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FORO ECONÓMICO DE LA ASOCIACIÓN FEDERAL DE EMPRESARIOS,
INDUSTRIALES Y COMERCIANTES DE ALEMANIA

Febrero 12 de 2004 (Berlín – Alemania)

Señoras y señores:

Me complace mucho que, justamente en el momento de llegar a Alemania, podamos tener esta reunión con ustedes. La juzgamos de gran importancia para el propósito de que la economía colombiana crezca velozmente, genere empleo vigorosamente y ese crecimiento y esa generación de empleo nos ayuden a construir equidad rápidamente.

Mis distinguidos antecesores en el uso de la palabra, han expuesto de manera clara lo que significa Alemania para Colombia y las tendencias que se dan en la vida económica, social y política de Colombia.

Déjenme decir a ustedes que el principal objetivo del Gobierno que presido es construir confianza. Confianza de los inversionistas para invertir en Colombia. Confianza de los trabajadores para trabajar en Colombia. Confianza de los jóvenes para realizar todas sus ilusiones materiales, espirituales, intelectuales en Colombia.

A propósito de construir confianza, estamos orientados en tres ejes: el eje de la seguridad, el eje de la transparencia y el eje de la reactivación económica y social.

Permítanme hacer algunos comentarios sobre la seguridad y otros comentarios sobre la construcción de justicia social.

En primer lugar, quiero decir, desde Alemania a la Comunidad Internacional, que, en Colombia no hay un conflicto. En Colombia no hay una guerra. En Colombia tenemos un desafío del terrorismo a una comunidad democrática, a un Estado de leyes, a un sistema pluralista.

Cuando el Estado es de Leyes, la democracia es abierta, impera el respeto a la libre expresión de las ideas, el ataque demencial de la violencia financiada por la droga, a esa comunidad y a ese Estado, no merece el calificativo de guerra. No se puede tratar como conflicto. Allí lo que tenemos es un desafío terrorista y lo vamos a superar. Lo vamos a derrotar.

Me conmovió mucho llegar a Berlín. Visité Alemania cuando todavía esta Nación estaba dividida, conocí unas ciudades, pero no había conocido Berlín. Mientras me trasladaba del aeropuerto a este lugar donde nos acoge el Deutsche Bank esta tarde, nuestra Embajadora traía a mis recuerdos la historia de Alemania, la historia de Berlín, la lucha de ustedes por la democracia, la lucha contra la tiranía. Y pensaba que hoy nosotros estamos viviendo la bella epopeya de tener que derrotar la tiranía del terrorismo, que tanto daño le ha hecho a Colombia.

Esta ciudad me inspira a tomar con más fuerza, con más entereza, con mayor determinación, el empeño, la tarea, de derrotar la tiranía del terrorismo.

No hemos obtenido todavía plenos resultados, los obtendremos, con persistencia. Pero la primera garantía que quiero dar a ustedes, ciudadanos de Alemania y de Europa, es que el sentimiento del pueblo colombiano es un sentimiento férreo, firme, inquebrantable, para derrotar el terrorismo, para construir una Nación solidaria, una Nación con oportunidades para todos.

Cuando ustedes escuchen o vean alguna mala noticia sobre Colombia en materia terrorista, tengan siempre un motivo de tranquilidad. Así en Colombia continuemos durante algún tiempo enfrentando dificultades, nuestra determinación es total para derrotar ese terrorismo.

Y en la historia de la Humanidad, el terrorismo nunca ha triunfado. La tiranía nunca ha triunfado. El Estado democrático, pluralista, sometido a la Constitución, de instituciones sólidas, que procede con firmeza como con transparencia, siempre ha sido, finalmente, campeón y eso no será la excepción en Colombia.

En Colombia, el terrorismo no triunfará. Lo estamos derrotando, lo vamos a derrotar y siempre triunfará la democracia.

Nuestra política de seguridad es democrática. Nosotros buscamos seguridad para todos. Buscamos seguridad para el empresario y para el trabajador, para los dirigentes gremiales y para los dirigentes sindicales, para los políticos de ideas afines al Gobierno y para los políticos de oposición.

