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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 126
Febrero 25 de 2006 (Sogamoso – Boyacá)

Compatriotas:

Es muy grato siempre venir a este altar de la Patria, encontrarse con unos compatriotas llenos de brío, de laboriosidad, de sentido social, que son mis compatriotas de Boyacá.

Hemos tenido en las últimas horas un hecho que me entristece mucho: el fatal accidente donde perdió la vida el doctor Pedro Juan Moreno –quien me acompañara durante los tres años en la Gobernación de Antioquia, como Secretario de Gobierno del departamento-, con varios acompañantes, entre ellos su hijo y una niña de 20 años que pertenecía al Directorio Conservador de Antioquia, hija del doctor Oscar Iván Palacio, quien fuera mi Secretario de Servicios Administrativos del departamento.

Por esa circunstancia, que infortunadamente todavía no se ha podido completar el rescate de ese fatal accidente, el Ministro de Transporte (Andrés Uriel Gallego) y yo, tendremos que abandonar este Consejo antes de las dos de la tarde, pero le voy a pedir a mis compañeros Ministros que permanezcan aquí hasta que se puedan agotar todos los temas.

Además, he tenido unas conversaciones periódicas muy extensas con los compañeros del Gobierno que están en Washington en el tema del TLC (tratado de libre comercio), anche, esta mañana y como podríamos estar en las horas antes de cerrar el compromiso, entonces hemos estado en una conferencia telefónica permanente.

En estos casi cuatro años, compañeros de Boyacá, han pasado muchas cosas y otras han avanzado muy poquito. Instalamos el Batallón del norte, veo una Boyacá más tranquila, más alegre.

Las circunstancias de seguridad han mejorado, pero todavía tenemos dificultades en varios sitios del país, hay que perseverar con esa política de Seguridad Democrática que es el camino hacia la paz.

Muchos colombianos me dicen: ‘Presidente, ¿usted por qué cree que la Seguridad Democrática es el camino hacia la paz?’, por varias razones: porque cuando hay seguridad para todos, amigos del Gobierno, voceros de la oposición, empresarios, trabajadores, todo el mundo adquiere más confianza en la Patria y por duro que sea el debate político, finalmente se acepta que la Patria genera condiciones para todos. Entonces, se crean unas bases que tienen que expresarse en solidaridad, en búsqueda de consensos.

Y esa Seguridad Democrática es un mensaje de autoridad para quienes persistan en la violencia y también un mensaje de garantía para quienes hagan la paz, acompañada con la reinserción –que nos cuesta mucho-. Reinsertar 30 mil personas que hasta ahora se han desmovilizado en este Gobierno más los que se desmovilicen, es un reto muy grande. Todo eso tiene que ir contribuyendo a la paz.

El Gobierno –apreciados compatriotas de Boyacá- ha procurado tener tanta firmeza para avanzar en la política de Seguridad, como para abrir las posibilidades del diálogo.

Ayer en Cuba, Luis Carlos Restrepo, Alto Comisionado de Paz, tomó las siguientes decisiones –hacemos una apuesta por la paz-: aceptó que el señor Antonio García –que es uno de los máximos integrantes del ELN- tenga un salvoconducto del Gobierno. Acepté ayer temprano, que se le reconozca condición de vocero de esa organización en el proceso de paz y que se le levante la orden de captura en Colombia. Una apuesta por la paz, a ver cómo avanzamos en este proceso.

Y se tomó la decisión de continuar en esa fase exploratoria del diálogo con el ELN.
Quiero decirle a todos mis compatriotas, desde Boyacá, que una política seria de Seguridad Democrática, perseverante en el tiempo, coherente en la práctica con su nombre, Seguridad Democrática, por ende respetuosa de todas las libertades democráticas, con apertura al diálogo, serio, sin engaños, al diálogo conducente de la paz, puede ser el camino para que esta Nación encuentre la paz total, que ha sido tan esquiva.

Alguien me regañaba hace unos días y me decía: ‘Presidente, pero usted por qué le dio salvoconducto a Francisco Galán para que saliera de la cárcel’ y me imagino que ese regaño me viene ahora frente a Antonio García.

