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CONMEMORACIÓN DE LOS 85 AÑOS DEL DIARIO LA PATRIA
Diciembre 15 de 2006 (Manizales – Caldas)

Compatriotas:

Me alegra mucho venir a esta gran ciudad de Manizales a entregar a La Patria la condecoración Manuel Murillo Toro, en estos 85 años que celebra, como ha sido su tradición, empujando, avanzando, prosperando para bien de Colombia, para bien de Caldas, de Manizales, para bien de la democracia.

Al entregarla, ponerla en las manos de joven presidente, el doctor Nicolás Restrepo Escobar, quiero exaltar la nueva generación de conductores, para bien de la prensa libre de La Patria, en la cual él brilla.

Buen sucesor de quienes con visión fundaron este periódico. El doctor Ocampo, el doctor Restrepo Restrepo, de quienes lo hicieron grande y quienes lo han legado a la posteridad de nuestra democracia.

A todos ellos brindo un homenaje emocionado. A quienes laboran día a día para entregar La Patria a miles de hogares manizalitas, para que llegue a todos los pueblos de Caldas, para que sea una trinchera de lucha democrática, también rindo un emocionado homenaje.

La Patria ha oficiado como notario de la historia y como actor de la historia. Pensando los sucesos de la vida colombiana y caldense de estos 85 años, entraríamos en una enumeración interminable, y saber que en todo La Patria ha sido actor de primera línea y el único notario que los ha registrado, para la memoria histórica y para las generaciones que suceden unas a las otras.

La Patria hace parte de ese elemento esencial que distingue hoy al Estado de Derecho. Los teóricos de las normas jurídicas definían al Estado de Derecho como el Estado de la Constitución escrita: hoy no lo identifica. Como el Estado de la separación del poder en ramas: hoy cualquier modelo quiere presentar esa característica. Como el Estado de las normas heterónomas o externas al gobernante: hoy cualquier Estado practica esa realidad o da dicha apariencia. Y finalmente como el Estado de amplia participación de opinión: eso sí es lo que define y caracteriza de manera singular al Estado de Derecho: la participación de opinión. Afectada en Colombia, no por fenómenos imputables a la acción del Estado, sino a la falta de haber derrotado a tiempo la acción del terrorismo.

La Patria ha brillado estos 85 años por defender el Estado de Opinión, por defender el Estado de libertades. Como acabamos de escucharlo, en las palabras del doctor Nicolás Restrepo, ha sufrido la coacción del terrorismo. Ha sufrido en carne propia la violencia del terrorismo.

Sigue viva en la mente de los colombianos la tragedia del asesinato de Hernando Sierra, y yo siento como gobernante vergüenza de que eso esté todavía en la impunidad. Pero seguimos en la lucha, para que este sea un Estado transparente, un Estado de Opinión.

Al rendir hoy este homenaje a La Patria, a las generaciones que lo sustentaron, lo hicieron grande, y a las que lo mantienen y lo prospectan para el futuro, quiero reiterar en Manizales toda nuestra devoción por recuperarle a esta Nación la Seguridad Democrática.

Quiero decirles a ustedes, mis coterráneos, a quienes tanta gratitud debo por el apoyo que le han dado de manera entusiasta y con determinación a las propuestas de mi carrera política, que no desmayaremos un momento en el proceso de tener una Patria sin terrorismo guerrillero, una Patria sin terrorismo paramilitar, una Patria sin narcotráfico, una Patria sin corrupción.

Ahora cuando en el aeropuerto de Manizales, con el Gobernador, el Alcalde y los Altos Mandos repasábamos la situación de orden público, concluíamos que hemos avanzado, pero que falta mucho.

Sí, se han desmovilizado unos paramilitares, siguen actuando otros. Nuestra decisión es que no se les denomine más ‘paramilitares’. En la etimología del paramilitarismo, hay que registrar que aquí fueron ganando esa denominación, porque decían que irrumpían al margen de la ley para combatir la insurgencia guerrillera.

Pero en el rescate de la institucionalidad, no se puede permitir que una acción criminal combata a otra acción criminal. En el rescate de la institucionalidad, el único camino es el de combatir en nombre de la institucionalidad y con los instrumentos institucionales, todas las expresiones de la ilegalidad, todas las expresiones del terrorismo.

