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CLAUSURA DEL CONGRESO DE COLFECAR
Octubre 01 de 2004 (Santa Marta – Magdalena)

Compatriotas:

Quiero saludarlos muy afectuosamente, compatriotas transportadores. Han pasado 25 meses de Gobierno y ha sido un período intenso con ustedes.

Esta mañana recordaba en Pereira que a las 4:30 de la mañana del 8 de agosto de 2002, estábamos abordando el avión presidencial para cumplir la palabra empeñada y llegar antes de las 6 de la mañana a Valledupar y empezar con los soldados y policías de la Patria, la idea de devolver la tranquilidad a las carreteras.

No hemos logrado lo óptimo, pero hemos avanzado, hemos avanzado por el sacrificio de nuestros soldados y policías y hemos avanzado por la disposición al riesgo de ustedes, transportadores de mi Patria.

Esa es una tarea que tiene que sostenerse. Mientras la subversión, el terrorismo en todas sus expresiones ha tenido en Colombia estrategias de largo plazo, las políticas de seguridad han sido cortiquiticas y furtivas. Por eso repito, Colombia necesita una política de seguridad a largo plazo y además absolutamente firme. Cualquier debilidad en la política de seguridad, es un espacio que le permite al terrorismo recuperar terreno. El terrorismo es una maleza que se reproduce con mucha fertilidad, por eso la política de Seguridad tiene que tener toda la energía y toda la sostenibilidad para poder finalmente derrotarla.

Vamos a continuar en esa tarea, todos los días ajustándola. La generación de mis compatriotas que corresponde a mi edad, no hemos vivido un día en paz. Creo que ese no es el país que le debemos legar a las nuevas generaciones. Nosotros queremos que los que vienen detrás, la juventud, la adolescencia, los niñitos y los que habrán de venir, vivan en una Colombia que les garantice felicidad, que les garantice tranquilidad.

Al bajarme del avión esta tarde en Santa Marta, logré hablar por teléfono con el papá de la niñita secuestrada en Bogotá que asesinó las Farc. Una llamada para mí muy difícil de realizar. No sé que es peor, si la tristeza de hablar con el señor o el dolor de tener la cobardía de no hablar con él. Qué cosa tan dura, uno no quiere que eso siga pasando. Por eso no puede haber aquí Estado débil, no puede haber Presidencia débil, no puede haber política de seguridad débil.

A toda hora, anestesiados frente a esos crímenes y rogándoles a esos bandidos que arreglen el problema y ellos distraídos mirando para otro lado y procediendo con esa capacidad sanguinaria.

Protestan muchos, que los han defendido históricamente, que protesten. General Montoya, comandantes del Ejército y la Policía: mientras algunos protestan, que nosotros avancemos hasta que los derrotemos del todo. En eso no hay misterio, lo mismo que hablamos en privado es lo que hablamos en público, porque esta Patria ha sufrido muchísimo.

Es muy difícil en la Patria que no ha tocado vivir, hacer empresa y hacer empresa de transporte. Cuántas dificultades les ha tocado a ustedes con la violencia, el mal estado de las carreteras, cuántas dificultades les ha tocado también con la competencia desleal. Mientras hubo una economía bastante deprimida que apenas empieza a reactivarse, también en algún momento se creo una sobreoferta de transporte por el muy anémico comportamiento de la economía que trajo para ustedes innumerables dificultades, pero creo que con la ayuda de Dios y de todos los colombianos, vamos por un camino para salir adelante.

Yo había visto interés por invertir en Colombia por épocas. En algún momento un interés grande para invertir en petróleo, en otro momento un interés grande para invertir en carbón, pero eran intereses dirigidos a un sector y muy limitados en el tiempo. Descubrimos Caño Limón, Cusiana Cupiagua, nos sentimos inundados de petróleo, descuidamos la promoción de inversiones, el avance de la exploración y estamos hoy en la víspera de perder la capacidad exportadora, de perder la autosuficiencia. Y lo que hemos visto en las últimas semanas, lo que constatamos hace dos días en Nueva York, es un interés sin antecedentes para invertir en Colombia y en todos los sectores. Los colombianos que habían sacado su platica, la quieren volver a traer.