La verdad es que hay que hacer apuestas. Yo pienso que al disfrutar estos señores la libertad, al poder estar ya no en la clandestinidad, sino abiertamente en el ejercicio de la libertad, esa pruebita de libertad tiene que convencerlos sobre la importancia de hacer la paz en Colombia.

Si ustedes me preguntaran ¿qué hay en el fondo del pensamiento del Presidente de la República para conceder esos permisos?, yo les diría: hay que ser tan firmes en el ejercicio de la autoridad, como abierto en la búsqueda de la paz.

Personalmente, me parece bien importante –apreciados compatriotas- que estos señores sientan esa pruebita de la libertad para que la degusten, se den cuenta de la importancia de la paz.

El señor Francisco Galán llevaba 12 años en la cárcel, yo me imagino que hoy está mejor, más tranquilo, más contento, en ejercicio de la libertad, conversando con sus compatriotas, explorando la paz.

El señor Antonio García no ha estado preso pero ha estado en la clandestinidad que es como estar preso. Creo que la circunstancia de que salga de la clandestinidad ahora en Colombia, con una orden de captura levantada para explorar la paz, creo que también le va a dar a él una señal muy importante, le va a permitir un experimento interior muy importante que se da cuando se disfruta de la libertad.

Es tan grave estar en la cárcel como en la clandestinidad. La libertad no es solamente poder salir de la cárcel, la libertad también es poder salir de la clandestinidad. La libertad es la seguridad que hemos venido rescatando para los colombianos.

Queremos, pues, avanzar en ese proceso, apreciados compatriotas.

Recuerdo mis primeras visitas a este altar de la Patria, yo nunca pensé que la violencia hubiera alcanzado el punto de frenar el turismo de Boyacá. Las amenazas, los secuestros, los incidentes que se estaban presentando, habían producido ya un grave, un sensible descenso del turismo de Boyacá, afortunadamente se ha recuperado y bastante.

Encontramos una Paz del Río quebrada, la propiedad de los trabajadores subió enormemente en este Gobierno. ¡Qué bueno! La Junta Directiva, la gerencia, todo se ha escogido con participación de los trabajadores y meritocracia. Si la memoria no me falla, pienso que los ya los trabajadores son dueños de alrededor del 49 por ciento de la empresa, un gran aumento en esa participación.

Pero quiero hacer un llamado de atención: la empresa se ha recuperado mucho, pero me parece de la mayor importancia que la Gerencia, la Junta, los trabajadores, los pensionados, se sienten a pensar el futuro. Porque la bonanza de la empresa no puede ser una bonanza de corto plazo, la empresa se tiene que estabilizar hacia el futuro.

Nada ganamos con tener unos años de tranquilidad y que después, Dios no lo quiera, llegare a regresar la angustia.

Por eso, una de las invitaciones que quiero hacer en este Consejo Comunitario, es que la empresa, sus trabajadores, sus pensionados, sus directivos, se sienten a pensar muy seriamente el futuro y a mirar las decisiones que tienen que tomar para el futuro.

Cuando llegamos encontramos a la Electrificadora de Boyacá quebrada, hicimos el gran esfuerzo de asumir, por parte del Gobierno Nacional, ese riesgo tan costoso frente a ese servicio del generador que se contrató en el pasado. El Gobierno Nacional asumió esa responsabilidad y eso le da un gran respiro a la Electrificadora de Boyacá.

Ahora estamos en el proceso de tener una sola empresa en el país, eficiente, transparente, reducida en burocracia, que sea la que administre todas las generadoras.

Cuando llegamos, había muchísimas quejas por la manera como se compraba el carbón para las generadoras de energía, se que todavía hay dificultades, pero hemos avanzado en transparencia. Estamos procurando que ya no se le compre al uno por rosca y se le deje comprar al otro porque no está en la rosca.

Para preparar este Consejo Comunitario me reuní con el Ministro de Minas (Luis Ernesto Mejía) y me contaba que se acaba de realizar un concurso transparente, objetivo, para definir el proceso de adquisición de carbón.