Esas bandas que aún persisten en Caldas, hay que derrotarlas totalmente. Como tenemos que derrotar lo que persiste de guerrilla en algunas regiones del departamento, y como tenemos que derrotar rápidamente lo que queda de cultivos ilícitos.

Nosotros necesitamos todos los días afianzar más en la conciencia de los colombianos la necesidad de conducir la Seguridad Democrática como un imperativo, como un medio de vida tranquila que garantice la consolidación cotidiana de la Nación.

He escuchado con atención las preocupaciones presentadas en su intervención, atinentes a la región, por parte del presidente de La Patria, del doctor Nicolás Restrepo. Permítanme referir algunas de ellas.

La Autopista del Café. Varias circunstancias, que no es del caso recordar, la paralizaron durante años. Cuando empezó nuestro Gobierno, casi todas las concesiones viales de Colombia estaban en pleito. Paralizadas. Tomamos tres largos años superando esa parálisis, buscando acuerdos, transacciones, para que esas vías tomaran nuevamente el rumbo.

Esta tarde aquí no nos acompaña un gran hijo de esta tierra, el ministro consejero de la Presidencia, Oscar Iván Zuluaga, porque justamente está, nombre del Gobierno Nacional, finiquitando la transacción con Commsa, la concesión que se adjudicó hace más de diez años, que se sumió en un pleito y que pretendía construir una gran carretera de Bogotá al Río Magdalena. Todavía no hemos podido decirle al país que está totalmente finiquitada esa transacción.

Pero creo que hemos avanzado. Ya por lo menos hay frentes de obras en todas las concesiones que estaban en pleito. Sé que quedan problemas. Sé que a raíz de unos compromisos de funcionarios de Gobierno con la Alcaldía de Santa Rosa de Cabal, se tuvieron muchísimas dificultades para definir la entrega al concesionario de un tramo de esta doble calzada. Confío que ese problema se esté resolviendo definitivamente.

En esos tres años de negociaciones, el Gobierno Nacional aceptó entregar a la concesión el peaje de La Manuela, aquí abajo de Manizales, y el peaje de Corozal, adelante de La Tebaida, para reforzar los ingresos de la concesión. Eso ha ayudado muchísimo a que avance la obra.

Ya se terminaron los diseños para el paso de Boquerón, ya tiene permiso ambiental. Confiamos que en el mes de enero, a finales del mes de enero, los concesionarios nos cumplan, y ya la ciudadanía empiece a ver la ejecución de obra, porque acepto que es hoy el gran cuello de botella.

Tengo fe, tengo fe, que ya no sean muchos los años que se requieran para poder hacer el recorrido Manizales – Pereira – Armenia – Cali – Santander de Quilichao, con doble calzada.

Tengo fe que además se pueda llegar al Valle del Cauca por la doble calzada Cerrito – La Victoria, hoy en plena construcción.

Sé que se requieren muchísimas vías de competitividad.

Hemos contratado, por un valor de 130 mil millones (de pesos), el tramo de vía entre Las Ánimas y Nuquí, que falta para salir por esta sección del país al Pacífico, al Golfo de Tribugá.

Con eso alcanzamos a construir la banca, las obras básicas de infraestructura, pero no es suficiente para poder entregar ese tramo de aproximadamente 60 kilómetros, pavimentado.

Fue muy difícil, no tanto el diseño, sino la licencia ambiental, porque tiene que romper la Serranía del Baudó. Es corta la distancia entre Las Ánimas, en el centro del Chocó, en ese eje que forman el Atrato y el San Juan y el Pacífico. Pero la selva, los recursos naturales que allí se protegen, la presencia del terrorismo, nos dificultaron mucho emprender esa obra. Hoy está en plena licitación.

Cada vez que en esta gran tierra hablo de Tribugá, de esa salida al Pacífico, que es una gran aspiración de Caldas, Risaralda, para la competitividad de la región, viene un reclamo en Cali, y me dicen: Buenaventura.

Desde aquí quiero decirles a todos los compatriotas que Buenaventura es hoy primera prioridad. Se están haciendo grandes esfuerzos.

Primero, encontramos una concesión adjudicada de ferrocarril, hemos invertido 148 millones de dólares, se ha recuperado bastante la banca, pero el concesionario no ha cumplido con el servicio. Pleito heredado, estamos buscando cómo lo superamos.

