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CONMEMORACIÓN DE LOS 60 AÑOS DE FENALCO
Septiembre 21 de 2005 (Medellín – Antioquia)

Compatriotas:

Acudimos hoy a Medellín a participar con Fenalco en la celebración de estos 60 años, que para bien de Colombia han estado marcados en su inicio por don Lorenzo Botero, y hoy, al llegar a este aniversario tan importante, por otro, por uno muy importante de los suyos, el doctor Guillermo Botero Nieto.

He tomado nota, apreciados compatriotas, de los muy importantes discursos que hemos escuchado al señor Alcalde, al señor Gobernador, al doctor Óscar Duperly y al doctor Guillermo Botero.

Este Gobierno, con el cual ustedes han sido tan generosos, siempre les hizo un daño, porque les sacó de la vida gremial para traerlo a ejercer el Ministerio del Interior y de Justicia al doctor Sabas Pretelt, a quien tanta gratitud debemos los colombianos por sus actividades en el sector privado y en el público.

Sin embargo, cuando veía al doctor Guillermo Botero Nieto, decía: qué vaina, si hubiera por ahí otra oportunidad le haría otro daño a Fenalco, porque me lo traería para la vida política.

A las tres de la tarde le pedí al Capitán Amaya (estábamos en Corozal, en la Brigada de la Armada) le pedí que llamará al doctor Botero Nieto y le dijera: es imposible llegar a las cinco de la tarde (estaba en un consejo de seguridad allá), que me diera un chancecito hasta las seis. Les ofrezco excusas por esa demora y les quería proponer a partir de ahí una reflexión.

Estábamos en ese tema de la seguridad en el departamento de Sucre. Una seguridad que necesita, como en todos los temas de la vida nacional, un proceso dialéctico, un proceso evolutivo, un proceso de ajustes permanentes. Veíamos que la situación ha mejorado, pero que no podemos estar tranquilos porque de todas maneras se presentan problemas.

Repasábamos cómo cuando empezó este Gobierno, Sucre tenía más o menos 1.500 integrantes de las Farc. Hoy aproximadamente, de acuerdo con los cálculos militares, quedan unos 300 en la confluencia Sucre con Bolívar, alrededor de los Montes de María, la proximidad al Golfo de Morrosquillo y lo que son las Sabanas, que buscan hundirse en la Depresión Momposina y en La Mojana.

Yo veo al departamento hace tres años dividido por una presencia de las Farc en los Montes de María, en las Sabanas, en las tierras hacia la Depresión Momposina, y por una presencia de paramilitares en el Golfo de Morrosquillo. La carretera totalmente inutilizada, un puente aéreo permanente entre Sincelejo y Cartagena y, lo peor, entre Sincelejo y Magangué.

Apreciamos una gran recuperación en las carreteras, en las actividades agropecuarias, en la presencia de los hombres del campo al frente de sus tareas.

Recientemente se desmovilizaron alrededor de 700 paramilitares, y tenemos problemas en algunas partes de extorsión por parte de la guerrilla, que dinamitan fincas cuando los finqueros no pagan la extorsión, de temor todavía de muchos ciudadanos para cooperar con la Fuerza Pública.

Tenemos la necesidad de pasar de operaciones de saturación militar del terreno, a operaciones de mucha inteligencia que permitan la captura de estos grupos.

En fin, tenemos que vivir en proceso permanente de ajustes para que los sucreños entiendan que es posible conseguir por la vía de las instituciones la seguridad total para ese departamento, que ha vivido, haciendo simplificaciones históricas, tres épocas: una gran época de paz, una época de total dominio guerrillero y una época donde se disputaron el territorio, mejor, se lo distribuyeron, guerrilleros y paramilitares.

Necesitamos llegar, vía la recuperación de la vigencia de las instituciones, a una época de paz estable en ese departamento, como en toda la Patria.

Todos estos procesos, que Fenalco tan generosamente ha acompañado y reconocido, requieren, pues, ajustes permanentes.

Escuchaba con mucha atención las preocupaciones del doctor Óscar Duperly sobre la informalidad, sobre la economía china.

Miren: nosotros queremos tener las mejores relaciones con el Gobierno de China. Creo que lo hemos transmitido y así lo perciben ellos. Necesitamos sus recursos para invertir en Colombia, para sumar a la oferta de crédito en Colombia, para sumar a las fuentes de financiación del fisco para grandes obras de infraestructura. Necesitamos sus recursos, su tecnología, para hacer alianzas estratégicas con nuestra industria.