Los extranjeros me decían esta semana en la Bolsa de Nueva York: ‘Colombia está de moda’. Por eso tenemos que cuidar muy bien la recuperación de esta economía, porque necesitamos tener una tasa muy acelerada de crecimiento, es lo único que nos permite generar empleo. Voy a referirme allí a algunos temas, que hay que proyectarlos a futuro muy claramente, porque pueden ser obstáculos al crecimiento y el crecimiento nos va respondiendo.

Miren, entre 1960 y 1980 la economía colombiana creció más o menos al 45 (por ciento). Del 80 a la fecha venía creciendo venía creciendo al 2 (por ciento), eso es nada, eso es nada para las necesidades de empleo del país.

Cuando empezó este Gobierno, en medio de un cuadro dramático de la economía colombiana: 54 por ciento de endeudamiento, habíamos pasado de principios de los años 90 de un endeudamiento del 15 a 24 (por ciento) a un endeudamiento del 54 por ciento del PIB en el 2002. De cada 100 pesos de presupuesto, 40 se gastaban en servicio de deuda.

Déficit. Había pasado del 1.5 (por ciento) de principios de los años 90 al 4.2 (por ciento) en agosto de 2002. Lo hemos rebajado al 2.8 (por ciento). La gente no quería invertir, se nos había caído totalmente la inversión privada. Afortunadamente, esa inversión quiere situarse este año alrededor del 20. Hay sectores que están invirtiendo en bienes de capital, con crecimientos del 25 por ciento como el industrial.

Hoy el DANE confirmó las cifras de crecimiento del primer semestre, con droga 4.32 (por ciento), sin droga 4.5 (por ciento). La droga la encontramos en 160 mil hectáreas, terminamos diciembre del año pasado más o menos con 90 mil y aspiramos este año terminemos diciembre con no más de 60, 65 mil y la idea es: Colombia sin una mata de droga.

Cuando empezó el Gobierno, en medio de ese difícil panorama de la economía, fuimos muy cautelosos Congreso y Gobierno, en las proyecciones macroeconómicas. Para el año pasado nos propusimos crecer al 2.5 (por ciento) y crecimos alrededor del 4 (por ciento). Para este año era entre el 2.5 y el 3 (por ciento) y con la ayuda de Dios vamos a crecer por encima del 4 (por ciento), hay que hacer un empujoncito para crecer al 5 (por ciento) y hay que poner al país en una senda de crecimiento por encima del 5 (por ciento), sostenida en el tiempo.

José Leivobich, subdirector de Planeación, estima que si logramos cumplir esa meta, podremos ver una reducción del desempleo en no mucho tiempo a un dígito.

El desempleo ha sido otro drama. Entre el año 1994 y el año 2000, en 6 años el desempleo de los jefes de hogar saltó del cuatro al 10 por ciento y el desempleo general salto del 7.5 (por ciento) a casi el 20 por ciento. Lo hemos reducido en tres puntos en este Gobierno, pero todavía es muy alto y no lo reducimos sino haciendo crecer esta economía.

La pobreza. Lo que más ha generado pobreza en Colombia es la falta de inversión privada. Simplemente comparen el trabajador de salario mínimo de una empresa de ustedes organizada, en donde el trabajador tiene el salario mínimo, súmeles las prestaciones, la afiliación a la seguridad social, el subsidio de transporte y compárenlo con un vendedor informal, que está ahí en la acera de la oficina de la empresa, por mal, en la empresa de ustedes ganan tres, dos y medio o tres veces lo que gana el informal.

¿Qué le pasó a esta Patria? Esa falta de confianza, de crecimiento de la empresa privada, hizo que el pueblo colombiano se tuviera que volcar a vivir en la informalidad de la miseria. Por eso he dicho en todos los foros –para contrarrestar demagógicos y populistas discursos de política social, que le han calentado el oído a los colombianos, que han sido discursos muy bonitos, pero que en la práctica han producido perversos resultados-: que en Colombia, el drama de la pobreza no es porque hay empresa privada, sino porque no ha habido suficiente empresa privada. Y en este momento de definiciones ideológicas para el futuro de la Patria, es de gran importancia hacer esta pedagogía, queridos amigos.

Hacer empresa privada en Colombia no es fácil. Comparo a Colombia con países que se llaman socialistas por sus gobiernos, porque todavía se sienten en la economía marxista, una empresa privada que hace un convenio con el Gobierno de Cuba, le dan exenciones mientras recupera la inversión y de ahí en adelante todo lo que paga es el 30. Empiecen ustedes con el impuesto predial, sigan con Industria y Comercio, súmenle seguridad social, parafiscales, después paguen renta, sobre tarifa de renta y paguen patrimonio.

