Palabras del Presidente Álvaro Uribe en la
Convención de Directivos de Telefónica Latinoamérica

 
Abril 17 de 2008 (Cartagena)
 

“Quiero dar a todos ustedes un saludo muy respetuoso, expresar el agradecimiento por haber seleccionado a Colombia y a la ciudad de Cartagena para esta reunión que nos honra muchísimo. Hoy estamos de plácemes por esta concurrencia de ustedes a Cartagena.

Además, gracias a la recuperación de la ciudad, allí en el muelle en este momento hay tres cruceros del Caribe. Si nos los hubieran mostrado en una foto, habríamos podido decir: ‘Quién sabe cómo los juntaron en la foto’. Pero allí están. Y la ciudad en este momento está plena de turistas, lo que necesitamos para mejorar el empleo, el tejido social.

Muchas gracias a ustedes por esta confianza en Colombia y esta confianza en Cartagena.

Han sido unos años de esperanza. Estos años, a partir de los cuales, se hizo la sociedad del Gobierno colombiano y Telefónica. Unos años de esperanza, porque se ha recuperado capacidad de inversión, hay tranquilidad frente a los pensionados, hay unos patrimonios que tienen más valor, que han pasado de valores negativos a valores positivos.

Y todo el mundo está trabajando con mucha ilusión, para darles las mejores respuestas a los colombianos, para poner a los colombianos en un nivel altamente competitivo en estas materias tan importantes, como son todas las relacionadas con las telecomunicaciones.

El techo y los tres pilares de la ‘Casita Colombia’

Voy a procurar no ser muy extenso para contarles a ustedes qué hace el Gobierno nuestro.

Nosotros estamos trabajando un proyecto de Gobierno, en el cual ponemos a Colombia en una casita. Y en el techo de esa casita está la palabra ‘confianza’.

Si ustedes me preguntaran, en una palabra, qué pretende el Gobierno de ustedes, les diría: ‘Confianza en Colombia’. Confianza para trabajar, confianza para invertir, confianza para estudiar, confianza para vivir en Colombia.

La palabra ‘confianza’, en el ángulo superior, en el vértice superior de esta casita, tiene tres pilares.

El primero, seguridad desde la democracia. Es bien importante, dados los episodios que se vivieron en América Latina, que se reitere cómo el proyecto de seguridad nuestro es desde la democracia, por oposición a proyectos de seguridad desde las dictaduras, que más que haber favorecido a América Latina le causaron tanto daño.

El nuestro es un concepto democrático de seguridad, y su práctica democrática es aquello que lo legitima todos los días.

El segundo pilar es: inversión, crecimiento de la inversión con responsabilidad social.

Y el tercer pilar es: construcción de cohesión social.

Van de la mano.

La seguridad es un presupuesto necesario para la inversión. La inversión, además de la seguridad, necesita otros temas, a los que me voy a referir. Pero sin seguridad y sin inversión no aparecen los recursos para construir cohesión social, para superar la pobreza, para construir equidad.

En ausencia de seguridad y en ausencia de inversión, los proyectos de cohesión social se convierten en discursos demagógicos, que generan ilusiones electorales y después traen frustraciones en los resultados de los gobiernos.

La tarea por derrotar la inseguridad

Venimos avanzando en todos estos tres temas. En esta Patria nuestra llegó a haber años de 35 mil asesinatos, tasas de asesinato de 68 personas por cada 100 mil habitantes. El año pasado fue de 36. La hemos bajado por debajo de 17 mil. Y este año se va presentando otra reducción, pero no estamos contentos.

La lucha por la seguridad es una lucha infatigable de todos los días en la acción de este país, de las Fuerzas Militares y de Policía, del Gobierno.

Llegamos a tener 3 mil secuestros. El año pasado todavía se presentaron 270, especialmente en áreas remotas del país, alejadas de estos centros.

Llegamos a padecer la destrucción de 200 municipios en tres años. Ya en los últimos años el terrorismo no ha podido destruir un solo municipio.

Llegamos a sufrir el asesinato de 15 periodistas en un año. El año pasado fue asesinado un periodista, por robarle. Grave, pero por razones diferentes al ejercicio del periodismo.