De todo ello somos conscientes. Pero un país con estos problemas de desempleo, con este problema de inequidad, con estos problemas de pobreza y con estos problemas de terrorismo, tiene que ser muy cuidadoso, especialmente en algunas etapas.

La economía nuestra frente a la de China tiene diferencias muy sustanciales con la relación que otras economías del continente pueden tener con China.

Por ejemplo, cuando uno mira las exportaciones de Chile, las exportaciones de Perú, las exportaciones de Brasil, ve que muy buena parte de ese crecimiento se debe a la colocación de sus minerales en el mercado chino.

Me replican y se me dice que eso también está impactando en alguna forma a Colombia, porque ha permitido que se mejore lo poco que nosotros exportamos en estos renglones. No se puede negar. Pero las cifras siguen siendo minúsculas para nosotros y exorbitantes para estas otras economías.

Nosotros, por ejemplo, no tenemos la producción de soya que Brasil exporta en grandes cantidades a China, ni los minerales de Chile y de Perú.

Nosotros tenemos unos renglones que tienen que competir con la producción China en condiciones muy difíciles, como el renglón de textiles, el renglón de confecciones, el renglón de calzado y algunos bienes manufacturados, tal el caso de los electrodomésticos.

Si a eso se le suma la revaluación, los temores nuestros son fundados. Esos temores de que, por ejemplo, en el mes de noviembre, en el mes de diciembre, la estantería del comercio esté abarrotada de productos chinos, en perjuicio de la producción nacional, son temores que no se pueden ignorar.

Este Gobierno, apreciados compatriotas comerciantes, ha tenido el propósito de estar en permanentemente contacto con la ciudadanía, por muchas razones. Por la convicción de que solamente la participación ciudadana permanente en las decisiones de los gobiernos, en la ejecución de esas decisiones y en la vigilancia, garantiza transparencia y garantiza eficiencia. En la convicción de que los funcionarios públicos no podemos encerrarnos a comentar entre nosotros resultados con mucho optimismo, desconociendo la penosa realidad de nuestros compatriotas.

En fin, nos tomaría muchos minutos si explicara las razones que subyacen a este Gobierno para haber hecho una tarea en estos 38 meses de permanente exposición y de permanente trabajo con el pueblo colombiano. Además creo que ese es un camino necesario para recuperar la credibilidad de nuestro pueblo en las instituciones.

Y ese contacto se da de múltiples maneras. Quiero mencionar dos. Uno de esos contactos permanentes ha sido el de los consultorios empresariales en varias ciudades, y otro ha sido el de la búsqueda para resolver problemas de acceso al crédito, especialmente para pequeños y medianos empresarios.

De allí han surgido muchas soluciones. Hace pocos días, por ejemplo, tomamos la decisión de reducir las retenciones del 75 al 50 por ciento. Eso empezó tener vigencia el primero de septiembre y creo que sentirá en la caja del comercio en estos últimos cuatro meses del año.

Esos consultorios empresariales nos han mostrado sus temores por la revaluación y por la competencia de productos como los chinos. Por ejemplo, hemos encontrado que se venían disminuyendo sustancialmente, no en los pedidos de los mercados de exportación a nuestros confeccionistas y textileros, sino en los pedidos para abastecer el mercado local, por cuenta del crecimiento de las importaciones provenientes de China.

Un país que ha sufrido la penalidad de ver pasar en pocos años el desempleo del 7,5 a casi el 20 por ciento, de ver crecer en un corto lapso de tiempo el desempleo de los jefes de hogar del 4 al 10 por ciento, tiene que ser muy cuidadoso, para evitar esos fenómenos de sustitución de la producción nacional por la importada, en sectores intensivos en generación de mano de obra y en un momento tan difícil de la vida nacional, sin posibilidades de sustituir las fuentes de empleo que se nos puedan perder.

Por eso tomamos decisiones como las portuarias, que algunos las discuten y comprendo su controversia, pero la realidad es que para los controles de la Dian, es mucho más difícil controlar tantos puertos que controlar dos puertos.

Nosotros todavía no tenemos las condiciones aduaneras. Estamos esperando que se pongan en marcha los comités de observadores, una medida necesaria para la derrota del contrabando. Estamos esperando que se instalen definitivamente los escáner de última generación, etcétera. Nuestra aduana no está en condiciones de producir un resultado rápido para la producción nacional, si no se le ayuda por ejemplo con medidas, como la medida que tomamos para los puertos.

