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HOMENAJE A LA PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES ZULEMA JATTIN CORRALES
Septiembre 24 de 2004 (Montería – Córdoba)

Compatriotas:

Siempre que llego a esta tierra siento especial alegría. Veo aquí infinitas posibilidades para Colombia. Esta tierra está dotada de gran cantidad de recursos naturales, tiene una posición estratégica y tiene una condición humana excepcional en sus habitantes: espontaneidad, laboriosidad, capacidad de aprendizaje, toda la posibilidad de construir capital social.

Y hoy vengo con especial alegría para participar de este homenaje que le hace la Corporación Universitaria del Sinú a la Presidenta de la Cámara de Representantes, hija de esta tierra, que apenas en su juventud acredita una hoja de servicios de excelencia y que se perfila como una esperanza para la renovación democrática de Colombia.

¿Por qué el liderazgo de Zulema Jattin Corrales? Por su estudio, por su dedicación al trabajo, por su afecto a la comunidad, por su permanente sentimiento y expresión de solidaridad. Licenciada inicialmente en Ciencias de la Información, especializada en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, hizo la maestría en Ciencias Políticas, en Derecho Constitucional y Marketing político, diplomada en Gestión Pública, invitada por el Gobierno Español para realizar estudios de especialización en sistemas de expertos de comunicación.

Un esfuerzo académico encomiable. Bien lo decía Abelardo de la Espriella, que cuando muchos de los contemporáneos de Zulema Jattin estaban en actividades frívolas, ella se encontraba dedicada a este gran esfuerzo académico que tenemos que destacar y que su pueblo lo valora, y que tan útil ha sido para la tarea de servir a la comunidad en que se ha empeñado Zulema.

Además se ha mantenido en un proceso de aprendizaje permanente. No quedó tranquila con los títulos universitarios. Uno advierte en ella una vocación de estudio de todos los días, una vocación permanente de actualización.

Y las tareas públicas que ha conducido, las ha conducido siempre con absoluta transparencia. Allí tenemos las condiciones de liderazgo, transparencia, estudio con vocación de actualización permanente, afecto por la tarea en favor de la comunidad, y trabajo, dedicación.

Qué bueno que una tierra con tantas posibilidades y al mismo tiempo con tantas dificultades, vea destacarse un liderazgo nacional de la importancia del liderazgo de Zulema Jattin. Cuando veo las dificultades en todos los órdenes: en el orden económico, en el orden fiscal, en el orden social, en el orden público, pero también veo los liderazgos colombianos como el que ella representa, miro el presente y el porvenir de la Patria con realismo para reconocer los obstáculos, pero con optimismo, porque sé que con la madera humana con que contamos podemos salir adelante.

Preocupación permanente del discurso político de nuestros tiempos es la lucha contra la pobreza. Este Gobierno ha buscado recuperar la confianza de los colombianos en las instituciones, como el primer presupuesto para que la Nación avance. Todo se puede lograr si hay credibilidad en las instituciones. Nada se logra aun en un escenario de abundancia de recursos, si no hay credibilidad en las instituciones.

A Zulema Jattin le ha correspondido el despuntar de su liderazgo, la cronología de su generación en coincidencia con fenómenos bien delicados de la Nación. Este departamento, por ejemplo, vio que la institución se derrumbó cuando no hubo atención del Estado Central a la incursión de los violentos. Y también sintió que, en nombre de la paz, se volvió a romper la institucionalidad. Si algún departamento lleva años perdidos de institucionalidad por lo que hicieron unos violentos y por lo que quisieron recuperar otros violentos, es Córdoba. La recuperación de la institucionalidad aquí es un imperativo, como usted siempre lo ha reclamado y como usted siempre lo ha apoyado, señora Presidenta de la Cámara. En esa tarea tenemos que persistir, amigos cordobeses.

