Palabras del presidente Uribe
en el encuentro Colombia Responsable
Agosto
15 de 2007 (Bogotá - Cundinamarca)
“En primer lugar quiero
felicitarlos a todos por este evento, a la Cámara de
Comercio, a las cajas de Compensación. Quiero felicitar
a la Corporación de Ferias de Bogotá, a Acción Social,
a la Alcaldía.
Es importante mostrar
ante la comunidad internacional que Colombia tiene
una gran institucionalidad, una gran institucionalidad
en la cual reposa la esperanza de que el país salga
adelante en todos estos retos.
Yo no veo en el continente,
Profesor Singer, una institucionalidad como la de las
cajas de compensación, administradas conjuntamente
por empresarios y trabajadores, tienen la eficiencia
del sector privado, buscan la resolución de los grandes
intereses sociales que corresponden bastante al sector
público y han logrado una gran legitimidad en el pueblo
colombiano.
Colombia tiene otra institucionalidad
muy importante, la de sus gremios, la de instituciones
como las Cámaras de Comercio. Los gremios en Colombia
bien podrían estar dedicados a gestionar sus intereses
particulares, han hecho una demostración histórica
de que han puesto por encima del interés particular
el interés general.
Las Cámaras de Comercio
en lugar de dedicarse a recuadra unos dineros de los
registros mercantiles, han hecho un gran liderazgo
social en nuestro país.
Toda esa institucionalidad
el mundo no la conoce, y es importante en una ocasión
como esta, con visitantes internacionales tan importantes
y este entusiasmo de Naciones Unidas con esta exposición
de responsabilidad social ponerla de presente.
Y una institucionalidad
bien importante: gobernabilidad.
¿Se imaginan ustedes con
las dificultades sociales de Colombia de orden público,
con la pobreza, con guerrillas, paramilitares, qué
le estaría pasando a un país en donde eligen 1.099
alcaldes directamente, 32 gobernadores directamente,
al Presidente de la República; independencia en el
Congreso, independencia en las Asambleas, independencia
en los Concejos, independencia en los organismo de
control, independencia en las instituciones de justicia,
donde no tuviéramos gobernabilidad?
Creo que la institución
más importante que ha venido construyendo Colombia
es gobernabilidad, creo que la experiencia de estos
últimos cuatro años muestra que se ha construido gobernabilidad
en la diversidad y que a la hora de la verdad cuando
se trabaja con espíritu democrático, las diferencias
son menores en el ejercicio del Gobierno, de lo que
aparecen en los discursos de campaña.
Por eso yo tengo discrepancias
sobre la división que persiste en América Latina, al
insistir dividir a América Latina entre gobiernos de
izquierda y gobiernos de derecha, yo creo que es obsoleta,
polarizante, impráctica, tenía razón de ser cuando
los ideales democráticos de América Latina se enfrentaban
a las dictaduras y se traían de Europa occidental las
tesis que allí habían surgido, para combatir los funestos
fenómenos de Hitler y Mussolini. Hoy América Latina,
al menos teóricamente, toda gira alrededor de la democracia.
Es polarizante, lo demostró las últimas elecciones
en la Organización de Estados Americanos y es impráctica.
Una periodista internacional
me decía a mi: bueno presidente Uribe, usted un presidente
de derecha, ¿cómo vive en una América Latina de izquierda?
Y le pregunté ¿yo soy de derecha porque busco la seguridad?
¿acaso pueden vivir los ciudadanos de una democracia,
llámense de izquierda o derecha, sin seguridad? Se
quedó callada la periodista, le dije: entonces dígame
un Gobierno de América Latina de izquierda, me dijo:
fulano, perano, sutano, el presidente Lula, le dije,
¿por qué no me cuenta en la práctica de Gobierno cuáles
son las diferencias hoy entre el gobierno del presidente
Lula en el Brasil y el nuestro en Colombia para decir
que allí hay un Gobierno de izquierda y aquí uno de
derecha? Y la periodista enmudeció.