Aquí hacer empresa privada es difícil. Por ejemplo en Chile, toda la seguridad social la paga el trabajador. El trabajador paga la totalidad de la afiliación a las pensiones y la totalidad de la afiliación a la salud, aquí la mayor parte la paga el empleador.

Hay que hacer empresa privada todos los días más generosa con los sectores pobres, todos los días más fraterna, todos los días más cristiana, pero no nos puede dar pena defender la empresa privada, no nos puede dar pena defender la tesis de que el crecimiento de la economía es el presupuesto necesario para derrotar la pobreza, sino ¿qué repartimos?

Al discurso social, que cree que hace política social con demagogia, frenando el crecimiento de la empresa privada, le respondo: ¿Entonces cómo hacemos política social, de dónde sacamos los recursos? No nos queda ni que repartir. Es muy importante tener esto en cuenta, amigos. Ahora, con un crecimiento acelerado de la economía, podemos mostrar un decrecimiento más acelerado de la pobreza.

Hace pocos días nos reuníamos con el profesor Kakwani, quien dirige el Centro Internacional de Lucha contra la Pobreza, él es hindú, está radicado en el Brasil, hablábamos del IVA. Decía: no se preocupen tanto, el problema de la pobreza no se resuelve por el origen de la tributación sino por la manera como se aplique el gasto.

Y nos decía: lo importante es que ustedes vayan reduciendo la pobreza, por lo menos en el mismo porcentaje en que crezca la economía. Y cuando uno ve esa relación, llega a la conclusión que el único camino que tenemos es un crecimiento acelerado de la economía, para poder tener un decrecimiento acelerado de la pobreza.

Y vemos que hemos progresado pero también tenemos obstáculos. Un obstáculo importante para destacar aquí, no sólo para Colombia sino para el mundo entero, es la escasez de energéticos.

Algunas personas estiman que en 50 años el mundo no estará consumiendo petróleo. 50 años para semejante transformación es un período muy corto, hay que empezar rapidito. Entonces la política de sustitución de petróleo tiene que una política energética integral.

Hablemos primero de petróleo. El país en el año 1992 exploró 28 pozos, 10 años después exploró 10. Claro, nos creímos llenos de petróleo con Cusiana, Cupiagua, con Caño Limón, creímos que eso no se iba a acabar. Y mientras nos pasó la borrachera nos encontramos en las vísperas de una emergencia.

El Gobierno ha tomado una serie de medidas y la inversión va respondiendo. El año pasado se exploraron 28 pozos y con la ayuda de Dios exploramos entre 28 y 30, ha crecido el área de sísmica, ya adjudicamos una concesión de 4 millones de hectáreas aquí en el Caribe, en las aguas territoriales de Colombia.

Algunas compañías que habían tomado la decisión de irse la han rectificado, se quedan en Colombia y están aumentando inversiones en Colombia. Otras que se habían ido están regresando.

Por ejemplo, esta concesión se adjudica a un consorcio integrado entre Petrobras, de Brasil; Ecopoetrol, de Colombia y la Exxon Mobil. Yo confío que si seguimos con este ritmo podemos recuperar una producción que nos garantice autosuficiencia y capacidad exportadora, pero va a tomar tiempo y exige continuidad.

Mire, hemos pasado de 10 a 28 y 30 exploraciones por año, pero necesitamos 57. O sea que todavía nos falta mucho.

Hay que hacer esfuerzos grandes. Aquí el señor Drummond nos contaba esta semana en Nueva York que va a empezar a generar 200 kilovatios con gas procesado a partir de carbón. Ahí tenemos que hacer un gran esfuerzo y tenemos que mirar cómo producimos diesel a partir de carbón.

El diesel, tema muy familiar a ustedes, es un tema bien delicado porque agotamos la capacidad de producir diesel en Colombia y para poder atender la demanda estamos degradando combustible de avión a un altísimo costo.

La política energética tiene que ser integral. Ahí estamos trabajando el gas. Creo que las extensiones de contratos van a ayudar mucho en gas y en petróleo, para que quienes tienen esas asociaciones y esas concesiones anticipen unas inversiones que nos permitan potenciar y extender la producción de esos pozos mientras llegan nuevos hallazgos.

