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CONMEMORACIÓN DE LOS 95 AÑOS DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE CALI
Septiembre 23 de 2005 (Cali – Valle del Cauca)

Compatriotas:

Quiero felicitar a la Cámara de Comercio por estos 95 años. Un tramo bien importante de la historia de la Patria. Un origen bien importante que coincide con el nacimiento del departamento. Un momento cuando las instituciones nacionales comenzaron a evolucionar muy rápidamente y se fue presentando lo que pocos años antes no era visualizable, como el surgimiento de este departamento a partir del Gran Cauca.

La intervención que hemos escuchado hoy al doctor Julián Domínguez, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cali, nos muestra no solamente las ejecutorias de la Cámara que la ciudad ha percibido, sino algo bien importante: su compromiso con el presente y su visión del futuro.

Quiero proponerles lo siguiente: hay que trabajar en lo cotidiano y visualizar el futuro. Si ambos esfuerzos no se llevan de la mano, pueden perderse ambos.

Si quien trabaja arduamente en el día a día no tiene una visión de futuro, entonces la incertidumbre sobre los puertos a conquistar afecta muchísimo el rendimiento del esfuerzo cotidiano. Y si aquellos que visualizan el futuro no se comprometen arduamente en el día a día, esa visualización se convierte simplemente en una quimera, en un sueño que se diluye por inalcanzable.

Es bien importante que al proponerle a Colombia una Visión para el año 2019, cuando el país completará dos centurias de vida independiente, con unas metas parciales en el 2010, cuando ajustaremos los dos siglos del Grito de Independencia, empecemos a incorporar en ese documento estas visiones regionales.

El documento que denominamos Visión Colombia 2019, preparado por Planeación Nacional, lanzado el pasado 7 de agosto, ha empezado su discusión publica. Lo denominamos el Primer Borrador y aspiramos al recoger los primeros análisis, criticas, reformulaciones, observaciones surgidas del debate con nuestros compatriotas, publicar en el primer trimestre del año entrante un Segundo Borrador.

Al escuchar al doctor Julián Domínguez con esta propuesta tan importante de visión vallecaucana, quiero proponerle a todo el país, desde esta celebración de la Cámara de Comercio de Cali, que vayamos incorporando al documento las visiones regionales.

Hoy mismo le pediré al doctor Santiago Montenegro, director de Planeación, que examine con la Cámara de Comercio de Cali, cómo esta visión puede ser un anexo que dé ejemplo a las otras regiones de la Patria, un anexo al documento Colombia Visión de Segundo Centenario.

Tengo que agradecer a la Cámara de Comercio de Cali los esfuerzos aportados al Gobierno Nacional para que el Gobierno Nacional pueda dar una mejor respuesta a la ciudad.

Inclusive vengo hoy con otra proposición: cuando empezó esta administración, designamos gerente presidencial para el Valle del Cauca, con énfasis en Buenaventura, a Daniel García Arizabaleta, una revelación vallecaucana.

Pero posteriormente lo designamos Director de Coldeportes, donde ha cumplido una gran tarea en la refinanciación de la entidad, una gran tarea para cumplirle al país con los Juegos Nacionales que se celebraron el año pasado en Bogotá y Cundinamarca, con los Bolivarianos que acaban de realizarse en Pereira y en Armenia, y ahora está aplicado, con toda la devoción, para que quedemos bien en ese compromiso de julio de 2006: los Centroamericanos y del Caribe, cuya sede principal será Cartagena.

El doctor Juan Lozano Ramírez, con el antecedente del doctor José Roberto Arango, se han aplicado, con todo afecto, a trabajar programas muy importantes, que son compromisos del Gobierno Nacional con la ciudad y con el departamento. Pero vemos que no nos podemos quedar simplemente en la salvación de Emcali. Tema que tenemos que tenemos que llevar a buen y feliz puerto.