Y le dije. Cuéntame, ¿por
qué insistes en señalarme de derecha? Y me dijo, porque
a mi no me gusta la seguridad y yo soy de izquierda,
y le dije: ¿y tu por qué eres de izquierda? Y no me
supo decir.
Alcalde Garzón, con el
aprecio que le tengo, yo lo voy a comunicar con esa
periodista para que me le de una nueva lección de izquierda,
a ver si no la corcho la próxima ocasión.
Yo creo, y el Alcalde
ha provocado estas reflexiones, yo creo que debemos
pensar en una democracia moderna, que tiene estos elementos.
Seguridad con alcance democrático, respeto a las libertades,
cohesión social, respeto a las instituciones del Estado
que confluyen de manera independiente y tienen que
colaborar de manera armónica por los fines superiores
de la seguridad y trabajo por la transparencia que
es el gran motor generador de confianza.
Cuando uno repasa esos
cinco elementos, encuentra que unos pueden tener orígenes
en la izquierda y otros en la derecha y otros orígenes
en ambos, se decía: es que la seguridad es un reclamo
de la derecha para poder reproducir inalteradas las
condiciones de explotación. Y entonces después decían,
despreciando la seguridad y atribuyéndosela a la derecha
y contestaba la izquierda: “estas dictaduras son terrorismo
de Estado, necesitamos seguridad democrática para poder
ejercer nuestros derechos políticos”, ¿de quien quedó
la seguridad? De todos.
Entonces viene el tema
de las libertades, y decía la izquierda, que trataba
de interpretar bien o mal a Marx, las libertades burguesas,
son unos eufemismos doctrinarios, simplemente para
aplacar las revoluciones para anestesiar el vigor del
reclamo popular y para reproducir las condiciones de
explotación de clases.
Y después decía la misma
izquierda, la misma que descalificaba las libertades
señalándolas como libertades burguesas, necesitamos
las libertades para que se escuchen nuestros puntos
de vista.
Y en el tema de la cohesión
social, como sin cohesión social se legitima, se hace
sostenible un régimen de libertades reclamado por la
izquierda o por la derecha, un régimen de seguridad
reclamado por la izquierda o por la derecha y como
sin instituciones independientes, se logra ese equilibrio
en los poderes del Estado que evite los desbordamientos
y como logra funcionar el Estado si esos poderes no
concurren a trabajar armónicamente por los fines esenciales
de la sociedad y como se logra la estabilidad democrática
si no hay la confianza que se deriva de la transparencia.
Por eso yo he venido invitando
a mis compatriotas y a la comunidad internacional a
pensar en estos cinco elementos característicos de
una democracia moderna, más allá que en la división
entre izquierda y derecha.
Este es un foro que obliga
al Gobierno Nacional en alguna forma a asumir responsabilidades,
a hacer rendición de cuentas. Nosotros hemos creído
que hay que hacer unas definiciones de modelo de Estado
en el actual debate político de América Latina. Nosotros
hemos reformado 400 entidades del Estado, vamos a seguirlas
reformando, pero no estamos en la moda latinoamericana
de los 90, del desmonte del Estado, estamos trabajando
por un Estado más al servicio de la comunidad, menos
al servicio de la politiquería, empezó la reforma de
Telecom, la reforma en 190 hospitales, la reforma de
Ecopetrol, y ahora viene la reforma de todas las clínicas
del Seguro Social, yo creo que hay un elemento bien
importante: no se trata de la actitud neoliberal de
los 90 de desmontar el Estado, lo que hay que preguntare
es: ¿para qué sirve la clínica del Seguro Social de Santa Marta? ¿Cuándo le sirve más a la comunidad, si administrada
por los excesos sindicales o administrada como está
administrada ahora por una concesión otorgada a la
Fundación Cardiovascular de Bucaramanga?, esas son
las preguntas que tenemos que entrar a formularnos.
