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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INSTALAR ASAMBLEA ANUAL DE FENALCO VALLE
Junio 21 de 2007 (Cali - Valle)

“Me honra mucho regresar esta tarde a Cali a compartir con ustedes este evento de mucha trascendencia. Primero quiero hacer un reconocimiento a los gremios de la Patria, en cabeza de Fenalco. Cuando se habla de los gremios, la primera reacción de quienes sobre ellos se expresa es pensar que se trata de entidades para defender intereses particulares. Algo sobresaliente, entre muchas cosas, también tiene Colombia: el sentido social de sus gremios, su compromiso con los intereses generales. Fenalco ha estado siempre presente en la defensa de los intereses generales de la Patria, por encima de intereses particulares. Quiero hacerle un homenaje, en cabeza de su presidente el doctor Guillermo Botero; de la presidenta de la Junta Directiva, doña Rosita Jaluf, y de la presidenta de la seccional del Valle del Cauca, la doctora Gladys Barona de Conde.

Mi experiencia es ésta, apreciados vallecaucanos: tantas veces hablando con doña Rosita, y ella nunca me ha hablado de intereses particulares de comerciantes. Siempre me ha hablado de los intereses generales. Un día me hace un reclamo por el MIO de Cali, al otro día me habla de las empresas de servicios públicos, al otro día de Emsirva, al otro día de la doble calzada de Buenaventura, y en los últimos días nuestro diálogo es sobre el Centro de Convenciones.

La verdad es que eso es admirable. En otro país uno podría esperar la llamada de un dirigente gremial para decirle: mire, cómo le está yendo de mal a mi gremio, hay que darle la mano en esto, hay que hacer aquello. Ella llama siempre es a reclamar por los intereses generales. Rosita, no es que estemos en un acuerdo de aplausos, pero le debemos mucho a usted y la aplaudimos de todo corazón. Y siempre la he visto en ese colegaje con la doctora Gladys. Gladys, muchas gracias, y la aplaudimos de todo corazón.

Bueno, les tengo que hablar necesariamente de la parapolítica. Pero primero voy a hablarles de otras cositas: de cómo vemos hoy el modelo de Estado colombiano, de los objetivos de Gobierno, de la agenda legislativa, de la liberación de los secuestrados. Temas todos bien importantes para la vida colombiana.

El modelo de Estado. América Latina en alguna década quiso desmontar el Estado. Ahora en muchas partes hay estatismo. En Colombia ni lo uno ni lo otro. En Colombia reformamos el Estado, pero no lo desmontamos. Se ha hecho una reforma de casi 400 entidades. Eso nos ahorra un punto del PIB al año. Y vamos a trabajar los años que vienen por completar la reforma en todas las entidades del Estado, para ponerlo definitivamente al servicio de los superiores intereses de la comunidad.

No estamos tampoco en el estatismo. Nosotros creemos en la iniciativa privada. En un modelo de Estado que da plenas garantías a la iniciativa privada. Un Estado que exige responsabilidad social, plenas garantías a la empresa privada con responsabilidad social.

Creemos en la necesidad de una sociedad incluyente, pero sin odio de clases. En un debate democrático permanente, profundo, pero también en la necesidad de que ese debate no ponga a riesgo las instituciones y no ponga a riesgo valores por los que hemos venido trabajando en Colombia, caros e importantes: la confianza inversionista y la Seguridad Democrática.

Nosotros hemos venido trabajando tres objetivos de Gobierno: la consolidación de la Seguridad Democrática, la consolidación de la confianza inversionista y la política social.

Van de la mano. Si no hay seguridad, no hay confianza inversionista. Si no crece la inversión, no es posible cumplir con la política social. Cuando uno piensa en política social, tiene que pensar en dos opciones: o hace política social con demagogia y reparto de pobreza, que empeora la situación de cualquier sociedad, o hace política social con prosperidad, que es lo que mejora finalmente un tejido social.

Y para hacer política social con prosperidad, se requiere que haya confianza inversionista, que a su vez demanda Seguridad Democrática.

Hoy nos reunimos aquí para ser testigos de la exaltación que Fenalco les hace a personas e instituciones. Un ejemplo de confianza inversionista es Sodimac: una gran confianza en Colombia, un gran avance de inversión en Colombia para generar empleos. Empleos de buena calidad, con afiliación a la seguridad social. Felicitamos a Sodimac Colombia, en cabeza de su presidente, el doctor Carlos Enrique Moreno, por ese gran esfuerzo que tantas esperanzas le trae a nuestra Patria.

Por supuesto, la confianza inversionista se tiene que dar con responsabilidad social. La responsabilidad social, en mi concepto (y no me gusta hablar del tema delante de Lina, porque la más crítica de mis discursos es Lina, y ella sobre el tema de responsabilidad social ha reflexionado mucho), se expresa en tres áreas: primer área de la responsabilidad social, transparencia. Segunda área, responsabilidad con las comunidades. Tercer área, en las relaciones laborales.

