AÑO 2006

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LANZAMIENTO DEL PROGRAMA “AGRO: INGRESO SEGURO”
Diciembre 13 de 2006 (Bogotá – Cundinamarca)

Compatriotas:

Primero, quiero felicitar al Ministro (de Agricultura, Andrés Felipe Arias), al Congreso y al sector agropecuario, por haber logrado esta gran concertación. Yo creo que es una noticia muy buena para el país.

El Ministro ha hecho una exposición muy didáctica, pienso que hay que repetirla en todo el país. Alguien decía que solamente cuando uno está cansado de repetir, empiezan a escucharlo. Y estimularla, Ministro, con el ejemplo.

En febrero o marzo, qué sé yo, cuando ya haya algunos hechos, difundir muy bien esos hechos que se vayan dando: que unos créditos con este subsidio, que el 15 por ciento a este proyecto de asistencia técnica pero con certificado de calidad, que este ICR (Incentivo de Capitalización Rural), que estos pequeños campesinos a quienes hay que atender mínimo con el 40 por ciento de los recursos, que en buena hora lo dice la ley.

Nada mejor para un gran proyecto que ir cumpliendo metas parciales. Pienso que la mejor pedagogía va a ser difundir muy bien cada meta parcial, para que eso vaya animando a todos los compatriotas en este proceso de recuperación del campo colombiano.

Quiero agradecerles a todos los que trabajaron en el TLC. A los ministros, que les falta un trabajo todavía muy grande en los dos Congresos, en nuestra Corte Constitucional, en la implementación. A Hernando José (Gómez), quien ha sido el director del Equipo de Negociación.

Y en medio de las discusiones del TLC, surgió esta idea, que yo creo que va a ser un esfuerzo bien importante para el país. Y en buena hora, porque la Ley todavía no ha completado su proceso de aprobación en el Congreso. Pero estamos seguros que, de manera diligente, en las sesiones de marzo o antes, porque tendré que convenir con los directivos del Congreso y los ministros una citación a ésta para algunos temas.

Por ejemplo, no tendría presentación que en enero el Congreso de Estados Unidos esté estudiando el TLC y nosotros no. Nosotros afanados por tener el TLC y el Congreso de Estados Unidos trabajando y algunos bregando allá que no se apruebe, y nosotros aquí en vacaciones. Entonces vamos a tener que hacer ese esfuercito, y la verdad es que allí podríamos también incluir en esa convocatoria la Ley ‘Agro: Ingreso Seguro’, para redondear su aprobación.

Pero quiero agradecer al Ministro, a mis compañeros de gobierno, todos, y al Congreso, la buena visión de haberle anticipado un año a la Ley ‘Agro: Ingreso Seguro’, incluyendo todos sus instrumentos, en la Ley de Presupuesto de 2007.

2007 será el año para estrenar ‘Agro Ingreso Seguro’, porque no obstante que faltan unos debates para aprobar la Ley, el presupuesto nacional de 2007 incluye sus instrumentos. E incluye 400 mil millones para una ley que deberá tener mínimo, en dinero constante, a partir del 2008, incluido el 2008, 500 mil millones. O sea que 2007 será un año experimental muy importante.

Yo creo que la explicación del Ministro ha sido prolija, tendremos oportunidad de escucharla en muchos sitios del país.

Yo veo con entusiasmo el futuro agrícola colombiano, la combinación de varios elementos. El apego de los colombianos a la tierra se ha reeditado ahora que la seguridad empieza a dar sus frutos. Yo creo que tuvimos nubarrones. Esa incursión expropiatoria del narcotráfico hizo mucho daño y nos empezó a cambiar una economía agropecuaria productiva por una economía agropecuaria especulativa, de concentración. Afortunadamente hay toda la decisión de la extinción de dominio.

Yo creo que el tema de orden público, en la medida que lo vayamos superando, y allí donde se ha venido superando ha demostrado cómo los colombianos quieren la tierra, y la quieren para producir.

Cuando a mí me dicen: ‘hombre, es que en el Sur de Bolívar una hectárea valía 200 mil pesos y hoy vale dos millones, está muy cara’.