Colombia llegó a sufrir el asesinato de 256 líderes sindicales. El año pasado, entre líderes sindicales y maestros, todavía fueron asesinados 26. En una población total de líderes sindicales y maestros de millón 250 mil. O sea, una tasa de alrededor del 2 por 100 mil, cuando la tasa general del país es del 36 por 100 mil.

Entonces estamos en esa tarea de derrotar la inseguridad.

Esta ciudad, que pensaba era la ciudad menos afectada por la inseguridad porque aquí no se sentía, había sido muy afectada. Se había disminuido enormemente el turismo interno, porque los ciudadanos de Colombia de las ciudades del interior no se atrevían a llegar aquí por temor de un secuestro en las carreteras.

Los cruceros del Caribe no habían regresado. Se había perdido esa fuente de irrigación de recursos, de generación de empleo, que son estos cruceros del Caribe.

Ver tres cruceros parqueados en una isla del Caribe, atracados en Cozumel, en Puerto Rico, es normal. Verlos en Cartagena, nos llama la atención y nos emociona, porque habíamos perdido esa posibilidad.

En efecto, esta ciudad, el 5 de agosto de 2002, sufrió un gran atentado terrorista, con la explosión de una bomba en la Gobernación, dos días antes de que empezara nuestro Gobierno. Y se ha recuperado enormemente.

Ustedes pueden tener la certeza, distinguidos visitantes, de que en Colombia hay una decisión inclaudicable: la de recuperar la seguridad.

Una decisión que hay días en que cuesta crisis internacionales. Otros días en que cuesta malos entendidos. Pero es una decisión inquebrantable, porque el 50 por ciento de las familias de este país había sufrido por ese problema de inseguridad.

Y este país se reveló contra la inseguridad, por una decisión autónoma. Y queremos rescatar esa seguridad para que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir felices.

El tema de la inversión

En el tema de inversión, es nuestra gran preocupación, más que el crecimiento. Puede haber crecimiento un día, un año, y al siguiente año debilitarse. En cambio si hay una tasa sostenida elevada de inversión, eso garantiza un crecimiento sólido en el largo plazo.

Nuestro Gobierno empezó con una tasa de inversión de entre el 12 y el 14. Fue elevándose al 19, al 22, al 25. El año pasado se situó en el 28. Solamente hay una que le gana en América Latina, pero es toda estatal. En lo nuestro, esta tasa, de los 28 puntos, 22 son del sector privado y 6 del sector público.

Nuestro objetivo fundamental es crear condiciones para que la tasa de inversión en Colombia no se reduzca por debajo del 25.

Y la inversión extranjera también ha venido aumentando. Manteníamos 700 millones, mil, dos mil millones de inversión extranjera, prácticamente, en los últimos años, de manera exclusiva para petróleo e hidrocarburos.

Especialmente en los últimos tres años, refleja ya una tendencia positiva. Hace tres años, más de diez mil millones de dólares. Hay un factor que fue la compra de una cervecería colombiana grande por SABMiller. En el siguiente año, 6.500 millones de dólares y el año pasado 9.028 millones de dólares.

Con un elemento importante. Esa inversión se está distribuyendo: el 54 por ciento va al sector de hidrocarburos, con petróleo, carbón a la cabeza, y minería. Y el otro 46 por ciento se está distribuyendo en los diferentes sectores de la economía colombiana.

Y son muchos los países que están interviniendo en Colombia.

Para estimular esa inversión, nosotros trabajamos los siguientes puntos: concepto de Estado, seguridad, manejo macroeconómico, reforma del Estado, incentivos tributarios, unas económicas especiales, tratados de comercio y los convenios de estabilidad normativa.

Brevemente me refiero a cada uno de ellos.

Mecanismos para estimular la inversión

Modelo de Estado. En América Latina se daba por hecho que en todas partes había garantías de confianza a la inversión privada. Eso lo han desvirtuado algunos gobiernos.

Entonces nosotros hemos considerado conveniente, necesario, regresar a los fundamentos, elementales, por cierto, para decirle a todo el mundo que en Colombia hay toda la garantía para la inversión privada, doméstica, internacional. Todas las garantías.

Colombia reforma el Estado, no lo desmantela, pero Colombia no está en el estatismo. Colombia no está en la desubicación del sector privado para remplazarlo por monopolios estatales. Colombia le dice al sector privado nacional e internacional que aquí tiene todas las garantías, porque necesitamos ese sector privado.