Que no nos podemos quedar simplemente en la ejecución de las obras del MIO. Que no nos podemos quedar simplemente esperando que, como fruto de las diferentes disposiciones del Gobierno Nacional y del Congreso, de los estímulos tributarios, de las nuevas circunstancias energéticas en el mundo, este departamento le dé al país el ejemplo que ya le va a dar con las primeras plantas de alcohol carburante.

Creo que, como lo hemos escuchado esta mañana y como lo examinamos hace casi dos semanas en un ejercicio promovido a través de la bancada parlamentaria, con el liderazgo de la honorable senadora Claudia Blum de Barbieri, presidente del Congreso, la agenda vallecaucana es inmensamente superior.

¿Cuál es mi proposición? No puede el Gobierno Nacional nombrar un gerente para cada región. Pero cuando observamos capital social tan importante alrededor de una entidad como la Cámara de Comercio, que ha prestado tan valioso servicio al país, a la ciudad y al departamento, creo que eso hay que institucionalizarlo más.

Mi propuesta es que para que esto se convierta en un compromiso de Estado con el Valle del Cauca, celebremos un convenio entre el Gobierno Nacional y la Cámara de Comercio de Cali, con la participación del señor Gobernador y del señor Alcalde, para que en ese convenio el Gobierno Nacional asuma el compromiso de cooperar y aportar a la agenda vallecaucana, con proyectos y obligaciones específicas.

Y que el Gobierno Nacional en ese convenio designe a la Cámara de Comercio de Cali como la entidad que habrá de llevar la gerencia en nombre del Gobierno Nacional, frente al departamento del Valle del Cauca.

Creo que ese es un camino más expedito que el de esa colaboración tan importante que nos presta, proyecto por proyecto, y se puede constituir en un ejemplo nacional, que la otra opción, cual es la de nombrar un gerente por departamento.

Si lo tienen a bien, hoy mismo, con el doctor Juan lozano y con la Jurídica de la Presidencia, empezamos a elaborar el convenio para firmarlo rápidamente.

Apreciados compatriotas vallecaucanos: a América Latina la han inducido a error al proponer una división polarizante, impráctica, no sostenible, sobre nuestros países y sobre nuestros gobiernos. Al proponer que unos son de derecha y otros de izquierda.

He dicho que esa división es polarizante, como lo pudimos ver recientemente en un episodio de la elección del nuevo Secretario de la Organización de Estados Americanos.

He dicho que es obsoleta, porque tuvo alguna razón histórica de ser cuando América Latina tenía dictaduras y era necesario definir unas posiciones democráticas para combatir esas dictaduras.

Pero asumido por todo el universo político el compromiso del respeto a la regla democrática, esa división empieza a ser cuestión del pasado, obsoleta.

Y he dicho que no es práctica. Me preguntaba una periodista internacional: ¿usted cómo se siente, como presidente de derecha en un medio latinoamericano de izquierda?

Y yo le decía: me sorprende con la pregunta. ¿Usted por qué dice que yo soy de derecha?

No supo decir.

Le pregunté: ¿con quién cree que me siento incomodo?

Pues con el presidente Lula.

Le pregunté: ¿Y usted por qué cree que el Gobierno del presidente Lula es de izquierda y el que yo dirijo es de derecha?

No supo contestar.

Y finalmente le dije: yo que observo que usted ha llegado a esta entrevista, señora periodista, con tanto entusiasmo con estos temas, ¿usted dónde se ubica?

Y me dijo: en la izquierda.

Y le repliqué: dígame por qué.

Y no me dio ninguna explicación.

Le dije: alguna vez le presentaba yo a quien fuera posteriormente magistrado de la Corte Constitucional, presidente de esa Corte y hoy un muy distinguido miembro de la oposición, mi profesor de Introducción al Derecho, el doctor Carlos Gaviria Díaz, un examen sobre Teoría General del Estado. Y creí que le había precontestado muy exitosamente sus preguntas. Y me dijo: buenas afirmaciones, faltan explicaciones.

