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Palabras del Presidente Uribe en reunión con la
comunidad de Cocorná, Antioquia

Octubre 24 de 2007 (Cocorná, Antioquia)

 

“Me honra mucho visitarlos hoy en lo que hemos llamado esta semana de lucha por el vigor de la democracia de la Patria. Regresar a esta tierra sufrida, productora de una gran contribución a la raza laboriosa de Antioquia, esta tierra durante tantos años maltratada por la violencia, que tuve tanto gusto en venir aquí en innumerables ocasiones de mi carrera política y como Gobernador.

Me da tristeza que después de que se había hecho un esfuerzo enorme por los soldados y policías de la Patria y habíamos avanzado bastante en el rescate de la paz, ahora justamente en unas vísperas democráticas nos asesinen a un concejal y un aspirante al Concejo. Pero con la voluntad democrática de ustedes, esta dura cerviz que no se inclina del pueblo antioqueño, ustedes sometidos a tantas pruebas y siempre con la capacidad de responder activamente y sin declive, esto, en medio de la tristeza, lo vamos a superar.

Decía el alcalde hace unos minutos, que la preocupación de los concejales es - de los concejales rurales- cómo operan las finquitas después del lunes. Este es un municipio de pequeños propietarios, muy laboriosos, a cualquier barranca le sacan la vida. Una gente de una capacidad de trabajo ejemplar.

Si fuera posible, generales, que con instrucciones de los generales Pico y Pedreros, y de los coroneles Piza y Martínez, el área donde están las finquitas de los concejales de Cocorná tenga unos patrullajes permanentes. Los organicemos con radio y con inteligencia, para que les demos plenamente la seguridad y no se tengan que sumar a las familias desplazadas.

¿Quienes de los concejales viven en el campo? Entonces de una vez les voy a pedir a los concejales que viven en el campo que vengan, aquí los inscribe el general Pedreros y el coronel Piza, a ver cómo se les puede ayudar en eso.

Me quieren dar los nombres, los concejales que viven en el campo, o los aspirantes. ¿Quienes son los inscritos? Entonces dentro de un momentito. De aquí no nos vamos sin tenerlos a todos dictados, a ver cómo se les da protección en el campo, en sus finquitas, para que no vayan a ser desplazados por parte de esos bandidos.

Aquí habíamos recuperado mucho la paz. Esto nos duele, pero no vamos a dejar que la paz retroceda, esa es una razón de nuestra presencia aquí.

La Policía y el Ejército han identificado que los bandidos que han hecho estos asesinatos -¿ese es el grupo noveno de la FARC?- grupo noveno de la FARC, hay un alias ‘Danilo’, que es primer cabecilla, un alias ‘Salomón’; un alias ‘Kiko’. Este bandido ‘Kiko’ llamaba esta mañana a San Francisco, a preguntar que a qué horas llegaba el Presidente. Lo que quiero es irme a dormir a San Francisco, a esperar ese bandido, a ver si es tan macho.

La cuadrillita esa que hizo el asesinato está integrada por un alias ‘León’, una mujer ‘Rubiela’ y un alias ‘Aldemar’. Entre todos le vamos ayudar a la Policía y al Ejército a capturarlos. Y aquellos que dispongan de información útil para esa captura, por cada uno de los capturados, el Gobierno Nacional va a pagar hasta 50 millones de recompensa, porque esta democracia hay que defenderla, hay que defenderla con todo el vigor.

¿Saben cómo los mataron? Estos bandidos ahora no andan de camuflado, andan de civil -es bien importante que las Ong´s, la misión de la OEA nos ayude a certificar eso- porque esos bandidos han perdido mucho, se han debilitado mucho gracias a las Fuerzas Militares, pero ahora están en lo que estuvo Pablo Escobar en la última etapa de su vida. Cuando ya la Policía y el Ejército le habían debilitado todos los tentáculos, se puso en una acción de desespero a pagar por la ‘operación pistola’. Le pagaba a los sicarios por cada policía que mataban. Recuerden la tragedia que vivimos especialmente en la ciudad de Medellín por eso.

Estos bandidos ahora andan en una ‘operación pistola’, y andan de civil, y nos están haciendo una trampa. Yo le decía al Ministro de la Defensa y a los altos mandos que eso tenemos que alegarlo.

Como andan de civil y en grupitos pequeños, en cada ocasión que se le ha dado de baja alguno, salen a acusar a la Fuerza Pública, a decir que es una Fuerza Pública asesina, que en lugar de darles de baja los asesinaron fuera de combate.

Es bien importante la información, la ilustración rigurosa de cada uno de estos casos, para mostrar ante los fiscales, ante la justicia nacional, ante los críticos internacionales, cómo estos bandidos ahora andan de civil en una ‘operación pistola’, y cuando se les da de baja, sus compinches alegan que fueron dados de baja por fuera de combate.

