“Yo quisiera tantas cosas para destacar, algunas: la insistencia del profesor en que esto tiene que ser un proceso sostenido en el tiempo, la palabra clave es: perseverancia.
Eso no puede ser flor de un día, no puede ser una emoción. Esto tiene que ser una cosa perseverante, que comprometa todos los días más y más ciudadanos, más y más instituciones de todo el tejido nacional.
Dice que hemos mejorado, pero no suficiente, en consonancia con lo que tiene que ser un trabajo perseverante, él habla de ese largo viaje, que todos los días hay que hacer ajustes.
Se refirió inicialmente a las cinco transformaciones, que después presentó, y sobre las cuales ya hablamos de dos, del tema de lo macro a lo micro, y el tema de lo nacional a lo regional, insistió mucho en el tema regional.
Algo que me parece muy importante es la relación que el profesor Porter trae, entre la prosperidad económica y la prosperidad social. Porque, tanto en el discurso político latinoamericano, como en el colombiano, se ha tratado de crear un divorcio entre ambos.
América Latina durante un tiempo habló -debido a la doctrina del desarrollismo brasilero- de crecimiento, e ignoró la prosperidad social. Se pensaba que el crecimiento la traería, y que había que ocuparse sólo del crecimiento. ¿Qué pasó? Años de crecimiento del 7 – 8 por ciento en países como Brasil, década de los 60, y empobrecimientos simultáneos del 14 por ciento.
Después, en América Latina, muchos llegaron al otro extremo: a hablar sólo de lo social e ignoraron la prosperidad económica. Y en medio del discurso social, obtuvieron los resultados totalmente opuestos a lo que se proponían. Un discurso social muy beligerante, muy activo, y unos resultados sociales muy pobres.
Por eso, conociendo estos extremos latinoamericanos, que tanto daño han hecho, el segundo de los cuales no ha sido ajeno a Colombia, donde durante muchos años se ha hablado, se ha hecho una competencia política con el discurso social, pero dándole la espalda a la prosperidad económica, y eso nos ha conducido a unos resultados sociales catastróficos. Por eso me parece muy relevante, muy importante, cuando el profesor Porter nos advierte: “lleven de la mano la prosperidad económica con la prosperidad social”.
Y, nos da una definición que en todo ciudadano colombiano deberíamos tener clara, llevarla a todos los niños colombianos de todas las escuelas: entender la competitividad como una vía de prosperidad.
Yo creo que, pensando en aquel librito: “El poder de lo Simple”, y en la intervención del profesor Porter hoy, nosotros necesitamos llevar este concepto de competitividad a toda la base de la sociedad colombiana, a los niñitos, y yo creo que una manera muy pedagógica de enraizarlo, de meterlo en el alma nacional, desde la niñez, es hacerlo entender como un camino de prosperidad para todos.
Una ideología de productividad dice que, en aras de la competitividad, la preocupación mayor no debe ser qué hacer, sino cómo hacerlo. Y trajo ejemplos muy importantes, como el ejemplo de Italia, que si uno redujera a aquella escalera tecnológica que han construido algunos economistas, y desconociera que en Italia hay esa gran industria de la moda diría: “no, pues Italia en ese nivel de avance en la escalera tecnológica, no debería estar produciendo confección”.
Pero, algo que quiero destacar de esta intervención del profesor Porter: no solamente hace una apología, muestra la necesidad de la inversión extranjera directa en nuestro país, sino de la internacionalización de las empresas domésticas colombianas. Eso me parece bien importante, no solamente “venga el capital externo, sino empresas colombianas internacionalícese”.
Entones, cuando uno ve que hay empresas colombianas que están produciendo aquí, y que también están invirtiendo afuera, eso lo deberíamos ver a la luz de lo que nos ha dicho el profesor Porter hoy, como algo muy positivo, porque eso les da mejores posibilidades de competir.
Algo que nos dice el profesor Porter, de un gran significado político: Colombia tiene que crear un consenso nacional de sociedad productiva. Deberíamos aplicarlo, doctor Fabio (Valencia Cossio), hágalo rápido el próximo seminario, pero no lo haga jueves y viernes, sino sábado y domingo.
Porque cuando yo veía al profesor Porter decir eso dije: “bueno, está muy bien este seminario, pero entonces para hacer una sociedad productiva, este esfuerzo académico lo debimos haber hecho sábado y domingo, o para no afectar los consejos comunitarios de los sábados, un domingo en que no haya inundaciones y que el lunes sea día de fiesta”.
