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Palabras del Presidente Uribe en el Aniversario 35 de la
Fundación Santa Fe de Bogotá
Noviembre 03 de 2007 (Bogotá D.C.)

 

“El mundo actual, en un afán de competitividad, en un afán de economía de escalas, en un afán de salir adelante, habla permanentemente de conglomerados económicos, a los cuales concurren todas las mezclas, la integración en medio de la desagregación, y es difícil encontrar conglomerados sociales.

Cuando uno examina el nacimiento, el recorrido, la proyección de la Fundación Santa Fe de Bogotá, encuentra un gran conglomerado social: el hospital universitario, la división de educación, el centro de estudios y de investigación y la salud comunitaria.

Todo con la mayor eficiencia, todo con competencia de excelencia, todo sin ánimo de lucro, todo con patriotismo superior.

Son 35 años de una lucha de ustedes, apreciados compatriotas, que nos honra mucho a todos los colombianos.

Esta noche hemos querido imponer a la Fundación, la ‘Medalla Jorge Bejarano’, para exaltar toda su contribución a la salud en Colombia.

Y hemos querido honrar el legado del Libertador, entregando la ‘Cruz de Boyacá’ al doctor Roberto Esguerra Gutiérrez. El Libertador la creó para los mejores hijos de la Patria.

En el doctor Esguerra hay un gran médico, un gran investigador. Podríamos encontrarle -que los tiene- todos los atributos profesionales, éticos y morales, pero fundamentalmente, hay un patriota superior. Por eso, es difícil que la ‘Cruz de Boyacá’ quede mejor ubicada que en su persona, doctor Esguerra.

He tenido el privilegio de conocerlo durante muchos años. A principios de los 90, con el inolvidable, entonces Ministro de la Salud, doctor Juan Luis Londoño de la Cuesta, estando yo en el Congreso de la República, trabajábamos la Ley 100, y teníamos en usted un inspirador de todas las horas.

Algunas veces, siendo Gobernador de Antioquia, recibí su acertado consejo, cuando empezábamos a vincular los sectores más pobres al Régimen Subsidiado de Salud.

Y quiero expresarle esta noche, en presencia de este grupo de colombianos que lo admiran, nuestra gratitud por la ayuda que ha dado a este ejercicio presidencial.

Cuánto le debemos a usted en la Ley de Talento Humano, y cuánto le debemos a usted en la ley de reforma a la Ley 100.

En un país con pobreza, en un país con tantas necesidades insatisfechas, en un país con inequidad, el tema de la salud muchas veces genera grandes contradicciones, debates inacabables.

¿Se asegura o no se asegura? ¿Es totalmente estatal o se permite la participación del sector privado?

Usted ha sido un sintetizador de debates, no un promotor de antagonismos.

Cuando yo me reúno con las EPS, que reclaman que no se recorte la integración vertical, y al día siguiente me reúno con la Asociación de Hospitales, que reclaman todo lo contrario, que se anule la integración vertical, en usted encontramos un camino de razón, de serenidad y de talento, para darnos la ubicación y el justo punto de equilibro.

Confío que lo que estamos haciendo con sus luces, primero ya consignado en la Ley, para que la integración vertical no pueda exceder el 30 por ciento, lo que estamos haciendo en las diferentes mesas de trabajo, nos van a permitir dar a usted dos respuestas positivas. Una, que efectivamente se aplique el principio de que todos los pacientes afiliados a las EPS, puedan tener libertad de escogencia de IPS.

Y en la medida que se vaya superando esa integración vertical -menester a la aplicación de la nueva ley- que al no tener tanta dependencia las IPS de las EPS, también se vaya recuperando la autonomía del médico.

Comparto esas preocupaciones suyas, y quiero decirle que tenemos toda la voluntad de buscar superarlas.

Habría muchos aspectos que destacar de la Fundación Santa Fe.