Transparencia. Una democracia para ser sostenible requiere esa confianza que se genere de la transparencia en las relaciones entre el Estado y los inversionistas. Transparencia para adjudicar concesiones, transparencia para adjudicar la explotación de recursos naturales, transparencia en las relaciones tributarias, etcétera.

Segunda área, responsabilidad social en las relaciones entre los empresarios y las comunidades del vecindario. Nosotros venimos, por ejemplo, trabajando para construir confianza a partir de responsabilidad social en el Cesar, entre las empresas que explotan allí el carbón y las comunidades que viven en esa zona. En lugar de dar la espalda a los reclamos comunitarios o en lugar de hacer demagogia en contra de las empresas, trabajamos, juntando Estado, empresas, comunidad, para atender los requisitos de la comunidad, sus justos reclamos, y para que se cumpla con la responsabilidad social.

Hoy asistimos a un caso de responsabilidad social empresarial. La tarea de la familia Garcés Giraldo, la tarea de la familia Garcés Eder. El reconocimiento que hace Fenalco al doctor Carlos Jorge Garcés Eder es el reconocimiento a quien ha servido bien a esa expresión de la responsabilidad social, que es la solidaridad con la comunidad en la cual se han ejercido actividades económicas.

El video que pudimos ver es hondamente ilustrativo de esta gran responsabilidad social. En esta ciudad cada que llego al Hotel Intercontinental le pregunto al señor Gerente, que muy amablemente me recibe: “¿Cómo va la ocupación?”. Me decía hoy: “Estamos a reventar”.

Una ciudad de la importancia de Cali necesita ese Centro de Convenciones. Allí está la última expresión de responsabilidad social de la familia Garcés Eder: en esos terrenos, tan importantes. Eso va a transformar mucho esta ciudad. Pero mucho la va a transformar. Y allí ha estado Rosita, trabajando permanentemente como una hormiguita.

Ella me dijo, cuando fuimos a hablar del Centro: “Presidente, cuesta 7 mil millones”. Ahí me fue llevando. Yo le dije: “Por allá hicieron uno que costó 54 mil”. Ahora yo le preguntaba allí: “Rosita, ¿cuánto te va a costar?”. Se volteaba para el otro lado. “Rosita, ¿cuánto te va a costar?”. Se volteaba para el otro lado. Y me dijo: “Presidente, 38 ó 40 mil”. “Póngale 45 para que quede bien hecho”.

Vamos a terminar, con Carlos Jorge, esa responsabilidad social, que puso la primera piedra. Vamos a terminarlo.

En nuestra última visita a Cali se habló mucho aquí con el sector empresarial para aprovechar los incentivos tributarios para invertir en el Centro. Por ejemplo, una empresa que invierte en el Centro, de esa inversión puede deducir el 40 por ciento de su renta líquida gravable. Si una empresa aporta 100 pesos al Centro, al deducir 40, gracias a las decisiones tomadas por el honorable Congreso, el Estado le aporta 12,8 a esos 100 pesos. Eso es bien importante. Y me dice doña Rosita que hay una buena reacción. Pero me decía que faltaban 17 mil millones, por ahí 22 mil.

Yo no he podido ir mucho a la Hacienda Presidencial de Hatogrande, en la Sabana de Bogotá, que es muy bonita, pero se me ocurrió una cosa: hay que terminar esto, y rápido. El Valle del Cauca ha sido ejemplo de solidaridad. Era yo Alcalde de Medellín y estaba muy joven. Siempre para aprender de civismo, ir a Cali. De solidaridad, ir a Cali.

¿Por qué no hacemos una reunión allí, doña Rosita, nos ayuda la señora Presidenta del Congreso; el Gobernador, el doctor Angelino; el doctor Ramiro Tafur y los congresistas. Citamos a un buen número de empresarios vallecaucanos, del país en general, les vendemos caras unas empanadas, unos tostones, y cualquier cosa para que no les quede eso en seco, a ver si ese día completamos la platica para hacerlo.

Hagámoslo. Esto hay que hacerlo. Inaudito. Inconcebible una ciudad de esta importancia, y que hoy no tenga un Centro de Convenciones. Y está muy adelante. Es una maravilla.

Y tema bien importante es llevar de la mano de la política de seguridad, de la confianza inversionista, la política social. Confianza inversionista, que muestra para Colombia signos de gran mejoramiento. Cuando este Gobierno empezó, la inversión privada en Colombia representaba el 12 por ciento del PIB. El año pasado el 26. La inversión total, la privada, representaba 6,5. El año pasado el 19.

A mí me preocupa más la tasa de inversión que el crecimiento. Puede haber crecimiento un año por el descubrimiento de un pozo de petróleo, pero si se seca, al otro año puede que no haya. O puede haber crecimiento un año por un fabuloso precio de azúcar, pero si se cae, al otro año no hay crecimiento. En cambio, si hay una tasa de inversión sostenida en el tiempo, elevada, eso genera crecimiento sostenido y elevado en el tiempo. Eso es lo que nos garantiza poder generar empleos de buena calidad, afiliados a la seguridad social. Por eso nuestro interés en esas tasas de inversión.

