Fotografía Audio Correo Presidencia Mapa de Sitio Noticias inicio Video

DISCURSOS AÑOS ANTERIORES

2007 - 2008 - 2009 - 2010

   
2007
   
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
   
   
   
   
   
 
     
   
   
     
 
   
 

 

 
 

Palabras del presidente Uribe en la entrega de los Premios
Portafolio 2007, en Bogotá

Noviembre 29 de 2007 (Bogotá D.C.)
 

“En primer lugar quiero expresar mis felicitaciones a Portafolio, por esta tarea continuada de destacar estos esfuerzos colombianos que le dan buen ejemplo a la Patria. Y quiero felicitar a los compatriotas que fueron preseleccionados y a los que han sido distinguidos esta noche con los Premios Portafolio 2007.

Qué bueno que en una Patria donde abundan, en ocasiones, malas noticias, se estimule la acción de las buenas personas, de las buenas empresas que constituyen la gran mayoría de Colombia. Muchas felicitaciones a todos.

Circunstancias de agenda no me permitieron, el año pasado, acudir a esta premiación. En los anteriores había aprovechado la formidable ocasión para hacer unos comentarios a guisa de presentar mi visión del Estado y la Nación en el momento.

Por supuesto, no podemos desvincular la Nación del debate político que se surte en América Latina. Nosotros hemos dicho que consideramos obsoleto, polarizante, el debate entre izquierda y derecha, que trata de renacer en América Latina con mucho vigor; que no es práctico; que a la hora de la verdad, hay mayor diferencia en los gobiernos democráticos, en los candidatos, que en el ejercicio gubernamental. Y que, finalmente, en el ejercicio gubernamental muchas veces las realidades se invierten. Y los gobiernos que se predican más de izquierda terminan comportándose como gobiernos de derecha y puede ser al revés.

Nosotros, en lugar de ello, hemos venido proponiéndole al país y a la región trabajar una democracia moderna caracterizada por cinco elementos: la Seguridad Democrática, el respeto a las libertades, el esfuerzo para construir cohesión social, la lucha incesante por la transparencia como factor de ligazón y de confianza de cada individuo con el colectivo, de cada individuo del colectivo con las instituciones estatales, y el respeto a la independencia de las instituciones de origen democrático que componen el Estado. Respeto a la independencia en aras de evitar excesos y, también, el imperativo de la cooperación armónica, en función de los intereses superiores de la sociedad y del Estado.

Anoche, cuando asistíamos a la reunión de las cortes de jurisdicción constitucional de muchos países del mundo celebrada en Cartagena, expresábamos que un buen suceso de la democracia colombiana es que aquí la independencia en las ramas del poder público no se esgrime para evitar controversias. Pero las controversias no afectan las instituciones. Yo creo que es un buen punto de la democracia colombiana.

Es bien importante el tema de las libertades públicas, su relación con la Seguridad Democrática. Y es bien importante no solo por la historia que conoció el Continente, cuando en lugar de Seguridad Democrática se practicaba la doctrina de la seguridad nacional, que afectaba las libertades; que en nombre de la lucha contra el terrorismo cercenaba el pluralismo, expatriaba el disenso. La nuestra es todo lo contrario.

Y el contraste no es solo con episodios del pasado en la historia de América Latina, sino con circunstancias del presente.

Hoy, en un país como Colombia, todavía enfrentando una valerosa lucha contra el terrorismo, el respeto a las libertades es superior que en muchos países de América Latina que no tienen el problema del terrorismo.

Yo creo que hay que valorarlo. Pocas veces los colombianos hacemos esa reflexión y yo quiero invitarlos a que la formulen. Quiero invitarlos a que la procesen. A que se pregunten: si otros países que no tienen esta amenaza irrespetan las libertades, cuanto más es importante la democracia colombiana que con esa amenaza terrorista todos los días se esmera más por el respeto de las libertades.

Acabamos de tener un proceso electoral de gran trascendencia de las elecciones regionales. Una demostración de los valores democráticos de este país: 87 mil candidatos. En las elecciones inmediatamente anteriores comparable, 75 mil; en las de más atrás, en el año 2000, 45 mil. No pudimos evitar totalmente la violencia, pero sí hubo un gran decrecimiento.

Los colombianos pudieron votar en casi todas las mesas electorales del país. Fueron asesinados 20 candidatos, 18 de ellos portadores de tesis afines al Gobierno. Los otros 2, no de la oposición. De los 20 candidatos asesinados, hasta hoy ha probado la justicia, 12 fueron asesinados por las Farc.

Acudimos a estas elecciones sin paramilitarismo, un gran avance. Creo que eso destaca cómo este país ha venido protegiendo sus libertades y haciéndolas todos los días más efectivas.

Hemos venido paulatinamente haciendo el tránsito de las libertades retóricas a las libertades efectivas. Hemos venido haciendo el tránsito de libertades que se sentían en pequeños círculos, a libertades que hoy empiezan a disfrutarse en todo el territorio colombiano, en las más remotas aldeas. Creo que es un proceso bien importante.

En América Latina, resurge hoy la tendencia del estatismo. Nosotros reformamos el Estado, no lo desmantelamos, y no estamos en el estatismo. Ese alinderamiento es necesario hacerlo frente a toda audiencia, nacional o internacional. Las nuevas tendencias de estatismo tienen antecedentes sumamente graves en la región. El estatismo brasilero de 1930 terminó después en el desarrollismo, en nuevas dictaduras, en profunda depresión social.

A nadie escapa el fracaso del estatismo ensayado en Bolivia, después de 1950, por los fenómenos estatistas que condujeron a aquel fracaso en el Perú, en la dictadura del General Valasco Alvarado.

Recursos naturales agotables contribuyen, en el corto plazo, a que proyectos estatistas no muestren sus debilidades, porque esos recursos dan capacidad de inversión y de subsidio. Pero un colapso en el precio o en la producción de esos recursos, en ausencia de confianza inversionista, conduce a un colapso social.

