Palabras del Presidente Uribe en la reunión con Familias en Acción de Bosa y Kennedy
Octubre 21 de 2007 (Bogotá D.C.)

“Vamos a examinar hoy en qué vamos bien, con el tema de desplazados estrato uno, y en qué vamos mal.

Como lo hemos hecho en diferentes ocasiones, mi percepción es que en Familias en Acción hay un gran salto muy favorable, que en salud hay un gran salto muy favorable, que lo hay en el Bienestar Familiar y en el Sena. Mi gran preocupación es vivienda.

Porque en los gobiernos tenemos que buscar proceder con la menor –objetividad total no hay- pero hay que buscar proceder con la menor subjetividad, ver lo bueno y lo malo.

Prepárense algunos de ustedes allá, otros aquí, otros aquí, otros allí, para escucharlos ahora y nos vayan contando problemas.

Yo quiero confesar la preocupación por el problema de vivienda social.

Les voy a contar lo bueno y lo malo.

Este Gobierno ha crecido el presupuesto de vivienda social de 150 mil millones (de pesos), a 410 mil millones (de pesos), pero es insuficiente. Estamos empeñados en buscar una salida, a ver cómo podemos dar una mayor oferta de vivienda.

Miren, hace un año, las cuentas que hacía el Gobierno, es que necesitábamos 40 mil subsidios para familias desplazadas, y hoy hay 200 mil solicitudes. Entonces, mal hace el Gobierno en no reconocer esta realidad y en no dedicarse a buscarle solución.

Venimos hoy a mirar cómo va Familias en Acción, que estamos contentos. Cuando el Gobierno empezó iban 220 mil en el país, estaba empezando, era una cosa experimental, había un crédito.

Nosotros lo convertimos en un programa permanente, lo hemos subido a millón y medio de Familias en Acción, millón y medio de Familias en Acción. Y lo hemos convertido en un programa permanente.

Con la ayuda de Dios, si la economía nos ayuda, en el año 2009 vamos a superar los dos millones de Familias en Acción. Así como ahora cumplimos, para pasar de 220 mil a millón y medio, vamos a hacer todo el esfuerzo a ver cómo en el año 2009 llegamos a más de dos millones de Familias en Acción.

Y quiero reconocerles una cosa. En una Patria de los problemas de Colombia, uno resuelve un problema pero aparecen mil. Por eso los gobiernos tienen que vivir todos los días trabajando con amor a la Patria, no quedarse por ahí celebrando lo logrado, sino salir a buscar cómo se resuelven los problemas que aún no han hallado solución.

Déjenme, antes de que Luís Alfonso (Hoyos, director de Acción Social) les explique el programa, y empezar el diálogo con ustedes, hablarles de dos cositas: de los tres objetivos de Gobierno y de las elecciones de la semana entrante, porque tenemos un deber con los derechos democráticos de los colombianos.

Hágame un favor mi sargento Zoraida: consígame un señor de corbata, que tenga cara de riquito, de inversionista. Venga mono para acá. Es que con esa corbata, y ese saco y ese peinado, tiene cara de riquito, de inversionista. Mándeme uno de los agentes de la policía para acá. Agente, hágase allí. Y venga una de las madres de Familias en Acción, la que más hijos tenga una que tenga siquiera 10 hijos.

¿A dónde dejaste tus hijos? Una que venga con los niños aquí.

Objetivos de Gobierno

Este Gobierno, con amor a Colombia, cree que el país necesita tres cosas: necesita la Seguridad Democrática, que encarna en los soldados y policías de la Patria, para tener una Patria sin terrorismo, sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico.

¡Un viva a los soldados y policías de la Patria!

Este Gobierno cree que la Patria necesita inversión, necesita que los que pueden invertir –como este riquito elegante con esta corbata- lo hagan, pero con cariño y responsabilidad social con el pueblo colombiano. Confianza inversionista.

Si no hay prosperidad económica, no hay prosperidad social. Si no hay inversión con responsabilidad social, el discurso social se convierte en demagogia y no produce resultados.

Algo que ha ayudado a que en Colombia haya más política social en los niveles municipales, distritales, departamentales, nacional, es que la economía ha venido mejorando.

En estos días examinábamos con el Alcalde de Bogotá lo siguiente -doctor Juan Manuel Ospina (secretario de gobierno de la ciudad)- durante el Gobierno nuestro, los recursos de Bogotá han aumentado en un 40 por ciento. Y uno ve una gran tendencia inversionista.