Confío en que lo hemos venido encontrando en gas le ayuda al país y creo que hay que seguir acelerando la gasificación del parque automotor. Nos habíamos propuesto convertir a gas 10 mil vehículos por año en este Gobierno y en eso nos estamos excediendo con creces. Es una de las reflexiones que yo quiero dejar en las mentes de ustedes.

Estudiemos con el Ministro del Transporte (Andrés Uriel Gallego) y de Minas (Luis Ernesto Mejía) cómo aceleramos la gasificación de automotores en Colombia. Yo creo que la celeridad en esa materia nos puede dar mucha tranquilidad ante la incertidumbre de petróleo y gasolina

En el tema de carbón vamos bien. Da unas cifras bien elocuentes el gobernador de Magdalena. Estamos pasando de exportar 32 millones de toneladas en el año 2002 a 54 millones de toneladas este año y se esperan crecimientos muy importantes en los años que vienen.

Ojalá podamos darle usos alternativos al carbón en Colombia, producir otros combustibles a partir de carbón que es lo que el país va necesitar acelerar eso.

Es bien importante la visión de los combustibles alternativos. Para este Gobierno es fundamental, por eso hemos introducido una serie de estímulos tributarios. El primero para la energía eólica. Gracias a ese estímulo, EPM de Medellín tiene ya unos molinos para 20 mil kilovatios en La Guajira. Es muy poquito, La Guajira tiene capacidad de producir 4 millones de kilovatios o 5 millones con brisa.

Los biológicos. Introdujimos un estímulo tributario para el alcohol carburante. No perdonamos el impuesto de renta, pero sí aliviamos la situación del consumidor para hacer viable que el alcohol carburante entre. Por eso se eliminó el IVA, el Impuesto del Valor Agregado.

Además se hizo la reglamentación y se permitió que ya se tomaran decisiones muy importantes en 3 ingenios del Valle del Cauca, 1 del Cauca y otro de Risaralda.

Con la ayuda de Dios en el último trimestre del año entrante tendremos la producción de un millón de litros diarios de alcohol carburante. Eso nos tiene que dar más seguridad en disponibilidad de combustibles, es un gran paso para la generación de empleo y es un gran paso ecológico y de aseguramiento del abastecimiento.

Mañana tenemos un Consejo Comunal en Villeta, donde vamos a encontrar un terrible problema que es el de los paneleros y yo creo que por la vía de avanzar con alcohol carburante, inicialmente en el Valle del Cauca, en Risaralda y en el norte del Cauca, ojalá en la Hoya del río Suárez donde hay tres o cuatro proyectos que estamos impulsando, ojalá en Villeta en la ladera cundinamarquesa, ojalá en Vegachí, en el norte de Antioquia, yo creo que podemos hacerle un gran aporte a la oferta de energéticos en el país, a la generación de mano de obra.

Tengo confianza que vamos a ver producción de alcohol carburante a partir de yuca en un gran proyecto en el Cesar y en un proyecto experimental de gran importancia en los Llanos Orientales.

Y vemos con mucha ilusión la posibilidad del biodiesel. El país, cuando comenzó el Gobierno, tenía 170 mil hectáreas sembradas de palma africana y este año vamos a terminar con 230 mil, pero este país puede sembrar 3 millones de hectáreas de palma. Por eso queremos acelerar esas siembras con estímulos tributarios y darle al diesel proveniente de biológicos como el aceite de palma, el mismo tratamiento que al alcohol carburante.

La honorable Cámara de Representantes en su Comisión y en Plenaria aprobó ya ese tratamiento, falta ahora el Senado de la República, por eso a los senadores que nos acompañan hoy los invito muy respetuosamente, a Luis Vives y a Salomón Saade, a que nos ayuden a tramitar esto en el Senado, porque creo que es un paso muy importante para el aseguramiento de energéticos en el país.

Confío en que podamos lograr que el sector privado definitivamente invierta en hidroeléctricas en Colombia. Nunca lo ha hecho, simplemente las ha comprado, pero no las ha construido.

Y nos estamos integrando con otros países. Hoy estamos exportando una cantidad apreciable de energía al Ecuador, hemos mejorando la integración con Venezuela, ahora que se hizo la interconexión de Puerto Carreño.

