Palabras del Presidente Uribe en la firma del acta de
compromiso de construcción del Centro de Eventos del Caribe
 
Diciembre 12 de 2008 (Barranquilla)
 
 

“Muchas felicitaciones. Esta es una gran iniciativa. Estábamos en mora de verla, en proceso de motorizarla. Y muchas felicitaciones por todo este ambiente de trabajo y de progreso que se ha venido creando en Barranquilla.

Yo pienso que aún en época de dificultades el país tiene que hacer unos esfuerzos adicionales, unos esfuerzos adicionales en construcción de confianza, por eso la insistencia en la Seguridad Democrática, en la confianza inversionista, como presupuestos para que el país pueda tener un marco de prosperidad que le permita avanzar hacia la superación de la pobreza y hacia la construcción de equidad.

Esta tarde, en la reunión de Fenalco, tendremos la oportunidad de hablar en extenso sobre las dificultades del momento y sobre la manera como aspiramos que el país las pueda encarar y tener los menores estragos, por ejemplo, derivados de esta crisis de la economía mundial.

Este Centro de Convenciones necesita seguridad. Las ciudades que han sido prósperas en el mundo en materia de atraer eventos y de atraer convenciones, tienen que ser ciudades muy seguras. Ahí juega la Seguridad Democrática.

Los centros de convenciones tienen éxito en países donde hay una gran confianza inversionista, y se constituyen también en factores de atracción para aumentar la inversión. Es muy importante insistir en ese tema.

Y estos Centros de Convenciones son unos extraordinarios generadores de empleo. Cada evento genera mucho empleo: que los hoteles, que los taxis, que los restaurantes, y además es un factor de promoción para vender la producción local, y un factor de atracción de nuevas inversiones.

O sea que estos son proyectos que caben perfectamente en el esquema nuestro, que de manera elemental es: Seguridad Democrática, confianza inversionista y cohesión social.

Incentivos tributarios

Nosotros hemos hecho esfuerzos a lo largo de estos años. Primer esfuerzo: los hoteles en Colombia hoy tienen un incentivo tributario, una exención tributaria de 30 años. Yo creo que el país se ha vuelto un país muy competitivo en materia de tributación hotelera.

Vine aquí a inaugurar una torre del Hotel Dann. Creo que fue el primer proyecto en Barranquilla que se ajustó a la nueva exención tributaria.

Diría yo que para el complemento que necesita este proyecto, esa exención es de gran importancia.

Es de gran importancia el tema de las zonas francas. Me alegra mucho ver la cantidad de zonas francas que se han venido aprobando en Barranquilla, pluriempresariales y uniempresariales, gracias a la nueva legislación.

La legislación que tenía el país en materia de zonas francas nos había permitido tener desde 1958 hasta la fecha once zonas francas. Con la nueva legislación –y le reitero mi gratitud al Congreso por haberla aprobado- tenemos hoy 41 zonas francas aprobadas, y otras que vienen en proceso.

Lo más importante es que en este momento de crisis de la economía, siguen presentándose las solicitudes para zonas francas en Colombia. Y creo que la ciudad de Barranquilla tiene una enorme ventaja competitiva, para ser la ciudad que más éxito tenga con las zonas francas, y se está viendo con unos proyectos en instalación que son formidables.

También es importante destacar lo siguiente: esos proyectos tienen, de acuerdo con la nueva ley, de nuevo las gracias al Gobierno, la posibilidad de firmar unos pactos de estabilidad con el Gobierno por 20 años. Eso le da mucha garantía a los inversionistas.

Y aparece allí otro tema. Las empresas, las personas naturales que inviertan en el proyecto del centro de eventos del Caribe, tienen derecho a una deducción tributaria del 40 por ciento, que es un estímulo general que nos ha ayudado a crear el Congreso.

Toda inversión productiva que se hace hoy en Colombia tiene una deducción tributaria del 40 por ciento. Esto se controvirtió mucho, pero yo creo que el país empieza a darse cuenta que esos son pasos necesarios para poder construir capital físico.

