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CONDECORACIÓN DE LA EMBAJADORA DE ESTADOS UNIDOS
EN COLOMBIA, ANNE PATTERSON
Julio 01 de 2003 ( Bogotá – Cundinamarca)

Señoras y señores:

El Presidente Abraham Lincoln, avocado a defender la justicia de su causa en la Guerra de Cesión, quiso apelar directamente a la opinión pública internacional. Se propuso demostrar que la Guerra Civil era una prueba que debería sortear el sistema de gobierno constitucional y de autoridad de la mayoría. Para ello envió al extranjero una pleyade de escritores y oradores como embajadores de buena voluntad. Su representante en la China llegó a compenetrarse tanto con ese pueblo que terminó por convertirse en ciudadano de ese país.

Regreso luego a los Estados Unidos, con cartas credenciales, que le acreditaban como el primer Embajador Chino en Norteamérica. Usted, señora Embajadora (Anne) Patterson, queda investida y acreditada como primera amiga de Colombia en los Estados Unidos de América.

Nuestra Patria le es familiar desde hace años, su esposo David, vino al país como voluntario de los Cuerpos de Paz en nuestra zona cafetera cuando –como dice él- se podían recorrer las carreteras tranquilamente. Con David aprendió usted nuestro idioma, conoció nuestra música, principalmente el vallenato, aprendió a disfrutar nuestras comidas, se le hizo familiar nuestro folclor.

Tenemos mucho que agradecerle y reconocerle a su gestión diplomática. Los colombianos la hemos visto recorrer nuestro territorio con la soltura y tranquilidad, de quien confía que se encuentra en propia tierra. Usted quiere a este país y el país la quiere a usted.

Su discreción, su respeto por la opinión ajena, su profesionalismo son una escuela, en la que aprenderán los jóvenes que hoy se forman para servir a Colombia como sus futuros diplomáticos.

La reconocemos como amiga y aliada de Colombia. Ha defendido como propia la causa de la erradicación de los cultivos ilícitos que destruyen las bases de nuestra sociedad.

Usted ha puesto todo el empeño en coadyuvar al fortalecimiento de nuestro Estado, en defender su legitimidad y nuestro derecho a actuar para que desaparezca el crimen. Le agradecemos el esfuerzo para que afluya la ayuda militar que nuestro país requiere.

Le agradecemos su visión integral del problema del terrorismo. Agradecemos su apoyo para dotarnos de infraestructura, equipos, helicópteros, repuestos para aeronaves, soporte logístico, entrenamiento, modernización y repotenciación de aeronaves, mejoramiento de pistas, instalación de bases para comandos antinarcóticos en las fronteras.

Este Gobierno entendió su mensaje. Los Estados Unidos invierten más, si los colombianos lo hacemos en nuestra propia defensa. Así interpretamos aquella frase de que si los congresistas norteamericanos no creen que estamos haciendo lo que podemos, no mandarán más recursos para luchar contra los grupos armados ilegales. Nuestra primera respuesta fue el impuesto al patrimonio y tenemos el compromiso indeclinable en el Gobierno, acompañado por millones de ciudadanos cooperantes, de fortalecer y rodear a la Fuerza Pública.

Su nombre, Embajadora Patterson, queda íntimamente ligado al Plan Colombia. Usted ha sido alma y nervio de ese programa, lo ha implementado y no se ha arredrado ante las miles de dificultades y trabas que se le han puesto aquí y en su propio país.

Usted ha contagiado el optimismo sobre Colombia entre los congresistas, la prensa y la comunidad de su país. Como usted lo ha dicho, si logramos resolver el problema de la seguridad, los inversionistas van a venir y eso será muy importante para crear empleo.

Agradecemos que usted haya convencido a muchos senadores de Estados Unidos, de que en Colombia no ha complacencia con el narcotráfico, que eso ha cambiado sustancialmente.

Deja usted aportes que el pueblo de Colombia sabrá agradecerle. La ayuda a la puesta en marcha de las Casas de Justicia, la atención a desplazados, los proyectos de desarrollo alternativo, el impulso al respeto a los derechos humanos, las tareas de protección a sindicalistas, el fortalecimiento del Estado de derecho –particularmente en zonas de cultivos ilícitos- y el empeño en la recuperación ambiental de las zonas destruidas por la droga.

Digo con convicción, que usted es una militante fervorosa de la causa de la Seguridad Democrática. Exaltó ante mis compatriotas su esfuerzo, acompañado por el de Kent Ellis, director de la Oficina de Cooperación USA-AID, para establecer una ayuda integral y permanente a los campesinos de Colombia empobrecidos por la acción terrorista.

Señora Embajadora, dijo el Presidente Lincoln: “la democracia consiste en el objetivo, en la lucha, por una forma y esencia de Gobierno, cuyo objetivo principal es elevar la condición de los hombres, aligerar las cargas artificiales que pesan sobre todas las espaldas, despejar –para todos- los senderos de empresas loables, proporcionar a todos una iniciación sin trabas del curso de la vida y a lo largo de ellas oportunidades favorables para todos y de todo”.

El Gobierno de Colombia tiene la decisión de llevar adelante una revolución educativa y garantizar seguridad a los ciudadanos. Ese el camino expedito para que disfrutemos del derecho a la igualdad y a unas oportunidades favorables para todos y para todo.

Lleve a su Patria, señora Embajadora, el mensaje de que cada día cala más en el espíritu de los pueblos, la filosofía política contenida en el Acta de Independencia de Norteamérica. La mejor y última esperanza sobre la tierra, es la forma de Gobierno que parte de reconocer verdades evidentes, como aquella de que los hombres son creados iguales, que están dotados de ciertos derechos inalienables: la vida, la libertad y el afán de lograr la felicidad.

Cuéntele a sus compatriotas norteamericanos, señora Embajadora, que a este Gobierno también lo inspira la idea de un gobierno civil como el que soñaba Benjamín Franklin, para las democracias. Dijo él: “un pueblo virtuoso y trabajador puede gobernarse sin grandes gastos”. Decididos como estamos, a no tener empleos de granjería, ni sinecuras, ni inútiles nombramientos como en los viejos estados y corrompidos, podemos gobernar gastando al año lo que estos invierten en un solo departamento o dan a un solo contratista.

Asuma usted, señora Embajadora, como nuestra principal diplomática ante sus compatriotas norteamericanos.

Muchas gracias por todo lo que ha hecho por Colombia.

 
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