Exigiendo tres elementos de responsabilidad social.

Primero, transparencia. Transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado, en la asignación de contratos, en la asignación de concesiones, en la constitución de sociedades de economía mixta, en la solución de controversias, de tributación.

Creo que Telefónica es testigo de primera línea de la transparencia con que se manejan esos negocios públicos en Colombia, de la transparencia con que se adelantó el proceso que finalmente permitió constituir esta gran sociedad del Estado colombiano y Telefónica.

En América Latina se han dado muchas crisis políticas, desestabilizaciones de gobiernos, amenazas a la democracia, por falta de transparencia.

La segunda expresión de responsabilidad social por la que trabajamos es pedir solidaridad a los inversionistas con las comunidades, especialmente en temas medioambientales.

Ustedes encuentran un país con una gran riqueza ambiental, también con amenazas, con grandes desafíos. Esta Colombia tiene un millón 160 mil kilómetros cuadrados. El 52 por ciento, 578 mil kilómetros cuadrados, todavía están en selva. Tenemos 460 mil kilómetros en la selva amazónica. Y en el resto del país la suma, para tener en total 578 mil kilómetros de selva.

Es el país que tiene áreas con la mayor relación, proporción de agua dulce en función del territorio. Tenemos grandes desafíos, grandes posibilidades en materia ambiental. El compromiso de los inversionistas con las comunidades en materia ambiental, para nosotros es fundamental como responsabilidad social.

Y lo hemos venido trabajando de manera peculiar. Este país se está convirtiendo en uno de los principales países del mundo en producción y exportación de carbón. Lo que no tenemos en petróleo, lo tenemos en carbón. Y hemos sido abiertos a la inversión internacional, pero cuidadosos en las exigencias.

El año pasado las poblaciones de los municipios carboneros estaban muy exaltadas en contra de las prácticas de algunas empresas. ¿Qué hicimos nosotros y qué no hicimos?

Primero, qué no hicimos: no fuimos al extremo de maltratar, de acallar la protesta comunitaria. Tampoco fuimos al extremo de ser hostiles con el inversionista extranjero.

Procedimos con nuestra manera comunitaria de tratar los problemas: reuniones periódicas de la comunidad, los inversionistas de la zona, el Gobierno Nacional, para encontrar acuerdos que mejoraran las prácticas de las empresas en materia ambiental en esas regiones.

Creemos en esos entendimientos. Los luchamos todos los días.

Y hay también otras responsabilidades sociales de gran importancia: la fundación que ustedes acaban de presentar. Un compromiso que ustedes han asumido más allá de los mínimos legales, es otra expresión de responsabilidad social, aquello que tanto estamos requiriendo en Colombia.

La tercera expresión de responsabilidad social es en las relaciones laborales. Este país ha sufrido mucho las relaciones laborales de odio de clases, las relaciones laborales de capitalismo salvaje.

En Telecom se sufrió durante muchos años esa mezcla de relaciones laborales de odio de clases, a partir de un sindicalismo de extrema y clientelismo estatal y desgreño estatal.

Esa combinación es perversa. Condujo a Telecom a esa crisis. Como también es perverso el otro extremo, el del capitalismo salvaje.

Lo que nosotros sugerimos todos los días en materia de relaciones laborales es la práctica de la fraternidad, que excluya esos extremos. Por eso estamos luchando para que las empresas colombianas no sean presa de los excesos sindicales, ni tampoco escenarios de abusos contra trabajadores.

Nos parece de la mayor importancia hacer contratos de servicio, de tercerización, de outsourcing, como dicen los anglicistas, con propias organizaciones de los trabajadores, para garantizar flexibilidad pero con equidad.

Está próximo a aprobar el Congreso de la República una ley que restringe las cooperativas de trabajo asociado, donde infortunadamente se han dado abusos.

Estas son las tres expresiones de responsabilidad social por las que trabajamos.

Confianza inversionista

Otro elemento para la confianza inversionista: la persistencia en la política de seguridad. Otro: el esfuerzo por mejorar los indicadores macroeconómicos.

Recibimos el endeudamiento en el 50 por ciento del PIB, está en el 28 (por ciento). Ojalá, en medio de estas dificultades de la economía mundial, podamos seguir rebajándolo.