Nosotros reformamos el Estado, como en efecto venimos haciéndolo, pero no estamos en el estatismo. Esto sí que es importante repetirlo hoy en América Latina. Repetir nuestro compromiso con las libertades; repetir nuestro compromiso con la iniciativa privada, con el emprendimiento con responsabilidad social, donde entra el Estado a jugar ese papel frente al emprendimiento, como garante de la responsabilidad social que, creemos, se tiene que expresar en tres áreas.

Primero, en la transparencia, en las relaciones entre la inversión y el Estado. Transparencia en la asignación de concesiones, de contratos; transparencia en la superación de disputas; transparencia en la tributación.

Segundo, responsabilidad social expresada en solidaridad del emprendimiento con las comunidades, especialmente en materia de respeto al medio ambiente.

Tercero, responsabilidad social en las relaciones laborales, fraternas, no de odio de clases, que tanto daño ha hecho; fraternas, no de capitalismo salvaje que tanto daño ha hecho; fraternas, no de burocratismo estatal que tanto valor destruyó.

Objetivos de Gobierno

Con estas elementales premisas, estamos trabajando tres objetivos de Gobierno: consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y avanzar en cohesión social. Van de la mano. La confianza inversionista, que explica alguna de las cifras a las cuales se refería el doctor Ricardo Ávila, Director de Portafolio, tiene entre sus causas mas eficientes, la determinación del pueblo y del Gobierno de avanzar en Seguridad Democrática.

La confianza inversionista, a su vez, hace sostenible en el tiempo la Seguridad Democrática y ambas permiten avanzar en cohesión social. Y la cohesión social, como variable que determina y también replica, se convierte en fuerza legitimante de la Seguridad Democrática y de la confianza inversionista.

El Continente se equivocó en la época en que solo pensaba en la prosperidad económica y volvió a equivocarse en la época cuando solo se pensaba en la prosperidad social. Nosotros creemos que la prosperidad social hay que llevarla de la mano de la prosperidad económica.

Algunos países, en la época del desarrollismo, preocupados solo por la prosperidad económica, lograron altas tasas de crecimiento, paralelas con altas tasas de empobrecimiento. Y la falta de incluir amplias masas a las corrientes dinámicas de la economía, paro la prosperidad económica. Cuando se giró al otro extremo y solo se habló de la prosperidad social, se abandonó la prosperidad económica, el discurso social generó ilusiones electorales y trajo frustraciones colectivas.

Nosotros creemos que la prosperidad económica, en simultáneo con la prosperidad social, nos ayudan a consolidar la democracia y nos ayudan a construir una sociedad en armonía

Seguridad Democrática

En materia de Seguridad Democrática vamos ganando, pero no hemos ganado todavía. Hemos avanzado, pero falta mucho. Una de las últimas leyes aprobadas en el Congreso nos mejora el marco penal para poder avanzar en aquello que se llama la seguridad cotidiana. Estamos haciendo un gran esfuerzo a ver cómo delitos como el robo de vehículos, el hurto a personas, a residencias, a establecimientos de comercio, se reduce en nuestra Capital y en todas las ciudades colombianas.

Los contribuyentes han hecho un aporte importante, los declarantes de mayores patrimonios, que empezará a invertirse para poder consolidar el proceso logístico de la Seguridad Democrática.

Tenemos dificultades. Hemos hecho todos los esfuerzos en pro del acuerdo humanitario. Cuando hemos debido escoger entre evitar un riesgo político o apostarle al acuerdo humanitario, solidarios con el dolor de las familias de los secuestrados, hemos preferido apostarle al acuerdo político y no abstenernos de dar opciones so pretexto de evitar riesgos políticos. Hemos preferido el acuerdo humanitario sobre el cálculo político.

En las nuevas circunstancias, hemos dicho al mundo que el Gobierno de Colombia participa de la idea de que las pruebas de supervivencia y la liberación de los secuestrados se produzca de manera unilateral, en consideración del Presidente Sarkozy o del Presidente Chávez. Como quiera que el Gobierno de Colombia no ha logrado obtener ni lo uno ni lo otro, que el grupo terrorista de las Farc tiene el odio por el Gobierno de Colombia y tiene simpatías por gobiernos internacionales que dice respetar, como el Gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Ojalá entreguen la pruebas y ojalá liberen a lo secuestrados.

Hemos ofrecido, desde hace 48 horas, beneficios jurídicos que se han venido explorando para aquellos guerrilleros que liberen secuestrados.

Y en las últimas horas, en nuestra conversación con el Gobierno de Francia, hemos abierto la posibilidad de explorar, con la comunidad nacional e internacional, nuevas vías a utilizarse en procura de la liberación de los secuestrados, que no le den protagonismo político al terrorismo y que sean efectivas para la liberación de los secuestrados.

Confianza inversionista

La confianza inversionista. Ha crecido enormemente la tasa de inversión. Es lo que tenemos que sostener. A ello contribuye el modelo: decirle no al estatismo; dar todas las garantías para el emprendimiento. Para una economía no de monopolios estatales, no de monopolios privados; para una economía de dinámica de emprendimiento.

A la confianza inversionista contribuye la perseverancia en la Seguridad Democrática; a la confianza inversionista contribuye la salud fiscal de la Nación.

Cuando nos enteramos de las huelgas, que nuevamente azotan a Francia, o las reformas que propone el Presidente (Nicolas) Sarkozy, como la eliminación de los privilegios pensionales, tenemos que acordarnos que aquí, primero lo intentamos a través de un referendo, que no se pudo aprobar, y que hemos hecho esas reformas con un alto esfuerzo político.

Aquí tramitamos, en este Gobierno, la reforma constitucional que elimina los privilegios pensionales. Acabamos de tramitar la reforma constitucional que regula las transferencias a las regiones y en este momento, en el Congreso de la República, estamos tramitando la reforma legal, que desarrolla esa última reforma constitucional. No fácil.

A ratos parece que a mí mismo se me olvidara las dificultades de estas reformas. Y cuando veo en las madrugadas las escenas de Francia digo: ‘Bueno, como es de difícil allá. ¿Será que aquí no fue igual o más difícil?’.

¿Se imaginan ustedes, en un proceso de elecciones regionales, lo que siente una bancada en el Congreso, cuando tiene que aprobar una fórmula de transferencias a las regiones que está en contra de quienes dicen que el único camino era regresar a la Constitución del 91, con una fórmula impagable?