Tampoco estamos en el
estatismo, y esto es bien importante decirlo, en la
tendencia política de América Latina, nosotros, creemos
que hay que darle al sector privado todo el espacio
y exigirle toda la responsabilidad social y en buenahora
uno de los temas líderes en el debate colectivo en
nuestro país y en el continente es la responsabilidad
social, la hemos entendido profesor Singer, expresada
en tres áreas: la transparencia en las relaciones entre
los inversionistas y el Estado, transparencia en las
concesiones, en los contratos, en la solución de disputas,
en la tributación.
Los autores que estudian
porque se han presentado fenómenos de rompimiento con
democracias en América Latina, lo atribuyen a la falta
de esa transparencia, por ejemplo en la extracción
de los recursos naturales.
Responsabilidad social
en las relaciones de los inversionistas con las comunidades
y ahí la responsabilidad social va mucho más allá de
la ley, es una especie de responsabilidad social ultralegal,
porque lo que no podemos hacer hoy es, haber coincidir
la responsabilidad social con el mínimo legal, la responsabilidad
social tiene que rebasar el mínimo legal.
En esta segunda expresión
de la responsabilidad social, que es la relación de
los inversionistas con las comunidades, es donde se
presenta con más fuerza la obligación de ir más allá
de la ley. Por ejemplo, a uno le puede decir una empresa
extractora de carbón en el Cesar que están cumpliendo
con los mínimos legales ambientales, pero si a pesar
de cumplir con esos mínimos legales ambientales maltratan
una comunidad por la que pasan 600 tractomulas al día,
esa comunidad está respirando aire contaminado, ahí
están haciéndole un daño enorme a la comunidad que
hay que remediarlo y exige esa responsabilidad social,
que muchas veces rebasa los mínimos legales, pero que
tiene que cumplir con otros mínimos, los de solidaridad
con las comunidades.
Y viene otro tema bien
importante, donde se expresa la responsabilidad social:
las relaciones laborales. Nosotros creemos que han
hecho mucho daño las relaciones laborales de capitalismo
salvaje y han hecho mucho daño las relaciones laborales
de odio de clases.
Por eso las relaciones
laborales que venimos impulsando, son las relaciones
laborales de fraternidad cristiana, venimos impulsando
un tránsito del viejo sindicalismo reinvindicacionista,
a un sindicalismo participativo. Casos tan importantes
como Paz del Río, como los contratos de participación
en las electrificadotas, como lo que se está gestándose
con la participación de grandes masas de trabajadores
colombianos como accionistas de ECOPETROL, creemos
que todo esto nos tiene que ayudar a hacer ese tránsito.
Y estamos trabajando tres
objetivos de Gobierno: la seguridad, la confianza inversionista
y la política social, van de la mano, sin seguridad
no hay confianza inversionista, si no hay inversión
con responsabilidad social, el Estado no recauda, Bogotá,
y lo confirmaba el Alcalde, en estos años de confianza
inversionista de nuestro Gobierno, Bogotá ha aumentado
el recado en un 40 por ciento, en términos reales,
los municipios colombianos en un 34, los departamentos
en un 13 por ciento, el Gobierno Nacional ha podido
reducir el déficit del 7,5 al 3,5, el endeudamiento
del 50 al 28, entonces, en ausencia de confianza inversionista,
¿qué política social se puede hacer? Una política social
de discurso, eso si que me preocupa, en muchos países
de América Latina y en muchas épocas colombianas ha
habido más discurso social que resultados sociales.
A mi me gusta muchísimo
la congregación de los colombianos alrededor de estos
temas, para que no sigamos siendo asaltados por el
discurso social de vísperas de campaña, sino que metamos
el termómetro de lo social todos los días, de manera
profunda a la acción del Estado, a la acción de las
organizaciones sociales y a la acción del sector privado.
