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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 19
Febrero 03 de 2007 (Tierradentro – Córdoba)

Compatriotas:

Siento devoción de Patria al poder llegar esta mañana a Tierradentro, aquí en Montelíbano. Quiero agradecer inmensamente a quienes hicieron el esfuerzo de llegar por la carretera. Los que veníamos en helicóptero tuvimos ese privilegio. Uno quisiera socializarlo con todo el mundo, pero esos aparaticos son restringidos. Y qué bueno que hayamos venido. Pidámosle a Dios que esto sea útil hoy para la región y para la Patria.

En el avión, cuando nos desplazábamos de Bogotá a Montería, la señora Ministra de Educación (Cecilia María Vélez) estaba muy curiosa por la ubicación de Tierradentro. Esa una de las pocas zonas de Colombia donde todavía no hay señal de celular. Apunten eso: llamen a la señora Ministra de Comunicaciones (María del Rosario Guerra), a ver si se le pone señal de celular a esto rápidamente. Inclusive una orden que acabamos de dar para restringir insumos por allí en unos cultivos de coca en el área de Tarazá, tuvimos que darla por teléfono satelital.

¿Por qué estamos hoy aquí? En noviembre nos asesinaron los policías. Esta tierra estuvo desde los años sesenta en poder de la guerrilla. Después llegaron los paramilitares, se desmovilizaron los paramilitares, volvió la guerrilla, y estamos en un proceso para que no haya ni guerrilla, ni paramilitares, solamente institucionalidad democrática.

En noviembre nos asesinaron los policías. Aquí vinimos con los comandantes, nos acompañó el señor Gobernador, algunos de mis compañeros de Gobierno. Quedamos de examinar unos temas para apoyar a la comunidad, sobre los cuales ya hay avances, que se van a mirar hoy. Y que apenas se examinaran esos temas, haríamos este Consejo Comunitario. Debíamos un Consejo Comunitario en la cabecera de Montelíbano. Pero me parece muy bien que se dé aquí, a 79 kilómetros de la carretera hacia Paramillo.

Mirábamos en el mapa de Colombia dónde estamos. Estamos, para todos los colombianos que siguen estos Consejos Comunitarios por la televisión, ubiquen en el mapa de Colombia el sur de Córdoba, municipio de Montelíbano. Vénganse en dirección al occidente, ligeramente al sur, cerca al río San Jorge. Ahí está este bello paraje de Tierradentro.

Daría la impresión que pertenece a Puerto Libertador, porque se ve más cerca de Puerto Libertador. Pero allí hay unas convenciones de quienes hicieron los límites, en la debida época, que le entregaron esta porción a Montelíbano. Viene Montelíbano con una franja de media luna, envolviendo a Puerto Libertador.

Estamos en unos valles muy bellos, fértiles, aptos para todos los cultivos imaginables en estos climas, en la base del Nudo de Paramillo, donde empieza a sumergirse en la llanura la Cordillera Occidental. El Nudo de Paramillo marca la división entre Antioquia y Córdoba. Y allí, como nos enseñaban nuestros inolvidables profesores de geografía, empieza el proceso de las tres serranías con las cuales desaparece la Cordillera Occidental, y le entrega la soberanía de la Patria, a partir de ese momento, a las llanuras del Caribe.

Entre el río Sinú y el mar, está la Serranía de Abibe, donde confluyen el Urabá cordobés y el Urabá antioqueño. Entre el río Sinú y el San Jorge, más al oriente, está esta Serranía de San Jerónimo, que aquí se ve muy bien conformada. Pero a medida que se acerca a Montería ya es muy irregular, porque desaparece y vuelve a aparecer, hasta que desaparece totalmente.

Y al oriente del río San Jorge, entre el río San Jorge y el río Cauca, está la Serranía de Ayapel, que, como su nombre lo indica, esa Serranía se desvanece llegando a una de las ciénagas más bellas de Colombia y el mundo, que es la Laguna de Ayapel, que hemos venido protegiendo muchísimo con las obras de los últimos dos años, que han avanzado bastante, con una inversión muy grande, una inversión transparentemente realizada, para evitar las inundaciones de La Mojana y para proteger esta Ciénaga, que venía siendo contaminada por las crecientes del río Cauca.

