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CONVERSATORIO CON EMPRESARIOS DEL CLUB UNIÓN
Julio 06 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)

Compatriotas:

Quiero dar a todos ustedes un saludo muy, muy afectuoso. Desde hace meses de manera muy generosa, el médico Fernando Londoño me había invitado a una reunión con ustedes, me había contado todos los proyectos que se habían ubicado transitoriamente en esta sede y que allí en uno de los desarrollos importantes que se están adelantando en la ciudad, van a tener la sede permanente, quiero felicitarlos por todo ese esfuerzo, además me contó lo último que será esa vieja sede tan bella, llena de historia, tan importante para la Patria, para Antioquia, lo importante que será para la cultura, para la educación en el centro de la ciudad.

No tengo palabras para expresarles mi gratitud, en nombre de mi familia, del mío, por la generosidad de nombrarme socio honorario del club, les agradezco inmensamente.

Con tres años de Gobierno, ya los gobernantes tenemos que empezar a dar rendiciones de cuentas y ningún escenario más importante que este, el que integra un grupo de coterráneos tan distinguidos como ustedes para empezar a hablar de que hemos hecho, sin perder de vista el futuro de la Patria.

He pensado que el gobernante se tiene que preocupar por lo del largo plazo, por lo de mediano plazo, por lo inmediato, por lo grande y lo pequeño.

En los próximos días Planeación Nacional va a someter a consideración de los colombianos, para abrir una discusión pública, el primer borrador de un documento que titulamos: “Colombia, visión de Segundo Centenario”, lo habíamos prometido en la campaña presidencial, es un documento con una visión de Colombia al siete de agosto de 2019, cuando nuestra Patria habrá de cumplir 200 años de vida independiente, con unas metas muy exigentes en la erradicación de la pobreza y consolidación de una democracia ampliamente pluralista en crecimiento económico, en bienestar para todos los colombianos. Y ese documento se propone unas metas parciales, especialmente para el 20 de julio de 2010, cuando la Patria estará cumpliendo los 200 años del grito de independencia.

Ese documento cumple varios objetivos. Un objetivo, proponerle a los colombianos una visión de largo plazo en permanente evaluación y en permanente revisión.

Un segundo objetivo, ajustarnos en nuestros propósitos internos totalmente a las metas del milenio, las metas tan importantes como las de la erradicación de la pobreza.

Un tercer objetivo, lograr un empalme de plan cuatrienal de desarrollo en plan cuatrienal de desarrollo. No es posible adoptar hoy planes que excedan los cuatro años, además es de la esencia de la democracia, permitir que los procesos democráticos sean los que vayan definiendo, redefiniendo, modificando o manteniendo el rumbo de la Nación.

La Nación hoy, por mandato de la Constitución y por obra de la democracia, para elegir un mandatario cada cuatro años debe adoptar en un procedimiento democrático el Plan de Desarrollo, pero eso no obsta para que se hagan esfuerzos de largo plazo a fin de que un plan cuatrienal haga parte de una visión de largo plazo que lo comunique con el anterior y que lo comunique con el que habrá de sucederlo. Por eso nuestra insistencia en esa visión de largo plazo.

Hace pocos días, mirábamos un buen libro de administración, sobre eficacia ejecutiva, y le pedí a todo el Consejo de Ministros que cada uno lo estudiara cuidadosamente, y encontré allí elementos para profundizar en una diferencia alrededor de la cual he meditado hace mucho tiempo: ¿Cómo se diferencia la micro gerencia de la preocupación por el detalle que garantice la ejecución? Porque la verdad es que ha preocupado mucho la circunstancia de que en este mandato el Presidente de la República esté pendiente de mucho detalle.

Eso parte de una consideración. En la Patria hemos tenido muy buena visión macro, pero por ocasiones ha sido muy bajo el nivel de ejecución, justamente porque nos hemos quedado en la visión macro en su formulación y no hemos puesto al nivel más alto del Estado todo el interés para garantizar la ejecución de aquello que se ha visionado.

Entonces, no es que queramos incurrir en el micro manejo, en desplazar aquellos que tienen expresas competencias definidas por la Constitución, por la ley o por sus superiores administrativos, pero si estar pendientes de todos los detalles para garantizar a través de la definición de estrategias, de la definición de metas de largo plazo, de la definición de metas de corto plazo, cómo va el avance de todas las políticas de Gobierno, porque Colombia necesita mostrar mejores niveles de ejecución en las políticas de Gobierno para ir cerrando esa brecha entre la muy buena elaboración macro que ha tenido el país y la que bastante se critica, el bajo nivel de ejecución, por eso ha sido el esfuerzo nuestro de estar pendientes de la visión de lo grande, pero también del detalle para que lo grande se realice.

Nos propusimos una palabra, recuperar confianza en Colombia. Recuperar confianza para que los muchachos vean en Colombia las nuevas generaciones, la gran posibilidad de convertir en realidad sus ilusiones, confianza para invertir en Colombia, confianza para generar empleo en Colombia, para encontrar empleo en Colombia, confianza para vivir en Colombia.

Y nos hemos propuesto la construcción de confianza a través de varios ejes, del rescate de la seguridad, con una proposición de Seguridad Democrática, la transparencia y el avance hacia la reactivación económica y hacia la reactivación social.

En materia de seguridad, nuestra tarea ha sido por una Seguridad Democrática. ¿Por qué democrática? Para establecer la diferencia entre lo que ocurrió en otras épocas en nuestro continente latinoamericano y lo que propone este Gobierno y se ha propuesto realizar.

En nombre de la doctrina de la seguridad, se suprimieron en algún momento en el continente libertades públicas, se afectaron derechos democráticos, se utilizó la seguridad para perseguir al adversario, para maltratar el disenso. Nosotros no queremos, ni podemos permitir que eso ocurra en Colombia.

