AÑO 2005

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FORO SOBRE INVERSIÓN AGROPECUARIA Y FORESTAL
Agosto 10 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)

Compatriotas:

Quiero felicitar ese gran esfuerzo de la Corporación Colombia Internacional, felicitar a Adriana Senior, su entusiasmo, su liderazgo.

Cuando vemos esta magnífica presentación de la Fundación Chile, a la cual hay que copiarle tanto, de la cual hay que aprender tanto y tenemos que felicitar –doctor Arellano (Juan Pablo, presidente de la Fundación Chile)- a todos los integrantes de la Fundación Chile, agradecer esa extensión de conocimientos que vienen dando a Colombia no solamente en este campo de la promoción de algunas actividades bien importantes en el sector agropecuario sino también en el campo de los bienes públicos, como en el tema de educación.

La verdad es que creo que, nosotros tenemos en personas como usted Adriana (Senior Mojica, directora ejecutiva de la Corporación Colombia Internacional) un recurso humano formidable para que Colombia pueda hacer ese milagro que la Fundación Chile ha logrado en su país.

Quisiera referirme a algunos temas siguiendo, en alguna forma, la presentación del doctor Arellano.

La palabra clave que este Gobierno ha buscado, para cimentar en el alma de los colombianos y en la inversión internacional es, confianza. Confianza en Colombia. Confianza para invertir en Colombia, para trabajar en Colombia. Confianza para vivir en Colombia, confianza para que los jóvenes no sigan con la idea de irse sin tiquete de regreso.

Para buscar confianza nos hemos propuestos trabajar el tema de la Seguridad Democrática, el tema de la estabilidad macroeconómica, el tema de la reactivación social y el tema de la transparencia. Déjenme referir algunos temas de la estabilidad macroeconómica.

El endeudamiento. El país, en un periodo no muy largo, pasó de un endeudamiento público consolidado del 12 por ciento (del Producto Interno Bruto –PIB-) a un endeudamiento público del 54, 56 por ciento. Confiamos terminar este año alrededor del 44 por ciento y estamos haciendo todos los esfuerzos, primero, para frenar esa tendencia alcista tan preocupante y, segundo, para situar ese endeudamiento máximo en el 40 por ciento.

Este año, por ejemplo, hemos aprovechado la revaluación –que tanto daño le hace a las exportaciones- para reconvertir deuda externa. Hemos logrado reconvertir ya, 3 mil millones de dólares y el Gobierno ha obtenido para el país, una ventaja muy importante en esa reconversión.

Y hay unos síntomas bien trascendentes de recuperación de confianza. Colombia ya ha colocado, en los mercados financieros internacionales en los últimos meses, 875 millones de dólares en bonos denominados en pesos. Eso ha sido una gran muestra de confianza y nos ha ayudado en este proceso de reconversión.

El tema del déficit. También, en un curso de no muchos años, Colombia pasó de una situación en equilibrio a un déficit del 4.2 por ciento. El año pasado terminamos con un déficit del 1.2 por ciento, pero yo no lo contaría porque fue un año atípico que no quisiera mirar en la tendencia. Fue un año en el cual estaban empezando alcaldes, gobernadores, estaban preparando sus planes de desarrollo y entonces se redujo bastante el gasto público en las entidades territoriales.

Compararía el 4.2 por ciento de inicio del Gobierno, con lo que pasó en diciembre del año 2002, con lo que pasó en el 2003 y con lo que aspiramos que pase este año, donde estamos comprometidos a que ese déficit no exceda el 2.5 por ciento.
Yo dividiría el tema en dos: fiscal tributario y de gasto público.

En el tema fiscal tributario, hemos hecho un gran esfuerzo enmarcado en este principio: hemos tenido que encarecer impuestos, pero al mismo tiempo para contrarrestar eso a favor del crecimiento, hemos introducido buena cantidad de incentivos para aquellos que crezcan.

En la coyuntura actual la tributación colombiana es alta para quienes no crezcan, pero está llena de estímulos para quienes quieran crecer.

Por ejemplo, entre esos estímulos que ha traído el señor Ministro de Agricultura (Andrés Felipe Arias) quisiera enfatizar sobre uno muy importante: para los años fiscales 2004, 2005 y 2006, en Colombia está vigente una deducción tributaria del 30 por ciento de cualquier inversión generadora de renta. En los estándares internacionales, eso es un estímulo de gran importancia.

Nosotros hemos aumentado los ingresos en un 18 por ciento en el año 2003. El año pasado los aumentamos en un 22 por ciento y este año los estamos aumentando por encima del 12 por ciento.

A eso ha contribuido ese incremento de los impuestos, pero también el control de la evasión y la ampliación de la base. Por ejemplo, en la Dirección Nacional de Impuestos (DIAN) no se ha nombrado en este Gobierno un solo recomendado político, todo ha sido por concurso, con base en méritos.

Adelantamos un programa de modernización que se llama MUISCA, aspiramos que, no en mucho tiempo, todos los colombianos puedan hacer su declaración de renta por Internet.

Y venimos en un proceso de ampliación de la base. Por ejemplo en renta, hemos ampliado la base de 400 mil contribuyentes a un millón y el objetivo es llegar a 2 millones.

En IVA (Impuesto al Valor Agregado), cuando empezó este Gobierno, el conjunto de bienes y servicios gravados por el IVA representaba el 37 por ciento del total del Producto, hemos hecho una ampliación y hemos llegado hoy, a que se grave el 53 por ciento. Fue aprobada una tarifa general del 2 por ciento para lo que no paga IVA, sin embargo –ustedes conocen- esa decisión fue declarada inexequible por la Corte Constitucional. La ampliación de base es un tema bien importante en materia de tributos.

