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Palabras del Presidente Uribe en seminario sobre masificación de acceso a los servicios financieros
Septiembre 07 de 2007 (Cartagena- Bolívar)

 

“Los felicito muy sinceramente por este seminario. La masificación del acceso de los ciudadanos a los servicios financieros, empezando por el crédito, es uno de los caminos más imperativos para eliminar la exclusión social en países como Colombia y en el resto de América Latina.

Nosotros hemos venido trabajando un modelo de Estado con varias características. Primero, conjuga cinco elementos: la búsqueda permanente de seguridad con alcance democrático, el respeto a las libertades, la cohesión social (donde juega un gran papel el tema del acceso a los servicios financieros), la transparencia y el respeto a un Estado formado por instituciones independientes, que finalmente, a pesar de su independencia, deben colaborar armónicamente en la búsqueda de los intereses superiores de la nación.

El Estado nuestro se reforma, pero no se desmantela. América Latina vivió décadas en las cuales la moda era desmantelar el Estado. El péndulo camina muy rápidamente. Ahora uno encuentra en muchas partes una gran devoción por el estatalismo.

Nosotros no desmantelamos el Estado y no estamos en el estatismo. Nosotros reformamos el Estado para que sea más eficiente y esté más integrado a la comunidad. Para que no lo controlen la politiquería, los excesos sindicales.

Reformamos el Estado para que en lugar de ser causa del alto endeudamiento, del alto déficit, contribuya a la creación de riqueza nacional y a la construcción de cohesión social. Para que sea un garante de la responsabilidad social.

Colombia le da todo el espacio al sector privado. Creemos que el sector privado, su vigorosa iniciativa, es un fundamento necesario para poder conseguir una nación que supere la pobreza y que construya equidad, exigiendo tres requisitos de responsabilidad social.

Primero, la transparencia en las relaciones entre la inversión y el Estado. Segundo, la solidaridad de la inversión con la comunidad, donde aparece Banca de Oportunidades. Y tercero, el manejo de las relaciones laborales con fraternidad, totalmente contrario a las tendencias de capitalismo salvaje o de odio de clases.

En ese esquema nosotros trabajamos tres objetivos de Gobierno: consolidar la seguridad, consolidar la confianza inversionista y cumplir las metas de política social.

Van de la mano: sin seguridad no hay intención de inversión. Sin puntos complementarios de manejo económico, no hay ejecución de inversión. Sin seguridad y sin inversión, no hay política social.

América Latina vivió años en los cuales se creyó que lo único que se necesitaba apoyar era el crecimiento. Se abandonó lo social. Pero también el péndulo ha llevado a otros años en los cuales se desprecia la inversión y solamente se habla de lo social. Lo que puede conducir a un reparto de miseria.

Nosotros creemos que se necesita una gran confianza inversionista para poder hacer una política social que sea conducida por un camino de prosperidad colectiva.

Es fundamental la confianza inversionista para poder tener Banca de Oportunidades. Y Banca de Oportunidades se convierte en una de las grandes ambiciones de nuestra política social.

Cuando nosotros empezamos el Gobierno, propusimos un millón 800 mil microcréditos. Parecía inalcanzable. Se logró la meta.

Para este segundo Gobierno, hemos propuesto cinco millones de microcréditos. Una meta muy exigente. Si parecía inalcanzable la de un millón 800, cuánto más la de cinco millones. Con la ayuda de todos la vamos a lograr.

Si las cifras no me fallan (y aquí está la Presidenta de la Asociación Bancaria y el Presidente Banca de las Oportunidades), cuando empezó nuestro Gobierno la cartera de microcréditos representaba el 1,5 de la cartera total. Hoy ya está por encima del 5. ¿Cinco punto dos? Creo que es un gran avance.

Muchos colombianos me preguntan: ¿por qué no se crea un banco especial para eso? Y otros me preguntan: ¿por qué todavía hay restricciones, como la de fijar lo que se llama el tope de usura?

En las condiciones de un país como Colombia, se prefiere integrar a todo el sector financiero, público, privado, de primero, de segundo piso, con y sin ánimo de lucro, en lugar de crear una sola institución.

Lo analizamos mucho. Cuando íbamos a vender Granahorrar, dije: ¿por qué no lo dejamos para microcréditos? El Ministerio de Hacienda me convenció de que era un esfuerzo muy grande con una cobertura muy pequeña.