Yo creo que el país ha asistido a dos revoluciones sociales de gran trascendencia: la de las Cajas de Compensación Familiar, la posibilidad de llevar servicios de recreación a los sectores populares de la Patria; y la revolución de la Ley 100 y de las instituciones que la han aplicado de manera ejemplar, que ha permitido que los colombianos de todos los estratos sociales y económicos accedan a servicios de salud óptimos, como los aquí ofrecidos.

La Fundación ha sido un ejemplo. Basta mirar quiénes ingresan a su Hospital Universitario, para constatar cómo colombianos de todos los estratos, sin distingo alguno, sin discriminación alguna, acceden a los óptimos servicios ofrecidos por la Fundación.

Cuánto ayuda eso a superar antagonismos, en un país con tantas dificultades de pobreza y de inequidad.

Tenemos todavía unos niveles de investigación bajos. Llegaron a reducirse al 0.22 del PIB (Producto Interno Bruto). Nosotros estamos haciendo el esfuerzo para que la investigación consolidada en Colombia suba en este Gobierno, o se acerque lo más próximo posible, al 1 por ciento de PIB. Esfuerzo muy grande e insuficiente.

Un esfuerzo de lograr que la investigación consolidada represente, por año, alrededor de 3 y medio billones de pesos, lo cual será insuficiente.

Pero quiero decirles que en Colombia hay procesos investigativos no cuantificados en las finanzas nacionales, procesos investigativos que producen excelentes resultados, muy superiores a los esfuerzos económicos del Estado.

Uno de esos procesos investigativos es el de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Esperamos que con los esfuerzos que se están haciendo en el presupuesto de Colciencias, ustedes puedan sentirse más apoyados con recursos fiscales, porque han producido mucho más resultado, de los recursos económicos que han tenido a disposición.

Qué gran contribución le han hecho al país en esta materia.

Y destaco su esfuerzo por la salud comunitaria, por la prevención, por la educación.

En la Ley 100 se reservaron unos porcentajes de las cotizaciones para prevención y educación. Años después, la Ley 715 de descentralización, asignó la competencia a las autoridades locales para administrar esos recursos.

Se produjeron fracasos, se denunció cualquier cantidad de actos de corrupción. Y hemos reasignado los recursos, en nuestra última ley de salud y seguridad social, lo hemos reorientado hacia las EPS y las IPS.

Confiamos que las conclusiones en materia de salud comunitaria, que todos los días ajusta, en las que todos los días avanza la Fundación Santa Fe, nos ayuden también con los nuevos alcaldes y gobernadores, con las EPS y las IPS en todo el país, para que los recursos de educación y de prevención, que están creciendo, produzcan más eficientes resultados.

Trabajan ustedes en un país que los admira, los respeta y los quiere, se ha visto en el esfuerzo de ustedes un gran ejemplo; en un país que reforma el Estado pero no lo desmantela, como se desmanteló en América Latina en décadas anteriores; en un país que exige responsabilidad social, pero que no esta en el estatismo, como en el estatismo están muchos países de América Latina; que le da todas las garantías a la inversión privada, con la exigencia de la responsabilidad social.

Un país que hace un esfuerzo por consolidar la Seguridad Democrática, por consolidar la confianza inversionista y por cumplir las metas sociales, en el que pensamos que la prosperidad social es inseparable de la prosperidad económica, que tiene que ir de su mano; que la Seguridad Democrática y la confianza inversionista generan los presupuestos para que se de la prosperidad social, que a su vez es el gran legitimante de la prosperidad económica y de la Seguridad Democrática.

Esfuerzos como el de la Fundación Santa Fe, son los mejores ejemplos de los resultados que puede obtener un país en esa orientación.

Ustedes son el mejor caso de iniciativa privada con plenitud de responsabilidad social.

Nosotros queremos hacer el esfuerzo de que en algún grado se les imite en todo el país.

Nos hemos dado a la tarea de reformar las entidades del Estado. Empezamos por Telecom, recientemente por Ecopetrol.