Recibimos el déficit consolidado en el 4,2. Está en el 0,7. El más importante, porque es el que paga pensiones, el del Gobierno Nacional Central, en el 7,5. Cerró el año pasado en el 3,3.

Colombia está en mejores condiciones para afrontar la crisis económica internacional, por varias razones: porque somos menos vulnerables hoy en materia de déficit y de endeudamiento. Porque hemos ganado más confianza en los mercados, no obstante que no hemos recuperado el grado de inversión. Y porque hemos ganado mucho más espacio en los bancos multilaterales.

Les doy esta información: este año los recursos en moneda externa que Colombia necesitaba obtener en el mercado internacional, los obtuvo en enero.

Este año lo que requiere Colombia está precontratado con las bancas multilaterales. Hace cinco años nos ayudaban, pero teníamos que ir allá. Hoy todos los días ofrecen más posibilidades a Colombia.

Entonces no somos cínicos, no descartamos los riesgos del efecto de la economía internacional sobre Colombia, pero estamos en mejores condiciones. El país está aumentando la producción de alimentos. El país tiene grandes posibilidades en energías alternativas: eólica, biocombustibles. El país tiene confianza inversionista.

Si a mí me preguntaran: dé una sola razón que dé relativa tranquilidad en Colombia para superar esta crisis económica que se originó en los Estados Unidos y va haciendo metástasis en muchas regiones, les diría: la inversión está llegado a Colombia, como nunca antes había llegado, porque hay confianza en el país.

Reforma del Estado

Otro elemento de gran importancia ha sido la reforma del Estado. Nosotros aspiramos a que el mejor legado de nuestro Gobierno para el saneamiento fiscal y la legitimidad del Estado en Colombia, sea la reforma del Estado.

Hemos reformado 420 entidades. Empezamos por Telecom, pasamos por la Siderúrgica Paz del Río, pasamos por Ecopetrol y ahora estamos reformando las clínicas.

Reformas no fáciles, porque este país tenía una opinión que las reclamaba, pero en silencio. Y unos sectores radicales que se oponían de manera muy beligerante.

En mi larga carrera política, si hace 10 años me hubieran preguntado por la reforma que se hizo en Telecom, habría dicho que era imposible, dados los radicalismos ideológicos que conocíamos.

Si me hubieran preguntado si veía posible capitalizar a Ecopetrol, habría dicho: vamos a hacer el esfuerzo por la reforma laboral, pensional, de Ecopetrol y no veo posible capitalizarla.

Me parece que es de gran importancia esa capitalización. Cuando tenemos una América Latina donde predomina la tesis de que el petróleo tiene que ser explotado únicamente por monopolios estatales, vincular al sector privado, hasta ahora en un 10 por ciento con la perspectiva de un 20 por ciento, en la capitalización de una empresa estatal, es ir contra la corriente en América Latina. Pero el liderazgo tiene que aprender a nadar contra la corriente en muchas ocasiones.

La empresa ha mejorado enormemente. Hoy hay 500 mil colombianos que son socios de la empresa. Y se ha aumentado el patrimonio público. Vale más el 90 por ciento que tiene el Estado en ese patrimonio, que el 100 por ciento que tenía antes.

Se invertía 500 millones de dólares. Este año invierte más de 3 mil. El año entrante más de 4 mil millones de dólares. Y ayuda a que este país vaya despejando el camino del petróleo, que es uno de los grandes interrogantes para el futuro de nuestra economía.

Teníamos una autosuficiencia garantizada al 2008. Ya casi podemos decir que está garantizada al 2016. Y hay un gran ánimo exploratorio en el país. Cuando empezó nuestro Gobierno, se exploraban 10 pozos por año. Este año esperamos explorar 100 pozos de petróleo.

La reforma del Estado ha ahorrado 6 puntos del PIB. Por eso digo que es fundamental como legado de este Gobierno en el saneamiento fiscal de la Nación.

Pero todos los días digo a mis compañeros de Gobierno: lo peor de los gobiernos reelegidos es creer que ya hicieron la tarea. Es dormirse.

El Gobierno tiene que estar innovando todos los días, sin improvisar, reformando sin salirse de una banda, que es la banda de sus principios.