Es muy importante la discusión pública sobre ¿qué sigue en materia de tributos? Si algo elemental y firme, quisiera dejar hoy en la mente de ustedes aquí, es que este Gobierno luchará para dejar en Colombia cimentada la tesis de que no podemos, con los tributos, afectar la competitividad de nuestro sector privado y ese debe ser un principio fundamental para construir confianza alrededor del horizonte tributario.

Nosotros tenemos que mirarnos en la arena internacional y de acuerdo con ello, para no afectar nuestra competitividad, debemos definir nuestro horizonte tributario.

Déjenme hacer algunos comentarios sobre temas que se están discutiendo en la parte tributaria: el Gobierno es partidario de eliminar el impuesto de remesas. Vamos a presentar en los próximos días al Congreso de la República ese proyecto. Es un impuesto del 7 por ciento, los mayores recaudos de este año, nos permite compensarlo. Y estamos en una situación bastante difícil en materia de competitividad, entre otras cosas, por el impuesto de remesas.

El 31 de diciembre del año entrante, vencen unos estímulos tributarios que tradicionalmente han tenido zonas francas y que se extendieron en la administración presidencial anterior, a las zonas especiales de exportación. El Gobierno va a presentar el proyecto para que, de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC), se mantengan unos estímulos ya, sobre base de cumplimiento de compromisos de generación de empleo.

Esos son temas que aspiramos, podamos evacuar con el honorable Congreso de la República.

El debate para lo que viene, repito, debe quedar asegurado el principio de no afectar la competitividad de nuestro sector privado.

Las tarifas de renta. El Gobierno es partidario de que, desde ya, se adopte una tarifa de renta reducida frente a la actual, para dar una señal de largo plazo, con suficiente antelación a los inversionistas. Los inversionistas no improvisan, hay que dar a ellos señales con antelación.

Creemos que esa tarifa debe aprobarse este año para que empiece a regir en el año fiscal 2007, cuando ya no tendremos la deducción del 30 por ciento.

Esto es, que en lo que resta de 2005 y en el año 2006, se mantengan las actuales tarifas, con el beneficio de la deducción de 30 por ciento a cualquier inversión generadora de renta. Pero, que al terminar la vigencia, esa deducción que expira el 31 de diciembre del año entrante, inmediatamente sea sucedida por la aplicación de una tarifa reducida de renta.

Una de las razones para invitar a que tomemos esa decisión es lo que está pasando en Centroamérica, que se va a agilizar ahora. Con la aprobación en el Congreso de Estados Unidos del tratado de libre comercio entre los países Centroamericanos y los Estados Unidos, el informe que tenemos, es que los países hermanos de Centroamérica va a acelerar el proceso de reducir la tarifa de renta. Nosotros no nos podemos quedar atrás en esa materia.

Se habla de aumentar recursos por otras vías, se habla del tema de eliminar exenciones, se habla del tema del IVA.

Algo que me preocupa, es no incorporar en la agenda la decisión de la discusión pública, el tema del crecimiento. Si en algo debemos empeñarnos en Colombia, es que la mayor fuente de ingresos fiscales, provengan no, de mayores impuestos, sino de mayor crecimiento.

Por eso el país se tiene que proponer llegar rápidamente a un crecimiento del 5 por ciento y aproximarse a un crecimiento estable del 6 por ciento, como lo hemos propuesto en el documento que entregamos a consideración de los colombianos el pasado domingo 7 de agosto.

-Es bien importante, Adriana, que la Corporación Colombia Internacional nos ayude en la discusión de ese documento. Lo preparó Planeación Nacional con el liderazgo de su director, el doctor Santiago Montenegros se llama ‘Colombia, Visión II Centenario”, unas metas muy ambiciosas, integrales, para el 7 de agosto de 2019 y lo llamamos ‘primer borrador’. Aspiramos hacer una ronda de discusión con todos los estamentos de la vida nacional, en este semestre, y en el primer semestre del año entrante, publicar la segunda edición del documento, ya, introducidos los ajustes que resulten de esta primera discusión con todos los colombianos-.

Es bien importante, pues, para los ingresos, poner énfasis en el crecimiento de la economía.

Segundo, se viene hablando de la eliminación de exenciones. Este Gobierno ha eliminado muchas exenciones que no se necesitaban, ha conservado exenciones que vienen de atrás y ha introducido estímulos.

Déjenme, por ejemplo, referirme a las exenciones que hemos conservado porque muchas veces me he reunido con el Congreso de la República y me dicen: ‘Presidente, para resolver el problema fiscal de la Nación basta con eliminar las exenciones’. Llamo al Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla) y al director de la DIAN (Oscar Franco) y les digo: ‘miremos estas exenciones’. Ahí no hay una mina con tanto oro, como muchos se imaginan.

Quiero hacer mucha claridad en la mente de ustedes. La primera, es la del Banco de la República: no tiene sentido eliminarla, las utilidades del Banco de la República llegan al fisco.

La segunda exención es la de los salarios: este Gobierno hizo un esfuerzo muy grande al reducir en 5 puntos porcentuales el porcentaje del salario que no es susceptible de retención. ¿Más?, hoy no hay ambiente político ni condiciones sociales. No creo que le convenga al país, en este momento, eliminar las exenciones que existen a las rentas de trabajo.

Tercero: los dividendos. El país reclama estabilidad en las reglas. Fue, apenas en el año 86 cuando Colombia desmontó la doble tributación. Colombia tiene un impuesto corporativo alto, la masa de utilidades de las empresas –lo que es la renta líquida gravable de las empresas- se cuantifica en Colombia antes del reparto de dividendos y a eso es a lo que se le aplica esa tarifa, que es alta.

Entonces, gravar adicionalmente los dividendos, es regresar a la doble tributación. Ese debate está fresco. A mi me parece que no es bueno que, simplemente regresemos a algo que le hizo tanto daño al país y que se corrigió en el año 86 con la primera reforma tributaria de la administración Barco, que es el tema de la doble tributación. Ahí llevamos tres exenciones.