Por eso nuestra proposición de seguridad democrática, es para profundizar las libertades, para que se estimule permanentemente el debate sin la amenaza el atentado terrorista, para que Colombia le de seguridad por igual al empresario que al trabajador, al líder gremial que al líder sindical, al dirigente y vocero de la oposición que a las voces más amigas de las tesis gobernantes.

Ese concepto de seguridad democrática hay que repetirlo, mostrar su consistencia entre lo que se ha propuesto en la teoría y lo que se ha ejecutado en la práctica y pedir a los colombianos un permanente movimiento de opinión que exija que la Seguridad Democrática se proyecte como un instrumento de largo plazo que se suceda de un gobierno a otro para bien de la Patria.

Con cortos periodos de Seguridad Democrática es imposible alcanzarla, mientras los terroristas han tenido décadas, si no logramos una sucesión en el tiempo, de gobierno en gobierno, a los postulados y a la acción básica de la seguridad democrática, será imposible obtener sus logros.

Por eso, hay que llamar la atención de todos los compatriotas. Por ejemplo para impedir que grupos terroristas como las Farc le hagan nuevas trampas políticas al país, lo engañen, lo saquen del curso de la conquista de la seguridad para evitar que algunas agrupaciones políticas del país lleguen de manera inocente a hacerle juego a las nuevas trampas del terrorismo.

La continuidad de la seguridad democrática es un imperativo nacional, independientemente de los gobiernos que vengan porque es un camino para construir una convivencia sólida en el largo plazo, es un camino para construir desarrollo, es un camino para construir inversión, es un camino para conseguir mejoramiento social.

Al continente lo han venido dividiendo entre gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda. Esa división a mi juicio, es una división inconveniente, es una división obsoleta, es una división no práctica, obsoleta.

Esa división cobraba vigencia en la época de las dictaduras, hubo toda la caracterización teórica para definir frente a posturas de las dictaduras cuáles eran de izquierda y cuales era de derecha.

Hoy, en la época de la regla democrática, esa división es obsoleta. Dejado atrás el periodo de las dictaduras, con vigencia plena de la regla democrática, esa división ha pedido el momento

Es inconveniente, polarizante. Lo vimos en la reciente elección del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, cómo se polarizó el continente; polarización que se pudo superar en muy buena parte gracias a la prudente gestión de la canciller de Colombia, la doctora Carolina Barco.

E impráctica. Hace pocos días, una periodista internacional que me entrevistaba me decía que cómo lograba convivir un gobierno de derecha como el que yo presido con una serie de gobiernos de izquierda en el continente. Y hacía unas críticas muy fuertes a este gobierno, y yo le decía: ¿Usted dónde se ubica? Y me dijo: en la izquierda. Y le pregunté: déme un solo elemento para poder justificar que usted es de izquierda y para que justifique que yo soy de derecha; enmudeció.
Después le pregunté: déme un solo elemento para caracterizar al gobierno del presidente Lula en el Brasil como un gobierno de izquierda y al gobierno actual de Colombia como un gobierno de derecha; enmudeció.

Hay que superar eso. En la época de la regla democrática creo que tenemos que formularnos diferentes preguntas para mirar estas democracias, y proponer diferentes parámetros para responder a esas preguntas.

Hay que preguntarnos: ¿Estas democracias son de liderazgo o de caudillismo? ¿Estas democracias son progresistas o retardatarias? ¿Estas democracias son institucionales o caprichosas?

Hay una gran diferencia entre el liderazgo y el caudillismo. Lo primero que hace el liderazgo es respetar todas las reglas democráticas, no solamente las que dieron origen al mandato de quienes tienen posiciones de liderazgo, sino las que rigen ese mandato.

Dar ejemplo en materia de respetar la ley, practicar por parte de los líderes aquel principio del estado de derecho, según el cual es más importante el sometimiento de los dirigentes y de los gobernantes a la ley, que de los propios gobernados, porque si no hay ejemplo de sometimiento a la ley por parte de los gobernantes, no hay manera de garantizar el imperio de la ley en toda la comunidad de gobernados.

Una democracia progresista es una democracia de respeto a las instituciones independientes. Una democracia con solidaridad es una democracia en permanente avance en construcción de justicia social.

Para responder a todas esas preguntas, a si esta es una democracia, si las nuestras en el continente son democracias de exclusiones o democracias de plena inclusión, nos hemos propuesto examinarlas y pedir a la comunidad nacional e internacional que las examinen a través de cinco parámetros: las libertades públicas, la seguridad, la cohesión social, la transparencia y el respeto a instituciones independientes.

En la seguridad hemos avanzado. Cuando este gobierno empezó en la Patria asesinaban casi 30 mil ciudadanos. Terminamos el primer semestre de este año con 8300 homicidios en Colombia. La cifra todavía es muy alta, no todas las ciudades colombianas han reducido los homicidios en la proporción de Medellín, pero la tendencia es buena.

Quisiera destacar el ejemplo de Medellín. La disminución de homicidios en la ciudad es ejemplar. En el año 2003, después de que habíamos emprendido en septiembre de 2002 la tarea de enfrentar todos factores de violencia de la ciudad, en el año 2003 tuvimos una disminución de homicidios en la ciudad del 34 por ciento. En el año 2004 una nueva disminución de homicidios del 42 por ciento. Y en lo corrido de este año se repite el 42 por ciento.

Tengo que reconocer el gran apoyo que hemos tenido de la comunidad, de sus gremios, del anterior alcalde y del actual alcalde: los doctores Luis Pérez y Sergio Fajardo.

Las administraciones de Medellín han ayudado inmensamente en esta tarea de recuperar la paz y la tranquilidad para nuestra ciudadanía.

