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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 14
Diciembre 09 de 2006 (Corrales – Boyacá)

Compatriotas:

Es muy grato llegar hoy de nuevo al altar de la Patria, a realizar aquí en Corrales este nuevo Consejo Comunitario.

Quiero destacar las dos obras que se inauguraron esta mañana, antes del Consejo Comunitario: la restauración de la Casa Museo, donde en 1872 muriera el General Juan José Reyes Patria, héroe de la Batalla de Gámeza, primero compañero de Bolívar, después ex compañero de Mosquera, quizás el último en morir de los grandes héroes de la Independencia.

Cuando el general Bolívar lo saludó, después del triunfo de la Batalla de Gámeza, le dijo que él no debería portar en adelante el apellido Reyes, porque era monárquico, que portara el apellido Patria, y por eso para la posteridad que se le conoce con el nombre del General Juan José Reyes Patria.

Rendimos un homenaje a Boyacá, por otra contribución a la Nación: la obra libertadora del General Juan José Reyes Patria.

Ha quedado bellamente restaurado el museo, la Casa Museo, agradecemos al Gobierno del Japón, a su embajador, tanta generosidad con Colombia. Han sido fundamentales con su presupuesto en la financiación de esta restauración, como en tantos sitio de la Patria, como en tantas escuelas.

Muchas gracias señor Embajador, toda nuestra gratitud y nuestro aplauso a ustedes.

El Ministerio de Cultura ha dotado de libros esa Casa Museo Biblioteca, sé que hace falta los computadores, el señor Alcalde me ha anticipado que van a solicitar los computadores, que ya hay manera de hacer aquí la conexión porque está Compartel, y le voy a pedir a Helena Bermúdez, de la Secretaria Privada de la Presidencia, que los tramitemos, nos parece de la mayor importancia.

A propósito de ello, el país va avanzar mucho en conectividad en estos cuatro años, va a asistir a una revolución silenciosa: conectividad de escuelas, conectividad de bibliotecas, conectividad de hospitales, conectividad de oficinas públicas, conectividad de regiones remotas. ¿Por qué? porque hay la tecnología, tenemos el presupuesto y tenemos con quien hacerlo. ¿Con quién lo vamos a hacer? con Compartel, con la confianza del sector privado en Colombia y con la nueva Telecom, gracias a su reforma.

La reforma de la vieja Telecom, la creación de la nueva Telecom ha traído muchos beneficios para el país. No había con que pagarle a los pensionados, iban a morirse ellos de inanición y a quebrar Telecom a la Nación. Ni lo uno ni lo otro.

La reestructuración de Telecom nos permitió ponernos al día con los pensionados, garantizarles el pago de pensiones, estar al día con los trabajadores y al mismo tiempo tener, como se tiene hoy en caja, un presupuesto de 650 millones de dólares, para la gran revolución de las comunicaciones en Colombia, de la banda ancha, del Internet, que hoy son necesidades sociales sin las cuales es difícil garantizar calidad de vida, avances en la salud, en la agricultura, sin las cuales es difícil lograr los mayores niveles de productividad y competitividad.

Confiamos, pues, dotar de computadores la Casa Museo “General Juan José Reyes Patria”.

Después se inauguró el puente que construyó INVIAS (Instituto Nacional de Vías) aquí. Agradezco a los parlamentarios de Boyacá su tarea gestora, para que sacáramos ese puente adelante. Al doctor Ciro Montañez, hijo de Corrales, quien vive en Washington hace muchos años, pero allá ejerce la medicina y en Corrales y en Boyacá ejerce el patriotismo.

Allá atiende pacientes, recoge dinero y viene a Boyacá periódicamente a oficiar con su buen patriotismo, eso es lo que necesitamos apreciado médico Ciro Montañez.

Y quiero además de agradecer a los parlamentarios, agradecer al Gobernador, por su gran tarea de gobierno que ha mejorado muchísimo los indicadores de Boyacá.
Hoy, el Ministro de la Protección Social, gracias a la cofinanciación de la Gobernación y de municipios de Boyacá, y a un gran esfuerzo de la Nación, entregará un buen número de ambulancias debidamente dotadas para diferentes municipios de Boyacá.

¿Ministro cuántas va a entregar? 13, ¿a dónde están?

Diego Palacio, ministro de la Protección Social: Están listas en Tunja, Presidente. Las llaves están acá para que se las lleven de una vez los alcaldes.

Presidente de la República: ¿O sea que hoy se puede regresar en ellas?

Ministro de la Protección Social: Presidente, como le digo, están listas las llaves y la ambulancia parqueada en Tunja para que se las lleven.

Presidente de la República: Bien, 13 nuevas ambulancias para Boyacá.

A las 7 de la noche de anoche fue aprobado en la Cámara de los Estados Unidos el acto ley de ese país, para prorrogarnos por un tiempo el acceso al mercado norteamericano para nuestros productos. Y a las 2 y 30 de la mañana fue aprobado por el Senado de los Estado Unidos.

Desde esta tierra boyacense, en nombre de todos mis compatriotas, hago llegar el agradecimiento al Gobierno y al Congreso de los Estados Unidos, por la extensión de la ley de beneficios unilaterales, que le permite a nuestros productos de exportación, continuar entrando a ese país.