Eso es lo único que genera empleos con afiliación a la seguridad social, permite que prospere la pequeña empresa, jalonada por la grande. Permite que los gobiernos, en el nivel distrital, departamental, nacional, recauden más impuestos y puedan cumplir política social.

Seguridad Democrática, confianza inversionista, y política social. Política social para que la nación supere la pobreza, la inequidad. Tiene que ser una tarea de esfuerzo, de trabajo, todos los días.

Ayer me decían en Boyacá: “Presidente, ¿pero por qué usted insiste en Banca de Oportunidades todos los días?”. Les decía: “porque la política social necesita dedicación, cariño. Ese no es un tema de un discurso, ese es un tema de aplicarse con todas las energías, todos los días.

¿Por qué insisto yo tanto en Banca de Oportunidades? Es que conseguirle un crédito a un rico no es problema. Un rico llama al banco y le mandan el crédito por el correo o por teléfono. El problema es conseguirle un crédito a un pobre, a una señora que necesita un crédito de 500 mil pesos para quitarse el gota a gota de encima, y para poder tener un capitalito de trabajo.

Y yo creo, en política social, hay grandes avances, pero es mucho lo que falta, dada la pobreza del país. Por eso uno en el Gobierno tiene que mirar el vaso completico, la parte que está medio llena y la parte medio vacía.

El Sena, por ejemplo, ha pasado en Bogotá, durante nuestro Gobierno, de 170 mil personas por año, este año van a ser 715 mil. Una revolución.

Cuando el Gobierno nuestro empezó, Bienestar Familiar atendía en el país 3 millones 300 mil niños, hoy atiende 6 millones de niños.

Con Familias en Acción hemos pasado de atender 220 mil, que eran 440 mil niños, a atender hoy millón y medio, que son tres millones de niños.

Ancianos. Se atendían en Colombia 60 mil, nuestro Gobierno está atendiendo 800 mil, vamos para un millón. Hemos saltado de 60 mil a 800 mil, vamos para un millón.

Para los pobres, el crédito era de 732 mil millones, hoy es de casi 6 billones.

Pero uno tiene que mirar lo que falta.

Por ejemplo, yo hablo dos o tres veces a la semana con la Directora de Bienestar Familiar, allá está. Ella es muy bonitica y muy pintosa, pero tiene un corazón social muy importante. No vayan a creer que es una oligarquita que se queda paseando sábados y domingos. No, sábados y domingos está comprometida con los sectores populares.

Démosle un aplauso, que oligarquitas de esas es las que necesitamos, con corazón popular, con afecto por el pueblo colombiano.

Ella me dice: “Presidente, ya tenemos seis millones de niños, más tres de Familias en Acción, son nueve”. Le digo: “¿a cuántos debemos llegarles?”. Me dice: “a doce, a doce”.

Por eso los gobiernos no pueden perder la autocrítica, los gobiernos no pueden perder la autocrítica. De ninguna manera.

Yo por eso le he pedido hoy al Ministro Juan Lozano que esté aquí, con todo el equipo de vivienda; le he pedido al Sena, a Bienestar Familiar, para que después escuchemos unas personas de ustedes, nos quedemos aquí las horas del día que sean necesarias resolviendo casos, y para que empecemos a mentalizarnos sobre el gran atraso que tenemos.

El año pasado pensamos que con ese salto de 150 mil a 410 millones (de pesos), de subsidio de vivienda, íbamos a resolver ese problema, pero estamos hoy alarmados.

Como la gente se dio cuenta que sí se pueden resolver problemas, antes no aparecían a hacer la solicitud, ahora sí. Entonces ahora nos han aparecido 200 mil familias, y nosotros con 40 mil subsidios.

Yo le voy a pedir a ustedes, en todo el país, que el Gobierno tiene toda la voluntad, reconoce el problema, a ver cómo me puedo gastar unos meses, con el Ministro de Hacienda, con la Dirección de Planeación, con el doctor Juan Lozano, con el apoyo de los alcaldes y los gobernadores, buscando unos recursos adicionales para poder incrementar la oferta de vivienda social en el país, y resolver este problema tan delicado.

Muchas gracias.

Proceso electoral

Déjenme hablar del proceso electoral de la semana entrante.

