hemos recuperado en muchas troncales. Allí debe consolidarse, pero todavía hay mucha carretera secundaria y terciaria de la Patria donde los transeúntes se ven a diario sometidos a los retenes de los grupos terroristas, eso no puede continuar. Es necesario recuperar el control sobre la totalidad del mapa vial de la Nación a fin de aislar y desabastecer a los terroristas.

Todo esto se requiere para darle confianza a la ciudadanía, para darle confianza a la inversión, para darle posibilidades al empleo, para que esta economía crezca.

Para que esta economía crezca necesitamos buen manejo de las herramientas macroeconómicas, no equivocarnos en el tema tributario, pero esencialmente requerimos orden público.

Soldados de mi Patria, una Nación con tanta pobreza y con tanto desempleo ve en ustedes una gran esperanza para que por la vía de la derrota del terrorismo le devolvamos confianza a la inversión y por ende le demos posibilidades al empleo.

Pido que en la mente de cada soldado de Colombia se establezca un compromiso con el empleo, la eficacia de su acción redundara en bien de la expansión económica y del empleo. Es fundamental que en este mes de diciembre y en los primeros días de enero, de nuevo se encuentren en las carreteras de Colombia, los soldados y los policías con los niños y con las familias y con quienes vienen a Popayán o van a Pasto a los festivales o se dirigen a la Costa Caribe o a la Costa Pacífica o al Eje Cafetero.

Que se encuentren los soldados y los policías con los turistas, con las familias que quieren conocer la Patria, con quienes estén en las caminadas alzando sus sancochos a las orillas de las carreteras. Que los soldados y policías se encuentren con los artesanos que hacen de la carretera su almacén, que se encuentren con los humildes compatriotas que tienen sus pequeñas ventas en las carreteras y que allí causan su sustento. Eso construye confianza. Es un punto de encuentro entre la Fuerza Pública y la ciudadanía, ese encuentro le hace ver a la ciudadanía que la esperanza de la Patria esta en la eficacia de su Fuerza Pública.

Que bueno esos puntos de encuentro para agitar y avivar la bandera de Colombia, para que el desplazamiento en Colombia no siga siendo frustrado por los terroristas, para que el turismo en Colombia no siga siendo anulado por los terroristas, para que los artesanos, para aquellos que venden en las carreteras, que tienen los pequeños restaurantes en las carreteras, no sigan siendo condenados al hambre por los terroristas.

En este diciembre que ya avanza tenemos un nuevo compromiso para devolverle la fe a Colombia en todas sus carreteras, en todos sus destinos de turismo, donde podemos encontrar una gran fuente de generación de empleo.

Y vamos a devolverle las posibilidades al agro colombiano. Esa tierra del Macizo Colombiano que se perfila acá en frente, es inmensamente fértil y es una fabrica de agua. La droga y la violencia han destruido sus bosques y han desterrado a sus habitantes laboriosos y emprendedores, pues bien, la presencia de ustedes, Soldados de mi Patria, allá en Valencia, en el Macizo Colombiano, es una garantía para la recuperación ecológica, para la derrota de la droga, es una garantía para que puedan regresar las gentes laboriosas y de empresa, es una garantía para derrotar el terrorismo.

Que ustedes produzcan efectos muy positivos sobre el Cauca y sobre Nariño y sobre el Putumayo y sobre el Caquetá y que los terroristas sientan que aquí avanzamos a paso firme y seguro en un propósito que no tiene rectificaciones ni que tiene temblores ni que tiene dubitaciones, que es el propósito de derrotarlos definitivamente en el suelo de Colombia.

Y quiero también decir hoy que este gran esfuerzo en aumento de la Policía, en los soldados campesinos, en las brigadas móviles, en los batallones de alta montaña, en los escuadrones especiales de carabineros, en los grupos especiales antiterroristas, es un esfuerzo que no puede tener euforia sólo en el momento de la instalación o de la activación, es un esfuerzo que requiere euforia a diaria

El Batallón de Alta Montaña “General Benjamín Herrera”, que desde mañana actuará en el Macizo Colombiano, debe tener euforia todos los días. Y tenemos que reactivar todos los días a los soldados campesinos, que no se nos duerman, que los 170 municipios que no tenían Policía y que hoy la tienen, esa Policía no se nos duerma, no basta con hacer presencia, esa presencia tiene que ser eficaz. La eficacia la tenemos que ayudar todos los días para que se traduzca en buenos resultados para la ciudadanía.

