Palabras del Presidente Álvaro Uribe
en el Foro ‘Expogestión 2008’
 
Agosto 20 de 2008 (Bogotá)
 
 

“Primero, muchas felicitaciones doctor Gustavo (Mutis, presidente del Centro de Liderazgo y Gestión), a usted, a la junta directiva, a los patrocinadores, por esta persistencia. Qué bueno que esto no haya sido un esfuerzo de un año, sino que tenga continuidad.

La verdad es que hay que superar ese vicio de hacer intentos, entusiasmarse mucho y desmayar.

Alguien decía que uno de los vicios nuestros es que emprendemos un proyecto, nombramos su junta directiva y ahí se nos acaba el entusiasmo. Ustedes han hecho una excepción, que es muy positiva para Colombia. Es la persistencia.

Bienvenido Presidente (Ricardo) Lagos. Aquí lo admiramos mucho, lo apreciamos. Reconocemos su obra democrática, como un gran punto de referencia para el continente.

Permítame expresarle mi particular gratitud, porque cuando empezaba nuestra política de Seguridad Democrática, una de las primeras voces en la comunidad internacional –si no la primera- que le dio un gran apoyo, fue usted como Presidente de Chile.

No podré olvidar que usted viajó de Chile a Europa, a defender nuestra política de Seguridad Democrática. Se lo agradecemos Presidente Lagos, de corazón.

Y además usted es un ejemplo en muchos aspectos: la modernización en infraestructura, de Chile, se le debe a usted. Primero como Ministro y después como Presidente. Campo en el cual nosotros tenemos muchos atrasos, pero estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para superarlo.

Permítanme dividir estas palabras en lo que ha sido el marco conceptual del Gobierno, y en unos puntos específicos que tienen que ver con las regiones, el Gobierno en Línea e infraestructura.

Marco conceptual del Gobierno

El primer punto: el marco conceptual del Gobierno.

La palabra básica que nosotros buscamos aclimatar en Colombia es ‘confianza’. Confianza para vivir en Colombia, para invertir en Colombia, para trabajar en Colombia, para estudiar en Colombia.

Y tenemos que persistir en la búsqueda de esa palabra, que la sustentamos en tres pilares: seguridad desde la democracia, inversión con responsabilidad social y cohesión social desde las libertades.

Todos los días es más importante repetir ante la comunidad internacional, cómo nuestro proyecto de seguridad avanza desde la democracia, porque muchísimos en Europa, en los Estados Unidos, en nuestra propia América del Sur, asociaban un llamado a la seguridad como un llamado a la dictadura, habida cuenta de que muchos proyectos de seguridad en el continente cayeron en proyectos de terrorismo de Estado.

De ahí la importancia del marco democrático de nuestro proyecto de seguridad.

Si esos tres pilares avanzan, hay más confianza; y si hay más confianza, a su vez se produce una reacción de arriba abajo, en esa mutua relación vertical, para que haya más inversión, más seguridad y más cohesión social.

Por supuesto, la seguridad y la inversión son pilares fundamentales para que haya prosperidad, sin la cual es imposible superar la pobreza, construir equidad.

Y si se avanza en superación de pobreza y en construcción de equidad, a través de la política social, ello se constituye en el gran legitimante a las políticas de seguridad y de inversión.

Seguridad

En seguridad me voy a referir solamente a lo siguiente. El tema, llega un momento en que -al decir de muchos- sus rendimientos son marginales. Incluso la gran preocupación en países que sufrieron fenómenos semejantes al nuestro, es que hoy tienen unos índices de criminalidad muy altos, a pesar de que formalmente negociaron la paz y suscribieron los acuerdos, como ocurre en Centroamérica.

Nosotros hemos venido disminuyendo los delitos años tras año. De 35 mil asesinatos, de 2001 – 2002, algo superior a las cuentas oficiales, después de que aparecieron las fosas comunes, este año todavía tenemos un número alto de 16 mil, pero seguimos bajando.

A la fecha, en el periodo acumulado de este año, llevamos 1.012 homicidios menos que en el mismo periodo del año pasado.

La tasa de homicidios sobre cada 100 mil habitantes no es tan positiva como quisiéramos, entre otras cosas, porque el ajuste de las cifras de población por el censo, nos muestra que hay menos población de la que estábamos estimando.

Entonces, el mismo número de homicidios que se convierte aquí en una cifra absoluta, que no varía frente a una población que sí varió, que disminuyó, aparece una tasa mayor.

Sin embargo, la tasa que estaba en 68 homicidios por cada 100 mil habitantes, confiamos que este año se sitúe, ojalá, no por encima de 30 por cada 100 mil habitantes.

Con circunstancias individuales muy importantes, como el caso de Bogotá y muchas de nuestras ciudades principales, que ya empiezan a tener unas tasas de homicidio comparables con la de países desarrollados. Eso es algo bien importante para destacar.

En el total de la criminalidad, el año pasado nuestro país en esta fecha tenía 126 mil 783 delitos. Este año tiene 89 mil 332. Una disminución de 37 mil 451 delitos, lo que da un 30 por ciento menos de criminalidad a esta fecha; 2008, que a la misma fecha 2007.

Confianza inversionista

El tema de confianza inversionista.

Para nosotros es principal tema. Es más importante la confianza inversionista, que un alto crecimiento de la economía en un corto periodo. Puede la economía crecer muchísimo un año por el descubrimiento de explotación de un pozo de petróleo, por la elevación de un producto básico, pero al año siguiente decaer.

Una tasa de inversión alta es la garantía de un crecimiento alto y sostenido de la economía en el largo plazo. De ahí nuestro énfasis en la confianza inversionista.

Hablamos de confianza inversionista con responsabilidad social. Esa responsabilidad social la vinculamos a lo siguiente: transparencia. Es bien importante, competitividad sin transparencia no hay.

Transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado, en los contratos, en la solución a los conflictos, transparencia en la tributación. Responsabilidad de los inversionistas con las comunidades, responsabilidad solidaria en materias tan importantes como el medio ambiente.

Ahora estaba hablando el doctor Gustavo de nuestros recursos naturales, de nuestra biodiversidad. Cuidarla es un punto fundamental en materia de responsabilidad social.

Me refiero a dos ejemplos: nosotros tenemos un gran potencial en biocombustibles, pero no podemos maltratar la selva. Colombia tiene todavía 578 mil kilómetros de su extensión en selva, cuidarlos es una prioridad.

De ahí nuestro Programa de Familias Guardabosques, que tiene hoy 66 mil familias campesinas que en algún momento estuvieron en la droga y que ahora trabajan como Familias Guardabosques. Reciben un pago aproximado de dos mil dólares por parte del Gobierno al año, y se les paga sólo cuando Naciones Unidas certifica que están cumpliendo sus obligaciones de no sembrar droga en el área que ha sido asignada a su cuidado, y de vigilar la recuperación de la selva.