Por eso le he pedido a la Ministra Consejera que preparen un Consejo de Ministros de una día entero, para que cada compañero del Gabinete diga qué le falta del programa y cuáles son las nuevas ideas que va a implementar y cómo las va a implementar en dos años que quedan.

Los gobiernos tienen que trabajar con espíritu innovativo, con bríos, con ganas hasta el último minuto. No se pueden adormilar, menos en sociedades con tantos problemas como la sociedad colombiana.

Uno resuelve aquí un problema y le aparecen mil, le quedan mil sin resolver. Esa es la paradoja de la vida pública. Hay que vivir en un constante esfuerzo, un esfuerzo muy grande para lograr un pequeño resultado. Pero finalmente pequeño resultado, tras pequeño resultado, es lo que va marcando la diferencia.

Incentivos a la inversión

Para invertir en Colombia, hemos estimulado la confianza a través de la tributación.

Nuestra idea no ha sido bajar las tasas de tributación a todo el mundo. Eso no garantiza mayores tasas de inversión.

Lo que hemos hecho es crear incentivos a los que inviertan. Hoy hay un incentivo general, un deducible del 40 por ciento.

Toda inversión que se hace en Colombia tiene una deducción del 40 ciento. Y esa deducción se puede hacer afectiva en el número de años fiscales que se requiera.

Hay estímulos especiales en algunos sectores. Al sector de la hotelería: un hotel nuevo que se construya en Colombia, tiene 30 años de exención tributaria.

La renovación hotelera. Los ingresos imputables a un proyecto de renovación, tienen esa exención tributaria.

El ecoturismo, los cultivos de tardío rendimiento, la madera, cultivos que son fuente de combustibles biológicos como la palma africana, esos cultivos tienen 10 años de exención tributaria, a partir del primer año de su ciclo productivo.

Tenemos estímulos a sísmica en hidrocarburos. Tenemos las zonas francas especiales. Una zona franca especial en Colombia, hoy se puede instalar en cualquier parte del país, por una empresa o por varias empresas, para proveer de vienes o servicios al país o a la comunidad internacional.

La tasa de ordinaria de renta en Colombia quedara en el 33. Estaba en el 38 y medio. Pero la tasa para las zonas francas especiales en el 15.

Y en Colombia no se paga impuesto a los dividendos. Anoche comparamos con Irlanda la tributación Colombiana.

Quiero decirles, a riesgo de ser osado, lo siguiente: en materia tributaria Colombia es un país tan competitivo como Irlanda. No tenemos una legislación tan simple, pero sí igualmente o más estimulante que la irlandesa.

Anoche veíamos que mientras en Irlanda la tasa corporativa es del 12 y medio, aquí en las zonas francas especiales es del 15. Pero aquí no hay impuesto a los dividendos y allá sí. Algo bien importante.

Me preguntan: ¿en el sector de los servicios qué zonas francas se pueden instalar? En el sector de telecomunicaciones para los centros de contacto, lo que los anglicistas llaman los call center, en lo cual este país tiene unas grandes posibilidades de generación de empleo de alta calidad.

Hoy Colombia tiene unos 40 ó 45 empleos en esos call center. Y hay la aspiración de que tengamos centenares de miles. Pueden operar como zona franca. También en el sector de generación de energía y en el sector de larga distancia en las telecomunicaciones. Allá hay unos estímulos bien importantes.

Estabilidad normativa

Otro tema: la estabilidad de las normas. Una de las leyes importantes que nos ha aprobado el Congreso, es la que autoriza los contratos de estabilidad a 20 años.

Un inversionista en Colombia hoy le puede pedir legalmente, y el Gobierno debe negociarlo con él, un contrato de estabilidad sobre estas reglas de juego, a 20 años.

Tratados de comercio

Y los tratados de Comercio. Hemos suscrito el tratado de comercio con la Comunidad Andina, con Mercosur, el tratado de comercio con Chile, estamos profundizando con Perú, porque en la Comunidad Andina quedan muchas barreras a la inversión.

Negociamos con tres países centroamericanos. Confiamos en el próximo mes cerrar negociaciones con Canadá. Estamos avanzando con la Unión Europea. Estamos pendientes de la última ronda para cerrar el acuerdo de protección mutua de inversiones con China. Lo estamos empezando con India.