Hemos reformado 415 entidades del Estado, lo cual ha obtenido un ahorro de un punto del PIB por año, ha logrado resolver cuantiosísimos problemas pensionales, que de haberse trasladado al fisco habrían hecho colapsar definitivamente nuestras finanzas públicas.

Estamos, a través de esa reforma, procurando dejar el mejor legado de salud fiscal para la Nación, de tener unas entidades estatales más transparentes en el manejo, generadoras de valor, no destructoras de valor.

Toda entidad de esta naturaleza que se reforma, es una entidad que se inmuniza contra la politiquería y el clientelismo, como lo hemos visto en las 415 reformadas, en Telecom, en Ecopetrol y en todas ellas.

Capítulo muy importante es la reforma de las instituciones de la salud. Van reformados 190 hospitales, empezando por los universitarios de la Costa. Reformado el Hospital Universitario de Santa Marta, el de Barranquilla, el de Cartagena, el ‘González Valencia’ de Bucaramanga, sin desmantelar su carácter público y su finalidad social. Vamos a continuar en esa tarea.

Y hemos emprendido la reforma del Seguro Social, tanto en la EPS como en las clínicas.

Me parece que los radicalismos ideológicos que se oponían a esta reforma, empiezan a ceder, como lo podemos advertir al haber hecho la reforma de Ecopetrol.

Y hay espejos para derrotar esos radicalismos ideológicos. No puede ser que en este hospital universitario tengamos la eficiencia al más alto nivel del mundo, y que a poca distancia, en clínicas del Seguro Social, los pacientes se mueran en los pasillos.

Estos ejemplos, estos espejos, estimulan esas reformas, muchas veces incomprendidas, desgastantes en lo político, pero de gran trascendencia.

En nuestro primer Gobierno desvinculamos las clínicas del Seguro Social de la parte central, esa reforma no producía efectos frente al universo de usuarios y pacientes, pero sí se constituía en el gran paso de desagregación de la institución, para lograr la segunda reforma, aquella en la que estamos ahora empeñados, la de la EPS y la de las clínicas, habrían sido mucho más difíciles si en el primer Gobierno no hubiéramos hecho la reforma que separó las clínicas de la parte central del instituto.

En la EPS no estamos en un proceso de privatización, sino en un proceso de tránsito del desgreño estatal a la eficiencia social.

Confiamos que en enero los colombianos puedan empezar a afiliarse a la nueva EPS, sociedad del Estado y de las cajas de compensación.

Y estamos empeñados en la reforma de las clínicas del Seguro Social. No puede ser que malos servicios a los ciudadanos -cuando hay alternativas tan buenas como este hospital universitario- se mantengan simplemente por pruritos ideológicos obsoletos. No puede ser que privilegios de excesos sindicales y de politiquería, impidan esas reformas.

Ya hemos avanzado en las reformas de algunas de estas clínicas: el Hospital Campo Serrano, del Seguro Social en Santa Marta, entregado en administración a la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, empieza a mostrar excelentes resultados. La Clínica Enrique de la Vega, de Cartagena, hoy operada por los Hermanos de San Juan de Dios, empieza a mostrar excelentes resultados. Las clínicas del Seguro Social en Medellín ya han sido liquidadas, y empiezan a ser administradas por la división médica de la Universidad de Antioquia, temporalmente, y se está en un proceso licitatorio para definir los operadores ya no provisionales.

Hemos liquidado las clínicas del Seguro Social en Bogotá. Hay una operación transitoria, mientras adelantamos el proceso para adjudicarlas definitivamente. Confiamos que esas clínicas todas, no solamente las mencionadas, sino todas las del país, vayan mirando el buen ejemplo que ustedes dan desde la Fundación Santa Fe de Bogotá, para poner aquellas, ojalá, muy cerca del nivel que ustedes han alcanzado acá.