Hemos elevado también los precios de referencia para estos productos. El país no puede ignorar que en el término de pocos años, perdió el 80 por ciento de su industria popular del calzado, con un impacto muy grave sobre el empleo.

Entonces han sido estas valoraciones, estas preocupaciones, las que nos han llevado a tomar estas decisiones y por ende la decisión de las salvaguardias.

Tenemos que ver, mirando el proceso con cuidado y con gran flexibilidad para introducir ajustes, reformas, en la medida que lo indiquen las circunstancias.

Quiero expresarle, pues, al gremio, que solamente las preocupaciones del Gobierno por sectores muy sensibles de la producción, importantísimos en la generación del empleo, sectores con una altísima participación de la mediana y de la pequeña empresa, solamente han sido esas preocupaciones las que nos han llevado a tomar medidas, como las medidas de los puertos, las medidas de los precios de referencia y las medidas de las salvaguardias.

Y la verdad es que he recibido, en ese contacto permanente con estos sectores de la pequeña y de la mediana empresa, la noticia de que en las últimas semanas han mejorado los pedidos provenientes del mercado nacional. Se ha aumentado la actividad en las factorías, el porcentaje de utilización de la capacidad instalada. Seguiremos con una cuidadosa mirada sobre la evolución de estos sectores para ir mirando cómo deben introducirse ajustes a estas medidas.

Ahora, en el otro frente, en el frente de las inversiones, todo lo que tenemos es apertura para que lleguen las inversiones chinas. No más hace dos semanas me reuní nuevamente con una nutridísima delegación de China, les explicamos cómo ha venido evolucionando durante este Gobierno el marco garantista para la inversión, les explicamos aspectos tan importantes como la evolución de las cifras de inversión extranjera directa en este período.

El país vio en algún momento que su inversión extranjera directa se cayó a 500 millones de dólares por año. El año pasado ya superó los 3 mil millones y aspiramos que este año supere los 5 mil, con algo bien importante: está bastante diversificada y eso es muy bueno. La vemos en la industria, la vemos en la agoindustria, la vemos en la exploración minera, la vemos en el comercio, la vemos en el sector de hidrocarburos, etcétera. Eso es bien importante.

Le expliqué a esta delegación china cómo dimos el paso tan importante de la ley que autoriza al Gobierno a firmar pactos de estabilidad normativa con los inversionistas. Ley que quiero recordar esta tarde en Fenalco. Y cómo esa ley ya está debidamente reglamentada y el día 14 de octubre nos proponemos firmar los primeros pactos de estabilidad con inversionistas.

Creo que no tenemos que darle alcance diferente al que tiene a estas medidas sobre la nación china, con la cual hemos querido desarrollar las mejores relaciones y ofrecerle las mejores posibilidades para invertir en nuestro medio. Vamos a seguir trabajando para combinar aquello que necesitamos: la protección de la creación de empleo, especialmente en sectores tan difíciles de reemplazar como fuentes de empleo, y la construcción de condiciones para que florezca la inversión.

Claro que hay enorme preocupación por la informalidad. Tenemos que pensar qué ajustes introducimos adicionales, para frenar esa competencia desleal. Yo me duelo cuando escuchaba al doctor Óscar Duperly de que no hubiéramos tenido éxito con aquella propuesta que aprobó el Congreso al iniciar este Gobierno, de un IVA del 2 por ciento sobre los bienes y servicios no gravados. Creo que a nadie le hacía daño y le hacía un gran bien al fisco y un gran bien a la economía colombiana, porque era el gran camino para su formalización definitiva.

El país tiene que seguir estudiando este tipo de soluciones. En el debate sobre la nueva tributación, no puede este tipo de soluciones estar ausente, porque en la medida que todo el mundo tenga que ser responsable de la tributación, empezamos a caminar con eficacia, a dar con eficacia los pasos de la formalización.

Falta mucho en esa materia, pero quiero compartir con ustedes algunos elementos que considero importantes: este año las aprehensiones del contrabando han aumentado en un 32 por ciento. Este Gobierno inició con 390 mil contribuyentes de renta. Hoy estamos en millón cien.

En la Dian en este Gobierno a nadie hemos nombrado por recomendación política. Si en alguna parte ha funcionado sin excepción la meritocracia que hemos impuesto, ha sido en la Dian.