Una política social en
ausencia de confianza inversionista, se queda en una
política social de discurso, de reparto de miseria,
si hay confianza inversionista con responsabilidad
social, esa política social puede ser de prosperidad.
Y dentro de la seguridad
y la confianza inversionista y la política social,
hay una relación transitiva. La seguridad y la confianza
inversionista son legitimadas por la política social.
La seguridad y la confianza inversionista se hacen
sostenibles en el tiempo, en la medida que las legitime
la política social. De lo contrario, se dan fenómenos
de rompimiento.
Los colombianos me decían
en muchas partes, y los críticos y la oposición: Presidente,
es que usted no invierte si no en guerra, necesitamos
es política social. Creo que hemos logrado un gran
intangible: hoy en la base del pueblo colombiano en
todas partes, nos reclaman por igual más seguridad
y más política social. A mí me reclaman en todos los
municipios colombianos: Presidente, más Policía, más
transporte para la Policía, no nos deje en poder de
guerrilla, no nos deje en poder de bandas criminales,
y al mismo tiempo: Presidente, tenemos caídas las escuelas,
es insuficiente la cobertura de Familias en Acción.
Un gran intangible hemos
ganado en el discurso, en la conciencia colectiva en
estos años, que hay que buscar profundizarlo: el reconocimiento
creciente de los colombianos de que la seguridad y
la política social no se excluyen, sino que tienen
que ir mano a mano.
Y entonces entremos en
otra discusión. ¿Qué es primero: el crecimiento o la
política social? La historia de América Latina nos
ha enseñado que en las épocas del desarrollismo hubo
países de América Latina con crecimientos del 14 por
ciento y profundización de la pobreza. Pero también
en otras épocas en las cuales países de América Latina
se han dedicado a ahuyentar la inversión y a hablar
de política social, han logrado ahuyentar la inversión
y han logrado retroceder en materia social.
Nosotros creemos que hay
que llevar de la mano el crecimiento con la equidad,
que la historia de América Latina tiene que dejar atrás
las dos concepciones, donde ponían al uno como la premisa
determinante.
Cuando escuchábamos al
Alcalde ahora, él decía algo bien importante. Decía
cómo la política social contribuye al crecimiento.
Nosotros estamos en este momento logrando un objetivo
de política social: millón y medio de Familias en Acción.
Política social estructural, porque es la manera de
financiar a sectores desplazados y pobres para el acceso
a la educación, a la nutrición.
¿Y cómo impacta en la
economía? Se empiezan a incorporar a las corrientes
dinámicas de la economía, a estimular la demanda. El
dinero que estos compatriotas reciben no es un dinero
para enviarlo al extranjero ni para atesorarlo. Es
un dinero que se invierte todos los días en alimentación,
en vestuario, en calzado. Es un dinero que está impactando
la economía. Eso empieza a producir un fenómeno de
vinculación de masas excluidas a las corrientes dinámicas
de la economía y empieza a contribuir, por la vía de
lo social, a la expansión de la economía. Esa contradicción
también hay que superarla y hay síntesis para superarla.
Nosotros hemos encontrado
otra pregunta: Presidente, ¿por qué ha crecido tanto
la seguridad democrática y no ha crecido la política
social? El presupuesto de seguridad en Colombia representaba
en el año 2002 el 4,3 del PIB y hoy representa lo mismo.
El presupuesto de política social en el 2002 representaba
el 13,4 y hoy representa el 16,4. Ahora: tenemos unos
componentes de política social que consumen cuantiosísimas
sumas de recursos y que tenemos que cumplir con ellos.
Por ejemplo, el tema pensional.
Solamente este año el Gobierno Nacional le tiene que
trasladar al Instituto de los Seguros Sociales 5 billones
200 mil millones de pesos, porque las cotizaciones
que recauda el Instituto no le alcanzan para el pago
de las pensiones.