Cuando fuimos a vender el Banco Cafetero, el Gran Banco, se dio la misma discusión. Y aparecieron los mismos argumentos. Y tenían la razón.

Un Banco con 280 agencias en un país de 1.099 municipios, de un millón 164 mil kilómetros, un país de ciudades, logra una cobertura muy pequeña, dado que Colombia tiene poca bancarización, pero gran institucionalidad financiera.

Diría que es la contradicción, que es buena, porque sería peor la poca bancarización si no tuviéramos una sólida institucionalidad financiera. Lo que nos da luces en el sentido de que vamos a superar estos bajos niveles de bancarización, es que tenemos una sólida institucionalidad financiera.

Pues se llegó a la conclusión de que lo mejor era comprometer a todo el mundo para que Banca de Oportunidades sea un sistema que a todos los incluya con una gran meta social.

Fuimos dando pasos. En el primer Gobierno no hablamos de Banca de Oportunidades, sino de unas metas muy ambiciosas de microcréditos.

A medida que las íbamos cumpliendo, poníamos otras más exigentes. Mientras en otros países de América Latina se intervenía al sector financiero, aquí buscamos la concertación.

Acabamos de ver, en la presentación de la señora Presidenta de Asobancaria, unos acuerdos entre el Gobierno y la Asociación Bancaria para lograr unos objetivos muy ambiciosos de colocación de crédito en unos plazos definidos. Se lograron.

El Gobierno también ha contribuido. ¿Cómo contribuye el Gobierno? Primero, si bien no se han eliminado en Colombia los topes de usura…

Y uno también tiene que mirar dificultades: es un país con pobreza, con inequidad, todavía con un discurso político muy cargado de antagonismos ideológicos, no fácil de superar. Ahora que estamos haciendo la capitalización de Ecopetrol, a mí me parece increíble, después de haber conocido el radicalismo ideológico de sectores del país que solamente querían estatismo, capitalismo estatal y burocrático. Entonces, no todos los pasos se pueden dar como uno quisiera.

Si bien no se ha desmontado lo de los topes de usura, eso sí se ha flexibilizado. Y creo que lo logrado le ha abierto un espacio al sector financiero.

Además en esto hay que quitarle temores a la gente. Creo que es mejor que la gente vaya entrando al sistema y se le quite el temor. Y apenas a la gente se le quite el temor, es menos difícil eliminar regulaciones, como la regulación de los topes de usura, que lo que sería eliminarlo ahora cuando la gente esta tan temerosa.

Yo no le veo a eso muchas posibilidades políticas inmediatas, pero creo que los acuerdos logrados, que se han traducido en las nuevas reglamentaciones, están facilitando el camino. Creo que eso hoy no es obstáculo.

¿Cómo más contribuye el Gobierno? El Gobierno manejaba un fondo pequeño para descontar cartera de microcrédito a través de una institución que se liquidó: el IFI. Eso ha crecido mucho a través de Bancoldex. Y todos los días se le abren espacio a nuevas fundaciones para que entren allí al redescuento.

Si bien el sector financiero hoy es un sector que posee recursos, cuyo problema no es la financiación, de todas maneras hay muchas fundaciones involucradas en microcrédito que requieren el apoyo de recursos por parte de instituciones gubernamentales. Nosotros las hemos apoyado. Con cuidado, pero con mucha ambición. Esa cartera ha crecido mucho. No la he revisado recientemente, Carlos.

¿Cuánto era la cartera del IFI hace cinco años, redescontada a las entidades de microempresas? ¿Cuánto es hoy la de Bancoldex? Si no la tienen, la buscamos. Hay que buscarla, porque siempre necesito defenderme políticamente todos los días.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Los cupos de crédito que tiene Bancoldex asignados a las Ong’s son alrededor de 500 mil millones de pesos.

Presidente de la República: Es bueno hacer esa comparación. Hagámosla. Este país tiene una buena institucionalidad de fondos de garantías. Eso se ha consolidado mucho.

A mí me tocó como Gobernador de Antioquia en el año 95 y 96, teniendo como espejo el Fondo Nacional de Garantías, crear allá el Fondo Regional de Garantías. ¿Qué otros departamentos tienen hoy Fondo Regional de Garantías, fuera de Antioquia?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Además del Fondo de Garantías, todo el país está distribuido en ocho fondos regionales que están básicamente ubicados en la Costa Atlántica. En el oriente en Santander y Norte de Santander.

