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Palabras del presidente Uribe en la XVII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en Cartagena

Noviembre 26 de 2007 (Cartagena - Bolívar)
 

“Nos sentimos profundamente emocionados de recibir hoy en Cartagena, esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, aquí, en Colombia, esta nueva Asamblea de la Organización Mundial Turismo.

Estamos emocionados. Para nosotros es una gran oportunidad. Muchas gracias a todos ustedes que escucharon las palabras del vicepresidente Francisco Santos, del entonces director de Proexport, hoy ministro Luís Guillermo Plata, cuando los visitaron en su Asamblea anterior, para ratificar el pedido de la sede para Colombia.

Don Francesco (Frangialli, Secretario General de la OMT), muchas gracias. Muchas gracias porque se convirtió usted en un gran aliado desde aquella vez que nos reunimos para conseguir esta Asamblea. Pero no vaya a creer, yo le voy a dar las gracias y le voy a pedir más cositas. Porque usted resultó muy efectivo. Cuando yo le dije: ‘Francesco, nos tienes que ayudar; tú tienes la palabra, la batuta, para que la asamblea sea en Colombia, en Cartagena’. Pues usted lo ha hecho muy bien Francesco. Y ahora le tengo que decir que nos ayude a que este país rápidamente reciba 4 millones de turistas por año, que lo necesitamos.

Ustedes visitan un país que ha sufrido mucho, pero que tiene una gran esperanza. Un país muy diverso, pero con una ciudadanía que tiene un elemento común, no obstante las diferencias de una región a otra. Una ciudadanía laboriosa, hospitalaria, alegre, transparente. Son características muy importantes del pueblo colombiano, amigo de todas las naciones del mundo. Como reconocemos nuestra diversidad al interior del país, respetamos la diversidad como un presupuesto para la unidad de todos los habitantes del mundo.

Tenemos una visión del Estado; una visión del sector privado. Nosotros ubicamos esa visión en la lucha por cinco elementos constitutivos de una democracia moderna: la seguridad para todos los ciudadanos, democrática; el respeto a las libertades; la construcción de cohesión social; la búsqueda de la transparencia como factor de confianza, que une a la ciudadanía; el respeto a un Estado, integrado por instituciones independientes, todas de origen democrático. La independencia de esas instituciones, garantiza que en ninguna puede haber abusos y, al mismo tiempo, la colaboración de esas instituciones garantiza el logro de los fines superiores del Estado y de la sociedad.

Nosotros creemos en una democracia moderna, abierta al mundo, respetuosa de la diversidad, del medio ambiente, de la solidaridad. Reformamos el Estado, para tener todos los días un Estado más eficiente, que construya valor, que responda a la comunidad. Pero no aceptamos monopolios estatales, tampoco privados. Luchamos por una comunidad de emprendimiento. Aquí hay un Estado que provee servicios, que garantiza la unidad de la Nación, que exige responsabilidad social, pero que le da todo el espacio al sector privado.

Hay un Estado responsable, pero no un Estado monopólico. Hay un Estado que exige solidaridad, pero no un Estado que en nombre del estatismo anula la creatividad, anula la iniciativa. Nosotros le damos todo el espacio al sector privado, nacional e internacional, exigiendo responsabilidad social.

¿Cómo entendemos la responsabilidad social?

Primero: a través de la transparencia en las relaciones entre el Estado y los inversionistas. Transparencia en los contratos, en las concesiones; transparencia en la tributación; transparencia para resolver las disputas.

Segundo: responsabilidad social en la solidaridad de los inversionistas con las comunidades. Hoy ha sido un día venturoso para Cartagena. Al recibirlos a ustedes, cuando muchas personas oyeron decir que ustedes venían para acá, dijeron: bueno, ese mismo día vamos a empezar nuevas empresas en Cartagena y ese mismo día vamos a reunirnos los del sector salud del Continente Iberoamericano, de la comunidad Iberoamericana en Cartagena. Ustedes nos han traído más visitantes y por eso ha habido algunas dificultades en comodidades hoteleras en la ciudad.