La verdad es que, por ejemplo, a mí me parece que finalmente fue muy acertado el proyecto de ley del extinto senador Raymundo Emiliani, los lunes Emiliani, yo creo que eso le ayuda mucho a las sociedades, y yo pienso que eso no se excluye con la construcción de una sociedad de más disciplina de trabajo.
Cuando el país estaba en esa gran depresión en que nos dejó la Guerra de los Mil Días, cuya consecuencia directa fue la independencia de Panamá, el general (Rafael) Uribe Uribe pronunció en esa reconciliación una bellísima conferencia, diciendo cómo el país necesitaba una gran disciplina de trabajo.
El consenso sobre una sociedad productiva nos llama a tener una gran disciplina de trabajo, y en eso hay que insistir, en el sector público y en el sector privado.
Yo creo que no hay que conformarse con algunos logros ni con algunos balances, sino todos los días hacer el esfuerzo, recorrer la milla adicional.
Me parece bien importante una mezcla que él plantea: hay que luchar por la productividad, y al mismo tiempo por la creación de empleo. Porque algunos proponen crear empleo sacrificando productividad, y otros creen que la noción de productividad excluye la creación de empleo.
Pensemos en esa mezcla que nos propone el profesor Porter. Y yo creo que es una sugerencia muy indicada, para un país que está haciendo un gran esfuerzo para incorporarse a la economía internacional, los acuerdos de mercado que está buscando el Ministro (de Comercio, Industria y Turismo) Luis Guillermo Plata, y que esa sola circunstancia le impide a este país -además del tema social- pretender competir con empleos deprimidos, con empleos de baja calidad.
Combinar la alta productividad con la creación de empleo, nos tiene que conducir a tener éxito en el emprendimiento, empleos de alta calidad, empleos de afiliación a la seguridad social y finalmente mejoramiento redistributivo.
Me gusta mucho cómo hemos escuchado al profesor Porter hoy sintetizar contradicciones, mostrar que son convergentes algunas ecuaciones que se presentaban como contradictorias, como la ecuación entre la prosperidad económica y la prosperidad social, y la otra entre la productividad y la creación de empleo.
Y trae otra bien importante: una serie de apareamientos que ha hecho el profesor Porter hoy, el necesario entre la inversión y la innovación.
Pero algo que yo había tenido oportunidad de escucharle a él por allá en el año 91 es: que para él la innovación no es la innovación de bandazos. Cuando lo oigo hablar de la innovación, o cómo de un cluster se va creando el otro, el profesor Porter no recomienda abandone esto y haga todo lo contrario, abandone la agricultura y póngase a hacer automóviles. No, él dice: “mejore dentro de lo que va”. Entonces uno lo que está haciendo lo debería mirar como dentro de una franja, moverse dentro de esa franja, y a medida que se invierte allí, innovar. Ajustes todos los días, no cambios bruscos. Resumiría yo esa parte de la conferencia del profesor Porter.
Se queja del atraso nuestro en la creación de capacidad tecnológica. Yo confío que los esfuerzos que se están haciendo…me gustaría, incluso, que Darío Montoya (director del Sena) tuviera la oportunidad de conversar hoy con el profesor Porter, escucharlo sobre ese tema y también contarle lo que ustedes están haciendo en el Sena.
A pesar de los avances de comercio exterior de Colombia, Luis Guillermo (Plata, ministro de Comercio), en ese tema donde el profesor Porter nos dice que todavía tenemos una tasa de comercio exterior baja, ayúdame con esto, ¿cuánto valían, sumadas, nuestras exportaciones e importaciones hace cinco años, cuánto van a valer este año y tú crees que en el 2010 llegamos a cuánto?
Luis Guillermo Plata, ministro de Comercio, Industria y Turismo: Presidente, Colombia ha tenido los per cápita exportadores más bajos de la región, si se quiere ver de esa manera. En el año 2002, cuando usted llegó a la Presidencia, exportábamos 11 mil 500 millones de dólares. Ese número para este año va a ser del orden de los 28 mil millones de dólares, o sea que tenemos un incremento de más del 100 por ciento. El año pasado tuvimos 24 mil 900 millones, este año vamos creciendo al 15.3 por ciento, en lo que va corrido del año. Entonces esperamos cerrar el año, como le decía, en el orden de los 28 mil.
Eso sigue siendo bajo, cuando lo miramos en una distribución per cápita, comparado con otros países sigue siendo bajo, pero es un aumento considerable, es un aumento importante, sobre todo teniendo en cuenta que aumentamos en lo tradicional: en café, en el ferroníquel, el petróleo, el carbón, por precio, por los commodities internacionales que han aumentado de precio.