Nos han dado con esa extensión un tiempo, para que el Congreso nuestro y el Congreso de los Estados Unidos, aprueben el Tratado de Libre Comercio, ya firmado entre ambos gobiernos.

Ese paso dado anoche en el Congreso de los Estados Unidos es una buena noticia para los trabajadores colombianos, para los inversionistas colombianos, nos da tranquilidad.

Quiero agradecer la tarea cumplida por el Gobierno, encabezado en esta oportunidad por la señora Embajadora (de Colombia en los Estados Unidos) Carolina Barco. Una tarea diligente, de permanente gestión. Y quiero destacar el hecho de que nosotros abogamos no solamente por Colombia sino por todos los países andinos.

En cada oportunidad que hablamos con el Gobierno de Estados Unidos, con cada uno de sus congresistas, pedimos que se extendiera este sistema de preferencias, no solo a Colombia sino también a nuestros hermanos andinos Perú, Ecuador y Bolivia.

Obras son amores y no buenas razones. Allí con un discurso prudente hemos realizado una gestión de expresión de nuestra solidaridad andina, de expresión de solidaridad con todos los países hermanos.

¿Qué sigue? El ministro del Interior, enlace natural del Gobierno con el Congreso, y el ministro de Comercio, definirán con las directivas de nuestro Congreso, el momento de citación del Congreso en las primeras semanas del año 2007, para abocar el estudio y la aprobación -que esperamos- del Tratado de Comercio con los Estados Unidos.

La extensión de las preferencias es por seis meses, se empiezan a correr el 31 de diciembre, lo que seguramente nos obligará a citar por lo menos a las comisiones segundas de Senado y Cámara, a sesiones extras, para conocer del estudio del Tratado, porque el tiempo de extensión es corto y eso obliga al Congreso nuestro y al Congreso de los Estados Unidos, a tomar decisiones en tiempo breve, sobre la aprobación del Tratado de Comercio firmado entre los dos países.

Esta semana se avanzó en el Congreso de Colombia y entramos en la semana definitiva.

Fueron aprobados varios proyectos, quiero referirme en primer lugar a las transferencias a las regiones. Porque ha habido una oposición que desorienta a la opinión.

Se ha aprobado las transferencias en los primeros cuatro debates, faltan otros cuatro debates, es reforma constitucional.

¿Cuál es el punto de equilibrio que subyace a las transferencias?, estimular la descentralización sin arruinar a la Nación. Nada logramos con regresar a la Constitución del 91, si la Nación no es capaz de pagar esas sumas, como no fue capaz en los años 99 y 2000. Se gana un aplauso el día de la aprobación y después viene una frustración el día del incumplimiento. Ya el país vivió como en los años 99, 2000 vino esa crisis, que incumplió con las transferencias y se redujeron sustancialmente, llegaron los atrasos en los pagos a los médicos y a los profesores, lo que no se ha vuelto a presentar en nuestro Gobierno.

Nada ganamos con arruinar a la Nación. Cuando hay crisis de la Nación a todo el mundo le va mal: le suben los intereses a la Nación, pero no solamente a ella, también a los departamentos y los municipios. Les cierran dieron el endeudamiento a la Nación y también a los departamentos y a los municipios.

Yo fui Gobernador de Antioquia. Las tasas de interés que había que pagar en esa época, en un principio, eran del 27 (por ciento) después del 16 (por ciento), y a eso había que sumarle ocho puntos de intermediación.

Distinto es hoy, los departamentos, los municipios, gracias a que ha mejorado la situación económica de la Nación, están consiguiendo crédito a tasas de interés del seis y medio (por ciento), mas 4, más 3 y más 5 (puntos). Eso es una ganancia.

El Congreso talentosamente lo ha entendido. Si llegáramos a una aprobación de transferencias desequilibrada, al otro día se suben las tasas de interés 10 puntos, y empieza la Nación a sufrir, y empiecen de nuevo los municipios y los departamentos a penar.

El esquema actual de transferencias, el que estamos aprobando, es mejor que el acto legislativo del 2001. Además es seguro y es serio y es cumplible. Nada gano yo en decirle al alcalde de Corrales, que le voy a mandar 10 pesos, si después no soy capaz de enviarle sino 5.

Así como en las promesas del Gobierno hay que tener responsabilidad, también hay que tener responsabilidad en los actos legislativos. Nada ganaríamos si para obtener un aplauso de los gobernadores y de los alcaldes, les dijéramos hoy: sí van a tener transferencias inmediatas de 20 billones, y al otro año no somos capaces de pagarle.

¡Que frustración, que descuadre, que incumplimiento!

Lo que estamos aprobando en serio, equilibrado y cumplible y mejor de lo que esperaban.

Por ejemplo: para el año 2008, la norma vigente dice que las transferencias se elevarían en inflación más dos y medio. Lo aprobado por la Cámara esta semana, dice inflación más cuatro. Y nuestra coalición presentó una propuesta de un punto adicional para dedicarlo exclusivamente a educación. Ahí ya llevamos en la práctica inflación más 5. Yo les ruego a los alcaldes y a los gobernadores mirar esto.