Y confiamos que finalmente que se pueda aprobar en el Congreso de Estados Unidos el tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Reconocemos el gran esfuerzo del Gobierno norteamericano, encabezado por el Presidente George Bush, para obtener la aprobación de ese tratado. Y confiamos que va a haber un acuerdo en el Congreso de Estados Unidos. Queremos que la señora Presidenta de la Cámara visite a Colombia.

Nosotros no ocultamos nuestra realidad. Quien visite a Colombia ve que es un país con dificultades, que la tarea por hacer que resta por hacer es muy grande, pero que es un país va progresando.

Ayer se me ocurrió una cosa, apreciados visitantes, en el Foro Económico Mundial en Cancún. Pedirles a los observadores de Colombia que no miren la fotografía sino la película de muchos años. Porque una fotografía nos retrata en un momento, pero hay que ver es la tendencia: dónde estamos, de dónde venimos.

Y así como nosotros reconocemos todo lo que falta, también pedimos que se reconozcan los mejoramientos.

Confiamos que se pueda lograr que Estados Unidos mantenga esa aproximación bipartidista en las relaciones con Colombia.

Con prudencia, haciendo nuestra tarea, con un diálogo constructivo con Estados Unidos, aspiramos tener finalmente la aprobación de ese tratado en el Congreso de Estados Unidos.

Estos son los elementos principales en nuestra lucha por la inversión en Colombia.

El tercer pilar: cohesión social

Y en materia social, que es el tercer pilar, encontramos una pobreza en el 60 por ciento. Hoy debe estar entre el 40 y el 45. Aspiramos que quede en el 2010 no por encima del 35, para que quienes nos sucedan en el Gobierno puedan en el 2019 presentarla no por encima del 15.

Tenemos unos indicadores sociales que van avanzando. Este país vio situarse el desempleo por encima del 20. Ojalá al terminar este año lo tengamos ya establemente en alrededor del 9. Nosotros aspiramos dejarlo en el 8 por ciento.

Hemos tenido un gran avance en afiliación a la seguridad social. Y me voy a referir en unos minutos al tema de salud.

Sí tenemos una dificultad con el empleo en este año: la apreciación del peso. Porque hay algunos sectores que se benefician, pero hay unos sectores intensivos en mano de obra que se perjudican.

Y mientras nosotros tenemos un producto agropecuario como es el café, que en alguna forma ha recibido un incremento del precio internacional, podría decirse compensatorio, de la apreciación del peso, en la mayoría de los productos agropecuarios no. Y eso marca diferencia con muchos países del continente.

Otros países del continente que son exportadores de trigo, exportadores de arroz, exportadores de cebada, de maíz, de soya, de carne, de leche, a esos países no los afecta la apreciación en esos productos. Porque esos productos han ganado mucho precio en el mercado internacional. Los productos nuestros no.

Tenemos problemas con la piscicultura, con los camarones, tan importantes para generar empleo en estos litorales. Con las flores. En los alrededores de Bogotá hay 100 mil empleos, especialmente de mujeres, directamente generados por la industria de flores.

Tenemos problemas con el banano, con el plátano. Estamos haciendo un enorme esfuerzo fiscal apoyando esos sectores, para que podamos compensarles en alguna forma el daño que les hace la revaluación, la apreciación, con la condición de que no se afecte el empleo.

Seguridad social

Hemos avanzado en seguridad social. Este país va a lograr en el año 2010 plena cobertura de seguro de salud para 44 millones de habitantes. Allí hay un gran avance. Ustedes saben que uno de los temas que se discute hoy en la campaña presidencial de Estados Unidos, es que en Estados Unidos hay 47 millones de ciudadanos sin seguro de salud. Increíble.

Vamos a llegar nosotros más rápidamente a la cobertura universal, que los mismos Estados Unidos.

En seguridad social, vamos bien en salud, bien en riesgos profesionales. Hemos tenido un incremento de afiliación al sistema pensional en un 37 por ciento, pero todavía allí hay una gran cantidad de población trabajadora por fuera del sistema.

Nosotros tenemos 19 millones de trabajadores. Y en el sistema pensional apenas tenemos 7 – 9 millones de trabajadores. Todavía es muy bajo.

