Palabras del presidente Uribe
en el lanzamiento del programa Destapar Futuro
Agosto
21 de 2007 (Bogotá)
“El debate político de América Latina es intenso y obliga a hablar de política en todos los eventos porque alguna incertidumbre que se genere en América Latina exige que todo país precise, por intermedio de sus gobernantes, qué está pensando.
América Latina ha hecho oscilaciones bruscas y rápidas. En los 90 quiso desmontar el Estado. Nosotros lo estamos reformando, sin desmontarlo. Hemos reformado 419 entidades del Estado. Vamos a reformar todas las que podamos hasta el último día de Gobierno.
Ahora estamos en la capitalización de Ecopetrol, impensable ideológicamente hace cinco años. Difícil, hace cinco años, pensar que íbamos a lograr la reforma laboral, la reforma pensional de Ecopetrol. E impensable la capitalización.
Todo esto le da más oportunidades a los colombianos, mejores servicios del Estado, más valor al patrimonio público. Pero América Latina, en muchos países, salta ahora al estatismo, al desprecio por la inversión privada, a la negación de la inversión extranjera.
Nosotros reiteramos en todas partes, a los oídos de todos nuestros interlocutores en el país y por fuera del país, que en Colombia la inversión privada, nacional e internacional tiene todo el espacio con responsabilidad social.
Responsabilidad social que se traduce en transparencia en las relaciones de los inversionistas con el Estado. Uno de los diez objetivos que acaba de leer el señor Kart Lippert, presidente de Bavaria, de la organización SABMiller, es la transparencia en la información.
La responsabilidad social se traduce en la responsabilidad con la comunidad donde se actúa, que es una responsabilidad más allá del mero cumplimiento de la Ley.
Y la responsabilidad social se traduce en las relaciones laborales no regidas por el capitalismo salvaje, no regidas por el odio de clases. Regidas por los principios fraternos de la cristiandad.
Este programa es un programa que pone de presente el cumplimiento de Bavaria de la responsabilidad social.
En la relación con la comunidad este programa no relaciona a Bavaria con el Estado, no lo relaciona con sus trabajadores. Es un programa que relaciona a Bavaria con la comunidad colombiana, si se puede decir, con relativa distancia a la empresa.
Va Bavaria allí, más allá del cumplimiento de la Ley, que es una exigencia de la responsabilidad social.
La responsabilidad social es una especie de categoría ultralegal: hacer esfuerzos que excedan el cumplimiento de la Ley.
Magnífico este programa. No es sino mirar las caras de estos compatriotas emprendedores con la satisfacción que han recibido este programa.
Yo quiero felicitar a Bavaria y a todos ustedes. Y qué bueno, en un país que debe preocuparse mucho más por el emprendimiento que por la subalternidad laboral. Este es un fomento directo al emprendimiento.
Yo creo que, además, están muy acertados en la orientación del programa porque cuando uno ve a América Latina encuentra que hay unos países con un gran peso de la economía estatal, otros países con un gran peso de la gran economía minera, otros países como Colombia, con unas condiciones extraordinarias de estructura presente y de potencial, de pequeña empresa y mediana empresa de emprendimiento.
Con razón las entidades privadas internacionales que califican el emprendimiento han venido calificando de manera extraordinaria a Colombia. Hace pocos días, Colombia fue calificada por una empresa internacional como el segundo en el nivel comparable de países en dinámica de emprendimiento.
Este es un país que, en el espíritu, en el talante de sus gentes, tiene más inclinación al emprendimiento que a la mera subalternidad laboral.
Muchas gracias a Bavaria por interpretarlo así y por dar el apoyo a todos estos compatriotas. Es un programa diseñado a largo plazo, cuya meta es muy bella, a través de la promoción, año tras año, de estas empresas: crear 30 mil empleos directos en tres años.
Y la responsabilidad social de Bavaria en el campo laboral es extraordinaria. Ya lo decía el ministro Diego Palacio: cómo han eliminado las cooperativas intermediarias y han vinculado directamente a las personas. Y cómo personas que debían desarrollar tareas propias de contratos a término indefinido, que estaban ficticiamente vinculados como trabajadores temporales, su contrato a término definido o temporal ha sido transformado en un contrato a término indefinido. Muchas gracias.
En la última Asamblea de la Andi, aquí está su Presidente, hicimos un compromiso para la próxima asamblea en agosto del año entrante, Dios mediante. Que el Gobierno rendirá cuentas del avance de infraestructura en el país y los empresarios rendirán cuentas del avance en dos frentes: la eliminación de las cooperativas como meros intermediarios y la eliminación de la temporalidad ficticia. Una cosa es la temporalidad real, que lo necesita toda economía, por reemplazo de trabajadores, por picos de producción, por fuerza mayor, por caso fortuito. Esa está perfectamente acogida en nuestra legislación.
Pero otra cosa es la temporalidad ficticia, donde se vincula a través de un contrato temporal a una persona que tiene que cumplir tareas propias del contrato a término indefinido, por el tipo de empresa. Corrigiendo eso, eliminando la temporalidad ficticia y reemplazándola por lo que debe ser, el contrato a término indefinido, Bavaria está dando ejemplo.
