Bogotá, 3 dic (SP). “Es grato acudir a este campo de parada de la Escuela ‘General Santander’, para imponer sobre los hombros del Director de la Policía, el general Óscar Naranjo Trujillo, la segunda estrella.
En este infinito e indescriptible honor de ejercer la Presidencia de la República, he tenido el privilegio de imponer, primero, la estrella inicial para el ascenso del entonces coronel Óscar Naranjo a Brigadier General, y hoy la segunda estrella, que lo asciende a Mayor General.
Una vida policiva con raíces profundas, una vida en la Policía al servicio de los intereses superiores de la Patria, con grandes aciertos.
Unas raíces profundas. El General Francisco José Naranjo, su padre, ex Director de la Policía, de San Antonio de Prado, en el área Metropolitana de Medellín; y doña Amparo Trujillo de Naranjo, oriunda de Betulia, en el suroeste cafetero de ese departamento.
Los colombianos sentimos aprecio, admiración y gratitud por la Policía. Inmensa confianza y gratitud en el Director de la Policía.
Si yo me refiriera hoy a toda la hoja de servicios del General Óscar Naranjo Trujillo, me haría interminable.
Permítanme referir a algunos de los últimos aciertos.
Bajo su dirección la Policía Nacional capturó a ‘Martín Sombra’, integrante del estado mayor terrorista de las Farc; la Policía realizó una gran actividad de inteligencia para contribuir en la acción contra el campamento terrorista de ‘Raúl Reyes’; la Policía, con un apersonamiento directo del General Óscar Naranjo, capturó a uno de los ‘Mellizos’, Mejía Múnera y dio de baja al otro.
Se destaca la captura de Gildardo Rodríguez, alias ‘El Señor de la Camisa Roja’; y Oscar Varela García, alias ‘Capachivo’, cabecillas de la organización narcotraficante del alias ‘Don Diego’.
Una labor bien importante, que dio con la captura de alias ‘Santiago’, jefe del frente ‘Manuel Cepeda’ de las Farc.
Captura de Javier Calderón, integrante de la comisión terrorista internacional de las Farc; desarticulación de carros bombas en Bogotá y en varias ciudades colombianas; el año de mayor incautación de droga. Solamente la Policía Nacional, ha incautado este año 113 toneladas de cocaína; un gran avance en la reducción del homicidio, en la derrota de las bandas criminales.
Poner la segunda estrella sobre los hombros del General Óscar Naranjo, es poner confianza en el presente y en el futuro de Colombia.
Una tarea de todas las horas, como lo dijera el señor Ministro (de Defensa, Juan Manuel Santos), que exige toda la dedicación y el amor a la Patria.
Dedicación y amor a la Patria, que caracterizan al señor General Óscar Naranjo. Una tarea llena de buenos resultados, pero también llena de retos.
Retos de la Fuerza Pública
Por el lado de los carteles del narcotráfico, todavía quedan unas capturas bien importantes por hacer. Para citar ejemplos: el tema de ‘Cuchillo’, del ‘Loco Barrera’.
Por el tema de las bandas criminales, tenemos la esperanza de que en algún momento, las Fuerzas Armadas de Colombia nos van a dar la buena noticia de la captura del terrorista ‘don Mario’ y de los secuaces.
Nos queda todavía parte del secretariado del terrorismo, del secretariado de las Farc. Y que no piensen que se van a recuperar. Que vayan pensando en una nave espacial que los conduzca a un escondite donde no les podamos llegar, porque la decisión nuestra es no permitirles escondite en ningún lugar de este planeta, al que más o menos nosotros tenemos alcance.
Que no se confíe el ELN. Esos cabecillas del ELN que posan de guerrilla inocente, cuando se advierte su riqueza y su participación en el narcotráfico, en algún momento los vamos a sorprender.
Tenemos toda la voluntad para persistir en esta lucha contra la criminalidad.
Los éxitos que se han tenido, son apenas acicates para poder enfrentar con eficacia los nuevos retos.
Los colombianos pueden saber que este Gobierno y estas instituciones armadas no duran más de cinco minutos en la celebración de un éxito, y emprenden en cada hora los minutos restantes para avanzar hacia los nuevos retos.