Presidente de la República: No. Pero eso es lo manejado directamente por el fondo nacional y fondos departamentales.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: No, todos son fondo regionales, que son de carácter privado mayoritariamente. El Fondo Nacional de Garantías es accionista minoritario en todos ellos. O sea, es una iniciativa regional de los fondos.

Presidente de la República: La otra cosa que se ha hecho es trabajar con muchos alcaldes y gobernadores, para que los presupuestos de departamentos y municipios contribuyan a los fondos de garantías.

Y nos ha permitido, por ejemplo, cuando nosotros dábamos una garantía del 50 por ciento, que con los recursos aportados por el respectivo gobierno departamental la garantía subiera al 70 – al 80. Ahí también ha habido un gran paso.

Diría que el problema hoy en Colombia es un problema menor en materia de fondos y en materia de garantías. En materia de recursos y en materia de garantías.

Hay un problema mayor, que es un problema de proyectos de capacitación, de acompañamiento. Ahí es donde veo las grandes dificultades, porque la gente se disgusta cuando se le critican sus proyectos. Y todavía se ve mucha debilidad en los proyectos que se presentan. Allí necesitamos fortalecer todas las instituciones de capacitación tanto en el sector privado como en el público.

Nosotros tenemos en Colombia una entidad estatal que se nutre con aportes de los empleadores, con una parafiscalidad, un impuesto al trabajo, que se llama el Servicio Nacional de Empleo (Sena). Esa entidad ha crecido mucho y ahora estamos haciendo todos los esfuerzos para que esa entidad incursione en la capacitación de microempresarios.

Me parece que uno de los esfuerzos que tiene que hacer Banca de Oportunidades es lograr acuerdos con todas las fundaciones. Y si se quiere, remunerarlas con nuestro presupuesto, que no es muy abundante, pero nos va ayudando (Banca de Oportunidades tiene un rubro en el presupuesto de la nación desde el año pasado), para que las fundaciones del sector privado nos puedan ayudar más en la capacitación.

Este país tiene muy buena institucionalidad en materia de fundaciones privadas de microcrédito. El problema que le veo es que es muy buena, pero en muchos sitios todavía no ha llegado. Veo una gran institucionalidad, por ejemplo, en Cali. Pero en el mismo departamento del Valle del Cauca o en los departamentos vecinos, muy poca. Lo en mi departamento. Una gran institucionalidad de microcrédito en Medellín, el Valle de Aburrá y Oriente cercano, pero el resto del departamento muy pobre.

En este Caribe, no obstante que hay esfuerzos tan grandes como la Fundación Mario Santodomingo y otros, uno todavía encuentra mucha debilidad en materia de presencia de fundaciones para poder desarrollar el microcrédito. Allí hay una debilidad que nosotros tenemos. Diría que uno de los objetivos inmediatos de la política tiene que ser ir nivelando regiones, porque hay unas regiones muy adelantadas y otras regiones todavía muy atrasadas.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Justamente en mi intervención de ayer presenté la propuesta, que ya está abierta, de la convocatoria para cofinanciación de apertura de servicios por parte de las Ong’s y cooperativas en municipios menores de 50 mil habitantes, donde no hay presencia de estas instituciones. Está abierta. Y ya todas las entidades que están aquí presentes conocen la convocatoria.

Presidente de la República: ¿Cómo va a ser, Carlos?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Básicamente es un concurso abierto donde por puntajes, que están debidamente explicados (qué elementos se tienen en cuenta, qué factor de ponderación tiene cada uno de esos elementos), para que se dé cobertura en municipios de menos de 50 mil habitantes, donde no existan ni cooperativas, ni Ong’s, y que necesitemos presencia financiera para que haya una mayor oferta de servicios en esas localidades. Inicialmente este piloto tiene una asignación de 2.200 millones del presupuesto de la Banca de Oportunidades.

Presidente de la República: Para apoyar esa extensión de presencia de cobertura.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Un subsidio por el primer año hasta del 50 por ciento, y del segundo año del 25 por ciento de esos costos.

Presidente de la República: Bien. Hemos tenido otra entidad ayudando muchísimo en capacitación, que es la Consejería Presidencial de la Mujer. Aquí está la consejera, la doctora Martha Lucía VásquezZawadzky.

La verdad es que lo que uno encuentra en las regiones colombianas de grupos de mujeres identificados, vinculados, capacitados por la Consejería de la Mujer, es excelente. Mi preocupación es: cuando veo eso, que son muy bien preparadas, son serias, es una cartera muy buena la de esos grupos, mi tristeza es que eso no pueda ser todavía muchísimo más grande, que ojalá lo lográramos en estos tres cortos años de Gobierno que nos quedan.