Pero le ha correspondido a su liderazgo político, emerger en la vida nacional asistiendo a otros dramas. Esta Patria nuestra, entre el año 1994 y el año 2000, en ese corto periodo, vio que ocurrió lo siguiente: el desempleo de jefes de hogar pasó del 4 al 10 por ciento. Y en ese mismo periodo, entre 1994 y el año 2000, el desempleo general saltó del 7,5 casi al 20 por ciento.

Esta Patria nuestra ha vivido lo siguiente en materia de evolución de crecimiento económico, que no se dice cuando se invoca el discurso de la pobreza: en los 60 hasta los 80 la economía creció casi al 5 por ciento. De 1980 a la fecha ha tenido el crecimiento anémico en promedio del 2 por ciento.

Entonces con esas circunstancias en las que le ha correspondido abrirse a usted paso en el liderazgo político nacional, se encuentra perfilada una situación de la Nación bien difícil, que por fortuna cuenta con liderazgos juveniles de extraordinaria dimensión como el suyo.

El déficit y el endeudamiento son mayúsculos. A principios de los años 90 el país veía con absoluta tranquilidad la situación de las finanzas públicas. La Constitución del 91, llena de virtudes pero también con excesos de gastos, se convirtió en el primer factor para ir creciendo nuevamente ese déficit. Déficit que no se enfrentó, déficit que no vio un Estado dispuesto a corregir las tendencias de gasto público en la Nación, déficit que no vio una administración nacional dispuesta a introducir austeridad.

Y llegamos al año 2002 con un déficit general del 4,2 por ciento. El más grave de todos, el del Nación, del 6,3. Porque qué hace la Nación con decir que el déficit de los departamentos y de los municipios es menor, o que ya en algunos hay superávit, si con eso no puede subsanar sus falencias fiscales.

Por eso ha sido necesario trabajar en un Estado Comunitario, un Estado con mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, un Estado con mayor participación de la ciudadanía en la ejecución de decisiones y un Estado con mayor vigilancia ciudadana, y nuestra propuesta de Estado Comunitario ha recibido de Zulema Jattin un gran respaldo.

Un gran respaldo en la pedagogía política para cimentar ese concepto de Estado Comunitario en el corazón y en la conciencia del pueblo colombiano, un gran respaldo para incorporarlo al Plan Nacional de Desarrollo del cual fue su ponente y un gran respaldo para exigir su ejecución a lo largo y ancho del territorio nacional.

Nosotros tenemos que llevar de la mano para recuperar la credibilidad institucional la lucha contra la violencia, la lucha por la transparencia, la lucha por la recuperación de la economía y la lucha por la recuperación social, que es la lucha para derrotar la pobreza.

Nos hemos propuesto avanzar en una tarea de crecimiento económico. Las decisiones que en unos casos ha tomado el Gobierno en campos en los cuales es competente, en otros casos en compañía del Congreso y en otros casos a través del Banco de la República, buscan crear las condiciones macroeconómicas para lograr un crecimiento sostenido de la economía superior al 5 por ciento. Con crecimientos económicos del 2 por ciento, como ha sido el promedio entre el año 1980 y la fecha, no vamos a resolver el problema del empleo y no vamos a resolver el problema de la pobreza.

Necesitamos recuperar la economía agrícola, la economía agropecuaria. Esa no es una tarea fácil. El país había destruido la clase empresarial del campo. Recuerdo el análisis de sociólogos y economistas, cuando Gorbachov trató de recuperar el campo ruso, en las fases iniciales de la apertura socialista.


Empezó a buscar empresarios del campo y campesinos, para que ellos pudieran asumir el liderazgo de recuperar el campo y no los encontró. Stalin había destruido la clase empresarial del campo. Construir clase empresarial del campo toma mucho tiempo. Se destruye en un minuto. Colombia había destruido un amplísimo porcentaje de la clase empresarial del campo.

No ha sido fácil en estos dos años lograr un crecimiento de la economía agrícola del orden del cinco y medio por ciento. Las cifras son dos: una cuando se mide ese crecimiento solamente en lo relacionado con la agricultura lícita y otra, por una distorsión de la mentalidad colombiana, cuando se le mide incorporado a la economía de la droga.