Ustedes han participado muy activamente en los procesos de mejoramiento cuantitativo y cualitativo de la salud en Colombia, en la Ley 100, en la reciente reforma y en la implementación de todas estas normas.

Estamos haciendo un esfuerzo en el cual requeriremos de sus luces permanentemente, como las hemos tenido, para que en 2010, en la víspera del final del Gobierno, en julio del 2010, podamos decirle al país que hemos cumplido con la meta de la cobertura universal.

Hace cinco años Colombia tenía 10 millones 700 mil ciudadanos afiliados al régimen subsidiado, hoy tiene más de 20 millones. Hace cinco años teníamos 13 millones de beneficiarios del régimen contributivo, hoy nos estamos acercando a 17 (millones).

Hemos crecido la afiliación de seguridad social en salud en un 42 por ciento. Confiamos que de la mano de instituciones como la Fundación Santa Fe, podamos lograr los 6 - 7 millones de cupos de afiliación que requerimos, para que el país complete su cobertura universal.

No será suficiente, las administraciones que nos sucedan tendrán un enorme reto: el reto de nivelar el Plan Obligatorio de Salud del Régimen Subsidiado con el Plan Obligatorio de Salud del Régimen Contributivo, y el reto de la calidad.

La participación ciudadana, la protesta de la opinión pública, en nuestro estilo de gobierno comunitario, ha ayudado bastante a erradicar fenómenos de corrupción y también a mejorar calidad, pero no es suficiente. Es una tarea en la cual no se puede bajar la guardia en un solo momento. El ejemplo de ustedes es bien estimulante para avanzar en esa tarea.

Quiero invitar esta noche a la Fundación, a avanzar en los nuevos pasos. El doctor Fidel Duque Ramírez me ha expresado que están en procesos de certificación internacionales, para avanzar todavía más en una gran posibilidad de Colombia, en ser un país con una significativa presencia de turismo médico, de turismo de salud. Allí tiene el país una enorme posibilidad.

Para contribuir a ello, en nuestra reciente Ley de Zonas Francas uno de los pasos dados para fortalecer en Colombia la confianza inversionista, hemos incluido los centros hospitalarios y los conglomerados de salud.

Se exigen unos requisitos de certificación del mayor nivel de exigencia internacional, y las instituciones que los cumplan y que hagan nuevos desarrollos pueden tener tarifa de renta del 15 por ciento, lo cual no interesa a la Fundación, dado su carácter de entidad sin ánimo de lucro, pero obtienen la exención de IVA y arancel para la importación de equipos, lo cual es de gran trascendencia.

Tengo la esperanza que vamos a ver desarrollar ese gran germen del país, de su capacidad médica y científica, para avanzar en la captación de la demanda internacional por servicios médicos y científicos, y que la Fundación Santa Fe de Bogotá va a estar a la vanguardia en esta nueva etapa.

Los felicito muy de corazón. Me siento muy honrado de acudir a acompañarlos a ustedes en estos 35 años. Un esfuerzo muy grande, pero un gran crédito le reconocen todos los colombianos, y vengo a decirle en nombre de muchos compatriotas, que todos los días necesitamos más de ustedes.

Venimos, más que a agradecerles, a decirles que el buen crédito y el buen ejemplo nos obligan a demandarles que sigan haciendo más y más por Colombia.

Muchas gracias a la Fundación, a cada uno de sus directivos, al doctor Fidel Duque, al doctor Roberto Esguerra, al doctor Juan Pablo Uribe, a cada uno de los médicos, a cada uno de los compatriotas que trabajan en las diferentes áreas.

Han conformado ustedes un conglomerado social que honra a Colombia, 35 años medidos en esfuerzos, en aplicación a las tareas, es mucho tiempo, pero este país lo ve como un periodo corto, ve a la Fundación jovencita, apenas empezando, y tiene toda esperanza de verla crecer y crecer, como hasta ahora lo ha hecho.

Felicitaciones y adelante Fundación de Santa Bogotá”.

