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INAUGURACIÓN DE EXPOPYME 2004
Junio 02 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)


Compatriotas:

Terminó su magnífica intervención el doctor Juan Alfredo Pinto (presidente de ACOPI) con la bella cita sobre el amor de Toynbee. Déjenme decir que si alguna actividad nos conmueve hacerla con amor es la de la promoción de la pequeña y mediana empresa de la Patria. Por varias razones, déjenme citar tres:

A mí me correspondió, en la universidad pública de los años 70’s, un cuestionamiento profundo y permanente a la empresa privada. Estudiábamos era Marx. Si algo había quedado de la filosofía anterior eran las referencias de Hegel a la dialéctica. Y además teníamos que estudiar todos los continuadores e intérpretes del marxismo: Mao Tse Tung, Engels, Stalin, Lenin, Marta Harnecker, Nikos Poulantzas, etcétera.

A mi generación, que acudió a las bancas universitarias en aquella época, se le presentó el prospecto de empresa privada como un prospecto en decadencia, llamado a morir. ¡Increíble! Rápidamente el mundo dio la vuelta. Asistimos al final de la Guerra Fría, al derrumbamiento del Muro de Berlín y a la aparición de aquel libro, El Fin de la Ideologías. Nada de eso asegura la tranquila continuidad de la empresa privada.

A pesar de ese giro tan radical, que le permitió a un buen estudioso, sociólogo, decir que la lucha ideológica se había agotado, que estaba concluida y que había un triunfador que era el capitalismo, eso todo está por verse. Cada día hay que ponerlo entre interrogantes. Por eso creo yo que lo único que salva al concepto de empresa privada es la legitimidad popular, el apoyo popular a la empresa privada. Independientemente de las nuevas ideologías o de las partidas de defunción a las viejas, es el grado de aceptación de los sectores populares de los países al concepto de empresa privada, lo que finalmente salva la empresa privada.

Creo que ese grado de aceptación depende y dependerá de la capacidad del capitalismo de generar nuevas empresas y nuevos empresarios. Y eso está profundamente vinculado al marco de condiciones para que nazca, se consolide y prospere la pequeña empresa.

En síntesis, si ustedes me preguntaran: culminado un período de la furia por el marxismo, superado el período post-Guerra Fría ¿cuál debería ser la gran recomendación para salvar el concepto de empresa privada?, yo no vacilaría en responder: el fomento de la pequeña y la mediana empresa.

En la visión de Patria de una Nación sin exclusiones y sin odios, de una Nación en permanente debate pero sin acidez y sin antagonismos, buscando construir consenso, la noción de la empresa privada es fundamental. La noción de pequeña empresa es absolutamente esencial.

Y una segunda razón: es muy difícil construir cohesión social sin construir oportunidades para que nuevos ciudadanos sean propietarios. Por eso nosotros hemos propuesto Siete Herramientas de Equidad en Colombia, como parte fundamental de la reactivación social, que del lado de la reactivación económica, de la mano de la seguridad y de un avance hacia superiores niveles de transparencia, nos deben a conducir a recuperar más y más confianza en el país.

Esas Siete Herramientas de Equidad son: el impulso a la revolución educativa, el avance de la seguridad social, el avance de la economía solidaria, el manejo social del campo, de los servicios públicos, la calidad de vida urbana y el país de propietarios.

Eso tiene un elemento transversal, que es la conexión con la pequeña empresa. Nos parece fundamental. Hay esfuerzos importantes, muchos faltan. Tenemos que seguir trabajando. Creo que lo que ha pasado, por ejemplo, en la revolución educativa, le va ayudar bastante al tercer elemento que quería destacar: la posibilidad de tener mayor productividad y mayor competitividad a partir de la pequeña empresa.

La pequeña empresa definitivamente es un gran conducto para esos mayores niveles de productividad y de competitividad. La pequeña empresa es el gran medio para manejar unas relaciones laborales, de tal medida que sean más prolíficas en materia de productividad.

Y la revolución educativa nos tiene que ayudar muchísimo en eso. Un país más educado, con mejor calidad educativa, con mejores posibilidades de acceso a la educación, es un país que tiene que contribuir de manera mejor al desarrollo de su pequeña empresa, a la competitividad de su pequeña empresa.

Quisiera chequear algunos puntos con ustedes: el primero, concerniente a la revolución educativa, ¿cómo van con el SENA? Porque en la revolución educativa trabajamos cinco elementos: cobertura, calidad, capacitación técnica, ciencia y tecnología y pertinencia.

Y por supuesto, el SENA tiene una labor muy importante que cumplir en dos de ellos: capacitación técnica y pertinencia. O sea el engranaje entre aquello que se enseña y aquello que se demanda. Y por supuesto también tiene el SENA que aportar a la financiación, que continúa muy pobre en la parte de ciencia y tecnología.

Quisiera examinar a continuación con ustedes cómo va el SENA, cómo lo van sintiendo en sus empresas. Porque hemos hecho un gran esfuerzo para disminuir en el SENA los costos administrativos, para eliminar las interferencias burocráticas y para poner el SENA al servicio del crecimiento formativo del país.

En efecto, en el año 2002 el SENA capacitó millón 50 mil, millón 70 mil colombianos. En el año 2003 ya capacitó 2 millones 200 mil colombianos. Y este año aspiramos que el SENA capacite 2 millones 600 mil colombianos. Y aspiramos que en el año 2006 podamos darle el parte al país de un SENA capacitando 4 millones de colombianos por año, lo cual nos permitiría casi cuadruplicar el número de colombianos formados anualmente en la institución.