Y digo yo: ‘¿por qué está cara? ¿Han entrado narcotraficantes?’.

‘No, antes allá están combatiendo la droga’.

‘¿Entonces por qué está cara?’.

‘Pues, porque como está trabajando la Fuerza Pública y hay unos proyectos de palma y la gente se entusiasmó a sembrar de nuevo, eso se ha encarecido’.

Y digo: ‘pero, qué bueno, qué bueno’.

Eso demuestra que aquí hay una gran vocación por el campo, y yo creo que la seguridad, más estos instrumentos, producen un efecto combinado muy interesante.

Y lo otro que está pasando, ya lo decía el Ministro, es: se ha resucitado la esperanza para una serie de productos del campo. Hace cuatro años era muy difícil pensar en que Colombia podía sembrar una hectárea más de caña. No se le veía futuro.

La verdad hoy es que, con la transformación ya de un hectariaje importante de producción de azúcar a producción de etanol, con los nuevos proyectos que hay en el Valle del Cauca, con lo que está pasando en otros países que tenían sus mercados muy cerrados a la importación de azúcar, y que en alguna forma van a tener que abrir, aumentar las cuotas a sus proveedores, porque en esos países se está reorientando la caña o las otras fuentes de azúcar hacia la producción de etanol, yo creo que son productos que empiezan a pasar de la desesperanza a una gran esperanza.

Hace pocos días nos enteramos –para mí fue una grata sorpresa–, que el maíz que estaba a 120 dólares en el mercado internacional se subió a 180, porque hay una gran reorientación del maíz hacia el etanol. Hay que pensar, pues, hoy en una agricultura para la producción de energía.

Y ha ocurrido otra cosa buena: es el aumento del consumo de alimentos. Cuando me reúno periódicamente con Fenalco, con su Director, pues él me dice: ‘mire, este año el comercio va a crecer un 15 por ciento en unidades reales’.

Yo digo: ‘sí, pero’.

Enseguida me dice: ‘es que el país vendía 60 mil vehículos al año hace cuatro años, y este año vende 200 mil’.

Yo le digo: ‘sí, pero’.

‘Es que el país tenía un mercado de 60 mil motos hace cuatro años, y este año es de 400 mil’.

Yo le digo: ‘sí, pero’.

Entonces él sigue contándome que se vendían tantas neveras y este año tantas más.

A lo único que no le pongo el pero es cuando me dice: ‘hay un crecimiento en el consumo de alimentos del 7 por ciento’.

Eso sí es muy importante para ir midiendo las tendencias sociales de la Nación. Porque cuando aumenta la compra de vehículos pero no crece el consumo de alimentos, se da razón a que se diga: no se está haciendo nada para que el país supere la pobreza. Y finalmente todos los esfuerzos de crecimiento económico son esfuerzos de superación de pobreza y esfuerzos de construcción de equidad.

Pero cuando ya vemos un crecimiento del consumo de alimentos, sostenido en varios semestres, del 5 – 7 por ciento, ya nos entusiasma mucho.

Y eso no quiere decir que los más pudientes le estén echando una yuca más al sancocho o un ñame más. Eso es consumo de los sectores populares de la Nación, que es lo que nos trae un gran aliciente.

Yo veo, pues, con entusiasmo el futuro del campo colombiano. Hay que trabajar mucho.

Ayer me reunía con representantes del Caquetá, del Guaviare, y me decían: ‘el Caquetá tiene empresarismo, pero tiene empresarismo ganadero, lechero, no tiene empresarismo agrícola. El Guaviare no tiene empresarismo’.

Entonces no nos basta con los instrumentos macroeconómicos o con algunos instrumentos micro, sectoriales. Hay que hacer un esfuerzo de trabajo en la base social de la Nación muy grande.

Yo le decía ayer al Ministro: ‘tienes que mirar con los secretarios de Agricultura de esos departamentos, con las ONG’s, con los gremios, cómo se organizan esas cooperativas de productores y cómo las estimulamos y potenciamos’.