Colombia tiene 43 millones de hectáreas en sabanas, está llegando a cinco millones de hectáreas en agricultura y tiene 24 millones de cabezas de ganado. Esa extensión de sabanas nos permite hacer un gran crecimiento en seguridad alimentaria y simultáneamente en biocombustibles.

La responsabilidad social nos lleva a que los biocombustibles no afecten el medio ambiente destruyendo la selva, y no afecten la Seguridad Alimentaria reemplazando cultivos que van directamente a la canasta alimentaria. Colombia puede hacer ese gran desarrollo de biocombustibles, cumpliendo con esos requisitos.

Este año vamos a terminar, Dios mediante, con una capacidad de producir millón 350 mil litros diarios de alcohol carburante a partir de caña, y un millón de litros diarios de biodisel a partir de aceite de palma africana.

Y se están haciendo ya experimentos muy ilusionantes de siembra de caña de azúcar en otras regiones. Porque es bien sabido que nosotros tenemos la mejor tierra de producción de caña de azúcar en el mundo, pero pequeña: el Valle del Cauca, 240 mil hectáreas de caña de azúcar, la más alta productividad del mundo, la mejor tierra del mundo para caña de azúcar, pero Brasil tiene 7 millones de hectáreas de caña de azúcar. Lo nuestro es de óptima calidad pero es pequeño.

El esfuerzo que ahora se está haciendo en materia de investigación es para desarrollar caña con alta productividad en otras regiones de Colombia.

Tenemos mucha ilusión en el tema de los Llanos Orientales, de Mapiripán, y también en el valle del río Magdalena, donde están empresas privadas y empresas mixtas como Ecopetrol, avanzando en este tipo de investigaciones.

El tema de la extracción de minerales, el tema de la extracción de carbón, es el otro tema donde hay que mostrar ejemplos de cómo la inversión se puede adelantar, con esa expresión de responsabilidad social que se llama el respeto al medio ambiente.

En el Foro del año pasado pude hablar en extenso sobre nuestra experiencia en la Jagua de Ibirico (Cesar), el diálogo con las comunidades y con los inversionistas, sin maltratar la protesta comunitaria, sin hostilidad con los inversionistas, cara a cara, públicamente, para poder adelantar los procesos de extracción, ajustándolos severamente a las reglas ambientales.

Relaciones laborales y seguridad social

Y la tercera expresión de responsabilidad social es la fraternidad de las relaciones laborales. No queremos capitalismo salvaje en las relaciones laborales, tampoco odio de clases, ha hecho mucho daño. Nuestro tema es el de la fraternidad.

Acabamos de aprobar dos leyes de gran importancia. Sin fraternidad en las relaciones laborales no se da ese presupuesto de la competitividad que es la armonía. Un país en una contradicción antagónica permanente entre el sector trabajo y el sector empleador, es un país que no puede concentrarse a ser competitivo.

Las dos últimas leyes que acabamos de aprobar, sancionadas la semana pasada: la primera se refiere a las cooperativas de trabajo asociado, la segunda al derecho de huelga y a los tribunales de arbitramento.

Tenemos unos 600 mil trabajadores en las cooperativas de trabajo asociado, y el número crece velozmente. ¿Qué dice la ley? Que las cooperativas no pueden ser empleadores simulados, sino empleadores reales. Que las cooperativas no pueden ser intermediarios laborales, sino empleadores laborales. Que las cooperativas tienen que cumplir con todas las obligaciones laborales prestacionales y con las obligaciones de afiliación a la Seguridad Social, y con el pago de los parafiscales. Creo que este es un gran paso. No las suprimimos, pero hemos sacado adelante una ley que garantiza responsabilidad social en las cooperativas de trabajo asociado.

La otra ley. La otra ley es un paso adelante en el respeto de Colombia a la legislación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Antes, la calificación de legalidad o ilegalidad del ejercicio del derecho de huelga, estaba a cargo del Gobierno. La nueva ley asigna esa competencia a la justicia, que es independiente en Colombia.

Desde la semana pasada, en cualquier huelga, será la justicia la que dirá si es legal o es ilegal. Y en aquello referente a los tribunales de arbitramento, la legislación anterior permitía que después de 60 días de huelga, el Gobierno ordenara dar por terminada la huelga y convocara un tribunal de arbitramento obligatorio.

La nueva ley exige que sea el consenso de empleadores y trabajadores el que convoque al tribunal obligatorio de arbitramento, con participación de la comisión de concertación laboral.

Hemos avanzado mucho en seguridad social. Yo diría -y les he pedido a la señora Directora de Planeación y al Ministro de Protección, que les hagan a todos los compatriotas una explicación importante sobre el tema- diría que Colombia en los últimos meses, ha avanzado más en calidad de empleo que en la misma creación de empleo.

Reformas que nuestra administración ha implementado, como la planilla única de pagos a la seguridad social y de parafiscales, han contribuido enormemente a superar evasión.

Algunas cifras: la afiliación al régimen contributivo de salud ha crecido en dos millones 300 mil beneficiarios, un 42 por ciento; a las cajas de compensación familiar en un millón 900 mil trabajadores, un 58 por ciento; a las administradoras de riesgos profesionales en un millón 900 mil trabajadores, un 44 por ciento; a pensiones, donde tenemos el mayor rezago.

Presidente Lagos, yo diría que vamos bien en salud -voy a mirar una cifra posteriormente sobre el avance del aseguramiento global en salud en Colombia- que vamos bien en el tema, a pesar de todo lo que falta en calidad; que vamos bien en el tema de aseguramiento en riesgos profesionales.

Nuestra gran preocupación ha sido el rezago en pensiones, porque todavía tenemos una población trabajadora afiliada al sistema de pensiones en un número bajo, frente al universo total de la población ocupada de Colombia. Sin embargo, hemos mostrado ya un ritmo más acelerado en el crecimiento de la afiliación a pensiones.

Hemos pasado de 4.4 millones de trabajadores afiliados a pensiones, a 6.5 (millones), deberíamos tener ya nueve (millones). Hemos crecido en un 47 por ciento. Ahí hay un mejor ritmo de crecimiento, pero todavía hay una población ocupada, afiliada a pensiones, en muy bajo número.

¿Qué sigue en materia laboral? Yo diría que una de las ventajas que tiene nuestra Patria para la inversión, es que cuenta con una legislación laboral muy equilibrada. Logramos la reforma laboral de 1990. Los mayores aquí recordamos que la empresa privada colombiana estaba condenada a desaparecer por la retroactividad de las cesantías, y los ahorros de los trabajadores condenados a desaparecer, porque eran ahorros en el papel que finalmente no se les pagaban.

Hicimos la reforma laboral de 2002, con el liderazgo del Ministro Juan Luis Londoño (q.e.p.d) muy controvertida hasta hace poco. Ha ayudado muchísimo, especialmente en el crecimiento del comercio organizado. Yo diría que sin esa reforma no habríamos tenido el crecimiento que se ha registrado en el comercio organizado, no tendríamos la gran reforma del Sena, el Fondo Emprender en el Sena, ese gran crecimiento en el contrato de aprendizaje, a lo cual se debe referir mañana el Director del Sena.