Pero aumentamos también en todo lo otro, en lo no tradicional, y ahí realmente el factor precio no jugó favorablemente, por el contrario tuvimos en este periodo, como bien lo sabemos, una de las revoluciones más fuertes que ha tenido Colombia, pasando de 2 mil 800 pesos por dólar a órdenes de 1.800, ya hoy se ha recuperado un poquito.
Entonces es interesante ver que en este periodo, en estos cinco años hemos tenido el crecimiento exportador más agresivo de la historia nuestra, más que duplicando las exportaciones.
Presidente Álvaro Uribe. ¿Qué ha pasado con las importaciones?
Luis Guillermo Plata Plata, ministro de Comercio, Industria y Turismo. Las importaciones han aumentado también. Hasta el año pasado gozamos de un superávit en la balanza comercial, el año pasado cerramos con un leve déficit, este año el déficit va por el orden de los mil millones de dólares.
¿Qué ha pasado acá? Hay unos rubros que han aumentado fuertemente, en bienes de capital, por ejemplo.
Presidente Álvaro Uribe. Eso es bien importante. Yo quisiera destacar ahí algo que dijo el profesor Porter. Él no se queja solamente de que exportemos poco, a pesar de lo que hemos crecido, sino que importamos poco.
Entonces, algunos son felices cuando exportamos mucho, y se ponen muy tristes cuando importamos mucho. Yo creo que hay que pensar que en ambas cosas tenemos que crecer mucho, y si bien se nos ha ampliado ese déficit comercial -y no hay que descuidar qué puede estar pasado vía revaluación, importación de artículos de consumo, problemas que hemos tenido de producción china a través de Panamá, que estamos tratando de corregir con algunas restricciones de importación, etcétera- yo creo que es importante destacar lo que dice Luis Guillermo: se ha venido presentando un gran crecimiento en importación de bienes de capital, importación de bienes intermedios, materias primas, pero lo que yo quiero destacar allí es que él se preocupa no solamente porque exportamos poco, sino porque todavía estamos importando muy poco. Hay que mirar los dos factores ahí de la ecuación.
Luis Guillermo Plata, ministro de Comercio, Industria y Turismo. Así es Presidente, importar no es malo. Un país importa lo que no tiene, y un país exporta para generar divisas para poder importar, precisamente. Hemos importado bienes de capital, materias primas, en una manera importante, que nos ha ayudado a renovar nuestro aparato productivo.
Pero también hay bienes de consumo. Eso tampoco es malo, eso quiere decir que más colombianos tienen acceso a cosas que antes no podían comprar, por ejemplo, celulares, usted hablaba ayer, Presidente, que pasamos de 4 millones de celulares a casi 30 millones de celulares, bueno son importados.
Presidente Álvaro Uribe. Pero como el profesor dice que todos los días hay que hacer nuevos ajustes, el reto ahora es el desatraso en banda ancha y en conectividad.
Luis Guillermo Plata, ministro de Comercio, Industria y Turismo. Así es, sí señor. Y eso es bueno, precisamente para más colombianos ya no es un artículo de lujo, estratos cinco y seis, sino que es un artículo que la mayoría de los colombianos pueden disfrutar, donde las tarifas han bajado y donde el acceso a un celular es una cosa que todo mundo puede gozar. Igual los televisores, otras cosas que más gente está teniendo acceso, y los vehículos. Entonces también eso es bueno, que el consumo haya aumentado y que más colombianos puedan disfrutar de cosas que antes eran para unos pocos.
Usted me preguntó, Presidente, metas para 2010. La meta para 2010 es llegar a 40 mil millones de dólares en exportaciones, pero no solamente la meta está colocada en términos de monto exportador, sino también de aumentar nuestra proporción de exportaciones de valor agregado.
Hoy en día únicamente el 35 por ciento de lo que vendemos tiene un componente de manufactura de valor agregado, porque habría que excluir fuera de lo tradicional, del café, del ferroníquel, del petróleo, habría que excluir también las flores y el banano -que no tienen un componente de valor agregado muy alto- los cueros sin curtir, el oro. Entonces la meta sería también aumentar del 35 por ciento, por lo menos al 45 por ciento, en los productos que tienen valor agregado, es decir, tienen manufactura y algún componente donde entra la mano de obra nacional.