(Fin)


Palabras del Presidente Uribe en el Aniversario 35 de la Fundación Santa Fe de Bogotá

Bogotá, 3 nov (SP). “El mundo actual, en un afán de competitividad, en un afán de economía de escalas, en un afán de salir adelante, habla permanentemente de conglomerados económicos, a los cuales concurren todas las mezclas, la integración en medio de la desagregación, y es difícil encontrar conglomerados sociales.

Cuando uno examina el nacimiento, el recorrido, la proyección de la Fundación Santa Fe de Bogotá, encuentra un gran conglomerado social: el hospital universitario, la división de educación, el centro de estudios y de investigación y la salud comunitaria.

Todo con la mayor eficiencia, todo con competencia de excelencia, todo sin ánimo de lucro, todo con patriotismo superior.

Son 35 años de una lucha de ustedes, apreciados compatriotas, que nos honra mucho a todos los colombianos.

Esta noche hemos querido imponer a la Fundación, la ‘Medalla Jorge Bejarano’, para exaltar toda su contribución a la salud en Colombia.

Y hemos querido honrar el legado del Libertador, entregando la ‘Cruz de Boyacá’ al doctor Roberto Esguerra Gutiérrez. El Libertador la creó para los mejores hijos de la Patria.

En el doctor Esguerra hay un gran médico, un gran investigador. Podríamos encontrarle -que los tiene- todos los atributos profesionales, éticos y morales, pero fundamentalmente, hay un patriota superior. Por eso, es difícil que la ‘Cruz de Boyacá’ quede mejor ubicada que en su persona, doctor Esguerra.

He tenido el privilegio de conocerlo durante muchos años. A principios de los 90, con el inolvidable, entonces Ministro de la Salud, doctor Juan Luis Londoño de la Cuesta, estando yo en el Congreso de la República, trabajábamos la Ley 100, y teníamos en usted un inspirador de todas las horas.

Algunas veces, siendo Gobernador de Antioquia, recibí su acertado consejo, cuando empezábamos a vincular los sectores más pobres al Régimen Subsidiado de Salud.

Y quiero expresarle esta noche, en presencia de este grupo de colombianos que lo admiran, nuestra gratitud por la ayuda que ha dado a este ejercicio presidencial.

Cuánto le debemos a usted en la Ley de Talento Humano, y cuánto le debemos a usted en la ley de reforma a la Ley 100.

En un país con pobreza, en un país con tantas necesidades insatisfechas, en un país con inequidad, el tema de la salud muchas veces genera grandes contradicciones, debates inacabables.

¿Se asegura o no se asegura? ¿Es totalmente estatal o se permite la participación del sector privado?

Usted ha sido un sintetizador de debates, no un promotor de antagonismos.

Cuando yo me reúno con las EPS, que reclaman que no se recorte la integración vertical, y al día siguiente me reúno con la Asociación de Hospitales, que reclaman todo lo contrario, que se anule la integración vertical, en usted encontramos un camino de razón, de serenidad y de talento, para darnos la ubicación y el justo punto de equilibro.

Confío que lo que estamos haciendo con sus luces, primero ya consignado en la Ley, para que la integración vertical no pueda exceder el 30 por ciento, lo que estamos haciendo en las diferentes mesas de trabajo, nos van a permitir dar a usted dos respuestas positivas. Una, que efectivamente se aplique el principio de que todos los pacientes afiliados a las EPS, puedan tener libertad de escogencia de IPS.

Y en la medida que se vaya superando esa integración vertical -menester a la aplicación de la nueva ley- que al no tener tanta dependencia las IPS de las EPS, también se vaya recuperando la autonomía del médico.

Comparto esas preocupaciones suyas, y quiero decirle que tenemos toda la voluntad de buscar superarlas.

Habría muchos aspectos que destacar de la Fundación Santa Fe.