Segundo, ya hemos abierto la licitación para construir, con aportes muy cuantiosos del Presupuesto Nacional, unos kilómetros, bastantes por cierto, de doble calzada.
Y con la concesión de la malla vial vallecaucana, que administra la Nación, y con la concesión de la carretera Panorama, que administra la Gobernación del Valle del Cauca, extendiendo ambas, vamos a ir avanzando en esa doble calzada de Buga a Buenaventura.

Y esto lo podemos mirar en un corredor más amplio: el corredor de Bogotá al Eje Cafetero y al Pacífico, que empieza a tener hoy avances muy importantes, como quiera que está en plena construcción la doble calzada de Girardot a Bogotá.

Está ese contrato también extendido hasta un sitio cercano al Espinal, y está en plena licitación el tramo que falta hasta Ibagué.

Hemos construido ya algunos de los viaductos de La Línea, y está en plena construcción el Túnel de La Línea. Son vías de competitividad de gran importancia.

Por supuesto, cuando yo les digo a mis compatriotas de Caldas que se está haciendo un gran esfuerzo con el Plan 2.500, que solamente se les delegó la construcción a dos gobernaciones: a la Gobernación de Caldas y a la Gobernación del Cesar, me dicen: ‘sí, es un gran avance, pero falta mucho’.

Claro que falta mucho. En un país con tantas necesidades, uno cree que emprender un proyecto de pavimentación de tres mil kilómetros es un gran proyecto. Pero a la hora de la verdad es un pequeño proyecto, dado el represamiento de necesidades del país.

Reitero ante ustedes que si hace cuatro años emprendimos la tarea de sacar adelante la CHEC (Central Hidroeléctrica de Caldas), que dejó de ser problema, hoy hay la voluntad política de lograr un acuerdo para que, en una de las opciones que se ha venido examinando, que la empresa compre las acciones de la Nación, y esos dineros los entregue la Nación al departamento para avanzar en la pavimentación de vías de Caldas.

Además, estamos contratando un empréstito de mil millones de dólares, a 25 años de plazo, con una tasa de interés baja, del 4 – 6 por ciento, para que lo tomen los departamentos, para continuar la pavimentación de sus vías.

Creo que las condiciones de plazo y de tasa de interés, permiten que cada departamento tome una porción.

El señor Gobernador de Caldas ya ha elevado su solicitud, y confiamos que esto se pueda concretar para que el Plan 2.500 en el departamento, en plena ejecución, sea sucedido sin interrupción por otro plan de pavimentos.

Comprendo la angustia de ustedes, de saber que su salida lógica al río Magdalena es una carretera del Siglo XIX, y las dificultades del déficit fiscal, la restricciones de Planeación, de Hacienda, el temor de los funcionarios, las disputas entre una y otra institución del Estado, todo lo demoran.

No ha sido fácil emprender tareas en Colombia, con un déficit que hace cuatro años estaba en el 4,2 por ciento, y con un endeudamiento que hace cuatro años estaba en el 50 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto). Pero sé que es prioritario poder hacer los estudios definitivos y emprender las tareas de mejoramiento de la carretera que va por Letras a Fresno, a Mariquita.

Todos los días lo reclama el Gobernador, lo reclaman sus congresistas, y es muy justo el reclamo que ha hecho el doctor Nicolás Restrepo.

Hace un año, hace 14 meses, visité a Manizales después de una tragedia invernal. Estaba la ciudad llena de desgarres. Con los parlamentarios, con el Gobernador, con el Alcalde, con la Corporación Autónoma, hicimos un acuerdo: la Nación pudo aportar unos recursos y da gusto registrar cómo se invirtieron de bien aquí, porque aquí hay transparencia, aquí hay buenos gobiernos locales.

Se sellaron muchos desgarres, se conjuraron muchas erosiones, se mejoró la estabilidad de la ciudad. Sin embargo, al llegar hoy, contento por el recuerdo de esas obras que se pudieron financiar, nacionalmente las realizaron aquí, con diligencia y con transparencia, he recibido la mala noticia de un nuevo desgarre en la falla de Romeral.

Cuando creíamos superado el tema, cuando venía a Manizales hace pocos días a un consejo comunitario sobre educación, me mostraban los funcionarios del Ministerio de Obras el gran diseño para la doble calzada, allí junto a la falla de Romeral, en lo que de la carretera coincide con esa falla en La Estampilla y La Estampillita.