Reitero hoy en Popayán nuestra voluntad de trabajar de día y de noche hasta que derrotemos al último de los terroristas de Colombia. Nunca un Estado de Derecho, respetuoso de la Constitución y del pueblo, amante de la democracia, fervoroso del pluralismo, ha sido derrotado por el terrorismo. Finalmente, la buena fe democrática, la decisión con coraje en el propósito de derrotar el terrorismo, harán que nuestro Estado de Derecho sea campeón, que nuestro Estado triunfe sobre la osadía, sobre la arrogancia, sobre el cinismo de los terroristas.

¡Soldados, que ustedes en el Macizo Colombiano transformen el cinismo y la arrogancia de los terroristas en la amargura de la derrota! ¡Que les propinen la derrota para que les acaben finalmente ese cinismo y esa arrogancia con que han masacrado y desangrado al pueblo de Colombia!

¡Soldados, limpieza en su alma para respetar plenamente los derechos humanos!

¡Soldados, determinación en su acción, ganas de victoria! Aquí no vamos a convivir con el orden establecido de los terroristas, aquí vamos a derrotar el orden establecido de los terroristas

¡Soldados, comunicación con el pueblo! Que cada uno de ustedes sea un buen persuasor del pueblo. Que cada uno de ustedes sea un buen comunicador con la ciudadanía. Que cada uno de ustedes sea un buen escucha del campesino.

Que ese campesinado se sienta bien tratado por los soldados de la Patria. Que el afecto, el decoro de la conducta de ustedes frente a los campesinos produzca en ellos una reflexión profunda de rechazo total al terrorismo y de receptividad totalmente a las fuerzas institucionales de la Nación.

Que cuando vean la presencia de ustedes, los campesinos sientan un gran alivio porque llego la bandera de la Patria, porque llegaron las armas institucionales de la República y que ese cariño surja del trato amable y noble que ustedes deparen a estos campesinos y que contraste con el cinismo con que han sido tratados por parte de los terroristas.

Soldados de mi Patria ¡hora de victoria¡ Todos los días hay que amanecer con el propósito de la victoria. Yo me concentro al despuntar del sol de cada mañana y le pido a Dios que nos de toda la energía para que en el 2006 esta Nación este con el terrorismo maltrecho, con la corrupción pálida, con el empleo vigoroso, con la recuperación plena del imperio de la ley y con el triunfo pleno de las Fuerzas Militares y de Policía institucionales de la Patria.

¡Mucha suerte! Que los campesinos, que los moradores del Cauca, empiecen a sentir placidez, empiecen a sentir tranquilidad con su presencia en el Macizo Colombiano.

Y con ustedes actuando en el Macizo, apoyados por la Brigada Móvil, por la Tercera Brigada, apoyados por el Batallón ‘José Hilario López’, apoyados por el Batallón de ‘Boyacá’ de Pasto, a medida que vayamos consolidando la victoria en esta tierra de la Patria, nosotros nos preparemos para instalar el nuevo batallón de Alta Montaña en el Parque de los Nevados y para tener desde allí una acción importante sobre los departamentos del Huila, del Tolima, del Quindío, de Caldas y de Risaralda y entonces consolidar la victoria en aquel lugar de la Patria.

No podemos perder un minuto, ustedes a la acción en el Macizo Colombiano, nosotros a la preparación del nuevo batallón de Alta Montaña en el Parque de los Nevados.

Hoy miles soldados de Colombia combaten el terrorismo en la Sierra Nevada, en el Oriente, en la Orinoquia y en la Selva, en Antioquia, en el Pacífico, aquí en este sol de la Patria y todos empiezan a tener un lazo vinculante: el ánimo de victoria para devolverle a esta Nación plenamente la esperanza.

Que esta Nación fortalezca la fe, que esta Nación recupere la esperanza, que esta Nación tenga un corazón pleno para poder salir adelante y eso va a surgir del éxito, de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Que Dios bendiga a nuestra institución armada, para que nuestra institución armada sea pródiga en victorias con esta gran Patria.

¡Animo soldados, la victoria los espera en el Macizo Colombiano!

 
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