Qué bueno que rápidamente el país empezara a ver sembrar palma africana en el Guaviare, sin tumbar selva, que el Estatuto Forestal no lo permite, pero en todo lo que es tierra de sabana. Qué bueno avanzar en proyectos de silvopastoreo con madera. Qué bueno empezar a ver que esa ganadería tan importante del Caquetá, donde se producen 500 mil litros de leche al día, se combine con silvopastoreo y también se mezcle o haya unos lotes grandes, unas extensiones importantes en palma africana. Allí hay que hacer unos esfuerzos muy grandes.

Porque a estos instrumentos les llegan los organizados. Pero hay un gran sector, un gran universo de propietarios del campo colombiano que no están organizados. Todavía están asustados por la violencia, todavía no saben para dónde van, y por eso hay que llegar allí con los gremios, con las secretarías de Agricultura, con el cooperativismo, a organizarlos, a llevarlos de la mano, a orientarlos y a entregarles estos instrumentos. Pienso que la agenda del Congreso de la República le va a ayudar mucho a la Nación.

Quiero darles las gracias a los congresistas, y se las repetiré todos estos días, y creo que vale la pena una alocución, para hacerle a la Nación un resumen de la agenda legislativa, que es muy importante.

Miren: para el tema agropecuario, allí hay unas respuestas excepcionalmente positiva. Dejemos a un lado la ley ‘Agro: Ingreso Seguro’, dejemos a un lado la Ley de Tierras. ¿Cómo se llama, senador Julio? Desarrollo Rural. Esa tiene dos instrumentos muy importantes: tiene la creación de un impedimento para que no haya prescripción adquisitiva de tierras, de las cuales hayan salido desplazados. Es muy importante. Y tiene otro elemento social muy importante: aquellas tierras improductivas, que la Nación las pueda comprar por el avalúo catastral. Yo creo que eso ayuda muchísimo.

Dejemos a un lado la Ley ‘Agro: Ingreso Seguro’, el anticipo, que es la ley presupuestal de 2007 y esta nueva ley, que me decía la Presidente del Senado (Dilian Francisca Toro) que cree que se apruebe esta tarde en el Senado. Sería muy bueno.

Miremos otros elementos que quedan para el campo en la agenda que ya está próxima a aprobarse y que confiamos que, en los primeros minutos del amanecer de mañana, queden aprobadas las conciliaciones que se requieren.

Por ejemplo: madera. El país perdió la dinámica de reforestación por una reforma tributaria. Yo recuerdo que había unos departamentos líderes en esa reforestación: Antioquia y Valle del Cauca. Y se aprobó una reforma tributaria hace un buen rato y ese día perdió el país la dinámica de la reforestación.

Nosotros trajimos unos elementos transitorios. ¿Qué es lo bueno? Que ahora quedan en una ley de vigencia indefinida todos esos instrumentos presentes.

Por ejemplo, la exención tributaria a los ingresos de los cultivos forestales. Por ejemplo, una deducción hasta del 30 por ciento del valor de la inversión a una compañía o una persona natural que invierta en reforestación. Si alguien tiene un almacén de motos exitoso, y de su renta líquida gravable o de sus ingresos va e invierte en una reforestadora, puede hacer una deducción.

Y esos dos elementos tributarios, de gran importancia, se combinan con el Estatuto Forestal, que le dio muchísima tranquilidad a los reforestadores. Allí tenemos que hacer un gran esfuerzo.

Chile genera exportaciones de madera y derivados de 3 mil millones de dólares al año, nosotros no. Allá tienen 2 millones 800 mil hectáreas de bosque comercial. Nosotros, con mucho mayor potencial, 211 mil – 220 mil.

Por fortuna, hay entusiasmo reforestador en el país y están llegando capitales. Fui informado del capital chileno, que está comprando en el norte de Antioquia 40 mil hectáreas para reforestar.

Yo le he dicho al Ministro: mucho mejor que las compren, es que hagan acuerdos de contratos de participación con los dueños de la tierra. Ya hay 9 mil hectáreas sembradas del convenio de propietarios de tierras y el fondo de capital de riesgo de Finagro, entre el Magdalena y el Cesar. Y hay recursos todavía para sembrar otras 1.700.

Y veo que hay un hervorcito importante reforestador en el país y en la comunidad internacional para venir a Colombia.