Por un lado ha venido creciendo la economía lícita y por otro lado, decreciendo la economía de la droga. El país tenía 150 mil hectáreas de droga. Terminó en diciembre del año pasado con 100 mil. Confiamos que podamos terminar este año con 30 o 40 mil menos. Y simultáneamente, hemos tenido que hacer un esfuerzo inmenso, inmenso en materia de control de gasto público. Entonces, lograr que la economía lícita, en un marco de restricción del gasto público, y en un marco de una batalla frontal frente a la droga, presente ese crecimiento es un buen punto. Lo importante es sostenerlo, y claro que a la sostenibilidad confluyen nubarrones. Este año hemos tenido inmensas dificultades con la tasa de cambio. Confío que las decisiones que se vienen tomando con el Banco de la República, puedan revertir esa peligrosa tendencia.

Y hemos tenido dificultades con contrabando de alimentos, que nos ha saturado en algunos renglones la oferta. Y hemos tenido dificultades con el transporte en los últimos días, pero todas las estamos enfrentando y quiero decir a los cordobeses que la decisión del gobierno es garantizar la sostenibilidad de la recuperación de la economía agrícola.

El país había visto desaparecer, salvo en este departamento, el algodón. Este año solamente en la Costa Caribe colombiana se siembran más de 50 mil hectáreas de algodón.

Hace pocos años se le había extendido partida de defunción al maíz. El único que creía en ese cultivo era el presidente Barco. Este año Colombia siembra 170 mil hectáreas de maíz tecnificado. Hay una gran recuperación.

Los estímulos a la palma africana, la orientación de la política del crédito y de lo subsidios a los campesinos va produciendo buenos resultados. Nosotros recibimos el país con 170 mil hectáreas de palma africana y aspiramos terminar este año con 230 mil.

Las medidas que se están tomando en el Congreso de la República van orientadas a fortalecer ese cultivo.

El Gobierno ha venido orientado los subsidios a los cultivos campesinos. Que bueno saber que con la recuperación de los distritos de riego, donde en Córdoba empieza a beneficiarse con inversiones muy importantes en La Doctrina y en Mocarí, ya está garantizada la siembra inicial de 500 hectáreas de palma africana en La Doctrina, con lo cual no contábamos hace 24 meses. Si seguimos por ese camino de sembrar aquello en lo cual podemos ser competitivos, de aumentar productividad, de crear condiciones para que el campo colombiano se recupere, la suerte de este departamento tiene que ser mejor.

Y quiero expresarles a ustedes que la decisión del Gobierno Nacional de avanzar en el TLC es una decisión no ideológica sino pragmática. Ante todo necesitamos buscar mercados para la producción colombiana. Cuando propusimos esa iniciativa algunos me decían, hay que negociar primero con América del Sur, son nuestros hermanos, ya lo hicimos. Colombia ha concluido las negociaciones de la Comunidad Andina con MERCOSUR. Para que empiece a regir ese tratado falta un acuerdo sobre soya entre Paraguay y Venezuela.

Hemos dado una gran señal política a favor de la unidad del continente, pero necesitamos avanzar en el tratado con los Estados Unidos, porque si termina el año 2006 y finaliza el ATPDEA, que nos da ingreso al mercado de los Estados Unidos y no tenemos ALCA, y no se ven posibilidades de renovación de ATPDEA, y no tenemos el tratado bilateral, la situación de la economía colombiana en lugar de mejorar podría empeorar calamitosamente.