Yo recuerdo que en un ciclo no largo de la vida colombiana, pasamos de un país de 14 millones de habitantes a un país de 45 millones de habitantes, y la economía creció muy poquito y la infraestructura creció muy poquito.

Todos estos factores nos ayudan a tener un mayor dinamismo en la economía. Yo diría que nuestra política tributaria no ha sido la de rebajarle las tarifas a todo el mundo –que eso es regresivo- sino la de estimular la inversión.

Y muchos críticos dicen: ‘bueno, pero es que eso hay que desmontarlo y ahora que estamos en recesión’.

Qué tal que lo desmontáramos. Sobre todo es que eso no cuesta, porque nosotros no estamos haciendo sacrificios a los ingresos fiscales actuales, esto es para estimular inversiones con las cuales no contábamos, esto es para estimular nuevas inversiones, que eso genera mucho en el proceso de construcción, que honorarios de firmas de arquitectura, que lo que cobran las firmas de ingeniería, que la seguridad social de los trabajadores, que el IVA de todos los materiales; después en el proceso de producción, que IVA, que renta, que patrimonio para la Seguridad Democrática, etcétera.

Esos estímulos tienen una gran tasa de retorno para la sociedad colombiana y para el fisco.

Han ayudado mucho a la Seguridad Democrática, que el país lograra en los últimos años tasas de inversión del 27 – 28 (por ciento), en un país que teníamos tasas de inversión del 12, a lo sumo del 14.

Haber llegado a tasas de inversión del 27 – 28 (por ciento) ayuda muchísimo, y eso a su vez ha estado soportado en estas herramientas.

Da gusto ver esa relación de proyectos que muestra el dinamismo de la ciudad, y que es una prueba clarísima, incontrastable, de las altas tasas de inversión que hemos venido logrando en el país.

Entonces, el Gobierno ha trabajado en estos años ayudando al Centro de Convenciones de Cali; que ahora hay una licitación para un nuevo hotel con centro de convenciones adyacente en San Andrés; que un pequeño centro de convenciones en Popayán, atrasado; y nos parece que los incentivos tributarios han ayudado a que el sector privado haga centro de convenciones.

El Hotel Las Américas de Cartagena, gracias a los incentivos tributarios, hizo su propio centro de convenciones. Y ahora nos toca hacer un esfuerzo para el centro de convenciones de Barranquilla.

Yo lo quiero poner de la siguiente manera, apreciados compatriotas: estiman ustedes que les cuesta 60 mil millones, tienen un aporte del lote, que es del distrito, que lo valoraron en cuánto, 8 - 10 mil millones; el señor Gobernador aporta 4 mil, son 14 mil millones, nos quedan faltando 36 (mil millones).

¿Usted está listo para empezar construcción cuándo, doctor Luis Fernando (Castro Vergara, Presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla)?

Luis Fernando Castro Vergara: Aspiramos a que una vez nos entreguen el diseño conceptual, podamos sacar el concurso del diseño arquitectónico, y empezar construcción, si Dios quiere, a finales del segundo semestre del 2009.

Presidente Álvaro Uribe: ¿No es muy tarde?

Luis Fernando Castro Vergara: Pasa lo siguiente, ese lote tiene un tema de una unidad de actuación urbanística, y entonces hay unos trámites y unos pasos que el señor Alcalde sabe que es un paso que debemos dar con mucho cuidado. Y tenemos que dar ese paso, lograr la unidad de actuación urbanística. Con el lote de la Alcaldía ya se logra esa unidad de actuación, esperar el diseño, que nos entregan en abril o mayo, sacar en el segundo semestre el concurso del diseño arquitectónico, y sacar a convocatoria para licitación a final de año.

Presidente Álvaro Uribe: Usted cree que de los 36 mil millones que supuestamente faltarían, ¿cuánto se puede recaudar por aportes del sector empresarial y por aportes de la ciudadanía? Ustedes han tenido aquí experiencias, yo recuerdo cuando se hizo el Estadio Metropolitano que hubo una gran movilización cívica en Barranquilla para lograrlo.