Hicieron una carretera allí, o por lo menos unos metros de carretera, que asimilan muy bien los riesgos del terreno. Sin embrago, hoy he sido notificado que la naturaleza produjo un nuevo desgarre, peligroso y amenazante, unos metros más arriba.

Vamos a buscar con los parlamentarios, con el Ministro Consejero de la Presidencia (Oscar Iván Zuluaga), con el Gobernador, con el Alcalde, cómo el Ministerio de Obras, el Fondo de Regalías y el Fondo de Prevención de Desastres pueden acopiar unos recursos para enfrentar esa falla.

Me iré esta noche de Manizales con angustia para poder sacar adelante una solución a este problema, que sé que causa preocupaciones en la ciudad.

Estamos haciendo sistemas de transporte masivo en muchas ciudades colombianas. Bogotá hace cuatro años tenía 32 kilómetros, hoy tiene más de 80. La obra en plena construcción en Cali, ya el servicio operando en Pereira, en plena construcción en Medellín, en plena construcción en Cartagena, en Barranquilla y en Bucaramanga.

Estamos estudiando para el Plan de Desarrollo una partida muy importante, todavía no financiada, para que ciudades como Manizales puedan emprender, con una financiación del 70 por ciento a cargo del Gobierno Nacional, su sistema de transporte masivo.

Para la calidad de vida de la ciudad me parece fundamental el sistema de transporte masivo. Las ciudades deberían hacerlo cuando están en las condiciones de Manizales, y no esperar que el tamaño y el tráfico las sature para emprender esas iniciativas.

Señor Gobernador y señor Alcalde, haremos todos los esfuerzos para que este Gobierno que presido por lo menos pueda dejar asegurada la financiación del 70 por ciento del sistema de transporte masivo para la ciudad de Manizales.

Otra obra de competitividad, otra obra de calidad de vida, es el aeropuerto de Palestina.

Se eludía el tema cuando se le planteaba a los gobernantes de la Nación. Cuando yo les dije a Hacienda y a Planeación que había que hacer esfuerzos para apoyar a Caldas para construir el aeropuerto de Palestina, me dijeron: ‘Presidente, pero cómo, eso no se puede hacer, no se necesita’.

Y les dije: ‘porque ustedes no van sino de vez en cuando, otra cosa es estar sufriendo allá a toda hora los cierres de La Nubia’.

‘Presidente, pero es que ahí está Pereira y se puede hacer Cartago’.

Y les dije: ‘pues, en lugar de poner, de estimular fricciones regionales, lo que hay que crear es armonía regional, crezcan a Cartago, ayudémosle a Cartago, pero también ayudemos a que se haga Palestina’.

Siquiera se empezó, sin tener la plata junta. Si nos hubieran condenado a esperar tener la plata junta para empezar a mover tierra, nunca se haría.

La historia del país muestra que cuando los gobiernos dicen: no puedo empezar porque no tengo la plata junta, esa es una disculpa para no empezar las obras.

Cuando oigo este justo reclamo del doctor Nicolás, digo: bueno, sí, falta mucha plata, pero se está haciendo la obra.

Doctor Nicolás, siquiera que empezó sin haber juntado toda la plata, porque todavía hasta nos estarían diciendo en Planeación y Hacienda que plata no hay. Hoy por lo menos uno, al sufrir La Nubia, mira allá y ve ese moviendo de tierra en Palestina que trae una esperanza.

Vamos a buscar que se vaya ajustando la platica que falta, a fin de que no haya solución de continuidad en la ejecución de las obras.

No es fácil, en medio del déficit, del endeudamiento. Todo, pues, exige mucho esfuerzo, pero tenemos toda la voluntad para que Manizales, el departamento, puedan tener un buen aeropuerto en Palestina.

Claro que ustedes, que se parecen mucho a unos coterráneos más cerca que yo tengo allí ligeramente al norte, cuando apenas se está construyendo el aeropuerto, ya me dicen que hay que financiar la extensión a tres mil metros. Por lo menos garanticemos la financiación para que tengamos operando la primera etapa.

Son muchas las obras, muchas las necesidades. Por eso, apreciado doctor Emilio, las transferencias tienen que estimular la descentralización, pero no pueden arruinar a la Nación.

¿Porque entonces qué hacen los presidentes con una Nación arruinada, cuando tienen que responder es todo el país a ingentes necesidades de la comunidad?