Y el Congreso de la República ha tenido enorme sensatez. Yo quiero expresarle, en nombre del Gobierno, toda mi gratitud al Congreso, en este homenaje de Fenalco a la presidenta del Congreso, la doctora Dilian Francisca Toro: un gran liderazgo, una gran conducción, una agenda legislativa extraordinaria, para ayudar a crear esa confianza inversionista.

La reforma tributaria, las deducciones. No estamos en la tarea en Colombia de rebajarle los impuestos a la gente, para que los sectores más pudientes se apropien más utilidades y gasten más. No. Lo que se hace es introducir estímulos, deducciones, para que inviertan, reinviertan, generen empleo de buena calidad. No era fácil eso en Colombia. Tuvimos mucha oposición de la academia económica. Y qué bueno haber tenido, en esta conducción del Congreso, sabia comprensión de esa necesidad. La legislación tributaria aprobada en diciembre hace de Colombia un país muy atractivo para la inversión.

Estamos de moda. Hace cinco años uno tenía que ir a Nueva York con ponchera, porque decían: se ha perdido la viabilidad económica de Colombia, etcétera. Hoy hay que ir a espantar la plata. A decir: paren, paren, mérmenle a eso, déjenla más despacio, que tenemos mucha. Hay mucha revaluación. Estamos ajustando el tercer año con inversiones extranjeras de 6 mil millones de dólares. Y eso hay que sostenerlo, porque eso, orientado con criterio social, es lo que nos va a ayudar a superar pobreza y a construir equidad.

Y las leyes sociales son de gran importancia. El presupuesto del Congreso nos aprobó los primeros presupuestos para la Banca de Oportunidades. Vamos a poder lograr la plena cobertura en salud, con el liderazgo de la señora Presidenta del Congreso. Y la plena cobertura en educación básica.

Es muy importante referirse al tema de las transferencias. El Congreso prefirió la sensatez a la demagogia. Lo que se acaba de aprobar es muy equilibrado: estimular la descentralización sin arruinar a la Nación.

Miren los efectos. Una manera de medir el desempeño de un país es a través de la diferencia entre la tasa de interés que ese país tiene que pagar, y la tasa de interés de los Estados Unidos. Hace 5 ó 6 años la tasa de interés que Colombia tenía que pagar, valía mil puntos más que la que tiene que pagar Estados Unidos. Esta semana ha valido entre 95 y 98 puntos. Siempre hay una diferencia de medianoche a por la mañana.

Cuánto le ayuda eso a los departamentos, a los municipios, a la Nación, al sector privado. Una decisión demagógica en transferencias nos habría llevado nuevamente a tasas de 600 – 700 – 800 puntos.

Nosotros, lo digo en una emulación positiva, llevábamos muchos años donde el Perú todos los días nos ganaba. Yo creo que hoy, 21 de junio, el día que tenemos sol en Colombia desde las 5:15 de la mañana hasta las 6:55 de la noche, es el tercer día que Colombia le gana a Perú, después de muchos años, en tasa internacional de interés. Está más bajita la nuestra que la del Perú.

Y eso va a ayudar mucho. Por ejemplo, pensando en las concesiones. Doctor Guillermo Botero: eso va a ayudar a que las concesiones tengan financiaciones de más largo plazo e intereses más bajos. Que se facilite la financiación de esas concesiones y que se disminuya el requerimiento de aportes fiscales del Estado.

Y es muy importante decir: estimulamos la descentralización sin arruinar a la Nación. Y el país es muy descentralizado. Cuenten ustedes esto, ayúdenme a contarlo: el Brasil se llama República Federativa del Brasil. Allí las regiones gastan el 30 por ciento del total del gasto del Estado. En Colombia las regiones gastan el 51. Más descentralizado Colombia.

Comparativamente es el país más descentralizado de toda la región. Y ahí no se incluyen gastos extraordinarios. Por ejemplo, el MIO. La Nación aporta el 70 por ciento, pero lo hace el municipio. Los subsidios de vivienda los aporta la Nación, pero las viviendas las construyen municipios, departamentos, cajas de compensación. Las vías municipales: la Nación le aporta este año a cada municipio 140 – 150 millones, pero el municipio ejecuta esa obra.

Es muy importante decir que es el país más descentralizado de la región, que hemos dado un paso prudente, hasta el año 2016. Y alguien me dijo: “Hombre, Presidente, ¿por qué aplazaron eso hasta el año 2016, si usted se va en el 2010?”. Porque no se puede aplicar a aquella conducta de: “Yo me salgo y el que viene detrás que arree”.

Al Presidente de la República le toca mirar el momento y tratar de visionar cómo puede evolucionar el país en los años que vienen. A nosotros nos ha tocado una carga pensional muy alta. ¿Saben ustedes cuánto vale el giro que la Nación le tiene que hacer este año al Seguro Social, porque el Seguro no alcanza con sus cotizaciones a pagar las pensiones? Le tiene que girar este año 5 billones 100 mil millones.