Hemos establecido 390 mil responsables del régimen común de IVA, 765 mil responsables del régimen simplificado, un 24 por ciento más de los que existían.
Y me llama la atención cuando se habla de la informalidad que tenemos que combatir lo siguiente: por ejemplo, cuando uno mira el comercio en el primer semestre del año, encuentra que con automotores creció casi el 9 por ciento, al restar automotores 5.8. Pero el crecimiento del sector formal, está muy por encima del crecimiento del promedio.

Grandes expresiones del comercio en el sector formal están creciendo al 24, al 18 por ciento en términos reales, cuando su crecimiento, excluido el sector automotor, es del 5.8.

Entonces, yo diría, hay que dar esa batalla contra la informalidad. Yo creo mucho en la universalización de los contribuyentes, y lo que falta, lo que nos declararon inexequible, hay que buscar cómo se repara, y crear condiciones políticas y sociales en el país para que eso se pueda hacer. Pero llamo la atención sobre estos crecimientos del sector formal que rebasan el crecimiento del promedio.

El recaudo: miren, en el año 2003 el recaudo creció en un 18 por ciento. El año pasado, cuando excluimos de la comparación el impuesto a la Seguridad Democrática, el recaudo creció un 22 por ciento. Y este año va creciendo un 14 por ciento.

Entonces uno ve crecimiento de los contribuyentes, crecimiento del recaudo, crecimiento del sector formal por encima, pero muy por encima, del promedio de crecimiento, y eso le indica que tiene que haberle ganado terreno el sector formal a la informalidad.

Otra cosa son los márgenes de contribución, que en el mundo entero y para todos los sectores se han disminuido. Ahora que estamos tramitando con el honorable Congreso una reforma a la Ley 100 y que aparece de nuevo el problema de los ingresos médicos, etcétera, y en esa reforma estamos buscando evitar posiciones dominantes, como aquella que se da cuando se integran las EPS con las propias IPS, y poner por lo menos unos porcentajes topes.

También hemos visto que en todos los sectores de las profesiones independientes se han disminuido los ingresos, y los márgenes de contribución en el mundo entero se han disminuido en todas las actividades económicas. Eso obliga a que todos los días seamos mucho más eficientes, con mayor productividad, para tener mayor competitividad. Pero vamos a seguir trabajando este tema de la informalidad.

Esta mañana me reuní con las cajas de compensación. Y agradezco el carácter social de ustedes y el discurso del doctor Guillermo Botero al defender la parafiscalidad.

En las condiciones fiscales de Colombia, que siguen siendo bastante difíciles, pretender trasladar la carga de la parafiscalidad al preexpuesto nacional hoy, sería tanto como acabar estas entidades y sus programas.

Le agradezco las expresiones del doctor Guillermo Botero sobre la labor que viene desarrollando el Sena, el Bienestar Familiar y las cajas de compensación, actores de la seguridad social que en este Gobierno han sufrido profundas transformaciones, empezando por el Sena.

Pero miren algunos datos de las cajas de compensación, que me indican a mí que viene ganando terreno la parte formal de la economía: el año que recordamos con mayor número de empresas contribuyendo a las cajas de compensación fue en el primer semestre del 98: 180.118 empresas. Eso se cayó a 170 mil. Cuando nosotros empezamos había 172 mil y hoy hay 204 mil.

Estamos empezando a aplicar un decreto que va a ser bien importante para simplificar la vida empresarial y para combatir la evasión. Es el decreto que obliga a los contribuyentes de parafiscales a una sola declaración para parafiscales y seguridad social y a un solo pago. Hoy ustedes, apreciados compatriotas, tienen que hacer una declaración y un pago por salud, que puede ser mucho más que uno, dependiendo en cuántas EPS estén afiliados los trabajadores.

Una declaración y un pago por pensiones que pueden ser también muchísimos pagos, dependiendo cómo se distribuya entre sus trabajadores la afiliación a pensiones. Una declaración y un pago para cajas de compensación, Bienestar y Sena, y una declaración y un pago para riesgos profesionales. La verdad es que eso complica mucho la vida empresarial, aumenta los costos de transacción y estimula la evasión.

Porque, por ejemplo, un trabajador afiliado a un fondo de pensiones que sabe que su pensión va a depender del monto ahorrado, no admite que le evadan. Pero ese celo para que no haya evasión en pensiones, no se presenta para evitar la evasión en salud, porque con la solidaridad en salud, si hay que prestarle el mismo servicio, garantizarle el mismo plan obligatorio de servicios al trabajador que, por ejemplo, paga sobre la base de declarar un millón de pesos que sobre la base de declarar 375 mil pesos del salario mínimo.