Yo creo que el país ha asistido a dos revoluciones sociales de gran trascendencia: la de las Cajas de Compensación Familiar, la posibilidad de llevar servicios de recreación a los sectores populares de la Patria; y la revolución de la Ley 100 y de las instituciones que la han aplicado de manera ejemplar, que ha permitido que los colombianos de todos los estratos sociales y económicos accedan a servicios de salud óptimos, como los aquí ofrecidos.

La Fundación ha sido un ejemplo. Basta mirar quiénes ingresan a su Hospital Universitario, para constatar cómo colombianos de todos los estratos, sin distingo alguno, sin discriminación alguna, acceden a los óptimos servicios ofrecidos por la Fundación.

Cuánto ayuda eso a superar antagonismos, en un país con tantas dificultades de pobreza y de inequidad.

Tenemos todavía unos niveles de investigación bajos. Llegaron a reducirse al 0.22 del PIB (Producto Interno Bruto). Nosotros estamos haciendo el esfuerzo para que la investigación consolidada en Colombia suba en este Gobierno, o se acerque lo más próximo posible, al 1 por ciento de PIB. Esfuerzo muy grande e insuficiente.

Un esfuerzo de lograr que la investigación consolidada represente, por año, alrededor de 3 y medio billones de pesos, lo cual será insuficiente.

Pero quiero decirles que en Colombia hay procesos investigativos no cuantificados en las finanzas nacionales, procesos investigativos que producen excelentes resultados, muy superiores a los esfuerzos económicos del Estado.

Uno de esos procesos investigativos es el de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Esperamos que con los esfuerzos que se están haciendo en el presupuesto de Colciencias, ustedes puedan sentirse más apoyados con recursos fiscales, porque han producido mucho más resultado, de los recursos económicos que han tenido a disposición.

Qué gran contribución le han hecho al país en esta materia.

Y destaco su esfuerzo por la salud comunitaria, por la prevención, por la educación.

En la Ley 100 se reservaron unos porcentajes de las cotizaciones para prevención y educación. Años después, la Ley 715 de descentralización, asignó la competencia a las autoridades locales para administrar esos recursos.

Se produjeron fracasos, se denunció cualquier cantidad de actos de corrupción. Y hemos reasignado los recursos, en nuestra última ley de salud y seguridad social, lo hemos reorientado hacia las EPS y las IPS.

Confiamos que las conclusiones en materia de salud comunitaria, que todos los días ajusta, en las que todos los días avanza la Fundación Santa Fe, nos ayuden también con los nuevos alcaldes y gobernadores, con las EPS y las IPS en todo el país, para que los recursos de educación y de prevención, que están creciendo, produzcan más eficientes resultados.

Trabajan ustedes en un país que los admira, los respeta y los quiere, se ha visto en el esfuerzo de ustedes un gran ejemplo; en un país que reforma el Estado pero no lo desmantela, como se desmanteló en América Latina en décadas anteriores; en un país que exige responsabilidad social, pero que no esta en el estatismo, como en el estatismo están muchos países de América Latina; que le da todas las garantías a la inversión privada, con la exigencia de la responsabilidad social.

Un país que hace un esfuerzo por consolidar la Seguridad Democrática, por consolidar la confianza inversionista y por cumplir las metas sociales, en el que pensamos que la prosperidad social es inseparable de la prosperidad económica, que tiene que ir de su mano; que la Seguridad Democrática y la confianza inversionista generan los presupuestos para que se de la prosperidad social, que a su vez es el gran legitimante de la prosperidad económica y de la Seguridad Democrática.

Esfuerzos como el de la Fundación Santa Fe, son los mejores ejemplos de los resultados que puede obtener un país en esa orientación.

Ustedes son el mejor caso de iniciativa privada con plenitud de responsabilidad social.

Nosotros queremos hacer el esfuerzo de que en algún grado se les imite en todo el país.

Nos hemos dado a la tarea de reformar las entidades del Estado. Empezamos por Telecom, recientemente por Ecopetrol.