¿Saben ustedes cuánto valen las pensiones de los profesores? Y hay que decírselo a los profesores vallecaucanos, apreciado doctor Roy Barrera, usted que con sus compañeros de la bancada vallecaucana tanto ha ayudado en esta sensata decisión de transferencias. Las pensiones de los profesores de la Patria, sin haber terminado el cálculo actuarial, valen 37 billones. Y eso lo tiene que pagar el presupuesto nacional.

¿Saben ustedes cuánto valen las transferencias a las universidades? Un billón 800 mil millones.

Y las pensiones, solamente las pensiones de la Universidad Nacional, se estima que valen alrededor de cuatro billones. Y entre el 92 y el 98 por ciento lo tiene que pagar el presupuesto nacional.

Creo que hicimos una cosa sensata: aumento de transferencias todos los años. A partir del año 2016, ya se van a aumentar en la misma forma en que crezcan los Ingresos Corrientes de la Nación.

Y me dijo alguien: “Sí, Presidente, pero es que sí las aumentaron, pero no tanto como decía la Constitución del 91”. Éramos incapaces. ¿Qué me gano con decirle yo a uno de ustedes aquí: sí vas a tener 10, pero mañana le digo: solamente te pudimos pagar cinco? ¿Para qué se echa la Nación compromisos sobre las espaldas que no podrá cumplir?

Y creo que es un buen ajuste. Hay paralelos necesarios de la historia. La Constitución del sueño federalista de Colombia fue la de Rionegro de 1863. Y tuvo una efímera vida de 23 años. El país no pudo con los excesos federalistas de la Constitución de Rionegro. Entonces llegó el Gobierno del presidente Núñez a adoptar la del 86, que fue un timonazo, de la descentralización total hacia la centralización total.

Creo que para evitar esos extremos, lo que hemos hecho en este ajuste a la Constitución del 91 es bueno. Y la preserva. Y le da larga vida a la Constitución del 91.

Creo que lo hecho es muy defensable. Y en todos estos días vamos a explicárselo a la comunidad. Y quiero aplaudir aquí, en presencia de sus coterráneos, la responsabilidad, el buen juicio de la señora Presidenta del Congreso, y la responsabilidad y el buen juicio de la bancada vallecaucana. Adoptar una decisión de esas no es fácil. Y la adoptaron con responsabilidad que enaltece a la Patria y que nos va a permitir plenas coberturas en salud, en educación básica, y avanzar también en el tema del saneamiento básico.

Y ahí se van dando condiciones. Miren, yo les traigo varias buenas noticias, en medio de tantas dificultades: hoy se cerró el acuerdo ya, se culminó el acuerdo para la extensión de la concesión a la Sociedad Portuaria de Buenaventura. Habíamos puesto, la semana que estuvimos aquí en Cali, como fecha, el primero de julio. Se cerró antes. Se cerró hoy 21 de junio.

Están todos los compromisos de inversión, que no los voy a leer todos. Pero, por ejemplo, esta parte sí es muy importante: la inversión adicional a unos compromisos previos, será de 450 millones de dólares. También lo hicimos en Santa Marta: 126 millones de dólares. Y en Barranquilla: 178. La contraprestación en Buenaventura será del 17,5 en favor del Estado. Cuando haya ingresos adicionales sobre los inicialmente estimados, del 27,5.

Y acabamos de aprobar ya, definitivamente, la nueva concesión para Agua Dulce y para el Complejo Industrial Portuario, que despejan esos caminos para el Valle del Cauca y para el país.

Y quiero extender mi agradecimiento al Congreso, a la señora Presidenta del Congreso. Mi agradecimiento al doctor Julián Domínguez, a la Cámara de Comercio. A doña Rosita, a Fenalco, a los gremios.

Mi agradecimiento inmenso al señor Gobernador (del Valle del Cauca, Angelino Garzón). Inmenso. Para mí ha sido muy grato trabajar con todos ustedes y trabajar con el señor Gobernador. El señor Gobernador tiene un discurso social. Cree en eso, pero ha hecho una cosa muy importante: ha preferido la confianza inversionista que la demagogia que espanta la inversión. Eso es algo muy importante.

Y ha sido una pieza fundamental con el ministro de Obras (Andrés Uriel Gallego). Yo confío mucho en el Ministro de Obras. ¿Para qué se lo voy a decir cuando está presente? Lo digo ahora que está ausente. Porque él fue clave en estas negociaciones y es un hombre totalmente honesto. Tiene una cosita: exagera por allá lo exagerados que somos los paisas. Siempre se emociona con fechas y ve en los presupuestos de pronto más plata de la que hay. Pero es un gran trabajador y es un hombre totalmente honrado. Sacar estas concesiones adelante ha sido muy difícil. Como superar todos los pleitos que teníamos con las concesiones viales de Colombia o superar el pleito con la Concesión del Ferrocarril del Atlántico, que nos queda faltando el tema del Ferrocarril de Buenaventura.

Tenemos problemas. Problemas como la revaluación. No la subestimo. Quiero anunciar en Cali esta noche lo siguiente: nosotros no esperábamos tanta inversión en Colombia en tan corto tiempo. Necesitamos que se dé, y que se dé mucha para cumplir las metas sociales. Pero eso nos ha traído también revaluación. Y a mí me preocupa por sectores exportadores.

