Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante la celebración de los 50 años del Departamento Nacional de Planeación, DNP  
Diciembre 09 de 2008 (Bogotá)
 
 

“Permítanme hacer unas breves referencias a la historia de Planeación, después de haber escuchado la muy completa intervención de la señora Directora, la doctora Carolina Rentería Rodríguez. Una mención de sus directores; de los planes de desarrollo, el papel de la planeación en la seguridad, en la cohesión social, en la inversión; planeación frente a la crisis de la economía; el cambio climático; la promoción de la inversión de las políticas anticíclicas.

Quiero felicitar a los estudiantes que han ganado este premio de investigación, y será un reto para ellos en su vida haber sido los triunfadores investigativos en los 50 años de Planeación Nacional. Muchas felicitaciones.

En el primer gobierno del Presidente Alfonso López Pumarejo se facultó legalmente al Estado para racionalizar la producción, distribución y consumo de riquezas, al igual que se introdujo el concepto de planificación para la protección del trabajador.

Las reformas constitucionales de 1945, segunda administración López Pumarejo, y de 1968, administración Lleras Restrepo, se constituyeron en un gran avance en la planeación.

Dijo la del 45: los planes y programas a que deben someterse el fomento y la economía nacional, y los planes y programas de todas las obras públicas, deben tener una visión de largo plazo”.

En 1949, con la llegada de la Misión del Banco Mundial, presidida por el profesor Kerry, se comenzó a darle ya una forma más institucional al sistema de planeación en Colombia. Era la primera misión del Banco a un país no europeo.

El decreto 2838, del primero de septiembre de 1950, creó el comité de desarrollo económico, encargado de estudiar el informe de la Misión Ferry. Funcionó este comité hasta 1951. En septiembre de 1951 se creó la Oficina de Planificación, adscrita a la Presidencia de la República. Mediante el decreto Ley 389 del 11 de febrero de 1952 se creó el Consejo Nacional de Planificación Económica.

Bajo la Presidencia de Alberto Lleras Camargo, se expidió la Ley 1925 de noviembre de 1958, que creó el Consejo Nacional de Política Económica y Planeación, y el Departamento Nacional de Planeación y Servicios Técnicos.

Con los decretos 3242 y 3243, de 1963, se reorganizaron el Consejo y el Departamento Administrativo de Planeación y Servicios Técnicos. La Ley 65 del 67, de la administración Lleras Restrepo, proyectó la nueva estructura y funciones de los organismos de planeación.

El Presidente Lleras había participado en la redacción del proyecto de Ley que llevó a la creación del Departamento Administrativo de Planeación. Decidió, él, darle otro vuelco al Consejo y al Departamento, para que tomara la forma inicial que se había propuesto en 1958.

El primer documento Conpes, ‘Planeación en Colombia’, fue aprobado el primero de junio de 1967, y sentó las bases para la política de planificación nacional y de las reformas planteadas por Lleras Restrepo para fortalecer todas las instancias dedicadas a esa tarea.

El decreto 2996, del 10 de diciembre de 1968, modificó la estructura del Consejo, y las entidades se transformaron en lo que se conoce hoy como el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) y el Departamento Nacional de Planeación. Por esa época se crea Fonade. Se iniciaron los planes de desarrollo.

Es importante hoy recordar unas sabias palabras del Presidente Alberto Lleras Camargo: “Los órganos de planeación no pueden construirse en un país que tenga la estructura política del nuestro, cosa distinta de faros colocados cuidadosamente sobre experiencias ciertas, para evitar naufragios involuntarios”.

Cuando el doctor Jorge Franco (Holguín), primer director de Planeación, asumió, dijo: “Colombia ingresa al siglo XX con la creación del Departamento Nacional de Planeación y Servicios Técnicos en 1958”. Fue él, el primer director, seguido del doctor Édgar Gutiérrez Castro, también en la administración del Presidente Alberto Lleras.

En la administración del Presidente Guillermo León Valencia fueron directores Carlos Germán Gaviria, Diego Calle Restrepo, Néstor Madrid Malo, Eduardo Suárez, Édgard Gutiérrez Castro, y Jorge Luis Lara, en la administración de Carlos Lleras Restrepo.