Ahora que recientemente
se aprobó la nueva ley de transferencias a las regiones,
que aumenta mucho el presupuesto social con el buen
cuidado de no quebrar a la Nación, porque sería lo
peor que la pasaría a la descentralización, tuvimos
otra discusión: las pensiones de los profesores colombianos,
que tiene que honrar el Gobierno Nacional central,
valen 37 billones a pesos de hoy.
Y cuando discutimos el
crecimiento del presupuesto de las universidades, solamente
las pensiones de la Universidad Nacional, que las tiene
finalmente que pagar el presupuesto, representan alrededor
de cuatro billones. O sea que hay unos esfuerzos muy
grandes, profesor Singer.
Pero tenemos unas metas
también muy ambiciosas. Miren algo bien relevante:
cuando nosotros empezamos, la inversión en Colombia
era del 12 – 15 por ciento. Esto es: de cada 100 pesos
que se producían, se invertían 15. Hoy es del 26. Pero
la pobreza en Colombia estaba en el 58. El año pasado
en el 45. Miren cómo empieza a presentarse una relación
entre el crecimiento de la inversión, como tasa frente
al producto, y la disminución de la pobreza.
Eso indica un esfuerzo
de crecimiento con responsabilidad social. Y estas
son cifras emitidas por las mismas organizaciones que
citaba ahora el señor Alcalde en su intervención.
Nosotros tenemos una ambición
de largo plazo que se ha venido construyendo en el
debate democrático, profesor Singer. Se inició con
el liderazgo del doctor Santiago Montenegro, entonces
director de Planeación: la Visión Colombia 2019.
De acuerdo con esa visión,
el país en el año 2019 debería tener reducida la pobreza
al 15 por ciento. En el 2002 era casi del 60 por ciento.
Para que quienes me sucedan en el Gobierno no tengan
la imposibilidad de cumplir esas metas, el Gobierno
nuestro, que termina en agosto de 2010, tiene que reducir
la pobreza al 35. Estamos haciendo todos los esfuerzos
posibles para lograrlo.
Y entonces vienen unas
herramientas de política social. Por ejemplo, educación.
Nosotros teníamos la cobertura de educación básica
en alrededor del 84. Está en el 92. Meta 2010: ciento
por ciento.
Educación para primera
infancia, sectores vulnerables, estaba en cero. Aspiramos
dejar a 400 mil niños allí vinculados. Educación media:
aspiramos dejarla por encima del 80. Educación universitaria:
estaba en el 22, está en el 29 y aspiramos que quede
con una cobertura del 34. A lo cual contribuye la universidad
privada, el gran crecimiento de la universidad pública,
el gran crecimiento de una institución bien importante
que tenemos en Colombia de financiación de crédito
de educación superior, que es el Icetex, que lo estamos
multiplicando por seis.
Y ahí viene algo, profesor
Singer, bien importante al mirar a Colombia: Colombia
tiene hoy el sistema de formación vocacional más importante
de América Latina, cuyo centro es una entidad estatal:
el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), financiado
básicamente con cotizaciones de empresarios. Esa institución
le llegaba a un millón 100 mil colombianos y hoy les
llega a más de cuatro millones. Está empezando una
modalidad de formación virtual, para mantener en una
primera etapa millón 200 mil colombianos en esa formación
virtual.
Al tema educativo concurre
el sector privado. Concurren las entidades territoriales,
los distritos, las ciudades, los departamentos, las
transferencias del Gobierno Nacional. Concurren los
parafiscales, que pagan los empleadores colombianos.
Y entre todos vamos a cumplir esas metas, que son muy
ambiciosas.
¿Y en qué tenemos retrasos?
Y no veo que los podamos superar en este cuatrienio.
En ciencia y tecnología. Aspiramos llegar a un uno
por ciento del PIB. Muy difícil llegar allá y será
insuficiente. Pero algo bueno: Colombia es un país
que ha demostrado gran eficiencia. Cuando uno compara
los resultados de investigación de Colombia con otros
países, encuentra que Colombia produce mejores resultados
por cada dólar que invierte en investigación, que muchos
países.