Entonces a mí me dicen los amigos de la reevaluación: “Presidente, el país ha ganado mucho: cuesta mucho menos la maquinaria, cuesta mucho menos la tecnología, el país se está reequipando, etcétera”. Pero hay que cuidar el empleo y hay que cuidar los sectores exportadores.

Entonces les he dicho: “Pues, hombre, si se ha ganado tanto, gastémonos una platica protegiendo el empleo de los exportadores”. Por eso hoy dictamos el primer decreto CERT (Certificado de Reembolso Tributario), que lo quiero anunciar aquí en Cali, para darle un reconocimiento del 4 por ciento a las actividades exportadoras intensivas en generación de empleo, con la condición de que mantengan sus empleos afiliados a las cajas de compensación, al Sena y a Bienestar Familiar.

Es un CERT con significado laboral, con obligaciones laborales. Para estas industrias quedan dos apoyos: un apoyo en tasa de interés subsidiada y un apoyo en CERT. Ya se ha empezado también con algunos subsectores del sector agropecuario, y confío que esto ayude.

El Banco de la República me ha dicho que ellos no son amigos de control de cambios, que no son amigos de dólar diferencial, que eso genera corrupción. Entonces he dicho: “Bueno, si van a permitir que siga flotando la tasa y si consideran que es conveniente para la estabilidad y la credibilidad en el país, entonces caminen gastémonos una platica para defender a los sectores exportadores, para defender el empleo de los sectores exportadores”.

Ese decreto quedó firmado hoy y quería anunciarlo esta noche aquí ante ustedes en Cali, apreciados compatriotas.

Y permítanme referir al acuerdo humanitario. Miren, yo tengo dos restricciones: a mí me parece inconveniente para el país una zona de despeje. Me parece inconveniente para el país que salgan unos individuos de la cárcel a volver a secuestrar y a volver a asesinar. Es que al país lo tuvieron despejado, y por eso se llenó de guerrilla y paramilitares. ¿Cuánto tiempo estuvo despejado en toda la geografía?

El Presidente Clinton hace dos semanas (el Gobernador, muy gentil y generosamente, me acompañó), nos decía en Nueva York: “A Colombia no la pueden mirar en la Colombia de hoy, mírenla de dónde viene y para dónde va, mírenla en la trayectoria”.

Y estaba bien informado. Nos decía que Colombia hace cinco años tenía el 30 por ciento de la población directamente presionada, capturada por guerrilla o paramilitares. Y el resto con presiones más directas, más indirectas. Teníamos el país despejado. Y nosotros tenemos muchas razones para oponernos a la zona de despeje.

Yo creo que hemos hecho un gran esfuerzo: la liberación de 150 personas de las Farc, con el compromiso de que no vuelvan a delinquir, que estén en el proceso de reinserción. Y le aceptamos al presidente Sarkozy (de Francia) liberar a Rodrigo Granda.

Rodrigo Granda dijo que él no se desmovilizaría de las Farc y el Gobierno le aceptó esto, pero le pidió esto, de muy buena fe, a través del Comisionado (de Paz, Luis Carlos Restrepo): está bien, el Gobierno acepta que usted no se desmovilice de las Farc, pero le pide varias cosas. Primero, que no participe en secuestro ni en asesinato ni en ninguno de esos delitos. Segundo, que no regrese a la clandestinidad, que esté dando la cara a la comunidad nacional y a la comunidad internacional como gestor de paz.

¿Y por qué le atendí esa petición al presidente Sarkozy? Es una época en la cual hay que tener tanta consideración con lo nacional, como con lo internacional. Es un país que está en la Corte Penal Internacional. Tenemos un país que está en múltiples acuerdos multilaterales. Tenemos un país que se está integrando todos los días más a la Unión Europea.

La doctora Ingrid Betancourt, ciudadana colombiana, también tiene ciudadanía francesa. Hay un legítimo derecho del Gobierno de Francia de interesarse por la liberación de una persona que tiene ciudadanía francesa. Eso fue como el año pasado cuando nos secuestraron a un colombiano en Afganistán. Yo me di a la tarea, con toda la angustia, con toda la febrilidad, de trabajar hasta que logramos liberarlo.

Entonces creo que se ha hecho un gesto grande. El Gobierno no ha querido ni va a contestar nada de lo que dicen las Farc. Nuestro primer aporte es la liberación de estas personas. Nuestro segundo aporte, prudencia. Eso sí, lo que no puedo es hacer afectar la Seguridad Democrática.

Y hay unos facilitadores trabajando. La seguridad que pueden tener ustedes es ésta: sin afectar la Seguridad Democrática, el Gobierno no ha descuidado un solo día la búsqueda de la liberación de los secuestrados. Y vamos a seguir en esa tarea.