En la administración del Presidente Pastrana Borrero: Roberto Arenas Bonilla, Luis Eduardo Rosas. En la administración del Presidente Alfonso López Michelsen: Miguel Urrutia, después director del Banco de la República, y John Naranjo.

En la administración del Presidente Julio César Turbay Ayala: Eduardo Wiesner y Federico Nieto. En la administración del Presidente Belisario Betancur: Hernán Bell Peralta, Jorge Ospina Sardi y César Valle Mejía.

En la administración del Presidente Virgilio Barco: María Mercedes Cuéllar y Luis Bernardo Flórez.

Armando Montenegro Trujillo, en la administración del Presidente César Gaviria. José Antonio Campo, Juan Carlos Ramírez y Cecilia López, en la administración del Presidente Ernesto Samper. Jaime Ruiz Llano, Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Echeverri, en la administración del Presidente Pastrana.

Durante nuestra administración, quiero rendir también un homenaje a quienes han sido jefes de Planeación: Santiago Montenegro Trujillo y Carolina Rentería Rodríguez.

El doctor Santiago Montenegro asumió un gran liderazgo para promover el debate público sobre la ‘Visión Colombia 2019’, un gran instrumento que deberá actualizarse permanentemente y que servirá de empalme político a los planes cuatrienales de desarrollo.

La doctora Carolina Rentería Rodríguez enfrentó el gran reto de sacar adelante, en el Congreso de la República, la nueva reforma constitucional que racionaliza las transferencias a las regiones.

La señora Directora de Planeación ha hecho unas referencias a los diferentes planes de desarrollo económico social, planes y programas de desarrollo, las cuatro estrategias para cerrar la brecha, el plan de integración nacional, cambio con equidad, el plan de economía social, la revolución pacífica, el salto social, cambio para construir la paz, Hacia un Estado Comunitario.

Retos de Planeación

Tiene Planeación enormes retos. Durante nuestro Gobierno nos hemos propuesto profundizar la confianza en Colombia sobre tres pilares: la seguridad con valores democráticos, la inversión con responsabilidad social y la cohesión social.

Solamente es posible avanzar hacia la cohesión social cuando se construye un marco de prosperidad, que a su vez tiene como bases determinantes la seguridad y la confianza inversionista.

Y la cohesión social es finalmente el único validador que, en una democracia de opinión, legitima la sostenibilidad de políticas de seguridad y de políticas de confianza de inversión.

Le ha correspondido a Planeación, a lo largo de estos años, una formidable tarea para planificar las cuantiosas inversiones que ha necesitado nuestra política de seguridad. Tiene en frente de sí un gran reto: continuar la programación de estas inversiones, y desde ya preparar el documento Conpes sobre el futuro de nuestras Fuerzas Armadas.

Cómo nuestras Fuerzas Armadas, superado el desafío terrorista, pueden contribuir más intensamente a la reconciliación total y al desarrollo, desde la investigación de las Fuerzas Armadas, de las diferentes tareas sociales, de infraestructura e investigativas del país.

El Ejército hay que pensarlo en el hoy y en el mañana. Desde ya tiene que ir haciendo una migración bien dinámica y bien importante de la presencia netamente militar, a una creciente presencia en apoyo a la comunidad, en construcción de obras públicas. Carreteras tan importantes, como la carretera de Tame a Arauca, se han venido logrando gracias a los ingenieros militares.

Hoy las inundaciones que afectan a medio millón de colombianos, tienen en las Fuerzas Armadas un gran apoyo. Pero necesitamos proyectar esto con una gran visión de futuro.

La Armada Nacional.Se ha presentado un gran avance en la empresa de la Armada, que es Cotecmar. La Armada, todos los días, tiene que incursionar más en el apoyo a la actividad civil en los ríos y en los mares de Colombia. Antes cuidaba un 10 por ciento de nuestros 15 mil kilómetros de ríos navegables, ahora ya cuida un 60 por ciento de esos 15 mil kilómetros.

Falta que la Armada sea capaz de cubrir todos nuestros ríos navegables y de insertarse, todos los días más, a apoyar los usos civiles de estos desarrollos en los mares y en los ríos de Colombia.