Creemos que esto nos va ayudar a controlar mucho evasión, en bien de aquellos que proceden con toda lealtad, en bien de eliminar esa competencia desleal en la economía.

Sin que haya todavía entrado ese decreto en plena vigencia, miren lo que ha pasado con trabajadores de las cajas de compensación: el nivel más alto, histórico, se vio también en el año 98 con 3 millones 528 mil. Luego ese número de afiliados se cayó a 3 millones 322 mil. Y en junio de este año se situó en 4 millones 185 mil. Ahí hay una recuperación bien importante. En fin.

Estuve mirando con los directivos de las cajas esta mañana todos los indicadores y quería compartir estos dos con ustedes, porque a mi juicio no queda duda de que hay una recuperación de la afiliación a la seguridad social que, en alguna forma, indica que está tomando nuevamente fuerza la economía formal con estas responsabilidades sociales.

Uno de los factores más riesgosos que hemos encontrado contra la seguridad social, contra la parafiscalidad y, por supuesto, para ejercer competencia desleal, es el del crecimiento acelerado de las cooperativas de trabajo asociado, sin cumplir obligaciones de parafiscalidad y sin cumplir obligaciones de seguridad social.

¿Qué hizo el Gobierno? Por decreto resolvió lo que no se había podido resolver en el debate legislativo, por decreto les recordó a estas cooperativas que si bien ellas pueden definir en sus estatutos el marco laboral, no puede interpretarse la ley hasta el punto de eximirlas del pago de las parafiscalidades y del pago de la seguridad social.

Ese decreto ya lleva casi un año de vigencia, confiamos que salga avante en el examen del Consejo de Estado, y el informe que tengo es que se han venido normalizando muchísimas de estas entidades, lo que ayuda a eliminar fuentes de competencia desleal.

Pero, como en la experiencia que les relataba del tema de la seguridad en Sucre, en este tema de la informalidad que ha golpeado tanto el trabajo honrado en Colombia, porque muchas veces informalidad es simplemente competencia desleal, el Gobierno Nacional tiene toda la disposición de seguir examinando con ustedes las medidas que sea necesario tomar.

Muy importante en el debate tributario poder llegar a la universalidad en el gravamen en relación con el Impuesto al Valor Agregado. Se puede sacrificar la ortodoxia en las tarifas para tener tarifas declinantes, a medida que se acerca la canasta familiar. Hay que buscar cómo coinciden esas decisiones con incrementos de salarios que compensen a los trabajadores sobre eventuales pagos, y cómo se ajustan las leyes para que esos recaudos se destinen a la inversión social, pero son pasos que el país tiene que dar, y que no podemos eludir so pretexto de las vísperas electorales, sobre todo cuando ustedes reclaman que la economía colombiana elimine causas de competencia desleal.

El doctor Guillermo Botero Nieto, en su brillante y generosa intervención, se refirió a unos temas bien importantes, empiezo por el gasto público.

Nosotros encontramos en agosto de 2002 un déficit del 4,2. El país pasó en no muchos años de una situación de equilibrio fiscal a una situación de déficit agudo. En muy pocos años se pasó de un endeudamiento público promedio del 14-16 por ciento, al que entramos en agosto de 2002 del 54-56 por ciento.

Todos los esfuerzos hechos nos han conducido a que el déficit haya pasado del 4,2 y que este año que lo teníamos programado para el 2,5, va a ser inferior al 1,7.

Y el endeudamiento, que tocó el 54 – 56 por ciento, ya vamos a terminar este año con un endeudamiento por debajo de 45 por ciento. Con problemas, ese endeudamiento sigue siendo muy alto. Y cuando desagregamos el déficit, vemos que en el sector central de la Nación continua siendo muy alto.

Hemos hecho avances en lo social. El doctor Guillermo Botero daba ahora unas cifras. Por ejemplo, las del Sena las conocemos. Quiero hablarles en estos días a mis compatriotas de las de Bienestar Familiar. Esta mañana me confirmaba la Directora que en este Gobierno vamos a pasar de 6,1 millones de beneficiarios de Bienestar Familiar a casi 11 millones.

Familias en Acción. Yo confío que este Gobierno termine con 650 mil familias en acción, el país necesita un millón, este año vamos a terminar con 500 mil.