Creo importante, porque esto trasciende de lo internacional a lo nacional, y esto es importante para crear más consensos en lo nacional, para impedir que esa polarización haga carrera en lo nacional, entender que esa división es obsoleta y que no tiene razón de ser.

He venido proponiendo que pensemos la democracia alrededor de otras proposiciones y de otras exigencias. Que nos preguntemos: ¿queremos una democracia incluyente o excluyente? ¿Queremos una democracia caudillista o con liderazgos respetuosos del ordenamiento jurídico? ¿Queremos una democracia regida por caprichos o sometida a la normatividad? ¿Queremos una democracia imperial o una democracia de respeto a instituciones independientes?

Por supuesto, una democracia moderna, tiene que ser de liderazgos, sin caudillismos, tiene que ser de respeto a instituciones independientes, tiene que ser de sometimiento total al ordenamiento jurídico, tiene que ser incluyente.

Sueño con una Patria que todos los días profundice su democracia, que todos los días profundice la solidaridad. Una Patria en permanente debate democrático pero con solidaridad, sin antagonismos. Una Patria con una vocación de inclusión, pero con solidaridad, sin odio de clases.

Y para lograrlo, creo que tenemos que trabajar cinco requisitos en nuestra democracia: la Seguridad Democrática, el respeto a las libertades públicas, la transparencia, la construcción de cohesión social y el respeto a la institucionalidad independiente.

Sin transparencia no hay confianza, sin transparencia es imposible que la ciudadanía se sienta integrante del ‘Todo Nación’. Ese tránsito de ciudadanos aislados, individualmente considerados al sentimiento de Nación, es un tránsito que necesita que en cada ciudadano haya confianza sobre el comportamiento del colectivo.

Esa confianza surge de la transparencia. Por eso celebro los esfuerzos de transparencia de la Cámara de Comercio de Cali, por eso celebro el celo vallecaucano para superar la corrupción. Esta Patria nuestra tiene que derrotar el terrorismo guerrillero, el terrorismo paramilitar, el narcotráfico, la corrupción y reivindicar a los pobres.

Este Gobierno no cesará en dar pasos todos los días hasta el final de la administración para que erradiquemos la corrupción.

Empezamos con la exigencia de las audiencias públicas en la contratación –eso está ayudando muchísimo-, con la exigencia de que se exhiban en Internet los pliegos de condiciones antes de abrirlos oficialmente para las licitaciones, con la promoción de las veedurías comunitarias –como la que la Cámara de Comercio ejerce hoy sobre las obras del MIO-.

Estuve durante tres años buscando la posibilidad de tener una ley para ejercer mejor supervisión sobre negocios como el chance y, angustiado por la circunstancia de que le falta ya poco a esta administración, hemos tomado la decisión de expedir un decreto, en nombre del Estado Social de Derecho, de la necesidad de proteger los recursos que se destinan a uno de los derechos sociales más importantes de nuestra Constitución, el de la salud, vinculado a ese derecho fundamental que es el derecho a la vida.

Un decreto para exigir interventorías sobre este negocio, interventorías que le digan al país si ha habido transparencia o no para escoger a los concesionarios, que le digan al país cuál es el origen de los ingresos; si los estudios de mercado que se han presentado para demandar las contraprestaciones, obedecen a la realidad o están ficticiamente subestimados; si los recursos comprometidos con la salud están llegando a la salud o no, si hay desviación a la corrupción, si hay desviación a los grupos terroristas.

Queremos dar cuántos pasos sean necesarios hasta la última hora de Gobierno para que esta Patria nuestra derrote, finalmente, la corrupción.

Bienvenidos todos los esfuerzos de ustedes, bienvenido ese liderazgo de la Cámara de Comercio de Cali para recoger la angustia comunitaria a fin de que la corrupción quede atrás en la historia colombiana y en la historia vallecaucana.