Y hemos hecho unas reformas muy fuertes en pensiones. Cuando veía en televisión las reformas del Presidente Sarkozy y esos problemas sociales en Francia, me decía: ‘Pero si aquí las acabamos de hacer’.

Nosotros hicimos la reforma constitucional para eliminar los regímenes privilegiados de pensiones, las reformas legales de pensiones, etcétera.

Si me preguntaran una preocupación en materia de seguridad social, les diría: la todavía baja cobertura pensional que hay en Colombia.

Uno de los objetivos para estos meses que nos quedan de Gobierno, es poner en marcha un sistema de seguro para ingreso de retiro, diferente a la pensión.

Dar la posibilidad de que aquellos sectores que no tienen posibilidades de pensión, hagan un ahorro, el Estado dé una contrapartida, y se les garantice a ellos un ingreso de retiro. Estamos haciendo ese esfuerzo.

En esto de cohesión social aspiramos lograr ciento por ciento de cobertura en educación básica, a mejorar sustancialmente en calidad, venimos del 78 por ciento.

En educación universitaria aspiramos llegar al 34. Vamos por el 29 – 30. Venimos del 22.

Tenemos unos de los centros de formación vocacional más importantes del continente, que es el Servicio Nacional de Aprendizaje de Colombia (Sena). Telefónica lo conoce muy bien.

Este año debe capacitar a seis millones de colombianos. Se le está agregando a eso una capacitación a distancia, vía Internet y con simuladores de software, de un millón 200 mil estudiantes permanentes.

Y se está haciendo un esfuerzo masivo en enseñanza del inglés como segunda lengua.

Debemos terminar este año con un millón de colombianos estudiando inglés a través de Internet, por el sistema del Servicio Nacional de Aprendizaje, a ver cómo vamos superando rezagos que este país tiene en materia de competitividad.

En fin, la política social es bien importante. Ha sido una política social más de resultados que de discurso.

Si me preguntaran ustedes dos obstáculos de Colombia, les diría: la infraestructura física y la necesidad de desatrasarnos en telecomunicaciones.

Este país tiene dificultades en su infraestructura física. Por ejemplo, la gran Nación chilena, que tantos admiramos aquí, tiene problema con un Transmilenio, el de Santiago. Nosotros estamos construyendo 9 Transmilenios, uno en esta ciudad. Y hay 10 ciudades esperando recursos para empezar sus Transmilenios.

Los centros de producción de América Latina casi todos están muy cerca del mar. Nosotros tenemos, por fortuna, estas ciudades costaneras. Pero los grandes centros del interior del país están muy lejos del mar, y con una topografía muy abrupta para llegar al mar.

Bogotá está a casi mil kilómetros de Santa Marta. Uno de los objetivos de este Gobierno es dejar contratada y en ejecución la doble calzada Bogotá – Santa Marta. Está a 580 kilómetros del Pacífico, por una carretera de montaña y de condiciones geológicas muy difíciles.

Ayer decía el Presidente de México, en Cancún, que ellos se proponen invertir en infraestructura el 5 por ciento del Producto. Yo tengo mucha confianza de que a nosotros nos va ayudar la gran inversión que está haciendo el sector de telecomunicaciones, que estamos aumentando mucho en inversión en infraestructura física, carreteras, puertos, etcétera. Pero debo confesarles: todavía vemos lejos la posibilidad de llegar a ese 5 por ciento del Producto como inversión en infraestructura.

Estos son, apreciados visitantes, algunos puntos de vista sobre la marcha de Colombia, sobre la marcha de este Gobierno. Yo soy un optimista irredento. Pero también procuro ver, todos los días, no un pequeño éxito que hubiéramos conseguido ayer, sino un nuevo desafío que debemos enfrentar.

Quiero agradecerles su confianza en Colombia, sus inversiones en Colombia, la contribución que están haciendo para que este país se desatrase definitivamente en telecomunicaciones.

Quiero agradecerles su concurrencia a Cartagena, a este evento que nos ayuda muchísimo y da mucha confianza.

Quiero pedir que cada uno de ustedes sea un embajador. Que ahora que vinieron a lo de Telefónica, más tarde vengan con su familia, con sus amigos, que nos manden excursiones de amigos a visitar este país.

Cualquier pregunta o comentario que quieran hacer, con mucho gusto trataré de responder. Así que les ofrezco la palabra".

 
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