Cuando llegamos, sentía a Boyacá en un incendio y la bancada parlamentaria –a la cual le quiero expresar toda mi gratitud, en un permanente reclamo por todos los temas de Boyacá- y por uno: porque el contrato que se había firmado no era un contrato de doble calzada, sino que era un contrato de mejoramiento en algunas secciones, con tercer carril.

Hacer las obras, apreciados compatriotas de Boyacá, con plata, no es gracia. Lo poco o mucho que haya podido hacer este Gobierno, la gracia es que lo ha hecho sin plata. Por eso estos señores parlamentarios llegan a elecciones, por primera vez en la historia reciente de Colombia, sin auxilios parlamentarios.

Hemos hecho un cambio sustancial de la política. Un distinguido vocero de la oposición me decía: ‘usted no es capaz Presidente, de llegar al año electoral sin auxilios parlamentarios, tendrá que ceder a esa presión’. Para bien de la transparencia de Colombia, llegamos a este proceso electoral sin auxilios parlamentarios, sin presupuesto adicional.

Bien podría el Gobierno, en la última legislatura del año pasado, haber tramitado un presupuesto adicional y estar hoy ejecutándolo, velozmente, para torcer la voluntad electoral de los colombianos. No se hizo.

Esos son elementos fundamentales de transparencia política, creo que van a ayudar mucho al cambio de las costumbres de la política, como ayuda la meritocracia. Los maestros de Colombia hoy no se están nombrando por recomendación política, se están nombrando por concurso. La gran mayoría de los funcionarios se están nombrando por concurso, creo que eso ayuda mucho.

Y cuando nos demandaban todas las obras de Boyacá, no era fácil responderle a la bancada parlamentaria, a los reclamos de las autoridades de Boyacá, porque hemos tenido una chequera muy delgadita.

Todavía el país no ha podido superar ese alto déficit, ese alto endeudamiento, pero vamos por buen camino.

Esta semana, uno de los calificadores del país-riesgo, más severos del mundo, una firma que se llama Standar & Pours, muy bien reputada internacionalmente, una firma a la que le creen, dijo que Colombia va por un sendero totalmente positivo y le mejoró muchísimo la calificación a la economía colombiana, la puso en B positivo. Creo que con unos esfuercitos que hay que hacer con el Congreso de la República, pondremos la economía colombiana nuevamente en grado de inversión.

Y haciendo un gran esfuerzo, logramos cambiar ese contrato del tercer carril por el contrato de la doble calzada. Ya, INVIAS (Instituto Nacional de Vías) le cedió al INCO (Instituto Nacional de Concesiones) los 47 kilómetros de Villa Pinzón a Tunja para que el INCO le agregue eso, en la medida que haya entendimiento con los concesionarios, a la concesión.

Y por supuesto lo tiene que pagar el presupuesto nacional y el compromiso con el pueblo de Boyacá, con sus parlamentarios, es: que aquello que no a financiarse con los peajes lo paga el presupuesto nacional, para que la Patria tenga esta carretera que es la doble calzada Briceño – Tunja – Sogamoso.

Desde el helicóptero pude ver esta mañana algunos frentes de obra. Ha habido muchas dificultades, por ejemplo en Gachancipa, en Tocancipa, porque se pensaba hacer unas variantes que sacaran la carretera del casco urbano pero el costo de la tierra se disparó, entonces hemos tenido todas la dificultades para comprar esos terrenos. Vi muy avanzada la doble calzada que será la variante de Tunja.

Ahí hemos tenido una dificultad. No encarecieron enormemente los predios. Pero quiero reiterar –y por eso pedí la presencia del Ministro, de los funcionarios de Invías, del Inco- que la voluntad del Gobierno es que Boyacá tenga esa doble calzada, en todo el trayecto y que se han dado unos pasos muy importantes como fue la reforma del contrato y la nueva decisión de que se amplíe el contrato en esos 47 kilómetros, también con la característica de doble calzada.

Bueno querida comunidad, muchas gracias todos y empecemos pues con este Consejo.

 
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