Hay otras exenciones, por ejemplo, a los periódicos. Lo único que habíamos logrado fue cuando se hizo esa norma general de un gravamen al IVA del 2 por ciento, pero eso nos lo tumbó la Corte.

Le he dicho al Ministro de Hacienda: mientras sea Presidente, no presenten proyectos para gravar los periódicos. Al Gobierno de la Seguridad Democrática no le queda bien gravar, en alguna forma, la libertad de prensa.

-Nosotros llamamos esta Seguridad Democrática por muchas razones: porque es seguridad para todos los colombianos, porque es seguridad para empresarios, para trabajadores. Porque hay seguridad para amigos de Gobierno, para opositores de Gobierno, para líderes sindicales, periodistas, libre pensadores. Seguridad para todo el mundo-.

Creo que no se pueden dar señales que vayan en contra de ese profundo compromiso del Gobierno, que es tan firme en la derrota del terrorismo como en la profundización de las libertades públicas.

Hay otra exención que heredé y que me parece que no es tiempo de marchitarla, que es la exención a la industria editorial. También había quedado gravada con un 2 por ciento cuando se adoptó esa norma general que declaró inexequible la Corte.

Estas son las exenciones fundamentales que hemos encontrado. Piensen ustedes y verán que ahí no hay tanto oro en esa mina, como se ha querido hacer pensar en el debate fiscal.

Las que ha introducido este Gobierno: a la hotelería. Nosotros este año, por fortuna, ya vamos a tener un millón de turistas extranjeros y estamos apostando a que el año entrante sean 2 millones.

Colombia, su situación geográfica, su belleza, su diversidad, la calidez de sus ciudadanos, es un país con extraordinarias condiciones para el turismo interno y para el turismo internacional. El esfuerzo de los soldados y de los policías, su heroicidad, ha permitido reactivar mucho el turismo interno y se empieza a reactivar el externo.

Uno pregunta ¿cómo hizo Cuba sus hoteles? El Gobierno cubano construyó los edificios, muchas veces solito, en otras oportunidades en asocio con inversionistas. Construyen un edificio y se lo entregan al operador y al operador le dan unos años de exención y después, todo lo que le cobran es el 30 por ciento.

Aquí hay que empezar con el pago del predial, con el pago de impuesto de industria y comercio, con el pago de las cotizaciones de seguridad social, de unos aportes parafiscales, con una renta de 38.5 por ciento y con un impuesto de patrimonio.

¿Cómo han avanzado en Costa Rica, en República Dominicana?: con estímulos tributarios bastante importantes.

Nosotros, que no tenemos manera de entrar a construir hoteles, que no tenemos caja de recursos fiscales para entregarles los recursos a los constructores a fin de que ellos los hagan, hemos encontrado que el camino es el del estímulo tributario.

Pero además hay que tener en cuenta esto: estos estímulos tributarios, a los que empiezo a referirme ahora, no han tenido costo fiscal. ¿Por qué?: porque son sobre actividades que no existían. Nosotros no teníamos los hoteles que se van a construir con estos estímulos fiscales, no teníamos las destilerías de alcohol carburante que se están construyendo en muy buena, parte gracias a estos estímulos fiscales, etcétera.

Algunos me dicen: ‘si, pero es que este año de la deducción del 30 por ciento le va a costar al fisco casi 900 mil millones’. Eso es verdad, pero no teníamos la seguridad de que en ausencia de esa deducción, esas inversiones se hubieran realizado.

No podemos olvidarnos que la inversión privada en Colombia se había caído al 8 por ciento y aspiramos que este año termine en el 14 por ciento. Y esos estímulos son bien importantes, sobre todo para compensar unos esfuerzos que de otro lado se están exigiendo en impuesto de patrimonio, en sobretasa de renta, etcétera.

El Ministro (de Agricultura) les habló de lo que se ha hecho con madera, con cultivos de tardío rendimiento, con alcohol carburante, con biodiesel. Quiero repetir algo que muy rápidamente dijo el Ministro. La exención en el caso del alcohol carburante y el biodiesel no es al productor, el productor sigue siendo sujeto contribuyente al impuesto de renta. La exención es al IVA y al impuesto global al combustible, ¿para que?: para garantizarle competitividad frente a los combustibles fósiles, a estos combustibles biológicos.

Entonces, estos son los estímulos que ha introducido este Gobierno. Creo que, cuando apenas empiezan a entusiasmar a los inversionistas, es que uno no puede pensar que uno introdujo un estímulo y ahí mismo hay una reacción. Entre el momento en el cual se introduce el estímulo y en el cual empiezan las inversiones, hay un lapso.

Nosotros introdujimos los estímulos tributarios a la madera en diciembre de 2002, en nuestra primera reforma tributaria y todavía eso no reacciona, pero hay que persistir.

Yo le decía al Ministro Arias ahora: no solamente hay que hablar de la necesidad del estatuto forestal, sino también hay experiencias empresariales muy importantes en Colombia –porque hay que dar confianza- donde los empresarios que van a invertir en madera hacen un acuerdo con la corporación autónoma, para que eso que van a sembrar allí se le dé tratamiento de bosque comercial y no de bosque protector y no haya problema alguno para la explotación.

La tesis a la que quiero volver es: a los estímulos hay que darles tiempo. La gente no tiene los proyectos listos, en el bolsillo, para decir: ‘ya llegó el estímulo, aquí está el proyecto’. Por eso no me parece oportuno, entrar ahora, en este debate electoral, a crear un ambiente contra los estímulos, cuando apenas esos estímulos están empezando a llamar la atención a los inversionistas.