Somos concientes que el plazo se agota, que el reloj se mueve con rapidez, y que tenemos que aguzar todos los instrumentos para poder derrotar lo que queda de criminalidad en nuestra Patria.
Somos concientes de hacerlo con eficacia, con transparencia. La transparencia, la observancia a los Derechos Humanos, a las normas constitucionales, es la munición que da autoridad moral para poder tener agresividad en la iniciativa, para poder tener toda la energía en el combate contra los terroristas.
Continuaremos la nueva tarea que hemos empezado, de hacer un control periódico de Derechos Humanos a través de los medios de comunicación, con participación de la opinión pública.
Uno de los intangibles de nuestra Política de Seguridad es que los ciudadanos cada día creen más en las instituciones. Antes el ambiente general era de incredulidad, y era creciente el número de ciudadanos que querían buscar soluciones por sus propios medios.
Un intangible, un elemento no cuantificable, un resultado bien positivo de la Política de Seguridad, es que hoy los ciudadanos acuden con confianza a las instituciones constitucionales que representan el colectivo, en procura el servicio de seguridad.
Pues bien, esa confianza hay que incrementarla. Ha habido pasos muy importantes en el proceso de conseguirla. Tenemos más de tres millones de cooperantes con la Fuerza Pública, en una Patria de una geografía difícil, de una extensión, de un millón 160 mil kilómetros cuadrados, 578 mil de selva, con unas cadenas montañosas abruptas.
Pues bien, podríamos tener el Ejército y la Policía del mundo, y sin colaboración de la ciudadanía, sería imposible su éxito.
Por eso, aquí todos los días persistimos en esa alianza entre la Constitución, el pueblo y las Fuerzas Armadas, como el requisito fundamental para conseguir la seguridad definitiva de los colombianos, y eso implica construir más y más confianza, y esa confianza tiene ahora una nueva etapa.
En todos los comandos de Policía, en las regionales de Policía, en las divisiones, en las brigadas, en los batallones del Ejército, se están recibiendo las quejas contra la acción de las Fuerzas Armadas, que también se reciben por teléfono y por Internet, y de manera responsable se están evaluando, trasladando unas a la Fiscalía, otras a la Procuraduría, a otras, dando curso al interior de nuestros propios procedimientos administrativos, y procediendo en audiencias a través de la televisión, a escuchar a la ciudadanía y a informar a la ciudadanía.
Para de este lunes que viene, en una semana, tendremos la tercera audiencia. Y creemos mucho en ese control de opinión, en el proceso del Estado de Derecho, que empezara Juan Sin Tierra en Inglaterra (Juan I de Inglaterra) y que al decir en las bellas palabras del filósofo - matemático, Bertrand Russell, fue en Europa el proceso mediante el cual, de manera imperceptible, las monarquías fueron cediendo los poderes al pueblo.
En el proceso del Estado de Derecho, un día se produjo la necesidad del control fiscal de las contralorías, al otro día apareció el control administrativo disciplinario de las procuradurías.
Los parlamentos nacen con la función inherente a su estructura, cual es el control político, pero lo que distingue fundamentalmente al Estado de opinión, es el control de opinión.
Nosotros creemos profundamente en la participación ciudadana, para que haya garantías adicionales, a fin de que nuestra Política de Seguridad sea tan transparente como eficaz. Vamos a continuar en ello.
Los colombianos seguirán teniendo periódicamente el informe del Ministro (de Defensa, Juan Manuel Santos), el informe de los altos mandos, sobre las quejas acerca de la conducta de la Fuerza Pública.
Y eso nos ayuda: ayuda a que en el Gobierno no haya el más leve descuido en materia de Derechos Humanos. Ayuda ese control de opinión, a que en las Fuerza Armadas de Colombia exista todo el rigor en la observancia de los Derechos Humanos.
Y también ayuda a evitar la queja temeraria, porque si bien hoy hay más capacidad de denuncia en los colombianos que han perdido el temor a denunciar –antes no denunciaban por temor, o porque lo encontraban inútil- también hay casos en los cuales la denuncia es temeraria, sobre hechos inexistentes, con la exclusiva pretensión de crearle dudas a la Política de Seguridad Democrática.