La Fuerza Aérea Colombiana, en programas de cooperación con diferentes países, encabezados por Brasil, puede constituirse en la principal organización, no solamente aeronáutica militar sino de aeronáutica civil del continente.

Pensar, pues, como el país avanza con la mayor eficiencia y la mayor eficacia en la aplicación de los recursos para restablecer plenamente la seguridad. Y en un papel más integrado a las necesidades de los colombianos, en el futuro inmediato y en el largo plazo, de nuestras Fuerzas Armadas, es un gran reto de Planeación.

Y tiene Planeación grandes retos en la política de cohesión social. Hemos pasado, por ejemplo, en cobertura de educación básica de un 78 a 96 por ciento, pero tenemos que llegar a un ciento por ciento.

Tenemos grandes deficiencias en materia de infraestructura. He ahí un gran reto de Planeación. Despejar el camino para poner las comodidades de infraestructura a la altura de los logros ya obtenidos en materia de cobertura.

Buscar mayores rendimientos en materia de investigación. Reconozco que en Colombia los resultados investigativos han sido superiores a los recursos aportados, pero de no hacerse un esfuerzo adicional en investigación, llega un momento en que el entusiasmo por el crecimiento de la inversión se estanca, porque encuentra allí un gran obstáculo.

Hemos pasado de 980 mil estudiantes universitarios a millón y medio. Un gran crecimiento.

Ya no tenemos solamente las pruebas Icfes. También tenemos las pruebas a todos los egresados universitarios, el certificado básico de todos los programas de educación universitaria y el certificado de calidad. Lograr que todas las universidades acrediten el certificado voluntario de excelencia, es un gran reto de Planeación, en este caso, como entidad de apoyo al Ministerio de Educación.

Hemos pasado de 10 millones 700 mil colombianos pobres afiliados al Régimen Subsidiado de Salud, a 23 millones, número con el cual terminamos este año.

Pero vienen grandes retos. Primero, tenemos que hacer el esfuerzo con el Sisbén, para poder entrar a la base única nacional a cinco millones de colombianos, que han recibido carné de salud y que todavía no están en esa base única.

Cumplida la tarea de la plena cobertura, el país necesita acelerar el paso para llegar a la nivelación entre los servicios ofrecidos por el Plan Obligatorio del Régimen Subsidiado y los que están a cargo del Plan Obligatorio del Régimen Contributivo.

Si nos dijeran que requerimos un aumento proporcional del gasto en salud para lograr esa meta, contestaríamos: imposible. He ahí el gran reto: sin un crecimiento proporcional de los recursos, lograr esa nivelación en el aseguramiento de los riesgos.

Hay dos planes de gran importancia: el Plan Departamental de Vías y el Plan Departamental de Aguas. Los 1.102 municipios se agrupan alrededor de los 32 departamentos para dar el gran salto en agua potable y en alcantarillados.

Hemos rescatado el papel de los órganos intermedios de Gobierno. Nos parece que es un error que mata las descentralización, pretender que la relación entre actores sea de municipios con el Gobierno Nacional.

Ahora, al tener los 32 planes de agua, es un gran reto para Planeación hacer un seguimiento cuidadoso para remover todos los obstáculos y que puedan cumplir los fines propuestos.

Fortalezas y riesgos de Colombia

Y aquí podríamos referirnos a los logros y retos en cada una de las políticas de nuestro programa de cohesión social.

En el programa de confianza inversionista, indudablemente el país ha avanzado. Hemos pasado de una tasa de inversión del 12 – 14, a una tasa de inversión entre el 25 y el 28. Sostenerla en esta época de crisis, es un gran reto. Allí tiene que operar el talento, la visión de Planeación Nacional.

Cuando miramos a Colombia frente a la crisis, podemos decir que tenemos fortalezas y riesgos. Y en medio de unos y otros, tiene que estar la acción de Planeación Nacional.

La primera fortaleza es nuestra confianza inversionista. La segunda fortaleza es que hemos pasado las reservas en estos años de 10 mil 700 a 24 mil millones de dólares. El seguro de depósitos ha pasado de 400 a tres mil millones de dólares. Un ahorro de 2 mil 600 millones de dólares en estos años.