En materia de secuestro, cuando empezamos, el país estaba teniendo años de 3.050 secuestros al año. Este año llevamos 340 secuestros, de los cuales 168 han sido extorsivos. Quisiéramos mostrar un mejor resultado, quisiéramos decirle a Colombia y al mundo que estamos en cero secuestros. No lo hemos logrado, pero la tendencia es buena.

Hay que pensar esto –creo yo, apreciados coterráneos- vamos ganando, pero no hemos ganado. Por eso la persistencia con ajustes -como los que hay que hacer en todo proceso humano- la persistencia con ajustes es un imperativo nacional. Y nada mejor que reclamarla desde Antioquia. Ningún sitio mejor que Antioquia para decir desde aquí a todos los colombianos: vamos ganando, pero no hemos ganado.

No nos dejemos sacar del camino de la Seguridad Democrática. No seamos víctimas de trampas políticas del terrorismo. Llamemos la atención para que ningún grupo político caiga en las trampas del terrorismo. Llamemos la atención para que trampas políticas del terrorismo no prosperen en Colombia; porque la Seguridad Democrática, con los ajustes que haya que introducir, hay que continuarla para que Colombia gane.

Hemos puesto mucha atención en unas expresiones clarísimas de la seguridad, para que esas expresiones hablen sobe si esa seguridad es democrática o no lo es.

Por ejemplo, en el tema de alcaldes. Cuando el Gobierno empezó teníamos casi 400 alcaldes que no podían ejercer sus funciones en el municipio para el cual fueron elegidos. Nos hemos propuesto darles plenas garantías a todos los alcaldes y gobernadores de la Patria, sin detenernos en el origen político de su elección. Hoy, salvo uno o dos casos, todos, rodeados de garantías, ejercen en el municipio donde fueron elegidos.

Hemos puesto toda la atención para la protección de líderes sindicales. En Colombia estaban asesinando 168 dirigentes sindicales. Todavía tenemos casos. Quisiera decirle al mundo –para honra de la democracia colombiana- que hemos superado ese problema. Pero todavía en el primer semestre de este año nos asesinaron siete personas vinculadas a organizaciones sindicales.

Hemos puesto toda la atención para garantizar la seguridad de los periodistas de Colombia. La Patria tuvo años de asesinato de 11 periodistas. Este año, a pesar de nuestros esfuerzos, todavía nos han asesinado dos. Pero, con persistencia, vamos a lograr un día que esos indicadores de la democracia colmen las aspiraciones que requerimos, para la mejor, la óptima honra de nuestra Patria.

Ese tema de la seguridad hay que llevarlo de la mano de otro parámetro para calificar estas democracias: el de las libertades públicas.

Hemos sido muy cuidadosos para no incurrir en lo que pasó en otros países, territorios en los cuales, en nombre de la seguridad, suprimieron o suspendieron transitoriamente las libertades. Jamás lo haríamos. ¡La seguridad es para profundizar las libertades! Es un contrasentido, entonces, que en nombre de la seguridad se coarten, se suspendan las libertades.

El país vivió el referendo de 2003, un referendo que se propuso sin un solo punto clientelista, sin un solo punto populista. Un referendo de sacrificios, un referendo complejo.

De sacrificios, porque se le pedía a un pueblo pobre –como el pueblo colombiano- hacer sacrificios en materia de salarios de empleos públicos. Un referendo sin un solo llamado populista.

Un referendo complejo. Si yo tuviera la oportunidad de volver a presentarlo no incurriría en el error de presentar tantos puntos, definitivamente nos excedimos en el número de proposiciones que se presentaron al país.

Lo importante es destacar las garantías que rodearon a los opositores y a los abstencionistas. Tuvieron incluso más espacio en el conjunto de los medios nacionales ellos para atacar el referendo, que el Gobierno para defenderlo, pero finalmente eso habla bien de las libertades públicas de Colombia.

Al siguiente día la Patria eligió alcaldes y eligió gobernadores; y eligió diputados y eligió concejales. Por primera vez fueron elegidos como alcaldes y gobernadores, para alcaldías y gobernaciones de primer orden, candidatos provenientes de partidos alternativos a los tradicionales, candidatos provenientes de partidos impulsados por integrantes de antiguas guerillas, candidatos que en otras condiciones corrían el riesgo de ser asesinados. Creo que esas elecciones de 2003 marcan un hito importante para la historia democrática de la Nación. A todos esos candidatos se les protegió con toda la eficacia.

Pero no nos quedamos allí, al otro día dijimos que este Gobierno quería trabajar con todos para construir esa unidad de Patria que requerimos, que queríamos trabajar con todos ellos para construir gobernabilidad sobre la base de respetar sus competencias y sus fueros, de ser conscientes que el Gobierno Nacional está avanzado en su Plan de Desarrollo y bastante limitado en sus recursos fiscales, sobre la base de unos compromisos de transparencia y de gestión.

Y hemos trabajado con todos los alcaldes y gobernadores de la Patria, buscando gobernabilidad, unidad de Patria, sin detenernos en el origen político de su elección.

En los últimos meses Colombia ha elegido 180 alcaldes en igual número de municipios, alrededor de 60 de ellos corresponden a los grupos que hacen oposición a este Gobierno, ha habido plenas garantías.

Por ejemplo, en el departamento del Magdalena el oficialismo liberal en los últimos meses ha ganado varias alcaldías, y es bueno decirlo, porque de allí surgieron muchas voces críticas en contra de nuestras libertades democráticas, que hemos garantizado a plenitud.

Esos 180 alcaldes elegidos en los últimos meses en un país más libre, en un país que cada día siente menos presión de guerrilleros y paramilitares, son un claro ejemplo del avance de nuestra Seguridad Democrática acompañada de las libertades públicas.

Y tenemos que trabajar la cohesión social como un tercero y fundamental parámetro para construir estas democracias incluyentes, que no excluyentes, estas democracias de solidaridad, estas democracias que ven en la solidaridad la garantía de su permanencia, las trifulcas contra las democracias en el fututo, habrán de venir de su incapacidad de construir sociedades incluyentes. De ahí la importancia de la cohesión social.