Vamos a ilustrar bien el caso, vamos a formar bien el caso, con todas las evidencias, para avanzar en la defensa de nuestros soldados y policías.

Cuando yo estaba en la universidad, en la Universidad de Antioquia -estudiaba Derecho y Ciencias Políticas- las Farc mandó un comunicado, el ELN también, decían que en el momento que Colombia aprobara la elección popular de alcaldes y de gobernadores, ellos dejarían las armas.

La elección popular de alcaldes y gobernadores se aprobó después de largos debates, y las Farc lo único que hizo fue empezar a matar alcaldes, a presionar gobernadores, y crearon ese otro monstruo que este Gobierno ha desmontado, que es el paramilitarismo.

Elección popular de alcaldes que no fue fácil. Recordaba esta mañana en San Francisco, cómo la misma Constitución de nuestro vecino Rionegro, de 1873, la Constitución de más avanzada federalista de Colombia, no incorporó la elección popular de alcaldes.

Muchos de los constituyentes creyeron que los Estados que integraban los Estados Unidos de Colombia, nombre que se le dio a nuestra Patria en esa Constitución, irían autónomamente a incorporar la elección popular de alcaldes, y ninguno la incorporó.

Ni el Estado de Antioquia, ni el Estado del Cauca, ni el Estado de Cundinamarca, ninguno, ni el de los santanderes. Ninguno incorporó la elección popular de alcaldes.

En 1923 se reunió un congreso ideológico del liberalismo en Ibagué, produjeron un manifiesto, y en el primer punto de ese manifiesto pedían la elección popular de alcaldes. Tampoco se aprobó.

Avanzó el tiempo, y solamente en 1988, siendo Presidente de la República un coterráneo nuestro, el doctor Belisario Betancur, con un proyecto de Reforma Constitucional del doctor Álvaro Gómez -que en paz descanse, también víctima de esta violencia- se aprobó la elección popular de alcaldes. Y la de gobernadores apenas llegó en el 91, con la Constituyente del Presidente Gaviria.

El país luchó mucho por eso. Por eso tenemos que defenderla.

¿Antes cómo se elegían? No se elegían, se nombraban. El gobernador nombraba los alcaldes y los echaba cuando quería. Y muchas veces tenía que consultar con el Ministro de Gobierno y con el Presidente. Un país en exceso centralizado.

El Presidente de la República tenía que negociar con los congresistas el nombramiento de los gobernadores, de los alcaldes y de los inspectores de policía. También nombraba, por supuesto, a los Gobernadores, y los echaba cuando quería.

Esas reformas han sido muy importantes para la ampliación democrática de la Patria. Y han logrado algo: despertar el interés ciudadano por la autoridad más cercana, la que más les sirve, aquella con la cual está en cotidiana relación.

Ustedes tienen al señor gobernador en Medellín; tienen a su coterráneo, el Presidente de la República, a los ministros, en Bogotá. Pero aquí tienen a José de Jesús, el alcalde, a quien pueden acudir todos los días, la autoridad más cercana.

Y hoy, el alcalde y el gobernador se deben, no a la politiquería, se deben no a que el Presidente esté contento o aburrido con ellos, se deben al pueblo. Eso es un gran paso en la democracia colombiana.

Nosotros creímos que habíamos avanzado mucho en esta seguridad. Y hemos avanzado, hemos desmantelado el paramilitarismo y hemos debilitado la guerrilla, pero estos bandidos insisten, ahora debilitados, con esa todavía agravada ‘acción pistola’, que empieza a mostrar las fases críticamente demenciales del terrorismo. Vamos a enfrentar eso con todo el vigor.

Hemos desmontado el paramilitarismo. Este Gobierno tiene que hablar es con hechos. Un Gobierno que lleva cinco años y dos meses no puede dar un discurso que no corresponda a la realidad.

¿Ustedes recuerdan ese poder paramilitar hace cinco años ¿Quién iba a pensar que esos jefes paramilitares, con ese poder y con esa riqueza, cinco años después la mayoría estuviera en la cárcel, como hoy está?

¿Por qué digo yo que hemos desmontado el paramilitarismo? Porque hoy no hay bandas privadas criminales en parte alguna del país, con el propósito de enfrentar la guerrilla. Hoy la única fuerza que enfrenta la guerrilla es la fuerza institucional del Estado. Hemos recuperado un monopolio que nunca debió perder el Estado. Lo hemos recuperado en buena hora para Colombia.

Aquí ya no hay paramilitares en la autopista Medellín – Bogotá, extorsionando a la gente con el pretexto de atacar a la guerrilla. Hay unas guerrillas y unas bandas criminales de narcotráfico y extorsión.