Y vamos a defender la agricultura sin fundamentalismos ideológicos, con pragmatismo, producto por producto. Por ejemplo, en el caso del maíz qué ha pasado: necesitamos tres millones de toneladas al año, producimos un millón. El consumo colombiano de maíz crece al tres y medio. ¿Cuál es la idea nuestra? Un mecanismo en el tratado, para garantizar que a los productores nacionales se les compre a precio equitativo, y que aquello, el excedente que el país tenga que importar, lo importe sin arancel: Ahí gana todo el mundo. Gana el productor nacional, gana el industrial, gana el comercio internacional, gana el empleo en el país que se da en la zona agrícola y que se da también en industrias que se apoyan en el maíz, como la industria avícola.

En algodón hemos hecho un gran esfuerzo. Se alegaba mucho la necesidad de que entraran los transgénicos en Colombia. Lo hicimos con celeridad. ¿Cuánto ayudó el ICA, el Ministerio del Medio Ambiente, para que el Ministro de Agricultura (Carlos Gustavo Cano) pudiera entregarle al país semillas de algodón transgénico? Hicimos los primeros experimentos en Córdoba y ya este año contamos con semilla para 17 mil hectáreas. Eso ayuda enormemente en la reducción de costos. Y tenemos que preparar la industria algodonera para lograr producciones de más de cuatro toneladas por hectárea. Y tenemos que prepararla para ser una industria de nuevo exportadora. Una industria vinculada a una cadena tan importante como la cadena textil – confecciones, tiene que ser una industria exportadora, tiene que ser una industria con capacidad de competir en el mercado internacional.

El país está muy endeudado. De cada 100 pesos del presupuesto tenemos que gastar entre 35 y 40 para servir deuda y eso nos limita enormemente. Así y todo, los subsidios a los algodoneros, para salvar el empleo campesino este año, van a superar los 45 mil millones de pesos, y la decisión es sostener la recuperación de la economía agrícola de la Patria.

Confío que decisiones tan importantes que nos aprobó el Congreso, como los estímulos tributarios al alcohol carburante, nos ayuden. Como la decisión que está tomando el Congreso ahora de darle a los cultivos permanentes un estímulo tributario, y al biodiesel, el diesel proveniente de aceites vegetales.

Esta mañana asistimos, en el Ingenio Manuelita, a la iniciación de obras de la primera refinería de alcohol, y desde allá hacía un llamado yo as los compatriotas de La Guajira para sacar adelante la planta de alcohol a partir de yuca. A los compatriotas de la Hoya del Río Suárez, entre Santander y Boyacá, para hacer lo propio. A los compatriotas del Cesar, para avanzar en esa dirección. Ahí tiene el país una gran posibilidad.

Y sí que tiene Córdoba una inmensa posibilidad con el biodiesel. Confiamos que después de haberse aprobado ese estímulo en la plenaria de la Honorable Cámara, también lo apruebe el Senado de la República.

Fue muy importante su liderazgo, señora Presidente, para la aprobación que la Cámara de Representantes impartiera hace dos días a ese proyecto de ley. Este país no puede quedarse en 230 mil hectáreas de palma africana. Este país tiene que pensar en millones de hectáreas.

Un país que ve declinar su producción de petróleo, tiene que buscar combustibles biológicos, combustibles ecológicos y ahí tenemos la gran posibilidad de generar empleo a través de la producción de nuestros combustibles.

Yo llegué a Córdoba en 1961, cuando mi padre se instaló cerca de Montelibano. He visto etapas de prosperidad y etapas de recesión. Llevaba muchos años sin ver las vitrinas de los almacenes de maquinaria agrícola de Córdoba con vitalidad, y al entrar a Montería esta tarde vi las vitrinas de maquinaria agrícola ofreciendo maquinaria agrícola. Se nota un resurgir económico importante, y eso nos tiene que ayudar a ir superando esta gravísima pobreza.