Nosotros creemos en unas definiciones básicas para el país, en una sociedad incluyente pero sin odio de clases, en una sociedad en permanente debate pero sin antagonismo que impida la construcción de opciones, en una sociedad con debate pero con debate solidario, con debate que apunte al problema no a herir a las personas, con debate que permita la superación de las opciones diferentes para construir nuevas opciones en favor del conglomerado.

Es imposible construir cohesión social si no se reactiva la economía, una economía con desahorro, una economía sin inversión, una economía expulsando al extranjero los pocos recursos es una economía que no es capaz de garantizar el empleo y que no es capaz de garantizar los recursos que el Estado necesita para la inversión que construya equidad social. Por eso nuestro afán en la reactivación de la economía.

Falta mucho pero la vemos por buen camino. Hemos visto una gran recuperación de la confianza inversionista en el país, la inversión privada que llegó a situarse en el 6 por ciento del PIB está nuevamente por encima del 12 y en una tendencia bien interesante de crecimiento.

Diría yo que Colombia está hoy de moda en materia de interés inversionista y en todos los sectores. Ustedes han sido aquí recientemente receptores de inversión extranjera en la actividad manufacturera, vemos una gran afluencia nuevamente de inversión extranjera a la actividad minera, la actividad de hidrocarburos. Estábamos explorando 10 pozos por año, este año es muy posible que exploremos 40 pozos en la carrera que necesitamos adelantar para que el país frene la tendencia declinante en la producción de hidrocarburos, para que el país llegue a recuperar nuevamente la garantía de su autosuficiencia y la garantía de excedentes exportables.

En materia económica nos hemos propuesto construir confianza sobre la base de avanzar nuevamente hacia un fisco sano. Nosotros encontramos un déficit fiscal del 4,2 por ciento en agosto de 2002, confiamos terminar este año con un déficit no superior al 2,5 por ciento.

Pero hay una parte bien delicada, cuando ese déficit se desagrega antes de mirarlo consolidado en la parte central de la Nación, es mucho más alto, es todavía superior al 5 por ciento. Por eso esfuerzos como los que hemos tenido que hacer en materia de pensiones.

Quiero agradecer al Congreso de la República el valor de haber aprobado esa reforma constitucional de pensiones, es una nueva de las tantas reformas que en materia pensional se han aprobado en este Gobierno. La primera legal, dirigida por el ex ministro Juan Luis Londoño, la segunda también de alcance legal dirigida por el ministro actual Diego Palacio, la tercera es la reforma pensional que se ha adelantado en 152 entidades del Estado que hemos reformado y la cuarta es esta reforma.

En términos de ahorros al PIB esas reformas significan 70 puntos, son 70 puntos menos de déficit porque si al déficit de la Nación le sumamos el déficit actuarial estaríamos ante de estas reformas con un déficit toral superior a 200 puntos del PIB. Por fortuna estas reformas nos ahorran 70 puntos en materia actuarial.

El endeudamiento lo encontramos en el 56 por ciento del PIB, todavía está muy alto, oscila entre el 46 y el 47, el país tiene que seguir haciendo todos los esfuerzos posibles, todos los esfuerzos posibles para llega a un endeudamiento por debajo de 40 puntos del PIB.

Y tenemos confianza que el proceso de ajustes que hemos venido haciendo va a continuar dando resultados, nos hemos propuesto por un lado aumentar los ingresos, por otro lado controlar los gastos y por otro lado introducir el mayor nivel de transparencia.

Los ingresos, gracias a las reformas tributarias, gracias al avance de un plan que llamamos el plan Muisca para aumentar la base de contribuyentes en la administración de impuestos que en renta ha pasado de 350 mil contribuyentes en 2002 a más de 900 mil en este momento, los ingresos han tenido la siguiente evolución: en el año 2003 crecieron en un 18 por ciento, en el año 2004 crecieron en un 22 por ciento y este año van creciendo en un 12 por ciento.

En materia de egresos hemos hecho un gran esfuerzo para ampliar la Fuerza Pública, hemos tenido unos egresos crecientes para servir la deuda, unos egresos crecientes para pagar obligaciones pensionales, unos egresos crecientes en las transferencias con las regiones, pero aquellos factores de gasto que el Gobierno controla discrecionalmente como son los gastos de nómina y los gastos generales, los hemos reducido de manera notoria.

Para empezar y dar ejemplo, el ahorro en la Presidencia de la República alcanza casi al 30 por ciento. Hemos reformado 152 entidades del Estado, la primera fue Telecom, la última Inravisión y el Banco Cafetero. ¿Qué sería si no hubiéramos hecho la reforma de Telecom? El Gerente de Telecom pidiéndole al Ministro de Hacienda 500 mil millones al año contra el presupuesto de la Nación para pagar pensiones.

Pero esa reforma de Telecom no queda ahí. Estamos contentos porque el año pasado la empresa generó 950 mil millones de utilidad y este año es posible que repita esa causación de ganancias. Sin embargo los nubarrones, los interrogantes a futuro son muy grandes. Con el avance de las comunicaciones, con todo lo que es la telefonía móvil, con todo lo que es el esquema de las comunicaciones inalámbrico, una empresa como Telecom. y hago un llamado solidario a Empresas Públicas de Medellín a la Empresa de Teléfonos de Bogotá, a Emcali todavía regida en proceso de recuperación por el Gobierno Nacional, nuestras empresas de comunicaciones –empezando por Telecom- pueden quedarse obsoletas, pueden perder su valor.