Otro tema bien importante que hemos considerado en esto: además de capacitar, es la necesidad de acompañar. Uno encuentra que para muchos microempresarios, acercarse a una entidad financiera es un imposible.

Además hay la prevención de que no se le presta a la gente que necesita, un discurso político que causó mucho estrago. Y que la única manera de demolerlo es desvirtuándolo en los hechos. A nosotros nos parece de gran importancia el acompañamiento.

Que instituciones públicas como el Sena y privadas, como todas estas fundaciones, cuando no presten directamente acompañen a los microempresarios que han capacitado a obtener el crédito en las entidades financieras.

El microempresario le pierde el temor, ve que es una posibilidad y la entidad financiera gana confianza. Si el microempresario va acompañado por cualquier fundación, así esa fundación no vaya a ser avalista en ese crédito, la sola presencia, el solo acompañamiento, la experiencia nos ha demostrado que genera confianza en la entidad financiera. Acompañamiento para obtener el crédito y acompañamiento mientras se tenga la condición de deudor. Es bien importante.

Nosotros estamos empeñados en que los colombianos vean que aquí hay una gran posibilidad para pasar del mercado negro financiero de la usura al mercado institucional. Hemos encontrado en regiones de Colombia unos porcentajes vergonzosamente altos de vinculación de ciudadanos al mercado de usura.

Los dos últimos fines de semana han sido dramáticos en eso. El penúltimo fue Tumaco y el último Maicao.

Nosotros tenemos la norma de que con la presencia de mis compañeros de Gobierno y con la mía, mínimo una vez a la semana, todos los sábados, impulsemos Banca de Oportunidades. Y de pronto veo que cuando repito las mismas frases, hago las mismas preguntas, digo: si yo estuviera allí, bostezaría. Qué pereza que oigan esto todos los sábados y repetir lo mismo.

Lo primero es que yo le pongo todo el entusiasmo, como si fuera la primera vez. Y lo segundo es que es necesario. Esto no se saca adelante sino con perseverancia. Esto es muy difícil: otorgarle un crédito a un riquito es muy fácil. Se lo mandan por teléfono. Ustedes que están en el sector financiero. A nadie le han dado un Premio Nobel por conseguirles un crédito a los riquitos.

Conseguir un crédito de 400 mil pesos, un crédito de 200 dólares, a una señora que tiene una venta callejera aquí en Cartagena, que tiene sus pocas joyitas en una casa de empeño y que necesita capital de trabajo, es muy difícil. Eso necesita perseverancia.

Agradezco mucho a mis compañeros de Gobierno, a las instituciones financieras que están presentes, sábado tras sábado, a las fundaciones en una región y en la otra. Porque aquí hay que hacer camino con la luz del ejemplo. Entonces entregamos 30 microcréditos en Tumaco y 26 microcréditos en Maicao. Eso abre camino y nos fuerza a mostrar un buen ejemplo cada sábado, para ir abriendo ese camino.

Y preguntamos mucho: ¿a usted le habían prestado antes o no? No, que no me habían prestado antes. Casi todos los que van los sábados son personas que por primera vez están accediendo a un crédito institucional.

¿Quién le habló de esto? Que me habló el Sena, que me habló una amiga, que lo vi en televisión, que me habló la Consejería de la Mujer. No, que una amiga me llevó a la Fundación Mundo Mujer. Que una amiga me llevó a la Fundación Mario Santodomingo. Etcétera. Presidente, es que vimos un consejo comunitario en tal ciudad.

Enseguida preguntamos: ¿usted le debe a la usura? Hay unas regiones de Colombia, como Boyacá, donde mi percepción es que la gente se ha liberado de la usura. En esos microcréditos de Boyacá, uno no ve que la gente le esté debiendo a la usura. En cambio en este Caribe, en la Costa Pacífica, la dependencia de los microempresarios frente la usura es enorme. Y la tenemos que derrotar.

Ahora nos hemos propuesto dos proyectos modelo: uno en Tumaco, Pacífico, frontera con Ecuador, y otro en Maicao, cerca del Caribe, frontera con Venezuela, para hacer en ambas ciudades, que tienen mucha pobreza, un censo de microempresarios que le deben a la usura. Y procurar canalizarle un crédito institucional a cada uno, con el compromiso de que se salgan de la usura.