Tenemos que trabajar, apreciados amigos vallecaucanos, la cohesión social. Es imposible la inversión social si un pueblo no avanza en competitividad, lo que a su vez exige avance en productividad, lo que a su vez exige un gran avance en educación, lo que a su vez exige una gran confianza inversionista.

Ayer tuvimos la buena noticia que en el último informe del Foro Mundial de Competitividad –que habrá de publicarse en pocos días-, Colombia asciende 7 puntos, es el país latinoamericano que más ascendió y es el noveno país en el mundo que ganó más puntos de ascenso.

¡Pero no podemos resignarnos! Cualquier avance bueno, es muy poco frente a las necesidades de esta Patria nuestra con un 52 por ciento de pobreza. Por eso hay que amanecer todos los días con más bríos, a ver cómo conquistamos el presente y le abrimos espacios mejores al futuro.

Para lograr esa competitividad, hay que hacer un gran esfuerzo de confianza inversionista, y todo nos tiene que ir conduciendo a la construcción de cohesión social.

Ese gran capítulo social, al cual usted se refería hoy, doctor Julián Domínguez (presidente de la Cámara de Comercio de Cali), y que nos compromete inmensamente con el Valle del Cauca: la revolución educativa.

No voy a hablar en detalle de nuestras 7 Herramientas de Equidad Social. Simplemente, permítanme decir que ya algunos objetivos nacionales, como la plena cobertura en educación básica, no pueden ser temas de discurso sino realidades que se concreten.

Hemos avanzado en un millón 86 mil cupos en este Gobierno, confiamos completar la meta propuesta de un millón 500 mil y dejar las bases para que, en poco tiempo, Colombia pueda decir que tiene plena cobertura en educación básica.

Y a seguir haciendo los esfuerzos –que ustedes conocen- en materia, por ejemplo, de capacitación técnica, donde hemos visto un Sena pasar de capacitar un millón de ciudadanos por año, a capacitar 3 millones 600 mil que capacitará este año, y 4 millones que debe capacitar el año entrante.

Necesitamos objetivos, que el país pueda mostrar ante su comunidad y ante la comunidad internacional.

Eso de la revolución educativa, la plena cobertura básica, es un objetivo inaplazable.

En Protección Social (segunda herramienta) hay esfuerzos inmensos en el tema de régimen subsidiado, en el tema de nutrición infantil, empiezan a hacerse esfuerzos inmensos para atender al adulto mayor en condiciones de extrema pobreza.

Los resultados en el Valle del Cauca –como hemos podido examinarlos con la bancada parlamentaria, su Gobernador y sus alcaldes- empiezan a ser buenos, pero falta mucho.

Este Gobierno recibió 10 millones de colombianos atendidos por el régimen subsidiado de salud, este año terminaremos con 18 millones.

Hemos avanzado bastante en la depuración del régimen subsidiado de salud, pero no es suficiente. La plenaria del Senado, esta semana, aprobó un proyecto –que pasa a la Cámara- de gran importancia, para corregir caminos de corrupción en la destinación de los recursos de la salud y para garantizar que esos recursos no se desvíen y para garantizar que el país, rápidamente, llegue a la plena cobertura.

Confiamos que al terminar este año con 18 millones de pobres afiliados al régimen subsidiado de salud, también concluya el año con las bases firmes en esa ley de la República, para que rápidamente Colombia pueda decir que la totalidad de su universo pobre tiene seguro de salud.

Si Colombia, no en muchos años, en dos o tres años, puede decir: hemos logrado plena cobertura en educación básica, hemos logrado plena cobertura en salud para los sectores pobres de la población, Colombia empezará a tomar un liderazgo en aquello de cumplir con las metas sociales del Milenio y empezará a tener mucho mayor respeto de parte de la comunidad internacional.

La administración anterior concibió un magnífico programa, el de Familias en Acción, para subsidiar a las mamás de los sectores más pobres, a fin de que ellas puedan garantizar la nutrición y la educación de los hijos.