Nosotros nos proponemos dar pasos nuevos en Telecom, nos proponemos encontrar un socio estratégico, un socio estratégico que con su capacidad de invertir garantice que Telecom se mantenga en vanguardia en la oferta de servicios, para que los colombianos no perdamos el patrimonio que tenemos en esa empresa, para que esa empresa siga dando las utilidades que se requieren para pagar a los trabajadores jubilados de Telecom en liquidación, para que esa empresa siga generando los recursos requeridos para la permanente modernización del sector.

Hace pocos días, reformamos Inravisión. La vieja Inravisión, protegida en la Constitución del 91, la sustituimos por una nueva, austera, sin privilegios convencionales, sin privilegios pensionales.

Y hemos reformado también el Banco cafetero. No contábamos con 500 mil millones para respaldar las acreencias pensionales del Banco Cafetero, ni con 300 mil millones para liquidar a sus antiguos trabajadores, y hemos logrado esas sumas. Va haber un nuevo banco, un banco moderno, un banco austero, un banco sin privilegios convencionales, un banco blindado contra el clientelismo, a semejanza de lo que la administración presidencial anterior en buena hora hizo con el Banco Agrario, cirugía juiciosa que nosotros hemos aplaudido y con la cual hemos continuado y que hemos transportado esa buena experiencia al Banco Cafetero.

Pero quedan muchas entidades por reformar. En el Seguro Social apenas dimos el primer paso al desvincular los trabajadores de las clínicas, de la entidad matriz del Instituto, para que entonces no se siga aplicando la convención, que hace que la entidad tenga unos costos imposibles de sortear para el fisco, que la convención no se siga aplicando en las clínicas. Sin embargo, faltan reformas cruciales en la parte central del Instituto y en cada una de sus clínicas.

En el sector salud hemos avanzado, pero es mucho más lo que falta. Reformar las clínicas del seguro Social nos puede costar un monto superior a los 600 mil millones de pesos.

Hay que tener siempre pendiente la lista de reformas que faltan para trabajar hasta el último día de Gobierno en ese propósito reformista.

La idea nuestra no es destruir el Estado, no es continuar la ola de privatizaciones a ultranza de América Latina de la década de los 90. La idea nuestra es un Estado austero, un Estado sostenible, un Estado que cumpla su visión, su misión, no un Estado que derrocha en clientelismo.

Un ejemplo, el Sena. Con los mismos recursos, con las mismas cotizaciones de los colombianos, sin un peso aportado por el Gobierno nacional, gracias a la reforma que lo ha desclientalizado, el Sena ha pasado de atender un millón 100 mil estudiantes colombianos en el 2002 a atender este año más de tres millones y se prepara para atender cuatro millones en el 2006.

La administración presidencial anterior produjo una magnífica ley que contribuye al saneamiento fiscal del conjunto nacional, la Ley 617, con algún antecedente en la reforma que habíamos impulsado en el departamento de Antioquia para ajustar los egresos del departamento a sus posibilidades de ingresos.

Este Gobierno se ha dado a la tarea de aplicar la Ley 617 como que fuera nuestra, con toda la decisión, con toda la disciplina fiscal.

Apenas hace 15 días pudimos firmar con Barranquilla convenios tan importantes como un convenio para aportarle a la ciudad 150 mil millones para el sistema de transporte masivo, un convenio para aportarles 55 mil millones para la defensa del río (porque se está desplazando del Puerto de Barranquilla hacia la orilla del departamento del Magdalena), un convenio de 46 mil millones para empezar a resolver los problemas de los caños de aguas lluvias de la ciudad.

¿Por qué tanta demora? Porque tomamos la decisión de no perfeccionar esos convenios hasta que Barranquilla nos mostrara que se había ajustado a las exigencias de la Ley 617.

La expedición de la Ley 617 por parte de la administración presidencial anterior y la disciplina de este Gobierno para aplicarla, nos ha permitido que los departamentos pasaran de un déficit del 0,15 por ciento del PIB en el 2000, a un superávit del 0,6 del PIB en el 2004. Y que los municipios pasaran de un déficit del 0,68 del PIB en el 2000 a un superávit del 0,34 del PIB en el 2004.

Nos quedan todavía muchos municipios en Ley 550, algunos departamentos con inmensas dificultades, pero el consolidado va mostrando una buena tendencia en la que hay que persistir.

De todas maneras en el régimen departamental y municipal hay que pensar cómo vamos a lograr economías de escala.

No fue aprobada por el Congreso nuestra propuesta para el referendo de modificar la figura constitucional de las regiones, porque esa figura hasta el momento no ha tenido ejercicio en la práctica.

Ahí hay un motivo de reflexión bien importante para el país. ¿Cómo vamos a garantizar mayor eficiencia en los departamentos? ¿Cómo vamos a superar una situación bastante difícil porque muchos están financiados con rentas obsoletas y decadentes y la situación de la Nación no da para transferir a los departamentos nuevos recursos? Tenemos en ese punto que pensar muy cuidadosamente lo que viene.

¿Qué creemos en materia tributaria? Este Gobierno ha elevado los impuestos para los que no quieren crecer, pero ha introducido una serie de estímulos tributarios para las empresas que quieran crecer.

En todas las ciudades del país me dicen ‘esta obra se está haciendo gracias a la deducción del 30 por ciento que se aprobó en diciembre de 2003’.

En 2004, en 2005 y en 2006, cualquier inversión generadora de renta el contribuyente la puede deducir en un 30 por ciento. Eliminamos el IVA para los bienes de capital en empresas altamente exportadoras y redujimos del 50 al 30 por ciento el requisito de producto exportado en una empresa para que califique como altamente exportadora. Al resto de empresas se les está devolviendo el IVA pagado en la adquisición de bienes de capital.

Habíamos eliminado el arancel para importación de bienes de capital, mantuvimos esa eliminación hasta diciembre 31 del año pasado, la suspendimos porque la tasa de cambio que afecta bastante las exportaciones estimula mucho y le resta carestía a la importación de bienes de capital.