Y las nuevas leyes laborales. Yo diría que Colombia tiene una legislación laboral muy equilibrada, suficientemente flexible a favor de los empleadores y con garantías de estabilidad a favor de los trabajadores.

Los empleadores colombianos hoy en nuestra legislación laboral encuentran un marco para contratar y desenganchar con relativa flexibilidad, y los trabajadores encuentran un marco de estabilidad.

Por ejemplo, hay trabajadores que me dicen: “Presidente el país no puede ser competitivo si no se elimina la tabla de indemnización para el despido”. ¿Cuál es mi respuesta? El pedido de los trabajadores en el otro extremo: “Presidente, necesitamos las cláusulas de estabilidad que usted como Senador nos quitó –así me dicen- en la reforma de 1990”.

Cuando oigo la queja de lado y lado, digo: “Bueno ahí nos ha ocurrido lo de Santa Teresa, el reparto equitativo de la inconformidad”.

Miramos toda esta legislación laboral y yo pienso que está hoy bien equilibrada, que se convierte en un atractivo para la inversión, para la competitividad, y quiero referir ante ustedes lo que, con todo patriotismo y buscando la menor subjetividad posible, le he dicho en estos días al Congreso de la Republica: por ahora en lugar de ir de afán en materia de aprobar nuevas leyes laborales, paremos y más bien vigilemos el cumplimiento de las actuales.

Atributos para atraer inversión

En mi concepto, Colombia tiene unos atributos para atraer inversión: tiene muy buena gerencia, no es un invento de un discurso, se lo dicen a uno en todas partes, se lo dicen en el país, en el extranjero, tiene muy buena clase trabajadora, Colombia tiene socios. Los inversionistas extranjeros dicen: ‘una de las cosas buenas de invertir en Colombia es que en Colombia encontramos con quien asociarnos’. Y Colombia ha logrado un elemento extraordinario, que es un gran equilibrio en la legislación laboral.

Otros puntos de gran importancia en nuestro concepto para el tema de confianza inversionista: primero, decir y mostrarlo en la práctica.

Mientras en América Latina, hay unos países con hostilidad a la inversión privada, Colombia da todas las garantías a la inversión privada.

Mientras en América Latina, hay algunos países que creen que el desarrollo se puede sustentar en monopolios de Estado, nosotros creemos que no. Nos da mucho temor que avanzar hacia monopolios de Estado, pueda llegar a presentar la infraestructura productiva de América Latina, como aquello que se dio en el colapso de Unión Soviética.

Todos los monopolios de Estado de Stalin fracasaron, tuvieron bajísimas tasas de productividad, no pudieron ser competitivos, finalmente le trasladaron muy mala calidad a los consumidores y unos precios relativos muy altos.

Los historiadores todavía no han despejado una incógnita: ¿Qué influyó más para la prosperidad de la Perestroika: el afán por recuperar las libertades, o la desazón del pueblo soviético por la calidad mala de vida en el que lo había sumido el monopolio de Estado en la producción de bienes y servicios?

Nosotros no creemos en la desmantelación del Estado. Hemos hecho un esfuerzo por reformarlo sin desmantelarlo, y le tenemos mucho miedo al desarrollo sustentado en monopolios de Estado.

Además, esos monopolios de Estado no fueron buenos en América Latina. El Presidente Lagos, que es un historiador, podrá recordarnos cómo esos monopolios hicieron tanto daño en el proceso que condujo Getúlio Vargas en el Brasil, o en la revolución boliviana de 1950 o en la revolución de Velasco Alvarado en el Perú.

El Estado como garante de la equidad social es insustituible, y el monopolio estatal como fundamento del desarrollo es sumamente dañino. Recordarle a América Latina que un presupuesto de competitividad de Colombia es garantía a la inversión privada, domestica e internacional.

Otro: buen manejo macroeconómico. Este país en muy poco tiempo saltó de un endeudamiento que estaba en el 14 del PIB, a un endeudamiento que llegó al 50 (por ciento del PIB). Creemos que al final de este año va a estar entre el 25 y el 27 (por ciento del PIB). Seguimos trabajando para reducirlo.

Hoy podríamos mostrar una cifra más importante, si tuviéramos en las cuentas del Gobierno Nacional Central a Ecopetrol, porque Ecopetrol no debe, en cambio es acreedor.

Si lleváramos a Ecopetrol al neto, tendríamos la posibilidad de mostrar un endeudamiento neto más bajo, pero tuvimos que hacer ese correctivo de las cuentas nacionales, por la reforma de Ecopetrol.

El déficit. Al final de la administración Barco este país quedó casi en equilibrio. Nosotros encontramos dos déficit: uno en el Gobierno Nacional Central, que al sumarle los pagos que hay que hacerle al Seguro Social, que el año entrante valen más de 8 billones, más de 8 billones, ese déficit era del 7 y medio (por ciento). Aspiramos terminar este año con un déficit en el Gobierno Nacional Central ojala de 2.9 (por ciento).

El consolidado era del 4.2 (por ciento) en agosto de 2002. Hemos estado entre 0.8 - 1.4. Algunos me dicen: “Presidente, pudiéramos ir más rápido en la reducción del déficit, si usted no insistiera en llegar a 3 millones de Familias en Acción el año entrante”. La economía no puede olvidar la visión política para su conducción.

Veo algunos países de América Latina con mejores indicadores macroeconómicos que Colombia, pero con mucha más confrontación social. Aquí hay confrontación política, pero el Gobierno ha logrado ir avanzando en la base popular de la nación, para que haya más relativa armonía social.

Diría yo, a riesgo de ser optimista, que en Colombia hay hoy más confrontación en el nivel del liderazgo político que en el nivel de la base popular. Y dejo esto al examen de los politólogos, de los periodistas, de los analistas.

¿Y qué ha contribuido a ello? Que nosotros hemos procurado llevar de la mano, de la política de Seguridad Democrática y de la política de confianza inversionista, la política de cohesión social.

Probablemente si estuviéramos en las mismas 220 mil Familias en Acción que encontramos en 2002, tendríamos menos déficit y menos endeudamiento, pero tendríamos más confrontación social.

Para la confianza inversionista, para la prosperidad del país, es muy importante que todos los días avancemos en aquello de crear armonía social.

Prefiero, apreciados compatriotas e ilustres visitantes, pensando en el futuro de Colombia, aplazar unos años la llegada del equilibrio fiscal, pero acelerar la solución de los grandes problemas sociales de la nación. Por eso nuestra insistencia en programas sociales como Familias en Acción.

Reforma del Estado

El Gobierno ha hecho todos los esfuerzos en materia de ahorro. Cuando se analiza el gasto público, sugiero muy respetuosamente que se tenga en cuenta la reforma administrativa. Nosotros hemos reformado 411 entidades del Estado, con muchas dificultades políticas, superando, remontando una oposición ideológica muy radical.