Ahora, cuando nosotros miramos nuestra propuesta al 2019: se habla de una tarifa de renta baja, sin exenciones. Una cosa es no tener exenciones en el largo plazo, de estas que estamos diciendo, y otra cosa es eliminarlas ya.

Por ejemplo, todos estos estímulos tienen unos plazos definidos, -son de plazos indefinidos la eliminación del IVA y el impuesto global al combustible en los combustibles biológicos-.

En el tema de la palma africana, de los cultivos de tardío rendimiento: hay un plazo durante el cual está vigente la exención, que se cuenta a partir del momento en el cual empieza la producción. Los hoteles también tienen un plazo definido, etcétera.

Dejemos que todos esos plazos se agoten, que eso produzca sus efectos, que eso le ayude a esta economía a crecer, a despegar, a mi no me parece oportuno que entremos, cuando apenas está llamando la atención de los inversionistas, a frustrar eso, que además no lo improvisamos. Eso fue producto de una gran discusión con los colombianos.

Por ejemplo el tema de la madera. Los estímulos nuestros son una alternativa a aquello que hizo Chile y que nosotros no podemos hacer.

En la primera etapa de la recuperación forestal y me lo corregirán los distinguidos ciudadanos chilenos que hoy nos acompañan –encabezados por el señor Embajador (Augusto Bermúdez Arancibia)-, le representó al Estado chileno subsidios directos por 150 millones de dólares. Nosotros hemos tenido enormes dificultades fiscales para pagar unas pequeñas sumas al año, a un instrumento de estímulo forestal que se llama: el certificado de incentivo forestal, el CIF.

Entonces, cuando no hemos tenido esos recursos de caja o de posibilidades de adquirirlos, vía crédito, que los tuvo Chile, a nosotros nos ha quedado la alternativa del estímulo tributario.

Además, le pregunto a los críticos: ¿por qué les preocupa tanto, si es para actividades que no teníamos, que no nos están costando fiscalmente y cuánto va ayudar eso en el futuro?

Por eso la deducción del 30 por ciento. Ese crecimiento de las inversiones de las empresas cuánto ayuda en empleo, en cotizaciones a la seguridad social, en recaudo de IVA. La empresa deduce el 30 por ciento, pero el año entrante esa inversión se le convierte en base de su renta presuntiva, esa inversión le suma para entrar a liquidar su impuesto de patrimonio. Entonces, eso tiene también una tasa de retorno para el fisco muy alta, eso tiene un retorno para el fisco muy acelerado en el tiempo. Yo creo que eso es bueno.

El tema del IVA. Ya les he dicho qué hizo este Gobierno, creo que hay que seguir en el debate nacional. El Gobierno tiene que se responsable de hacer administración y pedagogía hasta el último día, por eso, por la proximidad de una campaña electoral el Gobierno no puede dejar de asumir su responsabilidad de tocar estos temas.

El IVA. Hay que agitar un grande bate nacional para definir el cuándo y el cómo. A mi me parece, que hay que tener en cuenta todos los ajustes que este Gobierno ha hecho. No todos los ajustes se pueden hacer al tiempo.

Además de esas reformas tributarias, este Gobierno ha hecho un trabajo muy severo en gasto público. Nosotros hemos reformado 152 empresas del Estado –la primera- Telecom, 111 hospitales, faltan muchos, -la última- Inravisión, Audiovisuales, el Banco Cafetero.

En gasto público: hemos hecho un gran esfuerzo que va a ser un ajuste para unos sectores compatriotas en el tema de pensiones. Hemos hecho un gran esfuerzo de crecimiento en el área de seguridad, por supuesto, pero mejorando productividad.

Mientras hemos crecido 84 mil hombres en la parte operativa de las Fuerzas Militares y de Policía, hemos eliminado 2.700 cargos en lo que se llama la Fuerza de Apoyo Civil en el Ministerio de Defensa. Y el Ministro saliente, Jorge Alberto Uribe, dio grandes pasos de administración gerencial. No les voy a citar sino dos: por ejemplo, unificaron todas las compras de medicinas de las diferentes entidades del Ministerio de Defensa, con un ahorro de más de 30 mil millones al año, se unificó la compra de energía y se definió comprar energía en bloque para todas las dependencias del Ministerio de Defensa, con un ahorro de 17 mil millones al año, etcétera.

Ahí ha habido un crecimiento, pero tenga en cuenta esto que es muy importante: a pesar del crecimiento absoluto, en términos relativos, el presupuesto de defensa hoy, como proporción frente al PIB, significa lo mismo que significaba tres años. Eso es bien importante. Poderle decir al país que le hemos llegado con Fuerza Pública, con Soldados de Mi Pueblo a 568 municipios, con policías a 170 cabecera municipales, a 214 corregimientos y que ese gasto, como gasto relativo, representa lo mismo que representaba hace tres año frente al PIB.

Este Gobierno ha hecho un gran esfuerzo en materia de reforma del Estado, falta mucho en materia de impuestos, en materia de precios de combustible, en materia de pensiones, en materia de catastro, en materia de tarifas de servicios públicos.

Uno no puede desestimar el esfuerzo que ha implicado para los colombianos asumir estos mayores costos de combustibles. Eso nos obligó, por ejemplo a tomar decisiones como la que se tomó el año pasado para aliviarle algo la situación a los camaroneros en materia de combustible. Pero el aumento en precio de combustible por, la doble circunstancia de que Colombia está declinando su producción y por lo que ha pasado en el mercado internacional, eso ha sido una carga pesada para los colombianos.

Lo que hemos hecho en pensiones, empezando por el aumento de cotizaciones.

Todas las empresas de servicios públicos se han venido reestructurando, empezando por Emcali –que hoy está en una situación mucho más sana-, las electrificadotas de las cuales era socio mayoritario la Nación, todas estaban en rojo, hoy todas están en negro, es el resultado de dos acciones, si hay administración y a continuado el proceso de mejorar la administración, pero también hay un gran ajuste en tarifas, eso es bastante gravoso para el pueblo colombiano.