Esta mañana empezaba la construcción en la ciudad de 10 nuevas fábricas, 10 nuevas fábricas del sector plástico. Durante el proceso de construcción van a emplear 5 mil trabajadores directos. Y les hemos dicho: tienen todas las garantías en Colombia, pero también hay que cumplir con la solidaridad con las comunidades. Y todos se han comprometido a ayudarnos a resolver el problema de vivienda para los sectores más pobres de Cartagena. Solidaridad con la comunidad.

Y también entendemos la responsabilidad social expresada en las relaciones laborales, en las relaciones al interior de las empresas, al interior de los hoteles. Relaciones laborales no de capitalismo salvaje; de fraternidad, sí. Relaciones laborales no de odio de clases; de fraternidad, sí. Esas son nuestras tres más importantes significaciones de la responsabilidad social.

Trabajamos en Colombia, apreciados visitantes, tres prioridades de Gobierno: Consolidar la seguridad. Quizá hace cinco años muchos de ustedes se habrían abstenido de venir aquí. Y hemos avanzado en la seguridad por un gran esfuerzo de los policías y soldados de Colombia. Les pido al Almirante y al Coronel Mena que se pongan de pie. Ellos representan 350 mil colombianos de nuestras Fuerzas Armadas y de Policía, héroes de la Patria.

Ellos están dedicando todos sus esfuerzos a la seguridad de este país, seguridad para todos. Por eso es democrática. Seguridad para empresarios, para trabajadores, para amigos del Gobierno, para opositores del Gobierno. Seguridad para todos. Y han pagado un sacrificio muy grande: hoy, en los hospitales de la Policía y de las Fuerzas Militares hay mil 700 integrantes de estas armas que tienen alguna mutilación, por las minas antipersonas del terrorismo.

Sin terrorismo tenemos turismo. Sin terrorismo tenemos alegría. Con terrorismo se nos frenan todas las posibilidades. Entenderán ustedes porque tenemos que dar esta batalla sin tregua contra el terrorismo, que afecta nuestra democracia, nuestras posibilidades y ha asesinado a nuestros ciudadanos. El terrorismo financiado por las drogas ilícitas. La presencia de ustedes hoy me permite decirles a los colombianos: vamos encontrando un caminito. ¡No a las drogas ilícitas, no al terrorismo. Sí al turismo!

Y estamos trabajando un segundo objetivo: la confianza inversionista. Por ejemplo, este año ya hemos visto un gran florecimiento de confianza en la industria turística.

Y un tercer objetivo: la cohesión social, la superación de la pobreza, la construcción de equidad. Van de la mano: sin seguridad, sin confianza inversionista no hay recursos para la cohesión social; sin cohesión social no se legitima la seguridad, no se legitima la confianza inversionista.

Creemos que la prosperidad social tiene que acompañarse de la prosperidad económica. En nuestro Continente, en las décadas del principio de la segunda mitad del siglo anterior, se habló solamente de prosperidad económica. En algunos países que hablaban del desarrollismo en nombre de la prosperidad económica, creció mucho la economía, pero se deterioró más la cohesión social. Y la falta de cohesión social freno el crecimiento de la economía.

Después, en algunos países se habló solo de prosperidad social; se desconoció la necesidad de la prosperidad económica. El discurso social demagógico, sin resultados, primero generó ilusiones electorales y después frustraciones. Para nosotros es muy importante que la prosperidad social vaya acompañada de la prosperidad económica.

Además, en aquello de la cohesión social estamos trabajando muchas metas. En el año 2019 cumpliremos 200 años de vida independiente. En debate con los colombianos hemos fijado unas metas muy exigentes que deberán estar cumplidas en ese momento. Estamos trabajando para avanzar mucho en lo que corresponde a este Gobierno, al 2010, para que Colombia en ese momento le pueda decir al mundo: un país con plena cobertura en educación básica, un país con 34 por ciento de cobertura en educación universitaria, un país ejemplo en formación técnica vocacional.

Los empleadores colombianos pagan 4 puntos de la nómina, 2 puntos de la nómina, a una institución de formación técnica vocacional que es hoy líder en Latinoamérica y una de las líderes del mundo: el Servicio Nacional de Aprendizaje. Un país líder en el mundo en educación a distancia, en ambiente virtual, gracias a la revolución de las telecomunicaciones.