Las cifras en cobertura de educación se conocen. Un gran esfuerzo pero que todavía será insuficiente y los esfuerzos de la Ministra en materia de calidad.

Ustedes me han acompañado con las cámaras de comercio en muchas ciudades, en el tema de los consultorios del crédito. Especialmente para el sector de la microempresa ha crecido muchísimo el crédito, reconociendo todo lo que falta.

Sin embargo, hemos tenido unos grandes esfuerzos de austeridad. Este año, por ejemplo, no hay presupuesto adicional, en un año electoral. Este Gobierno le puede decir claramente al país: este Gobierno no ha aprobado un peso de auxilios parlamentarios. Y le he dicho a los parlamentarios amigos: reivindiquen eso ahora en la campaña, cuéntenle al país que ustedes, sin alharaca, han apoyado dos grandes transformaciones de la vida pública: la meritocracia y la eliminación práctica de los auxilios parlamentarios.

Gastos discrecionales diferentes a esas inversiones sociales y a la seguridad, todos se han reducido, empezando por la Presidencia de la República que ha reducido sus gastos en un 30 por ciento.

Hemos tenido que absorber una carga muy pesada: el agotamiento de las reservas del Seguro Social. Solamente este año el Gobierno Nacional le tiene que trasladar al Seguro Social casi 4 billones, porque se agotaron las reservas. El Seguro Social paga este año pensiones por 6 billones, recauda dos y recibe el remanente de una transferencia proveniente del presupuesto nacional. El pago de pensiones este año nos cuesta 5 puntos del PIB.

Entonces haber reducido el déficit y haber reducido el endeudamiento, con un desafío tan grande para invertir en seguridad, con unas cargas tan grandes que llegaron, como las que llegaron de pensiones, con la necesidad de avanzar en inversiones sociales, como algunas de las referidas aquí, implica un esfuerzo mayor y el Gobierno continuará haciéndolo.

Hemos reformado 252 empresas del Estado. La primera Telecom, la última Inravisión, el Banco Cafetero, pero no nos vamos a quedar allí. De los hospitales públicos hemos reformado 111 y nos faltan muchísimos.

Si ustedes me preguntaran cuál quisiera destacar como la principal contribución de este Gobierno al saneamiento de las finanzas públicas, diría: las reformas a esas entidades del Estado.

Una cosa es ver el hospital González Valencia de Bucaramanga hace tres años y otra cosa verlo hoy, y asimismo mirar 111 hospitales públicos. Ver a Emcali ayer y verla hoy, ver a Telecom ayer y ver hoy la nueva Colombia Telecomunicaciones, que apenas está a mitad de camino.

Pero por ejemplo cuando vemos el Seguro Social, casi todo está por hacer. Lo único que hemos podido lograr hasta ahora es, al separar las clínicas de la entidad central, ahorrar inmensamente en la parte de la convención colectiva de trabajo, porque al tener las clínicas esa autonomía, ya no se aplican las convenciones colectivas de trabajo, que sí se aplican en la entidad central, pero ese es apenas el principio de la reforma que necesita esta entidad. Vamos a seguir en ese proceso de ajustes.

Lo tributario lo dividiría en dos temas: lo inmediato y lo de discusión pública. En lo de discusión pública está lo del tema del IVA, al cual ya me referí, necesario no solamente por razones de recaudo, sino por razones de formalización de la economía. Y está el tema de cuál va a ser el acto legislativo o la ley para regular las transferencias a las regiones, una vez culmine su vigencia, en el año 2008 el acto legislativo que fue aprobado con impulso del entonces Ministro de Hacienda de la administración Pastrana, el doctor Juan Manuel Santos.

¿En lo inmediato en qué estamos? En lo inmediato estamos presentado, ya está a consideración del Congreso, un proyecto de ley que reduce la tarifa de renta, cuando venzan nuestros incentivos tributarios en diciembre de 2006. ¿Por qué desde ahora? Porque al sector empresarial, al sector inversionista, hay que darle señales con antelación.

Ese proyecto también elimina el impuesto de remesas para que el país sea más atractivo en inversión extranjera. Y ese proyecto extiende en el tiempo una de las primera decisiones que tomó este Gobierno, que es la eliminación del IVA o su devolución, dependiendo del caso, a los bienes de capital.

Y ese proyecto crea el nuevo marco para que después del 31 de diciembre de 2006, por razones diferentes a las históricas, relacionadas ahora con la creación de empleo, puedan subsistir las zonas francas y desasociarse las zonas económicas especiales.

