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“A todos un saludo muy afectuoso. Nos duele mucho es tragedia. El viernes estuve hasta tarde en Barranquilla con algunos de los alcaldes aquí presentes. Como me tenía que ir a Popayán para atender otra tragedia allá, la del Nevado del Huila, pedí al Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, y a la Directora de Planeación, Carolina Rentería, que estuvieran aquí el domingo (14 de diciembre), para que ver el tema del Cerro de San Antonio, el tema de Pedraza, el tema de El Piñón. Y mientras estaban mirando como se atendía eso, aparece esta nueva tragedia. Vamos a tener paciencia dentro de la urgencia y dentro de las dificultades. Vamos a oír a las personas que nos puedan dar indicaciones. Vamos a pensar muy serenamente esto.
Tengo una primera aproximación. Uno ve tanta agua, que le parece que va a tomar mucho tiempo y se necesita una gran sequía, para que esa agua desaloje totalmente y eso vuelva a estar completamente seco. Tengo esa preocupación. Porque eso nos puede producir a nosotros un problema adicional de falta de tiempo para poder reconstruir el dique. Temo que mientras las aguas bajan a un nivel que facilite reconstruir el dique, tome mucho tiempo y que el intervalo entre ese momento y la nueva creciente de mayo, sea un intervalo tan corto que no permita avanzar lo suficiente en el dique. Temo eso.
Pido muy serenamente, pero con mucha fe, pidámosle luces al Espíritu Santo, que pensemos esto a ver si podemos reconstruir este dique rápidamente y devolver allí unas condiciones de seguridad para la gente y qué tenemos que hacer en materia de reubicación. Así como hay unos municipios ribereños del Magdalena que no tienen un morro donde ubicar a la gente, aquí en Plato hay unas tierras onduladas en los alrededores.
Entonces piensa uno: ¿qué es más lógico aquí? ¿Pelear con el Río, ponernos a reconstruir ese dique, o hacer una reubicación hacia una tierra alta? Si ustedes me preguntan: ¿usted qué dice, Presidente?, simplemente les planteó estas inquietudes. No les voy a dictar cátedra. Ustedes son los que han conocido esto. Pero quiero invitarlos a que definamos muy serenamente cómo podemos actuar.
Por ahora lo importante es a todas las personas afectadas, darles atención humanitaria. No abandonarlas un solo momento. No abandonarlas en los albergues, en alimentación y en la atención médica.
Uno teme que apenas empiece a bajar la inundación, el tema de las plagas cause mucho riesgo de epidemia. Entonces por eso tenemos que estar muy atentos. Esas son las dos grandes preocupaciones. Primero: que nos digan los técnicos qué posibilidades hay de reconstruir el dique. Dado este nivel de inundación, cuánto tiempo se espera, aun en época de sequía, para que la inundación salga. Y si hay tiempo de reconstruir el dique, las justificaciones de reconstruir el dique. Todo eso versus sobre la opción de reubicar en toda esta parte más severamente ubicada. Y la atención humanitaria, que es lo fundamental.
Entonces vamos a hacer una reunión gerencial, de intervenciones muy cortas, muy precisas, a ver si podemos avanzar. Y le voy a dar primero la palabra al señor Gobernador y después al señor Alcalde. Después el Comandante de la Armada y mi General Matamoros me dan algún informe sobre las labores que se vengan realizando. Y entramos con el Ministro y Cormagdalena, a ver qué ha visto Cormagdalena, qué indica, qué pasos podemos dar. Entonces escuchemos a nuestro Gobernador, el doctor Omar Ricardo Díaz Granados”.
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