Y tenemos una serie de productos, de gran importancia para Antioquia, que están hoy exentos de impuestos. Aprobamos una exención a los cultivos de tardío rendimiento, a la madera por ejemplo. Confiamos que en la próxima legislatura definitivamente el Congreso de Colombia nos apruebe el nuevo estatuto forestal, pero lo que es la norma básica, la norma medular está aprobada desde hace dos años, la norma que le da a esa actividad exención tributaria.

La pregunta es ¿qué le va a pasar al país cuando termine el período de estos estímulos tributarios? Nosotros queremos proponer una reflexión nacional: en ese momento hay que tener lista una reforma tributaria que baje la tarifa de renta.

La tarifa de renta hoy no depende de un capricho de Gobierno, la tarifa de renta no depende de una aproximación de teoría económica, la tarifa de renta no depende hoy de una idea política, la tarifa de renta depende de cuan competitivos queramos ser en la arena internacional.

Los países centroamericanos que firmaron con los Estados Unidos el tratado de comercio, que ya se ha abierto paso en el Senado de Estados Unidos y que le queda todavía un tramo muy difícil que es la Cámara de Representantes de ese país, los países centroamericanos están todos en plan de reducir la tarifa de renta.
Y entonces se hace otra pregunta ¿y qué pasa con el IVA? Nosotros encontramos el IVA afectando o gravando el 37 por ciento de los bienes y servicios de la canasta colombiana. Hoy con nuestra ampliación, grava el 53 por ciento, pero no pudimos encontrar ambiente para expandir más la cobertura del IVA.

Se dictó por el Congreso una norma, a mi juicio sabía, una norma que generalizó el IVA con una tarifa del dos por ciento, pero la Corte Constitucional declaró inexequible esa norma. El país necesita una nueva reflexión sobre todos estos temas tributarios.

En materia de reducir transferencias este Gobierno no está de acuerdo. Hemos escuchado algunas voces que denominan reforma estructural de impuestos aquella reforma que introduzca marcos diferentes para las transferencias, que pondrían a las regiones a correr riesgos.

Y es completamente inaceptable que una región que paga su salud y educación en muy buena parte con recursos provenientes de transferencias nacionales tengan que correr los albures fiscales o de endeudamiento de la Nación antes que tener la garantía de esa transferencia.

Miren, en educación hemos logrado crear hasta la fecha un millón 140 mil cupos, en educación básica de un total de millón y medio que se ha propuesto el Gobierno. Si logramos la meta del millón y medio todavía quedarán 500 mil niñitos sin acceso a la educación básica, entonces, ¿de donde hay que sacar los recursos para ello? De mayor productividad en lo cual hemos venido trabajando.

Hoy tenemos casi 30 estudiantes por profesor en los establecimientos estatales, pero también se van a necesitar nuevos recursos.

Cuando uno ve el panorama de la educación y todo lo que falta para lograr una cobertura plena para los pobres en materia de salud subsidiada, hay que concluir si se necesita mejor Gobierno, se necesita total transparencia, mejores indicadores de productividad en la aplicación de los recursos públicos, pero no es positivo, no es conveniente para el país, pensar en la reducción de esas transferencias.

Creo que debemos empezar ya a concebir, una norma juiciosa en materia de transferencias que ponga a salvo las inversiones sociales de la Nación y también los intereses, las inversiones sociales de las regiones y los intereses fiscales de la Nación.

El Gobierno está trabajando en ella, porque si bien se necesita para el momento en el cual termine su vigencia al acto legislativo de transferencias aprobado durante el Ministerio de Hacienda del doctor Juan Manuel Santos, sobre la materia no se puede improvisar.

Confiamos que todo esto que se viene haciendo en el frente fiscal, estimule la vocación nacional e internacional de invertir en Colombia.

La semana antepasada el Congreso nos aprobó otras leyes de gran importancia para es robustecimiento necesario de la confianza inversionista. Nos aprobaron la ley que le permite al Gobierno colombiano firmar pactos de estabilidad normativa con los inversionistas, tuvimos toda suerte de dificultades, una comisión de la Cámara la negó, debimos apelarla a la plenaria, se llevó a otra comisión de la Cámara, pero en buena hora, finalmente fue aprobada.

El Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, el Doctor Enrique Iglesias, me decía, “Ese es un gran mensaje de Colombia ante la Comunidad Internacional, haber logrado aprobar esa ley.”

Con España hemos firmado acuerdos que nos van a abrir caminos con otros países. Un acuerdo para la protección de inversiones y un acuerdo para el desmonte de la doble tributación. Para que aquel contribuyente que tenga inversiones acá y allí no tenga que pagar por las mismas inversiones en los dos países. Creemos que eso hay que empezar a replicarlo con otros países en los cuales hay un gran potencial de invertir en Colombia.

Y se aprobó la ley para simplificar trámites. Una ley que le trae mucho alivio a la empresa privada colombiana y a los ciudadanos colombianos. Y es de gran importancia el nuevo estatuto de capitales.

Con el ahorro que tenemos por ejemplo en los fondos de pensiones. Con el manejo de la política monetaria el país ha venido asistiendo a una tendencia que yo llamaría positiva. Una tendencia de reducción de inflación y al mismo tiempo una tendencia de reducción de tasas de interés. Esa tendencia ojalá la podamos mantener en el largo plazo.

Y tenemos posibilidades de que la gran empresa no congestione los recursos bancarios. De que la gran empresa acuda directamente al mercado de capitales. Por eso acabamos de aprobar una ley que le exige a la gran empresa unos órganos de manejo garantista para los pequeños accionistas. Unos órganos de manejo que protejan a los pequeños accionistas, lo cual le da a la gran empresa mayor facilidad de tener éxito en el mercado de capitales. Y si la gran empresa puede acudir directamente al mercado de capitales, los recursos intermediados por el sector financiero, los recursos de los bancos oficiales de segundo piso podrán ir en mayor grado a la pequeña y a la mediana empresa.