Quiero rendir un homenaje a la memoria de los policías asesinados aquí. Nos duele mucho. El sacrificio de policías y soldados en la recuperación de la institucionalidad de la Patria, ha sido muy grande.

Hacemos llegar desde aquí un saludo lleno de patriotismo, de afecto, a sus familiares. Por eso hay que pensar muy bien que esta lucha contra el terrorismo no puede declinar. El terrorismo le ha hecho mucho daño a la Patria. Ha causado mucha orfandad y mucho dolor.

Quiero rendir un homenaje a la memoria de doña Yolanda Izquierdo. Cuando aterrizábamos en el helicóptero, me decía el señor general Carrillo, comandante de la región de Policía: Presidente, en el cementerio están en un proceso de exhumación, porque, gracias a la Ley de Justicia y Paz, vino la delegación de la Fiscalía y de la Policía Judicial, con familiares de las víctimas que sepultaron allí hace 5 — 7 años y que fueron asesinatos no reportados, que permanecieron en total impunidad.

Ahora, gracias a que con la aprobación y aplicación de la Ley de Justicia y Paz estamos en un proceso ejemplar ante el mundo, por lo menos los colombianos se sienten acompañados de la justicia y de la Fuerza Pública para que se aclare todo lo que pasó con sus seres queridos.

Nosotros no vamos a permitir que se burlen los derechos de las víctimas. Esta semana, cuando se asesinó a doña Yolanda Izquierdo en Montería, el Gobierno tomó dos decisiones:

Primero: ofrecer una recompensa de 50 millones (de pesos), hasta 50 millones, a las personas que con su información permitan la captura de los autores intelectuales y materiales de ese crimen.

Segundo: anuncié públicamente una decisión que había tomado en días anteriores. Se ordenó a la Policía Judicial que, apoyada por la Fiscalía, se decomisen de manera prevenida, como medida precautelar, los bienes de propiedad de las personas que están siendo procesadas en la Ley de Justicia y Paz, para que esos bienes se pongan a órdenes de la Comisión de Reparación, a fin de que cumplamos con la Ley.

Y para que a nadie le queden dudas, para que nadie tenga que correr riesgos, yo asumo la responsabilidad política y judicial de esa decisión. Porque mi aspiración íntima, apreciados compatriotas, es que cuando yo termine la Presidencia pueda mirar a mis compatriotas a los ojos, con la tranquilidad de conciencia de que no se procedió con debilidad frente a ninguna expresión del crimen.

Por eso aspiramos que la Policía Judicial decomise estos bienes.

Ahora, si las personas procesadas van a cumplir con la Ley, deberían declararlos ante los jueces, porque la Ley los obliga a entregar esos bienes para formar con ellos el Fondo de Reparación de Víctimas.

¿Por qué esa decisión? Porque la Ley hay que cumplirla. Vamos a indemnizar las víctimas. Verán toda nuestra diligencia en esa tarea. Y que se prepare la guerrilla. Este proceso, como lo voy a explicar ahora, no puede ser solamente para un grupo.

Y tememos que si no se toman medidas rápidas, a través de la cadena del testaferrato, a través de invasiones o de desgreño administrativo, esos bienes desaparezcan o pierdan valor.

Por eso nos parece de gran importancia esa medida, y aspiro que esta semana ya la Policía Judicial le pueda informar al país que ha decomisado preventivamente algunos bienes, algunas fincas, que hay que decomisarlas todas, para poder avanzar en el proceso de reparar a las víctimas.

Mientras llegan aquí los aviones para la nueva etapa de fumigación, mientras llegan los grupos erradicadores, les hemos pedido a la Policía y al Ejército que no se permita cosechar la coca.

Tenemos en una gran región, entre este sur de Córdoba, el norte-centro de Antioquia, hasta el noreste de Antioquia, aproximadamente 11 mil o 12 mil hectáreas de coca.

