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PUESTA EN MARCHA DE LA CONSTRUCCIÓN DEL GASODUCTO
TRANSCARIBE ‘COLOMBIA – VENEZUELA’

Julio 08 de 2006 (Páez – Venezuela)

Compatriotas:

Quiero en nombre de todos los colombianos agradecer profundamente al presidente Chávez, al presidente Torrijos y a los responsables de esta gran obra. Al presidente Chávez su nueva hospitalidad. La circunstancia de haber permitido que nos aplicáramos a una agenda práctica, que va dando frutos para el bien de nuestros pueblos y que es apenas un paso inicial, uno de los pasos intermedios para poder avanzar hacia una integración mucho más profunda.

Quiero agradecer al presidente Torrijos su interés, su entusiasmo para que todos estos proyectos vayan incorporando a la hermana Panamá para que hagan parte de esa agenda práctica que tiene que vincular a todos nuestros pueblos.

Quiero agradecer a todos los compañeros del presidente Chávez en el Gobierno de Venezuela y a mis compañeros en el Gobierno de Colombia por haber sacado adelante esta feliz iniciativa.

Hoy no vinimos a una declaración, hoy no vinimos a una expresión retórica, hoy no vinimos a ver un proyecto en power point. Hoy vinimos a ver la iniciación de un proyecto en la vida real, como lo demandan nuestros pueblos. Eso da credibilidad. Muchas gracias a los Ministros, a los directores de las diferentes agencias del Estado que intervinieron, muchas gracias a los ingenieros, a los contratistas, a los trabajadores, que hacen posible la obra.

Y quiero agradecer inmensamente por el significado de esta obra en lo político, en lo social y en lo económico. Apreciados compatriotas, de las tres naciones que estuvieron en el sueño del Libertador, nuestros pueblos nos rechazan quedarnos en el estadio retórico, nuestros pueblos nos rechazan entrar en la tentación de las agresiones verbales o materiales, nuestros pueblos nos rechazan todo aquello que sea perder tiempo en función de la construcción de su bienestar.

Nuestros pueblos nos demandan acciones prácticas en procura de acelerar el bienestar, en procura de descontar ventaja para superar tantos años en los cuales, de pronto la retórica, la falta de recursos, los celos nacionales atrasaron estas agendas prácticas.

Nuestros pueblos nos reclaman que trabajemos con un criterio de nuevas velocidades, que trabajemos con sentido de urgencia para darle respuesta a todos estos anhelos que no son caprichos sino, a la luz de los estándares contemporáneos, necesidades básicas que aún no han sido satisfechas.

Por eso esto tiene un gran significado político. Nosotros tenemos que escoger entre la agenda práctica de alcance social, que nos una, o la retórica de tentaciones de enfrentamiento, que nos divida. Y los hechos están demostrando que escogimos lo primero: la agenda práctica de alcance social y que tenemos desechada la agenda retórica de enfrentamientos que nos dividan.

Esto tiene un gran significado en lo social, en la región y mucho más allá. ¿Por qué en la región? Porque como lo acaba de explicar el ministro Ramírez, el 10 por ciento del valor de este proyecto se invertirá en acción social a lado y lado de la frontera, que cubra, a lo largo del tubo, más o menos una franja de 5 kilómetros, a partir del eje que va formando el tubo. ¡Qué bueno, que por este tubo, no vaya simplemente la proyección de transportar sino el compromiso de hacer llegar prosperidad!.

A las comunidades, que viven a lado y lado de la frontera, un mensaje lleno de afecto, no van a ver este tubo con desdén, tampoco con indiferencia, lo van a ver con aprecio porque es un tubo para transportar gas pero fundamentalmente para transportar prosperidad social para nuestros pueblos.

Y es muy importante, mirado en una dimensión geográfica mucho más amplia, porque paradojas de la vida, la hermana República de Venezuela, las reservas de petróleo más grandes del mundo, una de las reservas de gas más grandes del mundo, todavía no tiene suficiente gas en el occidente.

Y Colombia, gracias a los nuevos yacimientos de La Guajira, puede atender durante unos años esa deficiencia. Pero, aquí estamos construyendo hermandad porque después de esos siete años, si Colombia no llegare a tener disponibilidad de gas para seguir atendiendo esta zona o para atender otras zonas de Colombia, la hermana República de Venezuela nos retribuirá suministrándole a Colombia el gas que llegare a hacerle falta de acuerdo con las posibilidades de las grandes reservas que, enhorabuena el Creador depositó en el subsuelo de la República Bolivariana de Venezuela.