Creo que el Congreso procedió con gran responsabilidad. Que lo está haciendo en una Legislatura difícil como esta, porque es una Legislatura que ha coincidido con las elecciones regionales.

Era mucho más fácil haber aprobado el regreso a la Constitución del 91, que haber aprobado la reforma constitucional, que ahora se desarrolla en una reforma legal.

Pero se procedió con responsabilidad, con visión de futuro. Se procedió buscando el equilibrio entre la promoción de la descentralización y el cuidado de la salud fiscal de la Nación.

En un ejercicio persuasivo por todos los rincones de Colombia, procurando que no tomara fuerza un referendo no solo propuesto por la oposición radical, sino por lo que podríamos llamar, también, oposición de sectores del orden establecido. Un referendo que en un proceso electoral sería a considerar como bastante taquillero.

Y logramos esa reforma. Logramos ese equilibrio que ahora estamos desarrollando. Yo creo que ha ayudado mucho a la confianza en el país.

Y nos ayuda a seguir la tarea de reducción del endeudamiento, del déficit. Este país, cuando terminó el Presidente (Virgilio) Barco, estaba, prácticamente, en equilibrio. Cuando empezó nuestro Gobierno, en ese agosto, el déficit consolidado era del 4.2, hoy es del 0.7.

En el Gobierno Nacional central, sumando el agotamiento de reservas del Seguro, este año le tenemos que trasladar al Seguro 4 billones 900 mil millones para pagarles a los jubilados. Prácticamente, lo que nos costaría la doble calzada de Bogotá a Santa Marta.

Ese déficit del Gobierno Nacional central, sumando ese complemento que hay que entregarle al Seguro, sumaba 7 y medio. Este año podemos terminar con un déficit del Gobierno Nacional central entre el 3.3 y el 3.7.

Reforma administrativa

Para contribuir a la confianza inversionista, estamos empeñados en la reforma administrativa. Yo creo que es lo menos visible cuando se examinan las reformas fiscales, pero puede ser, en el mediano y largo plazo, el mejor legado fiscal de nuestra administración.

Hemos reformado, hasta el momento, 415 entidades del Estado. Empezamos por Telecom; la última, Ecopetrol. Ahora estamos reformando las clínicas del Seguro Social. Hemos reformado la de Santa Marta, la de Cartagena. Estamos reformado las de Medellín y, en un proceso muy difícil, las de Bogotá. Aspiramos culminar totalmente esas reformas.

Estamos impulsando la reforma de la EPS, para hacer el tránsito del desgreño burocrático a la eficiencia social, creando una EPS que sustituirá a la del Seguro y que tendrá como asociados a las Cajas de Compensación y a una compañía de Seguros del Estado.

Estas reformas, no fáciles. El país conoce qué ocurrió cuando se intentó reformar a Telecom. Era imposible pensar en la reforma de Ecopetrol.

Yo que había tenido la experiencia de la reforma laboral de 1990, de la reforma de la seguridad social de 1993, de la reforma profunda de la estructura administrativa del Departamento de Antioquia, uno de los orígenes de la Ley 617, no habría sido capaz de comprometerme hace 5 años con la capitalización de Ecopetrol.

Me preguntaban mis compatriotas: ‘¿van a adelantar la reforma laboral y pensional de Ecopetrol? Y decíamos: ‘haremos todos los esfuerzos’.

Se requirió un proceso de 3 años, un conflicto laboral de 3 años. Con un antecedente: en los 40 años anteriores solamente se había intentado denunciar la convención colectiva de trabajo de Ecopetrol en una ocasión, el Gobierno de turno echó reversa.

Los trabajadores y pensionados mantuvieron intactos los privilegios y el costo fue la renuncia del Presidente de Ecopetrol, que había propuesto esa iniciativa. Con mucha dificultad hicimos esa reforma y llegamos a la segunda, a la capitalización. Qué difícil sacarla adelante. No solo por el radicalismo ideológico que se había enseñoreado en muchos sectores de nuestro país, sino por la situación de América Latina.

Nuestros países vecinos solamente aceptan hoy monopolios estatales, para manejar recursos no renovables como el petróleo.

México. El Presidente (Felipe) Calderón ha expresado públicamente la necesidad de que la Constitución mexicana se reforme, para permitir que el Gobierno de México haga alianzas con inversionistas internacionales, para poder adelantar unas perforaciones que Petróleos de México no ha podido llevar a cabo.

Tienen un acuerdo para lograr la reforma en el campo de producción, no así en el campo de distribución.

La capitalización, a cargo de particulares de Ecopetrol, en el momento político de América Latina, es una gran demostración de que Colombia va abriendo su propia vía de confianza.

Muchos países, cuando se proponen recuperar confianza. Y yo creo que cuando el mismo doctor Ricardo dice que a Colombia, a principios del siglo, de este, en algunas partes se le tomaba como un Estado al borde del colapso, hoy, la sola capitalización de Ecopetrol, que en esta primera parte vinculó a 500 mil colombianos, más otros 6 millones de compatriotas, dueños de los Fondos de Pensiones, muestra algo muy bueno.

En otros países los procesos de recuperación de confianza, en la primera etapa se han esmerado para obtener primero confianza entre foráneos. Aquí, la capitalización de Ecopetrol a cargo de colombianos, es una muestra de que hay confianza entre nuestros propios compatriotas.

Esas reformas administrativas le han ahorrado al PIB un punto por año. Eso sí que es bien significativo. No solamente hay que contabilizar lo que se venía causando en caja, sino lo que era previsible.

¿Se imaginan ustedes qué le habría pasado al país si el Presidente de Telecom acudiera hoy donde el Ministro de Hacienda para que le transfiriera 500 mil millones para pagarles a los pensionados de Telecom? ¿Qué le hubiera pasado al país si no tuviéramos hoy un socio en Cartagena, para adelantar con Ecopetrol una inversión de 2 mil millones de dólares, Glencor, a fin de poner al día esa refinería?

¿Qué le hubiera pasado al país si Ecopetrol hubiera continuado invirtiendo a un ritmo de 500, 700 millones de dólares al año, cuando el año entrante podrá invertir 4 billones de dólares?