Tema de la parapolítica: este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo. Eso crecía y crecía, como la guerrilla. Aquí al único que le decían paramilitar hace cinco años era a mí, por razones políticas, por atacarme políticamente. A mí me decían paramilitar por atacarme políticamente, y a los paramilitares no les decían paramilitares porque les temían. Por miedo. Ya les perdieron el miedo, gracias a este Gobierno.

Era muy difícil: cuando ellos estaban en sus campamentos, a sus anchas, se les tenía miedo. Hoy ya se habla de ellos, porque el Gobierno los tiene en la cárcel. Hablar mal de los presos es muy fácil.

Entonces a toda esa discusión internacional lo que le contesto es: miren el récord de este Gobierno: 43 mil desmovilizados. Este país tenía 60 mil terroristas.

Cuando se hizo el acuerdo de paz en Irlanda tuve el privilegio ese año de estar en la universidad de Oxford, y pregunté: ¿Cuántos son los terroristas del IRA? Y me dijeron: 118. Y yo decía: en Colombia 60 mil.

¿Cuántos son los terroristas de ETA en España? 300. Colombia, 60 mil.

Pregunté: ¿Cuántos son los delitos del IRA? Y me dijeron: Entre 1923 y 1998 cometió 3 mil 200 asesinatos. En ese año en Medellín 5 mil asesinatos.

Una cosa bien difícil lo nuestro. Hoy tenemos 43 mil desmovilizados. Ahora, no estamos en un punto ideal, se lo he oído al Gobernador, pero el país va en una trayectoria de mejoramiento.

Anoche estuve en Barrancabermeja y le decía al padre De Roux: “Padre, comparemos la Barrancabermeja de hoy con la de hace cinco años. Todavía con muchas dificultades, nadie dice que está en el paraíso, pero ha mejorado enormemente, y hay que ver la actitud de la gente, el comercio, la economía, la alegría”.

Una ciudad que parecía a toda hora en luto, que parecía a toda hora en un velorio, es una ciudad alegre hoy. Una ciudad que se ha encontrado con el optimismo. Y veo así al país entero.

Entonces aparecen y aparecen acusaciones. Entonces que aparece el video. Anoche llegué a Barrancabermeja y salieron a saludarme dos líderes populares que allá me han ayudado mucho: Raúl Rubio y John Jairo. Cada que yo llego a Barrancabermeja, John Jairo saca una pancarta de apoyo. Y le dije: “John Jairo, si te vas a tomar una foto conmigo hoy, te tienes que revisar. Si estás de ‘para’, no te la vayas a tomar, porque me creas el problema del diablo”.

Y lo mismo le dije a Raúl Rubio. Le dije: “Hombre, ¿qué fue lo de la manifestación de Berrío?”. Y me dijo: “No, de aquí salimos un poco a acompañarlo a usted allá en el año 2001 a esa manifestación, líderes populares, y entonces después apareció que uno de ellos, un líder popular de aquí, se desmovilizó que porque era paramilitar”. Le dije: “No me vas a hacer la misma”.

Miren: yo he mirado al país con ojos de padre de familia, porque quiero que las nuevas generaciones puedan vivir felices en este país. Mi generación no ha tenido un día completo de paz. Y el país puede tener la certeza de que yo no lo he engañado.

Aquí hubo tres hechos graves: filaban a muchos políticos frente al narcotráfico. Yo no participé en eso. En muchas partes del país, por falta de Estado, había que pedirles permiso a las guerrillas para hacer política. Yo no les pedí permiso a esos bandidos. Los enfrenté. Por eso llevo 17 atentados. Y después llegaron los ‘paras’ a hacer lo mismo. No he tenido una sola reunión, no he tenido una sola complicidad, no he tenido una sola conversación.

Entonces aparecen otras acusaciones: un señor que está en México, clandestino, salió a la luz pública como delincuente en este Gobierno, porque al Comisionado le contaron del señor y el Comisionado le contó a la Policía, y fue este Gobierno el que lo puso en la lista de los delincuentes más buscados en 2005.

Yo recientemente oí mencionar de él, oí hablar de él. Entonces el señor acusa que Mancuso le dio una plata que a un señor que llegó allá, de 45 años, y a otro, de 38, que paisas, y que salieron a la carrera para el aeropuerto de Montería, para venirse a Bogotá, que eran de la campaña de Uribe.

Estas campañas presidenciales las ha manejado el doctor Fabio Echeverri con todo el rigor, con austeridad, aplicando todos los controles. Pero no son la excepción de mi vida: con el mismo rigor se manejó la campaña de la Gobernación de Antioquia y las campañas al Senado.

Estábamos en octubre del 94, faltaban unos días para la elección de la Gobernación de Antioquia, y los dos gerentes, los doctores Luis Esteban Echevarría y Guillermo Gómez del Barco, me dijeron: “Hombre, Álvaro, aquí hay un cheque de 30 millones, que tenemos una preocupación”. Y les dije: “¿Tienen pruebas de que es de origen ilegítimo?”. Y me dijeron: “Pruebas no, dudas”.