Este Gobierno lo ha puesto en marcha. Terminamos este año con 500 mil Familias en Acción –un buen número en el Valle del Cauca- distribuidas en 700 municipios -estamos haciendo un gran esfuerzo en Buenaventura-, pero eso no es suficiente.
En el presupuesto de 2006 queda la partida para que el año entrante Colombia concluya con 650 mil Familias en Acción –con una gran cobertura en Buenaventura-, pero eso no será suficiente, el país necesita llegar a un millón de Familias en Acción y rápidamente.

En fin. El tema de la cohesión social es fundamental. Preocupa tanto hoy, y tiene que preocupar por igual a presuntos gobiernos de izquierda como a presuntos gobiernos de derecha. Si no hay cohesión social no se consolidan las democracias. Es imposible construir confianza, es imposible que la seguridad se convierta en un factor de largo plazo.

Las libertades públicas.

Si algo distingue el esfuerzo colombiano por la seguridad frente a tareas de seguridad que se adelantaron en otros países, es nuestro respeto por la democracia y por las libertades públicas.

Colombia siempre ha tenido respeto por la oposición, pero hoy las garantías de la oposición son más eficaces que en el pasado, la protección a los voceros de la oposición es más eficaz que en el pasado, gracias a la Seguridad Democrática.

Colombia siempre ha tenido respeto por la libertad de prensa, pero hoy gracias a la Seguridad Democrática los periodistas sienten que hay más protección efectiva a su derecho de informar, de opinar y de criticar.

Colombia siempre ha tenido vocación de observancia de los derechos humanos, pero hoy hay mayor garantía efectiva para el cumplimiento con los derechos humanos, gracias a la Seguridad Democrática.

Y quiero referirme a este tema de la Seguridad Democrática. En el Valle del Cauca hay avances y dificultades. No se puede negar que la instalación del batallón de alta montaña aquí en los Farallones vecinos, se constituyó en un factor de avance.

Durante los primeros meses de Gobierno, sufríamos permanentemente la tortura de los asaltos en la carretera de Buenaventura. Nuestra Fuerza Pública ha hecho un gran esfuerzo, y eso ha mejorado.

En el Macizo Colombiano bandas de terroristas se dedicaban permanentemente a secuestrar a la población vallecaucana. Hemos estado enfrentando unos terroristas que habían sido intocados durante 30 años en el Macizo Colombiano.

Hace dos semanas en un nuevo esfuerzo ingresamos una brigada móvil adicional y confiamos sostener esa tarea hasta que derrotemos definitivamente el terrorismo del Macizo Colombiano.

Pero nos quedan muchas dificultades, hay que seguir nuestras operaciones del Valle del Cauca hacia el este y del Tolima y del Huila hacia el oeste, para derrotar el terrorismo de la cordillera central.

El cañón de Garrapatas se había convertido en un centro de coca, de territorio distribuido entre guerrilleros y paramilitares. Hemos designado al general Freddy Padilla de León para supervisar en nombre del Gobierno Nacional una fuerza de tarea para derrotar el terrorismo de toda pelambre en el Cañón de Garrapatas, empezando en el Valle del Cauca y llegando al río San Juan en el departamento del chocó con proyección hasta el Pacífico.

El problema de Buenaventura es múltiple. Mejor que yo, lo conocen ustedes, pero allí también tenemos que derrotar el terrorismo y hemos empezado a trabajar con una fuerza de tarea múltiple para capturar a todos los que insistan en acciones violentas.

Ha habido avance, apreciados compatriotas vallecaucanos, pero falta muchísimo. En este país se secuestraba a 3.050 ciudadanos por año, este año los secuestros extorsivos son 254. Hay ciudades ya muy importantes que no han tenido un solo secuestro extorsivo este año, pero no es suficiente.

La tarea, la determinación del alma colombiana, tiene que ser batallar con intensidad hasta que podamos decir: Colombia sin secuestros.