Nosotros prácticamente vamos a dejar actualizado todo el catastro colombiano que corresponde al Agustín Codazzi. Por fuera del Agustín Codazzi están el Distrito de Bogotá, Medellín, Antioquia y Cali, lo otro lo maneja el Agustín Codazzi.
La actualización catastral en el campo, en este Gobierno, es del 70 por ciento y lo decía anoche en Confecáramas –porque algo trasnochado me traje al Ministro de Agricultura, pero el está joven, de la reunión en Confecámaras-.

Hay que poner mucho cuidado ahora que se habla de impuestos a la tierra. Ministro, es muy importante que aquí, en donde hay tanto empresario del campo digamos cuánto valía el catastro rural en Colombia en el 90 y cuánto vale hoy. Porque aquí hay la falsa creencia de que la tierra no está pagando impuestos y eso se ha encarecido muchísimo.

Andrés Felipe Arias. Ministro de Agricultura:Presidente, en el año 1990 el avalúo catastral rural era de 1.76 billones de pesos de ese año, excluye Medellín, Bogotá, Cali y Antioquia. Hoy, este año 2005, el avalúo catastral rural asciende a 30.6, 30.7 billones de pesos de hoy.

Uno tiene que comparar los pesos de ambos años utilizando un índice, sin importar el que uno utilice, el crecimiento entre ese año y hoy, es de 250, 300 por ciento del avaluó catastral rural.

Presidente de la República: ¿en términos reales?

Ministro de Agricultura: Reales, correcto, el incremento de ese avaluó, entonces ese era el dato de ese valuó.

Presidente de la República: El debate que aquí no grava la tierra, es un debate que hay que mirarlo tan cuidadosamente como el debate de las exenciones. Ese es un debate muy importante. Cando me hablaba de los detractores, me mostraba qué pasa cuando ese crecimiento de los avalúos catastrales rurales se detracta con el índice de precios al productor.

Ministro de Agricultura: Correcto, con IPC, con IP, con el índice de precios al productor general, al productor agropecuario o en dólares, Presidente. Cualquiera que uno utilice, está entre 250 y 300 por ciento del crecimiento real del avaluó catastral rural entre el 90 y el 2005.

Presidente de la República: para este debate es muy importante hacer este planteamiento: ¿vamos a gravar el sector agropecuario con criterio de economía especulativa o con criterio de economía productiva? Nosotros no podemos pensar que Colombia se va a quedar siempre en la economía especulativa del narcotráfico. Yo confío que de eso estemos saliendo. Aquí hay que derrotar la droga y creo que lo que estamos haciendo con extinción de dominio ha frenado bastante la incursión del narcotráfico y la tiene que espantar definitivamente del país agropecuario.

El país tiene que focalizarse a gravar el campo con criterio de economía productiva, no con el criterio de economía mafiosa, especulativa. Y por eso, hay que ser cuidadoso –también- en lo que se propone en materia de gravamen activos agropecuarios como es la tierra y reconocer lo que ha ocurrido en Colombia: esa variación en los avalúos entre el año 90 y la fecha.

En fin, se han hecho una gran cantidad de ajustes. Yo diría que el debate político sobre el cuándo y el cómo para el IVA, debe tener en cuenta lo siguiente: dejemos que estos ajustes se (…), para que en ese momento haya espacio para poder seguir ampliando la base de IVA.

Y preparémonos para lo siguiente, en el cómo: creo que es año, el año que vayamos a universalizar base de IVA, debemos tener en cuenta dos cosas: es menos técnico, pero es lo socialmente recomendable que para lo que falta, haya una tarifa considerablemente baja. Y segundo, debe haber un acuerdo para incrementar los salarios de manera extraordinaria, ese mismo año, para compensarle a los sectores trabajadores el impacto que se llegare a tener con un aumento del IVA.

El Gobierno no va a presentar iniciativa alguna sobre IVA este año, las que va a presentar ya las resumí. Pero como el debate se está dando en toda parte, el Gobierno tiene que acudir con toda responsabilidad a contribuir con sus tesis a este debate.

Me gusta mucho lo que ha hecho Chile en materia de fondos. Nosotros aquí no hemos tenido esos fondos, hemos buscado hacer un gran esfuerzo vía estímulos tributarios, pero empiezan ya a crecer algunos fondos. Por ejemplo, entre el Fondo Emprender y Fomipymes, creo que este año vamos a tener aportes no reembolsables del orden de 70 mil millones.

Lo que está pasando alrededor del Sena con el Fondo Emprender es bien importante. Y FINAGRO ha hecho un primer esfuerzo de recursos de capital de riesgo para el caso maderero.

Es bueno que le cuente a este auditorio, doctor Cesar (Pardo Villalba, presidente de FINAGRO) ¿cuántas hectáreas completan ustedes este año como socios de capital de riesgo, donde va el Estado promotor también haciendo aportes de riesgo?

Cesar PardoVillalba. Presidente de FINAGRO: este año completamos, Presidente, 7mil hectáreas en un programa de los departamentos del Cesar y Magdalena, vamos a empezar a hacer inversiones en el departamento de Antioquia para tres mil hectáreas en un convenio que hemos firmado esta semana con la Reforestadota Industrial de Antioquia. Nuestra Junta Directiva determinó que como los recursos para esta inversión son 30 mil millones de pesos, se concentre esta inversión exclusivamente en reforestación.

Hay un dato importante Presidente y es que, con las 3 mil hectáreas que sembramos en el 2004, obtuvimos una deducción del impuesto a la renta de 880 millones de pesos que descontó FINAGRO y que obviamente tiene una influencia muy importante en nuestro PyG (Pérdidas y Ganancias). O sea que vamos a programar para el mes entrante una reunión con los posibles inversores en reforestación, para enseñarles esta metodología y para decirles que no solamente tienen la rentabilidad que da la inversión forestal, sino la posibilidad de descontar las inversiones que se hagan en el primer año.