Esta tarde con la Cámara de Comercio de Medellín, que ha realizado una tarea de apoyo ejemplar, vamos a tener un nuevo consultorio para mirar cómo vamos avanzando en acceso de la pequeña y de la mediana empresa al crédito. Porque en materia de crédito yo veo hoy dos cosas favorables y todavía una incógnita.

¿Cuáles son las favorables? La gran empresa, aquella empresa que ha tenido las menores dificultades financieras está hoy accediendo con enorme facilidad al crédito, con unas tasas de interés inmensamente favorables. Una DTF de 7, de 8 y la gran empresa accediendo al crédito con una tasa de DTF +2, +3, +4.

En el otro extremo está la microempresa. Cuando este Gobierno empezó, el crédito para la microempresa en Colombia tenía un saldo de $735 mil millones, hoy tiene un saldo superior a dos billones y medio. Es un gran crecimiento. Yo diría que con la ayuda del sector financiero, con la ayuda de fundaciones como Actuar, Microempresas, todas las que aquí operan; el Banco de la Mujer, con la ayuda de ese programa de coordinación, con alcaldes y gobernadores donde nos han aportado al Fondo de Garantías, y con la dirección del Viceministro Carlos Alberto Zarruk, hemos avanzado mucho en crédito para la microempresa.

¿Cuál es la incógnita? La pequeña empresa. La mediana empresa. Aquella que perdió su condición de sujeto de crédito. Aquella que sigue reportada. Aquella que sigue con unos márgenes de intermediación por parte del sector financiero muy elevados. Ahí es donde tenemos que poner todo el énfasis y por eso esta tarde haremos un nuevo repaso de la materia con la ayuda de la Cámara de Comercio de Medellín.

La inversión pública venía muy rezagada. Consecuencia del déficit fiscal, consecuencia del endeudamiento. Pero ahí va empezando. Confió que el 11 de agosto, empiecen las rutas complementarias al metro de Medellín, que es lo hemos llamado el Transmilenio de la Ciudad. Hemos financiado un gran avance del Transmilenio de Bogotá. Le hemos entregado a Bogotá $989 millones de dólares para concurrir con el 70% de la financiación de las nuevas rutas de Transmilenio. Estamos avanzando en el de Cali, en plena ejecución de Pereira. Para adjudicar la primera licitación de Cartagena, ya firmamos el convenio de Barranquilla, confiamos firmar en los próximos días el de Bucaramanga y aquí tenemos el programa para avanzar en unas rutas en Medellín, en una en Bello, en otra en Itagüí y en otra en Envigado.

El gran atraso ha sido Bello. Las rutas principales de la ciudad empezarán a ejecutarse, de acuerdo con el informe del señor Alcalde el 11 de agosto, día de la Independencia de Antioquia. La Nación va a contribuir con el 70% de ese costo y yo creo que es un buen complemento para el sistema de transporte masivo de la ciudad que tanto ha aliviado la vida en nuestra urbe metropolitana.

Con mayor inversión pública vamos a contribuir a un mayor crecimiento de la economía. Estamos adjudicando esta semana pavimentaciones en 3.246 kilómetros de la Patria. Buena parte de ese kilometraje en nuestro suelo antioqueño.

Cuando a mi me preguntan en otras ciudades, por ahí con algo de malicia, “¿bueno y es que Medellín va a tener Transmilenio? No acaban de pagar el Metro.” Yo les contesto, no me hagan repasar toda la historia, la contribución de Antioquia a Colombia. Porque yo me comprometí con mis coterráneos a que cuando yo salga de Presidencia, recuerden al último presidente antioqueño en todo el país con afecto. Digan, “miren ese paisa quiso a todas las regiones de Colombia.” Eso es el mejor legado que podemos dejar para todos los antioqueños en esa materia.

Pero les he dicho a mis casuales entrevistadores sobre la materia, cómo no vamos a hacer el Transmilenio de Medellín. ¿Ustedes quieren que me les quede viviendo por fuera de Medellín? Dicen, “no, no, no.” Entonces para volver allá yo no les puedo quedar mal a mis coterráneos. Ese esfuercito hay que hacerlo y hay que financiarlo.

El plan de carreteras, el plan de puertos, el plan de Transmilenios, la confianza en la construcción, el nuevo convenio con el sector financiero para invertir entre el 1 de julio, hace 4 días, y el 30 junio del año entrante, un billón de pesos en vivienda social. Yo creo que eso nos va a ayudar para sumarle a la creciente inversión privada más inversión pública en Colombia, modernizar esta infraestructura, ir desarrollando lo que se llama la agenda de competitividad que está detalladamente incorporada en el documento “Colombia: Visión de Segundo Centenario”.

Y esa reactivación de la economía tiene un objetivo: erradicar la pobreza. Y esa erradicación de la pobreza la estamos trabajando con la Revolución Educativa, la estamos trabajando con el avance de la protección Social. Confió que el Congreso, en esta legislatura que empieza el 20 de julio, muy rápido nos apruebe la nueva reforma de salud. Este gobierno ha pasado de 10 millones de afiliados al régimen subsidiado de salud a 15 millones, pero el país necesita llegar rápidamente a 22, 25 millones, para que los sectores más pobres de la sociedad colombiana tengan una cobertura completa de salud. Y estamos trabajando el Manejo Social del Campo, tema bien delicado en estas ronda finales del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.

El Manejo Social de los Servicios Públicos, de lo cual ha sido ejemplar, no Antioquia, el área metropolitana de Medellín, porque todavía seguimos con una preocupante brecha entre los servicios públicos del área metropolitana y aquellos por fuera del área metropolitana.

Seguimos trabajando en la construcción de un país de propietarios y con instrumentos, como los de transporte masivo, en la construcción de un país de calidad de vida urbana.