¿Qué buscamos?, plenas coberturas en educación, plenas coberturas en salud, y un gran avance en saneamiento básico como se necesita aquí, y lo veremos hoy, cuando uno de los principales puntos de este consejo comunitario, es el saneamiento del río Chicamocha. Río de la mayor utilidad, ese pequeño riachuelo que uno ve desplazarse por las vegas de Tunja, que pasa por el lado de Paipa. Ese pequeño riachuelo que corre en Boyacá primero, del occidente al oriente. Por Sogamoso, por aquí va girando hacia el norte, ya más caudaloso, y en Santander en el Cañón del Chicamocha se le encuentra se le encuentra con toda la fuerza, después de haber roto ese cañón, sirviendo al turismo universal.

Pues bien, esas aguas que tarde que temprano van a alimentar la central hidroeléctrica del Sogamoso, porque en la parte final cuando se junta con el río Suárez, forman el río Sogamoso, esas aguas las tenemos que limpiar aquí en Boyacá, para bien del turismo y del medio ambiente, y esa es una de las aspiraciones del Gobierno y una de las aspiraciones del proyecto de transferencias.

Oiga, me decían: “no va alcanzar para la salud”, pues alcanza, vamos a lograr plena cobertura en salud, y además esta semana -con la muy acuciosa dirección del doctor Plinio Olano, vicepresidente del Senado- el Congreso de la República aprobó la nueva ley de salud, a la cual me voy a referir más adelante, que en concordancia con el estatuto constitucional de transferencias, garantiza plena cobertura en salud.

“Que no alcanza para los profesores, que no alcanza para mejorar el per cápita educativo”, pues sí alcanza, y para que no cupiera la menor duda, en la reunión con parlamentarios de nuestras bancadas en los últimos días, el Gobierno aceptó que todos ellos presentaran una proposición, que de conjunto presentaron en la Cámara, y que le agregó a lo aprobado un punto más para la educación.

Vamos a explicar esto en todos los municipios de Colombia, en todas las escuelas y en todos los hospitales. Porque hay un avance que le exigirá un esfuerzo a la Nación, pero que no la pone en el riesgo del incumplimiento, ni en el riesgo de quebrarla.

Y en el 2009 el aumento también será de inflación más 4 (por ciento) y más 1 para educación, inflación más 5. Y en el 2010, inflación más tres y medio y más el punto agregado a educación, inflación más cuatro y medio.

Y del 2011 al 2016, inflación más 3 y el punto adicional a educación, inflación más 4.

El Congreso se la ha jugado a fondo, el Gobierno se ha restiado, por eso entre esta fecha y el mes de marzo, vamos a hacer una gran pedagogía para que el pueblo colombiano nos acompañe, a fin de que el Congreso entre marzo y mayo le de aprobación en segundo debate, a la fórmula ya aprobada en primer debate.

En el año 2016 se aplicará una fórmula más audaz, se incrementarán las transferencias en el promedio de incremento de los ingresos corrientes de la Nación en los últimos cuatro años.

¿Porqué allá y no ahora?, porque ahora la fórmula tiene que ser segura para los departamentos y los municipios, mientras se estabiliza el fisco nacional; y porque la Nación se echó sobre las espaldas, la carga pensional del Seguro Social. El año entrante le tenemos que transferir al Seguro Social, para que cumpla con las pensiones, más de cinco billones del presupuesto.

Hay que darle el espacio de unos años a la Nación, para que pueda cumplir con esa carga. Por eso no ahora sino en el año 2016, se regresa a la fórmula del promedio de crecimiento de los ingresos corrientes de la Nación.

Me preguntaban los alcaldes, “¿Presidente pero es que nos van a quitar? Dice el proyecto que si la economía nacional llegare a crecer a menos del 2, se le recorta a los municipios, se le recorta a los departamentos”. Eso se eliminó. Quiero decirlo hoy al oído al Gobernador de Boyacá y de los alcaldes de Boyacá.

Y me preguntan: “¿y si a la economía nacional le va bien qué pasa?”, la formula descrita se incrementa. Si la economía nacional llegare a crecer por encima del 4 -y este año Dios mediante va a crecer de manera cercana al 6- si llegare a crecer por encima del 4, lo que crezca por encima del cuatro se refleja totalmente en transferencias.

Esto es, si en el 2008 la economía nacional llegare a crecer al 6, crecen dos puntos por encima del cuatro. ¿Cómo se reflejan esos dos puntos en su totalidad en transferencias?, de la siguiente manera: la fórmula aprobada en Cámara dice 2008, transferencias crecen inflación más 4, más un punto adicional para educación, más dos puntos porque la economía creció, dos puntos por encima del cuatro. Allí habría un crecimiento de inflación más 7. Creo que no lo esperaban gobernadores, que no lo esperaban alcaldes.

Y me han dicho, “Presidente ¿y qué le pasa a los 870 municipios colombianos que tienen menos de 25 mil habitantes? Nueve puntos de la bolsa general de propósito, va para esos 870 municipios. Para hacer equilibrio con la gran mayoría de los municipios colombianos, que tienen menos de 25 mil habitantes.