Y aquí entro a celebrar esta Agenda Legislativa. Creo que lo aprobado en el Congreso de la República es muy bueno para el país. En transferencias, no obstante que faltan cuatro debates porque es reforma constitucional, se ha hecho un gran esfuerzo de estímulo a la descentralización y con el buen cuidado de no arruinar a la Nación.

Nada ganamos con regresar a la fórmula del 91, si somos incapaces de cumplirla. Para qué les dice el Presidente de la República a los gobernadores y los alcaldes: sí, ahí les van a llegar diez pesos, si a la hora de la verdad no les puede llegar sino cinco.

Es mejor tener una fórmula seria, cumplible, que una vana ilusión.

Ya el país vivió la crisis del 99 y del 2000. Que entre una de sus causas tuvo lo que había definido la Constitución del 91 en materia de transferencias. No volvamos allá. Las regiones que sacrificaron mucho, les disminuyeron las transferencias en esos años, en muchas partes les incumplieron a los profesores, les incumplieron a los médicos. En los últimos años eso no ha ocurrido.

Miren, lo aprobado por la Cámara hace pocos días, por ejemplo para el año 2008, equivaldría a esto: hoy se dice, hoy la norma escrita dice que se incrementarán las transferencias en el 2008 en inflación más dos y medio. Lo aprobado por la Cámara obligaría a incrementarlas en inflación más cuatro. Más un punto adicional para educación, sería inflación más cinco. Y si la economía llegare a crecer al seis por ciento en el 2008, como aspiramos que crezca este año al seis por ciento, esos dos puntos por encima del crecimiento del cuatro, implicarían que las transferencias sean: inflación más cuatro. Más un punto de educación: inflación más cinco. Más otros dos puntos por crecimiento económico: inflación más siete.

Esa es una fórmula bastante estimulante de la descentralización. Si nos equivocamos, nos ganamos un aplauso en las regiones, pero al otro día nos suben las tasas de interés diez puntos.

Recuerdo, como Gobernador de Antioquia, que teníamos que pagar unas tasas de interés del 16, del 27 por ciento. Era la DTF de la época, y a eso había que sumarle ocho puntos. Hoy, con unas tasas de interés al seis y medio, y una DTF de 4 – 5 puntos, la situación de financiación de las regiones es diferente. Yo creo que vamos por buen camino.

Voy a explicarles, de la manera más afectuosa, a mis compatriotas la razón de esta fórmula de descentralización, para lograr que el Congreso de manera tranquila pueda aprobarla en los cuatro debates que faltan.

Claro que nos angustia saber que un departamento como Caldas no tiene regalías. Claro que nos angustia saber que un departamento como Caldas, tiene una altísima dependencia de la utilidad industrial de su fábrica de licores. Pensando bien va el Gobernador, y la comunidad debe acompañarlo, que a eso de la dependencia de los licores hay que darle un giro audaz y revolucionario, porque no parece sostenible a futuro.

Claro que somos conscientes que tenemos que buscar una ley que les dé a los departamentos mejores recursos a través de la explotación de los juegos, que se constituyen en una fuente dinámica de rentas fiscales. Queda mucho camino por recorrer, pero creo que lo que se está aprobando en transferencias es un juicioso paso.

Y el Congreso de la República acaba de aprobar una reforma tributaria muy importante. Es más importante que espectacular.

Primero, permitió definir pleitos. Los ortodoxos decían: hay que universalizar el IVA, y los colombianos cerraron filas y dijeron: no, a la canasta familiar no.

A mí me gusta mucho que se hubiera definido ese pleito. Que se le hubiera puesto el cascabel al gato y que finalmente la opinión y el Congreso hubieran dicho no, no le extiendan el IVA a la canasta familiar.

Y se definió otro pleito: los ortodoxos proponían unas fórmulas para gravar más las rentas laborales. La Nación y el Congreso cerraron filas y dijeron: no. Qué bueno haber definido ese pleito.

¿Y cuál es el capítulo más importante de la Reforma Tributaria? El del estímulo a la inversión.

Apreciados compatriotas de Caldas: ustedes que tienen una laboriosidad excepcional, lo comprenderán mejor que en cualquier otra región de la Patria. Desde la administración Lleras Camargo, cuando era ministro de Hacienda Hernando Agudelo Villa, no se aprobaba en Colombia un marco tributario tan estimulante para la inversión, como el que acaba de aprobarse.