En las elecciones de octubre del año pasado, nuestra teoría de seguridad se puso a prueba. El fortalecimiento del Estado en el cual hemos avanzado pudo darle a los políticos garantías efectivas de seguridad.

Pasamos de las garantías formales, de las garantías declarativas y retóricas, a las garantías efectivas. Aquellos candidatos de los partidos de oposición, de grupos alternativos a los partidos tradicionales, aquellos candidatos, llámense de izquierda o de partidos derivados de antiguas guerrillas, sintieron el año pasado, en el ejercicio de sus derechos políticos, que el Gobierno está cumpliendo con una promesa hecha al pueblo colombiano: la de proteger por igual a todos los ciudadanos, independientemente de su credo político, de su credo religioso, con una condición: que se respete la convivencia, que se respeten las normas fundamentales.

Quiero que cada uno de ustedes nos ayude en Europa a defender este concepto. Que cada uno de ustedes le diga a Europa que en Colombia no podemos apaciguar el terrorismo, que lo tenemos que derrotar. Que cada uno de ustedes le diga a Europa que en Colombia no podemos negociar con el terrorismo, que lo tenemos que derrotar. Que en lugar de que avancen las voces, que asustadas porque vamos a derrotar el terrorismo se han defendido y que piden hoy clemencia para los terroristas, acusando nuestra política de seguridad, avancen las voces solidarias con esa política de seguridad. Las voces firmes para que Colombia, de una vez por todas, supere esta pesadilla.

Hemos procurado desabastecer a los terroristas, aislarlos, mejorar el control territorial y construir confianza ciudadana. Nuestra gran tarea para desabastecerlos es derrotar la droga. En eso no puede haber vacilación.

Es tan sencillo como esto: si Colombia no tuviera droga, no tendría terrorismo.

Nuestras guerrillas nacieron como las guerrillas centroamericanas y suramericanas, con ideas marxistas. Veían en la Revolución Cubana un modelo a replicar en toda América Latina. Eso era a principios de los años 60. Las otras guerrillas de Centroamérica y Suramérica fueron pobres, el día que la guerrilla salvadoreña dejó de recibir aportes económicos de Ong’s de Europa tuvo que negociar. La nuestra es millonaria.

Los grupos violentos de Colombia se financian en la droga. No dependen hoy de contribuciones internacionales. Tienen su propia financiación y, entonces, tienen esa arrogancia criminal que surge de la mezcla del instinto criminal y de la riqueza mal habida.

Por eso hay que derrotar la droga. Y entonces allá pasaron de una guerrilla de los años 70, ideológica, a un terrorismo guerrillero y paramilitar de hoy, sustentado ese terrorismo en droga.

Una guerrilla que fue ideológica, hoy es mercenaria. Una guerrilla que luchó contra la concentración de la tierra, hoy es latifundista. Una guerrilla que quiso liberar a los campesinos, hoy es la guerrilla que los somete, que los sepulta, los somete a la indignidad de la droga. Una guerrilla que hablaba de la elección popular de alcaldes, que Colombia aprobó desde los años 80, es hoy la guerrilla terrorista que asesina a los alcaldes.

Por eso confío que todos los días haya menos voces en Europa que defiendan esa guerrilla terrorista. Y por eso confío que la voz de ustedes, los que acuden esta noche, sea la voz que finalmente se imponga en todas las instituciones y en todos los foros de Europa para apoyarnos en la tarea de derrotar al terrorismo. Para desabastecer esos grupos, hay que derrotar la droga.

Transmitan a los jóvenes alemanes esta reflexión: Colombia es uno de los países más ricos del mundo en biodiversidad y uno de los países más ricos del mundo en disponibilidad de agua dulce por unidad de superficie. La droga es la gran en enemiga de nuestra ecología.

La droga ha destruido en Colombia 1.700.000 hectáreas de selva tropical. Colombia tiene una extensión total de 1.174.000 kilómetros, hay 500 mil kilómetros aproximadamente de selva, somos puerta de entrada a la cuenca amazónica, y la droga amenaza destruir el sistema ecológico más rico del mundo: el sistema amazónico. Por eso, hay que derrotar la droga.

