INTERVENCIÓN
ANTE LA CONVENCION INTERNACIONAL DE LA MISION CARISMÁTICA
Enero 29 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy afectuosamente. Vengo
esta noche a dar gracias a ustedes por múltiples razones.
Tengo una gratitud personal: me compromete
infinitamente. Ustedes creyeron en el programa que le propuse
a Colombia, en el compromiso
con Colombia. Ustedes han sido unos compañeros de todas
las horas. Yo tengo manera de decirles 'muchas gracias', pero su
generosidad conmigo ha sido infinita, que no tengo manera de compensar
esa generosidad. La única manera es pidiéndole a
Dios que me ayude para no fallarle en materia grave a Colombia.
Y vengo con otro motivo de gratitud: lo que ustedes representan
para Colombia.
Ustedes, desde la diversidad, contribuyen
a la unidad de la Nación.
Ustedes son solidaridad, no lucha de clases. Ustedes son amor,
no odio. Ustedes son unidad, convergencia. Ustedes no son rechazo.
Ustedes no son exclusión. ¡Cuánto contribuyen
ustedes al ánimo constructivo de unidad, generoso, de solidaridad
en la sociedad colombiana! Muchas gracias por esa contribución.
Y otro motivo de gratitud: ustedes son
un ejemplo moral, un ejemplo de ética. Ustedes practican como predican, ustedes predican
como viven, ustedes tienen un gran liderazgo moral y ético
porque ustedes tienen coherencia entre lo que dicen y la manera
como proceden en el estudio, en el trabajo, en la política,
en las relaciones de familia, en las relaciones de grupo.
Ustedes nos dan un gran ejemplo de coherencia,
de moral, porque son fieles a sus convicciones. Y nos dan ejemplo
de ética
porque utilizan estas convicciones para servir al prójimo,
para servir a Colombia.
Y tengo otros motivos de gratitud. César Fajardo, el presidente
nacional y su señora Claudia, todos los lunes están
pendientes de llegar a la Casa de Nariño antes del Consejo
de Ministros, sentarse conmigo unos minuticos, leer textos de la
Biblia y aconsejarme con una oración.
Casi todos los pecados se deberían confesar en público,
casi todos. Yo les voy a confesar uno: los lunes, que no se ha
dado esa reunión, ha sido por culpa mía, porque ellos
siempre han sido muy cumplidos. O llegué tarde o hay que
empezar o tengo tres de las ministras o de los ministros acosándome
para un tema o me está llamando la señora Capitán: ‘mire,
lo está esperando el Consejo de Ministros’, pero también
les voy a decir que voy a ser más cumplido porque ellos
han sido muy bondadosos.
Y tengo otros motivos de gratitud inmensa
con el pastor César
Castellanos, con Claudia. Cuando Claudia preguntó: ‘¿quiénes
nos visitan de la comunidad internacional?’, se pusieron
de pie cientos de ciudadanos de la comunidad internacional: gracias
por venir a Colombia, gracias por confiar en esta Nación,
gracias por quererla, gracias por acompañarla.
Cuando todos estos hermanos de la comunidad
internacional nos visitan, en un gesto de solidaridad con nosotros
y de amor a Colombia,
nos obligan a nosotros a confiar en Colombia y a querer más
a Colombia.
Y gracias porque el pastor César Castellanos y Claudia
han inspirado en la comunidad internacional esta confianza a Colombia.
Muchas gracias, pastor César. Muchas gracias, Claudia.
Y tengo otros motivos de gratitud, esta
noche quiero dejar aquí mi
constancia de gratitud al senador José María Villanueva
por su generosidad, su grandeza, la transparencia con que ejerce
la política. La verdad es que él ha actuado en el
Congreso solamente por el bien común. Nos ha dado ejemplo
de cómo hacer política. Muchas gracias, Senador.
Usted sabe que ha votado generosamente a favor de todos los proyectos
del Gobierno y yo le tengo que dar públicamente los agradecimientos
porque nunca nos ha puesto condición diferente a la del
bien común. Muchas gracias.
Claudia, ¿cuántos visitantes de la comunidad internacional
vinieron hace un año y ahora, comparemos las dos cifras?
Claudia Rodríguez de Castellanos: Hace un año 3.500
y ahora más de 5 mil.
Presidente de la República: Claudia habló de embajadas
y yo lo tomé muy en serio, empecemos esta noche: estos 5
mil hermanos visitantes quedan nombrados, desde esta noche, embajadores
del pueblo colombiano ante la comunidad internacional. Pero seguiremos
designando embajadores que cumplan esa buena tarea, hasta ahí les
digo.
Siempre me miro estas manitos de carne
y hueso, con todas las flaquezas de la condición humana, con todos los pecados
del ser humano, por eso agradezco tanto la oración de ustedes,
para que Dios proteja a Colombia y nos proteja, nos haga instrumento
de bien de Colombia y no nos deje fallarle a Colombia en materia
grave.
Pidamos a Dios que sigamos ganando espacio
frente al terrorismo, pero que mejoremos la vida social para
que los pobres de Colombia
sientan que esta batalla es a favor de la liberación de
ellos.
Antes de salir para acá, al levantarme de una reunión
con el Banco Interamericano de Desarrollo, me entregaron unas cifras
sobre confianza en el país y otras sobre desempleo. La tendencia
es buena y los invito a que las vean mañana, alas 11 de
la mañana, el director del DANE (Cesar Caballero) va a dar
las nuevas cifras de empleo en el país.
Pero la Patria aún tiene mucho terrorismo, lo tenemos que
derrotar. Aún tiene mucha corrupción, la tenemos
que derrotar. Aún tiene mucho desempleo, tenemos que crear
empleo digno, bien remunerado, estable. Aún tiene muchos
ciudadanos pobres, excluidos. Tenemos que tener la obsesión
de reivindicarlos, con la ayuda de ustedes, lo vamos a lograr.
Gratitud es el sentimiento que, como Presidente
de los colombianos, como padre de familia y como ser humano,
quiero transmitirles.
Ustedes ayudaron a hacer posible que yo tuviera la oportunidad
de ser Presidente de Colombia, eso me compromete a mirar a todos
los ciudadanos de esta Nación con infinitos deseos de servir,
con el amor con que un padre de familia mira a sus hijos.
El amor a Colombia y a nuestros compatriotas
es el activo que necesitamos a toda hora porque las cosas difíciles no se
solucionan sino con amor. Que Dios nos dé amor por el pueblo
colombiano.
Muchas gracias
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