Porque representaba mucho para una campaña de 150 – 200 millones, un cheque de 30 millones. Y les dije: “En la duda abstente, como decía Santa Teresa. Devuélvanlo. Prefiero perder la Gobernación de Antioquia que ganarla con dineros ilegítimos. Eso sí, no devuelvan ese cheque sino el sábado por la noche, antes del domingo de elecciones, porque si lo devuelven ya, tienen tiempo de dárselo a alguno de mis oponentes, y me gana con eso”.

Es que actuar en la vida colombiana es muy difícil. Uno comete errores. Pero a mí que me esculquen, que a mí delitos no me encuentran.

Enseguida aparece el otro cargo que hace el señor, y es que le dieron dos millones a la campaña de Córdoba, de dólares. Entonces le preguntan los periodistas: “¿Pero si allá le ganaron a Uribe por 80 ó 100 mil votos?”. Y dice: “No, lo que pasa es que no se permitió que toda esa gente votara en Córdoba para que no fuera notorio, los trasladaron a Antioquia”. ¿Cómo les parece trasladar 80 o 100 mil votos de un departamento a otro, a un mes de elecciones?

Y entonces en las dos únicas partes de Antioquia donde perdí en el 2002, es en las dos zonas limítrofes con Córdoba, que son las zonas en esa época paramilitares: Urabá y el Bajo Cauca.

Con dos millones de dólares en Córdoba, ¿quién sabe que habría pasado con el resultado electoral y quién los hubiera ocultado? Es más fácil meter una culebra de resorte en el tarro, que ocultar dos millones de dólares en una campaña en el departamento de Córdoba. Si había tanta infamia y tanta calumnia, ¿qué tal que hubieran tenido un hecho como éste para poder hacerme la respectiva imputación?

Esto se ha manejado honorablemente. Y toca estar dando explicaciones. Me decía alguien: “Presidente, no vaya más a los Estados Unidos, la dignidad de la Presidencia”. Le dije: “Vea, yo no puedo ponerme aquí en un salón a guardar la dignidad de la Presidencia, mientras están estropeando la dignidad del país allá. Yo tengo que estar peleando en todas partes. Honro más la dignidad de la Presidencia peleando por Colombia en todas partes, repitiéndoles a todos los interlocutores lo que sea necesario, la realidad colombiana y lo que estamos haciendo, que aquí encerrado. Ese TLC hay que lucharlo hasta el último momento y, con la ayuda de Dios, lo sacamos adelante”.

Entonces dicen que en Colombia asesinan sindicalistas. Sí, es cierto. Preguntemos qué ha pasado, de dónde viene eso, qué hay en materia de impunidad. Cuando yo llegué a la Presidencia aquí asesinaban 256 (líderes sindicales) al año. Desde la hora cero empezamos a protegerlos. Se redujo a 25 en el año 2005. En el año 2006 nos volvió a subir a 60, porque se le sumó a eso un enfrentamiento entre las Farc y el Eln. Entonces las Farc mataba a un sindicalista en un hospital de Arauca diciéndole: es amigo del Eln. Y el Eln asesinaba a un sindicalista en el municipio de Saravena diciéndole: es amigo de las Farc.

Este año hemos tenido tres casos: un sindicalista del Inpec. Hasta ahora la justicia ha dicho que su muerte no tiene relación con la actividad sindical.

Un segundo caso, 3 de mayo, un sindicalista en el departamento de Sucre, en un enfrenamiento Farc – Ejército. Él estaba del lado de las Farc, armado. El Ejército lo dio de baja. Después el CTI hizo el levantamiento del cadáver y certificó. Hasta hoy eso no lo han desvirtuado.

El tercero, el sábado o domingo por la noche en Valledupar, un afiliado a un sindicato de la región, lo mataron unos sicarios.

El Gobierno le hace riguroso seguimiento a eso. Se ofrecen recompensas para esclarecer los crímenes. Nosotros hoy estamos protegiendo a seis mil colombianos con protección individual. Mil 500 son sindicalistas. El sistema de protección este año nos vale 76 mil millones. Y creo que empezamos a superar la impunidad.

Lo primero que hay que contarle al mundo es que en un país donde había 35 mil asesinatos, no hay justicia que valga. Hay que contener, disuadir a los criminales, para abrirle paso a la justicia, para que no siga triunfante la impunidad.

Hemos adoptado el Sistema Penal Acusatorio, la oralidad. Solamente para implementarlo, el año pasado costó 70 millones de dólares. El Congreso, en el Plan de Desarrollo, en las leyes de justicia que acaba de aprobar, acaba de darle otro gran estímulo a la lucha contra la impunidad en Colombia. Ya se han producido las primeras 37 sentencias, que han condenado a 59 personas como responsables de asesinatos de sindicalistas.

Y déjenme decir esta cosa: yo pienso, apreciados compatriotas, que no son los empresarios los que asesinan a los sindicalistas ni son los sindicalistas los que secuestran a los empresarios. Aquí ha habido un problema guerrilla – paramilitar por ausencia del Estado.

Si la justicia en algún momento dice: tal empresa es responsable del asesinato de un trabajador, el Gobierno es el primero que tiene que apoyar la justicia. Hecha esa salvedad, déjenme comprometerme con la afirmación anterior.