Vienen los grupos de erradicación manual y los aviones. Están próximos a empezar. Mientras la podemos erradicar, vamos a evitar que la cosechen, porque no podemos seguir financiando grupos terroristas.

Algunos temas de interés nacional antes de hacer unas precisiones sobre lo local.
Esta semana hicimos la inauguración del sistema Banca de Oportunidades en Barranquilla. Bello evento. A mí no me gusta ir a las inauguraciones de Banca de Oportunidades a echar un discurso, sino a entregar créditos

En Barranquilla se entregó gran cantidad de créditos a tenderos y a madres de los grupos de Familias en Acción. Tenderos, un sector que no ha tenido crédito bancario, que depende de la usura, de las prenderías, del gota a gota. Madres Familias en Acción, sumamente vulnerables.

En el Gobierno anterior entregamos un millón 800 mil microcréditos. Mucho, mucho, pero muy poquito para lo que necesita Colombia. Vamos a hacer un esfuerzo en este Gobierno, con toda el alma, sin perder un minuto, de entregar 5 millones de microcréditos. Y por eso estamos vinculando a todo el mundo en esa tarea. ¿Cuándo empieza en Córdoba, Carlos? Espere que le presten un micrófono.

Carlos Moya, director de la Banca de Oportunidades: Presidente, el próximo viernes 9 (de febrero) hacemos el lanzamiento oficial de la Banca de Oportunidades en Montería, y vamos a tener discapacitados, mototaxistas y vendedores de las plazas de mercado.

Presidente de la República: Bien. Aproveche hoy para hablar con la Fundación San Isidro.

Director de la Banca de Oportunidades: Ya he hablado con la de San Isidro acá en Montelíbano y San Jerónimo de Montería.

Presidente de la República: Porque esas fundaciones son muy buen apoyo para avanzar en el tema Banca de Oportunidades, y que sea un éxito en esta región. Porque tengo que confesar: en el Gobierno anterior tuvimos mucho éxito, pero no en todas las regiones. Entonces un ve un desbalance. Hay regiones que avanzaron mucho en microcrédito y otras que no. Y ahora tenemos que tratar de que el éxito le llegue a todo el país en esa materia.

Ayer fui informado, por el señor general Padilla de León y el señor Almirante Moreno, de una carta que me hacen llegar la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados, manifestando un desacuerdo por mis declaraciones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José de Costa Rica.

Yo expresé allí dos cosas: primero, me referí a la muerte de los policías de Jamundí, sucedida pocos días antes de la elección presidencial, como un asesinato, cometido infortunadamente por algunas personas de nuestro Ejército. Es lo que tenemos hasta hoy en la justicia.

Es mucho mejor para la institucionalidad colombiana llamar las cosas por su nombre, que, por artificios o por salvar apariencias, negarse a condenarlas en proporción a la gravedad de los hechos.

Conté en la Corte Interamericana de Derechos Humanos que tomé rápidamente la decisión, conocido ese crimen, de que la Justicia Penal Militar no conociera de ese crimen, sino la Fiscalía, la justicia ordinaria. Con la advertencia de que si la justicia ordinaria, en su fuero, llegaba a la conclusión de que era un crimen, eran unos hechos que tenían que ser juzgados por la Justicia Penal Militar, pues le trasladaría la competencia.

Creo, en conciencia, que hicimos bien.

Yo creo que lo que hay que pensar —y lo digo con todo el afecto que les demostrado a los oficiales retirados de Colombia, a los generales retirados—, hay que pensar qué es mejor para el país: que el Presidente hubiera procedido con debilidad, tratando de acomodarse en la oscuridad, o que el Presidente hubiera procedido con toda firmeza.

Yo creo que para el país es mucho mejor la manera como se procedió.

También dije en la Corte Interamericana de Derechos Humanos que soy partidario de que la Justicia Penal Militar se convierta en un tribunal disciplinario, y que los delitos sean conocidos por la justicia civil. Vamos a mirar tranquilamente cuál es la reforma de la Justicia Penal Militar, a escuchar a todo el mundo. Pero quiero decirles esto a los soldados y policías de mi Patria: no hubo un solo día de la Gobernación de Antioquia cuando no sintieron mi apoyo como Gobernador.