Que importante la línea que se ha creado, señora Presidente, y en la cual usted ha insistido tanto para que los agricultores a efecto de adquirir maquinaria agrícola, tengan ocho años de plazo y una tasa fija de interés del nueve por ciento. Ya hemos colocado 65 mil millones en esa línea, y para que esto sea totalmente equitativo, cuando por un lado hemos ofrecido esa línea y hemos dado estímulos tributarios, por el otro lado hemos canalizado los subsidios del sector agropecuario a los empresarios campesinos. La crítica del país que los subsidios iban a los ricos, queda frente a hechos del pasado. Este Gobierno ha venido orientado los subsidios a los agricultores campesinos, y vamos a seguir en el trabajo de las siete herramientas de equidad para derrotar la pobreza. Mañana las examinaremos en Córdoba, con toda objetividad.

El Estado Comunitario es un estado de exposición permanente a la crítica ciudadana. El Estado Comunitario no es un Estado de reuniones de vítores y aplauso infrecuentes, el Estado Comunitario es un estado en el cual el funcionario público, empezando por el Presidente de la República, tiene que darle cara permanentemente al pueblo, para mirar en qué hemos avanzado y en qué vamos mal y buscar correctivos.

En educación primaria y secundaria en Córdoba hemos avanzado. En el SENA hay un avance notable. El SENA que recibió este gobierno estaba formando millón 100 mil estudiantes por año, y este año formamos dos millones 600 mil estudiantes, y con la ayuda de Dios, en el 2006 vamos a formar cuatro millones de estudiantes.

En Córdoba podemos avanzar más, pero hemos avanzado, hemos pasado de 17,500 estudiantes del 2002 a 29 mil del 2003 y este año vamos a cumplir una meta superior a 34 mil estudiantes del SENA. Sin embargo, en otras regiones del país vamos a avanzar más. Traigo mañana la proposición entre el SENA y las nuevas fundaciones de microempresas, para que el SENA patrocine a estas fundaciones en la formación de microempresarios, a semejanza de la manera como hemos avanzado en Ciudad Bolívar, de Bogotá, y como firmamos esta mañana un convenio con Actuar Medellín.

Involucrar a las buenas fundaciones en ese tema y que el SENA les pague. Eso nos ha implicado una profunda reforma administrativa, porque el Estado burocrático sólo aceptaba que el SENA creciera con sindicalismo burocrático y con cuotas burocráticas y nosotros rompimos esa tradición. Con la misma platica, el SENA se ha triplicado. ¿Pero qué hicimos? Eliminamos gastos administrativos, eliminamos burocracia y tuvimos que romper con viejas contemplaciones con el sindicato y empezar a formar también a través de contratación con entidades serias, como el Hogar Don Bosco. Ayer decía yo en Bogotá: Si no hubiéramos hecho eso ¿habríamos podido pasar en Bogotá de 170 mil estudiantes por año a 570 mil que forma este año el SENA en Bogotá? Cuando yo llegue a la Presidencia iban a invertir 25 mil millones en un edificio en Ciudad Bolívar. Dije paren, paren: aquí vamos a estudiar como los asiáticos, no construyan más edificios. Vamos a estudiar en los quioscos, vamos a estudiar en las cafeterías, vamos a estudiar en las iglesias. Vamos a estudiar de noche, cuando las universidades están desocupadas. No compren más edificios, no construyan más edificios, ¿Qué hizo el SENA? Encontró en Ciudad Bolívar de Bogotá, que la Fundación Don Bosco estaba quebrada. Habían abandonado unos magníficos edificios. Contratamos con la Fundación Don Bosco. Le hemos pagado una suma de 600 mil pesos por estudiante formado. Se ha recuperado la Fundación Don Bosco. Se ahorró el SENA 25 mil millones de un edificio y ya hemos formado en Ciudad Bolívar 4.800 estudiantes. Pero necesitamos también un esfuerzo local.