Llevamos tres años de reducción consecutiva del homicidio. En el primer año de Gobierno, hubo una reducción del 19 por ciento, el año pasado hubo una reducción del 14, y este año vamos en una nueva reducción del 17.

En Cali el homicidio se ha reducido en 537 casos este año. Yo le llevo con enorme afán, con amor por esta tierra, un diario a la evolución de la violencia en Cali y en el Valle del Cauca. El acumulado de hoy es de 537 casos menos de homicidio en el área de la Policía Metropolitana de Cali. Pero no es suficiente, necesitamos cumplir la meta de que tengamos una tasa de homicidio inferior al promedio latinoamericano, una tasa de homicidios por 100 mil habitantes que nos ponga a la altura de los países más civilizados.

¡Y hay problemas! Estos bandidos todos los días intentan tomarse un pueblo, nos asesinan los policías. Y por supuesto, no estamos en un paraíso, pero mientras haya toda la determinación en la ciudadanía, toda la determinación en la entrega del Gobierno, toda la exposición al riesgo de parte de la Fuerza Pública, que ha procedido con heroísmo, vamos a lograr derrotar el terrorismo.

Ellos no negocian gratuitamente, ellos no negocian por espontaneidad. Los paramilitares desmovilizados y los 6 mil guerrilleros desmovilizados no se han desmovilizado por liberalidad, se han desmovilizado por la presión militar que han sentido en esta administración que los ha dejado sin opciones.

Hace pocos días vine un domingo por la noche aquí a la base Marco Fidel Suárez a recibir alrededor de 30 muchachos desmovilizados de la Farc que actuaban en el Macizo Colombiano, y en mi conversación con ellos les oí decir esto: ‘Presidente, nosotros crecimos en el Macizo sin conocer el Estado, sin saber cuáles son sus instituciones, simplemente bajo el dominio de la Farc, organización a la cual nos afiliamos. Y ahora nos hemos tenido que desmovilizar por la presión que ha ejercido este Gobierno y porque nos dimos cuenta que no solamente hay presión militar sino vocación democrática y alternativas generosas’.

Ese programa de reinserción es difícil. Manejar 30 mil reinsertados cuesta dinero y exige superar muchas dificultades, pero hay que presionarlos hasta que se desmovilicen todos y asumir el costo y la tarea de la reinserción para construir una paz sólida para nuestra Patria.

Quiero, pues, reiterar ante ustedes el compromiso de mantener en alto la lucha hasta el último día de la administración, para devolverle a esta tierra plenamente la paz, conscientes de las dificultades que subsisten.

Emcali. La situación de la empresa ha mejorado, indudablemente. Este año ha crecido en un 9,93 por ciento el total de ingresos de la empresa, un crecimiento muy superior al aumento de tarifas. Los ingresos, sus ganancias antes de intereses, amortizaciones e impuestos, han crecido en un 31 por ciento. Los egresos, mientras los ingresos operacionales han subido en un 9 por ciento, los costos de ventas apenas han subido en un 4,15 y los gatos operativos se han reducido en un 24 por ciento.

En la medida que hemos recortado la nómina, no ha sido para introducir reemplazos sino para poder ahorrar más en la parte operativa.

Tengo mucha confianza en el Fondo de Capitalización Social. Agradezco al pueblo caleño su generosidad, eso nos va a mostrar un camino para todo el país de capitalismo social, de capitalismo democrático, de caminos de construir País de Propietarios.

Cada caleño, socio del Fondo de Capitalización Social, se constituye en un factor de ejemplo de construcción de un gran colectivo nacional.

Ese Fondo de Capitalización social ayuda a construir ese capital social y será en el mediano y largo plazo una gran palanca financiera para que Emcali pueda crecer apelando a sus propios recursos y al Fondo de Capitalización Social.

Entiéndanlo como el banco del futuro de Emcali, del cual son socios todos sus ciudadanos y un gran modelo para ser extendido en toda la Patria.