Aspiramos, en el 2010, decir: hemos logrado plena cobertura en el seguro de salud. Hace 4 años teníamos 24 millones de colombianos asegurados. Hoy tenemos 36 y medio millones de colombianos asegurados y aspiramos en el 2010 decir: la totalidad de la población de Colombia tiene seguro de salud.

Estamos trabajando para que todas las familias pobres de este país tengan un apoyo para la educación, la nutrición y la salud de sus hijos. El programa se llama Familias en Acción. Ya hemos logrado millón y medio de Familias en Acción vinculadas al programa. En Cartagena solamente hay 42 mil. Pero estamos trabajando para que la economía nos permita los recursos para, en 2009, llegar a 3 millones de familias colombianas en ese programa.

Estamos trabajando para que todos los colombianos tengan acceso al crédito. Hemos vinculado al sector público, al privado, a las fundaciones, a los bancos de primer piso, a los bancos de segundo piso en un programa que se llama Banca de Oportunidades, para poder entregarles crédito a los sectores más pobres de la población.

En nuestro primer Gobierno les entregamos crédito a un millón 800 mil familias de los sectores más pobres. En este segundo Gobierno aspiro que le lleguemos a 5 millones de familias pobres.

Tenemos un problema grave de desplazamiento, de vivienda social, de reinserción. La violencia. Y por eso somos tan firmes contra el terrorismo, nada bueno nos trajo. Por eso, en todos los países del mundo tienen que ayudarnos y entendernos de que nosotros no le podemos dar espacio al terrorismo.

Les voy a decir algunos daños del terrorismo: produjo más de 2 millones de colombianos desplazados al exterior; un desplazamiento interno de 2 millones de ciudadanos. El terrorismo incidió para que este país llegara a tener niveles de pobreza del 60 por ciento. El terrorismo nos ahuyentó la inversión.

Este país, este país, guárdenlo en su mente: tiene un millón 150 mil kilómetros cuadrados; 578 mil kilómetros cuadrados de selva. Este país guarda un tesoro ambiental para el planeta, 578 mil kilómetros cuadrados de selva. Solamente en selva Colombia tiene una extensión superior a todo el territorio de Francia. El terrorismo, las drogas ilícitas han destruido más de 2 millones de hectáreas de selva.

Hoy promovemos un mecanismo de protección de la selva. Se llama Familias Guardabosques, familias de la comunidad rural que estaban en las drogas ilícitas, que han hecho el compromiso con el Gobierno de abandonar las drogas, de no destruir más selva, de cuidar la recuperación de la selva. El Gobierno les paga un subsidio, un apoyo. Ya tenemos 56 mil Familias Guardabosques, pero necesitamos llegar a más de 100 mil Familias Guardabosques.

Creemos que es una contribución no solamente a Colombia, sino al mundo, porque nuestra selva es un recurso del planeta. Y ahora que tenemos que darle prioridad a la lucha contra el calentamiento global, la preservación de la selva colombiana debe ser una primera prioridad del planeta.

El terrorismo ha sido el enemigo de la democracia, el destructor de las familias. El terrorismo ha sido fuente de desempleo, de pobreza, de desplazamiento. Por eso, a todos los países del mundo: crean en nuestra democracia. Que ningún país del mundo crea en el discurso de los terroristas colombianos. Son pocos, pero todavía con mucha capacidad de hacer daño.

Tenemos una autoridad moral para combatirlos. Este es un país de libertades. En estos 4 días que estarán en Colombia ustedes podrán leer de todo: algunos articulistas pueden defender la obra del Presidente, otros la atacan todos los días. Y nosotros lo asumimos tranquilamente, como una expresión de un país de libertades y de democracia. Eso nos da el derecho, la autoridad moral para decirle al mundo: que nadie, que nadie crea el discurso traicionero del terrorismo. El terrorismo nos ha engañado a nosotros 40 años, por eso nosotros queremos que el terrorista no engañe a ninguno de los países del mundo. El terrorismo nos ha engañado 40 años, por eso nosotros queremos que el terrorismo no engañe a ninguno de los pueblos vecinos de nuestra Patria.