Ojalá podamos, y llamo la atención aquí y mis compañeros de Gobierno, la viceministra María Inés Agudelo y Óscar Franco, el director de la Dian, avanzar en simplificación. Creo que el registro único tributario, la posibilidad de que los colombianos declaren vía Internet, se va a constituir en un gran avance de simplificación. Pero el Gobierno en eso tiene que ser receptivo a los reclamos unánimes del sector privado de que necesitamos una tributación más simple.

Las circunstancias fiscales y de endeudamiento nos llevaron a aumentar los impuestos, pero también ha sido filosofía de este Gobierno, en el marco transitorio impositivo, elevarlos para quienes no crecen y dar estímulos para quienes quieran crecer.

Creo que eso estímulos han sido muy importantes. Recuerdo algunos de ellos. Eliminamos el IVA a los bienes de capital. Otro bien importante para que pueda florecer en Colombia la industria de combustibles biológicos, eliminamos el IVA a estos combustibles y el impuesto al valor agregado. Entre este septiembre y enero de 2006, el país empieza a producir un millón de litros diarios de alcohol carburante y confiamos que rápidamente lo estemos produciendo de yuca y que rápidamente empecemos a producir biodiesel de palma africana.

Uno de los grandes problemas que se le viene a la economía mundial es el problema de la canasta energética. Países centroamericanos y del Caribe que no producen carbón, que no producen gas, que no tienen petróleo, que tienen serias deficiencias para la generación de las mínimas necesidades de energía, se ven expuestos hoy al dilema de gastarse el dinero o en el cumplimiento de las metas sociales del Milenio o en el pago de las facturas por adquisición de combustibles. Ahí se le viene al mundo un problema muy grave que Colombia está sorteando con una política energética que avanza frente a todas las posibles fuentes.

Y hemos estimulado también la hotelería, el ecoturismo, para poder ser competitivos. Tengo informes de que en esta ciudad de Medellín va a empezar rápidamente otra gran inversión del sector privado, del orden de 150 mil millones y que tendrá como punto ancla otro gran hotel, que cuando uno ve ese Centro de Convenciones lleno de cada 8 días, piensa que la ciudad lo necesita.

Veo un gran florecimiento de nuevo en la industria turística nacional y a eso ha contribuido bastante no solamente la recuperación de la seguridad sino también los estímulos tributarios.

Este año el país volverá a tener un millón de visitantes extranjeros. La semana entrante tendremos una nueva reunión con los gerentes de las empresas de cruceros a ver si reanimamos esos cruceros a Cartagena y a San Andrés inicialmente, y confiamos que el año entrante Colombia tenga dos millones de visitantes extranjeros.

En fin, podría seguir hablando de los estímulos tributarios, pero déjenme referir a uno: la deducción del 30 por ciento. Durante los años fiscales 2004, 2005 y 2006, toda inversión generadora de renta en Colombia tiene una deducción del 30 por ciento, y ha servido bastante para el crecimiento de la inversión.

Le cuesta al fisco este año casi un billón y corresponde a las deducciones reclamadas por los contribuyentes en relación con las inversiones que realizaron en el año 2004.

Creo que el año entrante el costo va a ser mayor, pero yo tranquilizo mucho a los economistas del equipo de Gobierno diciéndoles: tranquilos, que eso tiene una tasa de retorno muy alta. Eso es muy importante para finalmente generar empleo y generar ingresos.

Y miren lo que ha pasado en el comercio y bastante ayudadito por esa deducción. Uno va hoy a ciudades como Santa Marta, que estaba en esa recesión, y encuentra nuevos centros comerciales, almacenes de cadena. Ibagué que la visité la semana pasada etcétera. Qquí se habían reducido a 665 mil los metros cuadrados de construcción de comercio por año. El año pasado, recuerden la base de 665 mil, venía así, el año pasado ya logramos nuevamente un millón 496 mil y confío que vamos a repetir la cifra este año, como lo veíamos en el Congreso de Camacol recientemente. Y todo eso ha reclamado la deducción.

Entonces la tarifa es muy alta para quien no quiera crecer, pero cuando se aplican estos estímulos a quienes están creciendo, la tarifa se normaliza. Como estos estímulos apenas tiene vigencia hasta el 31 de diciembre del año entrante, y los invito a ustedes para que aprovechen estos cuatro meses que restan de este año y los doce del año entrante para ganarse esas deducciones, por eso hemos propuesto desde ya que la norma que suceda el agotamiento de los estímulos, sea la reducción de la tarifa de renta.