Estamos haciendo un gran esfuerzo en nuestra política social. Allí en aquellas zonas donde derrotamos la droga, estamos invitando a familias campesinas a que cuiden el área libre de droga, a que supervisen la recuperación de la selva, el tejido ambiental. Y esas familias están recibiendo una subvención del Estado dos mil dólares al año. Ya tenemos en ese programa 20 mil familias, pero necesitamos llegar a 50 mil.

Qué bueno que la empresa privada alemana nos pueda ayudar. La Embajada alemana en Bogotá empezó a ayudarnos en esa tarea y confiamos en que se pueda dar el paso de que Alemania patrocine permanentemente un grupo de Familias Guardabosques en alguno de los lugares de Colombia, donde se imponía la droga y hoy se impone la recuperación de la dignidad de los campesinos y la recuperación de la ecología.

Para desabastecer a los terroristas, hay que derrotar el secuestro.

El año pasado, el secuestro se redujo en un 27 por ciento con relación a 2002. Pero todavía hay muchos secuestros. No nos podemos resignar. Hay tendencias favorables pero nosotros no podemos estar tranquilos. La lucha tiene que continuar.

Y ha habido otro avance que quiero registrar. En enero de 2003, después de una reducción del 27 por ciento, se presentaron 188 secuestros. En enero de 2004, 38 secuestros extorsivos. En total, 51 secuestros. Primero, entre 2002 y 2003, se redujo en un 27 por ciento y entre enero de 2003 y enero de 2004, se reduce de 188 secuestros a 51, pero aún tenemos muchos secuestros.

Nos tienen que ayudar a derrotar el lavado de activos, a decomisar las cuentas de los terroristas que aún subsisten en los bancos internacionales. Hay que quitarles todos los bienes.

Para nosotros poder pedir ayuda internacional, tenemos que dar ejemplo en lo local. Una de las primeras decisiones de mi Gobierno fue tramitar un proyecto de ley aprobado por el Congreso para agilizar los procesos de Extinción de Dominio sobre enriquecimiento ilícito. Gracias a esa ley, pasamos en un año, de dos sentencias en firme de confiscación de bienes adquiridos ilícitamente, a más de 60.

Los agricultores de Colombia han venido en un proceso de mejoramiento de la productividad, la tierra se venía desconcentrando en un proceso natural de subdivisión, de generación a generación, y en varios esfuerzos de Reforma Agraria. La concentración de los últimos años no es imputable a la gente honesta de Colombia. La concentración de los últimos años se ha dado por los grupos terroristas, que son hoy quienes han causado este problema en la tierra.

Qué bueno contarles a quienes han justificado en su discurso del terrorismo, con el pretexto de que hay concentración de la riqueza.

Nosotros nos hemos propuesto, para desabastecer a los terroristas, recuperar el control de las carreteras de Colombia.

Las carreteras de Colombia se habían convertido en la gran fuente de secuestro, en el gran obstáculo al desenvolvimiento de la economía. Se habían convertido, las carreteras de Colombia, en los corredores de movilidad de los terroristas. Nos hemos dado a la tarea de recuperar la seguridad en las carreteras y, fue bello el espectáculo entre diciembre y enero de 20 millones de colombianos movilizándose por las carreteras, estimulando el turismo, generando empleo. Eso nos permitió presenciar otro espectáculo patriótico, emocionante profundamente: los niños, en las carreteras de Colombia, saludando a los soldados y a los policías, dispuestos al sacrificio por devolver la seguridad.

Hay que aislar a los terroristas. Quitarles las carreteras es un gran paso para aislarlos. Destruirles todas las células urbanas, es un gran paso para aislarlas. Por ahí veo a mis críticos que dicen que mi Gobierno ha hecho capturas masivas. Si. Porque, les tengo que confesar este sentimiento, yo no puedo aceptar que 43 millones de colombianos estén presos y 30 mil terroristas estén libres.

Colombia se había convertido en un país de libertades para los terroristas y de esclavitud para la gente de bien.

Entonces en mi Gobierno hemos aumentado la población carcelaria en 15 mil personas. Eso preocupa mucho a mis críticos. Que no se preocupen por los que hemos metido a la cárcel, que se preocupen por los que faltan por llevar a la cárcel, porque nuestra decisión es total: nosotros vamos a llevar a la cárcel a quienes venían esclavizando con su manera de delinquir al pueblo colombiano. A la cárcel los delincuentes para que se recupere la libertad para el pueblo colombiano.