Escuché con toda atención
la preocupación del profesor Singer sobre la salud.
Nosotros confiamos, profesor Singer, dejar en Colombia
plena cobertura en salud para el año 2010. Hemos mejorado
la calidad en algunos grandes centros. Todavía especialmente
en las poblaciones remotas hay unas deficiencias enormes
de calidad. Vamos a ver cómo el esfuerzo de estos años
nos permite, además de la plena cobertura, un gran
avance en calidad.
Hemos tenido dificultades
en temas de salud pública. Se descentralizó. Ahora
en alguna forma se volvió a recoger. Y hubo en algunos
años, hasta el año pasado, mucha corrupción en el manejo
de recursos de educación y prevención en entidades
descentralizadas. Estamos buscando superar eso, que
tanta relación tiene con temas en los cuales usted
comparaba Cuba con Estados Unidos, como la tasa de
mortalidad infantil, donde Colombia ya, en los dos
últimos años, empieza a mostrar unos descensos bien
importantes, como también un gran ascenso en el porcentaje
de partos atendidos debidamente en instituciones hospitalarias.
Estamos en esa tarea.
Y estamos trabajando metas
bien importantes en materia de superación de la exclusión.
Una de las grandes expresiones de exclusión en América
Latina ha sido la exclusión de las grandes masas que
no han podido acceder a la financiación institucional.
Colombia quiere hoy más
emprendimiento que relaciones laborales, por eso estamos
trabajando con el sector privado y con el sector público,
con las alcaldías, con las gobernaciones, con un gran
liderazgo en las cámaras de comercio -y le doy mi agradecimiento
a Eugenio Marulanda y a la doctora María Fernanda Campo-
la financiación de la mediana empresa y la financiación
de la pequeña empresa.
En microcrédito, hace
cinco años, nos propusimos llegarle a millón 800 mil
familias colombianas. Parecía imposible, lo logramos.
La meta en este nuevo
cuatrienio es llegarle por un sistema que los involucra
a todos, que se llama Banca de Oportunidades, a 5 millones
de familias colombianas. Sí que es difícil.
Conseguirle un crédito
a un rico es muy fácil, se lo mandan por teléfono.
Conseguirle 400 mil pesos de crédito a una señora que
tiene una venta callejera en Bogotá, para que vaya
a una prendería y recupere su plancha y pueda tener
un pequeño capital de trabajo, es muy difícil, pero
con constancia lo vamos logrando. Ya cumplimos la meta
del primer año, superamos en el primer año un millón
250 mil créditos, algo le indica ese esfuerzo.
Cuando empezamos, la cartera
de microcrédito representaba el uno y medio (por ciento)
de la cartera total del sector financiero, hoy representa
más del cinco (por ciento).
Ahora, podemos hablar
de todo lo de política social, hay que reconocer algo:
esto no se logra de la noche a la mañana.
Nosotros encontramos un
programa experimental de 220 mil Familias en Acción,
hoy estamos llegando a millón 550 mil, ya hay 35 mil
en Bogotá, que esperamos en poco tiempo sean 100 mil
en Bogotá.
Y estamos buscando recursos
para que en el 2009 no sean millón y medio en el país,
sino que sean 2 millones. Eso debe llegarle a 8 millones
de niñitos.
Los restaurantes escolares.
Los restaurantes escolares los hemos pasado en nuestro
gobierno de 2 millones 200 mil niños atendidos por
día, hoy hay 3 millones 600, aspiramos llegar a 4 millones,
y pasar de 120 días a 180 días.
Introdujimos un nuevo
programa: desayunos para niños menores de cinco años,
que va a llegar a un millón 300 mil.