Pienso que estas reformas son bien importantes y constituyen la lucha más eficaz contra el clientelismo.

Apreciados compatriotas, recuerdo en la discusión de la reforma de Telecom, me decía el sindicato, y con razón, en medio de una aguda polémica conmigo: ‘Presidente, no le hagan la imputación de todos los males al sindicato. Nosotros proponíamos -decían los trabajadores- y los gobiernos aceptaban. A la empresa llegaban recomendados, por razones políticas simplemente, para completar periodos de jubilación o para mejorar la jubilación’.

En Ecopetrol, hasta hace muy poco, todavía exigían presiones políticas, que se nombrara una u otra persona en la Junta Directiva.

Estas reformas han salvado el capital público. Y hay una diferencia que nos permite exhibirlas ante quienes creen que son idénticas a las del consenso de Washington, que desmanteló el Estado.

Aquí no se ha desmantelado el Estado, aquí se ha fortalecido. ¿Cuánto más vale hoy el capital público en Ecopetrol? ¿El capital público en Telecom?

Telecom ya construye valor. No tenía con que adelantar inversiones. Ahora Colombia Telecomunicaciones adelanta inversiones del orden de 8 billones.

Y son reformas que ayudan a darle transparencia a las costumbres de la política.

Tributación

Y hemos utilizado la tributación para estimular inversiones. Reconozco, no logramos, como era nuestro empeño, un esquema tributario simplificado. Sigue siendo complejo. Pero logramos algo muy importante: darle un tratamiento diferente a quienes hacen el esfuerzo de invertir, del tratamiento que se les debe dar a quienes no hacen el esfuerzo de invertir.

Creo que esto es mucho mejor que lo que se ha hecho en otros países, donde simplemente se les han rebajado las tarifas a todos los contribuyentes, sin considerar que debe premiarse a aquel que haga el esfuerzo de crecer y de invertir.

La deducción general del 40 por ciento por toda nueva inversión; el estímulo específico a sectores como el sector de los biocombustibles, promisorio para nuestro país, al sector del turismo, etc.; las nuevas zonas francas, industriales, comerciales, agroindustriales y de servicios, constituyen estímulos muy importantes para la inversión, que finalmente son estímulos al empleo.

Y ha sido difícil de introducir esto en Colombia, por una historia de oposición de la academia económica y de sectores de la política, a utilizar estos incentivos. En la agenda que se tramita actualmente en el Congreso de la República, hay un proyecto complementario; esperamos que sea ley antes del 16 de diciembre. Ese proyecto propone un conjunto de incentivos para las inversiones de pensionados de cualquier país del mundo, a fin de tener su segundo hogar en Colombia. En algunos países vecinos eso está funcionando bien y Colombia no se puede quedar atrás.

Soy de la idea, apreciados compatriotas, que no obstante que no hemos podido simplificar la tributación, hay avances muy importantes. Y este Gobierno, por lo menos, ha entrado en una etapa de dar señales de estabilidad en materia tributaria.

Estamos impulsando el complemento al que me he referido, pero debemos decirles a nuestros contribuyentes y al mundo, que entramos en un periodo de estabilidad tributaria.

Confío que hemos avanzado en la relación de los contribuyentes con la administración de impuestos; que el programa Muisca va produciendo buenos resultados y en la ampliación de la base. Hemos pasado de 400 mil contribuyentes de renta a millón y medio. Y aspiramos llegar, en poco tiempo, a 2 millones de contribuyentes de renta.

Es bastante promisorio el avance que ya se ha logrado en materia de relación de los contribuyentes con la administración de impuestos, a través de Internet. En la extensión de las concesiones portuarias, negociación que apenas acabamos en las últimas semanas y que en los próximos días quedarán perfeccionadas con la adición de los contratos, estas asumen la responsabilidad de introducir facilidades aduaneras, como los sistemas de rayos X para el registro de mercancías.

Zonas francas

No fue fácil el tema de las zonas francas. Yo creo que una gran reforma. El decreto reglamentario se expidió a penas hace dos semanas, después de muchísimas consultas. Quedan ya ajustadas a los requisitos de la Organización Mundial de Comercio.

Tienen unas exigencias de inversión y de empleo, algo bien importante a destacar. El empleo en las zonas francas tiene que ser un empleo directo, formal, sin intermediarios.

Yo creo que es una gran respuesta a los reclamos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los beneficios son para la producción con destino al mercado interno o para la producción con destino al mercado externo.

La tarifa de renta es del 15 por ciento; los bienes de capital, materias primas, bienes intermedios, no pagan arancel ni IVA. Las materias primas solamente pagarán IVA en el evento de que el producto final sea para el mercado interno.

Ya se anuncian 47 proyectos de zonas francas. Los 17 que han registrado su solicitud suman alrededor de 2 mil millones de dólares de nueva inversión.

Y a eso hay que sumarle otro paso bien importante: la ley que nos autoriza los pactos de estabilidad con los inversionistas a 20 años. Estamos en plena actividad en el Ministerio de Comercio, para irle entregando al país esos pactos debidamente perfeccionados.

Acuerdos de Libre Comercio

El tema de los acuerdos de libre comercio. Hace 5 años no había ambiente para el acuerdo de la Comunidad Andina y Mercosur. Con un gran liderazgo de Colombia se logró.

Ahora, en el Congreso está para ser ratificada, para ser aprobada la ley de ratificación del Tratado de Libre Comercio, con grandes medidas de protección a la inversión, que hemos firmado con Chile.

Nos parecía un error que países centroamericanos negociaran con los Estados Unidos, nosotros también, y que nos diéramos la espalda con Centroamérica. Por eso, recientemente firmamos el acuerdo de comercio con Guatemala, El Salvador y Honduras. Partió de un principio político: el Gobierno de Colombia pide equidad y ofrece equidad. Por eso, en ese acuerdo Colombia, generosamente, reconoció las disparidades con estas 3 economías centroamericanas.

Entramos a una nueva ronda de negociación con Canadá. Hemos tenido dificultades en algunos rubros. Ojalá rápidamente pueda concluirse esa negociación.

Hemos vencido muchos obstáculos para empezar la negociación con la Unión Europea que está en plena marcha.