Estamos haciendo un gran esfuerzo para resolver el problema del desplazamiento. Yo quiero contarles lo bueno y también problemas que tenemos. Porque ustedes llegan a una ciudad muy pujante, muy bella, histórica, pero también con un gran problema de desplazados y de vivienda que el Gobierno no puede desconocer. Y lo reconocemos, es visible, pero estamos tratando de resolverlo.

Miren, hemos frenado el desplazamiento sustancialmente, pero no del todo. En esa tarea estamos. Hemos resuelto a los desplazados problemas de atención humanitaria inmediata, sí; de educación también; de salud también; de Familias en Acción también.

Me preguntaran ustedes: ¿Cuál es el primer problema hoy con el desplazamiento? No hemos sido aún capaces de resolver el problema de vivienda social para todos los desplazados. Allí tenemos un gran faltante.

Y tenemos otro desafío inmenso: los reinsertados.

Cuando este Gobierno empezó Colombia tenía 60 mil integrantes de los grupos terroristas. De ellos se han desmovilizado 46 mil. Muchos jefes de ellos están en la cárcel, otros están huyendo. Y aquellos desmovilizados que habían estado en esos grupos y que habían sido engañados, los tenemos en un programa que llamamos Programa de Reinserción

Estamos trabajando para que ellos se reencuentren armoniosamente con la sociedad colombiana. Un programa costoso, difícil, pero que lo hacemos con amor. ¿Ustedes se imaginan que importante es que un joven que estaba en la guerrilla o en los paramilitares pueda regresar a la familia, a la sociedad, a la educación, al emprendimiento transparente? Tenemos 46 mil personas en ese proyecto.

Apreciados visitantes, llévense esta idea: aquí hay tanta firmeza contra el terrorismo, como corazón grande para los que rectifican el camino; como amor por defender la democracia, por construir unidad social.

Y en el tema de la confianza inversionista, este país, hace 5 años, de cada 100 dólares que producía invertía 14, 15. Ahora invierte 26, 28. Muestra de la confianza inversionista.

El sector privado invierte, nacional e internacional, entre 19 y 21 puntos de esos 26, 28. ¿Qué hemos hecho para la confianza inversionista? Lo siguiente: primero, el modelo de Estado, un Estado que exige responsabilidad social, pero que no desaloja al sector privado. Un Estado de libertades con responsabilidad social; la persistencia en la Seguridad Democrática.

Hemos trabajado por mostrar una tendencia de saneamiento de nuestras cuentas nacionales. La reducción del déficit, del endeudamiento, a pesar del camino que falta por recorrer.

Hemos utilizado incentivos tributarios. Cada inversión que hoy se hace en Colombia tiene una deducción del 40 por ciento. Eso implica que de cada 100 dólares que se invierten en Colombia, el Estado aporta 12 con 8. Hay sectores en los cuales este país tiene una gran posibilidad, como el sector de los biocombustibles.

Tenemos 43 millones de hectáreas de sabana, donde podemos crecer enormemente la producción de alimentos para la seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, una gran industria de biocombustibles, sin destruir un milímetro cuadrado de selva. Solamente es esas sabanas, los cultivos de tardío rendimiento que se requieren para los biocombustibles, como la palma africana, tienen hoy 10 años de exención de impuestos, una vez empieza la fase productiva.

Hemos introducido incentivos con esta idea: a nosotros no nos gusta rebajar de manera general los impuestos. Porque uno no sabe si todos los que se benefician de la reducción de impuestos invierten. Lo que sí hacemos es darle un tratamiento diferente a aquellos que invierten, del tratamiento que se le da a los que no invierten. Por eso, la orientación de nuestros incentivos.

En hoteles, un hotel que se construya hoy en Colombia tiene 30 años de exención de impuestos. Una empresa de turismo ecológico que se instala hoy en Colombia tiene exención de impuestos permanente.

Para los sectores productivos y de servicios ha sido muy importante la institución recientemente incorporada, la de las Zonas Francas Especiales, donde no se paga impuesto al valor agregado ni arancel por la importación de equipos y la tarifa de renta es apenas del 15 por ciento, con unos requisitos de empleo y de inversión. Empleo de buena calidad, con afiliación a la seguridad social; directo, sin intermediarios; empleo formal.