Y me preguntan, “¿qué pasa Presidente con los municipios y departamentos, que en el censo aparecieron con menor población de la proyectada?”, nada. Dice el acto constitucional en curso, que a ninguna entidad territorial se le reducirá el monto de transferencias, quedan asegurados.

Y enseguida me dicen: “¿y qué va a pasar si un departamento o un municipio, cumple las metas totales de educación y salud?”, la misma norma constitucional dispone flexibilidad. En el momento en el que los departamentos y los municipios cumplan con las metas de educación y de salud, en ese momento, en ese momento la Constitución autoriza para que reorienten las transferencias hacia otros propósitos.

Y dicen, “es que el Presidente quiere que el que gaste sea el Gobierno y no las regiones”. Hagamos esta cuenta: ¿qué reciben las regiones?, primero, este año los ingresos propios de departamentos y municipios, suben al 21 por ciento del total que recauda el Estado colombiano, y las transferencias representan más o menos el 33 por ciento de lo que recauda la Nación en ingresos corrientes.

Sumado a eso, ahí llevamos que las entidades territoriales ejecutan más del 50 por ciento de los ingresos del Estado colombiano. A eso sumemos otros aportes de la Nación permanentes para las regiones, como ETESA (Empresa Territorial para la Salud).

Los porcentajes descritos, enunciados, incluyen la sobretasa a la gasolina, que es permanente.

Pero, pero no incluyen otros esfuerzos que hace la Nación.

La Nación le gira a las universidades departamentales y a la Universidad Nacional, un billón 700 mil millones al año, y eso no está contabilizado. Y además no está contabilizado lo que se gira para la salud del Fosyga (Fondo de Solidaridad y Garantía), y no está contabilizado lo que se gira para vías terciarias, y no está contabilizado lo que se gira para vivienda.

Si todo eso se contabiliza, el país verá el importante nivel de descentralización que se tiene.

Y me dicen, dice la oposición: es que eso lo ejecuta Uribe. No señores, la salud y la educación la manejan los municipios certificados o los departamentos. Hay reglas que están en la ley y en la Constitución, que todo el mundo tiene que cumplir en un Estado de leyes.

Los proyectos de vivienda los presentan gobernadores y alcaldes, la Nación aporta el dinero pero se ejecuta en los territorios.

Teníamos un problema con vías terciarias, porque el dinero que va a crecer mucho, estaba en 100 mil millones y pasa a 300 mil, lo ejecutaba la Nación desde INVÍAS. Para que no quede dudas sobre nuestro propósito descentralista, este año y el entrante, y en los siguientes de este Gobierno, la Nación aporta el dinero pero lo ejecutan los comités de cafeteros, las gobernaciones en asocio de las alcaldías y grupos de alcaldías. La Nación simplemente hará convenios interadministrativos con ellos, como se están haciendo este año.

Que la Nación tiene interventorías, es sano que las tenga, eso no se puede evitar.

Y me dicen: ¿y los proyectos de agua potable?, los presentan los municipios y los departamentos, la Nación los cofinancia, los ejecutan los municipios y los departamentos, ¿y quién hace una interventoría?, la Nación. Vemos toda esta ejecución local, aportes nacionales a ejecución local.

Se va a ejecutar una gran obra ya ejecutada, la reestructuración de la red hospitalaria de Boyacá, ¿quien hace un gran aporte en dinero?, el Gobierno Nacional, 90 mil millones, ¿quién ejecuta?, la Gobernación de Boyacá.

Yo agradezco a los parlamentarios que rechazaron las presiones, rechazaron la distorsión, enfrentaron con realismo y con responsabilidad el futuro económico de la Nación, y se atrevieron ahora en primer debate, a aprobar un acto legislativo de transferencias responsable.

Hace dos días llamé al gobernador de Santander y le dije: esta mañana se vendió a ECOGAS (Empresa Colombiana de Gas), por tres billones 200 mil millones (de pesos). A Santander le toca el 10 por ciento, 320 mil millones, una lotería.

¿Saben cuánto valía ECOGAS?, hace algún tiempo tenía valor negativo, había que pagar para que se la llevaran, ahora valió tres billones 200 mil millones en un acto transparente, ¿por qué?, porque hay confianza en Colombia.

Lo mismo ocurrió con el Banco Cafetero. Ya no recuerdo, fue tan fabulosa la suma, que ya no recuerdo por cuanto se vendió, creo que por dos billones 200 mil millones.

Hace dos años intentamos venderlo y nadie volteó a mirarlo. Dije yo de manera coloquial, la gente piensa que es un encarte, hay que encimar para que lo reciban. Ahora lo vendimos por dos billones 200 mil millones, gracias a que hay confianza en la Nación.

Y le decía yo al Gobernador de Santander -que es un gran ejecutor, a quien aprecio, valoro- Gobernador, ¿tu quedas contento con los 320 mil millones que de la venta de ECOGAS le corresponden a Santander? y me decía mucho. Decía, esto se logró por la confianza en Colombia, ayúdame a que los parlamentarios santandereanos voten el proyecto de transferencias.