Hace poco hicimos la encuesta de empleabilidad del SENA y nos dio ya un 62 por ciento, que dista bastante de las que conocí recién iniciado el Gobierno, que estaban en el 40 por ciento. Entonces es un punto fundamental para examinar con ustedes. El tema de la capacitación técnica.

Otro tema se refiere al tema de la protección social, que es la segunda Herramienta de Equidad. Es de vital importancia y tiene profunda relación con la pequeña empresa que podamos avanzar en esa materia, que podamos avanzar en régimen contributivo de salud, en régimen subsidiado, en el programa Familias en Acción, en el programa Jóvenes en Acción, en el programa Jóvenes Rurales, en los programas sociales de beneficio a los ancianos, etcétera.

Este año nos proponemos avanzar en una afiliación al régimen subsidiado de salud de millón y medio de colombianos. Pero estamos estudiando con el Congreso una reforma para que aquellos colombianos que no alcanzan a estar en el régimen contributivo, que tampoco hayan tenido acceso al régimen subsidiado, puedan tener un seguro básico de salud, por lo menos en la etapa inicial, para las enfermedades de alto riesgo.

He tenido mucha demanda de ustedes para revisar las parafiscalidades. Pero hemos encontrado muchas dificultades para hacer una reducción de parafiscalidades, así sea selectiva. La alternativa que hemos buscado este año es la alternativa de dar subsidio de empleo a 100 colombianos. Que se focalice especialmente a egresados del SENA y a madres cabezas de familia.

Ya se ha venido entregando ese subsidio en diferentes ciudades colombianas. Esperamos que favorezca enormemente la pequeña empresa y es un subsidio que paga las cotizaciones del trabajador a Bienestar Familiar y a las Cajas de Compensación durante un año. Aproximadamente un subsidio de 370 mil, 400 mil pesos por trabajador al año, que confiamos le ayude bastante al empresario y que nos contribuya a abrir caminos para la generación de empleo.

Sobre lo cual también quisiera oír alguna opinión de ustedes, porque al no poder atender hasta hoy la sugerencia de ustedes de hacer una reducción selectiva para la pequeña empresa de las cargas parafiscales, buscamos esta alternativa, de ayudar a subsidiar la creación de empleo, así sea temporalmente, con el pago de esos 9 puntos de la nómina, inicialmente para un número aproximado de 100 mil colombianos.

Y el tercer punto que quisiera examinar con ustedes es que cómo sienten que esté fluyendo el crédito. Nosotros tenemos unas cifras buenas. Unas cifras buenas, pero seguramente altamente insuficientes frente a las necesidades de todos ustedes. Por ejemplo: en el año 2003 el crédito micro y el de mediana y pequeña empresa creció en Colombia en un 57 por ciento en relación con el año 2002. Este año en la banca comercial, en relación con el mismo período del año anterior, enero a abril, creció en un 33 por ciento. En FINAGRO un 48 por ciento y en fundaciones y otras entidades un 67 por ciento. Con un gran esfuerzo de BANCOLDEX que, como ustedes saben, ha venido a reemplazar la tarea que cumplía el IFI en este sector, dada la decisión del Gobierno de liquidar el IFI.

En el campo de la microempresa, a 30 de abril, en este Gobierno habían sido favorecidos millón 46 mil microempresarios con crédito. Se había desembolsado 2 billones 140 mil millones, un crecimiento aproximado del 50 por ciento al comparar períodos anuales.

Pero es bien importante mirar cómo vamos con el tema del crédito. Porque en todas las ocasiones que me he reunido con ACOPI, ha venido la propuesta del doctor Juan Alfredo de que creemos los fondos de capital de riesgo.

Lo que tiene el país en eso es bastante pequeño. FOMIPYME, más que capital de riesgo, es un aporte no reembolsable. Y el esfuerzo que hemos podido hacer con el SENA para programas de emprendedores también es bastante pequeño. Pero el esfuerzo que estamos haciendo con el Fondo de Garantías es un esfuerzo bastante grande, como lo acreditan las cifras.

Entonces hemos pensado que, con apoyo del Fondo de Garantías, en la medida que facilitemos el acceso al crédito, vamos a ir supliendo la necesidad que no hemos podido atender de crear esos fondos de capital de riesgo en las cantidades que ustedes lo demandan.

Y finalmente, porque quiero escucharlos a ustedes sobre ese tema: SENA, crédito, Protección Social, deseo referirme a la inquietud del doctor Juan Alfredo sobre la participación de la pequeña empresa en los tratados de comercio. Necesaria.

Los tratados de comercio son una necesidad, pero se tienen que aclimatar en la conciencia de los pueblos. La única manera como se aclimatan en la conciencia de los pueblos, es en la medida que contribuyan a la cohesión social.

Y si esos tratados de comercio ignoran la agricultura, no le dan el debido tratamiento estimulante a la pequeña empresa, esos tratados en lugar de contribuir a la cohesión social, hacen daño. Y con eso se condena a hacer unos tratados permanentemente cuestionados por los países, por los pueblos de los países signatarios.

Yo creo, Jorge Humberto Botero, ministro de Comercio, que no hay ningún problema en crear un mecanismo en el proceso de negociación del tratado de la Comunidad Andina con los Estados Unidos, para que exista esa especie de comisión de la pequeña empresa.

Con la señal que hizo, cualquier cosa que diga la daña. Entonces es suficiente. Quedamos en eso. Bueno. Entonces déjenme recoger tres o cuatro inquietudes de ustedes, inicialmente sobre el SENA. En un segundo punto sobre Protección Social. En un tercero sobre crédito. Y un cuarto sobre otros temas. Me imagino que vuelve a saltar la liebre de la DIAN.

Muchas gracias.

 
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