En este Gobierno, compatriotas de Córdoba, el microcrédito ha pasado de 700 mil millones a billón y medio. El Presidente del BID decía la semana pasada: Esto es un récord mundial, haber doblado la cartera de microcrédito en dos años. En este gobierno se han beneficiado con microcrédito millón 200 mil microempresarios. Córdoba no va bien. ¿Qué ocurrió? Que una de las fundaciones con la cual empezamos a trabajar se quebró por corrupción. Y ha sido muy difícil empujar las nuevas fundaciones. Entonces necesitamos que se construya desde la base capital social, porque el Estado Nación no puede hacerlo todo. La descentralización colombiana exige una gran conciencia, para construir capital social desde la base. Estamos dispuestos a contribuir a la construcción de ese capital social, apoyando las buenas organizaciones sin ánimo de lucro del sector privado: cooperativas, solidarias, comunitarias, religiosas, para esa contratación con el SENA, a fin de acelerar el tema del microcrédito en este departamento.

Colombia ha lanzado muchos programas sociales, pero se lanzan y después se abandonan. ¿Qué hicimos nosotros? Nos propusimos rescatar algunos programas sociales e incorporar otros, y en los que hemos rescatado nos hemos propuesto pagar cumplidamente. Aquí hay 39 mil familias en acción en este departamento, estrategia fundamental en la lucha contra la pobreza porque a cada familia se le paga un subsidio para que sus niñitos puedan adquirir alimentos y garantizar la asistencia escolar.

De las 350 mil familias en acción hay 39 mil en Córdoba. ¿Qué ha hecho este Gobierno? Pagar cumplidamente para que haya credibilidad en el programa. ¿Qué gana un país si se lanza un programa de esos y no se le paga a las familias?

Lo mismo el tema de los ancianos, que empezamos a trabajarlo en 1993 con la Ley 100, teníamos 60 mil ancianos en subsidio pero no se les pagaba. ¿Qué ha pasado? Ya tenemos 170 mil y, salvo problemas de bancos en 26 municipios, les estamos pagando cumplidamente.

Pronto empezarán los colombianos a ver, al momento de ir a la bomba de gasolina a tanquear su carro, que se les entregará un papelito en el cual se les dirá que con parte de ese precio del combustible se está pagando un subsidio alimentario a los ancianos. No nos vamos a quedar en 170 mil.

Estamos empezando un programa para agregarles a esos 170 mil, 400 mil ancianos con un almuerzo diario. Ese programa ya empezó en Salento, empezó en Montenegro, empezó en Risaralda, empezó en Rionegro y confiamos en que mañana empiece en Córdoba. Necesitamos que Montería se ponga al día en el Sisben para poderlo empezar en la ciudad de Montería porque tendrá que empezar en otras localidades cordobesas.

El país será distinto con 570 mil ancianos subsidiados por el Gobierno.

Ese cuentito de que estamos dedicados al orden público y de espaldas a la pobreza, es un cuentito que no rima con nosotros. Aquí hay que derrotar a los violentos y la mano no se puede ablandar, y hay que derrotar a la pobreza y por eso también hay que resolver los problemas de la economía.

Uno de los expertos mundiales en pobreza, de los más connotados, el profesor Kakwani, del Centro Internacional de Lucha contra la Pobreza, basado en Brasil, de nacionalidad hindú, dice: “es imposible derrotar la pobreza sin crecimiento económico”. Dice: “¿por qué los colombianos se oponen al IVA, si lo que importa para derrotar la pobreza no es la tributación sino cómo se aplica el gasto público?”. Y nos hemos comprometido a que nosotros reduzcamos la pobreza en un porcentaje mayor al crecimiento de la economía.

La relación que establecen hoy los científicos, los más estudiados en la lucha contra la pobreza, es que si la economía crece una cifra X, la pobreza se tiene que reducir en la misma cifra. El compromiso nuestro es que la reducción de la pobreza sea mayor.

Pero, ¿qué se infiere de allí? Que para poder reducir la pobreza necesitamos un acelerado crecimiento de la economía. Si el crecimiento de la economía es débil, la reducción de la pobreza es débil, si el crecimiento de la economía es fuerte, la reducción de la pobreza es fuerte.