He tratado, con todas mis limitaciones humanas, de que sientan todo mi apoyo como Presidente de la República, en este período ya casi de cinco años.

He sentido, en mi integración con la Fuerza Pública, que tengo una especie de alma, de corazón de soldado y de policía debajo de este traje civil. Pero quiero hoy, desde aquí, haciéndole este amistoso comentario a Acore (Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares) proponer una reflexión: para derrotar el terrorismo, nosotros necesitamos toda la legitimidad.

Un colombiano muy importante decía que, de haber sido el Presidente (él aspira a serlo), que de haberlo sido en mi período, él habría desmontado primero la guerrilla y después los paramilitares.

¿Acaso eso es cómo uno quiera? ¿Acaso ellos desfilan formalitos ahí a hacer turnos a ver quien se desmoviliza primero? Eso no se desmovilizan sino con la acción heroica de la Fuerza Pública. Y qué bueno este desmantelamiento de los paramilitares.

Yo voy a Nueva York el martes. Cuando yo llegaba a Nueva York, a Madrid, a Paris, a Londres, me salían un poco de gritones a decirme en las calles: ‘Presidente criminal, Presidente asesino’. Uy, una vez me recordaron en Alemania que yo era el Presidente de Colombia, porque me iba a encender a puños con ellos.

Ahora salen muy poquitos. Ahora es hasta aburridor ir allá porque salen muy poquitos. Ahora ya son unas críticas de anémicos.

La última vez que fui a Madrid sacaron a dos o tres a la calle, y no sabían ni quién era, ni dónde está Colombia, ni que es Colombia. No, los mandaron a gritar. Tuvieron que ir a comprar quien saliera a gritar.

¿Por qué? Porque el mundo respeta lo que estamos haciendo.

Yo le propongo esta reflexión a Acore: nosotros no podemos tener un Ejército simplemente enfrascado en discusiones teóricas internas, y derrotados en el territorio colombiano. Nosotros no podemos tener un Ejército deslegitimado internacionalmente, porque esa deslegitimación nos impide la victoria.

¿Por qué tenemos hoy la posibilidad de enfrentar, con toda contundencia y ante los ojos del mundo a los grupos guerrilleros? Porque hemos demostrado que nuestra vocación es la institucionalidad. Que estamos en contra de cualquier factor criminal. Ese desmonte del paramilitarismo nos da toda la autoridad moral en Colombia y ante el mundo.

Si nosotros no hubiéramos procedido así, esta lucha tendría deslegitimación. Y una lucha deslegitimada, produce desánimo en los integrantes de la tropa, que la tienen que llevar adelante, y ese desánimo conduce al fracaso.

En cambio, una lucha legitimada da ánimo, energiza, y conduce a la victoria. Por eso es muy importante tener una Fuerza Pública aprestigiada.

Nosotros no queremos una Fuerza Pública derrotada en los campos y enfrascada en teorías. No queremos una Fuerza Pública deslegitimada. Nosotros queremos una Policía y un Ejército victoriosos.

Nosotros queremos que el Ejército de Colombia sea un Ejército victorioso, un Ejército admirado en el mundo entero, que sea el Ejército más admirado del mundo. Ese es el propósito de las diferentes decisiones que tomamos.

Ahora, estos procesos son difíciles, pero se van ajustando.

Quiero hoy, desde Tierradentro, hacerles llegar un saludo lleno de afecto a los soldados y policías de mi Patria. ¡Cómo ha mejorado este país! Quisiéramos cero secuestros. En enero todavía hubo dos. ¿Pero qué eran los eneros hace cinco, seis años? Aquí estamos por el esfuerzo de los soldados y policías de mi Patria. Y hacerles llegar el mensaje de que el propósito de nuestra alma es hacer del Ejército de Colombia el ejército victorioso más admirado y más respetado del mundo entero.

