“A todos un saludo muy afectuoso. Mi gratitud a ustedes y a quienes lo han hecho posible. Mi gratitud a la cooperación internacional. Hemos puesto toda la atención a las palabras de la doctora Liliana Ayala, sobre la necesidad de que siga expandiéndose la presencia del Estado en las diferentes regiones. A la muy buena evaluación que ha hecho el señor Aldo Lale-Demoz, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. A esa Oficina nuestra gratitud. Nos han legitimado el programa.
Cuando en la Gobernación de Antioquia en 1995 propusimos el Plan Rastrojo y en la Presidencia de la República en 2002 Familias Guardabosques, la gente ni quería oír. Uno les hablaba a los europeos y a los norteamericanos de eso, y como no se tiene la visión de lo que significa la selva como pulmón para el planeta y no se tiene la visión de lo vulnerable que es la selva colombiana del riesgo de la droga, se veía que gastar dinero pagándoles a las familias para cuidar el bosque era malbaratar el dinero.
La Agencia de las Naciones Unidas nos ha ayudado mucho para que este programa se entienda en el mundo. Creo que es el programa más importante que hay en el mundo para proteger la selva. Y aquí en Colombia la tenemos que proteger contra la droga. En otros países la tienen que proteger contra la agricultura comercial. Ustedes saben que en el vecindario, así como aquí tumban la selva para sembrar droga, en alguna parte del vecindario la tumban para sembrar soya.
Entonces este es un programa que creo debería tener todo el apoyo del mundo, y el mundo mirarlo y extenderlo. Creo que es una estrategia básica contra el calentamiento global. Y nos ha ayudado inmensamente la Agencia de las Naciones Unidas contra el Delito y contra las Drogas. Toda nuestra gratitud.
Quiero agradecer inmensamente a Acción Social, a Luis Alfonso Hoyos. Quiero agradecer inmensamente a su equipo, a Victoria Eugenia Restrepo. Y quiero agradecer a las diferentes entidades de cooperación aquí presentes por la integración con ella.
No ha sido fácil financiar este proyecto. No ha sido fácil sostenerlo. No ha sido fácil ponerlo en movimiento. Cuando hay plata de sobra, financiar estos proyectos es fácil. Aquí no la ha habido. Nosotros empezamos con unas finanzas públicas quebradas.
Ahí poco a poco hemos venido arbitrando recursos para poder financiar este tipo de proyectos. Creo que los resultados son muy buenos.
Este país tiene todavía 578 mil kilómetros de selva. Más de la mitad del territorio. Eso es una ventaja muy grande para el planeta. Es un pulmón del planeta. Y creo que este sistema es un sistema muy importante para sostener esa selva.
Uno ve en los Estados Unidos y en Europa subsidios a la tierra agrícola en descanso, no solamente a la producción agrícola sino a la tierra agrícola en descanso. ¿Por qué no se va a subsidiar el cuidado de la selva como un punto contra el calentamiento global?
Ahora, no hablemos de subsidio. Es que esto no es un regalo. Es que el mundo va a tener que invertir en cuidar la selva. Entonces pienso que esa es una inversión con una tasa de retorno social inmensa para el mundo.
Ahora que el doctor Aldo traía la tasa de retorno de este proyecto, la mera tasa de retorno económica, que es del 26 por ciento, nos decía que es mucho más alta que el costo del capital. Y que con esa tasa de retorno, la inversión que aquí se está aplicando no tiene costo de oportunidad. Porque no estamos sacrificando otras inversiones que serían más rentables.
Ese resultado mejoraría mucho, si a eso se le sumara el componente social y ambiental. Porque ahí viene simplemente cuantificado lo que renta el capital: un peso que pongo, da 1,26. Pongo un peso y recojo 1,26.
Pero a eso le sumamos cuánto significa este programa desde el punto de vista de estrategia contra el calentamiento global, cuánto significa este programa para preservar la selva,
Entonces pienso que en este esfuerzo que se está haciendo, Naciones Unidas nos tiene que ayudar a difundirlo en el mundo.
Le hes dicho a los europeos: a ustedes no les gusta financiar la fumigación en Colombia. Les respeto eso. Pero ayúdennos a financiar Familias Guardabosques. Ayúdennos a financiar erradicación manual.