La próxima semana en el Congreso Nacional de Concejales, daré un informe de lo que venimos haciendo en Bienestar Familiar. Hemos incorporado 503 mil nuevos niños, era la meta del Manifiesto Democrático, y con la ayuda de Dios no serán 500 mil, serán un millón de niñitos.

Por primera vez estamos duplicando el presupuesto para mejoramiento de vivienda rural, con todas las dificultades presupuestales, que quien mejor las conoce es el Contralor General de la Nación. Estamos haciendo un esfuerzo en mayor gasto, sí, Contralor, entre otras cosas a ver si podemos mejorar y aumentar las cifras para el subsidio de vivienda rural. Por primera vez se duplica esa cifra para el mejoramiento de vivienda rural.

En Montería hemos tenido muchas dificultades por la situación económica de Montería, por unos barrios que han pedido subsidio sin que hubieran acreditado los requisitos de servicios públicos, pero tengo que reconocer su esfuerzo, Alcalde, gracias al cual la Ministra de Vivienda (Sandra Suárez) le trae buenas noticias, y creo que le vamos a resolver buena parte del problema de vivienda en Montería.

Y hemos hecho esfuerzos, mucha platica se la robaban en INURBE, eliminamos INURBE, hace parte de las 142 empresas del Estado eliminadas, y eso se maneja más transparentemente de la mano de las cajas de compensación familiar. Creo que ahí hay buenas noticias.

Deploro no haber avanzado más en salud, pero cuando hicimos las primeras reuniones en Córdoba me dijeron: “Presidente, preocúpese por el régimen subsidiado, que Córdoba está por debajo del promedio nacional”.

¿Saben ustedes en cuánto crece el régimen subsidiado este año en este departamento? Gobernador y Alcalde, lo convenido con ustedes es que crecen este año en 111 mil cupos. Ese es un crecimiento récord.

Y adicionalmente en el acuerdo con el Gobernador y los alcaldes, Córdoba tendrá 80 mil carnés este año en régimen parcial de subsidio de salud, que no es tan parcial porque incluye maternidad, atención integral durante el primer año, incluye trauma, incluye ortopedia, incluye las enfermedades de alto costo, incluye el costo de la diálisis renal, de la atención al cáncer, al sida, al infarto.

Sé de la situación de servicios públicos. Hemos estado trabajando con los gobernadores del Caribe a ver cómo resolvemos el problema de energía. Este año los subsidios en energía para los sectores populares nos valen 300 mil millones. ¿Por qué? Porque tomamos con el Congreso la decisión de no elevarle la tarifa a los sectores populares por encima de la inflación. Eso nos ha demandado mayores subsidios.

Cuando llegué a la Presidencia encontré la Costa Caribe destrozada por el tema de energía, un discurso incendiario contra las empresas de energía y unas empresas de energía que se querían ir del país y entregarle ese servicio nuevamente al Estado. Nos hemos dedicado pacientemente a unir a usuarios y empresarios, a trabajar en el subsidio, a que se mejore la calidad en la prestación del servicio que no se ha recuperado como quisiéramos, a tener microempresas de distribución, y aunque no estamos en una situación ideal, si se le compara con lo que vivíamos hace dos años, creo que hemos mejorado enormemente.

Por supuesto el tema de infraestructura es de gran importancia. No es fácil el despegue pero ahí vamos. Ya por lo menos el puente de la 41 ya está la maquinaria allí. Ya la vi esta tarde. Primero, no teníamos plata. Después, no teníamos posibilidad jurídica porque no era vía nacional. A la Nación le está prohibido intervenir en las mallas urbanas de las ciudades. Después, el problema del peaje, a lo cual la comunidad ha prestado un gran esfuerzo, un gran apoyo que aplaudimos. Después, el problema del diseño. Después, el problema de la licencia ambiental. Todo se ha venido superando, vamos a tener ahí los dos puentes.