Los países centroamericanos han aceptado que Colombia haga parte del plan Panamá Puebla para avanzar en 3 obras de infraestructura: la línea de interconexión eléctrica. En la medida en que esa línea nos conecte con el mercado centroamericano se crean estímulos automáticamente para que el sector privado invierta en hidroeléctricas. Las regiones están pitando por sus hidroeléctricas, Santander por la de Sogamoso; Antioquia por la de Pescadero, etcétera, hay que conseguirles primero los mercados.

Es bien importante también el gasoducto en dos fases, una primera de La Guajira a Maracaibo. Colombia tiene unas reservas de gas mínimas frente a las de Venezuela. Pero Venezuela tiene el gas en el centro oriente y no tiene conexión con el occidente. Por eso nos hemos comprometido a darle gas a Maracaibo desde la Guajira, pero eso nos va a ayudar porque en el futuro cuando Venezuela haga su interconexión se puede convertir en un abastecedor de Colombia.

Y continuar ese tubo por el Caribe colombiano a Panamá para conectarlo con el plan Panamá Puebla. En el acta que firmamos hace dos o tres meses con el presidente Hugo Chávez, Colombia se comprometió a permitir que Venezuela construya un poliducto, uno o dos tubos, de Maracaibo al Pacífico para poder exportar su petróleo y derivados en barcos post Panamá hacia el Asia desde un puerto colombiano.

Eso le facilita a Venezuela esa exportación, eso le facilita a Colombia contar con otro puerto en el Pacífico y eso se constituye en una fuente alternativa de abastecimiento de combustibles. Vamos a continuar con esa tarea.

El otro punto acordado con el plan Panamá Puebla es avanzar en la carretera. El tramo que nos falta en la carretera Panamericana. El Ministro tiene el encargo de convenir con el Ministro de Panamá, el sitio de encuentro de la carretera. Convenido ese sitio tenemos que de inmediato a gestionar los recursos para hacer el trayecto colombiano.

Quiero hablarles de la situación fiscal.

Si bien hemos reducido el déficit fiscal, los requerimientos de Colombia son muy altos, todo el mundo le pide a uno más y más inversión. Esta mañana, reunido con una representación muy numerosa e importante de concejales de la Patria en Pereira, todos pedían seguridad social, remuneración no solamente honorarios sino remuneración de salarios, prestaciones, etcétera.

Ustedes con justa razón se quejan del mal estado de las carreteras. Tienen toda la razón. La patria necesita por todo lado inversiones y es difícil manejar estos requerimientos de la patria con el déficit fiscal que nos agobia.

Si bien se ha hecho aquí un esfuerzo muy grande hay que hacer un esfuercito adicional. Yo por eso he pedido a los colombianos una reflexión sobre el IVA. Tenemos un 47 por ciento de bienes y servicios que no pagan IVA.

¿Entonces cuál es el espacio que le queda a uno? La tarifa de renta no resiste que la elevemos. Se ha hecho un gran esfuerzo con patrimonio. Ayúdenme a esto. Algunos dicen: no es que se les dan estímulos a los ricos para cobrarle IVA a los pobres.

¿Ustedes saben solamente este año en cuanto ha crecido el recaudo del impuesto de renta? Sin contar a Ecopetrol en un 30 por ciento y contándolo en un 38 por ciento.

Este Gobierno ha metido la mano al bolsillo a los ricos y han contribuido muy generosamente al fisco colombiano.

Hay que hacer un esfuercito en IVA. Yo recuerdo al profesor Kakwani: cobrar IVA, moderado y razonablemente, no empobrece a la gente, lo que la empobrece es no hacer inversión social, lo que la empobrece es que la economía no crezca. Es bueno preguntarse: ¿es mejor hacer un esfuercito en IVA, tener una platica y mejorar la inversión o simplemente acudir a unas elecciones a decir: no dejamos crecer el IVA, pero tampoco se pudieron hacer las inversiones?

Y tenemos que hacer un esfuerzo en pensiones. Cuando la deuda de la Nación es del 50 o del 54 por ciento del PIB, la deuda de las pensiones es del 170 por ciento o 180 del PIB.

Uno porque en contabilidad pública mantiene la deuda de pensiones por debajo y el resto por encima, pero son igualmente exigentes ambas.