Y hemos sostenido aquel
programa tan importante que en su momento creó el Presidente
Barco, el de los Hogares Comunitarios de Bienestar
Familiar. Y todas creemos que son políticas estructurales,
relacionadas con educación, con superación de factores
de exclusión, como el acceso al crédito, relacionadas
con salud.
Porque la otra discusión
es, bueno, lo que pasa es que sí hace política social,
pero es asistencial. Y ahí viene una discusión bien
importante: ¿cuál es la política social asistencial,
y cuál es la política social estructural, y cómo se
califica la nuestra?
Nosotros hemos creído
que la asistencial no mejora las condiciones de equidad
frente al ingreso. Hemos pensado que lo que diferencia
a la estructural es que finalmente mejora la distribución
del ingreso. Colombia, que ha tenido de los peores
indicadores de ingreso en el continente, ya empieza
a mostrar leves mejorías en uno de esos indicadores,
que es el coeficiente Gini.
Reconocemos, así como
reclamamos que el gran componente de nuestra política
social es un componente estructural, también aceptamos
que hay componentes asistenciales. Por ejemplo, el
programa de los ancianos. Nosotros encontramos 60 mil
ancianos atendidos, estamos llegando a un millón en
el país. Sí es asistencial, pero ¿qué sociedad democrática
puede darle la espalda a esta indigencia de los ancianos?
Desplazados, un tema tremendamente
doloroso en nuestro país. Hemos multiplicado por 12
el presupuesto de atención a desplazados, cuando el
desplazamiento ha caído a un 25 por ciento, sin que
todavía lo hayamos frenado.
Pero ¿qué pasa con todo
esto? Es insuficiente, es insuficiente. Uno llega a
millón y medio de Familias en Acción, y entonces ya
en los pueblos le dicen: “sí Presidente bien, pero
necesitamos mucho más”.
En una sociedad con tanta
pobreza y con tantas dificultades, todo esto es insuficiente.
Pero la seguridad que puede tener usted, profesor Singer,
y ustedes distinguidos compatriotas, es que somos concientes
de que lo hecho es insuficiente, y por eso, cada día
en esta oportunidad que nos han dado los compatriotas,
vamos a buscar cómo seguimos ajustando esto.
¿Que tenemos muchos retos?
Usted está en una ciudad que es un milagro de competitividad.
Una ciudad, que a diferencia de las otras capitales
de América Latina, esta ciudad tan próspera, por un
lado está a más de mil kilómetros del mar, y por el
otro lado a 600 kilómetros y en una topografía de tres
cordilleras sumamente arrugadas. Aquí sí que es difícil
construir infraestructura de competitividad.
Yo veo, por ejemplo, en
la nación austral, en Chile, un ejemplo en muchos aspectos:
tienen hoy un problema de infraestructura, la construcción
de un transmilenio en Santiago. Nosotros estamos financiando
el 70 por ciento. Y hay otras 10 ciudades en fila,
otras 10 ciudades en fila diciéndonos. “¿y por qué
no ha empezado con nosotros?”.
Usted no sabe, profesor
Siger, yo antes aplaudo este país y esta ciudad. Yo
me pongo a mirar desde un helicóptero cómo se ha comunicado
esta ciudad con el mar, los hilitos de carreteras.
Y apenas estamos empezando a sumar los recursos para
poder dejar construidos los corredores de competitividad.
Es difícil, pero como usted verá aquí, en este país
sobra alegría, ganas de hacer las cosas, y sí que me
alegro.
Cuando eligieron al alcalde
Garzón me decían a mí: “ese alcalde con esa ironía,
con ese sentido de humor, y usted como es de bravo”.
Entonces, cuando me echaba las primeras puyas, yo hacía
así, y me decían los periodistas: “¿qué le contesta?”
Y entonces, no hubo sino
un diálogo: “¿qué hacemos por el bien de Bogotá? Y
tengo que reconocer que se pasó de ese riesgo a una
buena gobernabilidad, que es ejemplo para esta Patria.
Muchas gracias