Tenemos que redondear esta tarea, devolverle la empresa al municipio, con un contrato, un contrato de buen manejo que debe suscribir el municipio, con el aval del Concejo municipal. Lo debe suscribir el Gobierno Nacional y debe ser un contrato que fundamentalmente relacione a Emcali con el Fondo de Capitalización Social para garantizarles a los usuarios buen manejo, permanente buen manejo, sin corrupción, sin ineficiencia, sin politiquería.

Hay que examinar otro tema, el de las comunicaciones. Nosotros no podemos darle la espalda a la revolución de las comunicaciones en el mundo. Creo que es necesario pensar desde ya cómo Emcali, en la parte de comunicaciones, va encontrar aliados estratégicos que le permitan estar siempre en el liderazgo de la oferta de servicios. Si no lo conseguimos, va a ser infructuoso el esfuerzo de salvación de la empresa, y el sector de comunicaciones de la empresa estaría condenado al fracaso.

En el último año, mientras empezamos a ver ya un descenso en la facturación nacional de la telefonía fija y de la larga distancia, los celulares pasaron de 7 millones de aparaticos a 15 millones. Es muy posible que este año terminemos con 22 millones de aparaticos celulares, en un país que tiene entre 40 y 44 millones de habitantes. Esto pone de presente la necesidad de que no dejemos estancar empresas como Emcali.

Los invito, pues, a que concibamos un paso urgente y de mucha responsabilidad, que es el paso de encontrarle a Emcali el mejor camino y los mejores aliados para garantizar el éxito futuro en el capítulo de comunicaciones.

Ahí seguimos en la tarea del MIO. Hay demandas de la ciudad muy justificadas sobre algunos aspectos de la obra, que las estamos estudiando y las seguiremos estudiando cuidadosamente. Y la Gerencia, que estoy seguro va a ejercer la Cámara de Comercio de Cali, para gestionar ante el Gobierno Nacional con autorización del Gobierno Nacional todos los compromisos frente al departamento, tiene que ayudarnos a que demos respuestas eficaces sobre obras tan importantes como la Vía Buga – Loboguerrero - Buenaventura.

Sobre todo el desarrollo portuario de Buenaventura, empezando con la profundización del canal de acceso, la complementación con Aguadulce, el desarrollo de Málaga, etcétera.

Confiamos que con la Cámara de Comercio, instituida en esa gerencia, autorizada por el Gobierno Nacional para gestionar ante el Gobierno Nacional los compromisos con el Valle del Cauca, vayamos concretando estos compromisos tan urgentes.

No quiero terminar sin referirme a los hechos tristes sucedidos ayer en la universidad. Confiamos tener una rápida conclusión investigativa por parte de la Fiscalía. Hablé con las autoridades militares y de Policía hasta la media noche, tengo el informe de que la Policía no ingresó a los predios universitarios y que la Policía no tenía armas de fuego, que simplemente tenía cascos protectores y escudos. Sin embargo, otros testimonios, recibidos por la Gobernación del Valle del Cauca, dijeron lo contrario.

Por supuesto, hemos tenido toda la confianza en el comandante de la Policía Metropolitana, en el señor coronel Gómez Méndez, lo seleccionamos con lupa para poder enfrentar el desafío de derrotar el terrorismo acá. Él me ha dado la doble seguridad de que la Policía no entró a la universidad y que la Policía no estaba armada, que tenía simplemente cascos y escudos.

Si la Fiscalía llegare a concluir que esa versión se desvirtúa y que la Policía incurrió en algún exceso, en alguna indelicadeza o fue culpable del crimen, el Gobierno Nacional tomará las más severas decisiones. Pueden tener esa garantía.

Pero déjenme referir a la universidad. La universidad tiene que ser un foro de estudio, de ciencia, no de violencia. La universidad tiene que ser un ejercicio permanente de libertad, no de violencia.