Que no haya descuido en el Gobierno, que no haya falta de rigor en las Fuerzas Armadas y que no haya temeridad en los ciudadanos quejosos, son objetivos que buscamos con este nuevo mecanismo de observancia de los Derechos Humanos a través del control de opinión.
Me recordaba el Ministro (de Defensa) que hoy, en Oslo (Noruega), Colombia está firmando la convención multilateral para destruir las minas racimo.
Hace algunos años, el señor Vicepresidente de la República (Francisco Santos) lideró el proceso para que nuestras Fuerzas Armadas, a pesar de tener el mayor desafío terrorista del mundo, destruyeran, por decisión unilateral, las minas antipersona que tenían en su poder, por razones pedagógicas.
Las minas racimo que tengan nuestras Fuerzas Armadas serán destruidas, por un país que cumple claramente sus compromisos internacionales, por un país como el nuestro, que hoy está firmando la respectiva Convención Internacional en Oslo.
Para nosotros, los Derechos Humanos no pueden ser un expediente para permitir que resurja el terrorismo en nuestro país.
Muchos han hablado de los Derechos Humanos, simplemente porque no se atreven a apoyar el terrorismo que ellos quieren que triunfe. Entonces tratan de obstruir la Política de Seguridad Democrática con alegaciones de Derechos Humanos.
Para nosotros el objetivo fundamental es la seguridad, y los componentes, los medios fundamentales, son la eficacia y la transparencia de nuestras Fuerzas Armadas. Vamos a avanzar en ese proceso. Somos concientes de que tenemos que acelerar.
En un país con muchas posibilidades, con muchos progresos y con retos. El reto de superar la crisis de las ‘pirámides’, este reto del desorden climático, del exceso de lluvias.
Atención de la emergencia invernal
Basta observar el estado al cual han sometido las lluvias a este bellísimo campo, y pensar lo que pasa en el río Magdalena, en el río Atrato, en La Mojana, en el Cauca, en el departamento del Valle del Cauca, en el departamento del Tolima y en otros tantos sitios de la Patria.
El Gobierno Nacional está haciendo todo el esfuerzo.
He sido informado por el señor Gobernador de Cundinamarca, presidente de la Conferencia de Gobernadores, que nuestra decisión de ordenarle a los concesionarios de vías nacionales, desplazar la maquinaría hacia las vías departamentales y municipales, a fin de poder resolver los estragos de esta emergencia invernal, está dando buenos resultados.
Hemos tenido el mismo reporte del Tolima, ahora lo tenemos de Cundinamarca, y esperamos que en la medida que cesen las lluvias y haya mejores condiciones, esa maquinaría de los concesionarios pueda restablecer las vías municipales y departamentales gravemente deterioradas por esta ola invernal.
El Gobierno buscará el mecanismo transparente para pagar esa tarea extraordinaria que se sale del objeto principal de sus contratos a los concesionarios.
Estamos haciendo un gran esfuerzo con bancos de materiales y con la asesoría de los ingenieros de la Armada, de los ingenieros del Ejército, de instructores y de aprendices del Sena, para poder reconstruir todas las viviendas afectadas a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Estamos dando prioridad a la atención de las inundaciones de La Mojana y el Bajo Magdalena en la aplicación de los recursos de regalías.
El Gobierno estará durante todos estos días, durante el sábado, el domingo y el lunes festivo, allí en los sitios donde ha habido dificultades, acompañando a los Gobernadores, a los Alcaldes, a las comunidades y buscando soluciones.
Quisiéramos estar en todas partes, quisiéramos que la agenda nos rindiera más. Nuestro deseo infinito sería que allí donde un colombiano tenga un dolor de cabeza, el Gobierno pueda estar en gesto de solidaridad, en actitud de apoyo.
‘Pirámides’
Sabemos el grave problema que han causado las ‘pirámides’.