Las coberturas bancarias han pasado de 39 centavos por peso de cartera en mora, a 1,10. Nuestro sector privado hace dos semanas debía 16 mil 910 millones de dólares; en 1997 debía 17 mil millones dólares. Hoy debe menos en moneda extranjera frente a una fecha anterior, en la cual su tamaño era inferior a la mitad.

Nuestro sector privado no se expuso en la ‘pirámide’ de los mercados de los derivados secundarios. Eso le da una gran fortaleza. El Gobierno resistió las presiones para levantar los controles a los capitales de corto plazo.

Hemos creído que el capital, para poder tener coherencia y validación en un Estado de opinión, tiene que entenderse como un factor de producción y de construcción de riqueza social, no como un factor de especulación.

Nos presionaron con la tesis de que si no abríamos las puertas de par en par a los capitales de corto plazo, se desvalorizarían los TES y careceríamos de dinamismo en el mercado de acciones. Resistimos esas presiones y evitamos lo que les ha pasado a otros países.

Se inundaron en capitales a corto plazo, vivieron una furtiva prosperidad de albur, y vemos hoy como en Pakistán, en Hungría, en Islandia, en Ucrania, los inversionistas que llegaron quieren salir apresuradamente, en busca de lo que el lenguaje de los economistas llama el Fly to quality, a invertirse en papeles del tesoro de Estados Unidos.

Han creado una presiones devaluacionistas incontrolables en esos países, que han obligado a una intervención del Fondo Monetario Internacional en esos países, de 41 mil millones de dólares.

Por fortuna, eso no ocurrió a Colombia. En estos años, en lugar de habernos dejado alucinar de una, entre comillas, ‘bonanza’, tuvimos la precaución de desmontar el subsidio a los combustibles. Eso puede ayudarnos ahora para financiar las políticas anticíclicas.

Pero tenemos riesgos.

Sí bien el recaudo en los últimos años ha crecido en muy buena proporción, este año, a la fecha, en el recaudo neto ya se presenta un faltante de 450 mil millones, frente a las expectativas.

¿Qué nos preocupa? Nos preocupa lo que pueda suceder en el año 2009 con el recaudo de IVA, que dependerá del dinamismo de la economía. Todo indica que los problemas que puedan causarse en el recaudo de renta serán manejables, dado que los principales contribuyentes de renta arrojan, en el ejercicio empresarial 2008, un buen resultado.

Nuestra mayor preocupación en el recaudo de renta, la trasladamos al año 2010, y dependerá del comportamiento de los mayores contribuyentes en el año 2009.

Nos preocupa el financiamiento. El país ha mejorado bastante. Ya me refería al endeudamiento del sector privado. En el sector público, el endeudamiento se ha reducido del 50 al 27 por ciento del PIB. Si pudiéramos incluir a Ecopetrol en las cuentas nacionales, que hoy no lo podemos incluir, dado que ha tomado el rumbo de empresa independiente, ese endeudamiento estaría en el 25.

Hace seis años, el 70 por ciento de la deuda pública estaba representada en moneda extranjera, hoy en moneda extranjera apenas tenemos un 25 por ciento de la deuda pública. Eso nos hace menos vulnerables frente al mercado financiero internacional, pero nos obliga a ser mucho más responsables frente al mercado financiero interno, para no crearle estrecheces a la financiación del sector privado.

Necesitamos para 2009, 2 mil 400 millones de dólares de financiación, aspirábamos obtener 1.000 en el mercado y 1.400 con los bancos multilaterales. Ya hemos financiado la totalidad de los 2 mil 400: 1.000 con el Banco Mundial, 1.000 con el Banco Interamericano y 400 con la Corporación Andina de Fomento.

Ahora le corresponde a nuestro equipo económico el gran reto de prenegociar toda la financiación de los años 2009 y 2010. Siempre hay que madrugar, pero en crisis hay que levantarse antes de la medianoche.

Nos toca, pues, este gran esfuerzo, apreciados funcionarios de Planeación.