Yo les preguntaba a los chilenos: ‘¿ustedes por qué quieren sembrar árboles en Colombia?’. Y me decían: ‘porque prácticamente en Chile no tenemos más en dónde sembrar, porque una hectárea en Colombia produce el doble de metros cúbicos de madera al año que en Chile, porque Colombia está cerca de todos los mercados, porque el Caribe no tiene madera y la fuente para alimentar el Caribe será Colombia, porque Estados Unidos va a necesitar mucha madera comercial, México necesita mucha madera comercial, y el gran origen para proveer a México puede ser Colombia. Allí tenemos todas, todas las posibilidades.

Lo de palma africana, cultivos de tardío rendimiento, cacao u otros. Quedan con vigencia indefinida, en esta aprobación del Congreso, las exenciones. Eso es de gran importancia.

Los estímulos a las energías alternativas: quedan en su totalidad.

O sea que el agro colombiano, cuando se aprueben las conciliaciones al amanecer de mañana, queda con un marco tributario muy importante.

Y déjenme agregar allí un punto, idea de José Félix Lafourie (presidente de Fedegan). A mí no me gusta discutir las buenas ideas sino aplicarlas. Él me llevó una exposición muy larga y le dije: ‘ahórrese la exposición, déme la idea’. Y nos pusimos a sacarla. Y el Congreso y el Ministro de Hacienda la entendieron y se la han aprobado.

Los contribuyentes colombianos, incluido el año entrante, eso será para la declaración de renta del 2008, pero lo pueden aplicar en el 2007, pueden deducir de su renta el uno por ciento para llevarlo a sociedades anónimas cuyo objeto sea el sector agropecuario, que estén en bolsa. Y con unas condiciones de democratización, que fije el Gobierno en decretos reglamentarios.

Seguramente esas sociedades no existen. Yo creo, y voy a aprovechar esta reunión, creo que es la última en el año con los gremios del sector agropecuario, para pedirles: creen esas sociedades. Rafael (Mejía, presidente de la SAC), (Jorge Enrique) Bedoya (presidente de Fenavi), José Félix: creen esas sociedades.

Y hagamos un esfuerzo de publicidad para que los contribuyentes, entre enero, marzo, mayo, junio, que estén en las declaraciones, sepan que hay unas sociedades y sepan para dónde pueden orientar esos recursos. Si esperamos que otras personas distintas al sector agropecuario, las creen, de pronto no nacen y se pierde el instrumento.

Yo le pediría al Ministerio de Agricultura hacerle un gran seguimiento, con los gremios, para que esas sociedades nazcan. Entre otras cosas, son sectores que han sufrido mucho con la revaluación: flores y banano.

Entonces, creen esas sociedades. Esas sociedades no las crea el Gobierno. No las crean aquellos que no estén vinculados directamente al campo. Yo tengo fe que las creen ustedes, que son los líderes gremiales del campo colombiano. Eso va a ayudar muchísimo.

El conjunto de normas que está aprobando el Congreso es un conjunto muy bueno. Yo diría que la reforma tributaria tiene estas características:

Primero, los colombianos que tenían preocupaciones por la extensión del IVA a la canasta, estén tranquilos, que no se hizo. Los colombianos que tenían preocupaciones porque se pudieran gravar los ingresos laborales, estén tranquilos, que no se hizo.

La reforma tiene una gran virtud: yo creo que se convierte en el estatuto de promoción de inversión y de empleo más importante, aprobado desde el Gobierno de Alberto Lleras Camargo en Colombia. Siendo ministro Hernando Agudelo Villa, y es bueno mirarlo, Carolina Rentaría (directora de Planeación Nacional), en la historia económica del país de todo el siglo pasado hasta la fecha. Yo creo que desde el Ministerio de Hacienda de Hernando Agudelo Villa, en la administración de Alberto Lleras, no se aprobaba un estatuto tributario tan profundamente benéfico para la inversión y para el empleo, como éste.