Hemos reformado 415 entidades del Estado, lo cual ha obtenido un ahorro de un punto del PIB por año, ha logrado resolver cuantiosísimos problemas pensionales, que de haberse trasladado al fisco habrían hecho colapsar definitivamente nuestras finanzas públicas.

Estamos, a través de esa reforma, procurando dejar el mejor legado de salud fiscal para la Nación, de tener unas entidades estatales más transparentes en el manejo, generadoras de valor, no destructoras de valor.

Toda entidad de esta naturaleza que se reforma, es una entidad que se inmuniza contra la politiquería y el clientelismo, como lo hemos visto en las 415 reformadas, en Telecom, en Ecopetrol y en todas ellas.

Capítulo muy importante es la reforma de las instituciones de la salud. Van reformados 190 hospitales, empezando por los universitarios de la Costa. Reformado el Hospital Universitario de Santa Marta, el de Barranquilla, el de Cartagena, el ‘González Valencia’ de Bucaramanga, sin desmantelar su carácter público y su finalidad social. Vamos a continuar en esa tarea.

Y hemos emprendido la reforma del Seguro Social, tanto en la EPS como en las clínicas.

Me parece que los radicalismos ideológicos que se oponían a esta reforma, empiezan a ceder, como lo podemos advertir al haber hecho la reforma de Ecopetrol.

Y hay espejos para derrotar esos radicalismos ideológicos. No puede ser que en este hospital universitario tengamos la eficiencia al más alto nivel del mundo, y que a poca distancia, en clínicas del Seguro Social, los pacientes se mueran en los pasillos.

Estos ejemplos, estos espejos, estimulan esas reformas, muchas veces incomprendidas, desgastantes en lo político, pero de gran trascendencia.

En nuestro primer Gobierno desvinculamos las clínicas del Seguro Social de la parte central, esa reforma no producía efectos frente al universo de usuarios y pacientes, pero sí se constituía en el gran paso de desagregación de la institución, para lograr la segunda reforma, aquella en la que estamos ahora empeñados, la de la EPS y la de las clínicas, habrían sido mucho más difíciles si en el primer Gobierno no hubiéramos hecho la reforma que separó las clínicas de la parte central del instituto.

En la EPS no estamos en un proceso de privatización, sino en un proceso de tránsito del desgreño estatal a la eficiencia social.

Confiamos que en enero los colombianos puedan empezar a afiliarse a la nueva EPS, sociedad del Estado y de las cajas de compensación.

Y estamos empeñados en la reforma de las clínicas del Seguro Social. No puede ser que malos servicios a los ciudadanos -cuando hay alternativas tan buenas como este hospital universitario- se mantengan simplemente por pruritos ideológicos obsoletos. No puede ser que privilegios de excesos sindicales y de politiquería, impidan esas reformas.

Ya hemos avanzado en las reformas de algunas de estas clínicas: el Hospital Campo Serrano, del Seguro Social en Santa Marta, entregado en administración a la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, empieza a mostrar excelentes resultados. La Clínica Enrique de la Vega, de Cartagena, hoy operada por los Hermanos de San Juan de Dios, empieza a mostrar excelentes resultados. Las clínicas del Seguro Social en Medellín ya han sido liquidadas, y empiezan a ser administradas por la división médica de la Universidad de Antioquia, temporalmente, y se está en un proceso licitatorio para definir los operadores ya no provisionales.

Hemos liquidado las clínicas del Seguro Social en Bogotá. Hay una operación transitoria, mientras adelantamos el proceso para adjudicarlas definitivamente. Confiamos que esas clínicas todas, no solamente las mencionadas, sino todas las del país, vayan mirando el buen ejemplo que ustedes dan desde la Fundación Santa Fe de Bogotá, para poner aquellas, ojalá, muy cerca del nivel que ustedes han alcanzado acá.