A pesar de mi larga participación en la vida política de Colombia y en los temas sociales en el Congreso de la Republica, yo no habría sido capaz de comprometerme hace cinco años con la reforma que hicimos en Ecopetrol, por el radicalismo político, por la oposición ideológica.

¿Ustedes saben qué fue el proceso de la reforma de Telecom o ahora la reforma del Seguro Social? Era difícil creer que la oposición ideológica nos fuera a permitir eliminar la vieja EPS del Seguro, con todos sus vicios, y sustituirla por la nueva EPS, que nos permite hacer el transito del desgreño del Estado a la eficiencia social, o transformar las clínicas del Seguro Social, como ya están transformadas la de Cartagena, la de Santa Marta, las de Bogotá, Medellín, seguimos con el resto del país. La reforma administrativa hay que llevarla hasta el último día de la administración.

En el Estado colombiano hemos tenido un problema de excesos sindicales, politiquería y radicalismo ideológico, y estas reformas lo vienen superando.

Yo creo que para los pacientes va a ser mucho mejor llegar a la eficiencia en diciembre de las clínicas del Seguro Social de Bogotá, ya entregadas a una sociedad de Compensar, caja de compensación, de la Universidad del Rosario, de la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios, todas entidades sin ánimo de lucro, entidades sociales, que ir a las viejas clínicas ineficientes, de los excesos sindicales, de la politiquería y del radicalismo ideológico.

Hay que pensar más en la gente y menos en el temor reverencial al radicalismo ideológico, para poder superar los obstáculos que han frenado la competitividad en nuestro país.

Esta reforma del Estado que ya tiene 411 entidades, pero que le faltan muchas más, ha ahorrado 6.28 puntos del PIB entre 2002 y 2010, y ahorra un billón 400 mil millones (de pesos) al año de caja.

Cuando se analiza el gasto público, yo pienso que hay mirar esta reforma, porque me dicen: “Presidente es que el ahorro en gasto público ha sido muy poquito”, cuando miran billón 600 de este año. Pero no se puede mirar la foto de este año, hay que mirar que el Gobierno viene ahorrando en gasto público desde la congelación de un billón (de pesos) en septiembre de 2002. Hay que mirar toda la película en materia de gasto público.

Hemos ahorrado 40 mil cargos en el Estado. Han sido suprimidos, apreciados compatriotas, 40 mil cargos en el Estado.

Ahora, tenemos gastos absolutamente necesarios. ¿Cómo íbamos a abandonar a los exportadores en el primer semestre, con esa tasa de cambio? Apoyar a los exportadores, para apoyar a los trabajadores para que no afectaran el empleo en el primer semestre, nos costó 614 mil millones de pesos. Un esfuerzo enorme de más de 300 millones de dólares, pero nos tocaba hacerlo.

Vamos a seguir trabajando la reducción del endeudamiento, del déficit, con las advertencias que he traído esta mañana. Y vamos a seguir trabajando la reforma administrativa.

Incentivos tributarios

El tema de los incentivos fiscales, de los incentivos tributarios. Hay una discusión, y yo creo que una discusión que tuvimos la semana pasada con el editor de PORTAFOLIO hizo mucha claridad.

Algunos están en desacuerdo con los incentivos tributarios que nosotros hemos introducido. Algunos dicen “no se necesitaban”, y otros dicen “en lugar de incentivos tributarios bajen la tarifa para todo el mundo”.

Nosotros creemos que sí se necesitaba, por lo siguiente, no por lo que dice la teoría, sino por lo que ocurre en le mundo de la praxis. ¿Qué dice la teoría? Cuando uno no es economista, como en mi caso, se esmera mucho por estar utilizando el celular para llamar a los economistas o por leer sus ensayos, y le esta preguntando con avidez a los economista qué piensan de uno o de otro tema.

Los economistas se dividen en eso. Uno revisa los ensayos de Banco Mundial, y unos dicen “los incentivos tributarios se necesitan”, otros dicen “el crecimiento de la inversión no es sensible a los incentivos tributarios”. La praxis demuestra que se requieren. ¿Cómo vamos a avanzar nosotros en turismo si no introducimos incentivos tributarios, que sí los tiene Costa Rica, República Dominicana y Cuba? Se requieren los incentivos tributarios.

Entonces veamos, ¿qué era lo mejor, lo que hicimos o lo que algunos nos sugieren?

Lo que algunos nos sugieren es la misma tarifa para todo el mundo, baja ¿Qué es lo que nosotros hicimos? Establecer una diferencia en el tratamiento: si usted invierte le damos unos incentivos, si no invierte no tiene esos incentivos.

Creemos que en el actual estadio de desarrollo de Colombia, donde tenemos la obligación de formar capital físico y capital humano, es mejor dar un tratamiento diferencial favoreciendo al que invierte, que rebajar las tarifas para todo el mundo.

Puede ser que el futuro Colombia diga: “ya nos hemos desatrasado algo en formación de capital, ahora podemos dar una tarifa baja para todo el mundo”. Por lo pronto el Gobierno aprecia, distinguidos asistentes, que es mucho mejor incentivar a quien invierten y no buscar dar un tratamiento tan favorable a todo el mundo.

Allí tenemos unos incentivos específicos y unos incentivos generales. Específicos al turismo, a los cultivos de tardío rendimiento, a los biocombustibles, a la investigación. Generales, toda inversión que hoy se hace en Colombia, tiene una deducción del 40 por ciento.

Y además, no hay que hacerla efectiva en el primer año, se convierte en un crédito fiscal que se puede hacer efectivo en número de años que se necesite, a partir de haber realizado esa inversión.

Ese 40 por ciento de deducción en los últimos 3 años, ha contribuido a una inversión adicional en el país en 23 billones.

Esos incentivos nos han ayudado a acelerar inversiones, a contar con inversiones que no teníamos. Los que dicen que es un sacrificio fiscal, ¿por qué?, si esas inversiones no existían. Al nos existir no pagaban impuestos.

Al contrario, nosotros creemos que al instalar esas inversiones, a pesar de los incentivos, empiezan a pagar IVA, empiezan a pagar renta, se aumenta la base patrimonial para la renta presuntiva, empiezan a pagar cotizaciones de seguridad social, etcétera.

Aquellos que trabajan en el mundo empresarial y que al mismo tiempo respetan las teorías de economía, demuestran que esos incentivos traen para el Estado una tasa de retorno muy alta. El Estado recupera esos ingresos en poco tiempo. Nosotros tenemos mucha confianza.

Y nos parece que para la competitividad del país es importante ser consciente de esos incentivos y defenderlos. Lo que me parece muy grave es que ahora que empiezan a producir resultados, pretendamos desmontarlos. Los proyectos no se improvisan, uno no se puede desesperar en esto.

Alguna gente dice: “bueno, pero es que nos vamos con toda la velocidad”. Hay que pensar lo siguiente: nosotros necesitamos tiempo, la recuperación de la confianza toma tiempo, por eso no podemos, no podemos desesperarnos y pedir que quitemos los incentivos cuando apenas los inversionistas están empezando a asimilarnos.