Yo no sé qué es peor para la libertad de cátedra, si la cátedra dogmática o la violencia. Muchos de los violentos al interior de nuestra vida universitaria justificaron su violencia, oponiéndose a lo que consideraban el manejo dogmático de la universidad y terminaron ellos imponiendo otro dogmatismo.

Hay que impulsar la universidad científica, la universidad popular, la universidad de masas, la universidad crítica. En una sociedad con los problemas sociales de Colombia, uno entiende que la universidad tiene que ser contestataria sin ser violenta, tiene que ser crítica sin ser anarquista. La universidad tiene que recoger la problemática social, procesarla en su laboratorio de ciencia, y replicar sobre la sociedad con sus recomendaciones y recetas.

Una universidad apacible es inconcebible y menos inconcebible en una sociedad con tantas inequidades como la sociedad colombiana, pero lo que no podemos tolerar es la universidad violenta.

Como Presidente, he asumido la responsabilidad de pedirles a la Policía y a ala Fiscalía que se hagan todas las investigaciones para poner presos a los actores violentos de la universidad. Que allí, profesores y estudiantes sientan un ambiente de plena libertad para la investigación y la crítica, pero sin permisividad para la violencia. Confío que la Policía y la Fiscalía sientan de todas las instituciones un gran apoyo, un gran apoyo para capturar cuántos individuos tengan propósitos violentos en la universidad.

El día que se registren nuevos eventos de violencia en la universidad, creo que es muy importante que rápidamente la Policía coordine con los directivos, con las autoridades de la ciudad y del departamento, y contará con mi autorización inmediata y sin duda, para entrar a la universidad y acabar con los violentos y capturarlos.
Aquí hay dos opciones: o mantenemos las instituciones por fuera de la universidad, al costo de que la violencia destruya la universidad por dentro, o permitimos que las instituciones, presentes en todos los milímetros cuadrados del territorio de la Patria, nos ayuden a acabar con la violencia.

Reitero, pues, mi compromiso con una universidad libre, científica, popular y de masas, crítica y contestataria, pero mi compromiso contra la violencia. Cese la violencia en las humildes aldeas rurales de Colombia, en Buenaventura o en las más sofisticadas universidades. La universidad no puede dar el mal ejemplo de convertirse en un epicentro de violencia, apreciados amigos vallecaucanos.

Quiero felicitar un factor muy importante de la Cámara de Comercio, cómo ha construido unidad vallecaucana. Esta tierra estuvo muy fracturada, como tantas regiones de la patria. Cómo contribuyó a esa fractura el narcotráfico y la corrupción. Y cómo contribuye la Cámara de Comercio a construir unidad, esa unidad que necesitamos para salir adelante.

Reitero mi compromiso de luchar hasta el último día de la administración para derrotar el narcotráfico. Hemos ordenado la extradición hasta hoy de 366 y no nos preocupa el número. Si tenemos que ordenar la extradición de todos los narcotraficantes hasta que no quede uno sólo en Colombia, no nos va a temblar la mano, porque mi generación sabe lo que es haber vivido sin la posibilidad de un día de paz y el efecto perverso de esa combinación narcotráfico, corrupción, guerrillas y paramilitares, que tanto daño le han hecho a Colombia.

La Cámara de Comercio, además, nos ha dado ejemplo en aquello de hacer las cosas con amor. Muchas felicitaciones al distinguido grupo de compatriotas que hoy ha sido condecorados, muchas felicitaciones a aquellos compatriotas que tienen entre sus ancestros a quienes en buena hora crearon esta Cámara de Comercio.

Muchas felicitaciones al doctor Henry Eder, a Francisco José Barbieri, a Lucy Calderón de Rivera, a Jairo y a su hermano Jairo Carvajal Ruiz. Ellos son ejemplo de hacer las cosas con amor por Colombia para que las nuevas generaciones puedan vivir felices en Cali, en el Valle del Cauca y en toda esta querida tierra colombiana.

Muchas gracias.

 
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