Cada sábado los que reciben crédito y nos confiesan que están en la usura, inmediatamente los conducimos a que con el crédito que reciben le paguen al acreedor usurero. Y los comprometemos muchísimo para que solamente tengan el crédito institucional. ¿En cuántos días cree usted que hagamos lo de Tumaco, Carlos?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Espero que el próximo mes podamos estar haciendo eso. Ya estamos contando con el concurso del Sena y estamos levantando ese censo.

Presidente de la República: ¿Cuántas personas te van dando allí ya que dependen de la usura?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Apenas se está elaborando y todavía no tengo resultados parciales.

Presidente de la República: Creo que si logramos hacerlo rápidamente y decir: en esta ciudad encontramos dos mil pequeños empresarios que tenían dependencia de la usura y que tenían algunos haberes personales en las casas de empeño, hemos retirado a la usura en tanto porcentaje, ojalá el ciento por ciento, lo más aproximado posible al ciento por ciento, y hoy son deudores del sistema institucional, creo que ejemplos de esa naturaleza, con nombre propio, con unas cifras tan concretas, que estén referidas a una circunscripción territorial tan limitada, como es un casco urbano, creo que eso puede ayudar muchísimo.

Yo tengo mucho entusiasmo. Y todos los sábados procuramos crearle valor a esto. El sábado, por ejemplo, dimos otro paso en Maicao. Como es un consejo comunitario donde se tratan muchos temas, estaban los representantes de la Empresa de Energía de la región.

Dije: vamos a hacer una cosa para facilitar el acceso al crédito. Las personas que estén al día con la Empresa de Energía en su cuenta y que la empresa de energía acepte que pagan bien, vamos a facilitarles el microcrédito, aceptando ellas que les vayan cobrando las cuotas a través de la factura de energía.

También tengo mucho entusiasmo de que eso nos ayude enormemente a masificar el microcrédito. Y eso crea mucha disciplina social y compromete a todo el mundo. La Empresa de Energía Electrocosta, Electricaribe, no recuerdo cuál de ellas, aceptó.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Ambas son del grupo Fenosa en el Caribe. Electricaribe

Presidente de la República: ¿Usted cuándo cree que tengamos allí ya el primer modelo?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Ya nos reunimos con Electricaribe en Bogotá.

Presidente de la República: Pero un modelo siquiera de 50 mil.

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Cincuenta mil sí va a tomar un poco más de tiempo.

Presidente de la República:Creo que no mucho más. Es algo bien importante.

La presencia del sistema financiero en el país, la reestructuración bancaria de los últimos 12 años, a mi juicio (y uno tiene que comprenderlo por la situación en la que estaban muchos bancos), concentró los servicios en algunos sitios del país y dejó muchas pequeñas y medianas poblaciones mal atendidas.

Entonces yo era Senador de la República, Gobernador de Antioquia, y me decían en todas partes: Aquí cerraron tal banco, aquí cerraron tal banco, aquí cerraron tal banco.

Y uno llamaba a hacer la gestión: señor Gerente, por qué no ayuda en tal región. Y decía: lo que pasa es que tenemos tantas pérdidas, tenemos unos costos laborales muy altos, no podemos sostener esas sedes,que esas sedes pierden dinero, etcétera.

Allí, en los últimos 12 años, el país vivió una especie de pérdida de presencia de instituciones financieras, en muchas de sus medianas y pequeñas ciudades y en muchos municipios.

Creo que el sistema de corresponsales no bancarios, al cual se ha referido la doctora María Mercedes, nos va a ayudar a revertir esa tendencia. Yo lo veo con mucho entusiasmo.

El Gobierno produjo el decreto concertado con el sector financiero que autoriza los corresponsales no bancarios. Y un gobierno que se mantiene en permanente contacto con la gente, siente la presión ciudadana, por falta de presencia bancaria.

En la medida en que esto avance nos va a ayudar. Y la verdad es que cuando uno compara costos de instalación, costos de operación, horarios y modalidad de servicio, esos tres factores de comparación hacen concluir que el corresponsal no bancario es una gran solución.

¿Cuánto vale abrir una sede tradicional y cuánto vale abrir un corresponsal no bancario, Carlos?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Las sedes tradicionales varían entre bancos. Pero las estadísticas que tenemos es que hay bancos, como el Agrario, al que le cuesta 300 millones. Y hay otros bancos privados donde la apertura vale hasta 700.