Todo esto, al poner a Bavaria como un ejemplo, queremos examinarlo con todos los empleadores en el año 2008. Y eso ayudará muchísimo a crear esa total armonía que se requiere entre el capital y el trabajo en nuestro país.
En los próximos días el ministro Diego Palacio, espero que en las próximas dos semanas, va a convocar la Comisión de Concertación Laboral, solamente para un punto: para presentar a consideración de esa Comisión el anteproyecto de ley que se propone obligar a las cooperativas de trabajo asociado a pagar las contribuciones parafiscales, a cumplir con la afiliación a la Seguridad Social.
No puede ser que en un país que ha hecho dos reformas laborales, que eliminó la retroactividad a las cesantías, que era un gran obstáculo a la contratación a término indefinido; que eliminó esa camisa de hierro que era la cláusula de reintegro para trabajadores despedidos después de 10 años; un país que ha racionalizado bastante el contrato laboral, que le introdujo inmensa flexibilidad al contrato de aprendizaje, no puede ser que se siga con las mismas prácticas que había antes de esas reformas.
Estas reformas son un mensaje claro a los empleadores. Cuando ya las cesantías se pueden depositar año tras año, cuando hay tantas de depositar y liquidar, cuando hay tantas opciones en materia pensional y de seguridad social hay que cumplir con todas esas obligaciones. De resto es muy difícil lograr esa armonía total que requerimos.
Una cosa es el contrato de servicios con las cooperativas, ese contrato lo necesitan todas las empresas. Otra cosa es utilizar ese contrato para una mera intermediación laboral y para la evasión del pago de parafiscales y de la afiliación a la seguridad social.
Espero que el proyecto, de manera clara, contundente, deje definida esa diferencia.
Yo creo que, ministro Diego, este paso de Bavaria es un ejemplo para todo el país y es un soporte muy importante a todo nuestro proyecto de ley.
Recientemente, en algunos foros, ha aparecido el discurso político ‘Presidente, es que le están vendiendo las empresas colombianas a los extranjeros’. Y esos debates es bueno afrontarlos con los compatriotas. Yo diría que el caso de Bavaria es un caso de vinculación del capital extranjero, de creación de valor patrimonial y de creación de valor social.
Bienvenidos estos casos de inversión extranjera. Esa inversión tan importante que está haciendo en el país en la ampliación y el mejoramiento. Hasta ahora 700 millones de dólares, en los próximos años mil millones de dólares, crea un gran valor patrimonial en favor de pueblo colombiano, que es finalmente el beneficiario de esas oportunidades de empleo a las que se refirió la empresa.
Y se está creando un gran valor social con los esfuerzos del desarrollo del objeto básico de la empresa, y con los esfuerzos para el cumplimiento de la responsabilidad social.
Estos casos demuestran la conveniencia de este tipo de inversiones y de que venga la comunidad internacional a nuestro país.
Creo que se ha venido haciendo un gran esfuerzo por la confianza inversionista. Trabajamos tres objetivos de Gobierno: consolidar la seguridad, consolidar la confianza inversionista y cumplir con las metas sociales. El cumplimiento de las metas sociales en una democracia legitima la lucha por la seguridad y la construcción de confianza inversionista. Y la responsabilidad social legitima, crea entusiasmo en el pueblo, devoción en el pueblo por las empresas que la cumplen.
Así como la inversión social del Estado es el gran legitimante de los esfuerzos de seguridad y de las tareas para conseguir confianza inversionista, la responsabilidad social de las empresas, como en el caso de Bavaria, es el gran legitimante, es el motivo que obtiene adhesión popular, el motivo que hace que los colombianos digan ‘vale la pena esta empresa’. Eso nos ayuda mucho.
La legislación tributaria nuestra ha venido remontando obstáculos que había en la idiosincrasia y en la academia colombiana.
El país era muy renuente al estímulo tributario como factor de expansión de inversión. Introdujimos unos estímulos transitorios en la reforma de 2002, se convirtieron en permanentes en la reforma de 2006. El doctor Lippert se ha referido a las zonas francas especiales: pueden tener hoy monousuario, los interesados en ubicarse en ellas no tienen que ubicarse en las existentes, pueden pedir una nueva para un único usuario.
Ya no es condición que exporten. Si el producto lo van a llevar al mercado interno simplemente pagan arancel e IVA, pero el impuesto de renta es el mismo. Es el mismo vaya el producto al mercado externo o quédese el producto para el mercado interno. Es un impuesto del 15 por ciento, compatible con el estímulo general a la inversión, que es la deducción del 40 por ciento a toda nueva inversión que se haga en Colombia. Y que multiplicado eso por la tasa contributiva es más o menos un aporte del 12.8, del 12,8 que le hace el Estado a cada nueva inversión que se realiza en Colombia.
A ver, uno de ustedes que me multiplique rápido: 700 millones de dólares, son 280 de deducción por el 12…más o menos son 30 millones de dólares en aporte al Estado. ¿Estoy muy lejos Cecilia?