Y van dado resultados. Colombia entre 1958 y el año 2006 tuvo 11 zonas francas que estaban condenadas a desaparecer por la Organización Mundial de Comercio. Gracias a la nueva ley hemos aprobado 34 nuevas zonas francas.

Hoy una zona franca se puede instalar en cualquier parte del país por una o por varias empresas, pero todavía no se ve su impacto en el empleo, porque se están instalando, y eso toma tiempo.

Cuando uno analiza el tiempo que se toma para crear empleo, para reducir pobreza, en una economía con altos niveles de capacidad instalada, encuentra que ese tiempo es poco, el caso argentino.

Después de la crisis, Argentina empezó a mostrar un nivel de generación de empleo mucho más dinámico, y redujo 20 puntos de pobreza en poco tiempo. Pero tenían la capacidad instalada.

La crisis en Argentina lo que hizo fue inutilizar la capacidad instalada, dejaron de utilizarla, la dejaron ociosa, pero empezaron a superar la crisis e inmediatamente se reactivó la utilización de capacidad instalada.

Y entonces empezaron a generar empleo rápidamente y a disminuir pobreza rápidamente.

¿Cuál es la diferencia con nosotros? Que nosotros tenemos que instalar capacidad. Y es una de las discusiones, que nos lleva al tema de inflación y de tasas de interés.

Entonces algunos dicen: “mantenga las tasas de interés altas, porque el crecimiento potencial de Colombia está muy cercano al crecimiento real y eso puede disparar la espiral inflacionaria”.

Nosotros decimos: “sí, es cierto, pero estamos instalando capacidad”.

Y en la medida que todos los días instalemos capacidad, subimos el techo del crecimiento potencial y se disipan temores de espiral inflacionaria. Y eso no se puede afectar con altas tasas de interés.

Entonces, en temas como los incentivos tributarios hay que tener paciencia y perseverancia. Eso va a producir resultados en Colombia, pero no nos podemos desesperar a pedir que los eliminemos, cuando empiezan apenas a ser conocidos.

Y hay algo bien importante: la Ley por la que tanto luchó el Ministro (de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo) Plata, nuestro Congreso, que permite firmar pactos de estabilidad a 20 años. Esa ley es muy atractiva para la inversión, porque hacer una inversión en un país como Colombia, con tanta mala noticia de violencia, no es fácil.

Cuando uno cuenta aquí, cuando la gente percibe -es mejor que la gente venga a ver a Colombia qué ocurre, que uno vaya a echar discursos al extranjero, uno va al extranjero y echa un discurso, y algunos amigos lo aplauden, la mayoría escuchan con bostezos, es mucho mejor que la gente venga a Colombia y perciba- que este es un país con pasión, como dice Luis Guillermo, que está avanzando, que vean nuestros avances y dificultades, y que sepan que aquí se puede invertir, y que hay garantías, como aquello de los contratos de estabilidad a 20 años, perseveremos en eso.

Energía e hidrocarburos

Y hay noticias buenas de inversión. Este país, por hacer desarrollos hidroeléctricos, vio subir inmensamente, inmensamente, su endeudamiento.

Presidente Lagos y distinguidos conferencistas, la deuda del sector eléctrico colombiano llegó a representar el 27 por ciento de la deuda total del país. Hoy representa el 3 (por ciento) y está bajando.

Acabamos de adjudicar proyectos que tienen una capacidad de generar más de 4 millones de kilovatios, sin comprometer un peso del presupuesto nacional y sin comprometer un peso del endeudamiento de la nación. Por confianza en el país y por el esquema de las subastas.

Entre las garantías que dimos está la de las zonas francas. Esos proyectos se van a instalar en zonas francas.

Está la garantía de los contratos de estabilidad a 20 años y está el pago del cargo por capacidad. Usted tiene 200 mil kilovatios instalados, le pagan por tenerlos disponibles, así no los esté despachando.

Eso es bien importante, y en estos nuevos proyectos hay un alto componente de proyectos hidroeléctricos.

Otro éxito que se ha tenido en política petrolera. Mi Dios le dio a este país petróleo a góticas, ojala encontráramos unos chorros grandes, como recientemente ha ocurrido en Brasil.

Nosotros estábamos explorando 8 - 10 pozos al año, el año pasado 70, este año más de 100.

Acabamos de adjudicar 12 millones de hectáreas de exploración en 8 bloques, y Ecopetrol, gracias a las reformas, ha pasado de una capacidad de inversión de 700 millones de dólares al año, a una capacidad de inversión de más de 4 mil millones de dólares al año.

Con pequeños hallazgos, hemos logrado extender la autosuficiencia, que estaba para el año 2008 –era el año en el que debíamos perder la autosuficiencia en petróleo- hasta el año 2016.

Ojala tengamos unos grandes hallazgos para despejar más ese camino, pero lo que se viene haciendo en materia de inversión es muy bueno.

¡Qué dificultades tuvimos para lograr 600 millones iniciales de compromiso de inversión en la refinería de Cartagena! Ya vamos en 2 mil 700, para que sea una de las refinerías más modernas del mundo. Mitad Glencore, mitad Ecopetrol.

Crecimiento de la tasa de inversión

La tasa de inversión. Hemos tenido este año una desaceleración en el crecimiento, ojala podamos revertir eso, pero la tasa de inversión se ha mantenido en el 27 y medio.

Y el informe que me ha dado el Ministro Plata, es que de acuerdo con la cuenta cambiaria, a 18 de julio ya llevábamos 5 mil 300 millones de dólares de inversión extranjera directa.

El país tenía años de inversión extranjera y años que no la tenía. Había un llamamiento a que se invirtiera en canales privados de televisión, llegaba la inversión; aparecía un buen pozo de petróleo, como Caño Limón, llegaba la inversión.

Lo que hemos logrado ahora es, subir mucho la inversión y mantenerla permanente.

En los últimos años se han dado las siguientes cifras: el año que entró la cervecera, por encima de 10 mil millones (de dólares); el siguiente año por encima de 6 mil 500, el año pasado 9 mil 28 (millones de dólares).

Yo no se si aquí está el doctor Luis Carlos Villegas, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi). La semana pasada me decía que la Andi cree que este año el país va a recibir más de 11 mil millones de inversión extranjera directa, ojala.

Con algo bueno: que no se está yendo toda a petróleo, a minería y otros hidrocarburos. El 46 por ciento está yendo a sectores diferentes a estos, y estamos viendo inversión en todos los sectores de la economía. Eso es bueno, porque eso nos lleva a una pregunta: ¿qué debemos producir?

Aquí se ha hecho una crítica: se ha dicho “es que el Gobierno lo único que quiere es producir petróleo, hidrocarburos y minería”. No, nosotros creemos que hay que mantener la producción tradicional, por eso la hemos apoyado. De lo contrario no estaríamos tan preocupados por la tasa de cambio, ni por la tasa de interés.