Ya les dije algunas cosas del sector agropecuario. Mirémoslo en general. No solamente se rebaja la tarifa de renta. Quien menos interés tenía en la rebaja de la tarifa de renta, era yo. Porque a mí me parece que uno no puede rebajar la tarifa de renta para igualar a los que no hacen esfuerzos con los que hacen esfuerzos. Hay es que crear estímulos en favor de los que crecen.

¿Saben en cuánto queda la deducción por inversiones generadoras de renta? En el 40 por ciento. El que haga una inversión de 100 pesos, puede deducir de su renta gravable 40 pesos. Si los ingresos de esa empresa son apenas de 20, deduce 20, y en los años siguientes, sin límite de tiempo, puede deducir los otros 20. Si reparte utilidades, ya esa deducción no se cobra como impuesto en cabeza del accionista. Eso es importantísimo.

El país apenas va a empezar a mirar, una vez se publicite bien esto, lo que ha venido aprobando el Congreso. Díganlo sin miedo, apreciados congresistas, Presidente: desde la administración de Alberto Lleras, no había en Colombia un estatuto tributario tan estimulante de la inversión y del empleo, como éste.

Una empresa nueva puede llevar el 40 por ciento de su capital inicial a pérdidas. Y si no tiene ingresos para absorberlo el primer año, puede ir absorbiendo esas pérdidas, paulatinamente, en los años siguientes, sin límite de tiempo.

Para no hablar de otros sectores, que quedan allí muy beneficiados, como el sector turístico, la sísmica, las actividades para buscar combustibles en nuestro país, etcétera.

Eso hay que aprovecharlo y difundirlo muy bien. Porque cuando algunos estímulos con alcance transitorio los aprobamos hace tres años, yo preguntaba en muchas reuniones con patriotas si los conocían, y no los conocían, y no los utilizaban. Yo creo que tenemos que aprender de esa experiencia, y hacerle mucha difusión.

Sumamente buena la ley de insolvencia, para tener en el largo plazo algo, sin límite de tiempo, que sustituya la Ley 550 y que permita la recuperación de empresas que caigan en estados de iliquidez.

Sumamente buena la reforma a la seguridad social, en lo cual ha tenido especial liderazgo la Presidente del Congreso de la República. Era yo Gobernador de Antioquia, y ella se desempeñaba como Secretaria de Salud del Valle del Cauca del entonces gobernador Germán Villegas, y desde entonces mostraba todo el interés por mostrar estos grandes cambios en el país.

Esa Ley va a ayudar muchísimo a que cumplamos la meta de plena cobertura en salud con buena calidad para el año 2010. Los empleadores colombianos hacen un gran esfuerzo, porque para financiar la salud se recarga ahí medio punto de cotización, exclusivamente en los empleadores.

Y la integración vertical se limita al 30 por ciento. En estos días me decían: ‘bueno, pero si una EPS tiene clínicas propias que superen el 30 por ciento de lo que esa EPS compra en servicios, ¿qué le va a tocar hacer?’. Vender esa diferencia. Yo creo que el país se está organizando y habrá mucha asociación médica que la quiera comprar, y eso está bien, y se les da un año de plazo.

Pero no me voy a referir ahí a otras normas de esa ley, que son muy importantes y que el sector agropecuario nos va a tener que ayudar para lograr plena cobertura de seguridad social en el campo colombiano.

Es muy importante la ley de Ecopetrol. Miren, todo ese debate uno lo puede responder de la siguiente manera, con unas cositas muy elementales: no es venta, sino crecimiento de la empresa.

¿Ese crecimiento para qué es? Ese crecimiento es para invertir en la empresa y buscar petróleo y explorar, y explotar unos crudos pesados que el país tiene más o menos identificados y que no había explotado en el pasado porque era caro explotarlos. Hoy, dadas las condiciones del precio internacional del petróleo, es económico explotar esos crudos pesados.

Es mucho mejor tener una Ecopetrol explotando petróleo, produciendo, que una Ecopetrol seca y quebrada. Es mejor para los colombianos ser dueño del 80 por ciento de una Ecopetrol próspera, que del ciento por ciento de una Ecopetrol en bancarrota, en picada.