Porque si nos equivocamos, si en aras del aplauso inmediato, del aplaudir hoy para llorar mañana, se aprobara una irresponsabilidad en transferencias, los hechos de confianza en la Nación, recuperada Paz del Río, promisoria, recuperado ECOGAS, Banco Cafetero, recuperada Electrificadora de Boyacá, recuperada red hospitalaria de Boyacá, con una decisión irresponsable en materia de transferencias, ese camino se perdería.

No costó poco recuperar la Electrificadora de Boyacá, era parlamentario el doctor Rueda Maldonado, y eran parlamentarios muchos de los que hoy son. Y saben que eso nos tocó, Ministro, alrededor de medio billón al presupuesto nacional.

Hace cuatro años el pueblo boyacense estaba angustiado, asfixiado. Me decían: “Presidente, todo el mundo nos incumple con la doble calzada, Presidente están arruinados los hospitales, Presidente está arruinada Paz del Río, los pensionados, los trabajadores, Presidente se va a parar Electrificadora de Boyacá, nos vamos a quedar a oscuras”.

Gracias a que hemos venido recuperando la Nación, todo esto se ha podido sortear exitosamente.

Por eso agradezco el buen juicio de los parlamentarios, no se dejaron presionar, ni tampoco halagar por la vana ilusión de regresar a una fórmula impagable.

¡Y vamos a hacer esta pedagogía en toda la Nación, a explicarles a todos los compatriotas!

Me propongo recorrer la Nación entera, con afecto, con patriotismo, con energía, para explicarles a todos los compatriotas, la bondad de estas transferencias, porque por ahí amenazan con un referendo en contra.

Todos los días se inventan referendos contra el Gobierno.

Pero cuando a mi me anuncian un referendo a las once de la noche, en contra del Gobierno, digo: Dios mío, ayúdame a dormir unas horas y dame energía desde las cinco de la mañana para salir a enfrentar ese referendo, apelando a la persuasión, a la buena razón de mis compatriotas.

Y al otro día me anuncian un referendo contra la política de Seguridad Democrática. Al otro día me dicen que hay un ex presidente liderando un referendo en busca de una zona de despeje para la guerrilla, y que eso lo disfrazan diciendo que es el acuerdo humanitario, cuando en el fondo quieren una zona de despeje para la guerrilla.

Y me llaman a las doce de la noche y me dicen: el ex presidente anunció un referendo contra el Gobierno, que le van a exigir una zona de despeje para la guerrilla.

Y digo yo, ¿qué vamos a hacer Dios mío?, María Auxiliadora dame energía para emprender desde las cinco de la mañana la conversación con mis compatriotas, enfrentar esas nuevas tentativas de zona de despeje; ayúdame a hablar con los boyacenses que supieron qué era la guerrilla, que empezamos a desterrar de ese departamento cuando instalamos el Batallón de Alta Montaña; que los boyacenses sí entienden qué es vivir con gobiernos débiles y la guerrilla encima.

Que los boyacenses sí saben que es mucho mejor tener el Batallón de Alta Montaña ahí cerca de la Sierra Nevada del Cocuy, para devolverle paz a Boyacá, que tener una zona de despeje para consentir a los violentos.

¡Por eso aquí en Boyacá entienden que el referendo no debe ser por zonas de despeje, sino por más batallones de alta montaña, para que Colombia no tenga que sufrir, la guerrilla, los paramilitares, el narcotráfico y la corrupción!

Por eso vamos a hace pedagogía, apreciados compatriotas, sobre todos estos temas.

Y cómo agradezco al Congreso la aprobación de la Ley de Salud, que buena.

Por su conducto doctores, Plinio y Jorge Hernán, por su conducto doctor Gustavo, por su conducto Juan, por su conducto doctor Leguizamón, por conducto de los parlamentarios aquí presentes. Doctor Juan Carlos Granados, por conducto del doctor Gilberto Gómez Maldonado, nuestra gratitud al Congreso por la sabiduría de aprobar esta Ley de Salud, y gracias al Ministro.

Nos falta la conciliación esta semana, veámosla en conjunto con las transferencias, sumada una y otra, nos van a permitir la plena cobertura.

Prepárese Gobernador, para que rápidamente -usted que es diligente y realizador- logre el acuerdo con el Ministro, apoyado en los parlamentarios y les entreguemos carnés de salud con buena calidad, a los compatriotas de Boyacá que todavía no lo tienen.

Mire lo que dispone esa Ley en aras de la justicia social: se le aumenta medio punto a la cotización de salud del régimen contributivo, pero no a cargo de los trabajadores, lo van a pagar en su totalidad los empresarios. ¿Y a dónde va ese medio punto?, a cofinanciar la extensión del régimen subsidiado de salud para todos los compatriotas de los estratos uno, dos y tres.

Y dispone esa Ley, que las administradoras de régimen subsidiado deben contratar servicios en un 60 por ciento con la red hospitalaria pública.

¡Qué importante garantizarle a los hospitales del Estado ese ingreso!

Se necesita que sean bien administrados y transparentes. Bien administrados con transparencia y con ese ingreso, tienen un futuro despejado.

¿Y qué dispone esa Ley?, atiende un viejo reclamo de los médicos, de los odontólogos, de los colombianos de profesiones afines, dice que no puede haber integración vertical en más de un 30 por ciento. Esto es, una EPS (Entidad Promotora de Salud) no puede contratar con clínicas de su propiedad, sino máximo un 30 por ciento del valor total de su contratación.