Pero ustedes pueden tener la certeza de que eso lo estamos haciendo, con tanta firmeza como con tanta determinación de respetar los derechos humanos.

Derrotar 30 mil terroristas no es tarea fácil. Necesita un proceso sostenido de años. Y ese proceso, en un Estado de opinión, no se mantiene sino en la medida que tenga respaldo el sentimiento popular. Y el sentimiento popular del pueblo colombiano es democrático. Es un sentimiento cristiano y solidario, que nos exige acatar los derechos humanos. Por eso hay un compromiso: firmeza para la eficacia y firmeza para el respeto a los derechos humanos.

Todos los días hay menos quejas contra la Fuerza Pública. La Fuerza Pública de Colombia le va a dar un ejemplo al mundo, el ejemplo de derrotar al terrorismo cumpliendo rigurosamente con los derechos humanos.

Yo no conozco en América Latina gobiernos que hayan triunfado militarmente contra la guerrilla, sin haber violado los derechos humanos. Repasemos la historia, Colombia será el primero. Colombia será el primero que va a triunfar observando los derechos humanos. Colombia será el primero que le dirá al mundo: ‘hemos derrotado militarmente el terrorismo y lo hemos hecho limpiamente, transparentemente, con riguroso cumplimiento de los derechos humanos’. Y en esa tarea estamos empeñados, muy apreciados asistentes esta noche.

Pueden decirle eso al mundo, que la seguridad de que, mientras yo hablo acá de derechos humanos, los soldados y policías de mi Patria en la selva, en las calles de las ciudades, están hoy persiguiendo a los terroristas pero comprometidos con los derechos humanos. Esta es una política consistente en la manera de pensar y congruente en la acción.

Y para aislar a los terroristas necesitamos que Europa los acabe de declarar a todos terroristas, falta por declarar terroristas a los del Eln. Hay que declararlos terroristas. Nosotros vamos a insistirle a la Unión Europea que los declare terroristas. Necesitamos que cada uno de ustedes nos ayuden para que los declaren terroristas.

Y alguien me pregunta: bueno, si los declaran terroristas ¿cómo negociar con ellos?, el día que quieran negociar, que frenen sus acciones terroristas. Si frenan la violencia, el Estado tiene toda la disponibilidad y toda la disponibilidad de negociar con ellos.

Miren queridos amigos, en este Gobierno se han reinsertado más de 4.500 integrantes de grupos violentos. El sábado cuando salí del país, además de esos 4.500 estaban llegando otros 900. El 60 por ciento de ellos de las FARC, el otro porcentaje entre Eln y grupos paramilitares. Y así como el Gobierno ha sido de riguroso para perseguirlos militarmente, también ha sido de generoso para acoger a quienes se reinserten. Los estamos acogiendo con toda generosidad.

Y esa cifra es importante, porque Colombia tuvo procesos de paz muy difundidos internacionalmente con el M-19, con el Epl y esos procesos de paz reintegraron a la vida constitucional un número de ex guerrilleros muy inferior a los 4.500 integrantes de grupos violentos que se han reinsertado en el período de este Gobierno.

Hemos hecho un gran esfuerzo para que haya policía en todos los municipios de Colombia, control institucional. Todavía nos falta mucho, ya hay Policía en todas las cabeceras municipales principales, pero hay una serie de pequeños poblados, corregimientos, veredas, que todavía no tienen policía.

Hemos hecho un gran esfuerzo para tener en 429 municipios Soldados de Mi Pueblo. Son soldados que prestan el servicio militar en el municipio donde residen, entonces se crea allí una gran solidaridad entre los soldados, la sociedad civil integrada por sus amigos, sus familiares y todos se proponen un objetivo, ese objetivo es la seguridad de su pueblo. Y todos tienen un motivo: la defensa solidaria que a cada uno se le encarga de toda la población, de toda la comunidad local.

Hemos hecho un gran esfuerzo para adoptar con escuadrones especiales de carabineros, para mejorar la inteligencia. Ese esfuerzo hay que sostenerlo y se ha hecho con impuestos derramados por mi Gobierno sobre los hombros de los sectores empresariales.