Este proceso de paz es un proceso de paz sin impunidad, con reparación, con verdad y con justicia. ¿De dónde surge? De la Seguridad Democrática. La gente se ha desmovilizado generalmente no por propia voluntad. Se han desmovilizado porque han sentido la presión de la Seguridad Democrática.

¿Cómo se enmarca en la Ley de Justicia y Paz? Hay que recordarle al país una cosa: lo que sale hoy en las confesiones de verdad a la luz pública, es lo que se oía a manera de rumor hace algunos años. Lo que pasa es que ahora el rumor se ha trasladado a las audiencias judiciales.

Aquí hay que recordarle al país otra cosa: este no es un proceso sugerido por falsos profetas. Los falsos profetas votaron en contra de esta Ley. ¿Qué autoridad tienen hoy para llamarse los dueños de la verdad? Esta Ley la discutimos con mucha incomprensión durante tres años. Y hoy, en medio del dolor, es muy bueno ver que aquí se aplica, en el cementerio de Tierradentro, con la diligencia judicial que se está adelantando.

Y esa Ley, que ha permitido la verdad, el camino, el esclarecimiento de la verdad, esa Ley tuvo el voto negativo de quienes hoy se sienten dueños de la verdad en el Congreso de la República. Eso es bueno que el país entero lo sepa.

En el pasado en Colombia hubo procesos de paz sin justicia, sin reparación, sin verdad, como los hubo en todo el mundo. Esto es lo que marca la diferencia con esos procesos de Colombia de antaño, y del mundo.

Y esto le va a dar a Colombia respetabilidad. El mundo, que tanto nos criticaba, que nos señalaba con el dedo de la ignominia, va a tener que reconocer el valor institucional y el valor del pueblo colombiano en este proceso.

Ahora, es muy importante que aflore la verdad. La verdad no es para estimular odios sino para consolidar la reconciliación. La reconciliación sin verdad es una reconciliación en falso. Es como una cicatriz que sana en falso: aparece cicatrizada la piel, pero queda la infección por debajo.

Yo he defendido que el país entero pueda ver en televisión las audiencias. Eso ayuda a que los colombianos nos demos cuenta qué fue lo que pasó en este país durante tantos años, cuando se lo entregaron, por desidia oficial, a la guerrilla y a los paramilitares.

Eso ayuda para que las presentes y nuevas generaciones hagan una reflexión: la Colombia del presente y del futuro no puede ser Colombia de guerrillas, no puede ser Colombia de paramilitares, no puede ser Colombia de narcotráfico, no puede ser Colombia de corrupción.

Ustedes, cuando tengan oportunidad de ver esas audiencias en televisión, lo que se diga frente a hechos que por aquí se dieron, ustedes mismos van a poder apreciar si lo que se está diciendo allá es falso o es verdad.

La participación de la opinión en el examen de los hechos que se revelan, le ayudará a los jueces de la República para formarse su juicio acerca de la verdad o de la falsedad de los declarantes.

Ahora, este proceso, por ejemplo, no permite que los responsables de delitos atroces vayan al Congreso de la República. Les van a dar unas sentencias reducidas, pero no pueden ir al Congreso. No pueden recibir amnistía e indulto. Se diferencia del pasado. Se diferencia del pasado cuando quienes incendiaron el Palacio de Justicia, con los dineros del narcotráfico, simplemente se quitaron el camuflado, se pusieron un traje de civil y llegaron al Congreso a querer darle cátedra moral al país. Unos lo han hecho muy bien. Otros, infortunadamente, simplemente pasaron de ser terroristas de camuflado a ser terroristas de traje civil.
Por eso el nuevo proceso debe impedir estos problemas. Un proceso con toda la verdad no va a permitir que al país lo engañen. No va a permitir que al país le sigan construyendo falsos ídolos.

Cuando se oculta un pasado terrorista, hay la posibilidad de engañar al país y de convencer a ciertos sectores sobre falsos ídolos. Cuando ese proceso terrorista se revela totalmente, la Nación muy cuidadosamente mirará qué va a ocurrir con aquellos que recibieron el perdón.

Por eso este proceso es muy importante y va a marcar una diferencia.