Hemos dicho a Ecuador y Bolivia que esa negociación debe respetar la diversidad. Que Perú y Colombia entienden que, por razones de políticas internas de Ecuador y Bolivia, ellos deben dejar unos rubros por fuera de la negociación y en los otros, avanzar lentamente. Pero que Ecuador y Bolivia deben entender que por razón de inversión, de confianza inversionista, Perú y Colombia tienen prisa.

Le hemos dicho a la Unión Europea que se debe atender esa tesis, después de haber demostrado todo el ánimo integracionista, al aplazar el inicio de las negociaciones hasta que finalmente obtuvimos el visto bueno de Ecuador y de Bolivia para iniciarlas.

TLC con Estados Unidos

Todos los días hacemos gestiones para la aprobación del TLC con los Estados Unidos.

Cada semana llegan, mínimo, dos misiones de los Estados Unidos. Mi visión, apreciados compatriotas, es que cuando va allá, habla y habla y habla, de pronto lo escuchan, de pronto no. En cambio, cuando vienen y ven a Colombia, la imagen que hoy se están llevando es grata.

Por eso, el Gobierno está haciendo todos los esfuerzos, en estas semanas y las que vendrán, buscando que misiones de Estados Unidos lleguen a Colombia. A ver cómo podemos rebasar esos obstáculos, que han sido dos: el paramilitarismo y el asesinato de trabajadores.

Yo he dicho que este es el Gobierno que enfrentó el paramilitarismo. Era un fenómeno que sufría el país; se hablaba de él en cócteles, pero no se le enfrentaba. Este Gobierno lo enfrentó, ahí están los resultados.

He dicho, apreciados compatriotas, que hemos superado el paramilitarismo. La palabra paramilitar se utilizó para denominar bandas privadas criminales, cuyo objeto era combatir la guerrilla.

El Estado ha recuperado el monopolio que nunca debió perder. Si ustedes recorren el país hoy, encuentran narcotráfico y guerrillas, juntos o independientes, pero no encuentran bandas ilegales combatiendo otras bandas ilegales. Por eso decimos que se acabó el paramilitarismo.

Y es importante mirar esto, frente a otros fenómenos del Continente. En otros países del Continente se arman milicias que representan un verdadero paramilitarismo, y a Colombia, que se le critica, lo que debe hoy es reconocérsele el valor civil de desmontar este fenómeno.

Sindicalistas

El asesinato a los trabajadores. Debo recordar a mis compatriotas que ese obstáculo que hoy opone los Estados Unidos para la aprobación del TLC, es un obstáculo que viene resolviendo este Gobierno.

El Vicepresidente de la República, la primera Ministra de Defensa, como todos quienes la han sucedido. Yo mismo, desde la hora cero de nuestro Gobierno, como una demostración de Seguridad Democrática, nos dimos a la tarea de la protección efectiva de los trabajadores.

No podemos olvidar que esta Patria, si a las cifras oficiales le suman las fosas comunes que ahora se descubren, la mayoría, donde se depositaron colombianos asesinados entre 1996 y el año 2001, esta Patria pudo tener años de 35 mil asesinatos. El año pasado 17.470. Todavía muchos. Este año puede ser un poco menos.

Y esta Patria que tiene, entre trabajadores sindicalizados y maestros oficiales, una población de millón 250 mil colombianos, en aquellos años también sufrió asesinatos en 256 casos por año.

Nosotros logramos una gran reducción, quisiéramos cero. Tasar la vida es un imposible. Infortunadamente, también tenemos que ver las tendencias. Quisiéramos cero. Quisiéramos decirle al mundo que en Colombia no se asesina un solo trabajador. En el año 2005 se presentaron 25 casos; veníamos de 256. El año pasado 60, porque al enfrentamiento tradicional de paramilitares y guerrilla se sumó el enfrentamiento entre las dos guerrillas.

Este año han asesinado 8 líderes sindicales y 17 maestros. Hasta ahora no ha habido un solo caso en que la justicia haya dicho que ese asesinato se hubiera producido en relación con actividades de la tarea sindical.

Es de anotar que hace tres semanas se asesinó en el Valle del Cauca a un líder sindical que venía apoyando el Tratado de Comercio y que había ido dos veces a los Estados Unidos para manifestar ese apoyo.

Nuestro Gobierno protege hoy seis mil colombianos; de ellos, 1.200 son sindicalistas. Eso tiene un costo presupuestal de 40 millones de dólares al año.

Superación de la impunidad

Y hay que preguntarse, también, qué estamos haciendo por superar la impunidad.

Hemos introducido, mediante reforma constitucional, el Sistema Penal Acusatorio, la modalidad oral; hemos reajustado los códigos.

Compatriotas, entre 2001 y 2008, si ustedes hacen la comparación presupuestal, casi que hemos duplicado el presupuesto de la justicia, en medio de nuestras severas limitaciones fiscales.

Estamos trabajando con la Organización Internacional del Trabajo un pacto de empleadores, trabajadores y Gobierno para superar la impunidad. Ya las sentencias producidas este año han condenado 116 personas, por ser autores de crímenes contra trabajadores.

Pero también hay que decirle al mundo nuestra opinión acerca de quiénes han sido los asesinos de los trabajadores. Yo lo tengo que decir con toda convicción, no lo puedo esconder. No han sido los empleadores, como se quiere sugerir, inclusive, por medio de muchos colombianos que hacen esa manifestación ante la comunidad internacional. A los trabajadores los han asesinado los terroristas.

Y hay que recordar la historia. Aquí crecieron, sin límite, sin contrapeso, las guerrillas marxistas.

Era yo estudiante de la universidad pública y viví esa época. Introdujeron aquella tesis del totalitarismo marxista, de la combinación de las formas de lucha. Asesinaban y penetraban el movimiento obrero, el movimiento estudiantil, sectores de la política, sectores del periodismo. Creó esa misma guerrilla marxista la reacción paramilitar, que vino a competir en crueldad. Y los paramilitares empezaron a asesinar trabajadores, acusándolos de ser cómplices de la guerrilla, y la guerrilla, en venganza, empezó a asesinar trabajadores acusándolos de ser colaboradores de los paramilitares.