Los empresarios después de todos los esfuerzos que han tenido que pagar en mi Gobierno, deberían negarse a acompañarme a Europa. Yo me pongo a oírlos a hablar bien de Colombia y digo ‘por Dios, con todo lo que les ha costado este Gobierno, han sido muy generosos’.

Algunos sociólogos, economistas y politólogos expresan en cátedras universitarias conceptos de calificativos de nuestra clase empresarial. La clase empresarial es muy importante, hacer empresa en Colombia en un período de tantas dificultades ha sido muy difícil, y nuestra clase empresarial ha hecho enormes esfuerzos de generosidad.

Nosotros derramamos un impuesto al patrimonio, cuando empezó el Gobierno para financiar la seguridad. El año pasado la reforma tributaria derramó nuevas cargas, especialmente sobre nuestros empresarios. La inequidad social de Colombia no se debe a la empresa privada, se debe a la falta de empresa privada.

Cuando crece la empresa privada mejora el empleo formal, se elimina pobreza, se elimina miseria. Lo que pasa es que, el terrorismo no ha dejado tener una empresa privada del tamaño que se necesita en Colombia.

Entonces, ha habido desproporción dentro del crecimiento de la población acelerado y el crecimiento lento de la empresa privada. En la medida que crezca la empresa privada se abre un marco laboral de Colombia que es absolutamente equitativo.

Hay países de la Socialdemocracia, donde los trabajadores pagan todas las contribuciones a la seguridad social. En Colombia, el gran peso de contribuciones es pagado por los empresarios. El marco laboral, el marco de contribución de los empresarios al fisco y a la seguridad social en Colombia, indica que con crecimiento de la empresa el país puede derrotar la pobreza. Y además en Colombia no hay prejuicios para que participen los trabajadores.

Estamos impulsando empresas de trabajadores como ‘Acerías Paz del Río’. Hemos hecho un gran esfuerzo, como lo acaba de demostrar la presentación del codirector del Banco de la República, en la financiación de la pequeña empresa.

En Colombia hay más vocación de pequeña empresa que vocación de subalternidad laboral. Estamos con un gran sistema social de capitalismo en los servicios públicos. La recuperación de Emcali, la empresa de servicios públicos de una de nuestras más importantes capitales, tendrá un fondo de capitalización social del cual serán socios todos los usuarios. Capitalismo social de gran importancia.

Nosotros queremos construir una sociedad más cristiana en su estructura que en sus declaraciones aparentes y por eso queremos asignarle toda la importancia al capitalismo social.

Y estamos trabajando en lo que llamamos Siete Herramientas de Equidad: Revolución Educativa, Protección Social, Impulso a la Economía Solidaria, Manejo Social de los Servicios Públicos, Manejo Social del Campo, País de Propietarios y Calidad de Vida Urbana.

En todo nos falta mucho, en todo nos falta mucho, pero estamos avanzando.

Este Gobierno se propuso crear un millón 500 mil de cupos escolares en educación básica. Estamos llegando a 500 mil, falta mucho. Y quiero contarles todo con la menor susceptibilidad. La meta es difícil, pero hay que seguir trabajando porque aun en el evento en que la podamos alcanzar, todavía quedarán 500 mil niños sin cupo. Aun, si podemos alcanzar nuestra meta de crear 400 mil cupos universitarios, seguiremos teniendo una cobertura universitaria baja.

Hemos avanzado mucho con el Servicio Nacional de Aprendizaje, con el instituto estatal de capacitación para el trabajo, que se llama Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).

Este Gobierno se propuso que en su cuatrienio, que este instituto pasará de un millón de estudiantes a 4 millones. En el año 2003 ya formó dos millones 200 mil estudiantes, eso va a servir muchísimo para mejorar la productividad y la competitividad de la economía colombiana.

En el tema agropecuario, el año pasado recuperamos 160 mil hectáreas de agricultura lícita. Hemos ofrecido estímulos tributarios muy importantes a los cultivos permanentes de tardío rendimiento como el caucho, la palma africana, los frutales tropicales y la madera.