Y hoy, si, por ejemplo, alguien de ustedes construye un hotel en Colombia se gana el beneficio tributario de los 30 años. El Estado firma un pacto con ustedes que les garantiza la estabilidad en esas reglas.

Queremos que nos acompañen para hacer de Colombia un gran destino turístico. Y ustedes encuentran otras ventajas en Colombia. Quien quiera venir a Colombia a hacer inversión encuentra, además de todos estos estímulos, de los pactos de estabilidad, encuentra con quien aliarse en Colombia.

Este país tiene tres ventajas adicionales: muy buena comunidad de emprendimiento para encontrar aliados; excelente productividad y calidad de los trabajadores de Colombia, una segunda ventaja, y una tercera ventaja: este es un país de excelencia en la Gerencia.

Y esto que les digo, lo pueden comprobar ustedes preguntando a quienes han sido inversionistas tradicionales de Colombia o inversionistas de los últimos años. Hay muchos motivos para creer en este país.

Todavía nos llegan pocos turistas. Cuando empezamos la lucha contra el terrorismo se reactivó mucho el turismo nacional. Y apenas llegaban 536 mil turistas por avión al año. Este año deben llegar millón 300 (mil). Pero necesitamos rápidamente llegar a 4 millones.

Se han reanudado los cruceros del Caribe, como generosamente lo reconocía el señor Alcalde de Cartagena. Y eso nos ayuda muchísimo.

Algunos dicen que el turismo es la industria sin chimeneas, sin contaminación. Cuando observo el turismo entre mis compatriotas, digo: ‘Es la industria de la alegría’. Algún día escribiré sobre esto.

Nuestro Gobierno empezó el 7 de agosto de 2002. Dos días antes se había producido un atentado terrorista contra la Gobernación, aquí en Cartagena. La gente, en Colombia, no salía de la casa, no salía de la casa por temor. Empezó el sacrifico de la Fuerza Pública y hubo un fin de semana festivo en octubre y otro en noviembre, y la Fuerza Pública empezó a proteger las carreteras y los colombianos empezaron a salir a hacer turismo.

Eso parecía que los colombianos estaban saliendo a reencontrarse con la libertad, después de abandonar un secuestro colectivo. Observando la alegría de los colombianos, la alegría del papá, la alegría de la mamá, la alegría de los niñitos; la manera como saludaban a los soldados y policías en la carreteras; la alegría de los vendedores de artesanías; la alegría de la alegría de los vendedores de artesanías; la alegría de los dueños de hoteles, de los trabajadores de hoteles, de las estaciones de combustibles; la alegría de los artesanos, yo dije: el turismo es la industria de la alegría.

A los pocos días, con la Fuerza Pública visité una pequeña localidad, aquí cerca, que se llama San Jacinto, donde vende unas precios hamacas, unas preciosas artesanías, en la calle. Y se me acercó una señora y me dijo: ‘Gracias Presidente, porque me devolvió el almacén’. Le dije: ‘¿Cómo así, te lo habían quitado?’. Y me dijo: ‘No, es que mi almacén es la calle. Yo tengo aquí una venta de hamacas para venderles a todos los turistas. Y como no venían turistas, tenía el almacén cerrado. Ahora lo reabrí, porque han vuelto turistas’.

En un país que se privó del turismo por el terrorismo, se nota la alegría de los ciudadanos cuando regresa el turismo gracias a la seguridad. Por eso, observando a mis compatriotas he dicho: el turismo es la industria de la alegría.

Y yo sí creo que es mejor estar haciendo turismo, promoviendo la alegría, que simplemente promoviendo dificultades entre países. Por eso, me parece de la mayor importancia estimular el turismo y no estimular el terrorismo. Eso es fundamental y en eso ustedes nos ayudan.

En Colombia estamos todos comprometidos para que ustedes pasen felices en este país.

Ayúdenos. Así como Francesco (Frangialli, secretario general de la OMT) regresó con todos ustedes a Cartagena, que cada uno de ustedes regrese a Cartagena con muchos turistas del mundo. A todos los pueblos que ustedes representan: este es un país abierto al mundo, un país que derrota internamente su terrorismo, pero que ayuda a la unidad del mundo.

Muchas gracias. Que pasen felices en Cartagena”.

 

 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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