Toda la duda de por qué esa inversión. Miren, uno tiene que pensar que estuviera en una situación contraria: ¿qué tal que en este país no hubiera confianza inversionista, y nosotros capitalizar el 20 por ciento de Ecopetrol y que no tuviéramos quien hiciera esa capitalización? Demos gracias a mi Dios que hay esa confianza inversionista. ¿Qué tal que no la tuviéramos? Eso sí sería para llorar. Entonces un país que la tiene, no puede negarse esta oportunidad.

Yo tengo la certeza, el pálpito, de que esa capitalización de Ecopetrol puede quedar en un alto porcentaje o en un ciento por ciento, en manos colombianas.

Le decía ahora al Ministro que para estimular todo este proceso democratizador, en un país que necesita proyectos de inversión, en la venta propuesta de las electrificadoras se hiciera lo siguiente: se podrían vender en dos etapas. Una primera etapa para venderle un porcentaje a un socio mayoritario, serio, que fuera una especie de socio operador, y el resto venderlo en un proceso democratizante a inversionistas colombianos y a los colombianos en general, como en aquella oportunidad se hizo con ISA. Eso lo miramos con mucho entusiasmo.

Sé que va a haber debate en los meses que vienen, porque se ha aprobado en los primeros cuatro debates y necesita otros cuatro el acto constitucional de transferencias. Pero yo creo que es equilibrado y finalmente sale más ventajoso para las regiones, mucho más de lo que se podría esperar.

Por eso les voy a pedir a los colombianos que me ayuden a cimentar en la conciencia pública el apoyo a esas transferencias. A ellas subyace una idea: está bien estimular la descentralización, pero sin arruinar a la Nación.

¿Para qué arruinamos a la Nación? ¿Para no poderles cumplir a las regiones? ¿Para no poder financiar estos proyectos?
Una cosa buena es que el Congreso va a estudiar a tiempo, simultáneamente, el Plan de Desarrollo y el segundo período legislativo de transferencias. Entonces ahí el Congreso va a tener que ver, por un lado, cómo le piden al Gobierno Nacional y, por otro lado, hasta qué punto le quitan.

Porque todo el mundo le pide al Gobierno Nacional, y por eso no lo pueden arruinar. Que 500 mil millones para la Ley de ‘Agro: Ingreso Seguro’, que las vías de competitividad, que 800 mil millones para desplazados, que una cosa y que la otra.

Y creo que las regiones salen bien. Lo aprobado en la Cámara, donde el Gobierno le entregó al Congreso todo lo que le podría entregar y que hoy empieza a tener unas críticas, porque algunos creen que se fue generoso.

Por ejemplo, en el año 2008 las transferencias aumentarán para las regiones en inflación más cinco, porque estaba previsto inflación más cuatro, y a última hora hubo que introducir un punto adicional para educación, que debe tranquilizar a todos los profesores del país.

Y si la economía crece por encima del cuatro, todo ese crecimiento adicional se refleja en favor de las regiones. Y si no crece lo suficiente, no se le recorta a las regiones. Yo creo que se ha dado un paso muy bueno.

Carolina, ¿cuándo dan ustedes la cifra definitiva de crecimiento del penúltimo último trimestre, a septiembre? Los anticipos son halagadores, de que el país se puede poner a crecer en una senda muy importante.

Bueno, yo quiero animar al sector agropecuario. Ahora cuando pasaba aquí el Presidente de los cerealistas me decía que se espera un año de maíz y cereales mucho mejor. En los dos últimos años no ha habido problemas para absorber las cosechas, pero sí unos precios que atemorizaron la gente. Ojalá ahora sea mucho mejor.

Creemos esas sociedades. Las sociedades Lafourie. Le va a tocar desde la Federación de Ganaderos crear la primera, ya que usted me metió en ese cuento. Y como dicen en su tierra, tú te metiste, tú te sales. José Félix, entonces con eso hay que salir adelante.

Y quiero desear a todo el sector agropecuario de la Patria, Feliz Navidad, un Feliz 2007.

Y lo que hay que hacer en materia de orden público, pues se los dijo, con los bríos de la juventud, el Ministro de Agricultura, que es un adjunto de defensa.

A todos, muchas gracias”.

 
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