Por ejemplo, cada nueva inversión tiene una deducción del 40 por ciento. Doctor Nicolás: si los periódicos pagaran impuestos, la gran inversión que acaba de hacer en esta sede el periódico La Patria, podría tener una deducción del 40 por ciento. Eso va a ser muy importante para estimular inversiones en Colombia.

Si, por ejemplo, una empresa que hace una inversión tiene derecho a una deducción de 30 pesos, y resulta que sus ingresos gravables del año no son sino de 20 pesos, los 10 no los pierde, los puede llevar a futuro, a deducirlos en el número de años que se requieran.

Y un gran estímulo adicional: si la empresa que hace esas inversiones se beneficia de esas deducciones, reparte utilidades, no afecta a los inversionistas, no afecta a los accionistas. Antes sí.

Y para las empresas nuevas introdujimos por primera vez el estímulo: nace una empresa con un aporte de 100 pesos, puede deducir 40. Y no lo tiene que deducir en su totalidad el primer año. Puede tomarse el número de años que se requiera para hacer esa deducción.

En lugar de haber rebajado más la tarifa de renta, que algo se rebajó, preferimos estimular con incentivos la inversión.

Un país que requiere tanta inversión y tanto empleo, en lugar de bajarle a todo el mundo la tarifa de renta, debe ofrecerles estímulos a aquellos que estén comprometidos con el crecimiento de la economía y con el crecimiento del empleo. Es lo que acaba de hacerse en la reforma tributaria.

Esta tarde lanzaba en Medellín la Banca de Oportunidades, que confío que la podamos lanzar rápidamente en Manizales, y teníamos la oportunidad de mirar qué va a pasar con el cuatro por mil.

A todos los contribuyentes se les va a permitir deducir un punto, en su declaración de renta, de lo que paguen por cuatro por mil en el año: un 25 por ciento.

Y a todos los colombianos se les permite que en sus cuentas de ahorro o en cuentas en el sector cooperativo, con movimientos mensuales que no superen siete millones, hasta ese tope no paguen cuatro por mil.

Creo que allí hay un estímulo bien orientado socialmente, además para ir formalizando la economía, y para que los sectores medios y populares ingresen al sistema formal de la corriente económica.

Estoy con mucha fe en que la economía colombiana pueda crecer más velozmente con este tipo de estímulos. Que, a pesar de lo que falta, hay razones para tener confianza.

Hace cuatro años, los colombianos compraban 60 mil vehículos automotores, este año compran 200 mil. Hace cuatro años, en el país se vendían 60 mil motos, este año se venden 400 mil.

Pero a mí no me preocupa tanto lo de los carros y lo de las motos, me preocupa lo de los alimentos. Porque cuando no crece el consumo de alimentos, los críticos con razón dicen: para qué registran las cifras de crecimiento de venta de vehículos, si el pueblo colombiano está más pobre, ven que no crece el consumo de alimentos.

Ya está creciendo, lleva varios trimestres creciendo entre el cinco y el siete por ciento. Y eso no significa que los sectores pudientes estén echándole más yucas al sancocho, sino que los sectores populares han empezado a tener mejores ingresos y mejores posibilidades de dieta alimenticia.

Hay que confiarle a la inversión, y Caldas es pionero de ello. Nosotros teníamos hace cuatro años una inversión privada que apenas representaba el seis y medio por ciento del PIB. Hoy representa el 19 por ciento. Estamos velozmente alcanzando países que nos llevaban distancias siderales.

Este año llegan a Colombia 6 mil millones de dólares de inversión extranjera directa, la misma suma que llegó al Japón en 2003. A Argentina, que siempre nos cuadruplicaba en inversión extranjera directa, le llegan este año mil millones de dólares menos que a Colombia. Y si dividimos la inversión extranjera directa entre el número de habitantes, nosotros tenemos la mayor inversión extranjera directa este año, por habitante per cápita, en el continente latinoamericano. Yo creo que hay síntomas buenos de la salud nacional.

En buena hora el Congreso ha aprobado estas normas, como la capitalización de Ecopetrol. Nuestra reforma administrativa de 300 entidades, empezando por Telecom, nos indica que es mejor que el Estado sea socio de unas empresas prósperas, que dueño total de una ruina.