¿Y de dónde vienen esos asesinatos? Las guerrillas marxistas, que tanto han maltratado este país, y yo lo viví como estudiante de la universidad pública en los setenta, llegaron con la idea de la combinación de todas las formas de lucha. Asesinaban y penetraban el movimiento sindical o la política o el movimiento estudiantil. Después llegaron los paramilitares e hicieron lo mismo. Y las regiones desprotegidas.

Porque no se ha hecho el juicio que se tendría que hacer, el juicio al Estado. Que no es un juicio pendenciero a quienes me han antecedido en la Presidencia de la República, sino un juicio de responsabilidad al Estado, que tuvo abandonadas todas estas regiones y por eso crecieron los bandoleros de todos los pelajes.

Y entonces llegaron los paramilitares: ¿este sindicalista trabaja con la guerrilla? Lo matamos por colaborador de la guerrilla. Y después llegaba la guerrilla y decía: ¿este trabaja con los paramilitares? Lo matamos por colaborador con los paramilitares.

Nosotros tenemos una reunión permanente con las centrales obreras. Colombia estuvo (y lo sabe el doctor Angelino Garzón, nuestro Gobernador) 22 años en la lista negra de la OIT. Solamente en los últimos dos años, el año anterior y éste, la OIT ha excluido a Colombia de la lista negra.

Ahora, nos falta. Yo quisiera poder decirle al mundo: no tenemos ya asesinato de sindicalistas. Pero hemos mejorado. Yo quisiera poder decirle al mundo: no hay asesinato de maestros. Este año nos han asesinado nueve maestros, especialmente en zonas rurales, en un país donde todavía asesinan a 17 mil personas al año. Por eso la lucha tiene que ser de todas las horas. En este país asesinaban 15 periodistas. Gracias a Dios, este año no han asesinado uno solo.

Entonces tenemos que seguir en esa lucha y darles confianza a los colombianos. Tengan confianza en Colombia. Con la ayuda de Dios, salimos adelante.

Nosotros tenemos gremios muy buenos, con toda la responsabilidad social, como Fenalco. Y una democracia que opera. Qué bueno, señora Presidenta del Congreso, que usted le entregue al país esa agenda legislativa tan importante. Claro, sí, faltaron unas normas de reforma política. No se aprobó la sanción a la dosis personal de droga. Y a última hora no se aprobó el proyecto que permitía el reconocimiento de los derechos patrimoniales y de seguridad social a parejas del mismo sexo. El país tiene que seguir en el examen del tema.

Yo pienso que mientras se aprueban las nuevas normas de reforma política, que las vamos a presentar nuevamente como proyecto el 20 de julio, se debe buscar un acuerdo de los partidos para aplicarlas en la práctica, en sus estatutos, en sus prácticas, mientras se elevan a la categoría legal y constitucional.

El tema de las parejas homosexuales. Son temas muy difíciles, donde entra una lucha entre el respeto a la intimidad, la ética, los compromisos con la comunidad, las creencias religiosas. Temas muy difíciles. Y qué difícil referirse a ellos y qué difícil resolverlos.

Yo he pensado que en esos temas, la fórmula es la que menos antagonismo cree. Y por eso yo, como Presidente, dije al año pasado: una fórmula que puede crear los menores antagonismos, es la fórmula de decirle no al matrimonio, no a la adopción, sí a la seguridad social y a los derechos patrimoniales. Yo creo que es un buen balance entre el respeto a la intimidad y la obligación de no hacerle daño al prójimo. Es un buen balance para no antagonizar la sociedad colombiana. El Congreso volverá a examinar el tema.

El tema de la dosis personal de droga. Yo sí le pido al Congreso de la República que nos ayude. Sentí todo el compromiso de la Presidenta del Congreso, pero el Congreso entero nos tiene que ayudar a sancionarla. Aquí en Cali sí que se siente. A uno le dicen en los barrios: “Mire, aquí hay delincuencia porque hay expendios de droga”. Y me dice la Policía y el Ejército y la Fiscalía: “Y qué difícil perseguirlos, porque se escudan en la dosis personal”.

Hechas esas anotaciones, es una agenda legislativa excelente. Qué bueno, señora Presidenta, que en lugar de estar hoy alarmados por la parapolítica, hablando de pronto de saltos al vacío, de cierres del Congreso, de Constituyentes, usted haya liderado la consolidación de las instituciones y le puede entregar al país esta fabulosa agenda legislativa.

¿Qué prefieren los colombianos? ¿El Congreso trabajando o el país a toda hora creando incertidumbre, hablando de Constituyentes y de saltos al vacío? Yo creo que es importante el Congreso trabajando y produciendo resultados. Eso es lo que da lo que da confianza. Y eso hay que resaltarlo hoy.

Todos trabajando, ahí vamos mejorando. Hoy hay un país con mucho debate, pero con menos bombas. Un país con mucho debate, pero con más esperanza.

Felicitaciones a todos y muchas gracias”.

 
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