Esta tarde pude ver la construcción de La Alameda. Creo que ahí se está presentando un gran avance. Y si le podemos sumar a Montería la construcción de La Alameda del segundo puente de la 41, si le podemos sumar a Montería los esfuerzos que está haciendo el Alcalde, otro esfuerzo en el que está comprometido la Nación para poder sacar el puente de la 41 por detrás de la cárcel, la ejecución de esas obras en su proceso constructivo tiene que generar mucho empleo y después le tiene que dar comodidad a la ciudad.

Hemos invertido grandes sumas de dinero para el rescate del acueducto de Cereté, San Carlos, Ciénaga, San Augusto. Se hizo una licitación transparente, se le adjudicó al operador. Confiamos en que eso ayude a mejorar la situación de suministro de agua en esos municipios.

Vamos a cumplir, señora Presidenta de la Cámara, con 380 mil millones de pesos que las audiencias públicas asignaron en todo el país para acueductos y alcantarillados.

Y qué bueno que se hubiera hecho en audiencias públicas. Ya no es el auxilio parlamentario caprichoso que algunos manejaban bien y otros se lo robaban, y que, en muchos casos, no correspondían a las necesidades del país sino a la capacidad de presión del parlamentario sobre el Ministro de Hacienda de turno. Allá ha habido audiencias públicas de cara a la comunidad, que destinan casi 400 mil millones a acueductos y alcantarillados, pero aquí no ha habido auxilios parlamentarios.

Y vamos a pagar, señora Presidenta, como usted lo sabe, cumplidamente esos recursos. Necesitamos que funcionen los proyectos porque uno de los obstáculos que tiene hoy el Ministerio es que los municipios no elaboran a tiempo los proyectos y, en muchos casos, no los elaboran bien.

El problema de los dos mil millones de Montería es y no problema. Es y no problema. Yo le he resuelto con cariño a muchas ciudades colombianas el lío. Ahí le estamos resolviendo a Cúcuta el problema del acueducto. Toda la deuda con la Nación. A Cali.

El metro de mi ciudad tenía paralizado a Medellín porque no había un arreglo sobre las condiciones para pagar la deuda. Si algo he querido hacer es crear un sentimiento de solidaridad entre todas las regiones colombianas, un país tragado de la tierra en dificultades no puede ver sus regiones peleando porque a unas se les ayuda y a otros no. No, hay que ayudarles a todas.

Otra cosa es oír concejales de Medellín decir: ‘¿Por qué decisiones de muchos gobiernos hicieron que el Metro costara tres veces lo que debió costar, si lo que hicimos fue dar unos plazos para que pudiera pagarlo y una tasa de interés baja? Y en Cali, para salvar a Emcali, les estamos dando la tela de 700 mil millones, pero vamos a sacar una empresa de servicios públicos extraordinaria y ejemplar. Todos los ciudadanos de Cali van a ser socios de un fondo de solidaridad de Emcali.

El Alcalde me llamó la semana pasada para el tema de los dos mil millones. La plata no está fácil, pero le buscamos un arreglo, Alcalde. Yo no tengo inconveniente.

No me aplaudan que eso es muy poquito. Eso es mucho en el discurso, pero métanlo en Montería y no se siente. Y no se siente. Desde que haya un compromiso de la ciudad para invertir eso en la infraestructura que requieren los barrios que se han impulsado piratamente, creo que no hay problema para que el Ministerio de Hacienda arregle esa situación.

Mejor dicho, la inclinación mía es que paguen eso haciendo unas inversiones que convengan con la Nación en las mismas urbanizaciones subnormales de Montería. Creo que eso nos puede ayudar.

A mí lo único que me alienta en esta tarea es la idea de que tiene que ser una tarea igual a aquello de remar contra la corriente. Si uno no rema a toda hora, se devuelve.

Con su ayuda, Zulema, con la ayuda de Dios, a quien le pedimos energía a toda hora, vamos a seguir remando a ver si la corriente se nos pone menos difícil.

A todos ustedes, compatriotas de Córdoba, un saludo lleno de afecto”.

 
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