Nos preocupa lo que pueda pasar con la financiación de los grandes proyectos de inversión que hay en Colombia. Y hay un gran reto. El Ministro de Minas, en buena hora, le ha informado al país que tenemos 49 mil millones de dólares de inversión asegurada en el sector de energía, en el sector de hidrocarburos, en el sector de minería, 49 mil millones de dólares.

Todo parece estar despejado, pero tenemos que seguir cuidadosamente cada uno de estos contratos, para que no vayan a fallar en la adquisición de la financiación.

Confianza inversionista

Este año fue un año muy exitoso. El país, que venía de explorar diez pozos por año, este año explora cien. Veníamos en un camino gradual. El año pasado, 76.

El país, que tenía mucha incertidumbre sobre contratación futura, ahora tiene contratos para explorar 500 pozos en los próximos cuatro años. Solamente habíamos explorado un 13 por ciento del territorio.

En el año 2010 tendremos asignada la exploración del 60 por ciento del territorio. Creo que eso va despejando un cambio y trayendo certidumbre.

Creo que ha pasado algo muy bueno en el sector eléctrico. Se han asignado proyectos de generación de más de tres millones de kilovatios, sin comprometer el presupuesto nacional y sin comprometer el endeudamiento público. Un gran contraste.

En el pasado el sector eléctrico llegó a representar con su endeudamiento el 25 por ciento del endeudamiento público, hoy representa el 3. A este éxito ha contribuido que hay confianza para invertir en Colombia, que todos los proyectos de generación pueden instalarse hoy bajo la modalidad de zona franca: no pagan impuestos aduaneros, esos equipos son muy costosos, en esto se presenta un gran ahorro.

La tarifa de renta es el 15, y además tienen el cargo por capacidad, que no se gira contra el presupuesto nacional sino contra el sistema de recaudo tarifario. Y como todo inversionista, tienen hoy derecho a un acuerdo de estabilidad de reglas de juego por 20 años.

Lo importante es cuidar que todos esos proyectos puedan obtener su financiación a pesar de esta gran crisis de la economía mundial. He ahí, pues, un gran reto.

Nos corresponde hacer más promoción de la inversión. Uno se sorprende todos para bien y se preocupa. Se sorprende de que siguen llegando los inversionistas con mucha avidez a Colombia.

Tenemos aprobadas 40 zonas francas, adicionales a las once que el país tenía, hay en el tubo, como lo llaman ahora los economistas jóvenes, otros cuatro proyectos de zonas francas que deben aprobarse en los próximos días. Esas 40 zonas francas aprobadas nos garantizan una inversión de 4 mil millones de dólares en los próximos tres años.

Pero todavía muchos se preguntan por qué los inversionistas van a otros países y no a Colombia. Todavía tenemos un gran trabajo que hacer para llegarles a todos los inversionistas del mundo, a fin de promover la inversión en Colombia.

Creo que tenemos que acelerar desde ya las misiones de promoción de inversión en Colombia. Están llegando muchos, pero son todavía más los que no conocen a nuestro país.

Nosotros tenemos un reto bien importante. Y es, con audacia y con energía, buscar que buena parte de la platica que se salvó de la borrasca en Wall Street, llegue a Colombia.

Hemos conseguido confianza inversionista, y es el momento de lograr que eficazmente esos dineros busquen la dirección de nuestro país.

Políticas anticíclicas

Algunos plantean lo siguiente: Colombia tiene solidez para enfrentar la crisis, pero no tiene recursos para promover políticas anticíclicas.

Tenemos definidas políticas anticíclicas, política social, política de obras públicas. La política social, como Familias en Acción y todos los otros componentes, ahora es cuando tocar hacer el mayor esfuerzo. Por eso el año entrante debemos pasar de millón 700 mil Familias en Acción a 3 millones, sumando a ellas las familias adicionales en la zona afectadas por las ‘pirámides’.

Pues bien, eso es una política social totalmente estructural. Les da a las familias pobres la garantía de que sus hijos puedan estudiar, se abre el camino a la movilidad social de la esencia de la democracia. Y en el largo plazo, es lo que finalmente modifica para bien la estructura del ingreso.