Presidente Álvaro Uribe. Sí, en los indicadores de competitividad que trajo el profesor Porter los comparto casi todos, donde estamos bien y donde vamos mal. Le quisiera hacer algún comentario en este punto, sobre gobernabilidad.
Yo creo que los calificadores no han apreciado bien el tema de gobernabilidad en Colombia. Un país en esta lucha contra el terrorismo, y lograr tener gobernabilidad cuando hay 32 gobernadores popularmente elegidos por elección popular directa, 1.099 alcaldes de elección popular directa, este pluralismo tan amplio, y haber construido gobernabilidad a pesar de diferencias tan enormes en el origen político de muchos, yo creo que eso requeriría una revisión por parte de los calificadores de competitividad.
Me parece que en medio de controversias nacionales tan grandes, haber logrado reformar empresas como Ecopetrol, Telecom, etcétera. Haber aprobado la nueva reforma constitucional de transferencias, eso contradice la calificación internacional de gobernabilidad.
Pienso que la gobernabilidad colombiana y sus resultados, es mejor que la percepción internacional que se tiene sobre ella. Eso sería un comentario muy respetuoso al profesor Porter.
Cuando él se refiere al tema de los sectores y al tema de los clusters, y al papel de los gobiernos frente a ambos, nos trae allí unas precauciones. Dice: “cuidado Gobierno, si usted se pone a pretender dirigir sectores, fracasa, más bien cree condiciones para que prosperen clusters”.
Dice: “cuando el Gobierno es el conductor del sector puede llegar al fracaso, cuando el Gobierno es una ayudante del cluster, puede llegar al éxito”.
Una cosa muy importante, en la diversidad y en las dificultades políticas de América Latina, la indicación de que manejemos muy bien las relaciones con los vecinos.
Ese es un tema muy, muy delicado hoy. ¿Cómo mantenemos nuestros principios, sin afectar esas relaciones? Porque cuando hay contradicciones por ejemplo en la visión, en el modelo, existe la tentación de romper, porque nos sentimos antagonistas. Y justamente no se puede romper y tampoco renunciar a lo que creemos.
Yo, en este momento tan delicado de América Latina, me parece que esa es una sugerencia que nos hace reflexionar profundamente. Hay que saber cómo conducir esas relaciones, pero también hay que trazar la línea divisoria -muy difícil- entre mantener buenas relaciones y evitar contagios de lo que consideramos inconveniente.
Y ahí hay que tener mucha sensibilidad política, porque muchas veces el contagio de lo que es políticamente inconveniente, es como el contagio de las enfermedades: uno no se da cuenta mientras se está contagiando, se da cuenta es cuando ya está enfermo, por eso hay que tener muchísimo cuidado con este tema.
Y las cinco transformaciones, me parece que tienen toda claridad. Las dos preguntas que hice fue sobre el tema de lo macro a lo micro, sobre todo aquí, teniendo la presencia de las regiones. Y recuerdan que cuando nos hace las cinco transformaciones en la pantallita, abajo pone: preserven la seguridad y la estabilidad.
Lo que pasa es que eso lo debió poner como transformación número seis.
En las debilidades. Yo creo que hay unas debilidades en las que tiene toda la razón, debilidad de logística, de infraestructura. Todavía nos falta más capital de riesgo, nos falta más plazo en las líneas de crédito.
Ayer hablamos de algunas de esas debilidades, como el tema de infraestructura, etcétera. Yo creo que el sistema legal colombiano ha mejorado mucho. Además no es de ahora. Cuando yo miro la tradición del país, el país históricamente ha sido un país respetuoso en reglas de juego.
Ustedes se quejan mucho: “que cambiaron la tributación”, pero cuando una compara ese cambio en reglas de juego, con los cambios en otros países, que le niegan, que lo que hacen es que empezó un proyecto privado y a los dos años le negaron todo el espacio, yo creo que comparativamente, Colombia es un país de una tradición de seriedad en el respeto a los actores de la economía, sin perjuicio de que revisemos.
Ahora, se han dado pasos importantes, como la Ley que después de tanto debate nos aprobó el Congreso, que autoriza al Gobierno a firmar los pactos de estabilidad. Y creo que una de las tareas ahora de competitividad, en las cuales tiene que involucrarse el docto Fabio (Valencia Cossio), Planeación y el Ministerio de Industria, es qué agregamos a eso.
El sistema tributario. Si pudiéramos estabilizar lo logrado en diciembre del año pasado, ganaríamos mucho.