El derecho de los ciudadanos a escoger sus gobernantes, es un muy bello derecho. No ha sido fácil, en la historia de la humanidad, el proceso de apertura democrática. Cuando la humanidad conquistó el sufragio, el derecho al voto, lo conquistó con muchas limitaciones. No podían votar sino los integrantes de clases sociales privilegiadas, podían votar los que tuvieran dinero. No podían votar las mujeres.

Es que si no estoy mal, apenas fue en 1957, en el referendo, cuando Colombia reconoció el derecho de las mujeres al voto. Fue apenas en 1.957 –yo había nacido en el 52-. Tengo un bello recuerdo de la mano de mi madre, porque ella era una gran activista en ese plebiscito, donde se le pedía a los colombianos que ratificaran, que le dijeran sí a la norma plebiscitaria que introducía el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres.

Y el año siguiente, en el 58, ella participa como candidata, es elegida concejala en la primera generación de concejalas -creo que fue el primer año que eligieron mujeres en el país, en el 58- y fue también elegida presidenta de ese Concejo. Y a uno le parece increíble cómo se ha demorado la evolución democrática.

La elección popular de alcaldes tampoco fue fácil. Nuestra Patria apenas la conquistó en el año 88, en 1988.

Miren, la Constitución más federalista que ha tenido Colombia es la constitución 1863. Uno pensaría, mirando la historia retroactivamente, que con la Constitución de 1863 el país habría logrado la elección popular de alcaldes. Y no se logró, no se logró.

Pasaba el tiempo, y tal vez en 1921, en 1923, se reunió el Congreso Ideológico del Liberalismo en Ibagué, presidido por el general Benjamín Herrera.

Permítanme contarles, de manera no extensa, algunos episodios de la evolución democrática, que le han permitido al pueblo colombiano hoy elegir directamente sus alcaldes, sus gobernadores.

En 1923 se hablaba de la necesidad de que se eligieran directamente los alcaldes, y eso se aplazó, no se aprobó.

Fue finalmente, cuando era Presidente (de la República) el doctor Belisario Betancur y Senador Álvaro Gómez Hurtado, que se presentó el proyecto de reforma constitucional, y se introdujo la elección popular de alcaldes.

Si la memoria no me falla, la primera elección popular de alcaldes se llevó a cabo en el 88. Aquí me dice Luis Alfonso Hoyos, 13 de marzo del 88. ¿Usted cumplió años? Cumple años el 13 de marzo. Un aplauso a Luis Alfonso.

Los primeros alcaldes fueron elegidos para periodos de dos años, después se amplió a tres años, después a cuatro años el periodo. No fue fácil, un debate de más de cien años, para que Colombia llegara a la elección popular de alcaldes.

Y en el año 88 se aprobó la de alcaldes, pero no la de gobernadores. Se requirió la Constitución del 91 para aprobar la elección popular de gobernadores.

Estos son derechos democráticos, que ha venido reivindicando el pueblo colombiano paso a paso. Por eso hay que cuidarlos, y ejercerlos bien.

Yo vengo a invitarlos a ustedes, a que toda esta semana sea una semana de reflexión sobre los valores de la democracia. Vengo a invitar a ustedes, como voy a invitar a todos mis compatriotas que todos hablen con la esposa, con la novia, con el cónyuge, con los hijos, con los compañeros de trabajo, para ejercer los derechos democráticos.

¿En qué contexto llegamos? Con la Seguridad Democrática hemos avanzado, pero no hemos ganado todavía.

Yo creo que llegamos en una mejor situación que hace algunos años, pero no suficiente. Hoy hay casi 87 mil candidatos en Colombia -mucho más que en el pasado- para proveer 18 mil 332 cargos. Candidatos de 235 orígenes políticos diferentes.

Eso muestra una democracia vibrante, pluralista, una democracia fuerte. ¿De quién la tenemos que defender? de la corrupción y de los terroristas, que son una y misma cosa.

Este Gobierno ha desmantelado el paramilitarismo. Colombia llega a este proceso electoral sin la presión paramilitar terrorista del pasado. Pero bandas criminales de narcotráfico y guerrilla todavía nos hacen daño, a pesar de que las hemos debilitado.

Antenoche hacíamos una evaluación sobre la Ley de Justicia y Paz con la Fiscalía, con el Director de Reinserción, con todos los que tienen que ver en eso. Hemos desmantelado en este Gobierno 34 mil paramilitares y más de 10 mil guerrilleros. Eran casi 60 mil los terroristas hace cinco años, cuando empezó este Gobierno.