Y en época de crisis es cuando mayormente obligan las políticas de protección a los más pobres, que se constituyen en grandes seguros de estabilidad política.

Y reconocemos el atraso del país en infraestructura. Hemos venido avanzando en concesiones de aeropuertos, de puertos. La semana pasada llegaron los equipos para uno de los puertos de Cartagena, que costaron 200 millones de dólares; en Buenaventura están en marcha inversiones por mil millones de dólares.

Creo que el nuevo esquema de las concesiones y las zonas francas portuarias, están acelerando velozmente la inversión portuaria en Colombia.

Hemos resuelto los pleitos con las concesiones de los dos ferrocarriles. Establecida la línea férrea entre Buenaventura y Cartago, con una inversión de 150 millones de dólares, el nuevo concesionario ya ha empezado a prestar servicio. E ingresados como accionistas a la concesión los usuarios carboníferos del departamento del Cesar, esa concesión ha tomado un buen rumbo.

Ya tiene 80 kilómetros construidos de la segunda línea. Estamos abriendo la licitación para recuperar el ferrocarril ahora de La Dorada hacia el sur. Y en los estudios preliminares para concesionar el ferrocarril por el Carare o por el Cañón en Santander, habrá de llegar a Bogotá, habrá de llegar a Bogotá, habrá de llegar a Cundinamarca y a Boyacá.

Hemos superado todos los pleitos en las concesiones viales. Marchan las nuevas concesiones adjudicadas por este Gobierno. Y se han dado pasos bien importantes como la construcción del túnel básico de La Línea, y ahora la adjudicación del túnel de transporte.

Se adjudicó en audiencia pública, como todos los contratos de este Gobierno, con ese gran fiscal, que es la opinión, el pasado viernes, al amanecer del sábado, con un costo de 629 mil millones, incluye la doble calzada de Cajamarca a la boca del túnel, el túnel y la doble calzada del portal occidental a Calarcá.

Hemos abierto la licitación para los únicos 14 kilómetros que nos falta por contratar de doble calzada en el trayecto de Bogotá a Buenaventura.

De los 206 kilómetros de la doble calzada Bogotá-Duitama, tenemos 80 construidos, y hemos abierto la licitación para construir lo que falta de la carretera de Sogamoso a Yopal.

Necesitamos tener éxito en los días que vienen en nuevas contrataciones de gran importancia para el país: la doble calzada Bogotá- Santa Marta, la Ruta del Sol. Agradecemos toda la colaboración del Banco Mundial en su estructuración.

La unificación de las concesiones para incluir todo el trayecto en doble calzada, de Palo de Letras en la frontera con Panamá, hasta La Guajira, Paraguachón, en la frontera con Venezuela.

Muchos de estos trayectos los hemos contratado en este Gobierno, pero ahora el paso es unificar a todos los concesionarios para garantizar todo ese trayecto.

Hemos expedido recientemente el decreto que reglamenta la nueva ley de contratación, para facilitar las concesiones por iniciativa de particulares. Ojalá podamos avanzar en esta tarea tan importante.

Y celebramos que ya se ha abierto la licitación para las vías de competitividad, entre las cuales destaco la doble calzada de Bucaramanga a Cúcuta, que sustituirá la proyectada vía de El Escorial. También está pendiente la doble calzada de Medellín a Turbo.

Subsidio a los combustibles

Hemos tomado una decisión: las políticas anticíclicas requieren recursos. Nosotros, entre 2002 y el 2008, descargamos sobre los colombianos una pesada carga de aumento de precio interno de combustibles, buscando siempre desmontar estos subsidios.

Son regresivos. Regalarle a la gente gasolina no supera los problemas estructurales de distribución del ingreso. Preferimos, en lugar de hacer gasto público en estos subsidios, hacer gasto público en aquello que nos desatrase en competitividad, como la infraestructura, y en aquello que nos desatrase en el tema social, como las políticas anticíclicas.

Cuando empezó nuestro Gobierno, los colombianos pagaban por galón de gasolina el equivalente a 20 dólares del precio internacional del petróleo, y por galón de diesel el equivalente a 14 – 15 dólares.