Yo creo que -y espero que así salga en el reporte del Banco Mundial sobre ambiente de negocios este año, que se conocerá en octubre, porque el del profesor Porter, lo que trajo ahí es del año 2006- yo creo que lo aprobado en diciembre del año pasado es muy bueno, lo importante sería hacerlo perdurable.
Yo hoy no tendría dudas sobre lo aprobado, sino la angustia de que no lo estemos cambiando. Pienso que el país ha ganado mucha competitividad para atraer inversión, gracias a los incentivos tributarios que se han introducido.
Me parece que allí hay una preocupación empresarial, que tenemos que resolver rápidamente, que es la reglamentación de las zonas francas especiales.
Tanto el doctor Luis Guillermo como el doctor Fabio me han hablado de eso. El Ministro de Hacienda tiene hoy exhibido en la página de Internet del Ministerio un proyecto de decreto recogiendo apreciaciones de los ciudadanos.
Ustedes saben que esas zonas francas especiales quedan hoy con una tarifa de renta del 15 por ciento. Que no tienen que dedicarse a exportar. Que desde que cumplan unos requisitos de empleo e inversión y de encadenamiento, el beneficio del 15 por ciento es tanto para lo que produzcan para el mercado interno como para lo que produzcan para el mercado externo. Allí hay un cambio esencial.
También que la gente no está condenada a irse a una u otra zona. Se ha creado en la ley el mecanismo del monousuario.
¿Qué preocupación hay? El Ministro de Hacienda me ha dicho: combinar la tarifa del 15 por ciento con la deducción del 40, nos puede llevar a una tarifa efectiva del 9. Él cree que eso hay que corregirlo.
Yo creo que eso no es traumático. Decir: ustedes van a tener la tarifa del 15, pero a eso no se le puede sumar la deducción del 40.
También me ha dicho el Ministro de Hacienda: debemos hacer no alternativos sino sumatorios los requisitos de inversión y empleo.
Ayer me decía Luis Guillermo Plata, ministro de Industria: puede haber una industria intensiva en capital que merezca ser tratada como zona franca pero no intensiva en empleo. Y le decía yo: ¿cuál? Que genere apenas 300 empleos. Creo que por ahí cerquita está el requisito del Ministerio de Hacienda. Pienso que eso no va a ser problema.
Y me decía, al revés: puede haber una industria intensiva en empleo, pero no intensiva en inversión. Creo que allí nos podemos poner de acuerdo en las cifras, pero no haciendo las exigencias alternativas sino la sumatoria de las exigencias.
A mí me parece que es sano que un país que está dando ese beneficio, exija los dos requisitos. Un requisito de empleo y un requisito de inversión.
Y puestos de acuerdo en ese contexto, se gradúan las cifras, de tal manera que eso se pueda acumular.
Ha habido algunas críticas, que comparto, sobre la extensión y sobre el patrimonio. Las comparto. Me parece que un país que no quiere monopolios de Estado, que quiere más emprendimiento que grandes monopolios particulares, tiene que ser cuidadoso en la exigencia de las áreas para esas zonas y en la exigencia de los requisitos patrimoniales.
Quería hacer estos comentarios porque cuando el profesor Porter trae el tema de los impuestos, y Luis Guillermo y Fabio me manifiestan esta preocupación de ustedes, confío que rápidamente haya una decisión final en materia reglamentaria de este concepto de zonas francas.
Hecho este ajuste, debemos hacer otro. Los países vecinos están teniendo mucho éxito atrayendo pensionados de los países industrializados a hacer inversiones de segundo hogar. Eso genera mucho empleo y agrega mucho valor.
Nosotros ya aprobamos un Conpes y aspiramos, en una o dos semanas, llegar al Congreso de la República con el proyecto de ley.
Hechas esas cosas, creo que debemos procurar estabilidad tributaria. Creo que la gran angustia debe ser para que no se esté moviendo la tributación. Estabilidad tributaria, pero eso se contradice con algo con lo que uno cierra su conclusión mental cada vez que escucha al profesor Porter.
Él nos dice: hay que hacer ajustes todos los días, no nos quedemos quietos, no nos durmamos, recorramos la milla adicional. Así lo entendería yo. No creamos que el esfuerzo hecho es suficiente. En cada momento hay que hacer nuevos esfuerzos.
Me quisiera quedar aquí toda la mañana, profesor, en estos temas con ustedes, pero tengo que ir a hacer un esfuercito adicional, porque están llegando a la Presidencia unos inversionistas extranjeros. E inversionista que pasa por El Dorado, aquí se tiene que quedar.
Gracias”. |