¿Cómo les parece el susto para cualquier inversionista donde uno le sume a la deuda explicitada la de las pensiones que está por debajo? Ya no apareceríamos con una deuda del 50-54 por ciento sino con una deuda del 230 o del 240 por ciento.

Por eso estamos haciendo esfuerzos, el que no se pudo lograr en el Referendo, por eso le estamos pidiendo muy respetuosamente al Congreso que le ayudemos al país, que eliminemos por reforma constitucional los regímenes privilegiados, para poder garantizar el pago de las pensiones de la gente mas pobre, para poder equilibrar estas finanzas, para que podamos pagar pensiones y hacer otras inversiones sociales.

Ese es un tema bien delicado. A mí me preocupa mucho llegar a diciembre sin tener aprobado en primer debate el acto legislativo o de reforma constitucional sobre pensiones, porque durante muchos años se le dijo al país, unos decíamos cuidado que se van a agotar las reservas del Seguro Social y se nos contradijo.

Que no, que no se iban a agotar. Se agotaron. Ahora necesitamos tramitar urgentemente una adición tributaria para pagarle a los pensionados del Seguro porque ya se agotaron las reservas.

¿Saben cuánto tiene que trasladarle el Gobierno al Seguro este año? Alrededor de 1,8 billones de pesos y el año entrante alrededor de 4 billones. Entonces la situación es difícil.

Si va bien la economía colombiana, si el país está de moda y todo mundo quiere invertir en él, acabemos de arreglar este tema fiscal. Eso no se arregla nunca del todo, pero pongámoslo manejable y quiero apelar a ustedes para que como sector de opinión tan importante nos ayuden con una especie de catéquesis, de pedagogía sobre estos temas.

Miren, yo creo en el orden, en la autoridad. Sin eso no hay libertades. Creo en el Gobierno firme, pero no en el Gobierno altanero. Creo en el Gobierno firme, pero no en el Gobierno con sevicia. Creo en el Gobierno firme, pero también en el Gobierno razonable. No soy experto en transporte, la vida pública lo vuelve a uno experto en nada. Pero le pregunto constantemente a los que saben, sobre una u otra petición, en medio de las dificultades del transporte, está hoy un poquito menos mal que hace dos años. Tenemos ese lío del petróleo, con petróleo a cincuenta dólares, a cincuenta dólares y con la proyección colombiana de declinación de producción, la situación es muy difícil. Y tenemos el lío de las carreteras. Nosotros encontramos casi todas las concesiones en pleito.

En pleito concesiones viales en la Costa, Commsa en pleito, hoy resuelto pero esperando un fallo del Concejo de Estado. Tres concesiones en Antioquia en pleito. Esas están resueltas. Falta formalizar uno de eso arreglos. La doble calzada del Eje Cafetero en pleito. Está resuelto el pleito, estamos esperando que termine de aprobar el arreglo un tribunal de arbitramento. No hemos podido hacer el arreglo total de la del llano etc.

Súmenle a eso los pleitos en ferrocarril, los pleitos en aeropuertos, los pleitos en Telecom. Telecom tenía con nueve asociados pleitos. Así nadie invierte en el país. Nadie invierte en el país. Un país donde aquel que hace un negocio con el Estado termina en un pleito, es un país que espanta a la gente para no hacer acuerdos con el Estado.

Por eso este Gobierno se ha dado la tarea de arreglar eso litigios, sobre tres bases: aplicando el ordenamiento jurídico una. Dos, con obligaciones equitativas, con justicia equitativa, y tercero, con transparencia de cara al país.

Eso arreglos se ha hecho con el pleno conocimiento del país, de cara al país. Por ejemplo a Telecom le hemos pedido: usted no firma un arreglo sin publicar previamente el acuerdo al que logrado llegar con su contraparte. Y así vamos a seguir.

Pero uno de los líos que teníamos con esas concesiones viales, era el lío derivado de unas proyecciones de crecimiento de tráfico que no se cumplieron, de unas seguridades que dio el Estado. Con una de ellas solo había un reclamo de 170 mil millones y siga. Entonces eso nos crea también dificultades adicionales en el presupuesto, por pagarle a las concesiones tenemos que dejar que mantener las vías y nos crea dificultades en los peajes. Pero si esta economía se sigue recuperando, yo creo que ahí vamos resolviendo esos líos.