Desde el mes pasado empezamos a tener un saldo neto positivo. Haremos pedagogía ante todos los compatriotas para no hacer reducciones en el precio interno del combustible.

Los excedentes que se presenten mes a mes, primero tenemos que llevarlos a una cuenta, para pagar aproximadamente 4 billones 300 mil millones que quedamos a deberle a Ecopetrol hasta septiembre, por causación de subsidios. Y lo otro llevarlo a un fondo cuenta, que permita ir pagando al presupuesto nacional los subsidios otorgados al combustible, a fin de que el presupuesto nacional en esta época de crisis tenga menos dificultades para financiar la política anticiclica.

Creo que esto se puede traducir en más de 3 millones de Familias en Acción, y en el avance de estas obras públicas que son de gran trascendencia.

Y un país que ha conquistado confianza inversionista, si eso le suma disciplina social para financiar con combustibles una política anticíclica, es un país que debe aumentar la confianza inversionista.

Cambio climático

Tiene Planeación Nacional, con el Ministerio de Minas, un gran reto: definir, con visión de corto y de largo plazo, la participación de Colombia en las políticas contra cambio climático.

Primero, seguir avanzando en el diseño de todas las medidas, como Familias Guardabosques, para que nuestra mayor contribución sea preservarle al planeta 578 mil kilómetros cuadrados de bosque que aún preserva Colombia.

Segundo, acelerar en Colombia la utilización de los combustibles biológicos y de otras energías alternativas, como la energía eólica, la energía solar.

El planeta fue muy adverso a promover energías alternativas cuando el petróleo estaba barato. Ahora que se ha reducido sustancialmente el precio, parece que hay una modificación, porque ya todo el mundo teme que en 40 años no habrá petróleo o no se podrá utilizar De ahí la necesidad de forzar, acelerar todas estas políticas hacia los combustibles alternativos.

Ojalá en los próximos días podamos expedir el documento Conpes de Planeación, para anticipar la fecha de exigencia de mayores mezclas en los motores del parque automotor del país.

Los fabricantes de motores tienen que recibir pruebas como ésta. Ha terminado la prueba de altas mezclas de biodiesel en los buses del Transmilenio de Bogotá. Pues bien, mezclas del 50 por ciento durante un largo periodo, y los resultados fueron muy buenos, a 2.680 metros sobre el nivel del mar.

Creo que esta es una razón para poder forzar rápidamente el aumento de las mezclas, y que Colombia pueda gozar, como Brasil, de los motores flexibles de mezcla.

La política que anuncia el Gobierno del Presidente Obama en los Estados Unidos, hacia las energías alternativas y hacia una acelerada eficiencia del sector productor de automotores, se constituyen en un gran apoyo a nuestra decisión de anticipar la fecha de ingreso de los motores flexibles.

Ha sido muy difícil en estos años, primero, para llegar a una mezcla del 10 por ciento de etanol, después a una mezcla del 5 por ciento de biodiesel, ahora para fijar una mezcla del 10 por ciento en biodiesel.

Y me pregunto ¿por qué tanta dificultad, si acabamos de hacer un experimento que duró dos años y nos mostró que, con mezclas del 50 por ciento de biodiesel de palma africana al diesel del petróleo, nada les ha pasado a esos motores?

Conectar la quimera con lo ejecutable

Creo que tenemos que tener el atrevimiento de anticipar esas fechas. En fin, son muchos los retos.

El gran reto de Planeación: conectar la quimera con lo ejecutable, lo macro con lo micro, pensar en todo aquello que ordinariamente se escapa a la ambición de los hombres, pero también garantizar que sea ejecutable. Cerrar la brecha entre la planificación y la ejecución. El mejor planificador es aquel que se puede convertir, como consultor e interventor, en garante del éxito de la ejecución de lo planificado. Pienso que ahí tiene Planeación un gran reto.

Muchas felicitaciones a quienes han sido sus directores, a su actual Directora, Carolina Rentería, a su Subdirector, Andrés Escobar, a todo el equipo de Planeación. Y que los 50 años que vienen sean para la felicidad de las nuevas generaciones de colombianos.

Muchas gracias”.

 
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