Pero la única institución que hoy ataca a la guerrilla, como tiene que atacar a toda organización criminal, es la institución armada de la Constitución: el Ejército, la Policía.

El viernes pasado, con los delegados del Ministro de la Defensa, el Ministro del Interior, la Fiscalía, el doctor Luis Carlos Restrepo (Alto Comisionado de Paz), hacíamos una evaluación de la Ley de Justicia y Paz: 46 mil desmovilizados, 10 mil de ellos de la guerrilla, los otros, paramilitares. Han aparecido 87 mil víctimas, fosas que contienen centenares de cadáveres de personas que se habían dado por desaparecidas, y fueron asesinadas -me dice el General Naranjo (Director de la Policía)- especialmente entre los años 1996 y 2001.

Ochenta y siete mil víctimas, y las que faltan por aparecer, porque todavía no han empezado las confesiones de los guerrilleros desmovilizados. Deben empezar en las próximas semanas, ahora que el Ministro de Defensa presenta los guerrilleros que han pedido, que se han desmovilizado como postulados, para ser incorporados a la Ley de Justicia y Paz.

Nos decía el Fiscal sobre confesiones escabrosas: una de las personas desmovilizadas confesó que antes de asesinar a su víctima le cortó las extremidades, le sacó un ojo, y después de matarlo le cortó la cabeza y jugó fútbol. Unos hechos de barbarie que parecían superados en nuestro país.

Yo les confieso, paisanos, que salí de esa reunión con tres sentimientos: un sentimiento de contento, porque el Gobierno ha desmontado esos paramilitares. Este Gobierno no ha sido discurso, sino de eficacia. Ahí están los resultados.

Un sentimiento de dolor, al oír esas confesiones. Increíble, increíble que la barbarie haya estado tan cerca de nuestros años, del actual año, tan cerca en Colombia.

Y un sentimiento de indignación, porque los enemigos míos lo que me dicen es paramilitar. Antes se morían de miedo de decirle paramilitar a los paramilitares, y al único que le decían paramilitar era a mí, por razones de política.

Y siempre me he dicho yo: “vea pues, qué tan guapos, frente a los paramilitares les temblaban las rodillas, y por lucirse y bregar a quitarme votos, me decían a mí paramilitar”. Al Presidente del único gobierno que tomó la decisión, desde el día cero, de desmontar el paramilitarismo.

Nosotros llegamos a este proceso electoral en mejores condiciones, pero con hechos tristes, como estos asesinatos. Por eso tenemos que apoyar a las víctimas en el dolor y en la superación de su tragedia, y no dejar retroceder esta democracia.

Se ha avanzado mucho. En el 2000 fueron 45 mil candidatos; en el 2003, 75 mil; este año casi 87 mil candidatos inscrito, para 18 mil 332 cargos. Sumando los partidos, quienes han dado avales, los candidatos de firmas, hay 235 orígenes políticos diferentes.

El Ministro de Defensa y el General Naranjo ayer decían que de los 86 mil candidatos, o más, casi 87 mil, hay más de 38 mil con protección individual.

Creo que de los 1.099 municipios de Colombia, en unos pocos hay candidato único, en once hay candidato único, en todos los demás multitud de candidatos, lo que demuestra la fortaleza de la democracia.

Yo no se alcalde si ustedes tienen las cifras de cuántos candidatos hubo hace cuatro años en Cocorná y cuántos hay hoy. O a la Alcaldía.

Habían pasado de 36 a 58, 56 menos 11, 45. Había habido un gran aumento, que lo han querido echar para atrás con esto.

Pero miren, Cocorná muestra la tendencia general de aumento de candidatos en todo el país, porque la gente está más confiada. Eso es lo que no podemos dejar perder.

Vamos a defender estos derechos democráticos con toda ardentía. El pueblo colombiano ha sufrido mucho, pero sabe superar la tragedia. Y la lucha nuestra tiene que ser para que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir felices en esta tierra.

Cuando yo me fui de la Gobernación, habíamos mantenido esa carretera medio abierta. Pedro Juan Moreno, que en paz descanse, secretario de Gobierno, apoyaba mucho al Ejército, a la Policía, teníamos unos informantes remunerados, a lo largo de la carretera.

Muchos dijeron: “se fue el Gobernador paramilitar, ahora si llegó la paz”. Y lo que llegó fue la fiesta de esos bandidos. Hicieron fiestas, cerraron esta carretera prácticamente desde enero, febrero del 98 y la abrimos, apenas en horas hábiles del día, en septiembre de 2002. Hagan la cuenta.