La Ley de Justicia y Paz, que analizábamos antenoche, muestra algunos elementos que quiero compartir con ustedes.

Han aparecido 87 mil víctimas, y apenas se conocen muy poquitas de la guerrilla. Se han dado confesiones sobre fosas comunes, personas asesinadas, que fueron sepultadas en fosas comunes. La justicia apenas se entera ahora, gracias a la Ley de Justicia y paz. Asesinatos ocurridos entre, básicamente entre los años 96 y 2001.

Las confesiones muestran unos hechos de barbarie que los colombianos no nos imaginábamos.

Me contaba el Fiscal que en una de las confesiones, la persona que confiesa dice: “Sí, yo la maté, pero antes de matarlo, vivo le fui cortando los dedos, finalmente le corté la cabeza”. Unos hechos de barbarie, que parecían superados en la historia de la humanidad, y alejados de Colombia.

Cuando terminaba esa reunión antenoche yo salí con tres sentimientos: uno de alegría, otro de dolor y otro de indignación:

Alegría, por el avance de este Gobierno en desmantelar el paramilitarismo y en debilitar la guerrilla.

Dolor, dolor, porque no hay palabra para referirse a esa tragedia, a la manera como han asesinado estos colombianos.

E indignación. ¿Por qué? porque cuando en el país no se hizo nada contra el paramilitarismo, y muy poquito contra la guerrilla, y llega el primer Gobierno que los desmonta y los enfrenta con toda severidad, es al Presidente que ha resuelto el problema, con la Fuerza Pública, a quien infamemente lo señalan todos los días de paramilitar.

Esta mañana le decía a la doctora Alicia Arango (secretaria privada de la Presidencia): “que digan lo que quieran, toda crítica que me hagan, me entusiasma más a trabajar por el pueblo colombiano.

¿Ustedes qué jarabe de vitamina le dan a los muchachos?, ¿qué le dan? Cuando yo estaba pequeño mi mamá nos daba un jarabe que en el sello traía un tiburón: Emulsión de Scott. Cada crítica al Presidente de la República es un frasco de Emulsión de Scott para seguir trabajando por el pueblo colombiano.

¿Qué nos ha pasado? No obstante este gran avance democrático, que la Policía y el Ejército de la Patria, tienen hoy protegidos a casi todos los candidatos, atendidos casi todos los puestos de votación, nos han asesinado 18 candidatos.

Un candidato de la Alianza Social Indígena, dos candidatos de Convergencia Democrática, de la coalición de Gobierno; unos candidatos de la U, coalición de Gobierno; Cambio Radical, coalición de Gobierno; Partido Conservador, coalición de Gobierno; y unos candidatos del oficialismo Liberal, en cuya base nosotros hemos tenido mucho apoyo.

La Seguridad Democrática es para protegerlos a todos. ¿Quiénes son los asesinos? Afortunadamente hemos desmantelado ese paramilitarismo. ¿Quiénes son los asesinos? Básicamente las Farc, el grupo terrorista de las Farc.

Esta semana asesinaron seis compatriotas de las negritudes de Itsmina (Chocó). Allí está la Policía, porque había una indicación de que eran bandas del narcotráfico que operan allí.

Quiero repetir hoy desde Bogotá, desde Kennedy en Bogotá, un llamado a todos los colombianos, para que nuestra reacción frente al terrorismo sea la de acudir masivamente a las urnas el próximo domingo, a votar por el candidato de las preferencias.

Un llamado a la Fuerza Pública, para que capturemos a los asesinos de la democracia.

Una oferta de recompensa hasta de 50 millones, a cada colombiano que con su información, le permita a la Policía capturar a quienes han asesinado candidatos.

Una oferta de recompensa hasta de 100 millones, para quienes informen a la Policía sobre los autores de la masacre contra compatriotas negros, en Itsmina, Chocó.

Esta semana hemos venido examinando que Colombia levante la reserva, y que de una vez, esté inscrita plenamente en la Corte Penal Internacional. Y que eso cobije este proceso democrático, para que los terroristas que atentan contra la democracia, no les quepa la menor duda que están sometidos a la Justicia colombiana, y subsidiariamente a la Corte Penal Internacional.

Porque hay que tener un país donde los hijos de ustedes puedan vivir felices, y ese tiene que ser un país seguro, con inversión y con equidad social.

Quería, antes que todo, proponerles estas reflexiones a ustedes, apreciados compatriotas de Kennedy”.

 

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