Me preguntaban esta mañana en Bogotá, “¿los tratados de comercio invitan a invertir en Colombia? Yo decía, por supuesto. Hace 3 años no veíamos la posibilidad de un tratado de comercio con MERCOSUR. Cuando se comentaba sobre el tema, eso se veía como una quimera o como un imposible. Hoy tenemos suscrito, perfeccionado ese tratado, está en plena ejecución. Lo encontramos adicionalmente sometido a la ratificación del Honorable Congreso de la República.
Y confiamos que en la ronda que viene se despejen muchos caminos para tener el tratado de comercio con los Estados Unidos. Este tratado no es ideológico. Este tratado no es para someterlo a una batalla política. Este tratado es de conveniencia nacional. El 31 de diciembre del año entrante vence el ATPDEA, que es sistema de preferencias unilaterales que los Estados Unidos nos reconocen para recompensar nuestros esfuerzos en materia de lucha contra la droga.

Este ATPDEA es la segunda etapa, la primera fue el ATPA. Fue muy difícil cuando terminó, cuando expiró el ATPA conseguir la aprobación en el ATPDEA. Empezó a ser gestada esa aprobación por el gobierno del presidente Pastrana, concluimos nosotros, con miles de dificultades.

A mi me parece muy peligroso para nuestra economía y en Antioquia donde se hace ese gran esfuerzo manufacturero y exportador si que se siente, que llegue el 31 de diciembre de 2006 sin tratado de comercio con los Estados Unidos y con el ATPDEA extinto.

Ayer me decían los integrantes de la Comisión de Comercio de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que ellos no ven posibilidades de extensión unilateral de preferencias.

Porque algunos colombianos dicen, “para qué tratado de comercio. Que nos den un nuevo ATPDEA.”

¿Cuál es la respuesta que anticipa los Estados Unidos?, ellos han hecho tratado de comercio con Chile. Están terminando el proceso legal de ratificación del tratado de comercio con Centroamérica y el Caribe, entonces nos dicen, “no podemos a los países andinos darles una nueva etapa de preferencias unilaterales. Si estamos negociando tratados de comercio con Centroamérica, con los países andinos también tenemos que negociar un tratado de comercio.”

Estamos haciendo todo el esfuerzo para que ese tratado de comercio sea totalmente equitativo, balanceado, creíble. Yo no quiero ahondar en detalles sobre ese tratado, me parece que hay que esperar que los negociadores sigan avanzando. Hemos buscado crear un creciente consenso nacional, haciendo pedagogía en todas partes, incorporando al sector privado, al sector político, al periodismo en todo el proceso de deliberación, de discusión del tratado.

Tenemos lo que se llama la puerta de al lado. En una oficina están los negociadores del gobierno colombiano y en otra ofician están los voceros del parlamento, representantes de los diferentes gremios de la actividad privada y eso ha permitido construir un alto grado de consenso.

Vamos a hacer todo el esfuerzo en las próximas semanas para que Colombia cuente rápidamente con ese tratado, porque me preguntaban en el Huila, con una enorme preocupación por la agricultura, “¿cuál es la diferencie entre ese tratado y una apertura como la de los 90?”

Le dije, “mire, una apertura unilateral, es una apertura donde nosotros asumimos compromisos frente a nuestro mercado. Un tratado bilateral, es un tratado donde nosotros tenemos que hacer concesiones, pero nos tiene que dar concesiones equivalentes para poder acceder a otros mercados.”

Detrás de este tratado la gran aspiración es el acceso al mercado de los Estados Unidos. Y unidos MERCOSUR y la Comunidad Andina, tenemos que buscar mejores procesos de integración con Europa.

De Europa hemos obtenido una extensión por 10 años al sistema de preferencias unilaterales. Todavía estamos en discusiones delicadas como la que concierne al tema del banano. Mañana vamos a tener en Costa Rica, en horas de la mañana, una nueva reunión con los presidentes de los otros países productores. Por que Europa tenía dos tratamientos al banano. Uno dado por la Unión Europea y otros por los países que estaban antes por fuera de la Unión Europea y que ahora hacen parte ya de la Unión Europea.

Y la unificación y esa extensión de la Unión Europea, produjo una reacción inicial muy difícil para nosotros, una amenaza de la imposición un arancel gravosísimo, impagable, para las exportaciones de banano en países como Colombia.

Vamos a ver como superamos esa dificultad con Europa, en ese proceso nos encontramos y mientras transcurren estos diez años de la nueva extensión de los privilegios unilaterales que hemos recibido de Europa, yo no veo más camino que prepararnos a hacer un acuerdo de comercio con la unión Europea.

Si dejamos perder estos diez años sin ese acuerdo de comercio, podemos tener infinitas dificultades en materia de acceso al mercado europeo.

Apreciados coterráneos, he sido bastante exhaustivo en una serie de temas de interés a la Patria, pero conozco la seriedad, el calibre intelectual de Antioquia, de ustedes, el calibre intelectual de esta tierra en todos sus momentos. Bien dijera el presidente López Pumarejo, que por aquí pasa el meridiano político de Colombia. Y me veía en la obligación de insistir en esta rendición de cuentas que tengo que hacer ante todos mis compatriotas, trayendo al temario asuntos del pasado, del presente y del porvenir, de insistir con algún detalle aquí en esta gran tierra de la patria, en esta tierra que tanto queremos.

Agradezco inmensamente la concurrencia de todos ustedes, el apoyo cálido, afectuoso, desinteresado que este Gobierno ha recibido de los coterráneos del Presidente de la República. Agradezco al Club Unión, a su Junta Directiva, a mi buen amigo, nuestro destacado médico, el doctor Fernando Londoño, tanta generosidad y seguiremos trabajando, con disciplina antioqueña, hasta el último día de la administración con superior afecto por Colombia.

Muchas gracias.

 
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