Esto pues es muy importante. Y miren cuando prevalece lo social, cómo se aclara lo político. Esto no ha tenido discusión de opinión porque la ciudadanía que es el colectivo es mucho más inteligente que cualquier presunto portento individual. ¿Cómo lo ha percibido la ciudadanía? Como algo que sin duda beneficia el interés general, aquí no hay un negocio particular, aquí no hay interés de una empresa, aquí hay un interés general.

Si hubiéramos hecho eso, en circunstancias diferentes, Colombia diría: Y ¿por qué con tan poquito gas que tiene Colombia le van a vender a Venezuela? Y Venezuela diría: Y ¿por qué nos comprometen a vender en siete años gas a Colombia? Pero como aquí lo que prevalece, lo que se impone es una hermandad real, mucho más allá de las expresiones retóricas, la ciudadanía lo ha entendido y lo ha secundado.

Nosotros hemos conocido otras oportunidades en las cuales hemos querido integrar nuestros pueblos pero cuando para la ciudadanía no es clara la defensa del interés general, aparecen bloques ciudadanos de oposición que impiden esas obras, que aquí no han aparecido porque por fortuna, ha sido muy claro desde el principio, como lo único que aquí se busca es el interés general, la profundización de la hermandad en procura del interés general y lo económico.

Esto va ayudar muchísimo a desarrollar proyectos industriales. La hermana República de Venezuela a agregarle valor a su riqueza petrolera y siderúrgica. En el futuro, en Colombia, a tener proveniente de la hermana República de Venezuela, el gas que no está en el subsuelo de Colombia para nuestros usos domésticos y para nuestros usos industriales.

Esto pues tiene un gran significado político, un gran significado social y un gran significado económico y qué bueno que lleve el nombre de quien se inmolara en San Mateo, de Ricaurte, porque los Padres de la Patria deben pasar momentos aburridos en la gloria del cielo cuando ven que nuestras integraciones no avanzan o que de pronto las desvían por las tentaciones del enfrentamiento. Y deben aumentar la felicidad del cielo cuando ven que estos proyectos avanzan. Ricaurte hoy estará complacido porque dirá: bueno, tarde, pero empiezan a justificar su inmolación.

Y esto es apenas un principio. Nada más importante a la luz de la gerencia del liderazgo moderno, que metas parciales para impulsar nuevas metas. Hoy hemos venido, más que a celebrar, a registrar un principio práctico. Y a proponer ese principio práctico como una meta parcial para avanzar hacia metas muy superiores.

Por eso celebro con emoción de patria grande, con emoción de sentimiento venezolano, panameño y colombiano, que podamos haber firmado la declaración que expresa la contundente voluntad política de llevar este gasoducto a Venezuela, de llevar este gasoducto a Panamá.

Permítanme, con la venia del presidente Chávez y con la venia del presidente Torrijos, hacerle un llamado de atención amistoso, cariñoso a los equipos técnicos. Ya aprendimos: lo nuevo, hay que hacerlo con nuevas velocidades. Que lo que vamos a hacer ahora, sea rapidito. Los pueblos nos afanan a nosotros porque en la historia se ha perdido mucho tiempo y no nos perdonan que nosotros perdamos tiempo. Esta vida política, finalmente es muy corta y los sufrimientos sociales de los pueblos son muy largos, muy extensos. Que lo que hemos aprendido nos sirva para que la nueva obra la hagamos con un concepto de nuevas velocidades con sentido de urgencia.

¡Cuánto le ayuda a la hermana República de Panamá poder tener gas o de las grandes reservas de Venezuela o de reservas que lleguen a aumentarse en Colombia. ¡Cuánto le sirve para su uso doméstico, para su generación de energía, para sus proyectos industriales! ¡Cuánto le sirve para el ahorro! ¡Cuánto le sirve para el medio ambiente!

Con el presidente Torrijos, al margen de esta reunión pero conectada con ella, hemos hecho dos acuerdos: Primero, mientras está construido ese gasoducto de Colombia, Venezuela y Panamá, Colombia va a suministrarle a Panamá, en barcazas, unas cantidades iniciales de gas que se requieren allí para la generación de energía y para algún uso doméstico, de acuerdo con las reservas y la producción de Colombia. Sé que lo vamos a hacer con sentido de urgencia. Panamá nos ha dicho: Lo necesito. Colombia ha dicho: Se lo entrego. Falta que los técnicos ahora definan, que los técnicos ahora definan las barcazas, quién va a ser el transportador.