Esa es una manera simple de mostrar la historia, pero verídica. Y es, justamente, lo que con esfuerzo de todas las horas nuestro Gobierno busca superar. Necesitamos que la comunidad internacional todos los días reconozca más esta realidad.

Y yo pregunto: ¿para qué se habla de paramilitarismo ahora para obstaculizar el TLC? Cuando estaba en su fin el paramilitarismo, no fue óbice para aprobar el Plan Colombia. ¿Por qué ahora que lo hemos desmontado y que hemos demostrado toda la firmeza para combatirlo, lo erigen como un obstáculo al TLC?

Ahora que hay protección a los trabajadores. Preocupación permanente, no por el TLC, desde la hora cero de nuestro Gobierno, desde el punto 27 del Manifiesto Democrático de nuestra campaña presidencial de 2001.

Ahora que hay toda esta convicción de protección de los trabajadores y que, no obstante que no hemos logrado plenos resultados hemos avanzado muchísimo, por qué se sigue invocando eso como argumento para oponerse al TLC.

Pero continuaremos con toda la dedicación, ahora estimulando misiones de Estados Unidos aquí, en la tarea de que nos aprueben el TLC.

Hay obstáculos a la confianza inversionista. Ayer veíamos la entrega del informe anual del Banco Mundial sobre ambiente de inversión en Colombia, progresamos mucho.

Pero hemos creado una nueva misión, con el apoyo del Banco Mundial, para seguir el proceso de reformas, para no estancarnos. Y hemos definido que en los 10 primeros días de febrero de 2008 esa misión debe entregar su primer informe y ojalá pudiéramos mostrar una reforma por mes en ese proceso.

Infraestructura

Hay preocupaciones en infraestructura. Encontramos muchas dificultades, todas las concesiones en pleito. Temor a la situación fiscal. La ingeniería colombiana bien afectada, falta de proyectos. Y nosotros con temor por la necesidad de enfrentarnos con los propios recursos disponibles, al tema de combatir el terrorismo.

Yo creo que hemos avanzado, hemos superado casi todos los pleitos que teníamos con los concesionarios y socios. No fácil. Se había creado con Colombia un ambiente adverso a la conciliación. Mis compañeros de Gobierno no se atrevían a conciliar por miedo a los órganos de control y en la opinión pública había una gran tendencia a la suspicacia sobre cada caso de conciliación.

Con la publicación de los acuerdos antes de su perfeccionamiento para informar a la opinión pública, empezamos a construir confianza. Se superaron todos los pleitos de Colombia Telecomunicaciones, 21. Se superó ese gravísimo pleito del Ferrocarril del Atlántico con Fenoco. Estamos superando el pleito del Ferrocarril del Pacífico. Hemos superado todos los pleitos de las concesiones viales. El más sencillo era el de la concesión de Bogotá - Villavicencio, que no la quería recibir el concesionario alegando que el Estado debería hacer una inversión que tuvimos que hacer de 60 mil millones. El más complejo, el de Commsa. Todas las concesiones en pleito. Commsa logramos superarlo. La conciliación ya tiene visto bueno de la Procuraduría y estamos presentando nuestros memoriales ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en la esperanza de que rápidamente tengamos un visto bueno a esa conciliación.

Creo que es un gran paso, este de la superación de los pleitos, para avanzar en el tema de infraestructura. No es fácil el tema.

Yo me pongo a ver esa gran nación austral, Chile. Tiene un problema de un Transmilenio. Nosotros estamos financiando 9 transmilenios y tenemos 10 ciudades en fila, esperando que las apoyemos para su Transmilenio.

Santiago de Chile está a 140 kilómetros del mar. Tenía una carretera que para los colombianos era excelente, sin embargo le hicieron un túnel. Bogotá está a 670 kilómetros de Buenaventura y a mil kilómetros de Santa Marta. Para no hablar de las otras ciudades colombianas.

Aquí el tema de infraestructura, comparativamente con el Continente, tiene unas exigencias muy superiores, pero las vamos a superar.

Les cuento en qué estamos. Vamos a terminar el Plan 2500. Lo criticaban mucho. Yo iba a la Andi y me decían: ‘Presidente, usted cómo le está pavimentando vías a los municipios. Necesitamos los corredores de comercio exterior’. Y al otro día me reunía con los alcaldes y me decían: ‘El Plan 2500 es muy bueno, pero muy insuficiente Presidente. El desplazamiento no se da solo por violencia, también se da por falta de buenas carreteras, de buenos servicios públicos, de falta de educación, este es un país descentralizado, no mate la descentralización obligando a que la gente se concentre en las grandes urbes, paviméntenos las vías’. Y tienen razón. En un país donde falta de todo, todo el que haga un reclamo tiene razón, apreciado doctor Ávila.

Entonces, en qué estamos. Terminar el Plan 2500. No podemos emprender nuevas vías departamentales. Vengo de una reunión con los alcaldes y los gobernadores electos, ofreciéndoles un crédito de mil millones de dólares, que la Nación avala, que se puede obtener con 25 años de plazo, un periodo de gracia de cinco años, para que los departamentos emprendan nuevas vías municipales.

Tenemos que atender un presupuesto de mejoramiento de vías municipales año tras año. Le cuesta a la Nación 120 millones por municipio. Multiplicado por los 1.099 municipios es una partida presupuestal grande.

Me dicen: ‘Pero es que ellos deberían asumir eso por la descentralización’. Los recursos no les alcanzan. Por eso, hay que medir muy juiciosamente hasta dónde se puede llegar en transferencia de recursos a las regiones, para no afectar a la Nación, y también reconocer los faltantes que quedan después de gastar bien esas transferencias.

Nuestro compromiso ahora está con los puertos, los aeropuertos, las vías de comercio exterior y el saneamiento básico.

Mire, la concesión del Aeropuerto de Bogotá. El Aeropuerto de Bogotá es el único aeropuerto rentable para la Nación. Con su rentabilidad atendíamos los otros aeropuertos. Ahora, en función de la concesión, el Aeropuerto de Bogotá lleva para su propio mejoramiento, a través de la concesión, el 54 por ciento de lo que produce. Eso lo tiene que reemplazar el presupuesto nacional para los otros aeropuertos.

