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“Esta reunión ayuda a esclarecer el presente y el futuro de la vivienda en Colombia.

Me decía el doctor Carvalho (Presidente del Fondo Nacional del Ahorro) que esta mañana tuvieron la oportunidad de escuchar la exposición del Viceministro sobre el tema de las normas recientemente aprobadas en el Plan Nacional de Desarrollo. Quisiera, en un espacio de 35, 40 minutos, abrir un conversatorio con ustedes que lo debería introducir con estas aseveraciones:

Hemos aumentado el presupuesto de subsidio a la vivienda social. Ha pasado de 150 mil millones por año a 410 mil. Eso va bien. Se ha presentado una gran recuperación en entidades como el Fondo Nacional del Ahorro. Cuando yo miro las cifras y veo que el Fondo Nacional del Ahorro en 8 años va a colocar más créditos de vivienda que en toda su existencia anterior, y que está hoy bien reputado y que ha abierto puertas para vincular sectores informales, trabajadores independientes, madres comunitarias, allí hay una gran esperanza para esta financiación de la vivienda.

Ha subido más el crédito. Teníamos muy estancada la cartera hipotecaria en Colombia. Se ha recuperado y vemos que también avanza el proceso de titularizaciones, que sería bueno mirarlo esta mañana aquí, teniendo la presencia de la señora Presidente de Asobancaria.

Teníamos mucho temor de que esta crisis hipotecaria de los Estados Unidos nos causara una elevación de tasas de interés que nos frenara el sector. Pero, sin dejar de tener precauciones, hay que tener confianza. Veo que los Estados Unidos la está sorteando. Esta mañana escuchaba un informe del Japón donde están tranquilos, no tanto en Europa, en Inglaterra hay un banco con dificultades. Vamos a ver qué pasa hoy con las tasas de interés en la Oficina de Reserva Federal de los Estados Unidos, que estaban convocados para reunirse esta mañana.

Hay un motivo para que nosotros estemos, no desentendidos del tema, sino tranquilos. La economía colombiana ha estado en mejores circunstancias para enfrentar choques internacionales. Anteriores choques internacionales encontraron a la economía colombiana con el déficit creciendo, con el endeudamiento creciendo. Hoy tenemos el déficit reduciéndose, el endeudamiento reduciéndose. La encontraron en el pasado con unas tasas de inversión muy bajas, hoy tenemos unas tasas de inversión más altas. Con un desempleo creciendo velozmente, hoy está decreciendo. Y es más significativo el avance de afiliación de trabajadores a la seguridad social en Colombia, que la misma disminución del desempleo. Es algo que hay que empezar a reflexionar.

Yo creo que se está avanzando más en calidad de empleo, como lo indica la afiliación a la seguridad social, que en la reducción absoluta del desempleo. Sin embargo, estamos haciendo todos los esfuerzos para que al final de este Gobierno el desempleo no supere el 7 y medio, el 8 por ciento.

Se han hecho aquí unos ajustes, yo diría que prudentes, de tasa de interés. Diría que es mejor un ajuste prudente que negarse a hacerlo y después tener que enfrentar un colapso.

Yo diría que podemos hoy ver un panorama que quiere despejarse en el sentido de que va a ser, podría decirse que va a ser suficiente con los ajustes de tasa de interés. Ojalá. Que eviten colapsos, que eviten dificultades, pero que no nos paren la recuperación de la economía y no nos paren la recuperación de la vivienda. Para eso será muy importante oír voces autorizadas, como quienes nos acompañan aquí esta mañana, encabezados por los presidentes gremiales y la señora presidente de Asobancaria.

Hemos logrado acuerdos bien interesantes, que yo creo que son ejemplo en América Latina, de concertación con el sector financiero, para canalizar sumas más importantes a la vivienda social. Yo creo que estamos próximos a recuperar los mejores años que tuvo Colombia en materia de financiación de vivienda social.

Entonces, yo diría que hasta aquí encontramos tres elementos positivos: más recursos para subsidio, más recursos para crédito y unas tasas de interés todavía dentro de rangos razonables, que han sido sometidas a un ajuste, pero a un ajuste que en el largo plazo parecería un ajuste benéfico.