Yo les voy a pedir a los técnicos un tema: yo me imagino muchas reuniones de técnicos, se juntan y dicen: es que los políticos, es que los políticos, es que los políticos…pues bien, los políticos ahora estamos con mayor velocidad, no se nos queden atrás los técnicos. Aquí se ha expresado toda la voluntad política y si alguna cosa les falta, díganlo ya para que no nos demoremos. Y confío que en dos o tres semanas ya se haya hecho el acuerdo definitivo con la hermana República de Panamá para la línea de transmisión de energía Colombia-Panamá porque estamos por fortuna bien integrados, estamos bien integrados Venezuela y Colombia. Venezuela se ha integrado con el Brasil, Colombia está hoy construyendo la tercera línea con Ecuador, ya tenemos a través del Ecuador una integración con el Perú.

He escuchado muchas veces al presidente Chávez, describirnos su sueño de esta integración del gas, del petróleo, de la energía, de las líneas de transmisión, etc. y eso hay que convertirlo en realidad y hay que convertirlo en realidad a través de estos proyectos. ¡Qué bueno, presidente Torrijos, que usted rápidamente nos invitara al presidente Chávez y a mí a ver colocar los primeros postes de las líneas de transmisión de energía o a ver zambullir los primeros tubos que habrán de llevar esos cables por el fondo del mar. Entonces, queridos Ministros y equipos técnicos, lo político está expresado: ¡háganlo que ya lo resolvimos y los pueblos lo están esperando!

Pero demos otro paso, pero demos otro paso, de la integración de Ecopetrol y Pdvsa. Yo creo que no hay que firmar nada más de integración. Mi sugerencia es muy respetuosa: Definan un proyecto de producción o exploración en Colombia, otro en Venezuela y otro en un tercer país y háganlo en alianza estratégica. ¡Háganlo en una asociación de riesgo compartido pero hagámoslo y el día que veamos esos proyectos en marcha, podremos decir, ahí hay una modalidad de ‘Petroamérica’ como lo ha sugerido el presidente Chávez en pleno avance.

Yo quisiera, en nombre de todos los colombianos, que rápidamente, Ecopetrol y Pdvsa, nos inviten al presidente Chávez y a mí a decirnos, aquí estamos empezando un proyecto de riesgo compartido en Venezuela, un proyecto de riesgo compartido en Colombia y un proyecto de riesgo compartido en un tercer país.

Le agradezco, muchísimo el acuerdo de los Ministros de Comercio, Desarrollo de nuestros dos países, estimulado por el presidente Chávez, para que rápidamente haya un acuerdo entre Colombia y Venezuela que de toda la certeza hacia el futuro. Un acuerdo que, en mi concepto, debería tener algunas características: pequeñito en el texto, profundo en el contenido y además, con una prevalencia de lo social, que ese acuerdo nos comprometa a alcanzar las metas sociales que están demandando nuestros pueblos urgentemente y profundo. ¡Háganlo de un parrafito pero profundo!

En mi mente no cabe que venga a La Guajira o a Santa Marta y me digan: es que las leyes no dejan que un vehículo venezolano venga sino por tantos días, tiene que pedir tal permiso. Yo no sé, eso no debería tener sino una placa y recorrer Colombia y Venezuela sin ninguna limitación y el continente. En mi mente no cabe que un trabajador colombiano no pueda acumular el tiempo de cotización pensional en Colombia para jubilarse en Venezuela. En mi mente no cabe que un trabajador venezolano no pueda acumular el tiempo de cotización en Venezuela para jubilarse en Colombia.

En mi mente no cabe, que entonces si va un venezolano a Colombia, y tiene el carné de la seguridad social de Venezuela, allá le impongan todas las trabas para atenderlo porque si viene un colombiano a que lo atiendan y tiene el carne de afiliación en Colombia, aquí le pongan todas las trabas para atenderlo. ¡Esas son las barreras que tenemos que demoler! Y yo creo que serían las expresiones prácticas del capítulo social de esa integración. Recuerden, la historia nos va a reclamar cualquier minuto que perdamos en la tarea de entregarle a nuestro pueblo las respuestas que está demandando: Nuevas velocidades para que esta agenda avance más rápidamente. Presidente Chávez muchas gracias, presidente Torrijos, muchas gracias. A todos, ministro Ramírez, ministro Maiguashca, a todos, felicitaciones y que esto que empezó hoy, rápidamente empiece a transportar gas y más que…yo vi el tubo suficientemente ancho, de 26 pulgadas, que sean unas pocas pulgadas en gas y muchas pulgadas en prosperidad.

Muchas gracias.

 
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