Usted cree que este tipo de aportes de la ciudadanía –ya ustedes en su sabiduría encontrarán la manera de promover: que se vende una silla a cada ciudadano, etcétera, y los aportes del sector empresarial- de esos 36 mil millones, ¿cuánto es posible que recauden esas dos fuentes?

Yo traigo una idea para someterla a consideración de ustedes, pero déjeme hacerle estas preguntas: ¿más o menos cuánto creen ustedes que el sector empresarial y la ciudadanía de Barranquilla puede aportar contra esos 36 mil millones?

Respuesta: 15 mil millones, Presidente.

Presidente Álvaro Uribe: Muy bien, 15 mil millones. Yo creo que se podría más. Vamos a hacer lo siguiente: el Gobierno Nacional garantiza, para que no tengan dificultades, garantiza una caja de 36 mil millones.

¿Cómo la garantizamos? Les creamos un crédito en Findeter. Ustedes tienen que hacer un aporte, tienen que conseguirse que los bancos de Barranquilla acepten ser los bancos de primer piso, porque Findeter no puede ser banco de primer piso.

Entonces el Gobierno Nacional les crea allí una cuenta de disponibilidad de 36 mil millones, que se vaya ejecutando, se vaya ejecutando a medida que avance la obra, para que la obra no tenga parálisis.

Pero ustedes nos tienen que ayudar de la siguiente manera: definir que de esos 36 mil millones, que es una caja que garantiza el Gobierno Nacional para que la obra no tenga obstáculos, definir una partida que la pague contra esos 36 mil millones, que la pague el sector empresarial y la ciudadanía.

Y lo otro buscamos que lo aporte el presupuesto nacional. ¿Por qué no bregan a hacer un esfuerzo del sector privado y de la ciudadanía que no sea de 15 mil millones sino de 20 mil?, por que nos toca ser equitativos con los otros centros de convenciones. Con una consideración: las empresas del Estado que les puedan aportar se contabiliza como aporte empresarial, y los contribuyentes de renta lo que aporten lo pueden asimilar a inversión en una actividad productiva, luego esa inversión les da el derecho de deducir un 40 por ciento. Y los otros 16 mil millones los paga el presupuesto nacional.

Y yo asumiría el compromiso con los parlamentarios de que esos 16 mil millones los incluyamos, de acuerdo con el ritmo de obra, para presupuesto 2010.

Gasolina

Pero no se me entusiasme tanto con lo de la gasolina. Se los voy a explicar esta tarde, voy a hacer una explicación amplia en Fenalco. Aspiro poder hacer una explicación completa de qué fortalezas tiene el país y qué debilidades para enfrentar esta crisis de la economía.

Entre las debilidades está el descenso del recaudo. Nosotros ya hemos tenido dificultades. Hoy tenemos 650 mil millones (de pesos) de caída del recaudo bruto frente a las expectativas.

Tenemos mucho miedo que el descenso de la actividad económica nos siga presentando cada bimestre una disminución de recaudo de IVA frente a las expectativas.

Por ahora renta ha sido manejable, pero tiene las siguientes dificultades: la disminución del ritmo de actividad económica nos crea dificultades en la retención.

Entonces lo de renta puede tener dificultades de retención en el recaudo de 2009, y dificultades de liquidación final y de pago de saldos en el recaudo de 2010, que tendrá como base el desempeño de la economía de 2009.

En el último mes dejaron de pagar en seguridad social 300 mil trabajadores. Eso lo tenemos que mirar con muchísimo cuidado.

¿Entonces qué es lo que hemos planteado con el tema de gasolina? Me explico.

Creo que el país hizo una cosa muy buena en los últimos años, que fue haber desmontado gradualmente el subsidio de gasolina. Si no lo hubiéramos hecho, y por el entusiasmo de los países vecinos hubiéramos mantenido un precio de gasolina bien bajo, hoy nos estarían diciendo los economistas: ‘Qué error. Ustedes con una economía en descenso, ustedes con un recaudo en descenso, no pueden mantener ese subsidio al combustible’.