Creo que en la partida presupuestal que se está estudiando ahora en el Congreso de Estados Unidos, sería muy importante que nos ayudara, que incluyera Familias Guardabosques como un proyecto estratégico de desarrollo alternativo.
Se lo hemos pedido a los congresistas y al Gobierno de los Estados Unidos para la nueva etapa del Plan Colombia.
Yo no critico fracasos. El mundo es de aprendizaje. Pero en el Putumayo hoy es más importante este proyecto que muchos elefantes blancos que se instalaron allá y que costaron platales.
Vi unas fábricas que se instalaron allá. Una fabrica de secamiento de madera, quebrada. Una fábrica de concentrados, quebrada.
¿A quién se le ocurre irse a poner fábricas de concentrado al Putumayo? ¿Dónde está la materia prima y dónde están los consumidores? Cuánto más fácil llevar eso a los cluster de producción de concentrados? En cambio cuánto significa Familias Guardabosques para el Putumayo. Y lo que se puede hacer a partir de allí, llámese en cacao, en palma africana, en piscicultura.
Si algún futuro le veo al país (y ojalá cada familia de ustedes lo hiciera), es que cada familia campesina tenga un pozo con pescados. Eso tiene un futuro enorme en el país. Usted echa un pescado en un pozo campesino, gana plata y asegura la alimentación de la familia.
Hemos tenido sacrificios grandes aprendiendo. Y creo que el aprendizaje nos ha llevado a ver en Familias Guardabosques una gran oportunidad. Porque es un programa integral. Qué voy a inventar, si todo lo dijo el doctor Aldo y lo dijeron ustedes mismos.
Es un programa que evita la siembra de droga, cuida la selva, logra la recuperación de la selva y logra también alternativas productivas complementarias importantes.
El solo cuidado de la selva hay que entenderlo como productivo. Ojalá se midiera eso: cuánto significa en absorción de CO2 y en producción de oxígeno. Eso es lo que no se ha medido.
Creo que esa medición hay que hacer, Victoria Eugenia. ¿Cuánto aportan esas hectáreas recuperadas y las cuidadas en la absorción de CO2 y en la producción de oxígeno?
En esta etapa del calentamiento global, eso tiene un alto significado económico y un alto significado social.
Cuando empezamos el programa, lo principal era el incentivo y lo accesorio el proyecto productivo. Le pediría muy respetuosamente a la doctora Liliana Ayalde (directora de la agencia de cooperación estadounidense Usaid) que, con todo lo que ellos nos han ayudado, piensen en que la ayuda que nos den en los presupuestos norteamericanos que vienen, pueda ir al incentivo.
Creo que, sin perjuicio de todo el asesoramiento para buscar los desarrollos productivos, que el crédito procuramos conseguirlo aquí.
Inclusive, al escuchar al doctor Aldo, pienso que nosotros vamos a tener que revaluar algunas decisiones sobre el incentivo. Muchas veces he dicho: si no podemos crecer tanto como quisiéramos, reduzcamos el incentivo para que tengamos más familias. Pero empiezo a ver también que eso puede tener problemas. Que se pierde la capacidad de ahorro.
Que reduzcamos el período para vincular más familias. También puede afectarse el tiempo mínimo necesario que se requiere para que madure un proyecto. Vamos a tener que revisar eso. Pero la solución es tener más presupuesto para el incentivo, que no lo tenemos.
Ustedes no saben lo que es financiar a 53 mil familias guardabosques. Los gobiernos no se pueden dormir un solo día. Menos cuando están en segundo período, cuando se supone que ya han aprendido bastante. Ahí es cuando están obligados a tomar decisiones más rápidamente. El gran peligro de los gobiernos reelegidos es que se duerman. Por eso el Gobierno reelegido tiene que vivir en nuevas iniciativas todos los días. Y por eso hay que activar este programa.
A mí me parece que es muy importante ver cómo nos ayuda Estados Unidos ahora y cómo nos ayudan los europeos. Y no tengamos miedo a pagar el incentivo. El incentivo nos ayuda mucho.
Vicky: ¿Cuántas hectáreas en selva protegen en selva estas 53 mil familias? Mantienen libres de cultivos ilícitos 2 millones 200 mil hectáreas. ¿Y cuántas protegen para que no las tumben? ¿Y cuántas se han recuperado, que las habían destruido y que ya estén en rastrojos altos de mediahacha? 58. Eso es bien importante. Todo ese balance.