Instalar el corresponsal no bancario en la primera generación costaba alrededor de 15 millones de pesos. Pero con esta nueva tecnología que estamos obteniendo con el apoyo del Banco Mundial, esa reducción puede estar en 2 millones de pesos el montaje de un corresponsal. Con esos costos realmente vamos a impulsar muy fuertemente.

Presidente de la República: ¿Y el costo operativo mensual?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Alrededor de un millón de pesos.

Presidente de la República: ¿Y el del mismo Banco Agrario, cuya oficina municipal cuesta 300 millones abrirla, cuánto cuesta sostenerla al mes?

Carlos Moya, director de la Banca de las Oportunidades: Mensualmente, 27 millones.

Presidente de la República: Entonces la relación es de 300 a 2 millones, pongalo a 15 millones. Y de 27 a 1. Allí hay una gran posibilidad.

Y diría que el tercer factor es el de atención, porque esos corresponsales no bancarios funcionan en una farmacia, en una casa cural, en una cooperativa, en una pequeña tienda. Y hay mucha familiaridad del tendero que se vuelve banquero con la comunidad. Y hay mucha flexibilidad en los horarios.

¿Qué ha venido haciendo el país para esto? Nosotros en el primer gobierno obtuvimos un gran desatraso en telefonía celular. Este país tenía 4 millones de aparaticos y hoy tiene cerca de 30 millones

La meta en este segundo gobierno es un gran desatraso en banda ancha y en conectividad. Hoy vi en la primera página de Portafolio (que es la que leo, por eso me la aprendo de memoria, si uno pasara de la primera página no alcanzaría), ahí dice algo de crecimiento de conexiones de banda ancha.

Si estamos creciendo al 150 por ciento, al 200 por ciento, creo que el país va a obtener un gran desatraso en eso. Y todo eso es soporte tecnológico para este proceso.

Porque además estamos comprometidos en otros procesos virtuales que nos obligan a impulsar esto. Nosotros estamos comprometidos en un proyecto muy ambicioso de educación técnica y tecnológica virtual. En un proyecto muy ambicioso de universidad a distancia virtual, que necesitan unas plataformas tecnológicas muy sólidas, como las necesita el sector financiero y este camino de los corresponsales no bancarios.

El sector financiero colombiano quería que se desmontara totalmente el impuesto a las transacciones financieras. Yo no me atreví, porque la situación fiscal es difícil.

La verdad es que ese es un impuesto facilista. El sector financiero dice que es obstáculo la bancarización. Y uno sí ve que mucha gente quisiera eludir el pago de ese impuesto.

Pero creo que lo hecho es un buen paso. Primero, se aprobó en la reforma de diciembre que los contribuyentes de renta pueden deducir un punto de los 4 que pagan. Y se aprobó también que todo ciudadano colombiano, en una cuenta de ahorros, que movilice (eso se irá ajustando cada año) hoy hasta 7 millones 300 mil pesos al mes, no paga 4 por mil.

Cuando veía las cifras de la doctora María Mercedes (que muestran que eso que estaba estancado, esos crecimientos empiezan a mostrar dinamismo), creo que en alguna forma están vinculados con ellos. Hay que hacer más difusión. Porque pregunto en el ritual del sábado en el Consejo Comunitario: ¿quiénes de ustedes les tienen miedo al 4 por mil? Y todos levantan la mano.

Entonces cuando se van a entregar los créditos, decimos: ¿usted va a entregar dinero en efectivo o cheque o combo? Entonces dice el Banco Caja Social, la delegada de la doctora Eulalia: “Yo entrego combo”.

¿Qué es el combo? No le entregan a la gente dinero efectivo ni le entregan cheque. Le entregan la libreta de la cuenta de ahorros, donde ya está anotado el depósito del crédito que le ha sido desembolsado.

Y le entregan la tarjeta. Y le dicen: además usted tiene acceso a estos y estos servicios.

Entonces la gente dice: “Y me van a cobrar el 4 por mil”. Ahí es donde hay que entrar a hacer difusión. Decir: usted en los movimientos que haga en esa cuenta de hasta 7 millones 300 mil pesos al mes, no paga 4 por mil. ¿Cuántos son en tu casa? Que tenemos 2 hijos, la señora y yo. Pueden tener cuatro cuentas. Una por cada ciudadano.

Creo que sin haber llegado a lo óptimo, a la aspiración del sector financiero, que era eliminar ese impuesto, creo que la reforma introducida hoy nos permite trabajar. Estoy optimista con eso”.
 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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