¿Qué va a ocurrir en el futuro con los procesos de las Farc y del ELN? Yo creo que no van a poder asimilarse a los procesos del pasado, tendrán que asimilarse a éste.

Ahora, ¿por qué tanta tragedia en Tierradentro? Mucha tragedia en Tierradentro. Este es uno de los ejemplos geográficos de aquello que yo he venido denunciando, apreciados compatriotas: un país que en vastas regiones de la Patria le entregó el ejercicio real de soberanía al terrorismo. El Estado no la ejerció, el Estado abdicó de la soberanía, incumplió el mandato de proteger a los ciudadanos.

Por aquí cerca de Uré pasé años de mi infancia, aquí vimos nacer el EPL, cometer toda clase de atropellos las Farc. ¿Cuál era la reacción del Estado? La gente desprotegida. Y después llegaron los paramilitares. Y unos y otros apoyados en el narcotráfico. ¡Y qué tragedia para la comunidad!

Tierradentro es un sitio de Colombia de los muchos donde el terrorismo maltrató durante mucho tiempo a los ciudadanos, porque el Estado renunció al ejercicio real de soberanía.

No se han hecho los esclarecimientos que tienen que hacerse con la guerrilla. Afortunadamente, para dar ejemplo, se están haciendo con los ‘paras’. Pero recuerden que la guerrilla aplicaba aquella norma: la validez de todas las formas de lucha.

Muy importante que el país en algún momento sepa quiénes fueron los aliados del M-19, de las Farc y del ELN desde la política.

Con la autoridad de que estamos apoyando a la justicia, que empujamos y sacamos adelante la Ley de Justicia y Paz, que se aplica en búsqueda de la verdad con los paramilitares, llamamos la atención de que el país también esclarezca aquella verdad. Porque muchos de ellos se ufanaban de que aplicaban todas las formas de lucha.

La violencia partidista que terminó al final de los 50, en algunas partes fue hasta el 60 — 61, fue sucedida por las guerrillas marxistas. Yo recuerdo que, tal vez en mis dos primeros años de universidad, lo que más nos enseñaron fue marxismo.

Todo lo que sea aporte científico está bien, pero eso creó odio en Colombia, odio de clases. Y ese odio infiltró el movimiento campesino, ese odio contaminó el movimiento obrero, ese odio contaminó el movimiento estudiantil.

Y nos condujeron por el camino de que la única manera de hacer avances políticos era con lucha de clases, y durante mucho tiempo soñaron que aquí iban a instaurar la dictadura del proletariado.

Y vemos casos como la universidad pública. Veamos lo de la Universidad de Córdoba. Yo estudié en la de Antioquia.

Ahora hay unas declaraciones de una de las personas sometidas a la Ley de Justicia y Paz, donde él dice que influyó o que hizo nombrar al rector de la Universidad de Córdoba.

El Gobierno, como siempre, lo que hace es apoyar la justicia. Por primera vez la Corte Suprema de Justicia tiene un equipo especial de investigación, ya permanente, adscrito a la Corte, que contó con todo nuestro apoyo para proporcionarle el presupuesto. Esperemos qué nos dice la justicia.

Eso no se opone a que nos refiramos a la Universidad de Córdoba, sobre la siguiente premisa: no puede tener control paramilitar, ni puede regresar a la guerrilla y a la corrupción.

Durante muchos años la Universidad de Córdoba estuvo sometida por la guerrilla y la corrupción. Después entraron los paramilitares. Recuerden las masacres, las muertes. La Universidad quebrada, sin con qué pagar pensiones. La Universidad sin presupuesto, la Universidad sin poder ampliar los cupos, en esa tragedia. Y vinieron las masacres.

¿Qué ha pasado con el rector actual? Cuando nosotros llegamos a la Presidencia, en el 2002, él estaba al frente de la Universidad. En el 2003 vino la fecha legal para elegir nuevo rector. Los representantes del Gobierno Nacional votaron para que lo reeligieran a él, como lo hicimos en muchas universidades de Colombia.