Y han comprado 47 mil hectáreas. Han comprado la mitad de lo que todo el Gobierno ha entregado a los campesinos en estos cinco años. La mitad por vía de este programa. Es más fácil adquirir tierra, vía de este programa, que por los métodos convencionales del Gobierno.
Inclusive, Cecilia, te pido una reunión en el Ministerio de la Consejería de la Presidencia con el Ministro de Agricultura, su equipo y este programa, para evaluar mi tesis.
Creo que va a ser menos difícil adquirir tierra para campesinos, vía este programa, que a través de los mecanismos convencionales del Gobierno. Han adquirido tierra más fácilmente ustedes, que los que están en esos programas de reforma agraria.
Además a esos programas de reforma agraria entra mucho perezoso. Ustedes adquieren esa tierra porque ustedes están es trabajando. Ustedes si aplican esas tres TES: Trabajar, Trabajar y Trabajar. ¿Fuera de esta venidita a Santa Marta cada año hacen más paseos? La única forma de pasear es esta venidita aquí.
Ahora, hay que meterse mucho en el turismo ecológico y hay que hacer alianzas estratégicas. Inviten a sus regiones a empresas de turismo ecológico y hagan alianzas con ellos. Uno lo que tiene que hacer es asociarse con los que saben.
Además el país está de moda. La gente quiere invertir en Colombia y visitar a Colombia. Y una empresa de turismo ecológico hoy es muy atractiva en Colombia porque es libre de impuestos. Y las zonas donde ustedes viven son muy bellas. Ahí tienen una gran posibilidad.
La doctora Liliana hablaba de presencia del Estado. Les voy a hablar a ustedes con toda sinceridad. Uno necesita la presencia del Estado en todos los órdenes. En seguridad y en estos temas.
Si uno llega solito con estos temas, los terroristas se lo comen. Si no llegan los soldados y los policías de la patria y llega uno a esas zonas a decir: eliminemos la coca y vamos con familias guardabosques, los terroristas no dejan.
Por ejemplo, en Carmen del Darién los terroristas son los que han frenado la expansión de familias guardabosques. Usted que se quejaba, nuestro compatriota, del Carmen del Darién.
¿Qué es lo que hay que hacer ahora? Con la Fuerza Pública consolidar allí y que pueda entrar el programa a la expansión prevista desde un principio. Entonces, olvidémonos. Esto no se puede hacer sin Fuerza Pública. Manejar terroristas a consejos, de ninguna manera. Esos bandidos no se manejan sino a la brava. Para ser absolutamente claros, ustedes lo saben.
Y para que ustedes puedan desarrollar estos programas, hay que quitarles ese problema a ustedes, porque ustedes han vivido en esas regiones con un fusil de los terroristas aquí.
Ahora, casi nadie les habla a esos bandidos así. Y el pueblo colombiano se ha sentido muy vulnerable, muy ultrajado por esos bandidos. A mí me toca. ¿O no hago ese trabajo? ¿O simplemente los trato de misioneros y arcángeles?
Entonces se necesita valorar el trabajo de los soldados y los policías de la patria. Ahora hablaba allí con una señora de Vistahermosa, que me tiene muy invitado. General, vamos. Yo no he ido a Vistahermosa.
Me dijo: Presidente, totalmente diferente a hace cinco años. Me dijo esa señora: prácticamente entre el Ariari y el Guejar está recuperado para el Estado colombiano. Y me dijo esa señora: ya podemos caminar cinco horas de Vistahermosa para adentro sin que tengamos problemas, porque la Fuerza Pública ha desterrado a los bandidos. Eso es bien importante. Eso es fundamental.
Entonces aquí hay que apreciar la presencia de la Fuerza Pública. En el Amazonas encontraba al Alcalde de Leticia muy emocionado. ¿Cuántos tienes allá? ¿La gente contenta? Alicia, no he ido a Puerto Nariño, por Dios. Y les debo esa visita. Seiscientas familias en Puerto Nariño, eso se tiene que sentir.
Y con eso que se ha hecho allá en hotelería, en diversiones, sí que es indicado dar el pasito de unir esas familias guardabosques allá con empresas de turismo ecológico”.
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