Ahora, hay que tener en cuenta que no solamente hemos hecho estos ajustes en este Gobierno. Miren: hemos aplicado severamente la Ley 617 para el ajuste de las entidades territoriales. Ese es otro ajuste muy severo. Ley que introdujo la administración del presidente Pastrana y que nosotros hemos aplicado con toda la disciplina en las entidades territoriales.

Los colombianos han tenido que pagar un ajuste del precio del combustible muy alto, y si bien muchos de los analistas dicen que eso no golpea a los sectores populares, otra cosa es cuando… Yo no escucho a los analistas sino a otros analistas, a los taxistas o a algunos sectores de las clases medias colombianas que tienen su carrito y allí donde el transporte público es bien deficiente. Cuando este Gobierno empezó, las empresas electrificadoras de la Nación estaban todas dando perdida, hoy están todas en negro. Un resultado combinado de administración y de tarifas. Han pagado los colombianos otro ajuste bien importante allí.

Y han pagado otro ajuste bien importante en pensiones: este Gobierno aumentó las cotizaciones, presentó en el Congreso, aprobó una Ley de pensiones racionalizando beneficios en 2002, ha reforma el esquema de privilegios pensionales en más de 200 entidades del Estado y el Congreso nos acaba de aprobar una reforma constitucional que congela las posibilidades de negociación en pensiones y elimina las pensiones privilegiadas.

Yo diría, apreciados amigos, que ese es un conjunto de ajustes muy grande y que no se puede pretender que todos los ajustes se den al mismo tiempo. Por eso para otros que se requieren en materia tributaria hay que ser cuidadoso, hay que hacerlos cuando se hayan agotado este tipo de ajustes.

Me gusta mucho oír la preocupación del doctor Guillermo por algunos puntos de nuestra propuesta, pero déjenme terminar el tema de ajustes con otro punto que no se ha publicitado mucho en el análisis. Es con los avalúos catastrales. ¿Ministro de Agricultura, cuánto valía en el año 90 el catastro rural colombiano y cuánto vale hoy?

Andrés Felipe Arias, ministro de Agricultura: Presidente, valía en el 90 como 1,6 - 1.7 billones de pesos, hoy vale como 30 y pico billones de pesos.

Presidente de la República: ¿En términos reales cuál es el crecimiento?

Ministro de Agricultura: Cuando uno compara en pesos de un mismo año el crecimiento, dependiendo de índices, entre 150 por ciento y 250 por ciento, si es en dólares o con precios del índice de precios al consumidor o cualquier otro deflactor.

Presidente de la República: Ahí hay un ajuste enorme, el ajuste que se ha hecho en materia de avalúos catastrales en el país. La cifra que da el Ministro no incluye los catastros autónomos, que aquí hay dos: Medellín es autónomo, Antioquia es autónomo, Bogotá es autónomo y Cali es autónomo, o sea que habría que sumarles también lo de los catastros autónomos.

Entonces pasando al tema de Visión Colombia, la idea nuestra es que hay que trabajar con tanto esmero en lo cotidiano como en la construcción de visión de largo plazo, que en las sociedades democráticas la única manera de construir visión de largo plazo es a través del permanente debate en la base popular sobre esta visión. El documento que entregamos el 7 de agosto, recíbanlo como el primer borrador para someterlo a la discusión con los compatriotas.

Santiago Montenegro se ha comprometido entregar el próximo en el primer trimestre de 2006, entregar el segundo borrador, resultado de la discusión con los colombianos. Bienvenidos entonces para ese segundo borrador los comentarios de Fenalco.

Le voy a trasmitir esta misma noche la preocupación del doctor Guillermo Botero sobre la necesidad de darle más énfasis y más espacio a la contribución del sector privado para las metas que el país debe obtener, primero en el año 2010 y segundo en el 2019, fecha del Segundo Centenario, y que están ajustadas y aún más exigentes que las metas sociales del Milenio.

El tema de las comisiones de las tarjetas de crédito. En realidad hemos hecho un gran esfuerzo de concertación. Siempre me preocupó de la intervención del doctor Guillermo Botero, porque en la primera parte me pidió el decreto y en la segunda parte dijo que confiaba que dentro de poco estuviera lasta la concertación. Entonces me quedé sin saber si decreto o concertación. O entiendo que es decreto para la concertación.

Muchas gracias.

 
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