Hemos contratado tramos básicos de la doble calzada Bogotá – Buenaventura. Aspiramos dejarla toda contratada en ejecución, incluido el Túnel de La Línea, que he propuesto a mis compatriotas que lo llamemos el Túnel del Segundo Centenario, en plena construcción, esperando una nueva licitación que debemos cerrar el 17 de enero.

El doctor Juan Martin Caicedo, ex ministro, presidente de la Cámara de Infraestructura, me ha dado la buena noticia de que ya en las últimas horas logramos el acuerdo, con quienes han comprado pliegos para esa licitación, sobre la adenda, a fin de determinar cómo, entre Nación y contratistas, se asumen riesgos geológicos, que son muchos en esa cordillera, pero que la ciencia y la ingeniería hoy indican como superarlos.

El Banco Mundial está hoy haciendo la estructuración de la doble calzada Bogotá - Santa Marta. Aspiramos contratarla el año entrante y que empiece la ejecución. Definida ya la discusión del trazado, sería por el Río Rionegro, más en viaductos que en túneles.

Hemos avanzado muchísimo en la calzada Bogotá - Tunja - Sogamoso. En la carretera de Sogamoso a Yopal, pero ahí nos faltan 13 kilómetros, donde hay que hacer una gran inversión en viaductos, una carretera de gran importancia para la comunicación de todo el altiplano cundiboyacense con los Llanos Orientales, con Arauca y con Caracas.

Este año, solamente, además del avance de las concesiones que estaban en pleito, que están muy reactivadas, hemos adjudicado las siguientes concesiones: doble calzada Puente de Rumichaca - Pasto - Chachaguí. Allí estamos pavimentando una carretera de gran importancia para comunicar a Pasto con el Caribe, a Pasto con Bogotá, que es la carretera de Pasto a Mocoa. Estamos pavimentando el tramo de Santiago al Encano. Y estamos en el estudio de la variante de San Francisco a Mocoa, obra que puede costar 170 millones de dólares. Terminamos la pavimentación de Pitalito a Mocoa. Hoy se puede venir por una carretera plana de Mocoa a Cartagena, pavimentada. Y ahora estamos pavimentando de Mocoa hacia el sur, hasta el puente de San Miguel. Trayectos sumamente costosos.

Hemos adjudicado la concesión del área metropolitana de Bucaramanga, con un trayecto de doble calzada progresivo hacia Barrancabermeja. Estamos estructurando la concesión de doble calzada de Cúcuta a Bucaramanga.

Hemos adjudicado dos concesiones en la Costa Caribe, la de Córdoba - Sucre y otra que busca integrar a Cartagena con Barranquilla y darle más uso al Aeropuerto de Barranquilla. Adjudicada la doble calzada del Aeropuerto de Barranquilla a Palmar de Varela a Sabana Larga y a Cartagena.

Estamos trabajando en todos con corredores de competitividad. Se ha hecho un gran esfuerzo de priorización en el Plan de Desarrollo y, si bien la norma del Plan de Desarrollo incluyó muchas más vías, el Gobierno, públicamente, ha dicho que no puede comprometerse sino con las prioritarias, que tengan relación con el comercio exterior.

Pueden tener ustedes, compatriotas, la certeza de que hoy trabajamos con toda la dinámica para que Colombia avance en ese desatraso de infraestructura.

Pero yo no sé, yo soy optimista por naturaleza. El combatiente es optimista. ¿Qué tal que no? El combatiente no se puede asustar, el combatiente no se puede llenar de nervios, el combatiente tiene que mantenerse firme en el combate, relativamente tranquilo en la actitud y optimista en el estado de ánimo.

Yo veo las siguientes cosas. Estuve el lunes en Cartagena. A primera hora nos reunimos con todos los representantes de los Órganos Reguladores de Salud de Iberoamérica. Después fuimos a Mamonal, a ser testigos del ensanche de Propilco. Excelente. De la inauguración de una nueva fábrica de dulces en la zona franca. Un ciudadano chino, con socios colombianos, inauguró ese día una fábrica de guantes quirúrgicos.

Yo le dije, doctor Ávila, en buena hora parecía ponerme de acuerdo con usted, que me mandara a mí los primeros guantes que produjera para manejar la política con la oposición quirúrgicamente.

Se lo dije el lunes al chino que inauguró esa fábrica, en Cartagena. Y después con el doctor (Carlos Alberto) Garay, aquí presente, el Presidente de Acoplásticos, asistimos al acto en el cual se puso la primera piedra, gracias a la confianza en el país, de 10 nuevas fabricas, cuya construcción se ha emprendido, del sector de plásticos. En la etapa de construcción emplearán cinco mil trabajadores.

Y por la noche asistimos a un evento de gran importancia para Colombia: la Convención Mundial de Turismo, que por primera vez se realiza en Colombia.

Y esta tarde me decía el señor Vicepresidente, que estuvo anoche en la clausura, que él, que hizo ese enorme esfuerzo para convencerlos de que vinieran a Colombia, los encontró anoche felices, no arrepentidos.

A mí me van a tener que pagar el celular, el personal mío, que no es del presupuesto. Porque afanado allá por quedar bien, les dije: ‘Miren, los colombianos estamos todos comprometidos con ustedes. El que tenga un problema me llama a este teléfono’. Resolví darles el teléfono allá, creí que no había cámaras de televisión y en las cámaras de televisión repitieron el número.

Enseguida le dije a Luis Guillermo Plata: ‘Usted como Ministro (de Comercio, Industria y Turismo) comprométase también, dé el teléfono’. El hombre gagueo, no musitaba palabra y lo dio. Y le dije al Alcalde de Cartagena lo mismo.

Antenoche se me dañó ese teléfono, porque llegaron 2 mil mensajes. Pero ahí estamos haciendo un esfuerzo, en la Presidencia, para responderlos.

Por fortuna pude recoger la llamada de un periodista canadiense. Me dijo: ‘Presidente, lo llamo a ver si sí es verdad, porque se me perdió la maleta’.