Hace cuatro años, la Nación colombiana era dueña del ciento por ciento de Telecom condenada a la ruina. Hoy es dueña del 50 por ciento menos una acción de una Telecom próspera, que les paga puntualmente a los pensionados, a los trabajadores, que tiene en caja 650 millones de dólares, para hacer las grandes inversiones que el país necesita en banda ancha, en internet, en conectividad de escuelas, de hospitales, etcétera.

La capitalización de Ecopetrol, que acaba de aprobar el Congreso, es esperanzadora para la Nación. Aspiro que los colombianos que tengan unos pesitos, los guarden debajo de la almohada y se dispongan para invertirlos el año entrante cuando salgan las acciones del 20 por ciento de Ecopetrol. Eso va a ser muy, muy importante.

Eso nos va a permitir que muchos colombianos sean socios con la totalidad de sus connacionales en Ecopetrol, y que Ecopetrol pueda reunir los recursos para hacer las grandes inversiones que el país requiere en búsqueda de hidrocarburos.

Mejor una Ecopetrol próspera, transparente, democratizada, explotando hidrocarburos y buscando hidrocarburos, que una Ecopetrol simplemente manejada por la politiquería, los mimos sindicales, sin poder agregarle a las reservas de petróleo.

Y el Congreso ha aprobado una gran ley de vivienda social. Qué bueno poder comunicarle eso al país. El año entrante esa ley ya será de 410 mil millones de presupuesto para la vivienda social, y aquí, en esta ciudad de Manizales donde ha habido necesidad de hacer tanta reubicación por terrenos inestables, sí se aprecia lo que significa un presupuesto en materia de vivienda social.

Y para el objetivo de que en el año 2010 la totalidad de los colombianos tengan cobertura en salud, la reforma introducida a la Ley 100 es una reforma también muy esperanzadora.

Ha sido una buena agenda legislativa, hay que expresarle la gratitud al Congreso y darle confianza a la República.

Ahora, quedan faltando muchos temas. En estas últimas semanas mientras colegislábamos con el Congreso sobre estas normas y otras muchas, había que estar hablando con el Congreso de los Estados Unidos para que nos extendieran el ATPDEA.

Y desde la segunda semana de enero, con el liderazgo del doctor Hernando José Gómez, tendremos que estar trabajando con el Congreso de Estados Unidos y con nuestro Congreso para la aprobación del Tratado de Comercio.

Y para la aprobación de los que siguen, del ya suscrito con Chile, y del que tendremos que suscribir con Europa, para que esta Nación se inserte a la economía mundial.

Tenemos que hacer una gran pedagogía para que los colombianos nos aprueben esos tratados de comercio, los necesitamos.

Hace 15 días, cuando firmábamos con el Gobierno de Chile, veíamos esta diferencia: Chile tiene más de 50 tratados, nosotros tenemos unos pocos; Chile tiene 16 millones de habitantes y los tratados que les permiten acceder a mercados externos, suman países con 3.500 millones de consumidores. Cuando a Chile se le afecta un mercado, sus ciudadanos no se desvelan porque tienen otros 49.

Aquí ocurre lo contrario. Con 42 millones de habitantes, necesitamos ampliar muchísimo las posibilidades para que toda la creatividad de nuestros compatriotas pueda llegar a todos los mercados del mundo.

Esta tarea, liderada por Hernando José con los Estados Unidos, que falta perfeccionarla en los Congresos y en la Corte Constitucional, debe servir de faro para que Colombia se inserte sin temor a la economía mundial.

Faltan muchos temas en la justicia, pero trabajando, con toda dedicación, en las próximas legislaturas se le entregarán repuestas a la Nación.

Vamos a ver cómo atendemos estos requerimientos de Caldas, doctor Nicolás. Hacen parte de nuestros principales empeños.

Por lo pronto, permítanme saludar a todos los funcionarios de La Patria, a su Consejo de familia, a los periodistas, a los columnistas habituales, a los esporádicos, a sus lectores, y decir que en esta gran ciudad se erige una tea de la democracia, que es La Patria.

Muchas felicitaciones. Nuestro testimonio de admiración a las generaciones de mayores que hicieron posible este sueño, y nuestros votos por la prosperidad, por los días y los años que habrán de venir, siempre, siempre, calurosos, venturosos para la democracia, para esta gran tierra caldense y para Colombia.

A todos, muchas felicitaciones, enhorabuena por La Patria.

 
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