Y apenas el 28 de diciembre pasado, que ustedes mandaron unas razones con el ministro que tienen ustedes en la Presidencia, con José Obdulio, ¿yo no sé si el es de Copacabana o Cocorná?, pero los dos se lo reclaman. Él se fue a enloquecer al Ministro de la Defensa, a abusar de la amistad de él y de los altos mandos, a decirles que los de Cocorná exigían abrir la carretera de noche, apenas se pudo abrir en horas de la noche desde el 28 de diciembre. ¿Cuánto se perdió?

Ahora me decía el Alcalde, dándonos allí una bandeja paisa muy deliciosa: “mire Presidente, la gente se arruinó, aquí no volvió nadie, abandonaron las finquitas, el municipio se quebró porque nadie pudo volver a pagar los impuestos”.

El Gobernador nos daba una noticia de alegría en San Francisco. Yo salí de la Gobernación con alegrías y con tristezas: la alegría de haber avanzado mucho, por ejemplo aquí en el oriente, en el acceso de la autopista a San Luis, de haber hecho este ramal, haber hecho el de San Vicente. Ustedes saben la tragedia que fue San Vicente con esa valorización. Bien importante fue Guatapé – San Rafael – San Carlos. Bien importante fue La Unión – Mesopotamia. Bien importante fue Mesopotamia – Sonsón, donde nos ayudó el doctor Guillermo Gaviria -entonces director de Invías-, en ese tramo. Y salí triste, porque no se pudieron hacer carreteras como la de aquí de La Piñuela a San Francisco. Eesta mañana el Gobernador dijo: va muy adelante la obra, muy adelante.

¿De dónde ha salido la plática? Cuando yo salí de la Gobernación dejamos unas obras contratadas muy importantes, la conexión de Medellín a Oriente y la doble calzada Bello – Hatillo. Eso entró en huelga, unos conflictos que no se superaron, se paralizaron las obras, y nos gastamos los dos primeros años y medio de la Presidencia resolviendo ese problema.

Una de las causas de ese problema: cuando el doctor Juan Luis Gómez Martínez, en buena hora, siendo Ministro de Obras, y el doctor Guillermo Gaviria, que en paz descanse, siendo director de Invías, siendo yo Gobernador, ellos adjudicaron la concesión de Medellín a Guarne, doble calzada, y ahora ya están llegando a Marinilla -y ojalá rápidamente la tengamos en El Santuario- estimaron un tráfico de 17 - 20 mil vehículos, la violencia redujo eso a 6 - 7 mil. Eso llevó a que nosotros encontráramos un reclamo de 400 mil millones de los contratistas. Lo arreglamos.

¿Por qué se recupera el tráfico? Por los soldados y policías de la Patria.

Entonces se reanimó la concesión, ahí tienen las obras. Y pudimos arreglar la de Medellín a Rionegro. Le trasladamos de esta 40 mil millones a aquella.

Entonces el Gobernador dijo: “bueno yo voy a hacer este arreglo, pero me dejan una parte para los pavimentos del oriente lejano”. Se está haciendo el pavimento de San Francisco, eso fue una petición y se la aceptamos en ese arreglo.

¿Cuál es la fuente de todo eso? Esa carretera de San Francisco se está haciendo, porque se superó el pleito de esa concesión. Y el pleito de esa concesión se superó, porque por la carretera volvieron a pasar vehículos y a pagar peaje. Finalmente eso se le debe a los soldados y policías de la Patria.

En el mundo el terrorismo ha causado mucho dolor, pero siempre, finalmente, ha sido derrotar. Y aquí los vamos a derrotar.

Uhhh, aquí los derrotamos. Nos faltan todavía 34 meses. Estos días me acordé de un jarabe que me daba mi mamá cuando estábamos pequeños. Decía: “denle Emulsión Scott a Álvaro, pa’ que coja fuerza”. Por eso he tenido mucha gana de volver a tomar Emulsión Scott, para que en estos 34 meses de Gobierno duerma apenas por un ojo, y no espabile del todo sino que medio espabile, para estar a toda hora con el Ministro de Defensa y los altos mandos, dándole madera a estos bandidos, para que no le sigan haciendo daño a Colombia, apreciados paisanos.

Estos bandidos han hecho mucho daño, pero hay que acabarlos.

Ministro y generales, es hora de capturar a esos bandidos, es hora de capturarlos. Y los que queden, que queden por allá en el monte comiendo raíces, hasta que mi Dios se acuerde de ellos.

¿Recuerdan ese poder de Pablo Escobar? Parecía invencible. La Fuerza Pública lo dio de baja. Hace cinco años parecían invencibles estos jefes paras. Ahí están en la cárcel.

Cuando el Estado procede de buena fe, con espíritu democrático, Dios ayuda, y Él no nos va a faltar con el socorro, para poder liberarlos de estos bandidos”.

 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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