Nosotros llegamos sin afanes politiqueros. Nuestro propósito no era la toma de la Universidad sino el apoyo de la Universidad. Mi tesis ha sido: universidad de masas, universidad científica, universidad crítica, pero no universidad violenta.

Llegamos, simplemente, motivados por el ánimo de hacer de la universidad pública colombiana un ejemplo, que lo hemos logrado en muchas universidades.

Anoche me llamaba una persona de Montería y me decía: ‘Presidente, ahora que está bien la Universidad de Córdoba, nos la van a acabar, ¿por qué no la defiende?’. Le dije: ‘Yo la voy a defender. Pero el pueblo monteriano y cordobés tienen que decirle al país cuánto ha progresado la Universidad de Córdoba. Ya no es la universidad de la corrupción, no es la universidad de las masacres paramilitares, ya no es la universidad dominada por el EPL y por las Farc. Ha mejorado sustancialmente’.

El año pasado, que la señora Ministra de Educación —que no es presa de posturas ideológicas, que procede con toda la fortaleza y con toda la imparcialidad—, me sorprendió. Cuando entregábamos en la Presidencia (de la República) algunos de los premios a las mejores universidades y a los mejores egresados, hubo algunos de la Universidad de Córdoba. Y eso no se escogió a capricho.

Muy bueno que le miren los indicadores a la Universidad. Porque lo que no podemos permitir es que un proceso judicial lo aprovechen politiqueramente quienes hoy acusan a la Universidad de Córdoba, cuando el país sabe que ellos votaron en contra de la Ley de Justicia y Paz.

Esperamos que los jueces de la República en estos casos van a esclarecer toda la verdad: cómo fue la influencia paramilitar, si el rector ha sido un rector honorable o un rector al servicio del paramilitarismo.

Y que miren los resultados de la Universidad. Porque lo que no se puede arriesgar es el avance de la Universidad.

Mi llamado al pueblo cordobés desde Tierradentro es: defendamos la Universidad. Ni universidad paramilitar, ni universidad guerrillera, ni universidad fomentando el odio de clases, ni universidad con corrupción.

Pero no nos podemos quedar simplemente cabizbajos esperando que alguien salga a defender la Universidad. Se necesitan voces objetivas que lo hagan.

Eso todo lo dejó la guerrilla. Y el paramilitarismo dejó una herencia tan grave, porque se convirtió finalmente en un factor de acumulación ilegítima de tierra y de estímulo al narcotráfico.

Por eso ni lo uno ni lo otro. Por eso Tierradentro y todo el país, con la Policía y el Ejército de la Patria, la Constitución y la justicia, sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico.

Vamos a examinar hoy una serie de temas bien importantes aquí. Permítanme en estos temas generales referirme finalmente al tema del empleo, en el cual hay mucha preocupación por parte del Gobierno.

Nosotros queremos una Nación que consolide la seguridad, que genere empleo, que supere la pobreza, que construya equidad. Es un camino largo y difícil en el cual hay que trabajar todos los días.

Yo quiero manifestar mi preocupación porque, de acuerdo con las cifras del Dane, el desempleo no ha bajado lo que tendría que bajar. Hemos estado en permanente ejercicios académicos, con el respeto debido a la independencia del Dane.

El Dane cambió la encuesta, la metodología, desde julio del año pasado. No vamos a tener encuestas comparables sino dentro de unos meses cuando termine esa transición.

Y el Gobierno, preocupado porque el Dane dice que en el último año el desempleo creció un punto, punto y medio. El mismo Dane me ha dicho que puede ser que la encuesta anterior, la que cambiaron, la que abandonaron, escondía desempleo, y que la nueva capta más verazmente la realidad.

Nosotros examinamos esta semana qué viene pasando en afiliación a la seguridad social. Tema muy ajeno a acá, porque acá hay muy poca seguridad social. Por eso acá necesitamos la plena cobertura en régimen subsidiado de salud, que vamos a llegar a ella.