Eso ayuda muchísimo a que haya más democracia en la salud, y a través de más democracia en la salud, más calidad en la salud.

Y para que la orientación de la salud no sea caprichosa, sino regulada por normas técnicas y científicas, esa ley dispone que habrá una comisión reguladora de la salud;

Y para que se institucionalice la defensa de los usuarios en las regiones, esa Ley dispone la creación de la defensa de los usuarios de salud.

En medio de dificultades vamos por buen camino, avanzando con la Seguridad Democrática y avanzando también con las normas sociales, para que este país sea un país seguro, un país sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción, y un país justo, con plena cobertura en salud, educación, un país avanzando en saneamiento básico, un país con Banca de Oportunidades, un país que supere pobreza, un país que construya equidad.

Por eso no nos podemos arredrar porque haya problemas en el proceso con los paramilitares, o porque la justicia tenga que actuar contra algunos del estamento de la política.

¡Vamos para adelante con transparencia!

Ahora el país está más confiado, hace cuatro años la justicia, el periodismo, en muchas regiones de Colombia, la política, estaban interferidos por guerrillas o por paramilitares. La decisión firme del Gobierno de desmontar todas estas organizaciones, ha devuelto a los colombianos confianza en la justicia, le ha quitado interferencia a las instituciones.

Hace dos días, en la Escuela General Santander de Bogotá, en la Escuela José María Córdova de Bogotá, en la Escuela Marco Fidel Suárez de Cali, y en la Academia Naval Almirante Padilla de Cartagena, expliqué el por qué de las decisiones tomadas en los últimos días por el Gobierno Nacional, en relación con las personas que estaban en el sitio de reclusión de La Ceja, que fueron trasladados.

Dije: “El Gobierno adelanta con total buena fe este proceso de paz, es hijo de la autoridad, lo hemos defendido en el extranjero y en Colombia, pero lo que no podemos permitir es que haya delitos que puedan dar lugar a imputaciones en contra de los beneficiarios del proceso de paz”.

Hemos pedido a la Fiscalía que asigne responsabilidades, que investigue y que clarifique.

Me dicen: Presidente, es que se ha creado mucha tensión. Es cierto, pero el Gobierno prefiere que haya tensión a que haya apaciguamiento. Eso de vivir en un país con las aguas tranquilas, mansurronas en la apariencia y con corrientes mortales en la profundidad no se puede. Eso de echarle barniz a la madera, incurar el comején que la corroe por debajo, eso no puede seguir. Nosotros hemos enfrentado esto, para que haya claridad en el proceso.

Me dicen: Presidente pero es que eso le va a traer mucha intranquilidad al Gobierno. No importa, que la traiga pero que haya claridad. Es preferible que los gobiernos tengan que gobernar con menos tranquilidad, tengan que aplicarse con más dedicación, tengan que enfrentar mayores dificultades, eso es preferible simplemente a la actitud de apaciguar, apaciguar y apaciguar, mientras terminan los periodos de Gobierno. Los problemas hay que resolverlos de fondo.

Informado el Gobierno de las anomalías presuntas que se han venido dado en el proceso de paz, tenía dos caminos: el uno apaciguar, no denunciar, no tomar decisiones, esperar a ver si había o no una fuga de la cárcel de La Ceja, guardar apariencias apaciguadoras. El otro camino, el que tomamos, decisiones duras y que generan controversia, pero que finalmente deben decirle al pueblo colombiano que aquí empieza a haber autoridad firme para que se apliquen transparentemente las leyes de la Nación, como nuestra ley de Justicia y Paz.

¿Qué sigue en el proceso?, que quienes están en él, cumplan con los mandatos de la Ley de Justicia y Paz, que la Fiscalía la aplique.

Una ley de paz pero también de justicia, una ley que exige justicia y reparación. No como en el pasado, que solamente se les perdonaba, muchos de aquellos que ahora critican desde el Congreso de la República, son producto de una ley que perdonó pero no hizo justicia.

La nueva perdona pero hace justicia, exige reparación, no es de impunidad.

De acuerdo con la ley de ahora, los desmovilizados tienen que pasar por la justicia, en la anterior no; en la anterior pasaron de ser pirómanos que incendiaron el Palacio de Justicia con los dineros del narcotráfico, a aspirar a la Presidencia de la República, al Congreso, y a ser los catones y los críticos morales de la Nación.

¡Asesinaron a José Raquel Mercado, el país lloró y los asesinos pasaron al Congreso!

¡Asesinaron a Gloria Lara, el país lloró y los asesinos no solamente se les perdonó, sino que no hubo justicia!

¡Hoy hay justicia, una ley que trae beneficios pero hay justicia, y justamente para evitar que haya impunidad, son las decisiones que hemos tomado!

Hoy, el Alto Comisionado para la Reinserción (Frank Pearl) está en Apartadó. Le pedí que se reuniera con los 40 mil reinsertados, que les explique la voluntad del Gobierno de cumplirle, que no reincidan en el delito, porque aquí en adelante no va a haber más paramilitares.