De lo contrario, no nos habríamos gastado lo que nos hemos gastado en apoyo a los exportadores.

Nosotros creemos que hay que mantener la base productiva tradicional, pero en mejoramiento continuo.

Y esa base productiva tiene que evolucionar. Nosotros no podemos decir: “vamos a seguir haciendo simplemente textiles y confecciones del montón”. Hay que agregarles valor, entonces hay que hacer el bluyin especial, que en los mercados de los países ricos no vale 10 dólares, sino que vale 60 dólares. Y hay que hacer el textil especial.

Entonces no nos podemos quedar solamente en la producción de aceite de palma y ahora de biodisel, hay que desarrollar la oleoquímica, etcétera.

Entonces hay que mantener la base productiva tradicional, pero agregando valor. Eso exige mucha voluntad y capacidad investigativa.

Una buena noticia, es que anoche, anoche se aprobó en la plenaria de la Cámara, el proyecto presentado por la Senadora Martha Lucía Ramírez y por el Representante Jaime Restrepo Cuartas, para hacer de Colciencias, una institución al mayor nivel del Gobierno, que tenga capacidad de dialogar cabeza a cabeza con todas las entidades del Gobierno. Y no obstante el recorte del año entrante, crece el presupuesto de Colciencias.

Que seguimos bajos en presupuesto de investigación, sí, pero estamos creciendo año tras año.

Pero quiero decirles algo positivo: cuando uno ve los logros de investigación de Colombia, en comparación del presupuesto de investigación, llega a esta conclusión: Colombia, con muy poquita plata en investigación, ha tenido excelentes logros.

Yo les rogaría no mirar sólo cuánto nos gastamos en investigación, sino cuánto producimos en investigación con lo poquito que gastamos en investigación.

La productividad de investigación, ha sido muy importante en Colombia.

Y hay que producir lo nuevo. Los anglicistas hablan de los call center. Esos centros de contacto están creciendo enormemente en Colombia.

Luis Guillermo, usted me hablaba que está creciendo -yo no lo creía, y me sorprende gratamente- muchísimo la industria del software en Colombia, también con estímulos tributarios.

Estamos empezando a generar mucho empleo en los call center, a ver un gran crecimiento de los software, ¿en qué otros sectores Luis Guillermo?

Luis Guillermo Plata, Ministro de Comercio, Industria y Turismo: Presidente, dentro del tema de call centers, realmente esa es la punta del iceberg, porque el call center es un tipo de tercerización. Tercerización hay para todo tipo de industrias. Se calcula que al 2012 el mercado mundial de tercerización será de 450 mil millones de dólares.

¿Qué es esto? Voz, voz simple, como un call center, cuánto es mi saldo bancario; voz compleja, como por ejemplo tener el call center de Microsoft, para soporte de usuarios; datos, por ejemplo entrada de facturas, pero también datos complejos, como por ejemplo puede ser el llevar la contabilidad de una empresa.

Ese tipo de cosas, y ahí donde Colombia está creciendo.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: ¿Cuántos empleos estamos generando en call center?

Luis Guillermo Plata, Ministro de Comercio, Industria y Turismo: En este momento no le tengo la cifra, Presidente.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Cuarenta y ocho mil, dice su colega la Ministra de Comunicaciones.

Luis Guillermo, otros sectores, simplemente enúncielos.

Luis Guillermo Plata, Ministro de Comercio, Industria y Turismo: Presidente, otros bien interesantes. Vemos que el sector salud está creciendo fuertemente, también es otra forma de exportar cuando la gente viene a Colombia por una salud de calidad en el país.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: En salud también caben las zonas francas, si ya hay varias en instalación.

Luis Guillermo Plata, Ministro de Comercio, Industria y Turismo: Y Plan Vallejo de salud, Presidente, para importación de la maquinaria a los hospitales ya establecidos.

Hay otros sectores interesantes, novedosos, como es el sector de cosméticos y cuidado personal, un sector que en el mundo crece en la medida que la gente tiene ingresos más altos y que se preocupa más por su apariencia, y en la medida que los hombres también hemos comenzado a ser consumidores dentro de ese sector.

Son algunas, Presidente, de las cosas que estamos mirando hacia futuro.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Y en eso de innovar, pero sin abandonar unos productos básicos que nosotros necesitamos, uno ve esa gran prima que en el precio internacional tiene el café orgánico, que tiene el banano orgánico, para citar estos como ejemplo de todo el potencial que tenemos para ser competitivos en alimentos orgánicos.

Entonces el desarrollo, el énfasis que el Gobierno le ha dado a encontrar petróleo, al desarrollo minero, tiene una razón: este país apenas había explorado –óigase bien- el 13 por ciento del territorio.

Mucha gente le dice a uno: “pero esa gran producción de níquel, de cobre, en Chile, en Perú, si es la misma cordillera de Los Andes ¿por qué no en Colombia?”. En Colombia habíamos explorado apenas el 13 por ciento del territorio. Tenemos que hacer un gran esfuerzo de avanzar en estas exploraciones sin afectar la selva.

Y que quede muy claro hoy que para nosotros no hay exclusión entre los nuevos sectores y los viejos, sino que hay total compatibilidad.

Educación

En el tema de cohesión social. Competitividad, superación de pobreza, sin educación no hay.

Dos mil dos, educación básica: 78 por ciento, hoy 94 por ciento de cobertura, neta 2010, ciento por ciento.

Hemos avanzado mucho en gratuidad de educación gracias a la nueva reforma constitucional de transferencias. En el nivel constitucional hemos hecho muchas reformas. La reforma de transferencias, la reforma que eliminó los privilegios pensiónales, muy duras.

Muchos de los que hoy dicen “el Gobierno gasta mucho”, eran las mismas voces que nos pedían hace cinco meses, que teníamos que volver al acto legislativo de transferencias de la Constitución del 91, que quebraba la Nación.

Sin embargo, no obstante las restricciones, para acomodarnos a las posibilidades de la nación, hemos avanzado muchísimo en gratuidad de educación. Este año hay gratuidad de educación para cuatro millones de niños.

El Gobierno está mandando directamente los recursos a las escuelas. Yo creo que esto es bueno destacarlo.

¿En qué vamos mal allí? En escolarización de menores de cinco años. Apenas estamos empezando el proyecto de escolarización de menores de cinco años de los sectores pobres de la nación. Ahí vamos atrasados.

En educación universitaria. En educación universitaria estábamos en el 22 por ciento de cobertura, hoy en el 29 (por ciento), aspiramos en 2010 llegar al 34.

Y hemos seguido avanzando en los exámenes de calidad, en los exámenes de egresados, para mirar la pertinencia, etcétera. Ya me referí algo al tema de ciencia y tecnología.

Sena

En formación vocacional, creo que Colombia tiene un gran avance con el Sena. Ese gran avance me permite –porque muchos dicen hoy: “quiten los parafiscales”- ese gran avance del Sena es una de las razones para decir, no los quitemos.