La incursión del Fondo Nacional del Ahorro con más fuerza ayuda muchísimo.

Y veo otro elemento muy positivo: la fortaleza de las cajas de compensación. Las cajas de compensación han crecido enormemente en este Gobierno. Hacen parte de lo que yo llamo la recuperación de la calidad del empleo. Solamente este año están llegando ya las cajas de compensación a 600 mil trabajadores nuevos afiliados. La medida que hemos tomado de exigir que haya un formulario único, un pago único, que involucre, consolide, obligaciones de empleadores con cajas de compensación, Sena, Bienestar Familiar, Régimen Contributivo de Salud, Riesgos Profesionales y Pensiones, está ayudando muchísimo a eliminar trámites y a eliminar evasión.

Y vemos una gran fortaleza hoy en los recaudos de las cajas de compensación familiar, lo cual nos tiene que ayudar también a avanzar en ese componente de la vivienda tan importante, asignado a las cajas de compensación familiar.

Servicios públicos. El Gobierno trabaja tres objetivos principales: la consolidación de la seguridad democrática, la consolidación de la confianza inversionista y el cumplimiento de unas muy severas metas sociales, dentro de las cuales está la de lograr 800 mil soluciones de vivienda, que deben ser el resultado de sumar vivienda nueva, títulos legalizados, mejoramiento de vivienda.

Esos son los tres componentes que concurren al objetivo de 800 mil soluciones en este Gobierno. Y el esfuerzo se hace para cumplirlo a cabalidad.

En este Gobierno no logramos la plena cobertura en saneamiento básico para hablar de servicios públicos, pero sí avanzamos mucho.

Yo estuve el pasado viernes en Santa Marta, con el gremio de los ingenieros de acueductos, alcantarillados, saneamiento básico. Ese gremio tenía 200 afiliados hace cinco años, hoy tiene 800. Y se nota un gran vigor. Prácticamente algunos me confesaron que estaban hoy totalmente ocupados, que no se consigue un albañil, que no se consigue quien opere una retroexcavadora para abrir brecha, etcétera.

Nuestro plan invierte en este cuatrienio en acueductos y alcantarillados 8 billones, una inversión bien importante. De eso quiero resaltar que en lugar de seguir escogiendo aquí por presión política a qué municipio se le ayuda, estamos trabajando los planes departamentales de agua potable y saneamiento. Confiamos dejarlos en marcha en los 32 departamentos de Colombia. Ya avanzan en muchos departamentos que han comprometido regalías y han comprometido también transferencias del Gobierno.

Las transferencias van a aumentar. El año entrante empiezan a aumentar sustancialmente y hay un aumento bien, bien importante para este sector. Yo creo que vamos a tener un país que va a notar el avance en agua potable, en saneamiento básico, pero sin lograr todavía las coberturas ideales; un gran avance al 2010, una inversión de 8 billones que no nos permite comprometernos con las coberturas ideales. Pero un avance sustancial.

¿Qué me preocupa a mí? Me preocupa el tema tierra, me preocupa el tema costos. Y quisiera sobre eso hacer algunos comentarios:

Costos. He visto en el país unos experimentos bien llamativos en producción de materiales de construcción, más livianos y al mismo tiempo más resistentes y al mismo tiempo más accesibles.

Hace dos semanas, en una feria de grupos de investigación en la ciudad de Medellín, vi las exhibiciones de algunas universidades que son bastante halagüeñas en el tema.

Me preocupa el tamaño del perímetro de las grandes ciudades colombianas. Creo que necesitamos ahora aplicarnos a la renovación urbana. Uno ve la posibilidad de dos escenarios para Bogotá: o una gran conurbación, una selva de concreto entre Girardot y Sogamoso, o una gran calidad de vida.

Si no procedemos agresivamente, y una de las maneras para proceder agresivamente es a través de la renovación urbana, esto se nos va a volver una selva de concreto, que yo la visualizo de Girardot a Sogamoso.