Presidente de la República: Nosotros estamos lejos de poder hacer unos aportes no reembolsables como los que hizo Chile, pero diría que tenemos los incentivos tributarios, tenemos el marco institucional y vamos avanzando.

En ese marco institucional, todavía con pocos recursos –a manera de síntesis- cito, el Fondo de Capital de Riesgo (FINAGRO), el Fomipyme (creado por el anterior Gobierno) y el Fondo Emprender –muy exitoso en el SENA- creado en este Gobierno cuando el Ministro Juan Luis Londoño (Q.E.P.D), al principio de la administración, tramitó la reforma laboral.

Nos ha hecho una gran presentación Chile sobre el tema de mercados. Permítanme hacer una referencia al mercado interno y al mercado externo.

Colombia va a duplicar, en este Gobierno, sus exportaciones. Estamos ya con la posibilidad de poderle decir al país que estamos exportando 20 mil millones de dólares. Que, duplicarlas en cuatro años es importante, todavía sin haber logrado temas como el TLC. Y sobre todo hay un gran crecimiento en las no tradicionales, que se van a situar por encima de los 10.500 millones de dólares, vienen de 6 mil. Pero, con esta pobreza y con esta miseria, Colombia –para superar estos fenómenos- tiene en el mercado interno una gran posibilidad. Por eso hay que mirar ambos sincronizadamente.

Algunos voceros del sector agropecuario han dicho y comparto su preocupación: ‘el Gobierno está presionando un crecimiento de la oferta y ¿a dónde está la demanda?”. Estamos haciendo los esfuerzos de los mercados externos y los esfuerzos de los mercados internos.

En el mercado interno señalaría dos elementos claves: la tendencia de reducción de desempleo y los estímulos a consumos básicos de los sectores más pobres. El país vio en pocos años, un salto muy preocupante, pasamos de un desempleo del 7.5 por ciento a un desempleo de casi del 20 por ciento. Hoy está en el 11.4 por ciento. Nosotros estamos haciendo todos los esfuerzos para que en diciembre sea del 10 por ciento.

El país vio, en un periodo muy corto, saltar el desempleo de jefes de hogar del 4 al 10 por ciento, hoy está en el 5.8 por ciento. Ojalá, rápidamente, lo podamos situar nuevamente en el 4 por ciento.

Un millón 700 mil colombianos han regresado al régimen contributivo de salud -eso es bien importante-, más el crecimiento en pensiones, en cobertura que ya empieza a mostrar dinámica y lo mismo en riesgos profesionales. Yo creo que ahí hay unos síntomas importantes de que se va a recuperar el mercado interno.

En materia de subsidios para consumos básicos: Bienestar Familiar, en sus programas de nutrición, ha pasado –en este Gobierno- de 6 millones 100 mil usuarios a 9 millones 100 mil usuarios. Es un crecimiento de 3 millones de usuarios superior al 40 por ciento. Y eso es: consumo de alimentos con subsidios estatales. Eso ayuda mucho a la demanda.

Rápidamente –porque ya está adjudicada la licitación- el país tendrá cumplida una meta de este Gobierno: un millón de niñitos menores de cinco años recibiendo un desayuno bien balanceado nutricionalmente.

En el tema de los ancianos vamos por el mismo camino. Ya está prácticamente adjudicada la licitación, faltaban 25 mil cupos, pero el país verá rápidamente: 400 mil ancianos recibiendo una comida diaria del Estado. Eso es como darle una comida adicional a la ciudad de Pereira.

Eso nos tiene que ayudar mucho, desde el punto de vista de cohesión social, sin lo cual esta democracia no se legitima. Y nos tiene que ayudar mucho –también- desde el punto de vista de mejorar la demanda de alimentos en Colombia. Son 570 mil ancianos lo que quedan subsidiados: 170 mil recibiendo un subsidio monetario y 400 mil recibiendo una comida al día.

La administración presidencial anterior empezó el programa Familias en Acción, nosotros nos hemos empeñado en financiarlo y en crecerlo y en pagarle a la gente. Terminamos el año pasado con 340 mil Familias, aspiramos terminar este año con 500 mil. Cada Familia recibe una plática para garantizar la alimentación y la asistencia escolar de sus hijos. Todos estos factores estimulan la demanda de alimentos en Colombia.

En materia de mercados internacionales destacaría algo que ha pasado en Colombia sin que lo estuviéramos esperando muchos: el acuerdo CAN – MERCOSUR. No le veo mucha importancia económica en el corto plazo, sí en el mediano y largo plazo. Pero en el corto plazo le veo gran importancia política porque cuando empezamos a proponer el TLC (tratado de libre comercio) con los Estados Unidos, muchos de los compatriotas críticos del Gobierno decían: ‘¿cómo van a hacer el TLC con los Estados Unidos, si no tienen acuerdo con los países del sur y además hay una norma Constitucional que indica que hay que buscar acuerdos con los países del sur?’. Pienso que ya hoy está removido ese obstáculo, tenemos el acuerdo CAN – MERCOSUR. Eso es de un gran impacto político.

Confío que rápidamente podamos hacer la negociación del TLC. Ayer hablé nuevamente con el doctor Hernando José Gómez –quien está en los Estados Unidos- y le dije: ‘Hernando José, sobre el memorando de la semana pasada, avancemos, aceleremos”. Un memorando donde consignamos unos puntos de preocupación en el tema textiles, confecciones, azúcar, maíz, arroz, en el tema de los cuartos traseros de los pollos y también, unos puntos ahí importantes para el café de marca, eso es lo básico. Ojalá podamos hacer eso rápidamente.