¿Y qué nos tocaría hacer hoy? Hacer en cuestión de unos pocos meses lo que hemos hecho en seis años. Esto es, tendríamos que hacer un ajuste tan brusco para poder, en seis meses o en dos o en tres meses, hacer lo de seis años, y eso estaría creando un problema enorme en la sociedad colombiana. Eso ha tumbado gobiernos en muchas partes del mundo.

Entonces el país tiene hoy esa fortaleza.

¿Pero cuánto nos venían costando a nosotros los subsidios? Para el año en curso estábamos estimando que nos costaran 5 billones 900 mil millones. Y los años anteriores eso costó mucho. Como eso es una cifra bastante robusta, le habíamos tenido que pedir plazo a Ecopetrol. Los subsidios que se causaron este año, Ecopetrol nos había dado plazo para pagárselo en diciembre del año entrante.

Creemos nosotros que con la variación del precio del petróleo, si las cosas siguen como van –y en esto uno no sabe a que atenerse, porque ya hay personas que están diciendo que el petróleo vuelve rápidamente a 70 dólares el barril- si las cosas siguieran como están hoy, nosotros tendríamos que pagarle a Ecopetrol, a finales del año entrante, de este año, más o menos 4 billones 300 mil millones por subsidios de combustible. Lo causado más o menos hasta septiembre de este año.

Hoy el país esta obteniendo un ahorro, porque hoy el precio interno da un excedente sobre todos los factores de costo, el primero de los cuales es el costo del barril de petróleo.

Si las cosas siguieran como van, eso nos puede dar un ahorro de 2 billones 100 mil millones el año entrante. Pero eso hay que restarlo de un gasto que tenemos de 4 billones 300 mil (millones de pesos). O sea que con lo que estamos ahorrando, todavía no alcanzaríamos a pagar los subsidios causados hasta septiembre de este año.

Con un problema bien grave: los subsidios que hemos pagado en los últimos años. Por eso le propusimos al Congreso, y el Congreso nos aprobó en el Plan de Desarrollo, lo que es el fondo de estabilización de precios de combustible.

Entonces, ahora, este dinero que está sobrando, lo llevamos mes a mes a ese fondo. ¿Para qué? Primero que todo tenemos que pagar los subsidios causados, tenemos que mirar cuál ha sido la cuenta de subsidios de los últimos años, y prepararnos para las dificultades que vengan en los años subsiguientes.

¿Qué piensa el Gobierno? Que si las cosas siguen como van, tenemos menos dificultades de caja, pero no vamos a tener excedentes de caja. Porque qué tal que nos ocurra a nosotros que nos falte –y eso no se puede descartar- 4 billones, que es un punto del PIB, en el recaudo de 2009. Ese es un faltante muy grande.

Endeudamiento

Ahora, que Colombia en este Gobierno ha disminuido mucho el déficit y que eso es apenas un punto del PIB, y que Colombia ha pasado en este Gobierno de un 50 por ciento de endeudamiento a un 47, y que entonces endeudarse en un punto del PIB no es problema: desde que haya fuentes de endeudamiento.

El problema es que la crisis mundial ha venido secando, ha venido contrayendo las fuentes de endeudamiento. Entonces nosotros creemos que es prudente mantener la apelación a las fuentes de endeudamiento moderadamente, porque hoy por ejemplo los mercados externos están cerrados para todo el mundo.

Este es un país con muy buen nombre en los mercados financieros internacionales, pero hoy con esa crisis de la ‘pirámide’ de Wall Street están cerrados los mercados financieros para todo el mundo.

Nosotros hicimos otra cosa: cuando el Gobierno empezó, el endeudamiento representaba el 47 - 50 por ciento del PIB, hoy el 25 si se incluye Ecopetrol, el 27 si no se incluye Ecopetrol.

Pero además, la deuda pública estaba representada en moneda extranjera en un 70 por ciento, hoy apenas en un 25.

Eso nos quita vulnerabilidades frente al mercado financiero internacional, porque de lo que debemos solamente le debemos al mercado internacional un 25 por ciento, pero nos obliga a ser muy responsables con el mercado financiero interno, porque si presionamos demasiado el mercado financiero interno para endeudar al fisco, presionamos demasiado el alza de las tasas de interés y dejamos sin espacio al sector privado.