Colombia es un país de grandes posibilidades para madera comercial. Yo veo que algunos países altamente exportadores, producen por hectárea 12 metros cúbicos al año de especies maderables altamente demandadas en los mercados externos. En Colombia esas mismas especies produce el doble, 25 metros cúbicos de hectáreas al año, con una situación privilegiada como lo vimos en la presentación del doctor Luis Carlos Villegas.

Pero miren las paradojas, cuando la agricultura el año pasado creció un 5 por ciento, las cifras apenas muestran un 2 (por ciento), porque hemos incluido en nuestras estadísticas, históricamente la droga. Entonces al descender la droga, no deja ver en su real dimensión el crecimiento de la agricultura lícita.

Estamos trabajando con todo entusiasmo el tema del País de Propietarios con el microcrédito, con la participación de los usuarios en los fondos de capitalización, con la participación de los trabajadores más activamente como trabajadores en organizaciones participativas, que como trabajadores meramente en organizaciones reivindicatorias.

No hemos tenido los suficientes recursos presupuestales para financiar debidamente los subsidios de la vivienda popular, pero estamos haciendo un tránsito bien importante y esperamos contar con la colaboración de Deutsche Bank.

Estamos realizando acuerdos con los bancos para que entren a financiar la vivienda popular y el aporte del Gobierno es la garantía, a través de un fondo que ha venido funcionando muy bien. Si logramos la meta de colocar 50 mil créditos este año, estaremos dando un paso de revolución social extraordinariamente útil, de aquellas revoluciones constructivas, silenciosas.

Bogotá ha dado un ejemplo muy importante de buena administración, de transformación revolucionaria de esa ciudad en los últimos 10, 12 años está construyendo un sistema de transporte masivo rápido para construirlo, menos traumático que los sistemas tradicionales de transporte masivo –durante el proceso de construcción-, menos costoso y más eficiente.

Ese sistema de buses articulados de Bogotá lo estamos trasladando a otras 6 ciudades colombianas, es el programa líder de calidad de vida urbana de este gobierno. Yo creo que el año entrante ustedes van a ver en plena construcción el sistema en Cali, en Medellín, en Bucaramanga, en Pereira –la tierra de nuestra Embajadora- en Cartagena y en Barranquilla.

Tenemos muchos problemas, por ejemplo los pasos dados en materia de pensiones no son suficientes. Para resolver el horizonte fiscal tenemos que tomar otras decisiones muy importantes en materia pensional.

Pero también hay muchas oportunidades, y les quiero complementar la cifra que les dio el Doctor Villegas sobre la recuperación de la participación del sector privado en la composición del PIB. Hay otra bien importante.

El año pasado la adquisición de bienes de capital, diferentes al sector transporte, por parte del sector privado creció en un 17 por ciento. Eso nos ha ayudado ver si es posible, anticipar si es posible, la tarea política de luchar entre todos para que el crecimiento sea del 5 por ciento. Eso nos ha ayudado.

Este Gobierno ha tomado, si bien le ha impuesto carga a los empresarios más pesados en capital, también hemos incluido estímulos. Un estímulo: eliminamos las tarifas a la importación de bienes de capital. Yo diría que nuestra balanza con Alemania sigue siendo muy negativa para Colombia y seguramente lo seguirá siendo porque la tendencia del equipamiento de nuestra economía, estimulada también por la eliminación de esos aranceles, lleva a adquirir mucha maquinaria en un país como Alemania.

Hemos eliminado el impuesto al valor agregado para los bienes de capital de las empresas altamente exportadoras y simultáneamente se han reducido del 50 al 30 por ciento la exigencia del total de exportaciones frente al total de producido de las empresas, para calificarlas como altamente exportadoras.

Y además estamos registrando una devolución del impuesto al valor agregado que se paga por la adquisición de bienes de capital. Y en la última Reforma Tributaria se aprobó la deducción del 30 por ciento a las inversiones generadoras de renta.

Quiero agradecer inmensamente la asistencia de ustedes esta noche, su interés en Colombia, e invitarlos a formular sus preguntas, sus comentarios, sus interrogantes, y quiero cerrar diciendo pueden tener fe en Colombia. Colombia sale adelante. A Colombia no la dejamos perecer.

Muchas gracias.

 
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