El reinsertado que cumpla, el Gobierno le cumple, el reinsertado que incumpla, el Gobierno lo persigue como a cualquier criminal, con toda la determinación.

Que no se sueñen con “Águilas Negras”, que no se sueñen con nuevas bandas emergentes, que a todos, como a la guerrilla y al narcotráfico, hay que derrotarlos con las armas nobles de las instituciones policivas y militares de Colombia.

Hubo paramilitares en el pasado, ese problema todavía se está resolviendo. ¿De dónde surge el nombre de paramilitares?, del propósito. Esas organizaciones al margen de la ley, se crearon con el propósito de combatir a las guerrillas, ¿por qué?, por la debilidad del Estado, porque crecían las guerrillas y el narcotráfico, ciudadanos indefensos en muchas regiones tuvieron que aceptar la protección del paramilitarismo, una vergüenza para la democracia.

Finalmente terminaron en los mismos delitos atroces, y terminaron en la misma corrupción y en la misma financiación espuria del narcotráfico, paramilitares y guerrilleros.

¿Por qué no paramilitares en adelante?, porque con los batallones de alta montaña, las nuevas brigadas, la Policía, la determinación política del Gobierno, lo que queremos es proteger todos los rincones de Colombia.

Que los colombianos del Catatumbo, de Urabá, del Perijá, de la Sierra Nevada, de San Lucas, del sur del país, de los Farallones de Cali, que todos puedan dormir tranquilos, protegidos por las armas de la República.

Donde se desmovilizan los paramilitares me preguntan: ¿Presidente quién nos va a cuidar?, las armas de la República.

Hay que aprender de la vida, nadie puede dormir tranquilo en una región donde se espera un ataque guerrillero, y nadie puede dormir tranquilo en una región donde no hay presencia de la autoridad legítima del Estado, y hay que socorrerse de paramilitares para la defensa ciudadana.

Lo único que permite conciliar el sueño, en la conciencia y en el sueño físico, es la protección a cargo de la institución legítima de la Nación.

Que hay reveses, que nos equivocamos en un operativo militar, que nos asesinan 17 policías en Tierradentro, que nos asesinan los soldados en Ocaña, si los hay, esta tarea es difícil, tiene contratiempos y dificultades, pero persistiendo en ella lo vamos a lograr.

¡Firmeza compatriotas!

Es la hora de decirles a los colombianos que razonemos sobre la diferencia entre firmeza y apaciguamiento. El apaciguamiento no ha servido en la historia. Cuando se apacigua a la guerrilla, los guerrilleros actúan con más sevicia; cuando se apacigua a los paramilitares, ellos actúan con más atrocidad.

El apaciguamiento no sirve sino para mostrar la cobardía de los gobiernos, para darle mal ejemplo al pueblo, y para crecer los ímpetus terroristas de los criminales.
Finalmente, lo único que resuelve los desafíos de los criminales, es la firmeza del Estado, la energía de la fuerza pública que al decir del Libertador, es la fuente de virtud de la Nación y lo que contagia amor a la Patria en todos los ciudadanos.

¡Nada de apaciguamientos!

Que haya tranquilidad en el Gobierno para enfrentar los problemas, para que haya tranquilidad en el futuro de la Patria.

Yo prefiero vivir años intranquilos de Presidente, enfrentando todos los problemas, desafiando todas las expresiones del crimen, para en el futuro, si Dios me lo permite, como ex presidente, poder mirar a mis compatriotas a los ojos, con la conciencia tranquila de no haber sido negligentes frente a una sola de las expresiones del crimen.

Si hiciéramos lo contrario, si el Gobierno en beneficio de su propia tranquilidad no tocara los problemas de fondo, el apaciguamiento, eso lo que haría sería extenderle más los años de pena y de suplicio al pueblo colombiano.

¡Que no haya apaciguamiento!

¡Firmeza para enfrentar todas las dificultades!

Para que se depure la política, el Congreso, el Ejecutivo, la Fuerza Pública, la Justicia, para que haya en el futuro la tranquilidad que habrán de gozar las nuevas generaciones de colombianos, con una Patria sin guerrilla, con una Patria sin paramilitares, con una Patria sin paramilitares, con una Patria sin corrupción, con una Patria de trabajo honrado, con una Patria sin narcotráfico.

Lo que pasa es que se equivocaron, mis críticos creyeron que yo iba a llegar al Gobierno -como decían Uribe paramilitar, que era la manera como querían evitar que el pueblo me eligiera, porque temían a nuestra política de seguridad, porque saben que con nuestro Gobierno a la guerrilla no le queda sino negociar o esperar el debilitamiento total a cargo de la fuerza pública, para desorientar, para elegir a los apaciguadores y contemporizadores de la guerrilla- buscaban desacreditarme diciendo, Uribe paramilitar. Se equivocaron.

Para ellos no había sido extraño que yo en el Gobierno me hubiera aliado con los paramilitares para enfrentar la guerrilla, era lo que esperaban, ignoraban nuestras convicciones cristinas y democráticas, ignoraban nuestro compromiso con el rescate de la institucionalidad de la Patria.

Seguramente si nos hubiéramos unido con el paramilitarismo, iríamos más adelante en la lucha contra el ELN y las Farc.