Por eso el Gobierno quiere ser muy prudente con esta medida.

Ahora, sí es mejor poder contar de ahora en adelante con unos ahorros de combustibles, que no contar con ellos. Y eso puede ser lo que nos ayude a financiar los compromisos, los compromisos que son bien grandes en el Caribe colombiano y con todo el país, y los que vienen.

Porque es que acá nos falta ahora el contrato definitivo de las transversal de Las Américas, de Palo de Letras a Paraguachón; estamos apenas en las vísperas de abrir la licitación de la Ruta del Sol, la doble calzada de Bogotá a Santa Marta; y ahora hay que financiar las obras del Canal del Dique, cuando ya ha habido un acuerdo de los estudiosos sobre la solución definitiva que requiere el Canal del Dique.

¿Entonces qué vamos a seguir haciendo con educación? Yo creo que hay un aumento importante que no se puede despreciar, en las transferencias a las regiones para educación.

El país en estos años ha pasado de una cobertura en educación básica del 78 al 96 por ciento. Esa es música que suena muy bien cuando uno escucha al Alcalde Alex Char ver ese gran avance de Barranquilla, donde teníamos una de las mayores preocupaciones de rezago en cobertura. Todavía nos queda un problema muy grande en Soledad.

Nosotros tenemos un presupuesto que lo hemos venido creciendo para educación, pero pensar que vamos a tener ahora recursos extras en esta época de crisis, Gobernador, es un imposible.

Ahora, tenemos el aumento en las transferencias y tenemos los recursos de Ley 21, y también se le está autorizando a las Gobernaciones –usted lo sabe- que tengan unos planes a tres años para insfraestructura educativa. El Gobierno calcula con ellos cuánto más o menos van a recibir por Ley 21, para que puedan anticipar eso.

Pero entrar hoy a hacer compromisos nuevos sería muy difícil. Ahora, nosotros para poder cumplir con todas estas obras, tenemos que tener un manejo muy ortodoxo, un manejo imaginativo sí, pero muy ortodoxo de las finanzas públicas.

Creo que lo de la gasolina nos ayuda mucho, porque en la medida que ese fondo fuera recaudando mes a mes, pues eso no nos resuelve el problema fiscal, pero sí nos ayuda en financiamiento. Nos ayuda porque ese fondo puede estar ayudando a financiar, mientras ese fondo tenga excedentes, pero no nos resuelve el problema del déficit, porque ese fondo, como lo dice el Plan de Desarrollo, es exclusivamente para estabilización de precios de combustibles.

Entonces manejemos esto ordenadamente, para que el país pueda pasar esta tormenta de la crisis con los menores estragos posibles.

Y cuenten que además de todos los compromisos que hemos venido honrándole al departamento del Atlántico, a la ciudad de Barranquilla, a lo largo de estos seis años –fue muy difícil el tema de los espolones, pero por fortuna se hizo y ha ayudado bastante, porque eso ha ayudado a estabilizar ahí la profundidad del canal de acceso- vamos a cumplir con todo esto, pero siendo cuidadosos.

En resumen: cuenten con una caja de 36 mil millones para empezar la obra, y que de esos 36 mil millones ustedes nos ayudan con 20 mil que vamos a recaudar aquí –ahora cuando vi a Alejandro y a los tenderos les dije: prepárense que tienen que traer un aporte grande, y lo van a hacer- y el Gobierno Nacional les colabora, se vincula a esta gran obra de Barranquilla y del caribe colombiano, con 16 mil millones del presupuesto; 36 mil millones de disponibilidad de caja y 16 mil del presupuesto.

La disponibilidad de caja se las coordina el señor Viceministro de Turismo, el doctor Óscar Rueda, con Findeter. Entonces se hace un acuerdo para que Findeter tenga esa disponibilidad de caja, y no me van a decir que fue que no pudieron pagar el cemento, que no pudieron pagar las varillas, que no pudieron pagar las gravas, etcétera, que tengan esa plata permanente para que hagan la obra rápidamente”.

 
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