Muchos dicen: “para que Colombia sea competitiva tienen que quitar la obligación empresarial de pagar un impuesto de nómina al Sena, otro a Bienestar Familiar y otro a las Cajas de Compensación.

Al ver los resultados del Sena, de Bienestar Familiar, el crecimiento de las Cajas de Compensación, uno dice: ¿pero por qué los vamos a quitar, en un país que todavía tiene tanta inequidad?

Y además hay que ver la película completa. Nosotros hicimos la reforma laboral del 90, la reforma laboral del 2002, hemos introducido estas nuevas leyes laborales y hemos dado los incentivos a la inversión.

Los incentivos a la inversión finalmente son incentivos al empleo. Un buen tema para discutir aquí es: “¿puede haber incentivos al empleo distintos a los incentivos a la inversión?”.

Respetuosamente el Gobierno cree que no, que en una economía abierta lo único que finalmente incentiva el empleo es el incentivo a la inversión, porque si a alguien le dicen: ‘mire, en ese país es muy barata la mano de obra’. Y ese alguien mira y ve que ese país no tiene condiciones para invertir, dice: ‘no genero empleo allá, no hay condiciones para invertir’.

El Sena ha pasado de capacitar 1 millón 100 mil colombianos por año, este año va a capacitar casi 6 millones. Daba 5 millones de horas de enseñanza, este año se aproxima a 16 millones de horas de enseñanza. Eso sí, con una reforma muy grande de eliminación de politiquería.

El 70 por ciento del servicio del Sena lo presta hoy con contratos con terceros. No habría podido lograr este avance, si hubiera tenido que crecer con su propia nómina y con todos los vicios clientelistas y politiqueros.

Tiene 1 millón de estudiantes en ambiente virtual, y ya tiene casi 400 mil estudiantes, estudiando inglés por Internet. Lo que siempre se reclama, el país necesita ser un país bilingüe, el gran avance lo está mostrando el Sena, que en poco tiempo va a tener 1 millón de estudiantes estudiando inglés por Internet, sin costo, todo lo paga el Sena.

La mayoría de los profesores son profesores de San Andrés. Nuestro archipiélago de San Andrés, en el Caribe, Presidente Lagos, nuestros compatriotas raizales del archipiélago nacen hablando inglés y español. Ellos se constituyen en el mayor grupo de profesores, y eso va a ayudar muchísimo al ingreso social en la isla, porque ellos van a recibir el año entrante, que esté toda la nómina completa –hoy hay más de 300 profesores de San Andrés- van a ser más de 500, van a recibir 12 mil millones (de pesos) de pago, que eso le llega a la base social de San Andrés.

Hoy se está trabajando este programa por Internet satelital, pero ya el Ministerio de Comunicaciones abrió una licitación para conectar a San Andrés por un cable submarino, y entonces, hacer de San Andrés un gran centro de informática.

Programas sociales estructurales

Estamos avanzando mucho en nutrición. Hemos pasado de un programa estatal de 3 millones de niños en nutrición, hoy tenemos 9 millones, pero hay que llegar a 12 (millones).

Para la competitividad hay una discusión: ¿estos programas sociales son asistenciales, paternalistas o son estructurales? Yo sinceramente creo que estos programas son estructurales. Si no se resuelve el problema de la nutrición de los niños, de la asistencia escolar -es la razón de Familias en Acción- nosotros no vamos a abrir los caminos de movilidad social, que son los que finalmente mejoran la distribución del ingreso en una democracia.

Porque hay la crítica: “no, es que los programas sociales de Uribe son simplemente asistencias. Familias en Acción es asistencial”. No, Familias en Acción posibilita que las familias más pobres garanticen la asistencia escolar de los hijitos. Ha disminuido sustancialmente la deserción escolar. Y eso es lo que en el mediano y largo plazo va a cambiar las condiciones de distribución del ingreso en Colombia.

Como también nuestro programa de microcrédito, con Banca de Oportunidades, en lo cual insistimos permanentemente.

Ya la cartera de microcrédito en Colombia representa el 5.5 (por ciento) de la cartera total. Representaba el 1.5. De una meta de llegarles a 5 millones de familias pobres con microcrédito en este Gobierno, hemos llegado a 2 millones 700 (mil), pero falta mucho.

Ahora, sí hay programas asistenciales. El programa de los ancianos. Y reconozco, ese es un programa asistencial.

Entonces, cuando a mí me critican, pienso: “sí, ese es asistencial, pero cómo vive una democracia con 2 millones de ancianos pobres, indigentes”.

¿Qué hemos hecho nosotros? Aquí se apoyaba a 60 mil ancianos. Hoy estamos apoyando 800 mil. Necesitamos llegar a 2 millones. El vaso todavía está muy vacío. A mí me da envidia de la buena cuando (el Presidente de Brasil, Luiz Inácio) Lula me dice: “Vas bien por ese camino, Brasil ya tiene 4 millones.

Cuando el Presidente Lula me dice: “van bien por el camino de Familias en Acción”. Brasil ya tiene 11 millones, nosotros vamos a llegar a 3 millones.

Estamos haciendo un gran esfuerzo en ese programa a ver si podemos cumplir una meta: la pobreza, que llegó a situarse en este país en el 60 por ciento, que en el 2010 no esté por encima del 35 (por ciento). Meta difícil, porque en Argentina la pudieron reducir muy fácilmente. Se les creció en la crisis, la redujeron muy fácilmente porque utilizaron toda la capacidad que se quedó ociosa en la crisis.

Aquí tenemos que construir capacidad.

En el programa de salud, al cual ya hice una referencia introductoria: este país tenía 23 millones de ciudadanos asegurados. Hoy tenemos 38 millones, de 44.6 millones de habitantes.

Vamos a ver si lo que es el aseguramiento de los pobres logramos el ciento por ciento para el 2010.

Eso no es todo, en el Gobierno tenemos que decir siempre qué nos falta. En una sociedad con tanto problema, como la colombiana, el Gobierno tiene que decir en qué ha avanzado y reconocer lo que falta.

Si logramos la plena cobertura quedan dos problemas por resolver. El régimen subsidiado tiene un plan de servicios inferior al régimen contributivo, nivelar eso va a tomar años y va a implicar mucho costo. Y todavía hay mucha deficiencia en calidad.

Competitividad regional

Celebro mucho el avance de las regiones en materia de competitividad. El Informe Doing Business, del Banco Mundial, mostró en Colombia por segundo año un gran avance. Y estamos haciendo esfuerzos para seguir clasificando bien año tras año en ese informe.

Y escogimos las ciudades que salieron mejor calificadas en ese informe, como la ciudad de Pereira, como ciudad de referencia para que todas las ciudades colombianas traten de nivelarse con Pereira.

Allí estamos haciendo un esfuerzo enorme.

Colombia también empieza a estar bien calificada en Gobierno en Línea. Sorprendente, porque estábamos muy atrasados.