Ahora, yo creo que esto nos está ayudando. Más los pactos de estabilidad a lo cual se refería el doctor Lippert. Espero que el ministro Plata a final de este año le muestre al país un gran balance en pactos de estabilidad. Yo vengo en este momento de la Asamblea de Fedelonjas en Cartagena y realmente vengo emocionado con informes, por ejemplo, de lo que está pasando con los incentivos al turismo para la construcción de hoteles y para la constitución de empresas turísticas en el país. Algo bien, bien emocionante.
Y esto produce unos resultados: cuando hay incentivo a la inversión y hay confianza en el modelo, el inversionista extranjero no llega de paso. No llega a especular sino a invertir. Esto hay que acopiarlo y profundizarlo para ese debate, si sirve o no la inversión extranjera.
Si no hay incentivo a la inversión, si no hay confianza en el modelo del respectivo país, el inversionista extranjero dice ‘mire, allí hay una oportunidad, tenemos una ganancia de oportunidad, entremos y salgamos’.
Pero cuando hay confianza en el modelo y hay un permanente estímulo a la inversión, el inversionista dice ‘allí vale la pena quedarse’. Eso es lo que estamos buscando en Colombia: estimular la inversión permanente, la inversión productiva. No dejar que al país lo asalten un día y lo abandonen al otro las inversiones especulativas.
Y entonces, cuando se tiene esa confianza y esa vocación de estar de manera permanente en el país, se comprometen con todo lo del país. Y ahí aparece ese compromiso con la responsabilidad social, que es tan importante en el mundo entero hoy y en una democracia como la colombiana.
Y hay otro debate bien importante: ¿puede haber estímulos al empleo diferentes a los estímulos a la inversión? Yo creo que en una economía abierta hoy es imposible diferenciarlos. Finalmente, los estímulos al empleo son los estímulos a la inversión.
En una economía cerrada la gente puede decir: ‘bueno, démosle un estímulo allí para que nombren ascensoristas; un estímulo en esta otra actividad para que nombren que en lugar de la automatización del cobro de los Transmilenios haya una persona en la puerta de cada bus cobrando el tiquete’. Pero una economía como la colombiana, buscando integrarse a todo el mundo, no puede pensar en prosperar basada en empleos deprimidos ni subremunarados. Tiene que pensar en empleos de alta competitividad, de alta productividad, de mejoramiento continuo de ingreso.
Y para ese tipo de empleos el único estímulo que finalmente sirve es el estímulo a la inversión. Por eso, cuando algunos me han pedido eliminar los aportes a las Cajas de Compensación, al Sena y a Bienestar, yo he dicho: ‘No lo hagamos”.
Hemos hecho dos reformas laborales, la reforma pensional, el acto constitucional de pensiones. Yo creo que entre el 90 y la fecha llevamos unas cinco reformas en esta área muy importantes, que nos ponen en un justo punto medio de equilibrio en América Latina. En ese punto entre la confianza del inversionista y la confianza del trabajador.
Si nosotros vamos a eliminar los aportes a las Cajas, a Bienestar Familiar y al Sena eso nos puede costar 6 billones. Y me dicen: ‘si quiere sostener la entidades, sosténgala del presupuesto’. No alcanza. Lo que hay es que mejorar esas entidades.
Me decía el ministro Diego que el Centro Empresarial de ustedes que apoya a todos estos colombianos emprendedores ya está empezando a trabajar con el Sena. Hay que mejorar esas entidades, pero no quitar esos aportes. Y pienso que los empresarios en Colombia tienen hoy un gran estímulo, que son los incentivos tributarios creados en nuestro Gobierno. Que eso nos debe hacer reflexionar para hacer más esfuerzos en favor del empleo y la responsabilidad social, y no crearle riesgo a entidades que, no obstante que están consagradas en la Ley, su creación fue el fruto de querer llevar a la Ley obligatoria lo que antes se había concebido como la responsabilidad social ultralegal.
No afectemos esas entidades; mejorémoslas. Ojalá rápidamente con estos esfuerzos, como el de Bavaria, que se multipliquen y se repliquen en todas partes, podamos ver una cifra de desempleo alrededor del 8. Subió muy rápido: en pocos años pasó del 7 y medio, estuvo tocando al 20. Juan Luis Londoño decía: ‘con la rapidez que ha subido el desempleo, va a llegar rapidito al 25’. Parar esa velocidad inercial fue muy difícil. Regresarlo ha sido muy difícil. Pero con esfuerzo entre todos lo tenemos que bajar al 8. Esa es la gran angustia del Gobierno.
Felicitaciones a ustedes por esta gran tarea de Bavaria. A ustedes apreciados compatriotas emprendedores que dan un gran ejemplo tienen que tener éxito en todas esas empresas.
Por ahí hubo uno que lo conocía yo porque me ha ayudado mucho en otro oficio que me gusta, el de los votos. Entonces, me tiene que ayudar a cumplir el deber, a reducir rápidamente este desempleo al 8.
Antes de que ustedes entraran a este programa le pedíamos creación de puestos de trabajo a Bavaria. Ahora hay que pedirles también a ustedes, compatriotas emprendedores.
Muchas felicitaciones. Que buen ejemplo este.
Muchas gracias”.
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