Creo en eso, en el Gobierno de la autoridad pero en el Gobierno con razón, la autoridad tiene que ser un proceso argumental. Tiene que ser un proceso de persuasión, la autoridad no puede proceder ciegamente. La autoridad no proceder irracionalmente. Creo que la respuesta que ha dado el Ministerio a los camioneros de la Patria, son respuestas que tiene razón. Quiero desde aquí hacerle un llamado a todos los camioneros: hombre, que normalicen la situación de una vez. Que hagan eso por la Patria. Este Gobierno es un Gobierno de orden, pero no es un Gobierno de sevicia.

Al entrar a este recinto volví a hablar con Nemesio Castillo. Yo le había dicho esta mañana a raíz de una llamada de él: mire, Don Nemesio, llamé al Ministro, yo estaba en Pereira, el Ministro aquí. El Ministro y yo encabezamos unas reuniones con usted y con todos, con todos quienes intervienen en la cadena de transporte para mirar cómo arreglamos definitivamente esto, qué nos falta en reglamentaciones, cómo cambiamos otras, cómo ajustamos, cómo creamos un marco de condiciones que garantice relaciones transparentes, equitativas, fraternas, entre todos los que intervienen en la cadena y de ellos con el Estado. Yo le mandé incluso una declaración que alcanzamos a redactar, ahora volví a hablar con él, le dije: hombre, voy a entrar a Colfecar, qué bueno dar aquí una buena noticia. Dijo: ‘Presidente, es que al Gobierno no le importa mucho este gremio de camioneros’. ¿Cómo que no le importa? Le importa mucho, Don Nemesio. Inmensamente.

Yo le había dicho esta mañana empecemos las reuniones el martes a las siete. Ahora me dijeron que nos reuniéramos esta noche o mañana o pasado mañana. Yo le dije: vea, mañana tengo un concejo comunitario que no va a ser fácil en Cundinamarca, en Villeta. Nos podemos reunir el domingo por la mañana, pero el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo, el Ministro, el país entero, la Fuerza Pública. Reunámonos, pero den esta noche o mañana noticia de que el paro está levantado. Reunámonos sin paro. Yo me reúno con ustedes el domingo, ya sin paro, después de que previamente hayan dado la orden de levantar el paro, y empezamos una serie de reuniones en la Presidencia de la República, para buscar todos los acuerdos que se requieran.

Les he hecho esa propuesta. Quiero llamar a los camioneros a que normalicen totalmente la situación. Que la normalicen y el Gobierno tiene disposición de diálogo, hay por supuesto limitaciones legales, económicas, pero ahí de buena voluntad vamos encontrando alguna salida. En la certeza de que el transporte está hoy menos mal que hace dos años. Está menos mal que hace dos años. Ojalá lográramos que el gremio diera esa orden y mientras tanto sí les quiero pedir a ustedes, agradecerles el esfuerzo que han hecho, y pedirles que todos los camiones estén en las carreteras.

A esos camiones les han dado ya un poco de días de vacaciones, saquen esos camiones a las carreteras. Aquí no saca vacaciones el Gobierno, ni sacan vacaciones ustedes, cómo van a tener los camiones ya en más de dos semanas de vacaciones. Y la Fuerza Pública está dispuesta a continuar con su tarea a ver cómo les garantiza que esos camiones puedan transitar tranquilamente.

Saquen todos camiones a las carreteras, uno; dos, que se levante el paro, y tres, hablamos, empezamos conversaciones de inmediato. Estoy listo para empezar esas conversaciones el domingo. Es mi invitación, la hago, espero transmitir, en la actitud, esta idea. Es un Gobierno de orden pero no quiere ser un gobierno irracional. Es un Gobierno de autoridad, pero no de sevicia. Es un Gobierno de firmeza, pero no de intemperancia. Es un Gobierno de firmeza, pero no de vanidades. Pero cómo les parece: si yo primero me siento a conversar sin levantar el paro, desautorizo todo ese enorme esfuerzo del Ministro, de la Fuerza Pública, de quienes se han atrevido a sacar los camiones a las carreteras. Entonces creo que el pedirles que levanten primero el paro y en seguida nos sentamos, es un pedido sobre esa razón. Es un pedido razonable que yo les quiero repetir muy respetuosamente a todos los camioneros colombianos desde este marco del Congreso de Colfecar y desde esta bella ciudad de Santa Marta”.

 
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