En nuestro primer Gobierno el país siguió una gran dinámica que traían los anteriores gobiernos, y nos desatrasamos en telefonía celular. Pasamos de cuatro millones de aparaticos, hoy hay unos 33 millones. Y ahora el esfuerzo es en banda ancha y en cobertura de Internet.

Tasa de cambio e inflación

Preocupaciones coyunturales: tasa de cambio e inflación.

Nuestra respuesta, para no entrar hoy en la discusión, decirle a los sectores exportadores: los apoyamos, pero tienen que hacer grandes esfuerzos por competitividad, por productividad, y tienen que aprender a defenderse de las oscilaciones de tasa de cambio con instrumentos novedosos.

Una condición: ustedes tienen que aprender, señores exportadores, a conseguir coberturas, para poder protegerse frente al futuro incierto de la tasa de cambio.

Todos los apoyos que se les están dando a los exportadores, dependen también de que cumplan con la obligación de mantener la nómina de trabajadores, para no aumentar este desempleo.

En el tema de tasa de interés, para no entrar en esa discusión, nuestra respuesta ha sido con el programa Agro Ingreso Seguro (AIS) y con otros programas, buscar incrementar sustancialmente la oferta productiva.

No es fácil, alguien me decía: ¿por qué no ha crecido rápidamente el sector agropecuario en Colombia? Lo había destruido la violencia y el narcotráfico.

No es fácil volver a hacer agricultura en Colombia, pero yo creo que este año va a crecer por encima del 5 por ciento.

La producción de arroz debe crecer un 26 por ciento frente al año pasado, la producción de maíz un cinco por ciento, y hay un gran crecimiento en cultivos de tardío rendimiento.

Lo que pasa es que uno mide la producción, pero no mide las áreas sembradas. El crecimiento es mucho mayor en áreas sembradas que en producción.

Vamos a seguir estimulando la oferta productiva, que ahí es donde chocamos con la tasa de interés.

Yo creo que el Banco de la República tiene tres cosas buenas en tasas de interés, el Gobierno se las tiene que reconocer.

Primero, madrugó a tomar medidas. Cuando advirtió tempranamente que podría sobrevenir este problema inflacionario tomó medidas.

Segundo, frenó lo que pudo ser una tendencia al exceso de confianza en requerimientos de crédito y en otorgamiento de crédito.

Tercer, ha hecho un llamado de atención en el sentido de que Colombia es un país que va a impedir que tengamos un estadio psicológico de inflación.

Nosotros apoyamos el Banco de la República en estos tres elementos. Nos preocupa uno: que mantener esas tasas de interés muy altas, hacia adelante, se constituya en un freno del consumo, en un freno de la creación de empleo, en un freno a la reducción de pobreza, y puede producir un freno de oferta productiva, que en algún momento contribuya más a la inflación.

Ojalá se pudiera llegar rápidamente a una tasa de interés que acompañe más la inversión productiva en nuestro país.

Infraestructura

Tenemos esa gran dificultad en infraestructura, pero estamos haciendo un gran esfuerzo, una enumeración.

Primero, se han resuelto todos los pleitos que encontramos en todas las concesiones. Todas las concesiones estaban en pleito.,

Segundo, nuevas concesiones. En plena ejecución la obra de la frontera con Ecuador, Pasto - Aeropuerto de Chachagüí. En plena ejecución, la obra del área metropolitana de Bucaramanga, con crecimiento progresivo hasta Barrancabermeja en doble calzada. En plena ejecución la concesión Córdoba – Sucre. De las nuevas, porque las viejas se reactivaron todas y están todas trabajando, después de superar los pleitos.

En plena ejecución, la nueva concesión de Santa Marta, para tener la doble calzada y la variante. En plena ejecución las de Cartagena - Barranquilla, las dos, por la orilla del mar la doble calzada y por la Cordialidad la doble calzada.

Tercero, ¿qué viene? La adjudicación de la doble calzada Bogotá - Santa Marta, la está estructurando el Banco Mundial. La adjudicación de la doble Calzada Bucaramanga - Cúcuta, la adjudicación de la doble calzada Medellín - Turbo.

¿Por qué no hablo de la doble calzada Bogotá – Buenaventura? Porque está toda contratada con excepción de 14 kilómetros. Toda contratada con excepción de 14 kilómetros, y ya pudimos atravesar el túnel de La Línea en la parte básica, ahora viene la licitación para la segunda parte de esta obra.

En materia de aeropuertos han avanzado las concesiones, ojalá podamos ver buenos resultados. Una novedad que se ha introducido es concesionar aeropuertos por grupos.

Materia de ferrocarriles: se superó el pleito de la concesión del Ferrocarril del Magdalena, los nuevos concesionarios ya están construyendo la doble calzada, la semana pasada ya habíamos avanzado en 60 kilómetros de doble calzada.

Se superó el pleito del ferrocarril de Buenaventura. Ese contrato se adjudicó en el pasado como contrato de obra y concesión de servicio, apenas se hizo la obra. Este Gobierno pagó 150 millones de dólares por recuperar ese ferrocarril de Buenaventura a Cartago, pero no prestaron el servicio. Los nuevos concesionarios están comprometidos a empezar ahora en octubre, inicialmente con 300 mil toneladas por año, después con 600 mil toneladas por año.

Se están haciendo los estudios para concesionar el ferrocarril del Carare.

Paz del Río, los inversionistas me decían la semana pasada: producía Paz del Río 300 mil toneladas, va a producir millón 200 (mil toneladas). Van a hacer un estudio de 16 millones de dólares, para ratificar existencia de reservas en la meseta cundiboyacense. Si eso les da, se vinculan al ferrocarril del Carare.

Puertos. Hemos renovado las concesiones portuarias, los puertos hoy pueden ser zona franca en Colombia. Solamente en Buenaventura está en plena marcha, ya no es cuento sino en plena marcha, una inversión portuaria de mil millones de dólares.

Tenemos problema todavía con los ríos, es insuficiente lo que hemos hecho en el río Magdalena, insuficiente lo que estamos haciendo en el río Meta, pero ahí vamos.

En las vías departamentales se han pavimentado 2.040 kilómetros del Plan 2.500, pero todos los días hay más insatisfacción de alcaldes y gobernadores. Le dicen a uno: “Presidente, eso es insuficiente”.

Los empresarios le dicen: “Presidente ¿cómo se gasta la plata en las vías departamentales?”. Y los alcaldes y gobernadores le dicen: “Presidente, es muy poquito, necesitamos más kilómetros”.

Un país donde a todo el mundo le falta, todo el mundo tiene la razón cuando se queja. Pero ya estamos en la fase final para entregarle a los departamentos un crédito, a fin de que ellos avancen y paguen ese crédito para pavimentar, para seguir pavimentando sus vías departamentales. Y lo mismo el Plan Departamental de Agua, que yo creo que le va a ayudar mucho a la competitividad del país.

Nos falta mucho, pero con amor a Colombia y trabajando todos los días, ahí salimos adelante.

Muchas gracias”.

 
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