Alguien me decía que ‘¿y cómo va hacer eso en periodo electoral?’ El Gobierno no puede pensar que haya periodo electoral o no. El Gobierno lo que tiene que hacer es, cumplir sus responsabilidades con el país. El escenario más grave, peor, es 31 de diciembre del año entrante: expiración de la APTDEA sin este tratado.

Algunos me han dicho: ‘Presidente no se afane por el tratado, que nos prorrogan las preferencias unilaterales’. No nos las van a prorrogar.

A la administración Pastrana le costó mucho trabajo emprender la consecución de la prorroga del APTA y a nosotros que lo promulgaran ya como APTDEA. Eso fue muy difícil.

Lo que hemos visto en el Congreso de los Estados Unidos, ahora –sobre todo después de tener tratados con otros países como los Centroaméricanos- es que abría enormes dificultades, casi una barrera imposible, para que nos prorroguen estas preferencias unilaterales de acceso al mercado de Estados Unidos.

Pensemos en la fecha del 31 de diciembre del año entrante, por eso creo que hay que acelerar esta negociación y que debe ser una negociación equitativa y que en el caso del sector agropecuario debe considerar, como lo hemos dicho, a todas las autoridades de los Estados Unidos, a su Presidente George Bush: en Colombia hay que tener en cuenta el tema del agro y su relación con las drogas ilícitas y con el terrorismo.

Si aquí el agro se deprime, prosperan las drogas ilícitas y el terrorismo. Y lo contrario, si recuperamos la agricultura lícita, si diversificamos la agricultura lícita, si le abrimos los horizontes que busca la Corporación Colombia Internacional y que han logrado en Chile, nosotros –con eso- ayudamos muchísimo a acabar con los cultivos de drogas ilícitas y a acabar con el terrorismo. Creo que hay que hacer esto con los Estados Unidos, ojalá rápidamente.

Me preocupa que ahora haya un tratado de Centroamérica con los Estados Unidos y que nosotros no lo tengamos, porque eso nos puede poner en desventajas arancelarias en Centroamérica. Entonces, nosotros tenemos que hacer un gran esfuerzo para el tratado con los países Centroaméricanos y del Caribe, quiero proponerlo en la agenda.

Hemos logrado una prorroga de 10 años de los tratamientos preferenciales en la Unión Europea, pero hemos tenido problemas. Ustedes saben el problema del banano, afortunadamente el panel que se había establecido, falló favorablemente a nuestro reclamo sobre los aranceles altísimos, ese arancel específico tan alto que nos impuso la Unión Europea, ahora se está negociando antes de que tengan que instalar un segundo panel, ojalá lleguemos a un acuerdo.

Quiero llamar la atención sí: 10 años pasan en nada, Colombia no se puede dormir en estos 10 años, en estos 10 años hay que tener un acuerdo con la Unión Europea porque, lo que uno puede mirar hoy a 10 años, todo cambia mucho, pero hoy la certeza que se anida en la intimidad de este raciocinio, es que en 10 años la Unión Europea no nos dará otra prorroga unilateral de estas preferencia –que tenemos que sustituirla en el tiempo por un acuerdo bilateral que debe ser Unión Europea – CAN-.

Quiero destacar la gran posibilidad que Colombia tiene en materia de recursos humanos.

Hay un reconocimiento internacional a la buena gerencia colombiana, todo el mundo se lo dice a uno, creo que eso hay que aprovecharlo y entre nosotros también resaltarlo. Porque encuentro alguna diferencia de ánimo en foros nacionales e internacionales.

Yo he sido el más experto en foros internacionales, pero ahora que voy a ellos, a promover a Colombia, encuentro un entusiasmo y me pregunto: ¿será verdad todo esto? Y le pregunto al uno y al otro, a los más expertos y me dicen: ‘sí’.

Veo a Colombia de moda en los mercados internacionales, la gente quiere invertir en Colombia, hay un gran entusiasmo, la gente es con entusiasmo, es con ganas, con energía para invertir en Colombia y siempre le destacan a uno la buena gerencia colombiana. No hay inversionista internacional que no destaque eso. Adicionalmente estamos haciendo un gran esfuerzo en capacitación de todos los niveles del recurso humano.

La Revolución Educativa, para no fatigarlos con cifras de la Revolución Educativa, déjenme hablar simplemente de algunos logros del Sena.

El Sena estaba capacitando millón 100 mil personas por año, este año capacita casi 4 millones. La meta es que capacite cuatro millones el año entrante.

Hemos forzado al Sena a que este más integrado con el sector privado día a día. A pasado de una empleabilidad que era apenas del 42 por ciento, a una que es del 62. Todavía bajita, pero ha recuperado 20 puntos en empleabilidad de sus egresados.

Está haciendo presencia hoy, en todos los municipios de Colombia. Eso es bien importante.

Ya completa este año 250 mil estudiantes en ambiente virtual y está manejando un programa muy bello que es Jóvenes en Acción y otro más ilusionante que es Jóvenes Rurales. El año pasado capacitamos 107 mil Jóvenes Rurales, este año vamos a repetir la cifra. Son muchachos campesinos, bachilleres, que no tienen conocimientos laborales de valor agregado y que no han tenido la posibilidad de ingresar a la universidad, pero si todas las tentaciones de que los vinculen los grupos terroristas o que los involucren en el narcotráfico.

Y estamos conectando ese programa de Jóvenes Rurales con el programa de microcrédito. Eso ayuda muchísimo.

Hay que aprovechar lo que está haciendo el Sena. Además veo, Adriana, el gran interés de la Corporación por el tema de las incubadoras. Me parece que hay que integrar más la Corporación con el Sena, porque la meta del Sena es dejar el país el año entrante con más de 40 incubadoras, creo que ya anda alrededor de las 30. Ahí veo una gran alianza estratégica para efecto de incubadoras de empresas entre el Sena y la Corporación Colombia Internacional.