Yo creo que la solución no está en seguir incorporando zona rural a los perímetros urbanos. Toda ampliación del perímetro urbano cuesta mucho, en materia de instalación de servicios públicos. Sigue costando mucho en materia de prestación de servicios públicos. Cuesta mucho en materia de transporte, para transportar todos los días a los ciudadanos de la residencia al lugar de trabajo y el regreso. Yo pienso que en lugar de seguir buscando soluciones a través de ampliar y ampliar perímetro urbano, tenemos que hacer reforma urbana.

Las normas están dadas, los estímulos tributarios también. Yo creo que el Ministerio, los gremios, vamos a tener que hacer un esfuerzo con los alcaldes y los gobernadores y con los que ahora resulten elegidos para adelantar proyectos de reforma urbana.

Uno ve la posibilidad en todas la ciudades colombianas, y empiezo por Bogotá, de que se adquieran grandes zonas, sean demolidas, se entregue el nivel de superficie con generosidad en el espacio público a la recreación, a la calidad de vida, y se construya en altura. Y que esa construcción en altura, como lo vemos ya en algunos experimentos en algunas ciudades colombianas, puede llegarle fácilmente a los sectores de vivienda social. Yo creo que la renovación urbana es un imperativo del ahora.

Además, están dados los estímulos tributarios. Y, por ejemplo, el Alcalde de Bogotá dice: ‘decretamos de renovación urbana tal año’. Allí no solamente va a ver parques, sino que vamos a construir en altura, para tales estratos, incluido estrato 1 y 2.

No necesariamente tienen que ir a comprar todo esos bienes, todo esos inmuebles que se van a demoler. Puede ofrecerle hoy a los dueños de esos inmuebles que ellos los aporten al desarrollo y una vez se vendan los apartamentos, las oficinas, las bodegas, lo que allí resulte, los parqueaderos, con soluciones en altura para respetar a nivel de superficies unas normas de generosidad en espacio público, pues con el producto de la venta de lo que allí se desarrolle, se le paga a los dueños de los inmuebles originales.

Dice la reforma tributaria nuestra: Las personas que aporten inmuebles a esos procesos de renovación urbana, posteriormente los ingresos que reciban, son ingresos exentos de impuesto de renta. O sea que el estímulo tributario está dado. Yo pienso que se necesita es una gran voluntad política en las autoridades locales. Y me parece que el afán que debemos tener nosotros en el Ministerio, con la ayuda de los gremios, es convencer a los alcaldes del país, sobre todo de estas grandes ciudades, que emprendan esos proyectos de renovación.

Yo pienso que no hacerlo y seguir en el caso de Bogotá estrujando la Sabana, acabando con lo verde, con los costos ya referidos, ampliando el perímetro urbano, es un error muy costoso y después irreparable. Y lo ve uno en todas las ciudades grandes colombianas.

Uno se pone a ver Cali. Sí, allí hay mucha generosidad de espacio, pero, por ejemplo, una de las causas de la quiebra de Emcali, que estamos recuperando, fue las grandes inversiones que tuvo que hacer para instalar cobertura de servicios en las zonas donde se extendió el perímetro urbano.

Uno se pone a ver Medellín. Medellín no tiene, el Valle de Aburrá está prácticamente copado, lo que queda allí es muy poco, la gran necesidad se llama reforma urbana.

Las ciudades de la Costa Caribe. La semana pasada visité el Pozón de Cartagena. Y la verdad es que ya, primero se dieron unas invasiones a tal distancia del terminal de los servicios públicos, que conectarles servicios públicos a esos terrenos ha sido muy muy costoso; muy difícil bombearle agua a esas distancias y sumarle a eso el tema del transporte.

Entonces mi invitación es a que miremos a ver cómo estimulamos unos proyectos de renovación urbana, que nos ayuden los alcaldes de estas principales capitales.

Yo creo que hoy, un alcalde que diga: ‘Bueno, yo voy a emprender un proyecto de renovación urbana’. Hay gente que aporta esos inmuebles, otros que no, se los tenemos que comprar. Yo creo que hoy no es difícil conseguir los recursos crediticios para que compren esos inmuebles y hagan los desarrollos requeridos.

Quería, pues, hacer esos comentarios y aprovechar una media hora para oír inquietudes de ustedes porque después van a tener unas conferencias bien importantes que yo de ninguna manera quisiera preguntar”.

 
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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