Mientras nos pudimos defender de las presiones de las ‘pirámides’ de cuello blanco, de los capitales externos –que gracias a nuestros controles, aquellos (capitales) con vocación de corto plazo especulativa no pudieron inundar a nuestro país, y eso le da una fortaleza a nuestra economía para enfrentar esta crisis internacional- nos asaltaron las ‘pirámides’ coletazos del terrorismo, con vinculaciones de narcotráfico, guerrillas, paramilitares, que tanto daño han hecho a muchas comunidades colombianas.
Estamos buscando todos los mecanismos para poder contrarrestar la depresión de la economía que se amenaza en esas regiones de la Patria.
Por ejemplo, en Putumayo estamos pasando de 27 mil a 50 mil Familias en Acción, mantendremos en promedio 8 - 10 mil Familias Guardabosques en ese departamento.
En Nariño había 8 mil Familias en Acción, hoy tenemos 98 mil y en las próximas semanas serán 168 mil Familias en Acción. En la misma proporción trabajaremos en los departamentos de Huila y de Cauca.
Y el Ministro de Hacienda está culminando en este momento la legislación ordinaria y extraordinaria para garantizar un más fácil y mayor acceso al crédito a los sectores afectados.
El Gobierno Nacional está definiendo unas líneas de crédito con monto máximo, con tasas de interés favorables, con período de pago favorable tanto para entregarlas por primera vez, como para renovarles créditos que a lo largo de los últimos meses hubieran contraído compatriotas para invertir en esas ‘pirámides’.
Estamos haciendo todos los esfuerzos.
Lo que no podemos hacer es utilizar recursos del Estado para devolverles plata a los ciudadanos. Entendemos que allá hay unos criminales y hay una gente de buena fe.
Son criminales los dueños de esas ‘pirámides’, los cómplices y promotores, mucha ciudadanía que puso allí sus recursos obró de buena fe. Pero finalmente la actividad es una actividad ilegal, y Colombia no puede crear el precedente de devolver recursos que se han perdido y que fueron puestos en una actividad ilegal, con la seducción de una gran ganancia.
Preferimos afrontar dificultades, particularmente prefiero el desgaste del Presidente de la República, los dolores de cabeza del Presidente de la República, que causarle al país un problema gravísimo a futuro, que se le daría en el evento de que el Gobierno por liberarse de las presiones, del estrés del momento, de las dificultades de la coyuntura, de la crítica de la coyuntura, el Gobierno aceptara entrar a buscar mecanismos para devolver los dineros que perdieron quienes los pusieron allí en las ‘pirámides’ ilegales.
Hemos nombrado a través de la Superintendencia de Sociedades, liquidadores de la más reconocida prestancia moral y profesional. A medida que esos dineros sean hallados, de acuerdo con los procedimientos incorporados en la legislación de emergencia, serán devueltos a quienes los depositaron.
Nos referimos una y otra vez a la necesidad de que los colombianos hagamos una reflexión: no nos podemos dejar seducir por quienes practican esa cultura mafiosa.
Cultura mafiosa es ofrecer esas sumas exorbitantes de retorno a las inversiones; cultura mafiosa es querer subsistir del dinero fácil; cultura mafiosa es captar dinero en Colombia e irse a tener vida de sibarita en Panamá, a comprar vehículos lujosísimos que muchos colombianos, incluido yo, jamás habíamos oído mencionar, como los tales carros Maseratti. Eso lo tenemos que combatir.
Por eso el Gobierno no puede salir ahora a echarle tierra al problema y a decir: ‘sí, aquí va a haber unos recursos para devolver la plata que ustedes pusieron’. De ninguna manera, eso crearía un precedente muy grave.
Vamos a cumplir una tarea social de crédito, de Familias en Acción, de Familias Guardabosques en estas regiones de la Patria.
Hemos intervenido con la legislación, para que las prenderías, los sistemas de gana-gana y los sistemas análogos, no puedan cobrar por encima de los topes, no puedan incurrir en el delito de usura, so pena de haber convertido ese delito en esta legislación de emergencia, en un delito con una sanción que lo hace no excarcelable.
Insistiremos en todo esto.