Pero un tema muy importante para todo el país. Miren, en todo lo de seguridad social el país viene avanzando. Cuando nosotros llegamos había 10 millones y medio de colombianos afiliados al régimen subsidiado. Hoy hay casi 20 millones. Y con la ayuda de Dios, con la nueva Ley que se aprobó recientemente, el país va a llegar a plena cobertura.

Régimen contributivo de salud, no voy a referirme al crecimiento de 2002-2006 sino ahora al crecimiento 2005-2006, que es el período en el cual aparece que nos hubiera destorcido la tendencia que traíamos de reducción del desempleo.

En el régimen contributivo el país pasó en el último año —para no decirles de cuánto a cuánto pasó—, quedó en 15 millones 971 mil beneficiarios, registró un crecimiento de 438 mil más que el año inmediatamente anterior.

En riesgos profesionales registró un crecimiento, el último año, de 533 mil afiliados. En pensiones, Seguro Social y Fondo de Pensiones, en el último año, el país tuvo un crecimiento de 543 mil afiliados activos.

Cajas de Compensación Familiar. En el último año entraron a las Cajas de Compensación Familiar 376 mil colombianos adicionales, y 11.600 nuevas empresas.

Crecieron los presupuestos del Sena y Bienestar Familiar. El del Bienestar Familiar el último año creció el 14,5 por ciento, y el del Sena el 18,6 por ciento. Eso nos ha permitido ir ampliando estos programas, que los vamos a ampliar con mucha fortaleza, y es tema de hoy.

Entonces lo que yo digo, con mucha preocupación por el desempleo, es: el Gobierno queda confuso, triste, preocupado, de ver que crece la afiliación a la seguridad social, y simultáneamente la encuesta del Dane nos dice que hubo más desempleo.

Aspiramos que, como se lo decía yo al doctor Ernesto Rojas (director del Dane): Doctor Ernesto, el Gobierno solamente aspira, como en toda la democracia, a la verdad. Revisen a ver la parte técnica de esto. Si fue que les faltó un período de transición en la nueva encuesta, o si es que la anterior encuesta, que el mismo Dane manejaba, era la equivocada, pues entonces construyan la serie retroactivamente para poder tener comparaciones válidas.

Ese es el último de los temas generales. El programa que tenemos en el Consejo de hoy, se los voy a leer:

Vamos a escuchar al señor Gobernador sobre los diferentes temas de Córdoba, que nos quiera plantear. Hemos estado trabajando muy cercanamente con él para resolver el problema de los maestros. Yo creo que el martes le llega la plata, que el Gobierno Nacional le ha ayudado a tramitar.

Yo le decía ahora, viniendo: mire, a mí me queda la conciencia tranquila, porque he trabajado con los 1.098 alcaldes de Colombia sin que me importe el origen político de su elección.

Le dije: Gobernador, te pregunto esto: ¿Algún gobernador, por razones políticas, ha tenido las puertas del Gobierno Nacional cerradas? Y me dio mucho gusto oír que el Gobernador me dijo: No.

Nosotros hemos querido trabajar con todos los alcaldes, con todos los gobernadores, en la construcción de Patria, independientemente del concepto político que ellos tengan de nuestro Gobierno.

Vamos a escuchar al alcalde de Montelíbano, Náder Restrepo.

Y después vienen una serie de intervenciones del Gobierno. Acción Social es muy importante. Guardabosques, Familias en Acción, Sena, Ministerio de Protección, Medio Ambiente, el problema del agua, el problema de la vivienda aquí.

Nosotros aquí tenemos que hacer un programa de vivienda bien importante. Esta comunidad tiene que sentir que detrás del Ejército y la Policía, detrás de la destrucción de la coca, llega la Acción Social.

Vamos a examinar con el Ministro de Agricultura cómo financiar al campesinado, para que el campesinado no tenga que recurrir a la coca. Vamos a financiar el tema de vías, el tema de educación.

Por cada dos temas abriremos intervenciones a la comunidad. Les pedimos que nos ayuden para que esas intervenciones sean sobre ese tema o sobre esos dos temas.

Y entonces ofrezco la palabra al gobernador, Libardo López Cabrales.

Muchas gracias.

 
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