Ustedes han participado muy activamente en los procesos de mejoramiento cuantitativo y cualitativo de la salud en Colombia, en la Ley 100, en la reciente reforma y en la implementación de todas estas normas.

Estamos haciendo un esfuerzo en el cual requeriremos de sus luces permanentemente, como las hemos tenido, para que en 2010, en la víspera del final del Gobierno, en julio del 2010, podamos decirle al país que hemos cumplido con la meta de la cobertura universal.

Hace cinco años Colombia tenía 10 millones 700 mil ciudadanos afiliados al régimen subsidiado, hoy tiene más de 20 millones. Hace cinco años teníamos 13 millones de beneficiarios del régimen contributivo, hoy nos estamos acercando a 17 (millones).

Hemos crecido la afiliación de seguridad social en salud en un 42 por ciento. Confiamos que de la mano de instituciones como la Fundación Santa Fe, podamos lograr los 6 - 7 millones de cupos de afiliación que requerimos, para que el país complete su cobertura universal.

No será suficiente, las administraciones que nos sucedan tendrán un enorme reto: el reto de nivelar el Plan Obligatorio de Salud del Régimen Subsidiado con el Plan Obligatorio de Salud del Régimen Contributivo, y el reto de la calidad.

La participación ciudadana, la protesta de la opinión pública, en nuestro estilo de gobierno comunitario, ha ayudado bastante a erradicar fenómenos de corrupción y también a mejorar calidad, pero no es suficiente. Es una tarea en la cual no se puede bajar la guardia en un solo momento. El ejemplo de ustedes es bien estimulante para avanzar en esa tarea.

Quiero invitar esta noche a la Fundación, a avanzar en los nuevos pasos. El doctor Fidel Duque Ramírez me ha expresado que están en procesos de certificación internacionales, para avanzar todavía más en una gran posibilidad de Colombia, en ser un país con una significativa presencia de turismo médico, de turismo de salud. Allí tiene el país una enorme posibilidad.

Para contribuir a ello, en nuestra reciente Ley de Zonas Francas uno de los pasos dados para fortalecer en Colombia la confianza inversionista, hemos incluido los centros hospitalarios y los conglomerados de salud.

Se exigen unos requisitos de certificación del mayor nivel de exigencia internacional, y las instituciones que los cumplan y que hagan nuevos desarrollos pueden tener tarifa de renta del 15 por ciento, lo cual no interesa a la Fundación, dado su carácter de entidad sin ánimo de lucro, pero obtienen la exención de IVA y arancel para la importación de equipos, lo cual es de gran trascendencia.

Tengo la esperanza que vamos a ver desarrollar ese gran germen del país, de su capacidad médica y científica, para avanzar en la captación de la demanda internacional por servicios médicos y científicos, y que la Fundación Santa Fe de Bogotá va a estar a la vanguardia en esta nueva etapa.

Los felicito muy de corazón. Me siento muy honrado de acudir a acompañarlos a ustedes en estos 35 años. Un esfuerzo muy grande, pero un gran crédito le reconocen todos los colombianos, y vengo a decirle en nombre de muchos compatriotas, que todos los días necesitamos más de ustedes.

Venimos, más que a agradecerles, a decirles que el buen crédito y el buen ejemplo nos obligan a demandarles que sigan haciendo más y más por Colombia.

Muchas gracias a la Fundación, a cada uno de sus directivos, al doctor Fidel Duque, al doctor Roberto Esguerra, al doctor Juan Pablo Uribe, a cada uno de los médicos, a cada uno de los compatriotas que trabajan en las diferentes áreas.

Han conformado ustedes un conglomerado social que honra a Colombia, 35 años medidos en esfuerzos, en aplicación a las tareas, es mucho tiempo, pero este país lo ve como un periodo corto, ve a la Fundación jovencita, apenas empezando, y tiene toda esperanza de verla crecer y crecer, como hasta ahora lo ha hecho.

Felicitaciones y adelante Fundación de Santa Bogotá”.

 

 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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