Hemos dotado a las Superintendencias de mejores normas para que no haya excusa para la falta oportuna de los controles.
Hemos dado autorización al Comandante de la Policía, para darles garantías a los dueños de estas ‘pirámides’, a fin de que le devuelvan el dinero, si de verdad lo quieren devolver a los ciudadanos.
A mí me extraña, porque piden y piden esas garantías, muchos ciudadanos abogan por ello.
Nosotros repetimos un día en Pasto, al otro día la comisión de ciudadanos del Putumayo, y permanentemente en los medios de comunicación de que esas garantías están dadas, pero estos dueños de las ‘pirámides’ no aparecen.
¿Qué hicieron el dinero?, ¿qué hicieron esos miles de millones con que estafaron a los colombianos?, ¿por qué si piden garantías para regresar a devolver ese dinero,y el Gobierno da esas garantías, por qué no vienen a devolver ese dinero?
Y que no me digan a mí que eso surgió espontáneamente.
En el último mes, esas ‘pirámides’ tuvieron una explosión dramática. Cuenta un Alcalde que en un municipio del sur del país, en 17 días captaron 17 mil millones.
Haber orquestado tantas ‘pirámides’, la capacidad de recolectar dinero en tantos sitios del país de manera simultánea, implica que detrás de ello hay una mano criminal de una infinita capacidad de daño.
Allí hay coletazos del narcotráfico, coletazos de paramilitares y de guerrilla, y esperamos que la justicia, que está recibiendo toda la cooperación de la Policía –la Policía Nacional que ha venido entregando pruebas en los últimos 14 meses- esperamos que la justicia haga total claridad sobre estos eventos criminales que tanto daño le han hecho a la Patria.
‘Pirámides’, inundaciones y el descenso de la economía mundial, la crisis de la economía mundial, son retos del ahora, pero los enfrentamos con amor a Colombia. Como retos del ahora es culminar con esta tragedia de terrorismo que tanto ha afectado a la Patria, capturar que al ‘Cuchillo’, que al ‘don Mario’, que a las oficinas de cobro; capturar que a lo que queda del secretariado terrorista; evitar que don ‘Iván Márquez’ y don ‘Alfonso Cano’ posen ahora de los nuevos jefes del terrorismo y pretendan tener inmunidades.
Con nuestra Fuerza Pública iremos llegando allí a los sitios donde ellos han tratado siempre de evadir la acción del Estado de Derecho.
Mensaje a los secuestrados y a sus captores
Y hacemos llegar un mensaje a quienes permanecen secuestrados, a su lugar de cautiverio: en todo minuto pensamos en ellos, en todo minuto tratamos de concebir nuevas acciones para rescatarlos, no los abandonaremos en un solo momento.
Aspiramos que rápidamente pueda salir hacia París el guerrillero ‘Isaza’, y que el Gobierno con su salida le diga al mundo que ha cumplido una oferta, una oferta que hoy reiteramos: aquellos guerrilleros que desistan de la guerrilla, que abandonen la guerrilla y que traigan consigo los secuestrados, que los saquen de las cuevas y los entreguen a la libertad, el Gobierno hace todos los esfuerzos para que esos guerrilleros tengan libertad y tengan una recompensa pecuniaria.
Lo demostraremos con el próximo envío a Paris del guerrillero ‘Isaza’, y la recompensa pecuniaria que pagará el Ministerio de Defensa, porque ese guerrillero finalmente se arrepintió, ese guerrillero finalmente fue fundamental para poder obtener la liberación del doctor Óscar Lizcano.
La recompensa que le daremos a ese guerrillero tiene que producir un punto de referencia, un ejemplo, para que aquellos guerrilleros que permanecen maltratando a los secuestrados en los lugares de cautiverio, reflexionen y los pongan en libertad.
Señor Mayor General Óscar Naranjo Trujillo, los 147 mil policías de la Patria se sienten bien dirigidos, el Gobierno bien apoyado y la comunidad colombiana bien protegida.
La segunda estrella es una estrella más en el firmamento de ilusión para Colombia, se pone en sus hombros y brilla en el firmamento como esperanza de la Patria.
Muchas gracias”. |