Entonces, yo soy propositivo, doctor Ávila, ¿sabe qué hice? Llamé al Gerente de Avianca y no lo encontré. Y como no lo encontré, llamé a la Jefe de Relaciones Públicas y no creía que era Álvaro Uribe el que la estaba llamando. Y le dije: ‘Vea, tenemos que quedar bien con ese señor. Qué tal un periodista canadiense que se vaya a hablar mal de Colombia ahora, porque se le perdió una maleta’.

Me dice la doctora María Elvira que anoche lo encontró feliz, que ya Avianca le mandó una camisa guayabera y que dijo que se la mandaba Álvaro Uribe. Le debo ahora el agradecimiento a Avianca.

¡Comprometimiento con el país! ¡Es que esta cosa no es de retórica, esta cosa es de comprometimiento amoroso con Colombia!

Algunas dificultades

Ahora, tenemos dificultades. ¿Cómo voy a negar yo que hay nubarrones en la economía mundial? ¿Cómo voy a negar yo que hay nubarrones con los vecinos?

Creo que para superar esas dificultades tenemos que seguir nuestro camino. Y firmes en aquello de atraer inversión en Colombia y de lograr que los colombianos inviertan más en el país.

¿Cómo voy a negar yo el problema del desplazamiento? Hemos avanzado mucho, pero no lo suficiente. En atención a los desplazados hemos avanzado en educación, en salud, en Familias en Acción, pero no hemos podido avanzar en vivienda.

Teníamos 40 mil subsidios para desplazados y aparece el requerimiento de 200 mil. El faltante nos cuesta un billón 600 mil millones (de pesos) solamente en subsidios para desplazados.

Hay otro problema bien grave. Se siguen produciendo sentencias en la administración de justicia, que obligan a la Nación a pagar pensiones desconociendo las normas de transición de los sistemas pensionales.

Otro problema bien grave, el problema de las víctimas. Hasta el momento han aparecido en este proceso 87 mil víctimas, que tendrán que ser reparadas integralmente e indemnizadas pecuniariamente.

Con el ministro Holguín (del Interior y de Justicia) y el Alto Comisionado (para la Paz) estamos preparando un decreto para expedir ahora en el mes de diciembre, que reglamente la conciliación administrativa. Porque tememos que si todo eso se convierte en un pleito contra la Nación, no habrá presupuestos capaces de atender esas reclamaciones.

Educación

Estamos trabajando el tema social con toda intensidad. Tenemos el compromiso: plena cobertura en educación básica 2010. Los primeros 400 mil niños vulnerables, menores de 5 años, en educación de primera infancia. Un millón de adultos alfabetizados.

Hemos pasado, en el Sena, de millón 100 mil estudiantes por año, a 4 millones 600 mil, y estamos instalando ahora una plataforma tecnológica, que permitirá tener en el Sena, permanentemente, un millón 200 mil estudiantes como mínimo en ambiente virtual.

Para el estudio de la segunda lengua, avanzamos ahora afanosamente a fin de tener, a finales del año entrante, 500 compatriotas raizales de San Andrés, desde San Andrés, a través de un sistema virtual, enseñándole inglés a millones de colombianos. Me he comprometido que a finales de enero instalaremos los primeros 200.

Bienestar Familiar

En el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar hemos pasado de atender 2 millones 300 mil estudiantes, en restaurantes escolares, a 3 millones 400 mil. Y la meta de 2010 (es de) 4 millones. Además, pasar de 122 días a 180.

Hemos mantenido el mismo número de niños en los Hogares Comunitarios, que inició el Presidente Barco. Creamos un nuevo programa de alimentación en niños menores de 5 años y ya vamos en un millón 100 mil. Ojalá podamos dar plena cobertura en alimentación a niñitos menores de 5 años de los sectores vulnerables.

Este país atendía 60 mil ancianos. El Presupuesto Nacional está atendiendo hoy 750 mil, entre almuerzos y subsidio pecuniario. Y vamos para un millón.

El Presidente Pastrana empezó Familias en Acción. Eran 200 mil en un programa experimental. Nosotros, al evaluarlo, lo convertimos en un programa permanente.

Señor Alcalde, ese es uno de esos programas estructurales, porque al apoyar la educación y la salud, lo que hace es abrir los caminos de movilidad social, que es lo que caracteriza una política social estructural y no simplemente asistencialista.

Esos caminos de movilidad social que deben abrirse, como esencia de la democracia.

Hoy tenemos millón y medio de Familias en Acción. Y si logramos sortear dificultades fiscales en 2008, la idea en 2009 es tener 3 millones de Familias en Acción. Mantenemos el mismo entusiasmo para combatir a los terroristas y para trabajar con los sectores pobres de la Patria.

La chequera nos ha sido escasa, pero nos sobra el ánimo.

Y si los colombianos siguen confiando en la inversión en su país y si sigue afluyendo la inversión extranjera, vamos a cumplir todas estas metas, apreciados compatriotas.

Hemos tenido un problema de revaluación, que muchos aplauden por otras razones.

Este año tenemos que apoyar a los exportadores con recursos que superan el medio billón. La condición ha sido que preserven el empleo.

Y también se han aumentado importaciones de bienes de consumo. Pero tenemos que advertir que esas importaciones muestran -y en algo tranquilizan la preocupación sobre el déficit de la cuenta corriente- un gran crecimiento en importaciones de bienes de capital.

Yo creo que eso es bueno para el país.

En fin, compatriotas, en una Patria con dificultades, uno tiene que amanecer no a quedarse en lo que hizo ayer, sino a ver qué hay que emprender mañana.

Yo quiero felicitarlos a ustedes esta noche, a los galardonados. Invitarlos a que sigan dándole ejemplo a Colombia. Pensemos que la Patria ha logrado cosas buenas, que faltan muchas. Por una solución quedan sin solucionar mil problemas.

Y por lo pronto, me tengo que ir a pensar a ver cómo mañana representamos dignamente a Colombia, al instalarse la Constituyente ecuatoriana. Y regresar aquí al país para estar el fin de semana en la zona de inundaciones, atendiendo con vigor y con amor a nuestros compatriotas.

Esta Patria la sacamos adelante si no desmayamos, si no desmayamos en el afecto a Colombia y si no desmayamos en la labor de todos los días.

Muchas gracias”.

 

 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
Imprimir