Nuestro camino ha sido el más duro, pero el único que garantiza reconciliación y transparencia. Nuestro camino ha sido el de la apelación exclusiva a la Fuerza Pública, el de la voluntad de desmontar por igual al paramilitarismo y a la guerrilla, el camino de la recuperación institucional de la Nación. Ese es el camino que nos toca.

En el pasado, en alguna oportunidad, unieron una institución con grupos de bandidos para derrotar otros bandidos. Nosotros no lo hemos hecho ni lo haremos. En el pasado se decía: bueno, por ahora hay que acabar con unos y después con otros, no, la decisión de nosotros ha sido acabarlos a todos por parejo, para que la Nación recupere el pleno vigor de sus instituciones.

Y que no hay dudas, las familias de los paramilitares no necesitan el apoyo de los que descalificaban este proceso de paz.

Lo veo ahora, los que ayer decían que el proceso de paz de Uribe con los paramilitares era un proceso de compinches; los que ayer decían que este proceso de paz era un proceso para legitimar el paramilitarismo y legalizar el narcotráfico, ahora que los hechos han mostrado ante el país la seriedad de este proceso, esos mismos críticos de la víspera ahora aparecen como los salvadores del proceso, y ahora servilmente se ofrecen como los defensores de las familias de los paramilitares.

No necesitamos esas defensorías de oficio, nosotros tenemos una Seguridad Democrática, una seguridad para defender por igual a las familias de los ciudadanos inocentes, y defender por igual a las familias de los colombianos que por una circunstancia están hoy en una cárcel.

Nosotros tenemos un sentir cristiano y democrático de la vida. Para nosotros no hay familias buenas que se deban proteger y familias malas que no se deban proteger.

Para nosotros hay que proteger a todas las familias colombianas. Por eso le he dicho al señor General Castro, al director del DAS, que emprendan cuanto antes la instalación del elementos institucionales de protección a las familias de aquellos que están en la cárcel de Itagüí.

Es que para nosotros no hay crímenes malos y crímenes buenos, todos son horrendos.

Cuando fui a Medellín la semana anterior, antes de tomar la decisión del traslado carcelario, se me dijo: Presidente, no se preocupe que estos seis asesinatos tienen como víctimas a personas que estaban con la mafia. ¿Dije cómo así? ¿Entonces aquí por la calidad de las víctimas va a seguir la impunidad? Eso no puede ser. La vida hay que defenderla en favor de cualquier ciudadano, inocente o señalado.

Nosotros si queremos aplicar en Colombia una consistencia cristiana y democrática frente al derecho a la vida, tenemos que proteger por igual la vida del inocente, que la vida de aquel sobre cuya conducta hay sospechas.

Nosotros si queremos recuperar el imperio monopólico de la justicia del Estado, y eliminar cualquier asomo de justicia privada, no podemos permitir la impunidad en el asesinato del inocente, y tampoco podemos permitir la impunidad en el asesinato del condenado o del acusado.

Eso es un fenómeno de contracultura, se deriva de la debilidad de los gobiernos. Los colombianos durante tantos lustros, asistieron al espectáculo de la debilidad de gobiernos que no enfrentaban el crimen, entonces los colombianos por esa debilidad se dejaron llevar de un fenómeno de contracultura que ha conducido, antes que repudiar los crímenes, a tratar de justificarlos.

En los últimos 35 años, en muchas ocasiones en Medellín y en toda Colombia, hemos escuchado cuando se asesina alguien, que en la tertulia de la comunidad antes que repudiar el crimen se pregunta por qué lo mataron.

Y entonces si alguien dice: lo mataron porque era mafiosos o el otro dice lo mataron porque era auxiliar de la guerrilla, o el otro dice lo mataron porque era auxiliar del paramilitarismo, o el otro dice, lo mataron porque estaba en una discoteca bailando con la mujer de un narcotraficante, ya en esas explicaciones se encuentran justificación al asesinato, y en lugar de ser repudiado, ese asesinato se justifica.

¡Eso es lo que no puede seguir sucediendo en Colombia!

En aras de la justicia, de la credibilidad de los colombianos en nuestras instituciones, ningún asesinato debería quedar impune. Por eso las decisiones que ha tenido que tomar el Presidente de la República, no se evitaron por la circunstancia de que al Presidente se le dijo que las víctimas de esos asesinatos estaban probablemente en negocios con la mafia. Aquí tiene que haber un respeto total a la vida, un respeto total a la justicia, apreciados compatriotas.

Pero entonces regresemos a los temas que hoy nos convocan. Vamos a escuchar al gobernador de Boyacá, al alcalde de Corrales, vamos a mirar el Conpes de Fúquene, haremos una reunión del Ministro (de Transporte), sus funcionarios, para mirar el tema de infraestructura vial en Boyacá.

Miraremos el plan de saneamiento del río Chicamocha, los proyectos de biocombustible que avanzan más rápidamente en otras regiones que acá, los temas del Ministerio de Minas, y los temas de Viceministerio de Turismo.

Ofrezco la palabra, al gobernador de Boyacá, Jorge Eduardo Londoño Ulloa y a todos ustedes compatriotas, muchas gracias”.

 
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