Y les diría que hay que considerar otro aspecto: el marco laboral colombiano.

Déjenme ser atrevido y ofrezco excusas por la comparación: creo que es el mejor del Continente.

Las dos reformas que ha logrado Colombia, una en el 90 y otra en el 2002, ponen el marco laboral colombiano –creería- como el más adecuado del Continente.

Tiene un suficiente grado de flexibilidad, sin llegar a la incertidumbre para los trabajadores. Y al mismo tiempo, todos los elementos para que haya equidad, para que haya justicia social, sin lo cual no se crean unas relaciones armoniosas, estables, permanentes entre trabajadores y empleadores.

Hay que resaltar, para estimular la inversión en Colombia, el marco laboral que ha logrado el país. Eso es bien importante.

Y creo que hay un tema que no podemos ignorar: los esfuerzos que se han venido haciendo en otros temas de la agenda legislativa. Déjenme destacar tres de las últimas leyes que el Congreso de la República nos aprobó: la que simplifica trámites, alivia mucho la vida de las empresas y alivia mucho la vida de los ciudadanos.

La que moderniza el mercado de capitales: le exige a las empresas del registro público, tomar unas decisiones como la de incorporar en sus órganos de gobierno lo necesario para proteger a los accionistas minoritarios. Eso les da mucha más confianza, mucha más credibilidad, las pone mejor situación para tener éxito en el mercado de capitales.

Y si la gran empresa, con estos órganos del gobierno, se puede financiar sin obstáculos en el mercado de capitales, cuánto mejor para la mediana y la pequeña empresa, que les queda más espacio en los recursos de intermediación financiera.

Y la ley que es tan importante, la que autoriza al Gobierno para firmar pactos de estabilidad con los inversionistas. Dio mucha dificultad, en buena hora el Congreso de la República la aprobó.

Hace dos días me preguntaba el Ministro (Jorge Humberto) Botero (de Industria, Comercio y Turismo) que si publicábamos ampliamente el decreto reglamentario, le dije: ‘no, no Jorge Humberto. Hagámosle difusión a los primeros pactos, hacer pedagogía con el ejemplo, cuando ya tenga los primeros inversionistas listos a firmar esos pactos de estabilidad, llamemos todos los fotógrafos y todos los que tengan cámaras y grabadoras para difundir eso, para que eso haga camino.’ Esos pasos que ha dado Colombia son muy importantes.

Y los acuerdos que Colombia empieza a firmar en el campo internacional, los bilaterales. Con España hemos firmado dos que nos van a abrir camino, que van a hacer trocha.

Uno para desmontar la doble tributación y el otro, es el acuerdo de protección a las inversiones. Ya van los dos al Congreso de la República, para su ratificación. Y confiamos replicarlos con otros países que invierten en Colombia. Habíamos tenido muchos reclamos por los dos temas: eliminen doble tributación, que el inversionista colombiano que tenga inversiones en España y el español que tenga inversiones en Colombia, por esas inversiones no tenga que pagar en los dos países.

Y el Acuerdo de Protección de Inversiones. Esos acuerdos de protección de inversiones se van a favorecer muchísimo con la ley interna colombiana que autoriza al gobierno a firmar los pactos de estabilidad.

En esta Patria falta mucho, pero trabajando todos de buena fe, ahí vamos sorteando problemas.

En materia de seguridad nosotros no hemos ganado, pero vamos ganando. Lo importante es incorporar la Seguridad Democrática, como una política de Estado en Colombia.

Todavía hay muchos asesinatos en Colombia y mucho secuestro, pero las tendencias son positivas. En el año 2003 tuvimos una reducción del asesinato del 20 por ciento, en relación con el 2002. En 2004, en relación con el 2003, del 15 por ciento. Y este año llevamos una reducción del 19 pro ciento, estamos apuntando al 22 por ciento. Se nos ha caído algo.

En materia de secuestros, en el país estaban secuestrando 3.050 personas por año. Este año van 408, de ellos 187 secuestros extorsivos.

Cada vez que repito lo que les voy a decir, cruzo los dedos, cómo lo digo y cómo no lo digo: en Bogotá no se ha presentado un solo caso de secuestro extorsivo este año, nos secuestraron un señor en Chía y lo rescatamos, secuestraron a un señor en un pueblito de la Sabana y lo rescatamos.

Estamos haciendo un gran esfuerzo, pero quiero llamar la atención sobre esto: ese esfuerzo necesita todos los días creciente cooperación ciudadana. Me parece que cada colombiano tiene que ser un demócrata y simultáneamente, tener alma de policía y de soldado para cooperar con la Fuerza Pública. Es lo único.

En muchas regiones de Colombia me dicen, ‘bueno Presidente y ahora con la desmovilización de los paramilitares quién nos va a cuidar’. Le dicen a uno en el Catatumbo, le dicen en una regiones de Córdoba, le dicen en Urabá. Y les dije: pues tenemos que hacer el esfuerzo porque lo único válido en Colombia, en una democracia, es la protección institucional y nosotros no tenemos presupuesto ni posibilidades ni nos permite la geografía colombiana ser totalmente efectivos, en un esquema de seguridad, sin cooperación ciudadana.

Por eso y aquí donde hay tantos representantes del sector agropecuario, déjenme hacer una invitación: que cada uno sea un cooperante efectivo con la Fuerza Pública. Es lo único que nos ayuda a tener un nivel de eficiencia, de transparencia en seguridad, que nos permita convertir en realidad el sueño de una Colombia sin narcotráfico, sin guerrillas terroristas, sin los mal llamados paramilitares terroristas y sin corrupción. Una gran vinculación ciudadana a todas estas actividades.

Muchas gracias.

 
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